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Tanto la inflación como la devaluación tienen una serie de implicaciones sobre el sistema
económico y en consecuencia sobre las personas y las empresas. Se considerará ahora
algunos aspectos específicos que se ven afectados en forma directa por las variables citadas.
Las empresas deben conocer de qué modos la inflación y la devaluación las pueden favorecer
o desfavorecer según sea el caso.
Efectos de la inflación
Anteriormente se dijo que la inflación podía afectar a la economía de distintos modos: merma el
poder adquisitivo del dinero, puede favorecer a los acreedores si los deudores han previsto una
inflación inferior, genera algunos costos administrativos, distorsiona la toma de decisiones,
afecta las inversiones productivas, afecta la balanza de pagos y distorsiona el orientador del
mercado. Todo esto no sólo influye sobre la economía como un todo, sino que tiene un fuerte
impacto sobre la actividad empresarial. A continuación se hace un análisis de algunos de los
aspectos que más se ven afectados por la inflación.
1. La evaluación de proyectos
La inflación incide sobre los flujos de efectivo de un proyecto y sobre la tasa de descuento
requerida por la empresa, así la inflación distorsiona las decisiones en la elaboración del
presupuesto de capital. La principal razón es que los cargos por depreciación se basan en el
costo original del activo y no en el costo de reposición. Con la inflación la utilidad aumenta y
una parte creciente es gravada, así que los flujos en términos reales disminuyen.
La inflación puede afectar en mayor o menor intensidad a los flujos de efectivo, dependiendo
de la naturaleza de éstos. Así la inflación podría afectar más a los precios de venta, o bien a los
costos. El empresario generalmente combate la inflación tratando de disminuir los costos y
manteniendo precios competitivos, pero no puede nada en contra de la inflación generalizada
en la economía, y en consecuencia sus flujos de caja podrían ser, en términos reales, cada vez
menores, por la pérdida del poder de compra del dinero. De ese modo la inflación incentiva las
inversiones con recuperación rápida y que requieran una menor inversión de capital.
En virtud de lo anterior, para considerar el efecto de la inflación, ya que los flujos de efectivo se
calculan en términos nominales y no reales, es necesario considerar algún factor de deflación
al calcular el valor actual neto (VAN) del proyecto. En este sentido Van Horne (1988) aclara
que "el factor fundamental es que si el criterio de aceptación, es decir, la tasa de rendimiento
requerida, incluye una prima por la inflación esperada, entonces los flujos de efectivo
estimados también tienen que reflejar la inflación" (p. 363).
Es necesario entonces ajustar tanto los ingresos como los costos y gastos, de acuerdo con una
tasa de inflación para cada uno, según se estime que estos van a variar. Así un flujo de efectivo
R i que se obtendría de:
Donde:
Ajustando los ingresos por una cierta tasa de aumento por inflación f ,y los costos y gastos por
una tasa de aumento como consecuencia de la inflación g, se obtendría que entonces un flujo
de efectivo estaría dado por:
Luego será necesario efectuar algunos ajustes a la tasa de descuento, para incluir el efecto de
la inflación. Así entonces, cada factor de descuento:
La empresa también podría calcular previamente la tasa de descuento ajustada por la inflación,
k’, como:
También la tasa interna de retorno (TIR) puede ser ajustada para tener la TIR real del proyecto:
La inflación disminuye la TIR real del proyecto, aunque de inicio parezca que los ingresos
crezcan más que los costos, como ya se explicó, esto se da como consecuencia de que existen
algunos costos que no se afectan por la inflación, por ejemplo la depreciación, que tienen
escudos fiscales constantes lo que quiere decir que aunque aumente el volumen de las
utilidades antes de impuestos, el monto de los impuestos también aumenta y lo hace sobre una
base mayor. En otros términos, los impuestos aumentan en una proporción mayor de lo que
aumentan los flujos y finalmente esto disminuye la tasa de rendimiento real del proyecto de
inversión.
Algo similar sucede con el capital de trabajo, que dada una mayor inflación entonces es
necesaria una mayor inversión en capital de trabajo y de ahí una menor tasa de rendimiento
real de la inversión.
2. La productividad
La inflación puede afectar no sólo las actividades productivas sino también la productividad de
una empresa. Así la inflación tiende a promover las actividades poco productivas, de corto
plazo y especulativas, y desestimula las actividades productivas.
Además la empresa sufrirá distintos efectos según sea la combinación de los distintos factores
productivos que emplee. De ese modo las variaciones relativas de los costos salariales, los
costos de los bienes de capital, etc., podrían hacer que se tenga que variar la asignación de
recursos original, ya que de acuerdo con las nuevas condiciones tal vez deje de ser la óptima.
En la medida que los precios específicos de los diferentes factores aumentan en forma distinta,
algunos equipos podrían resultar obsoletos, un equipo que es considerado el ideal para cierto
nivel salarial podría no serlo para un nivel superior. También las variaciones en la demanda
pueden provocar la obsolescencia de alguna maquinaria y equipo, ya que un conjunto de
máquinas podría ser el mejor para cierto nivel de producción y dejar de serlo por el aumento en
los costos para distinto nivel de producción.
Al aumentarse el precio de los equipos y maquinaria cada vez resulta más costoso realizar
ampliaciones de la capacidad instalada. Esto además dificulta la planeación e implica la
necesidad de ajustar los cargos por depreciación al verdadero costos de reposición del activo.
De otro modo se verá disminuida la capacidad productiva, esto ante la imposibilidad de reponer
los activos fijos depreciados al final de su vida útil.
Como resulta evidente, la inflación desanima la inversión, ya que se disminuyen los beneficios
reales y las posibilidades de aumentar la productividad de la empresa.
3. La contabilidad de la empresa
El dinero como unidad de cuenta proporciona grandes ventajas, ya que sirve para registrar,
resumir, controlar y comparar transacciones económicas. Pero todos estos beneficios se ven
sumamente mermados cuando su valor no es estable, o sea, cuando la inflación carcome su
poder adquisitivo. Esto provoca que a lo largo del tiempo en realidad no se disponga de una
unidad de medida homogénea, ya que en ese sentido se tiene una unidad distinta para cada
período. Esto además distorsiona el papel de la contabilidad como medio de obtener
información suficiente y oportuna para la adecuada toma de decisiones.
De esa forma es necesario que los estados financieros consideren esas variaciones del poder
de compra de la moneda, ya que de otro modo carecerán de significación real. Es vital que la
información contable sea verdadera, ya que de ser falsa conducirá a tomar decisiones
equivocadas, y por consiguiente frustrará los objetivos planteados por la dirección.
De ese modo se puede citar una serie de situaciones en las cuales la información que
proporciona la contabilidad será sesgada por causa del efecto de la inflación. Por ejemplo, al
fijarse el precio de venta de los productos en función del costo histórico de los mismos, se
arriesga la reposición de existencias, al experimentar aumento en sus precios. Por otro lado la
inflación deforma los estados financieros, así la contabilidad tradicional deja de ser significativa
al no considerar la erosión que se produce sobre el patrimonio y los resultados económicos.
Los costos de ventas que se registran son inferiores a los verdaderos, al valorarse las compras
y los inventarios a su costo histórico. El problema es mayor en empresas con baja rotación de
inventarios. El hecho de mostrar en la información contable resultados ilusorios puede llevar a
decisiones erróneas.
Por otro lado, la contabilidad tradicional no registra las pérdidas que se generan por el
mantenimiento de activos monetarios, dada su pérdida del poder de compra. Además el reparto
de dividendos, de acuerdo con la contabilidad convencional, no garantiza la conservación del
poder adquisitivo de los recursos invertidos por los accionistas.
Por todo lo anterior se puede decir que en situaciones de inflación es imperiosa la necesidad
de ajustar la contabilidad convencional, de modo tal que ésta esté expresada en términos
homogéneos, y por ende sea comparable a través del tiempo. En otros términos, se debe
eliminar el efecto distorsionador del incremento generalizado de los precios.
