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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0158/2018-S3

Sucre, 7 de mayo de 2018

SALA TERCERA
Magistrado Relator: Orlando Ceballos Acuña
Acción de amparo constitucional

Expediente: 21848-2017-44-AAC
Departamento: Beni

En revisión la Resolución 08/2017 de 14 de noviembre, cursante de


fs. 54 a 59 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional
interpuesta por Mario Federico Suárez Ortega contra Luis Carlos
Zambrano Aguirre, Rector de la Universidad Autónoma del Beni José
Ballivian (UABJB).

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 7 de noviembre de 2017, cursante de fs. 15 a 30.; el


accionante expuso lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El 20 de abril de 2017, fue contratado de forma indefinida para ocupar el cargo


de Asistente Administrativo III, dependiente de la Dirección de Bienestar
Estudiantil de la citada casa superior de estudios; empero, mediante
Memorando CITE 334/17 de 11 de julio de 2017, notificado el 13 del indicado
mes y año, se prescindió de sus servicios; no obstante a que en igual fecha
informó al Director de Recursos Humanos de la referida entidad, sobre el
nacimiento de su hija -de un mes de edad-. El mismo día solicitó por escrito a
la autoridad -ahora demandada- la restitución de su empleo al gozar de
inamovilidad laboral por ser padre progenitor; sin embargo, no obtuvo respuesta
alguna, pues se le notificó con una fotocopia simple del Informe 310/2017 el 23
de agosto, que no constituía ninguna determinación institucional, sino
únicamente un criterio u opinión, señalando que no correspondía su restitución
por no haber cumplido los requisitos establecidos en el art. 3 del Decreto
Supremo (DS) 0012 de 19 de febrero de 2009.

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I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante alega la lesión de sus derechos a la vida, salud, seguridad social,


estabilidad laboral y trabajo, citando al efecto los arts. 15.I, 35, 45, 48 y 62 de
la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicitó se conceda la tutela disponiendo: a) Dejar sin efecto el Memorando


CITE 334/17 de 11 de julio de 2017; b) Su inmediata reincorporación al cargo
que ocupaba y el pago de haberes devengados desde su destitución; y, c) La
cancelación de daños y perjuicios.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Celebrada la audiencia pública el 14 de noviembre de 2017, según consta en


acta cursante de fs. 51 a 53 vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El accionante a través de abogado, ratificó en su integridad la acción tutelar


presentada y ampliando señaló que: 1) La UABJB al ser una institución estatal,
tenía la obligación de garantizarle su estabilidad laboral, en consideración a su
calidad de padre progenitor de una menor de un mes de nacida; 2) Los derechos
laborales eran efectivos desde el primer día de trabajo; a raíz de ello, desde ese
momento podía afiliarse al Seguro Social, además era obligatorio aportar a la
Administradora de Fondo y Pensiones (AFP), resultando falso que dichos
derechos se adquieran recién a partir de los noventa y un días de trabajo; y, 3)
Su derecho a la inamovilidad era irrenunciable, no devenía del cumplimiento o no
del DS 0012; sino de su calidad de padre, extremo que informó a
través de una carta dirigida al Director de Recursos Humanos de la UABJB -que
fue recibida a través de notario de fe pública, bajo un acto de negociación a
cambio de la recepción del Memorando CITE 334/17-; sin que el presunto
incumplimiento de formalidades pueda dar lugar a la lesión de sus derechos y
los de su hija (según lo estableció la SC 1837/2010-R).

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

Luis Carlos Zambrano Aguirre, Rector de la UABJB, mediante informe escrito


presentado el 14 de noviembre de 2017, cursante de fs. 47 a 49; asimismo, en
audiencia señaló que: i) Los arts. 13.II de la Ley General Del Trabajo (LGT); 8
del Reglamento de la LGT -DS 224 de 23 de agosto de 1943-; y, 1, 2, 92 y 93
del DS 110 de 1 de mayo de 2009, establecían -a su criterio- que los derechos
laborales (entre ellos la estabilidad), se adquirían luego de cumplidos noventa
días de trabajo continuo; consecuentemente, el accionante no tenía

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consolidados tales derechos al haberse producido su desvinculación durante el
periodo de prueba; y, ii) Fue el propio impetrante de tutela, quien lesionó los
derechos de su hija, por no informar -desde el momento de su ingreso- sobre
el estado de gestación de su cónyuge y el posterior nacimiento de la menor,
incumpliendo lo dispuesto por el art. 3 del DS 0012.

