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BIOGRAFÍA DE JESUS DE NAZARET

Repasamos los años centrales de la biografía de Jesús de Nazaret,


recorriendo su labor como predicador, sus ideas políticas y religiosas y, por
supuesto, los dramáticos y últimos días de su vida, que hacen referencia a
su Pasión. A continuación en Sobre historia, te invitamos a conocer,
la Biografía de Jesús de Nazaret.

Sin dudas Jesucristo es uno de


los hombres que más
profundamente ha influido en la
historia de la Humanidad. Su
predicamento en vida, se
transformó tras su muerte y
dando lugar a una nueva
religión, que se extendió por
buena parte del mundo
occidental, a través de la
evangelización llevada adelante por la Iglesia Católica. A tan sólo un par de
meses de Semana Santa, conmemoración de la Pasión de Jesucristo,
repasaremos brevemente parte de su biografía: sus años como predicador y
como líder espiritual.

Biografía de Jesús de Nazaret


La biografía de Jesús de Nazaret llega a nosotros a través de
los evangelios, los libros sagrados escritos por aquellos que se acercaron
mucho a Jesucristo y decidieron informarse y escribir sobre la vida de Él. En
estas escrituras se describe a Jesucristo como un hombre pacífico y alejado
de la violencia, una característica bastante común en los años de la
dominación del Imperio Romano. Sin embargo su mensaje era conflictivo. Se
contraponía al cumplimiento de la Torah que propugnaban los fariseos.
También se distanciaba de las creencias de los esenios, y las otras religiones
que allí se practicaban. Al provenir de un Imperio politeísta, no era de
extrañar que los creyentes se dispersaran en diferentes religiones. Lo único
que se salvaba era el Templo de un rol central en la vida espiritual y en
donde nadie, en su interior, era juzgado por rezar.
Jesús de Nazaret y su niñez

Antes de conocerle como predicador, tenemos que conocer algo más de Él,
cuando era un niño. Jesús de Nazaret nace hacia año 5 a.C. en un establo de
Belén, en Judea, cuando dicha provincia pertenecía al Imperio Romano.
Sus padres fueron José (que era carpintero)y María la Virgen.

Según conocemos por las Sagradas Escrituras, Jesús fue “concebido por obra
y gracia del Espíritu Santo“. Con esto, se quiere explicar la intercesión del
Espíritu Santo, para que la joven María, Madre de Jesús, quedase encinta
del Hijo de Dios. Y como el Hijo de Dios, no podía habitar en el cuerpo de
una pecadora, ella nación sin pecado alguno. Llamándola así, Inmaculada
Concepción, librándola del pecado original, con el que nacemos todos.

Además, a pesar de estar casada con José, ella se mantuvo sin conocer varón,
que nunca yacieron en el lecho, como marido y mujer, por lo que si
virginidad, se quedó intacta. De ahí la expresión, Virgen María.

Tras un tiempo en Egipto, escapando de las persecuciones del Rey Herodes,


ya que escuchó hablar de este tan preciado niño y mandó a matar a todos los
varones menores de un año, el niño Jesús por fin nace en el portal de Belén y
pasa su infancia y juventud en Nazaret, en Galilea. Se dedicó a ayudar a
su padre José en la carpintería y también pasó el tiempo estudiando las
tradiciones judías de la época. Tal era su curiosidad, que queda reflejado en
la Biblia, que acudía al Templo de manera asidua para poder hablar con su
Padre e intercambiar ideas religiosas con los entendidos en la materia. Fue a
los doce años, cuando desesperados, los padres de Jesús le buscaban y
consiguieron hallarle en el Templo.
Jesús de Nazaret predicador

Al llegar a los 30 años, comienza su vida pública, según las Escrituras y es


bautizado porJuan “El Bautista” en el río Jordán. Juan el Bautista le había
señalado como su sucesor,que le reconoció, quiso darle su función en el
mundo, que era bautizar a aquellos que se convertían a la fe en Dios, pero
Jesús se negó y quiso que le dejara hacer, lo que venía a hacer a este mundo.

A los treinta años, se estableció en Cafarnaún, donde comienza a predicar la


“llegada del Reino de Dios“.