La situación financiera de la empresa se afecta por causa del aumento constante de los
precios, así una empresa podría verse afectada en mayor o menor medida, esto según sea su
solvencia, si posee pocos recursos propios, su continuidad se verá más dificultada. En otro
sentido, podría mantener el precio de sus productos, por decisión de la propia empresa o por
control gubernamental, lo cual contribuirá a una reducción del margen, disminuyéndose las
posibilidades de crecimiento, y podría llegarse incluso a una falta de liquidez por falta de
recursos. Además las medidas por parte de las autoridades económicas del país contra la
inflación suponen una mayor dificultad en la gestión de la empresa, como lo han sido los
controles de precios, las restricciones al crédito, los aumentos de tasas de interés, la mayor
presión fiscal, etc.
Así que como consecuencia de la expansión del medio circulante y de la erosión del capital se
requiere de mayor financiamiento, a lo cual se unen otras situaciones que sufre la empresa,
como lo son la reducción de la liquidez, las políticas de crédito restrictivas, los aumentos de los
tipos de interés, etc., que contribuyen a complicar la posición financiera de los productores.
Todo esto lleva a las empresas a endeudarse en tiempos de inflación, sobre todo si los
préstamos concedidos a la empresa se fijan en términos monetarios, ya que la empresa los
devolverá en moneda depreciada, obteniendo una ganancia monetaria por estar endeudada.
También es conveniente para la empresa reducir los plazos de cobro, pues conforme sean más
bajas las cuentas por cobrar menor será la pérdida monetaria. Contrariamente conviene
aumentar el plazo de pago a proveedores, ya que se podría obtener alguna ganancia
monetaria como por el efecto del apalancamiento financiero.
Además se debe considerar que ciertos activos son más propensos a generar pérdidas por
inflación, ya que éstas serán mayores conforme sean mayores los activos monetarios, los
inventarios y activos de mayor antigüedad. Así se convierte en una estrategia anti-inflacionaria
el reducir al mínimo los activos y endeudarse al máximo, lógicamente dentro de ciertos límites.
En términos generales esto contribuirá a una mayor rentabilidad real. Sin embargo debe
tenerse presente que esta cierta mayor rentabilidad se ve mermada por un mayor riesgo
financiero, por la disminución de la liquidez y el aumento del endeudamiento, y una menor
flexibilidad de la empresa para enfrentar situaciones adversas.
La eficiencia: La eficiencia puede ser medida de varias formas, por ejemplo las razones
Ventas/Activos, Utilidades/Ventas, que miden la eficiencia en el empleo de los activos
para generar ventas en el caso de la primera razón, y la otra muestra el margen de
ganancias, lo cual viene a ser una medida de la eficiencia operativa de la empresa. De
ese modo la inflación hace parecer que se da un aumento en la eficiencia de la
empresa. Tal es el caso de la primera de las razones citadas, ya que al incrementarse
los precios de venta, pero no así el de los activos, que es su costo histórico. Se puede
observar entonces, que se estarían comparando cantidades expresadas en monedas
de diferente poder adquisitivo.
La rentabilidad: Generalmente la rentabilidad contable de la empresa se mide con
razones como Utilidades/Activos y Utilidades/Patrimonio, etc. La inflación produce un
sesgo, ya que en condiciones de inflación se aumenta el valor de las ventas (en
términos nominales). También aumentan los costos, pero por un lado hay costos que
son fijos (y que al menos en el corto plazo no se afectan) y por otro que por lo común
las ventas están registradas en moneda más reciente que los costos y gastos, y en
consecuencia, el margen de ganancia aumenta, y por algún tiempo se estará
sobreestimando los ingresos. Así el rendimiento sobre la inversión calculado con base
en la información histórica será superior al verdadero. La magnitud del sesgo
dependerá de qué tan alta sea la tasa de inflación, la antigüedad de los activos y la
estructura de costos de la empresa.
La solvencia: La solvencia se refiere a la capacidad que tiene la empresa para hacerle
frente a sus obligaciones. Se mide como el número de veces que sus utilidades antes
de impuestos cubren sus pasivos. En un período inflacionario las utilidades se
incrementan más rápido y muchos pasivos permanecen constantes (en términos
nominales), ya que muchas obligaciones no se indexan por la inflación, entonces las
razones de solvencia parecen mejorar. En realidad no ha habido tal mejora, más bien a
largo plazo para poder mantener el volumen de operación real habrá que aumentar el
nivel de financiamiento.
La liquidez: Las razones de liquidez tratan de determinar la capacidad de pago de los
pasivos a corto plazo que tiene la empresa. Generalmente se emplea la razón corriente
(Activo circulante/Pasivo circulante) y la prueba de ácido (activo circulante menos
inventarios sobre pasivo circulante). En este sentido ambas razones tienden a variar en
forma inversa a la tasa de variación de la tasa de inflación, sobre todo la prueba de
ácido, la cual se afecta por la forma en que se contabilizan los inventarios. Si la
empresa usa el sistema UEPS de contabilidad de inventarios, entonces el inventario
final se valora en moneda de antes de ese período contable, así que al aumentar los
precios se subvaloran las existencias y la razón será más "conservadora". Si se emplea
el sistema PEPS, el inventario se valora en términos más recientes y entonces habrá
una comparación mejor. Cabe notar también, que en los períodos inflacionarios los
deudores tratan de alargar sus cuentas por pagar, con lo que aumenta la probabilidad
de las cuentas incobrables y se disminuye la convertibilidad de las cuentas por cobrar,
y consecuentemente una menor liquidez.
5. Los impuestos
Como se mostró anteriormente, los impuestos sobre las utilidades crecen en forma
desproporcionada en períodos inflacionarios, lo cual provocará una descapitalización gradual
de la empresa y una disminución de su capacidad productiva, y a la vez le podrían generar
algunos problemas de liquidez. Esto se da porque la tasa real de impuestos llega a ser mayor
que la tasa impositiva nominal, y en consecuencia un pago de impuestos en exceso, además
del reparto excesivo de beneficios. Se podría decir que el Estado obtiene un beneficio de la
inflación, al gravar a tasas reales superiores a las nominales.
6. La toma de decisiones
El empresario debe tener en su poder información suficiente y válida para la adecuada toma de
decisiones, lo cual implica conocer en todo momento cuál es la posición financiera de la
empresa, su situación en lo comercial, industrial, etc. Todo esto lleva a una correcta planeación
para conseguir los distintos objetivos planteados y así poder plantear políticas eficientes y
eficaces en las diferentes áreas de su accionar, es decir políticas financieras, de crédito y
cobros, de inventarios, etc.
Pero cuando se está en presencia de inflación toda esa labor descrita se vuelve más compleja
e incierta. En este sentido la gerencia debe desarrollar la habilidad de tomar medidas que
contrarresten las consecuencias de la inflación y poder tomar decisiones acertadas, aún en una
situación de inestabilidad e incertidumbre como lo es un período inflacionario.
Uno de los principales efectos de la inflación con respecto al proceso de toma de decisiones es
la distorsión que introduce en la información contable, así en el balance general y en el estado
de resultados de la empresa se provoca un profundo impacto, que va a afectar fuertemente las
decisiones estratégicas de la empresa, todo lo relacionado con precios, endeudamiento,
liquidez, dividendos, inversión, etc.
Del mismo modo que la inflación incide sobre las actividades de una empresa, en algunos
casos en beneficio y otros en perjuicio, la devaluación de la moneda nacional también la afecta
positiva o negativamente. Este efecto en un sentido o en otro y su magnitud dependen del tipo
de empresa, de sus actividades y de que tan sensible sea a la exposición al riesgo cambiario.
La devaluación genera una situación de inestabilidad y de incertidumbre, ante la cual la gestión
empresarial se vuelve más complicada y la toma de decisiones se torna en un proceso que
debe prever una serie de variables, muchas de ellas ajenas al control de la empresa.
donde:
Entonces existe un premio por invertir en colones, y así cualquier inversión en colones será
más rentable, pues el rendimiento en colones menos la tasa de devaluación será superior a la
tasa en dólares.