Vía de complementación y enmienda, solicitó dejar sin efecto las costas por ser
la entidad demandada, una institución pública que por disposición legal se
encontraba exenta de dicha sanción.

I.2.3. Resolución

El Juez Público de Familia Tercero del departamento de Beni, constituido en


Juez de garantías, mediante Resolución 08/2017 de 14 de noviembre, cursante
de fs. 54 a 59 vta., concedió en parte la tutela solicitada dejando sin efecto
el Memorando 334/17, disponiendo la reincorporación del accionante hasta que
su hija cumpla un año de edad, más el pago de haberes devengados desde su
destitución hasta la fecha de restitución a su fuente laboral; otorgando el plazo
de cinco días para el cumplimiento de lo señalado. Por otra parte denegó la
tutela respecto al pago de daños y perjuicios al corresponder su determinación
en la vía ordinaria “Con costas” (sic); bajo los siguientes fundamentos: a) El
impetrante de tutela, minutos antes de ser notificado con el Memorando
334/17, informó -al Director de Recursos Humanos de la UABJB- que tenía una
hija de un mes de nacida, impetrando que en virtud a tal aspecto se garantice
su estabilidad laboral; situación que también era de conocimiento de la
autoridad ahora demandada a quien el accionante solicitó por escrito dejar sin
efecto su desvinculación; empero, sus notas no merecieron respuesta alguna;
b) El Informe 310/2017 con el que se notificó al accionante, efectivamente
constituía una simple opinión de la cual la autoridad demandada podía
apartarse y más allá de ello, el embarazo o nacimiento de un hijo -a efectos de
beneficiarse con la inamovilidad laboral- podía comunicarse en cualquier
momento antes de que cumpla un año, resultando suficiente acreditar tal
extremo; c) Habiendo conocido la entidad empleadora, sobre el nacimiento de
la hija del ahora accionante; su derecho a la inamovilidad laboral merecía
especial protección del Estado, para preservar (de forma extensiva) los
derechos a la vida y la salud de la recién nacida hasta que cumpla un año de
edad, velando por su interés superior; d) El derecho a la estabilidad laboral era
una consecuencia del tipo de contrato suscrito y de la relación laboral establecida;
y, e) El periodo de prueba constituía en una figura completamente diferente de la
inamovilidad laboral, debido a la existencia de un ser en gestación que ameritaba
protección hasta que cumpla un año de edad; por lo que, independientemente de
la situación económica grave que atravesaba la UABJB, correspondía darse curso a
la reincorporación.

Respondiendo a la solicitud de complementación y enmienda, se declaró no ha


lugar, en razón a que la concesión de tutela se fundó en la inobservancia de la
Norma Suprema por parte del Rector demandado, respecto a la desvinculación

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laboral del accionante que gozaba de inamovilidad laboral y la falta de respuesta a
su petición de reincorporación; son situaciones imputables a la autoridad
demandada y no así a la UABJB.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


evidencia lo siguiente:

II.1. El 19 de abril de 2017, mediante Memorando Cite 154/17, se designó


Mario Federico Suarez Ortega -accionante- como Asistente Administrativo
III, dependiente de Bienestar Estudiantil de la UABJB (fs. 40).

II.2. El 13 de julio de 2017, a horas 12:00 (según intervención Notarial)


-mediante memorial- el accionante puso a conocimiento del Director de
Recursos Humanos de la UABJB, el nacimiento de su hija (de un mes de
edad), adjuntando como respaldo los Certificados de Nacimiento y de
Nacido Vivo, copias simples del carnet de asegurado de la menor y del
progenitor. Declaración voluntaria de concubinato y copia del documento
de identidad de la madre (fs. 6).

II.3. El 13 de julio de 2017, a horas 12:10, se entregó al accionante el


Memorando CITE 334/17 de 11 del mismo mes y año comunicando que
por problemas presupuestarios, se determinó prescindir de sus servicios,
encontrándose aún dentro del “…término de prueba…” (sic [fs. 7]).

II.4. El 13 de julio de 2017, a horas 12:55, el accionante presentó ante Luis


Carlos Zambrano Aguirre -ahora demandada-, memorial de solicitud de
restitución a su fuente laboral (fs. 9 a 10).

