“Artículo 291. Cuando se abriguen fundadas sospechas de graves
irregularidades en el cumplimiento de sus deberes por parte de los administradores y falta de vigilancia de los comisarios, un número de socios que represente la quinta parte del capital social podrá denunciar los hechos al Tribunal de Comercio, acreditando debidamente el carácter con que proceden. El Tribunal, si encontrare probada la urgencia de proveer antes de que se reúna la asamblea podrá ordenar, luego de oídos los administradores y comisarios, la inspección de los libros de la compañía, nombrando a este efecto, a costas de los reclamantes, uno o más comisarios, y determinando la caución que aquéllos han de prestar por los gastos que se originen de tales diligencias. El informe del comisario se consignará en la Secretaría del Tribunal. Cuando no resulte ningún indicio de la verdad de las denuncias, así lo declarará el Tribunal, con lo cual terminará el procedimiento. En caso contrario, acordará la convocatoria inmediata de la Asamblea. Contra estas providencias no se oirá apelación sino en un sólo efecto”.
RESPONSABILIDAD DE LOS ADMINISTRADORES
Dado que tanto el tramite previsto en el artículo 310 como el procedimiento
que se refiere el artículo 29, conducen solamente a la convocatoria de la asamblea normalmente, en particular, en las sociedad no abiertas al público, por los accionistas vinculados estrechamente a los administradores y a los comisarios, resulta poco probable que tome medida contra dichas personas. También el ejercicio de la acción social de responsabilidad contra los administradores compete a la asamblea que la ejerce por medio de los comisarios o de personas que nombre especialmente al efecto. Entre las personas nombradas pueden figurar incluso administradores siempre que la acción de responsabilidad se dirija solo contra algunos integrantes de la junta. Los casos en que la acción procede están determinados en el artículo 266. Los administradores son responsables solidariamente de la verdad de las entregas hechas en caja por los accionistas; de la existencia real de los dividendos pagados; de la ejecución de las decisiones de la asamblea; y en general, del exacto cumplimiento de los deberes que le impone la ley y los estatutos sociales. Se ha discutido a cerca del carácter jurídico de la responsabilidad frente a la sociedad. Algunos distinguen entre la responsabilidad como magistrado social y como mandatario. Otros partiendo de la teoría orgánica niegan todo carácter contractual a la responsabilidad y hablan de una responsabilidad organica fundada directamente en la ley. No obstante los autores que defienden dicha tesis aplican la responsabilidad de los administradores por analogía las reglas sobre la responsabilidad del mandatario. En este concepto es más correcto atribuir a la responsabilidad carácter contractual con la cual en ciertos casos puede concurrir en una responsabilidad contractual. A esto no se opone que muchas obligaciones de los administrados están determinadas por la ley y por los estatutos. También el contenido de otros contratos, verbigracia, el del contrato de trabajo, esta dictadogran parte pro el legislador que deja poco lugar para la autonomía de la voluntad de las partes, pero esto no excluye que aun las obligaciones determinadas por la ley constituyan obligaciones contractuales.
La responsabilidad de los administradores existe no solo frente a la sociedad
sino para también con los terceros. La responsabilidad frente a los terceros tiene carácter extracontractual, como en el sentido del artículo 1.185 del Código Civil.
En los que se refiere a la responsabilidad frente a los accionistas debe
distinguirse entre el daño directamente causado entre ellos y el daño mediato o indirecto, es decir, causado solamente en razón del daño producido a la sociedad. A los accionistas particulares corresponde la acción de responsabilidad solo en el caso de que fueren perjudicados directamente. Por el contrario si fueren dañados indirectamente no le corresponde ninguna acción, pudiendo, en esta hipótesis solo la sociedad misma ejercer la acción de responsabilidad. Este resultado es poco satisfactorio por la razón ya indicada que la mayor parte de los casos la mayoría de la asamblea no procederá contra los administradores a causa de los vínculos que ellos existan. Por esto muchos legisladores extranjeros atribuyen a los accionistas particulares o por lo menos a determinada minoría la facultad de obligar a la sociedad de ejercer la acción social o les atribuyen la facultad de ejercer individualmente la acción en interés de la sociedad; en este caso los accionistas obran en nombre propio pero ejercen un derecho ajeno.
Si bien es cierto, las Sociedades Anónimas presentan grandes similitudes, no
podermos dejar pasar las caracterísiticas distintivas de las Sociedades entre Venezuela y Colombia, dentro de las cuales las más importantes son:
1. Además de tener personalidad jurídica propia, tiene un número limitante de socios,
es decir, la constituyen cinco o mas socios. 2. Además de la distinción entre los tipos de capital (autorizado, suscrito y pagado), hace distinción entre socios y accionistas, es decir, permite la asociación de personas que no invierten en acciones. 3. Las decisiones se toman con la aprobación de la mayoría calificada de los votos favorecedores, entendiendo que cada accionista podrá tener más de una acción y cada acción equivale a un voto. 4. Tiene una causa de disolución especialísima, y es cuando la misma genera pérdidas que disminuyan el patrimonio neto de la empresa por debajo del 50% del capital suscrito, o cuando el 95% de las acciones está en manos de un solo accionista, la sociedad deberá disolverse.
La sociedad Anónima Venezolana:
1. No hace distinción entre Socios y Accionistas
2. Para su formación se establece el capital social, del cual se desprende el capital suscrito y capital pagado. 3. no contempla la disolución de la sociedad anónima por adquisición incluso de la totalidad de las acciones por un solo socio, llegado el caso, un solo socio puede adquirir la totalidad de las acciones. 4. Las decisiones importantes se toman con la aprobación de la asamblea general de socios.
Algunas Consideraciones Respecto de Las Responsabilidad de Los Directores y Gerentes de Una Sociedad y El Problema Del Denominado Abuso de La Mayoría - Juan Espinoza Espinoza PDF