Cuando un importador debe esperar un cierto lapso hasta la entrega y pago de los bienes
transados. En ese plazo pueden presentarse variaciones en los tipos de cambio, que pueden
generar ganancias o pérdidas inesperadas, según esas variaciones le resulten favorables o
desfavorables. En muchos otros casos hay empresarios que requieren planear sus negocios a
ciertos plazos; para ellos las fluctuaciones de las tasas de cambio representan una seria
dificultad que bien podrían arruinar sus cálculos a futuro, y por una causa ajena a su actividad.
Esa posibilidad de tener pérdidas por causa de fluctuaciones desfavorables en las tasas de
cambio, es lo que, generalmente, se conoce como riesgo cambiario. Ante esta situación existe,
entonces, la necesidad de cubrirse de este riesgo. En muchas economías se han creado
diversos mecanismos, como los futuros sobre divisas, para lograr eliminar, o por lo menos
minimizar esas posibilidades de obtener pérdidas, como consecuencia de las variaciones de
los tipos de cambio.
Para Vives (1984) la exposición de una empresa al riesgo cambiario puede ser analizada en
tres niveles:
Exposición contable: Se refiere al efecto que tiene la devaluación sobre los estados
financieros de la empresa, básicamente el balance general. Muestra la exposición a la
devaluación por las diferencias entre los pasivos y activos denominados en moneda
extranjera. El autor considera que no solo se debe considerar la exposición contable,
porque sería "una apreciación sumamente restrictiva y miope de la exposición al riesgo
cambiario" (p. 462).
Exposición de los flujos: Considera la exposición futura al riesgo cambiario, esto por las
obligaciones ya adquiridas o que se necesite adquirir más adelante y que no aparecen
en el balance general. Para esto se comparan los flujos de efectivo de la empresa con
y sin la consideración de la devaluación, esto bajo el supuesto de que las cantidades
físicas permanecen constantes.
Exposición económica: Un análisis completo de la exposición al riesgo de cambio
también debe considerar los mercados en los que opera la empresa, sus
características y las reacciones que puedan presentarse. Esto lleva a efectuar una
proyección de la situación financiera de la empresa tomando en cuanta los factores
citados, lo cual permitirá observar el efecto sobre la empresa, sobre el mercado y las
decisiones de la gerencia.
Al igual que se expuso anteriormente lo que ocurre ante la inflación, la devaluación también le
resta validez a la contabilidad tradicional, dificultando la planeación, la toma de decisiones, el
análisis financiero, la evaluación de proyectos, aumentando las necesidades de financiamiento,
mermando la rentabilidad y la productividad, etc. Todos esto efectos varían de empresa a
empresa, es decir, el efecto de la devaluación no es uniforme, afectará a aquellas empresas
que tengan mayor relación con el sector externo de la economía y que tengan menor
capacidad para reaccionar ante estas situaciones.
Dependiendo del tipo de empresa a la que se haga referencia, sus operaciones en moneda
extranjera y la importancia de esas operaciones, así se puede esperar un efecto distinto de las
variaciones en la tasa de cambio. De ese modo se pueden tener tres situaciones básicas:
Así existen ocho distintas posibilidades, por ejemplo una empresa que exporta alguna
proporción de su exportación, no importa materias primas pero si posee financiamiento en el
exterior, o también una empresa que no exporta su producción, pero si importa materias primas
y posee deudas en moneda extranjera, etc. Así dependiendo de la situación de la empresa se
ve más expuesta al riesgo de cambio o bien, éste le favorece. A continuación se hace un
recuento de las ocho posibilidades citadas y los distintos efectos de una devaluación en cada
caso.
La situación más complicada tiende a darse cuando una empresa se endeuda en moneda
extranjera, sobre todo si además importa, ya que incurre en un riesgo de cambio mayor, y
entonces podrían aumentarse significativamente tanto la carga financiera como los costos. Así
una empresa con obligaciones denominadas en alguna moneda extranjera tendrá que pagar
una tasa efectiva superior a la tasa nominal del préstamo. Esa tasa será:
Donde:
Las empresas pueden buscar protegerse o cubrirse del riesgo de la devaluación de varios
modos. Una opción es protegerse prestando una cantidad equivalente en moneda nacional y
dando en garantía un título a largo plazo en la moneda extranjera. También en los países en
los que existen mercados de futuros de divisas se puede recurrir a éstos como un medio más
eficiente de cubrirse del riesgo cambiario.
Como ha quedado claro, la devaluación tiene una serie de consecuencia nocivas sobre la
actividad empresarial, desde la incertidumbre que provoca, la cual tiene a su vez otros efectos,
el aumento en los costos de los insumos importados, lo cual podría crear la necesidad de
buscar otros insumos sustitutos (tal vez con una menor relación calidad/precio), crédito externo
más restringido, etc.
1. Las empresas modernas se enfrentan a un entorno cada vez más cambiante, inestable
y complejo, en el cual sobrevivir depende de su habilidad para adaptarse y aprovechar
sus ventajas y las oportunidades que se le presenten.
2. Las organizaciones en la actualidad no pueden dejar de tomar en cuenta los diferentes
acontecimientos que ocurren en su entorno político, legal, económico, socio cultural,
tecnológico, tanto a nivel nacional como internacional.
3. Aunque las teorías clásicas de la administración concedieron poco importancia al
entorno, luego, con la aparición del enfoque sistémico y otras teorías y planteamientos
recientes, se ha reconocido la relevancia que el ambiente significa para la dirección de
la empresa en la actualidad.
4. El entorno o ambiente externo está compuesto por una serie de elementos que se
encuentran fuera del control de la empresa, dentro de ellos el entorno económico. Los
principales aspectos que el diagnóstico económico requiere en este sentido se pueden
resumir en cinco bloques: 1. Nivel de actividad económica y utilización de los recursos
productivos. 2. Comportamiento de las relaciones externas. 3. Comportamiento de las
finanzas públicas. 4. Comportamiento de las variables monetarias y financieras. 5.
Comportamiento de los distintos niveles de precios.
5. La inflación es un fenómeno básicamente de carácter monetario. Tanto la presión de la
demanda como el empuje de los costos, las causas estructurales y las expectativas
pueden causar un aumento sostenido en el nivel general de precios sólo si a la vez se
da un aumento de la cantidad de dinero en circulación.
6. La inflación causa una serie de consecuencias nocivas sobre la economía en general:
disminuye el poder adquisitivo del dinero, introduce distorsiones en el sistema
financiero, genera costos e ineficiencia, desestimula la inversión productiva, afecta la
balanza de pagos y distorsiona el papel orientador del mercado. La inflación no afecta
a todos por igual, algunos se benefician y muchos otros se perjudican, es decir se da
también una redistribución de la riqueza.
7. La depreciación de la moneda nacional tiende a estimular a los sectores exportadores,
y también provoca el efecto inverso sobre los importadores. Además generalmente se
da una relación entre la inflación y la devaluación, ya que al estimular la exportación
también se empuja al alza a la demanda agregada, y al mismo tiempo se da una
elevación de los costos, por el aumento en el precio de los insumos importados. De
igual modo que sucede con la inflación, la devaluación favorece a algunos y perjudica a
otros.
8. La inflación afecta la elaboración e interpretación del presupuesto de capital de las
empresas, ya que afecta los flujos de efectivo, tiende a incrementar artificialmente las
utilidades y de ahí que una parte creciente sea gravada, lo que finalmente da como
resultado que los flujos reales sean más bien menores. Para considerar este efecto la
empresa necesita ajustar sus ingresos, costos y gastos a la inflación, para tener así
flujos ajustados por la inflación. Luego se ajustan la tasa de descuento, el valor actual
neto y la tasa interna de retorno, para que consideren a la inflación, y se pueda obtener
así una adecuada evaluación de los proyectos.
9. La inflación merma la productividad de las empresas, varía las combinaciones de
recursos empleadas en el proceso productivo, esto al cambiar sus precios relativos.
Además dificulta los aumentos en la capacidad instalada al dificultar la reposición de
los activos.