II.5. Consta fecha de nacimiento -el 6 de junio de 2017- de la menor AA quien


tiene por padre al accionante, según se evidencia a través de: el
Certificado de Nacimiento, la Declaración Voluntaria de 6 de julio de
2017 y Certificado Médico de Nacido Vivo (fs. 1 a 3).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante acusó la lesión de sus derechos a la vida, salud, seguridad social,


estabilidad laboral y trabajo; debido a que el 13 de julio de 2017, fue destituido
intempestivamente del cargo de Asistente Administrativo III que ocupaba -de
forma indefinida- dentro la Universidad Autónoma del Beni “José Ballivian”
(UABJB); no obstante a que informó al Director de Recursos Humanos de la
referida entidad, sobre el reciente nacimiento de su hija. Añadió que el mismo
día solicitó por escrito a la autoridad ahora demandada la restitución de su

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empleo al gozar de inamovilidad laboral; sin embargo, no obtuvo respuesta,
salvo la entrega de una fotocopia simple del Informe 310/2017 de 17 de agosto
-que no constituía determinación institucional alguna-, ni se dirigió al ahora
impetrante de tutela.

Consecuentemente, corresponde en revisión, analizar, si los argumentos son


evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Sobre la abstracción del principio de subsidiariedad en casos de


madre embarazada o padre progenitor hasta el año de nacida
la hija o el hijo

La jurisprudencia constitucional es clara sobre la necesidad de brindar


una protección reforzada, pronta y oportuna a los padres de un hijo en
estado de gestación o menor de un año, estableciendo a tal efecto la
excepción al principio de subsidiariedad (que obliga al afectado en sus
derechos agotar previamente los medios de impugnación otorgados por
la legislación), así la SC 505/00-R de 24 de mayo de 2000, estableció
que: “…el derecho que se debe proteger no es solamente al trabajo, sino
otros derechos primarios de la recurrente y el ser en gestación, los cuales
necesitan protección urgente e inmediata, ya que el retiro intempestivo
de la recurrente importa también la supresión del derecho a la seguridad
social que a su vez, resguarda y garantiza el derecho a la salud, derechos
que con la medida adoptada ponen en riesgo el primer derecho, la vida,
que no puede estar pendiente de otros recursos o vías administrativas
que establece la Ley…”. En la misma línea de razonamiento y ya en
vigencia de la actual Norma Suprema, la SC 0530/2010-R de 12 de julio,
estableció que al tratarse de acciones: “…que implican la protección de
una mujer trabajadora en estado de gestación, esa protección es de
carácter inmediato por el efecto irreparable que podría causar el
hecho ilegal denunciado…” (las negrillas nos corresponden)
[entendimiento reconocido igualmente por las SSCC 0434/2010-R,
0581/2010-R, 1043/2010-R, 0610/2010-R, 0771/2010-R, 1330/2010-R y
1205/2010-R, entre otras].

De lo hasta aquí señalado, es posible inferir que por su naturaleza, los


casos que atiendan una problemática sobre el derecho a la inamovilidad
laboral de una mujer trabajadora embarazada o madre de un niño
menor a un año, no pueden estar supeditados al principio de
subsidiariedad, sino más bien, éste debe ceder para la protección
urgente que corresponde proporcionarse, con la finalidad de cumplir el
art. 60 de la CPE. Siguiendo el mismo razonamiento, a través de la SCP
0198/2013 de 27 de febrero, se hizo extensiva la línea jurisprudencial
respecto al progenitor varón, que dice: “…los padres trabajadores en
búsqueda de tutela ante la justicia constitucional ante un despido o
destitución de su fuente laboral, extensivamente deberá aplicarse
el entendimiento desarrollado con relación a la excepción de la

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subsidiariedad en las acciones de amparo constitucional…lo
contrario sería restrictivo al ejercicio de sus derechos
constitucionales, por lo que también podrá acudir directamente
ante esta vía, no siendo exigible el agotamiento previo de vías
ordinarias o administrativas” (las negrillas nos corresponden).