Jesús de Nazaret era un predicador ambulante. Tras sortear una serie de


pruebas de ascetismo, entre la población que le rodeaba, aumentó su
popularidad y, también, el número de sus seguidores. Entre estos seguidores,
fueron apareciendo ciertas personas que destacaban entre las demás y que
dejaron todo a un lado, para seguirle. Eran los doce hombres que
conformaban el núcleo más cercano a Jesús. Eran quienes hoy conocemos
como los doce apóstoles.

Jesucristo dedicó gran parte de su juventud (y de su vida) a predicar sus


enseñanzas de Dios. Así, recorrió numerosos lugares de Palestina,
consiguiendo que le escuchasen por todas las partes del mundo. ¿Cómo podía
mover tantas masas? Jesús de Nazaret, hablaba y predicaba con parábolas,
que eran hechos que llegaban al sentido del ser humano, para hacerles
reflexionar.
Los más humildes se identificaban con la palabra de Jesús y sobre todo
sumaba seguidores debido a los muchos milagros que decían que obraba.
Tenemos un famoso ejemplo, como la resurrección de Lázaro o la
transformación del agua en el mejor vino de la fiesta, durante las bodas de
Canaán.

A pesar de la admiración de muchos, Jesús sufre acusaciones por hipocresía


moral. Le acusaban de creerse mejor que sus dioses y de lavarles el cerebro a
sus fieles seguidores, además, de meterles patrañas con los milagros. Veían
en el predicador a una amenaza, que haría temblar los cimientos de sus
creencias y su falta de humildad en sus religiones.

Hablaba de la venida del Reino de Dios y de su gobierno, con amor y justicia,


en donde todos tendrán sitio para poder vivir en paz. De este modo Jesucristo
es denunciado ante el gobernador romano, Poncio Pilatos por haberse
proclamado Rey de los Judíos y Mesías, aunque cabe señalar que el Reino al
que Él se refería mientras predicaba era el Reino de los Cielos, el Reino de
Dios.

El Imperio comenzó a cercarlo y no se podía dar marcha atrás. Jesús sabía


que su final era inminente, entonces, reunió a sus discípulos para que juntos
así, pudiesen celebrar la Pascua, en un mesón que habían reservado. Ésta
reunión, era La última Cena. Después de la cena, Jesús, temeroso de lo que
se venía encima, rezaba en el Monte de los Olivos, tratando de sacar las
fuerzas que necesitaría en lo que se aproximaba. Le acompañaron dos
apóstoles, para que rezaran con Él, pero se quedaban dormidos.

Más tarde, seguido de soldados del imperio, apareció uno de sus discípulos,
Judas Iscariote, que por treinta monedas de plata, entregó a Jesús al Imperio,
tras un beso con el que le traicionó. Esta situación da inicio a la Pasión de
Cristo, proceso en el cual es sometido a durísimos padecimientos antes de ser
finalmente crucificado en la cruz.

Los últimos días de Jesús


Como hemos explicado, la víspera de la Pascua judía, Jesús se reunió con
sus apóstoles en la conocida “última cena”. En ella, predijo ante sus
seguidores que habría de ser traicionado por uno ellos. Poco después, tras
la traición del apóstol Judas Iscariote, Jesús fue capturado por los guardias
del sumo sacerdote.

El consejo religioso judío, le declaró culpable de blasfemia, ante la


afirmación de Cristo de que él era el Mesías. Se le condenó a la pena de
muerte. Pero el sanedrín no podía aplicar dicha pena sin el consentimiento
de las autoridades romanas que, recordemos, dominaban la región. Fue así
que el gobernador romano de Judea, Poncio Pilatos, accedió a cumplir la
pena que determinaron las autoridades judías. Jesús fue torturado y los
soldados, rasgaron sus vestiduras, se apostaron su capa. Le incrustaron en la
frente, una dolorosa corona de espinas, para que recorriera el camino, hasta
el Monte del Calvario.