10. La información contable tradicional se distorsiona como consecuencia de la inflación:
Afecta la fijación de precios con base en el costo histórico, ya que podría no cubrirse la
reposición de los inventarios.
Se deforman los estados financieros: se erosiona el patrimonio y los resultados
económicos, y cambia la composición del balance general.
Se subvaloran los costos de ventas.
No se consideran las pérdidas por la tenencia de activos monetarios.
Se corre el riesgo de repartir dividendos por encima de las utilidades reales.
La información contable no es compatible a lo largo del tiempo.
11. Para efectos de contar con información suficiente y adecuada, o sea no sesgada, para
el análisis y la toma de decisiones, las empresas necesitan emplear métodos
alternativos a la contabilidad histórica, que la complementen. Por ejemplo la
contabilidad ajustada por el nivel general de precios, la contabilidad del costo de
reposición o la contabilidad del costo de reposición ajustada.
12. En períodos de inflación resulta más conveniente el uso del método UEPS para la
valoración de los inventarios que el PEPS, pues este último exagera la utilidad.
13. En períodos de inflación la empresa necesita de mayor financiación, tanto por el
aumento en los costos como para financiar el mantenimiento de su capacidad
productiva o su crecimiento. Además la inflación tiende a favorecer a los deudores, por
lo tanto las empresas generalmente buscan endeudarse, aumentar el plazo de pago a
los proveedores, disminuir el plazo de cobro a los clientes, y en la medida de lo posible,
disminuir la tenencia de activos, sobre todo los monetarios.
14. El análisis de razones financieras se ve fuertemente afectado, ya que se da un
aumento ficticio en las razones de eficiencia, rentabilidad y solvencia, mientras que
afecta en sentido inverso a las razones de liquidez.
15. En períodos de inflación la tasa impositiva real es mayor que la nominal, lo cual puede
provocar problemas de liquidez para la empresa, descapitalización y una disminución
de la capacidad productiva.
16. El proceso de toma de decisiones se ve afectado por la distorsión ocasionada sobre la
información contable y la incertidumbre presente en el entorno. Así el uso de
información sesgada puede llevar a graves errores, lo cual recalca la necesidad de
usar técnicas que permitan ajustar la información a la inflación.
17. La posibilidad de que en algún momento futuro se dé una devaluación de la moneda
nacional genera que las empresas se vean expuestas al riesgo de cambio, el cual se
da en tres niveles básicos: el contables, de los flujos y el económico. Al considerar los
tres se obtiene una adecuada visión de qué tan vulnerable es la empresa ante una
eventual devaluación.
18. La devaluación también distorsiona la información contable, afecta el análisis
financiero, la planeación, la toma de decisiones, etc., fundamentalmente por la
inestabilidad y la incertidumbre que provoca.
19. Las empresas que poseen deudas en moneda extranjera o que importan insumos o
producto terminado, son las empresas que se encuentran más fuertemente expuestas
al riesgo de cambio, sobre todo si no producen bienes exportables. Al contrario las
empresas exportadoras se verían beneficiadas de tal situación, más aún si no importan
sus insumos ni tienen obligaciones en moneda extranjera.
20. Las empresas pueden ajustar la información para medir el impacto de la devaluación y
poder así tomar decisiones más acertadas.
21. El cambio en los niveles de precios y en la tasa de cambio tienen un impacto
significativo y desigual sobre la información financiera de la empresa. Este efecto no
puede ignorarse, ya que con base en esa información la gerencia y los inversionistas
toman sus decisiones. Así los estados financieros deben ser corregidos, a fin de
eliminar todos estos sesgos y valorar la situación de la empresa con base en estos
nuevos datos. Para conseguir esto la empresa debe implementar políticas adaptativas
y reconocer claramente las variables relevantes dentro del sistema económico, ya que
estos son fenómenos sobre los cuales la empresa no tiene capacidad de acción, sólo
puede adaptar sus políticas para mermar sus efectos negativos.
Algunas recomendaciones
1. La gerencia moderna debe tener en consideración los diferentes sucesos del entorno,
aprender a adaptarse al cambio y desarrollar la habilidad de convertir la situaciones
desfavorables en oportunidades que le suministren ventajas para competir. Así la
empresa debe dedicar esfuerzos y recursos para estudiar su entorno, en los diferentes
niveles que éste se presenta, analizar qué elementos de ese entorno le afectan y con
qué intensidad, y cómo reaccionar ante ellos.
2. La empresa debe reconocer la importancia del análisis del entorno económico y ser
consciente de que las variaciones en el nivel de precios y en el tipo de cambio le
afectan en forma significativa, tanto a nivel empresarial como de toda la economía.
Esto es particularmente importante en un país como Costa Rica que durante los
últimos años ha experimentado en forma sostenida la inflación y la devaluación.
3. En tiempos de inflación, se deben ajustar las cifras obtenidas en los presupuestos de
capital para considerar tanto la inflación como la devaluación, para ellos se pueden
deflatar los flujos, y entonces analizar la conveniencia de la realización de un proyecto
en términos reales, usando un VAN y una TIR en moneda de poder adquisitivo
constante.
4. En períodos inflacionarios las organizaciones necesitan ajustar su contabilidad a la
inflación, esto con el objetivo de proporcionarse información no sesgada para la toma
de decisiones. Debe hacer uso de las técnicas idóneas para este fin, como las que se
han mencionado en la presente investigación.
5. El análisis financiero también debe ser desarrollado usando términos reales, ya que los
estados financieros se distorsionan ante los efectos de la inflación y la devaluación. Así
se combatirá la posibilidad de llegar a falsas conclusiones a cerca de la rentabilidad, la
eficiencia, la solvencia y la liquidez de la empresa.
6. La empresa puede adoptar algunas estrategias para mitigar el impacto de la inflación,
como lo son el aumentar su nivel de endeudamiento, alargar los períodos de pago a
proveedores, disminuir los períodos de cobro, entre otras. De igual modo la
organización podría buscar algunos mecanismos para protegerse del riesgo cambiario.
7. La empresa debe efectuar un detallado análisis de su exposición al riesgo cambiario y
evitar aquellas situaciones en las que éste sea más alto, como lo son el estar
endeudado en moneda extranjera o requerir la importación de insumos sin poseer
algún ingreso en moneda extranjera o activos revaluables denominados en moneda
extranjera.
8. Los encargados de la dirección de las empresas deben estar suficientemente
capacitados para considerar los efectos adversos de la inflación y la devaluación,
incluso poder preverlos, a la vez que se tenga la capacidad de tomar las medidas
oportunas para enfrentar tales situaciones. Esto requiere actualizarse y estudiar
continuamente el entorno y sus relaciones con la empresa.
Divisas
El dirigente gremial precisó que las compañías del ramo siguen encontrando
impedimentos al lidiar con el Ministerio de Industrias Ligeras y Comercio (Milco)
como retrasos en la aprobación de certificados de insuficiencia de producción nacional.
Si bien el Milco anunció una prórroga de 30 días de vigencia a tales certificados, ello no
soluciona la situación porque las tardanzas en los terminales portuarios se mantienen.
AUTORIZACIONES CORTAS
El año pasado la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) autorizó unos 2.000
millones de dólares a las empresas de telecomunicaciones.
Scharffenorth no hizo precisiones respecto a las necesidades de divisas para este año,
pero dijo que el requerimiento estaría, al menos, en el orden de esa cantidad.
Sobre este último punto, Scharffenorth resaltó que, aunque fue aprobada una muy
esperada providencia relativa a intangibles, (productos distintos a aquéllos que se
importan físicamente), han sido muy pocas las autorizaciones que se han emitido al
respecto.
De hecho, dijo que se ha registrado una situación gravísima para muchas empresas
cuyos proveedores están a punto de cortarles ciertos servicios.
En algunos casos, la amenaza se ha concretado con las consecuencias que ello tiene en
compañías, como éstas, de servicio público que trabajan las 24 horas del día todo el año.