III.2. Necesaria unificación de entendimientos sobre el pago de


salarios devengados en los casos en que el o la accionante sea
sujeto de inamovilidad laboral

Al respecto, la jurisprudencia constitucional en los casos que ameritaban la


concesión de tutela, inicialmente disponía la cancelación de haberes
devengados, así la SC 0935/2005-R de 12 de agosto, entendía que con
el despido de la madre que gozaba de inamovilidad se lesionaba “…su
derecho al trabajo, en circunstancias en que precisamente por su
condición de madre no puede prescindir de una ocupación que les
reporte los ingresos necesarios para la atención de las
necesidades del nuevo ser como también de ella misma…” (las
negrillas nos corresponden), por su parte fallos como las SSCC
1379/2004-R de 20 de agosto y 0901/2006 de 15 de septiembre; y,
Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0886/2013-L, 0108/2014-S2
y 0131/2015-S1 (por citar algunas), disponían también la indicada
cancelación de haberes; sin embargo, en un entendimiento posterior,
razonó que respecto al pago de salarios devengados, los padres
progenitores de niños en estado de gestación o menores de un año de
edad, debían acudir ante las autoridades judiciales y/o administrativas
especialmente establecidas por el legislador; ya que debían ser éstas
autoridades que determinen en qué medida correspondían dichos pagos,
debido a que la justicia constitucional no era la instancia correspondiente a
efectos de definir o cuantificar los mismos (Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0486/2015-S1, 0076/2016-S1, 0680/2017-S1, 0815/2017-
S3 y 0880/2016-S3, entre otras).

Sin embargo, estos dos entendimientos contrapuestos ameritan ser


unificados, para establecer el precedente que sea más acorde con los
principios, valores, derechos fundamentales y garantías constitucionales
de nuestra Norma Suprema y el bloque de constitucionalidad; de este
modo, es menester considerar que –como se reitera por la
jurisprudencia constitucional-, el presupuesto de subsidiariedad que rige
la acción de tutela, debe analizarse en cada caso concreto. Por ende,
como se ha determinado en el Fundamento Jurídico III.1., cuando el
amparo constitucional es promovido por personas que requieren
especial protección, como mujeres en estado de gestación o de
lactancia; y, padres progenitores (por extensión) de niños en estado de
gestación o que aún no hubieran alcanzado el año de edad (entre
otros), el examen de procedencia de la tutela se hace menos
estricto, a través de criterios de análisis más amplios -pero no menos

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rigurosos- en razón a la protección reforzada que ameritan sus
derechos.

Las anteriores reglas implican que, de verificarse la existencia de otros


medios judiciales, siempre se debe realizar una evaluación de la
idoneidad de los mismos en el caso concreto, para determinar
si aquellos tienen la capacidad de restablecer de forma efectiva
e integral los derechos invocados. Este análisis debe ser sustancial
y no simplemente formal, siempre reconociendo que el juez de tutela o
tribunal de garantias no puede suplantar al juez ordinario; también,
debe considerarse en caso de evidenciar la falta de idoneidad del
otro mecanismo, la acción puede proceder. Ahora bien, dentro
nuestro ordenamiento jurídico, existe una diversidad de mecanismos de
defensa para salvaguardar los derechos laborales, competencia
asignada a las jurisdicciones ordinaria laboral o contencioso
administrativa, según el caso. A raíz de ello, la acción constitucional en
principio, no resulta procedente para resolver controversias que surjan
de la relación trabajador-empleador, como en el caso del pago de
prestaciones económicas; sin embargo, de manera excepcional este
Tribunal sostuvo la importancia de abstraerse o flexibilizar el
principio de subsidiariedad en los casos que el o la accionante sea
titular del derecho a la estabilidad laboral reforzada por encontrarse en
una situación de especial protección por hallarse en estado de gestación
o tener bajo su dependencia a un infante menor de un año, en cuyo
caso la acción de defensa pierde su carácter subsidiario y se convierte
en el mecanismo de protección preferente por el efecto irreparable
que podría causar el hecho ilegal denunciado no siendo
exigible el agotamiento previo de vías ordinarias o
administrativas.

En este orden de ideas, la procedencia del amparo constitucional se


evidencia por la necesidad de un mecanismo célere y expedito que
permita dirimir esta clase de conflictos, en los cuales se vea inmerso un
sujeto que merezca especial protección, como es el caso de la madre
gestante o el menor de edad que se encuentra en una etapa importante
(sino vital) de su desarrollo en la que su debilidad es manifiesta (no
puede defender sus derechos por sí mismo); de forma que, la
procedencia de la tutela en estos asuntos como mecanismo preferente,
se justificó comprendiendo que si bien en la jurisdicción ordinaria existe
un mecanismo para resolver las pretensiones, este no tiene un carácter
sumario para restablecer los derechos de sujetos de especial protección
constitucional que, amparados por la estabilidad laboral reforzada,
requieren una medida urgente de protección y un remedio
integral; consecuentemente, se dejó claramente establecido que las
acciones ordinarias pueden resultar inidóneas e ineficaces para brindar
ese remedio integral sobre la problemática en cuestión.

