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El sueño lúcido
Un universo bajo la almohada
A.T.
¿Sabes que no se puede morir por no dormir, sino por no soñar? El nuevo libro de la
Dra. Barea nos abre las puertas de un mundo nuevo por descubrir, entre nuestras
sábanas. Ser conscientes de lo que soñamos nos ayuda a conocernos más aún a
nosotros mismos.
La Dra. Consuelo Barea, con su libro "El sueño lúcido", nos descubre otra faceta
del fascinante mundo de los sueños, una faceta más o menos oculta, la lucidez
onírica.
Hay dos tipos de sueños: los de "relleno", que son una mera reelaboración de lo
vivido durante los pasados días, y los significativos, sueños que acontecen más
espaciadamente y que suelen permanecer en la memoria cuando despertamos. Esta
segunda categoría revela aspectos esenciales de nuestro ser, nuestro ser más
oculto, de las formas más diversas.
Imagina entonces que puedes llegar a controlar estos sueños, que eres capaz de
ser consciente de ellos y actuar en ellos a tu antojo, revelando así su verdadero
significado… Pues ésta es la lucidez onírica descrita por la Dra. Barea, los sueños
lúcidos tienen lugar cuando, nos damos cuenta de que estamos soñando.
Este manual práctico ha sido concebido para que cualquier persona pueda
ejercitarse en la lucidez onírica y sacar partido de esta fuente de inspiración y
creatividad. Además de comprender todos los factores que intervienen en los
sueños lúcidos, el lector aprenderá técnicas para adentrarse, paso a paso, en los
fascinantes parajes de la mente.
El sueño lúcido
Los sueños lúcidos tienen lugar cuando, sin llegar a despertar, advertimos que
estamos soñando. El término fue acuñado por Frederik van Eeden, usando la
palabra lúcido en el sentido de claridad mental. De repente, dentro del sueño, nos
damos cuenta de que la experiencia no es real.
Una minoría de los sueños lúcidos, el 10 por ciento, son resultado de volver al
sueño REM, directamente desde un despertar, sin perder la conciencia reflexiva o
lucidez.
Controlando el sueño
Lucidez y control son cosas diferentes. Es posible estar lúcido y tener poco
control
sobre el sueño y también se puede tener mucho control sobre lo que sucede y no
sospechar que aquello es un sueño. No obstante, el volverse lúcido en sueños suele
aumentar la influencia sobre el curso de los acontecimientos. Parece que la
habilidad de triunfar en el control de sueños depende mucho de la confianza que el
soñador tenga en si mismo, si creemos que podemos hacerlo, lo conseguiremos,
pero si no, será imposible por mucho que tengamos plena conciencia de que se
trata de un sueño.
Muchos relatan su primer sueño lúcido como una de las mejores experiencias de su
vida. El gran placer que produce suele radicar en la extraordinaria sensación de
libertad que lo acompaña, como no es real, podemos hacer lo que nos plazca, volar,
saltar, respirar bajo el agua…
Tener sueños lúcidos es posible para cualquiera que recuerde los sueños. No se han
encontrado factores de personalidad o diferencias individuales que puedan predecir
cuando una persona puede ser un buen soñador lúcido.
Esto es bueno porque el recuerdo de los sueños puede aumentar y entrenarse con
facilidad. El tiempo que lleva conseguir lucidez en sueños depende de las personas,
de su recuerdo de éstos, del tiempo que dedican a la práctica de técnicas, de la
motivación, y de la capacidad de pensamiento crítico sobre la realidad, pero si hay
un mínimo interés cualquiera en un mes puede tener su primer sueño lúcido.
DILD: "Dream induced lucid dreams" ocurren cuando el soñador se vuelve lúcido
de repente, dentro de un sueño.
WILD: "Wake induced lucid dreams" ocurren cuando el soñador entra directamente
en el sueño REM desde la vigilia con continuidad de conciencia.
Una persona se despierta y no puede moverse, siente que está paralizada, intenta
mover un dedo y no puede, apenas puede respirar. Está aterrorizada. Intenta pedir
auxilio pero no lo consigue. Oye algo, siente una presencia. La tocan... En
realidad
la persona está dormida pero es tal la sensación de realidad que no se cuestiona
nada.
El mejor momento
El momento ideal para tener sueños lúcidos es una siesta matinal. Se recomienda
levantarse unos 90 minutos antes, estar despierto 90 minutos y volverse a acostar
otros 90 minutos. Es triple la probabilidad de tener sueños lúcidos en estas
siestas,
que en los últimos 90 minutos de sueño normal.
Esta es una buena técnica para principiantes. Hay que realizarla varias veces al
día
de forma fija, siempre que algo extraño ocurra a nuestro alrededor y cuando nos
venga a la mente nuestro propósito de lucidez.
En sueños estamos convencidos de que aquello es real. Sólo si nos acostumbramos
a cuestionar la realidad, acabaremos cuestionando también los sueños. Cuanto más
frecuente y completa sea la realización de esta técnica mejor funcionará...
Toma la decisión de despertarte después de cada sueño y recordarlo. Cada vez que
despiertes, recupera el sueño último tan completamente como puedas y fíjalo en la
memoria, repitiéndolo mentalmente varias veces.
Imagínate en el sueño del que acabas de salir, u otro que hayas tenido
recientemente si no recordaste ninguno al despertar. Busca un "signo onírico", algo
absurdo o fuera de contexto, que sólo pueda ocurrir en sueños, y visualízate
dándote cuenta de que ese signo es imposible en la realidad.
Signos oníricos
Alterados...
Cuantos más signos oníricos tiene un sueño, más probable es que nos volvamos
lúcidos. Los estados especiales de conciencia y las acciones extrañas son los
signos
que más lucidez dan.