Aunque por lo regular no tenemos forma de conocer con exactitud el valor de la
energía interna de un sistema, éste tiene un valor fijo en unas condiciones dadas. Las condiciones que influyen sobre la energía interna incluyen la temperatura y la presión. Además, la energía interna total de un sistema es proporcional a la cantidad total de materia del sistema, porque la energía es una propiedad extensiva. Supongamos que definimos nuestro sistema como 50 g de agua a 25ºC. Nuestro sistema podría haber llegado a ese estado por enfriamiento de 50 g de agua desde 100ºC o por la fusión y el subsecuente calentamiento de 50 g de hielo hasta 25ºC. La energía interna del agua a 25°C es la misma en ambos casos. La energía interna de un sistema es un ejemplo de función de estado, una propiedad de un sistema que se determina especificando su condición, o estado (en términos de temperatura, presión, ubicación, y demás). El valor de una función de estado no depende de la historia específica de la muestra, sólo de su condición actual. Puesto que E es una función de estado, E depende sólo de los estados inicial y final del sistema y no de cómo ocurrió el cambio. Podemos usar una analogía para explicar la diferencia entre las cantidades que son funciones de estado y las que no lo son. Supongamos que usted viaja entre Chicago y Denver. Chicago está a 596 ft sobre el nivel del mar; Denver está 5280 ft sobre el nivel del mar. Sea cual sea la ruta que usted siga, el cambio de altitud será de 4684 ft. La distancia que usted recorra, en cambio, dependerá de su ruta. La altitud es análoga a una función de estado porque el cambio de altitud es independiente del camino seguido. La distancia recorrida no es una función de estado. Algunas cantidades termodinámicas, como E, son funciones de estado. Otras, como q y w, no lo son. Aunque ¢E = q + w es una función de estado, las cantidades específicas de calor y trabajo que se producen durante un cambio en el estado del sistema dependen de la forma en que se efectúa el cambio, de forma análoga a la decisión de qué ruta seguir entre Chicago y Denver. Aunque los valores individuales de q y w no son funciones de estado, su suma sí lo es; si la alteración del camino seguido desde un estado inicial a uno final aumenta el valor de q, disminuirá el valor de w en exactamente la misma cantidad, y viceversa. Podemos ilustrar este principio con el ejemplo que se muestra en la figura 5.10 \, en el que consideramos dos posibles formas de descargar una batería de linterna a temperatura constante. Si la batería se pone en cortocircuito con una bobina de alambre, no se efectuará trabajo porque nada se mueve contra una fuerza. Toda la energía se pierde de la batería en forma de calor. (La bobina se calentará y desprenderá calor al aire circundante.) Por otra parte, si la batería se usa para hacer girar un motor pequeño, la descarga de la batería producirá trabajo. También se desprenderá un poco de calor, pero no tanto como cuando la batería se pone en cortocircuito. Las magnitudes de q y w son distintas en estos dos casos pero, si los estados inicial y final de la batería son idénticos, ¢E = q + w deberá ser la misma en ambos casos porque ¢E es una función de estado.