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III.2.1. Naturaleza y protección constitucional de los derechos
al . trabajo y al salario o sueldos devengados

El art. 46.I de la CPE, establece que: “Toda persona tiene


derecho: ‵ 1. Al trabajo digno… con remuneración o salario
justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y
su familia una existencia digna ′′′ (las negrillas fueron
añadidas).

Por su parte, la Convención sobre los Derechos del Niño (cuya


suscripción fue aprobada por Bolivia a través de la Ley 1152 de
14 de mayo de 1990), expresa en su artículo 27, el
reconocimiento del derecho de todo niño a un nivel de vida
adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y
social. En ese sentido, confiere a los padres u otras personas
encargadas del niño la responsabilidad primordial de
proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos,
las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo
del niño; por lo que conmina a los Estados Partes a
adoptar medidas apropiadas para ayudar a los padres y
a otras personas responsables por el niño a dar
efectividad a este derecho.

La Observación General 18 del Comité de Derechos


Económicos, Sociales y Culturales sobre el Derecho al Trabajo
define al trabajo digno como aquel que respeta los derechos
fundamentales de la persona humana, así como los derechos
de los trabajadores en lo relativo a condiciones de seguridad
laboral y remuneración. También ofrece una renta que
permite a los trabajadores vivir y asegurar la vida de
sus familias, tal como se subraya en el art. 7 del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(aprobado por la Ley 2119 de 11 de septiembre de 2000).

A partir de lo señalado, de conformidad con el nuevo modelo


de Estado sustentado en principios y valores que conllevan
(desde el contexto de la interculturalidad), la búsqueda del
“vivir bien”; en respeto a la diversidad económica, social,
jurídica, política y cultural de todos sus habitantes; generando
bienestar colectivo, de forma que partiendo del concepto de
justicia social, se tiene que el salario no sólo busca una
retribución por el trabajo prestado; sino que tiene por finalidad
cubrir las necesidades vitales del trabajador y su
familia, referente a su alimentación, vestido, vivienda digna,
educación, salud, trasporte, esparcimiento, ahorro o previsión,
etc.; de manera que por el principio de oportunidad, el salario
debe cancelarse en forma pertinente y en los plazos establecido

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por ley. Con relación a este aspecto, el art. 53 de la LGT,
establece que los períodos para el pago de salario con la
finalidad de garantizar la integridad y oportunidad de su pago
en concordancia con el contenido del art. 46.I de la CPE, de
forma que la no cancelación oportuna, implica la
desnaturalización del fin mismo de este instituto que a su vez lo
vincula a la subsistencia, la salud y a la vida.

En tal contexto, la naturaleza y fin del salario es cubrir las


necesidades vitales del trabajador y su familia en forma diaria;
y, su pago oportuno reviste gran importancia, pues de
mantenerse impago -considerando que en la mayoría de los
casos es la única fuente de ingresos del núcleo familiar-, se
afectan de forma negativa los medios de subsistencia, del
trabajador y su familia (y en este caso particular del hijo en
estado de gestación o menor de un año), con la consecuente
incidencia en los derechos a la salud y la vida. Precisamente, en
torno lo expuesto precedentemente, siendo la minoridad un
sector de atención prioritaria y directamente afectado,
conforme el art. 13 del Código del Niño, Niña y Adolescente
abrogado (CNNAabrg): “Todo niño, niña y adolescente tiene
derecho a la vida y a la salud. El Estado tiene la obligación
de garantizar y proteger estos derechos, implementando
políticas sociales, que aseguren condiciones dignas para su
gestación, nacimiento y desarrollo integral” (las negrillas
fueron añadidas).