El presidente de Casetel dijo que, aunque se han hecho autorizaciones, éstas han sido
muy pocas. REGRESAR
Nivel de endeudamiento
El criterio utilizado refleja que los países que cuenten con mayores niveles de
endeudamiento y menores de ahorro por parte de los particulares, presionará con mayor
fuerza a estos en un entorno de preocupación.En resumen, los que tienen un alto nivel
de endeudamiento van a ser golpeados más duramente por la crisis
De esta forma, a los que coloca más arriba son a España y el Reino Unido. Estos, al
parecer, se caracterizan por un alto endeudamiento de los hogares y las empresas. En el
caso de es España la evolución del ahorro y el endeudamiento dan clara muestras
de ello: en el 2006, los particulares estaban endeudados en un 115% con respecto a sus
ingresos brutos (cuando en el 2000 lo hacían en un 70,7%), en tanto que el ahorro ha
descendido durante el último trimestre del 2007.Esta precaria situación financiera de los
hogares es causa de los altos costes hipotecarios que deben afrontar.
El mensaje que trata de dar el informe es claro: los que puedan que ahorren que se
vienen tiempos complicados.
Los recursos tangibles son los más fáciles de identificar. En ellos se encuadran los
activos físicos de la empresa (edificios, maquinarias, mobiliarios, existencias,
herramientas, etc.) y sus recursos financieros (derechos de cobro, posibilidad de
endeudamiento, etc.). La mayoría de estas partidas aparecen recogidas en los
documentos contables de la empresa.
El principal problema de estos recursos proviene de su valoración. Muchos de los
mecanismos utilizados en la empresa para valorar algunos de sus activos recogen los
denominados precios históricos.
Así, por ejemplo, el valor de las instalaciones que en su día tenía Galerías Preciados
distaba mucho de la valoración contable que reflejaban sus cuentas, ya que hay que
incluir otros aspectos muy relevantes sobre ellas, como eran su ubicación en el centro de
las principales ciudades españolas.
Con relación a estos recursos hay que considerar dos aspectos esenciales más. En primer
lugar, la empresa debe analizar si existe alguna posibilidad que le permita utilizar de
una forma más económica estos recursos. Por ejemplo la utilización más eficiente de
una maquinaria. En segundo lugar, se debe estudiar si es posible que éstos sean más
rentables para la empresa. Por ejemplo, dentro de esta posibilidad, se encontraría el
alquiler de parte de un edificio comercial a cualquier cadena de franquicia.
El paso del tiempo hace que los recursos tangibles pierdan su valor como fuente de una
ventaja competitiva, ya que son fácilmente identificados e imitados por la competencia.
Por ello, cobran cada vez mayor fuerza los denominados intangibles.
Entre los recursos intangibles más relevantes podemos citar los siguientes:
• Reputación: ligada a la marca o la imagen de la empresa. Por ejemplo, ¿en cuánto
podría ser valorada la imagen de Coca-Cola?
• Tecnología: en referencia a la capacidad para innovar de la empresa, por ejemplo, este
aspecto es sumamente relevante en aquellas empresas denominadas 'punto.com'.
• Otros recursos intangibles: entre los que podemos destacar la habilidad para mantener
una relación estable y duradera con los clientes. Hoy en día, estos recursos son
sumamente valiosos para las empresas, ya que impiden la fuga de clientes hacia
empresas competidoras.
Los recursos humanos de la empresa se recogen bajo la terminología de 'capital
humano'. El aspecto esencial en este tipo de recursos hace referencia, no tanto a las
propias personas, sino a su habilidad, destreza, experiencia y conocimientos. La
identificación y valoración de estos recursos es una tarea sumamente compleja.
Para ello, en primer lugar, se debe tener en cuenta la aportación de cada uno de los
individuos al rendimiento de la empresa, en función de los resultados de su trabajo.
En segundo lugar, cada vez es más valorada la habilidad y capacidad de las personas
para trabajar en equipo, y no de forma aislada. Los beneficios de esta forma de trabajo
incrementan la dificultad de llegar a determinar en qué medida, cada uno de los
componentes del grupo, ha colaborado en alcanzar los rendimientos del mismo. Uno de
los aspectos relevantes a tener en cuenta es la cultura reinante en la empresa.
En cualquier caso, la importancia de este recurso queda puesto de manifiesto por las
empresas dedicadas a los cazatalentos, cuyo objetivo es encontrar este tipo de
individuos que son sumamente valorados para la gestión empresarial. En la actualidad,
las empresas se encuentran con grandes problemas a la hora de buscar sus directores
generales, tal y como se pone de manifiesto en el ejemplo de ‘labúsqueda del perfecto
CEO’.
«La búsqueda del perfecto Chief Executive Officer (Director Ejecutivo)»
James McNerney y Robert l. Nardelli han durado exactamente una semana en el
mercado. El pasado 27 de noviembre, J. Immelt ha sido nombrado el próximo sucesor al
frente de General Electric, y se esperaba de los otros dos hombres que abandonaran lo
antes posible el grupo, como así ha sido. El primero de ellos, fichaba por 3M y el
segundo, por Home Depot.
Estas dos últimas empresas no eran las únicas en el mercado que llevaban tiempo
buscando de forma desesperada un buen consejero delegado. ¿Qué es lo que está
ocurriendo? En un mercado en el que el talento es un recurso tan escaso, sustituir a un
CEO no es una tarea sencilla. Las empresas solicitan a los cazatalentos que busquen
personas que tengan conocimientos en finanzas, marketing, recursos humanos, etc. y
que hayan demostrado su habilidad para dirigir equipos. En doce meses, 1000 CEOs
han dejado su trabajo en EEUU.
En cuanto a las capacidades, debemos tener presente que éstas están ligadas, en general,
tanto a los recursos intangibles como al capital humano, y establecen las
transformaciones de los factores en productos o servicios, generando, con ello, valor
para la empresa. Para llegar a reconocer con qué capacidades cuenta la empresa, nos
encontramos con dos posibles vías: el análisis funcional y la cadena de valor.
Así, las capacidades de la empresa se fundamentan en una combinación adecuada de sus
recursos. No obstante, existe lo que podemos denominar una pirámide de capacidades
en las que éstas se ordenan jerárquicamente. En general, podemos llegar a considerar
tres niveles diferentes: en el primero se encontrarían las capacidades estáticas ligadas a
las áreas de producción, finanzas, marketing, etc., de la empresa; en el segundo, se
sitúan las capacidades dinámicas que se apoyan en una integración interfuncional y,
finalmente, en un tercer nivel, se encontrarían aquéllas capacidades centradas en
aprender y hacerlo más rápido que la competencia.
Las capacidades directivas se situarían en el tercer nivel y por ello son tan complejas de
alcanzar. Un buen directivo que sepa atender a las exigencias de su entorno necesita
apoyarse tanto en las relaciones de las distintas áreas funcionales de la empresa como en
la habilidad de cada una de éstas.
Para la integración entre los recursos y las capacidades existen dos mecanismos de
integración en la empresa. En primer lugar, las reglas y procedimientos, que constituyen
el sistema más simple para enlazar los recursos. Éstos se definen como documentos que
indican las tareas que se tienen que seguir para desarrollar una determinada actividad y
que, genéricamente, se conocen con el nombre de manual de operaciones.
El segundo mecanismo se conoce con el nombre de rutinas organizativas. Éstas se
definen como los hábitos de comportamiento de la empresa en el pasado que influyen en
sus actividades futuras, y que se caracterizan por ser de aspecto tanto formal como
informal. Son pautas de actuación mediante las cuales se determinan las tareas a realizar
y cómo deben llevarse a cabo. Estas rutinas aparecen en todos los niveles jerárquicos.
La existencia de estas rutinas no implica la imposibilidad de modificar los
procedimientos de actuación diarios. Es necesario combinar la eficiencia y la
flexibilidad, como capacidad de dar respuesta ante los posibles cambios que se pueden
producir.
Las rutinas son para la organización lo que las habilidades para cada uno de los
individuos de la empresa. Un claro ejemplo de rutinas organizativas lo tenemos en la
empresa Zara.
