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ESCUELA: CIVIL
HUARAZ – PERU
2018
REESTRUCTRACION DE UNA EMPRESA
En la última crisis económica muchas de las empresas tuvieron que elegir entre reestructurarse o
morir. De esta forma, los malos resultados económicos obligaban a las empresas a realizar cambios
en sus estructuras empresariales con el objetivo de reducir los costes de la empresa y poder seguir
adelante con la actividad. Sin embargo, no todas las reestructuraciones de empresas se deben a
unos malos resultados económicos, sino que también se puede reestructurar una empresa para
mejorar su eficiencia o adaptarse a diferentes cambios tecnológicos o del mercado.
Los procesos de reestructuración de una organización pueden llegar a ser un poco drásticos, ya que
no poseen noticias buenas para todos sus integrantes, incluyendo despidos en las plantillas. Por ello,
el impacto de una reestructuración en una empresa se podrá ver reducido si se visualiza de forma
anticipada. Anticiparse a los cambios será una de las claves para el éxito en la nueva forma de trabajo
y conseguir que los cambios nos afecten lo mínimo.
OBJETIVOS DE UNA REESTRUCTURACION DE UNA EMPRESA
FORMAS DE REESTRUCTURACION
Según los componentes de la empresa que se vean afectados y los motivos que han llevado a esta
reestructuración será de un tipo a otro.
Reestructuración interna
Ese tipo de reestructuración suele darse tras un análisis del negocio para buscar una mayor
eficiencia en el funcionamiento de los departamentos. Se suele fijarse en la comunicación
interdepartamental, así como la manera que se completen las tareas.
A veces, cuando una los componentes de la empresa comienza a fallar, se deben reasignar los
recursos para solucionarlo. En otras ocasiones, si la empresa ha crecido va a necesitar
reestructurarse para ser más productiva centrándose en sus principales habilidades.
Otro de los motivos en que se requiere este tipo de reestructuración interna, es cuando se
debe reestructurar la situación financiera de la compañía para seguir obteniendo beneficios. A veces
incluso, estos cambios son motivados por adaptarse a las nuevas tecnologías que ya han adoptado
nuestros competidores.
Reestructuración financiera
Está hace referencia a las deudas y al patrimonio de la empresa. En este tipo de restructuraciones se
incluían las fusiones, adquisiciones y operaciones conjuntas. Este tipo de casos suele darse cuando
una empresa se une a otra, cuando es comprada por otra o cuando existe un cambio de titularidad.
Reestructuración tecnológica
Como su propio nombre indica, esto ocurre cuando se incorpora a la empresa una nueva tecnología.
Esta innovación, por lo general, suele afectar directamente a los empleados. La transformación
digital que se está produciendo en la actualidad está provocando que las empresas realicen muchas
reestructuraciones para adaptarse a los nuevos avances que se producen.
Finalmente, las medidas que suelen emplear son acciones formativas para el aprendizaje del
personal. Pero, a veces, también viene acompañado de algunos despidos. En ocasiones, ese tipo de
restructuración requiere de acuerdos con terceros, ya sea para conseguir conocimiento técnico o
mayores recursos.
En el proceso de reestructuración existen diferentes etapas. Hay quien establece tres y hay quien
establece cinco fases. Y en algunos casos, estas fases se solapan entre sí. La duración del proceso
puede llevar desde uno a tres años, en función del tamaño y la complejidad de la compañía.
En esta primera etapa estaríamos hablando de la decisión del consejo de administración de realizar
la reestructuración. Una actuación muy lenta podría ser catastrófica para la empresa. Debemos
tener en cuenta que la antigua gestión ha sido la causa o quien no ha sabido resolver la crisis.
Por tanto, existe una falta de credibilidad en la anterior gestión, mientras que el nuevo equipo
analizará los hechos con mayor objetividad.
A la hora de elegir al nuevo equipo gestor, éste deberá tener la capacidad para diseñar y ejecutar la
estrategia que se adopte así como experiencia en la gestión, capacidad de liderazgo, habilidad
negociadora y ejercer su autoridad de aquellos casos necesarios.
2. Evaluación
Se trata de examinar la vialidad del negocio, así como de elaborar un plan de acción a corto plazo.
El primer paso a dar será determinar el alcance del problema, así como detallar la situación en el
plan de viabilidad (recursos con los que se cuentan, estructura financiera, cuál es la posición
competitiva de la empresa y el capital humano con el que se cuenta). Aquí también se decidirá
cuál será el tipo de reestructuración que se efectuará.