De todo lo expuesto, se tiene que al adoptar la posición de


solucionar de forma parcial la problemática presentada por
padres progenitores que gozan de inamovilidad laboral, sin
disponer el pago de los salarios devengados no se brinda una
solución integral para la protección de los derechos
(especialmente del menor que depende del salario de sus
progenitores para su subsistencia además para la satisfacción de
sus necesidades básicas); y, también equivale a exigir el inicio de
un proceso ordinario laboral para obtener el pago de las
acreencias económicas adeudadas, imponiéndole por
consecuencia a una mujer en estado de gestación o madre de
un menor lactante; y, al padre progenitor (protegido de forma
extensiva), una carga desproporcionada que desconoce su
condición de sujeto de especial protección
constitucional, negando que “Es deber del Estado, la sociedad
y la familia garantizar la prioridad del interés superior de
la niña, niño y adolescente, que comprende la
preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir
protección y socorro en cualquier circunstancia, la
prioridad en la atención de los servicios públicos y privados, y el

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acceso a una administración de justicia pronta, oportuna
y con asistencia de personal especializado” (art. 60 de la CPE).
Más allá de lo indicado, se obliga a los progenitores accionantes
a acudir ante una vía que como se tiene dicho, puede resultar
inidónea en razón a que la no percepción oportuna del salario
desnaturaliza su fin, y, al estar vinculado a la subsistencia y a la
vida misma del menor dependiente, no podría exigirse que el
progenitor afectado agote todavía otros medios, recursos
ordinarios o administrativos o cualquier otra vía idónea prevista
para el efecto, pues la protección de su derecho podría resultar
ineficaz por el tiempo que conllevaría su tramitación.

Finalmente, resulta necesario aclarar que la tutela otorgada -


bajo la antigua línea jurisprudencial- respecto al pago de los
salarios devengados tenía carácter provisional, en razón a
que tal determinación podrá ser modificada en un posterior
proceso administrativo y/o judicial.

Consecuentemente, se tiene que la SCP 2233/2013 de 16 de


diciembre, ha entendido que el precedente constitucional en
vigor, resulta aquél que acoja el estándar más alto de
protección del derecho fundamental o garantía constitucional
invocado, de forma que en la jurisprudencia no únicamente el
criterio temporal define la vigencia de un precedente; sino que,
sobre todo se debe aplicar aquel que se constituya en un mejor
protector del derecho; y, en tal sentido, la antigua línea
jurisprudencial que disponía el pago de los salarios devengados
a tiempo de conceder la tutela en casos de inamovilidad de
madres o padres progenitores de un niño o niña en estado de
gestación o menor de un año, aplicaba implícitamente el
estándar de protección más alto; en consecuencia,
mediante la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se hace necesario reconducir el anterior
entendimiento y restablecer la jurisprudencia
constitucional previa, respecto a madres y padres
progenitores de un infante en gestación o menor de un año, en
aras de garantizar la naturaleza y esencia del derecho al salario
a partir de las finalidades que cumple, estableciendo que la
tutela debe conceder el pago de los sueldos devengados (las
negrillas son nuestras).

III.3. Jurisprudencia reiterada sobre la inamovilidad laboral de los


progenitores hasta que la hija o el hijo cumplan un año de edad

El nuevo modelo de Estado Plurinacional Boliviano, donde predomina la


búsqueda del vivir bien, asume la protección de las familias que son
núcleo fundamental de la sociedad; para tal efecto, garantiza las

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condiciones sociales y económicas necesarias para su desarrollo integral
brindando protección y asistencia a quienes son responsables de
las familias en el ejercicio de sus obligaciones (arts. 62 y 64.II de
la CPE).

Así el art. 48.II de la CPE, establece que: “Las normas laborales se


interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de
las trabajadoras y de los trabajadores como principal fuerza
productiva de la sociedad; de primacía de la relación laboral; de
continuidad y estabilidad laboral; de no discriminación y de
inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador” (las
negrillas nos corresponden).

La SCP 0076/2012 de 12 de abril, -entre otras- respecto a la estabilidad


laboral, refirió que: “En función a los referidos mandatos
constitucionales, a través del DS 0012 de 19 de febrero de 2009, en sus
arts. 1 y 2, se desarrolló que la madre y el padre progenitores que
presten funciones en el sector público o privado, no pueden ser
despedidos, afectarse su nivel salarial ni su ubicación en su
puesto de trabajo hasta que el hijo o hija cumpla un año de
edad; normativa que se sustenta además en valores y otros derechos
fundamentales, como el derecho a una fuente laboral estable y en el
deber que tiene el Estado, la sociedad y la familia, de garantizar la
prioridad del interés superior del niño, que comprende la preeminencia
de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier
circunstancia, en la atención de los servicios públicos y privados”.