Poco después expiró a través de crucifixión, un método de ejecución utilizado


en tiempos romanos. Cuando Jesús entregó su vida, el suelo tembló y el cielo
tronó. Sus discípulos, se encargaron de recogerle, ungirle y velarle.
Guardaron su cuerpo en una pequeña cueva, tapada por una gran roca. Al
tercer día, cuando volvieron a verle, Jesús, había resucitado de entre los
muertos.

El Jesús “histórico”
Tras su muerte, la vida y el legado de Cristo cobraron una relevancia como
quizás nunca se había visto en la historia. Sus discípulos relataron el milagro
de la resurrección. Los once apóstoles restantes presenciaron su aparición.
En ellas Jesús les ordenó que predicaran su mensaje. Esta línea religiosa que
sostenía que Jesús de Nazaret era el Mesías, hizo que las creencias cristianas
se separaran aún más, de la tradición judía.
Posteriormente se desarrolló el cristianismo, como una nueva religión, que
tuvo un comienzo de persecuciones y ocultamiento. Pero sólo algunos siglos
después, llegó a ser la religión oficial del Imperio Romano, alcanzando su
mayor poderío al dominar la espiritualidad de la Europa Medieval y luego
del “Nuevo Continente” tras el Descubrimiento de América.

Además del Nuevo Testamento, que es la parte de la Biblia que habla de la


vida humana de Jesús, existen otras fuentes que demuestran la existencia de
Jesús y que han llevado a muchos expertos a admitir su existencia, como
personaje histórico más allá de su dimensión religiosa. Esta aceptación
prácticamente universal de la naturaleza histórica de la figura de Jesús
procede del conocimiento que se tiene de su existencia por otras fuentes
escritas ajenas a los Evangelios cuyos autores, además, no estaban
directamente vinculados con el universo del cristianismo primitivo. Así, se
considera que estas fuentes son más fiables que los escritos vinculados a la
Biblia al ser consideradas más imparciales y no verse contaminada
directamente por cuestionamientos de tipo religioso.

Las dos fuentes principales que se utilizan para demostrar la existencia de


Jesús desde un punto de vista histórico son:
Biografía de Jesús de Nazaret: El historiador Flavio
Josefo
Ha pasado a la posteridad especialmente por los escritos, en los que relata
los hechos vinculados a la Gran Revuelta Judía del año 66 d. C. Si bien no es
exactamente contemporáneo de Jesús, al haber nacido alrededor del año 35
d. C., el hecho de que viviese en la época inmediatamente posterior a la vida y
muerte de este personaje hacen de él una fuente bastante fiable a la hora de
constatar su existencia.

Flavio Josefo cita a Jesús específicamente en dos


ocasiones en su obra “Antigüedades Judías”, donde
hace referencia a un “hombre sabio” que fue
seguido y considerado como el verdadero “Mesías”
por muchos judíos y griegos y que fue crucificado.
Asimismo, también habla de un hermano de Jesús,
cuyo nombre han traducido los expertos de habla
inglesa especialistas en la obra de este autor como
“James” y de la muerte de Juan Bautista,
relacionada también con las reivindicaciones judías
del momento. Estas referencias, aunque breves, se consideran pruebas
fehacientes de la existencia histórica de Jesús, documentada por un escritor
ajeno al ámbito del cristianismo primitivo.

Biografía de Jesús de Nazaret: Tácito


En segundo lugar, nos encontramos con el historiador romano Tácito. Este
autor, posterior a Flavio Josefo, cuyas obras se retrotraen ya al siglo II d. C.,
por lo que su distancia temporal de la época en que nació Jesús hace que su
testimonio se considere menos original que el de Flavio Josefo. Sin embargo,
la distancia ideológica que muestra respecto al cristianismo también hace que
se le considere más independiente y menos contaminado por las ideas
cristianas que otros escritos de la época. Así, Tácito, en sus famosos
“Anales” describe la ejecución de Jesús por Poncio Pilatos mientras cuenta
la persecución que Nerón hizo de los cristianos tras el incendio de la ciudad
de Roma, hablando de su culto como mito y describiendo tal creencia como
“vergonzante” y lamentándose de que hubiera llegado a Roma desde Judea.
En todo caso, pese a su tono despectivo, el famoso autor romano testifica su
existencia de forma fehaciente y considerada totalmente fiable por parte de
los historiadores, que utilizan los escritos de Tácito para apoyar otros
descubrimientos de tipo histórico.