«Zara»
Cada día, las jefas de planta de Zara deben cumplir con su misión de transmitir a la
central las impresiones sobre el diseño y el color de la ropa que los clientes manifiestan
a los dependientes. Automáticamente, las máquinas se pondrán a trabajar a pleno
rendimiento para intentar satisfacer esta demanda.
Gran parte de la excelente imagen de la firma gira en torno a su capacidad para dar
respuesta a la demanda, que es el sueño dorado de cualquier comerciante. Todo ello
gracias a su rutina de trabajo fundamentada en un excelente control de inventarios, unas
previsiones de ventas muy ajustadas y un sistema de distribución de prendas que no
permiten el desabastecimiento de sus más de 750 tiendas distribuidas por veinticinco
países. Una prueba de ello es que el almacén de la firma se vacía unas diez veces al año
y un nivel de existencias que tiende a cero. Para ello, otro aspecto relevante en su
funcionamiento es como conseguir 'colocar' en el mercado las prendas sobrantes (no son
muy elevadas debido al ajuste en las previsiones de venta) de colecciones anteriores.
Una de las soluciones a este problema es vender a precios mucho más reducidos estas
prendas.
Anteriormente reseñamos que eran dos las vías que nos facilitaban identificar las
capacidades que posee una empresa: el análisis funcional y la cadena de valor. El
objetivo de esta identificación es poder determinar, de todas ellas, cuáles son las
capacidades distintivas, que hacen que la organización sea diferente a las demás.
Por ejemplo, para la empresa Bocatta, una capacidad distintiva es su facilidad de
innovación en el producto que ofrece (siendo éste algo tan sencillo como un bocadillo).
a) Análisis Funcional
El procedimiento empleado para realizar este análisis consiste en la determinación de
una serie de variables relevantes para la empresa (fuerza de ventas, estructura de costes,
estructuras financieras, tecnología, formación, cultura, etc.) que puedan llegar a ser
clasificadas, en función de ciertos criterios, en las distintas áreas.
No obstante, dependiendo de las características propias de cada empresa y del sector en
el que operen, son numerosas las variables y las áreas que pueden llegar a ser
consideradas.
Entre las áreas más comúnmente consideradas se encuentran las de producción,
finanzas, marketing, tecnología, recursos humanos y dirección/organización.
b) La Cadena de Valor
La cadena de valor, propuesta por Porter en 1987, es considerada como uno de los
instrumentos más ricos para el análisis interno de la empresa. En sus planteamientos
considera que todas aquéllas actividades que incrementan la utilidad del producto o
servicio que va a recibir el cliente, generan valor.
En definitiva, cada actividad de la cadena de una empresa incorpora parte del valor de la
misma, así como representa una parte del coste total del producto o servicio. El objetivo
básico de la cadena es identificar, en cada organización, aquéllas actividades que
proporcionan más valor.
En la cadena de valor se identifican dos tipos diferentes de actividades: actividades
primarias y actividades de apoyo. Las primeras están relacionadas con la creación física
del producto, su venta y los servicios posteriores a la misma. Las segundas son aquellas
actividades que facilitan el desarrollo de las primarias.
Actividades Primarias:
1. Logística Interna: recepción, almacenamiento y distribución interna de los
materiales empleados en la fabricación del producto.
Por ejemplo, el almacenamiento de la cebada por la fábrica de la empresa Cruzcampo.
2. Operaciones o Producción: conjunto de tareas encargadas de la transformación de
los materiales en el producto o servicio final.
Por ejemplo, la cadena de montaje de los automóviles.
3. Logística Externa: recepción del producto terminado, almacenamiento del mismo y
su distribución a los compradores o canales.
Por ejemplo, estas serían las actividades desarrolladas por los mayoristas.
4. Marketing y Ventas: proporcionar un medio para que los compradores puedan
adquirir el producto o servicio e inducirles a comprar (a través de las variables como la
publicidad, la promoción o las relaciones públicas).
La campaña de Navidad en televisión de la empresa Amena recaería en este tipo de
actividad.
5. Servicio Post-Venta: actividades desarrolladas para mantener o aumentar el valor del
producto o servicio una vez que éste ya ha sido vendido.
Entre estas actividades se encuentran todos los servicios de garantías ofrecidos por los
fabricantes.
Actividades de Apoyo:
1. Aprovisionamiento: adquisición de los factores que van a ser utilizados en el
proceso productivo de la empresa. En estos factores se consideran todos los inputs
necesarios para el funcionamiento de la empresa, es decir, desde las materias primas
hasta la maquinaria.
Por ejemplo, la adquisición de un edificio recaería en esta actividad.
2. Desarrollo Tecnológico: conjunto de actividades encaminadas a la obtención, mejora
y gestión de las tecnologías de la empresa, necesarias tanto para el producto en sí como
para los procesos empleados en el mismo.
La informatización de muchas empresas es un claro ejemplo de esta actividad.
3. Administración de Recursos Humanos: consiste en el proceso de búsqueda,
selección, contratación y formación de todo el personal de la organización.
4. Infraestructura: actividades que pueden englobarse en el concepto genérico de
administración de la empresa. En ella se incluye la planificación, la organización, el
control, las finanzas o la contabilidad.
Las actividades que definen la cadena de valor de una empresa no son independientes
entre sí, sino que se encuentran relacionadas unas con otras. Esta relación se produce
mediante los denominados eslabones horizontales.
Por otra parte, la cadena de valor de una empresa debe ser analizada en un sistema más
amplio, denominado sistema de valor, que muestra las interrelaciones de la cadena de la
empresa con las otras cadenas de proveedores y clientes más cercanos. Los posibles
enlaces entre estas diferentes cadenas se conocen con el nombre de eslabones verticales.
Por ejemplo los acuerdos que numerosos fabricantes mantienen con sus proveedores
para el suministro de materia prima, son un claro ejemplo de eslabón vertical.
La consecución de una ventaja competitiva puede alcanzarse a través de dos vías
diferentes:
1. Optimización: implica que la realización adecuada de una actividad repercute
favorablemente en las restantes.
Por ejemplo, la implantación de controles de calidad en la producción trae consigo una
mejora del servicio de atención al cliente.
2. Coordinación: la ventaja competitiva se alcanza por una adecuada coordinación
entre las diferentes actividades de la empresa, cuya consecuencia directa es que éstas se
lleven a cabo de forma más eficiente.
Por ejemplo, los avances en los sistemas informáticos han permitido una mayor
coordinación en las actividades realizadas en las agencias de viajes que proporcionan un
mayor valor para ellas y para sus clientes.
Finalmente, hemos de mencionar que todas las empresas realizan, en mayor o menor
medida, las actividades anteriormente descritas, pero que en función del sector en el que
se encuentren existen actividades más relevantes para poder llegar a alcanzar una
ventaja competitiva.
Por ejemplo, en los distribuidores serían las actividades de logística; para los
fabricantes, las de producción y aprovisionamiento; y para las del sector servicios, las
de marketing y servicio al cliente.
«La cadena de valor en las entidades bancarias»
Para J. Canals (1990) la cadena de valor de la empresa bancaria tiene una estructura
mucho más sencilla que la de una empresa industrial, ya que el grupo de actividades de
producción se puede entender como de apoyo a las actividades primarias.
Dentro de las actividades primarias, se pueden distinguir tres grupos:
• La captación de fondos, que no sólo implica una operación de suministro de fondos,
sino también la venta de un servicio bancario. Por esta razón, la función de marketing
no sólo se orienta hacia la derecha, tal y como ocurre en una cadena genérica, sino que
también actúa para hacer atractiva al cliente la entrega de fondos a la entidad
• La función de marketing que, tal y como acabamos de exponer, mantiene una
importante conexión con las otras dos actividades primarias
• La prestación de servicios financieros, en los que se incluye tanto los de activo como
los de pasivo.
Por su parte, en los grupos de actividades de apoyo incluye la infraestructura, los
recursos humanos, la tecnología y las operaciones. Ésta última actividad comprende
tanto lo que es el registro de operaciones efectuadas por el banco como las
compensaciones entre saldos, etc.