Bajo tales parámetros a través de la SCP 86/2012 de 16 de abril, se


estableció que el contenido del art. 48.VI de la CPE, se trata de un:
“Precepto constitucional que converge en una política constitucional
positiva que, a entendimiento de la jurisprudencia constitucional, resulta
en las siguientes reglas: ‘a) La prohibición de despido de toda mujer
trabajadora en situación de embarazo; b) La inamovilidad de la mujer
trabajadora en gestación y por un lapso de un año de edad; y c) La
inamovilidad del progenitor varón por un lapso de un año,
computable desde el nacimiento de su hijo o hija’ (SC
1650/2010-R de 25 de octubre). Bajo ese criterio, se procura, por un
lado, evitar la discriminación por la condición de embarazo y, por otro,
garantizar la estabilidad laboral de la mujer trabajadora en estado de
gestación y lactancia, como también del progenitor varón,
independientemente de que se tratasen de empleadas (os) del sector
privado, como a funcionarias (os) o servidoras (o) públicas (os); todo
esto, en resguardo de la hija o hijo nacido y hasta su primer año de
edad, desde el momento de su concepción, como sujeto de derechos en
todo lo que pudiera favorecerle.

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Precisamente, con dicha finalidad y tomando en cuenta los aspectos
antes referidos, además del deber del Estado, la sociedad y la familia,
de garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y
adolescente, -que comprende la preeminencia de sus derechos, la
primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la
prioridad en la atención de los servicios públicos y privados-, es que a
través del DS 0012 de 19 de febrero de 2009, complementado por el
DS 0496 de 1 de mayo de 2010, se estableció que:

‘I. En caso de incumplimiento de la inamovilidad laboral, a


solicitud de la madre y/o padre progenitores, el Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social instruirá al empleador para que
cumpla en el plazo máximo de cinco (5) días hábiles a partir de su
notificación, la reincorporación con goce de haberes y otros derechos
sociales por el tiempo que dure la suspensión de la relación laboral.

II. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Parágrafo precedente, la


afectada o afectado podrá interponer las acciones
constitucionales que correspondan, tomándose en cuenta la
inmediatez de la protección del derecho constitucional de inamovilidad
laboral’.

En ese orden de ideas, resulta incuestionable que se faculta a la


madre en estado de gestación y lactancia, como al progenitor
varón, -cuando la hija o hijo fueran menores al año de edad-, el acudir
directamente ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
en resguardo de su derecho a la inamovilidad, en el caso que se
hubiera incumplido la previsión constitucional de resguardo a
su estabilidad laboral. Inclusive, j y conforme a los términos
descritos en el artículo de referencia” (las negrillas fueron añadidas).

III.4. Análisis del caso concreto

El accionante consideró lesionados sus derechos a la vida, salud,


seguridad social, estabilidad e inamovilidad laboral y al trabajo, pues la
autoridad -demandada- a través del Memorando CITE 334/17 de 11 de
julio de 2017, lo separó del cargo que ocupaba dentro de la UABJB; a
pesar de que solicitó su inamovilidad laboral por el reciente nacimiento
de su hija; sin que dicha petición, o la de restitución (que planteó el
mismo día del despido), tengan respuesta.

De los antecedentes remitidos a este Tribunal, se evidencia que el


accionante, ejerció funciones de Asistente Administrativo III
dependiente de la Dirección de Bienestar Estudiantil de la UABJB, en
virtud a su designación a través del Memorando CITE 154/17 de 19 de
abril de 2017, que no especificó de forma expresa el plazo de la
prestación de servicios tratándose por tanto de una relación laboral por

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tiempo indefinido (Conclusión II.1); asimismo, se tiene que Luis Carlos
Zambrano Aguirre, en su calidad de Rector de la citada entidad
académica (ahora demandado), por Memorando CITE 334/17
(Conclusión II.3) hizo conocer al impetrante de tutela sobre la
imposibilidad de dar continuidad a su contratación en razón a la falta
de presupuesto. Por otra parte, se debe considerar que minutos antes
a su destitución, el accionante por nota de 13 de julio de 2017
(Conclusión II.2), solicitó al Director de Recursos Humanos de la
entidad empleadora su inamovilidad por el nacimiento de su hija de un
mes de edad (adjuntando a tal efecto documentación pertinente); y,
una vez notificado con el Memorando CITE 334/17, impetró al Rector
ahora demandado, su reincorporación (Conclusión II.4) con iguales
argumentos; empero, de la revisión minuciosa del expediente, no se
tiene respuesta alguna a tales peticiones, cursando únicamente el
Informe 310/2017 (fs. 8), que se constituye en un acto interno, propio
de la entidad empleadora (más aun considerando las previsiones
contenidas tanto en el art. 48.II de la Ley de Procedimiento
Administrativo (LPA) -Ley 2341 de 23 de abril de 2002- y el art. 20.II
del Decreto Supremo 26319 de 15 de septiembre de 2001); por el cual
el Director Jurídico de la UABJB, emitió una opinión legal puesta a
conocimiento del demandado.