3. Emergencia
En este punto se identificarán aquellas áreas con buenos márgenes y que pueden competir en el
mercado. Asimismo, se controlará la caja para evitar costes y desinvertir en aquellas materias que
sean innecesarias. Igualmente, se restructurará la deuda y se mejorará la creación del capital
circulante.
4. Estabilización
legar a esta fase, implica que la fase más crítica se ha superado con éxito. Ahora será el
momento de mirar hacia el futuro. Hay que buscar que esos negocios que se han mantenido,
sean también viables a largo plazo. Del mismo modo, hay que lograr un retorno de ese
capital que se haya invertido.
5. Vuelta crecimiento
negocio a largo plazo. Ahora hay que fortalecer la posición financiera de la empresa, así
como su estructura de balance y el retorno de inversión. Por último, habrá que elaborar
fases de reestructuración
Estas son las diferentes fases en las que se debe desarrollar el proceso de
reestructuración:
1. Diagnóstico. El objetivo es evitar que la variación colapse. Hay que buscar mejorar la liquidez
empresarial y habrá que tomar medidas como la reducción de productos, eliminar todos aquellos
costes que sean posibles y examinar la estructura empresarial (reducción de plantilla).
2. Tratamiento. Una vez que tras el diagnóstico se establecen los puntos débiles de la empresa
llegará el momento de tratarlos. Puede ser una tarea larga y tediosa, sobre todo si se viene de una
situación económica no muy buena. Así que en este punto se deberá abordar la oferta de productos
y servicios, eliminar riesgos innecesarios, aumenta la productividad e incluso reducir la cartera de
clientes.
3. Recuperación. Llegar a esta última así costará trabajo, pero no será completamente imposible sí
se ha realizado bien el plan de viabilidad de la compañía. Una vez que hayamos comenzado a crecer
de nuevo, podremos volver a buscar nuevos productos, servicios o mercados. Además, deberemos
adoptar mecanismos de control, revisión y gestión de riesgo para anticipar posibles contratiempos.
De este modo, aseguraremos el futuro de la empresa.
Si estás pensando en iniciar un proceso de reestructuración, estas son las ventajas de las que
puedes disfrutar.
Así, al dividir el patrimonio en una sociedad operativa y en una sociedad patrimonial, el patrimonio
no afecto no responderá del riesgo empresarial que puede suponer la actividad. A la hora de la
venta de la empresa, ya no hay inmuebles ni excesos de tesorería, por lo que la empresa se valora
en función de su actividad.
Esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de vender la empresa. Además, desde la sociedad
patrimonial se podrán realizar préstamos a la sociedad operativa con un menor coste, que si
solicitamos el préstamo al banco desde la operativa. Ya que desde la patrimonial el riesgo es menor
para el banco y por tanto su coste de intereses será menor. Asimismo, tampoco se pondrá en riesgo
el patrimonio.
Otras ventajas de esta separación del patrimonio es que genera unos ingresos aún después de la
jubilación, en el caso de arrendamiento, por ejemplo. Esta operación, además, está exenta de
impuestos de tributación directa e indirecta
Divide y vencerás
Reducción de costes
La sustracción implica, por ejemplo, que una empresa se fusione con otra similar. Así se
podría reducir el personal para optimizar las operaciones del negocio. Además, la empresa ganaría
un mayor alcance sin tener que invertir demasiado. Asimismo, al eliminar aquellas inversiones que
suponían un coste para la empresa dichos costes desaparecen.
Se reducen 95% de la base del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, por lo que apenas debes
pagar por este impuesto.
Optimizar los procesos
Es una buena oportunidad para mejorar los procesos de la empresa. Se trata de estandarizar
procesos, automatizar otros, casi como la simplificación o reducción de tareas.
Si se quiere lograr el éxito a través de este proceso de reorganización, se ha de tener una visión clara
de lo que se quiere lograr y por de los cambios necesarios para ello. De este modo la línea de
gerencia deberá estar en consonancia con la estrategia a seguir en la empresa.
En este tipo de procesos se redefinen las responsabilidades, se definirán los acuerdos y las
competencias. Esto hará que las tomas de decisiones sean las más adecuadas en cada momento.
Empoderamiento
Se logrará el empoderamiento para conseguir los retos estratégicos que se establezcan. Con la
reestructuración se redefinirán los perfiles necesarios para cada puesto de trabajo, así como las
responsabilidades de cada uno. Esto asegurará la calidad del trabajo.
CONCLUCION
Adopto un nuevo modelo que permita mantener la empresa con vistas a futuro.
Con estos conceptos se mejoró el funcionamiento de la empresa, así como ser más
competitivo en un mercado cada vez más cambiante