Evaluación y desarrollo de los recursos y capacidades
La identificación de los recursos y capacidades permite discernir aquéllos que son
valiosos de los que no lo son. Los recursos y capacidades valiosos, son los que le
permiten obtener una rentabilidad superior a la de sus competidores, ya que consiguen
hacer a la organización diferente a los ojos de los clientes. Por ello, estos recursos y
capacidades se conocen con el nombre de distintivos.
En definitiva, los recursos y capacidades distintivos son aquéllos que son capaces de
crear y mantener a lo largo del tiempo una ventaja competitiva, siendo los beneficios
que se derivan de dicha ventaja adecuados para la empresa.
Al análisis de las características que deben tener los recursos para ser considerados
como tales mismas se dedica la evaluación de los recursos. En general, podemos
considerar ocho criterios de evaluación.
1. Escasez: un recurso será valioso en el momento en que sea escaso. De tal manera que
si un recurso es imprescindible para el desarrollo de una actividad, pero se encuentra al
alcance de todos los competidores, nunca será el elemento diferenciador.
Por ejemplo, el reparto a domicilio no es un recurso valioso para un negocio de comida
rápida, si también lo llevan a cabo sus competidores. Por el contrario, la localización del
local sí lo puede ser, ya que el espacio disponible en una avenida o plaza importante es
limitado.
2. Relevancia: este criterio hace referencia a la relación del recurso con los factores de
éxito del sector en el que compite la empresa, es decir, marca el grado de utilidad del
mismo. En este sentido, para una cadena comercial es de gran utilidad poseer locales en
zonas comerciales de una gran ciudad.
3. Durabilidad: este criterio señala la posibilidad de mantener en el tiempo la ventaja
proporcionada por el recurso o capacidad. En este sentido, los recursos tangibles tienden
a depreciarse con el paso de éste (maquinarias, instalaciones, etc.) mientras que algunos
de los intangibles, como el valor de la marca, suele incrementar a lo largo de los años.
4. Transferibilidad: indica la velocidad con la que los competidores pueden imitar los
recursos en que se fundamentan la ventaja competitiva de la empresa. Muchos de los
recursos tangibles (por ejemplo, materias primas) son fácilmente transferibles, aunque
otros, por problemas geográficos (grandes fábricas) no lo son.
Un claro ejemplo de la posibilidad de transferir recursos valiosos es el continuo traspaso
de jugadores de fútbol considerados de elite de unos equipos a otros.
5. Imitabilidad: cualquier competidor puede llegar a obtener un recurso o capacidad a
través de sus propios medios, copiando a la empresa que posee la ventaja competitiva.
En determinadas ocasiones, existen impedimentos legales que dificultan la imitación,
como es el caso de las patentes. La principal barrera ante la imitabilidad es la
denominada ambigüedad causal. Éste término pretende reflejar que la principal
protección de una empresa es que los competidores desconozcan en qué recursos
asientan su ventaja.
6. Sustituibilidad: existe aún una tercera posibilidad para que un competidor pueda
poseer un recurso valioso: si no lo puede adquirir ni imitar, siempre puede intentar
sustituirlo por otro. Por ello, un recurso será más importante en la medida en que no
pueda llegar a ser sustituido.
7. Complementariedad: hace referencia a la necesidad de poseer un conjunto de
recursos que son complementarios entre sí para lograr la ventaja competitiva. Esta
situación dificulta la posibilidad de que los competidores puedan disponer de todos
estos recursos de manera simultánea.
Por ejemplo, El Corte Inglés combina una serie de recursos complementarios (alta
variedad de producto, servicio al cliente, facilidades de pago, localización,...) que
dificultan la imitación por parte de sus competidores.
8. Apropiabilidad: pueden aparecer dificultades respecto de los recursos valiosos en el
momento en que no están suficientemente claros los derechos de propiedad sobre dichos
recursos. Si hacemos referencia a los recursos tangibles, la propiedad suele ser
fácilmente identificable. Por el contrario, en los recursos intangibles (imagen,
reputación) comienzan las dificultades para determinar los derechos de propiedad y, por
ende, de las rentas generadas; dificultades que se ven sumamente acentuadas en el
momento en que consideramos a los recursos humanos. En este sentido, el avance en el
nivel jerárquico de las capacidades de una empresa está fundamentado en las
habilidades y conocimientos de las personas que trabajan en ellas. Y estos
conocimientos pertenecen a los trabajadores y no a la empresa, lo que puede generar
importantes conflictos cuando se produce un trasvase de empleados de una empresa
hacia otra competidora.
Ahora bien, el proceso de evaluación e identificación de recursos es una condición
necesaria, pero no suficiente, para lograr mantener la ventaja competitiva de la empresa
a lo largo del tiempo. Además, es necesario orquestar los mecanismos adecuados para
impulsar el desarrollo en el futuro de estos recursos.
En primer lugar, el estudio de los recursos permite distinguir las fortalezas (los recursos
valiosos) de las debilidades (conjunto de recursos que la empresa posee pero que no la
hacen distinta de la competencia). Con relación a las fortalezas, la organización debe
buscar la máxima explotación de estos recursos.
Por ejemplo, para la empresa de alimentación Pascual, S.A., uno de sus recursos más
valiosos es el nivel de calidad de sus productos lácteos, aspecto que la compañía intenta
resaltar para que así se reconozca en sus diferentes acciones de marketing.
Por otra parte, también es posible que se disponga de recursos de forma excedentaria,
que la empresa pueda llegar a utilizar de forma más eficiente.
En cuanto a las debilidades, la empresa debe intentar dar respuesta al siguiente
interrogante: ¿qué podemos hacer con aquéllos recursos que no son valiosos para el
sector en el que nos encontramos que, por otra parte, son la mayoría? O bien, ¿cómo
podemos llegar a conseguir los recursos que no disponemos? Además, este estudio,
conocido con el nombre de gap o análisis de las diferencias, no debe realizarse
exclusivamente de forma estática, sino teniendo en cuenta el paso del tiempo.
Teniendo en cuenta lo expuesto hasta el momento, la empresa puede actuar de
diferentes formas. Así, cuando posee recursos valiosos excendentarios, la
internacionalización es uno de los mecanismos empleados para lograr colocarlos de
manera más eficiente.
En esta dirección, la búsqueda de nuevos mercados tiene por objetivo poder volver a
colocar, de forma más eficiente, determinados recursos que son valiosos para el sector
en el que se compiten, y que la empresa posee en una cantidad superior a la que necesita
para actuar en su mercado local o nacional.
Por el contrario, cuando la empresa carece de los recursos distintivos que necesita para
actuar con éxito en su sector, puede intentar conseguirlos mediante dos posibles vías:
1. Desarrollar internamente dichos recursos. Para ello debe realizar las inversiones
adecuadas en investigación, personal o procesos.
2. Realizar alianzas o acuerdos de colaboración con otras empresas que sí dispongan de
estos recursos, acuerdos que le permitirá poder explotarlos.
Por ejemplo, muchos de los acuerdos de distribución de automóviles, o las cadenas de
franquicias, utilizan este tipo de alianzas.
Las Nuevas tendencias
La teoría de los recursos y capacidades ha permitido, desde la década de los noventa,
integrar aspectos relativos a la estrategia y a la organización, identificando cuáles son
los requisitos que deben cumplir los recursos y capacidades para contribuir a mantener y
mejorar el rendimiento empresarial.
En estos últimos años han aparecido en el campo de la dirección estratégica dos
corrientes de investigación que profundizan en determinados aspectos de la empresa: la
gestión basada en el conocimiento y la perspectiva del aprendizaje organizativo. Los
aspectos más relevantes de estas corrientes son los siguientes:
a) La Gestión basada en el conocimiento
La visión basada en el conocimiento considera que el recurso más valioso que existe en
la empresa es el propio conocimiento, ya que es el que aporta el mayor valor añadido y
es el más complejo de transmitir e imitar.