Con esos antecedentes, no se advierte que existan óbices legales para


ingresar al análisis de la problemática, en aplicación del Fundamento
Jurídico III.1. de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que
autoriza a brindar la protección pronta y oportuna solicitada
encontrándose el accionante plenamente habilitado para activar ésta vía
constitucional, prescindiendo inclusive de la vía judicial.

Bajo tal razonamiento, se tiene acreditada la existencia de una menor


de un mes de edad, quien tiene por padre al accionante (Conclusión
II.5); por lo que, según lo dispuesto por el art. 48.II y VI de la CPE; y,
de acuerdo al Fundamento Jurídico III.3. del presente fallo
constitucional, correspondía garantizar que el accionante en su calidad
de progenitor, goce de la inamovilidad laboral hasta que su hija cumpla
un año de edad, de forma que no podía ser despedido de su fuente
laboral precautelando no sólo sus derechos; sino también, priorizando
el interés superior de la niña según lo establece el art. 60 de la Norma
Suprema; sin embargo, la autoridad ahora demanda, prescindió de sus
servicios discrecionalmente sin considerar su situación de padre
progenitor. En tal contexto, el Rector demandado, a través de su informe
y en audiencia de consideración de la acción tutelar, pretendió justificar
su proceder, señalando que el accionante no informó oportunamente a la
entidad, sobre el nacimiento de su hija e incumplió con los requisitos
exigidos por el art. 3 del DS 0012; no obstante, cabe recordar que la SC
0771/2010-R de 2 de agosto, señaló respecto a la inamovilidad que
dicha: “…garantía que no está supedita a determinadas

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condiciones o requisitos que deben ser cumplidos por la mujer
o el hombre y, por lo mismo, para su ejercicio, no se requiere el
previo aviso al empleador del estado de embarazo o de la
existencia de un hijo o hija menor a un año.

Norma que, es directamente aplicable, en virtud a lo expresamente


dispuesto por el art. 109.I de la CPE…" (las negrillas fueron añadidas);
por ende, dicha objeción carece de sentido en virtud a la
vinculatoriedad del citado fallo constitucional, conforme establece el art.
203 de la CPE. Por otra parte, respecto a la persistencia en señalar que
el accionante se encontraba en periodo de prueba por lo que “…no
consolidó sus derechos laborales…” (sic), tal aseveración resulta
descuidada y temeraria, por fundarse en normas infra constitucionales
que norman el pago de indemnización (por el tiempo de servicio de
los trabajadores) para pretender limitar el derecho a la estabilidad
laboral y la inamovilidad; consecuentemente, tal afirmación se
encuentra reñida con el orden constitucional y contraviene
claramente el ya citado art. 109 de la Norma Suprema (que señala que
todos los derechos son de aplicación directa y gozan de iguales
garantías para su protección, de forma que únicamente pueden ser
regulados por la Ley). Bajo tal contexto, resulta ilógico pretender la
“consolidación de los derechos laborales”; consecuentemente, el
proceder de la autoridad demandada respecto a la desvinculación
laboral del accionante, se traduce en un acto ilegal, ameritando
conceder la tutela solicitada y disponiendo su reincorporación, más el
pago de haberes devengados de conformidad con el Fundamento
Jurídico III.2.1. del presente fallo constitucional plurinacional.

Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías al haber concedido en


parte la tutela solicitada, efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes
procesales.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR la Resolución 08/2017 de 14 de noviembre, cursante de fs. 54 a
59 vta., pronunciada por el Juez Público de Familia Tercero del departamento
de Beni; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada en los
mismos términos que el Juez de garantías.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

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Orlando Ceballos Acuña MSc. Brígida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADO MAGISTRADA

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