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¡El bien, o el mal!

, ¿a quién dejarás entrar en tu


corazón?.
Por JMTH.
Cuando fuimos creados como raza humana, se nos otorgaron dones y frutos
del Santo Espíritu de Dios, sin embargo, la Palabra de Dios, dice, según
Génesis, que satanás entró en Caín y se convirtió en un ser de maldad:
Génesis,

Capítulo 4:
1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y
dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y
Caín fue labrador de la tierra.
3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra
una ofrenda a Jehová.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más
gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín
en gran manera, y decayó su semblante.
6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha
decaído tu semblante?
7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado
está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás
de él.
8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que
estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo
mató.

Muchas personas, pudiendo hacer el bien a sus semejantes, satanás los


predestina a ser hacedores de maldad, si desprecian la presencia de Dios en
sus corazones.
Y dice la palabra de Dios en el Libro del Deuteronomio 28:20: 20 Y Jehová
enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto
pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a
causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.

Para convertirnos en seres hacedores de bienes, debemos permanecer


unidos al Espíritu Santo de Dios, de lo contrario, las constantes
tentaciones del diablo, nos inclinan sutilmente hacia los caminos de la
oscuridad y las tinieblas, donde después que se entra, se hace muy
difícil desprenderse de esos caminos, si no hay oración constante por
parte de la familia y los miembros de la Iglesia.

El pecado, la maldad y la enfermedad, los tres, son hijos de satanás, y a


los tres se vence con ayuno, oración y fe en Jesucristo.

Y dice la Palabra de Dios, sobre la Victoria de los Hijos de Dios sobre


los enviados de los infiernos: Apocalipsis, Capítulo 17:

14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es


Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y
elegidos y fieles.

Por eso, los cristianos, no debemos temer a nada, porque Jesucristo en


la cruz del calvario, ya venció a la muerte, la enfermedad y la maldad.
En el nombre de Jesucristo y su Santo Espíritu, toda tiniebla, todo
espíritu del mal, toda potestad y toda huestes de maldad, tiene que
retroceder, porque en el Nombre que es sobre todo Nombre, Jesucristo,
echamos fuera, todo imperio de potestades.

Los que confiamos en Jesucristo, podemos caminar con la frente en


alto, dignos de ser protegidos por el que venció a la muerte, y todo lo
que se levante contra un cristiano, no tiene poder si no es permitido
por Jesucristo.

Contra el Poder de Jesucristo, nada de lo existente y de lo no existente


puede levantarse, porque el propio Jesús dijo, según Lucas 22: 69 Pero
desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de
Dios.
También dijo Jesús, según Marcos 13: 26 Entonces verán al Hijo del
Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.
27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los
cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

Los que temen a la vida y a la muerte, y no confían en la Victoria


anunciada para el pueblo de Dios, es porque no conocen a Jesucristo, y
lamentablemente, los que no han conocido al Hijo de Dios, viven una
vida sin sentido alguno.

No podemos continuar la vida, cometiendo maldades contra nuestros


iguales, porque hay una sentencia de Dios, contra los pueblos de la
Tierra que practican maldades, y según el Profeta Jeremías 25, dice la
Palabra de Dios: 30 Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas
palabras y les dirás: Jehová rugirá desde lo alto, y desde su morada
santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de
lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra.
31 Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jehová tiene
juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los
impíos a espada, dice Jehová.

Todos hemos cometido errores y pecados contra Dios, por eso, quienes
conocemos su Palabra, oramos a favor de nuestras familias, conocidos,
amigos y a favor de todo ser humano que desee la salvación.

¡Que Dios en esta Navidad y siempre, perdone y Bendiga a los


moradores de la Tierra!. Amén.

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