Aunque existe la teoría del “mito de Cristo”, que defiende que Jesús nunca
existió históricamente, la mayoría de expertos coinciden en que la existencia
real de Jesús es indubitable. De hecho, ni los enemigos más encarnizados de
los cristianos pusieron nunca en duda la existencia de Cristo, ni siquiera
durante sus ataques más agresivos contra dicha fe, especialmente porque en
ocasiones, esos perseguidores, al final , se convertían a la fe que tanto
perseguían. Pese a que los expertos pueden no estar de acuerdo en los
detalles y las cuestiones de tipo religioso, está aceptado a nivel general que
durante el primer tercio del siglo I d. C., hubo un hombre en Judea llamado
Jesús que fue bautizado por Juan “el Bautista” y fue mandado ejecutar
por Poncio Pilatos, más allá de toda duda razonable.

Mito de Jesús de Nazaret


Jesús de Nazaret es el hijo de Dios y, por
tanto, la figura en torno a la cual, giran gran
parte de las creencias religiosas del
cristianismo. Sin embargo, también hay una
serie de corrientes de pensamiento que no
comparten las ideas cristianas y ponen en
duda los relatos de la Biblia y, en su mayoría,
también niegan los hechos, vivencias o
doctrinas que se le atribuyen a Jesús de
Nazaret. A las teorías que defienden esto se
les denomina como Mito de Jesús, y señalan que todo lo que se señala en la
Biblia o en los documentos históricos que se han encontrado a lo largo de los
años no es fruto de una intervención divina o niegan que los documentos
históricos de verdad supongan una prueba clara de la existencia de Jesús de
Nazaret. Según ellos, todo se trata de un sincretismo, es decir, un proceso
mediante el cual se ponen en común las ideas de diversas culturas y
tradiciones religiosas.
Los que defiende la teoría del Mito de Jesús aluden a que todo es la invención
de personas pertenecientes a diversas órdenes religiosas, que adoptaron las
creencias de otros pueblos durante los viajes e intercambios culturales
realizados entre diferentes culturas. Un ejemplo de sincretismo sería el Dios
Serapis, que se convirtió en una deidad romano-egipcia como símbolo de la
buena relación entre ambos pueblos.

En la actualidad, estos movimientos se han ido aglutinando en lo que se ha


dado en llamar como la Nueva Era o también la era de Acuario. Según las
movimientos que se adscriben a la Nueva Era, el sincretismo religioso es algo
generalizado en el mundo, ya que todas las religiones serían básicamente lo
mismo pero con otras ropas. Es decir, todas las religiones son similares
(cambian los nombres de los dioses o las leyendas, pero se mantiene lo
básico) porque todas se retroalimentan entre sí a través de las relaciones
históricas y culturales entre diferentes regiones. Los que creen en esto de la
Nueva Era suelen mezclar religiones sin importar de dónde provengan, para
ellos lo importante es la revitalización espiritual y el misticismo.

Pese a las pruebas que puedan existir en ambos sentidos, está claro que la
religión es algo que se vive tan internamente que tanto creyentes como
religiosos siempre serán reticentes a admitir los argumentos del otro como
ciertos, así que las pruebas valen de poco cuando se habla de religión.

Sea como sea, la vida de Jesucristo, ha inspirado a muchas personas a ser


buena y a crear valores que e la vida actual, hacen falta. Muchas personas
pondrán en entredicho estas palabras y otras las creerán, pero lo que sí es
cierto es que esta biografía de Jesús de Nazaret, es un guiño a la historia, a la
forma de pensar y a los orígenes que a veces tenemos desvinculados.

Hay biografías realmente interesantes, ya sea en el campo religioso, como


la Biografía de Miguel Hidalgo, que fue un cura revolucionario o la de Isaac
Newton, todas enriquecedoras que podrás leer en Sobrehistoria. No dejes de
entrar en la página, para enriquecerte con todo lo que te ofrece para ti y tu
conocimiento.

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