Según esta perspectiva, el conocimiento puede ser clasificado en dos grandes tipos:
conocimiento explícito y conocimiento tácito. El primero se caracteriza por referirse a
los hechos y por ser transmitido mediante mecanismos formales (por ejemplo, mediante
la escritura); mientras que el conocimiento tácito hace referencia al 'saber como', esto
es, a aquello que se conoce como las habilidades y, por tanto, sumamente complejo de
transmitir.
La principal aportación de esta corriente se centra en determinar cuáles son las
características del conocimiento que hacen que éste tenga importantes implicaciones
para la dirección de las empresas.
Entre estas características podemos destacar las siguientes:
• Transferibilidad: la posibilidad de transferir el conocimiento determina su potencial
para generar una ventaja competitiva para la empresa.
• Capacidad de Agregación: con relación a la capacidad de las personas de incorporar
el conocimiento que reciben al que ya poseen.
• Apropiabilidad: tal y como expone la teoría basada en los recursos, hace referencia a
la ambigüedad sobre la propiedad de los conocimientos, sobre todo de los considerados
tácitos.
• Especialización: por la propia racionalidad limitada de las personas, es necesario que
los individuos se especialicen en determinadas áreas de conocimiento.
Un claro ejemplo de la aplicación de esta nueva visión se encuentra en los laboratorios
Buckman.
«Laboratorio Buckman»
Hace una década, laboratorios Buckman se gestionaba de arriba a bajo. Las decisiones
se tomaban centralizadamente. Era evidente que tenían que acelerar el proceso de toma
de decisiones con la finalidad de ofrecer un servicio más rápido a sus clientes. Con esta
intención, se lanzaron en buscar una tecnología adecuada y una forma de compartir los
conocimientos. Para ello, se ha construido una cultura que facilita la comunicación de
todo aquello que sea necesario de comunicar, salvando las fronteras presentes en la
organización.
A partir de la implantación de esta cultura, estos laboratorios han conseguido reducir el
tiempo de respuesta a los clientes, una progresión más rápida de las personas con talento
dentro de la empresa, se han eliminados aquéllos puestos que se dedicaban
exclusivamente a controlar la información (los denominados guardianes de la
información) y se ha incrementado notablemente el porcentaje de ventas.
En dichos laboratorios, pronto reconocieron que la mayor base de conocimiento no
radicaba en una base de datos informatizada, sino en la cabeza de los miles de
empleados repartidos por el mundo. Por ello se analizó donde pasaban más tiempo estos
empleados antes de decidir el sistema informático que les iba a permitir a todos ellos
estar conectados. Este análisis puso de manifiesto el reducido tiempo que éstos pasaban
en las oficinas, lo que obligaba a buscar otros medios posibles para dicha conexión,
como eran los ordenadores tipo block de notas. Por otra parte, para fomentar el
compromiso de compartir el conocimiento, fue necesario crear un clima que diera pie a
unas relaciones duraderas y de confianza. En definitiva, se perseguía conectar todas las
mentes que trabajaban en la empresa, salvando las barreras empresariales, geográficas,
culturales y lingüísticas, a fin de satisfacer las necesidades de los clientes.
b) La visión basada en el aprendizaje
Desde esta corriente de investigación, el aprendizaje en las organizaciones puede ser la
única fuente de ventaja competitiva de la empresa y, por tanto, la capacidad más
importante que ésta puede llegar a poseer.
Esta visión, plantea la existencia de dos tipos de aprendizaje: incremental y radical.
Desde la primera de estas posturas, las empresas son consideradas como sistemas de
aprendizaje en los que gran parte del comportamiento se desarrolla en una serie de
rutinas o procedimientos operativos, de tal manera, que sólo aquéllos que resultan
verdaderamente útiles para la empresa son los que se aprenden y retienen, descartándose
los restantes. Por el contrario, el aprendizaje radical critica al incremental que sus
planteamientos pueden traer consigo la desaparición de las empresas, y que es posible
detectar los errores de los procedimientos organizativos y corregirlos, sin tener que
rechazarlos.
El aprendizaje en las organizaciones puede ser desarrollado en diferentes niveles
(individual, por el grupo, en la organización y en poblaciones de organizaciones) y
mediante diferentes procesos (prueba y error, experimental, deductivo o por
descubrimiento).
La teoría de los recursos y capacidades sugiere que las habilidades directivas se
constituyen en uno de los recursos principales que permiten alcanzar la ventaja
competitiva para la empresa.
En este sentido, esta perspectiva considera que todas las organizaciones son sistemas de
aprendizaje, dado que éstas aprenden a medida que crecen. Por ello, necesitan de
estructuras organizativas adecuadas que permitan la transmisión y adquisición de las
diferentes habilidades.
A partir de estas ideas, nace el concepto de organización learning (organizaciones que
aprenden) como aquélla que utiliza el conocimiento como una herramienta estratégica y
facilita el aprendizaje de todos sus miembros eliminando cualquier tipo de barrera.
Indicadores económicos de
impacto en la dirección
empresarial.
A. Objetivos
El equilibrio interno y externo. es la relación que existe en una economía en tres aspectos: PIB,
Precios (crecimiento de precios-inflación) y Empleo (salarios).
Primera Conclusión. Para mantener el equilibrio interno se requiere de u producción más alta,
precios más bajos y mayores empleos y remuneraciones adecuadas.
Las relaciones internacionales que se establecen por medio de la balanza de pagos, que estudia las
relaciones internacionales de un país con el mundo: exportaciones, importaciones, deuda externa,
etc., para el intercambio de bienes y servicios en el mercado internacional y sirven para financiar
el crecimiento interno.
Segunda Conclusión. Las relaciones de equilibrio interno de las economías no pueden obtenerse
sin un financiamiento proveniente del exterior que nos sirve de base para concretar o alcanzar el
equilibrio interno.
Tanto el equilibrio interno como el externo se ven impactados por las decisiones del gobierno.
El gobierno representa un equilibrio que impacta para bien o para mal a través de tres políticas:
Tercera Conclusión. El equilibrio interno y externo están impactados por tres tipos de políticas la
monetaria, la fiscal y la cambiaria que afectan al equilibrio.
1. PIB, (crecimiento).
2. Empleo (generado)
3. Tasa de Inflación
4. Tipo de cambio (evolución)
5. Tasa de interés
6. Exportaciones
7. Importaciones
8. Balanza de pagos (cuenta corriente)
9. Inversión Extranjera Directa o Indirecta
10. Balance financiero del gobierno
11. Deuda Pública Externa, y
12. Reservas internacionales de divisas
El PIB es el valor monetario de los bienes y servicios finales que genera un país en un tiempo
determinado, normalmente un año, (valor agregado final) desde la agricultura hasta las empresas
radicadas en el territorio nacional. Los servicios se miden a precios de venta.
Contablemente el PIB es la suma del consumo mas la inversión privada, mas el gasto público, mas
las exportaciones menos las importaciones.
1971-1976 6.0 %
1977-1982 6.5 %
1983-1988 0.2 %
1989-1994 3.0 %
1995-1999 3.0 %
Aumento del gasto público y exportaciones del sector petrolero. Que son factores volátiles
(una enorme deuda sujeta a factores externos) y exógenos (sujetos a precios del exterior).
2. Empleo
Segunda Conclusión. Antes no se requería calidad en el empleo (se trabajaba para el gobierno y
se requería baja calificación), ahora se requiere calidad en el empleo ya que se trabaja para la
iniciativa privada donde se demanda alta calificación.
3. Tasa de Inflación
Po = Crecimiento del INPC que lo calcula el Banco de México cada 15 días con cerca de 5,000
cotizaciones de precios del mercado. Cuando el índice crece hay inflación, cuando decrece hay
deflación.
Si el PIB es alto la inflación es baja, si el PIB es bajo, la inflación es alta.
En septiembre el INPC en México fué del 0.8 %, en EEUU fue del 0.3 % y precios al productor
fue del 1 %.
Tarea: En la Empresa México S.A., el presidente del consejo nos ha solicitado definir una
estrategia de corto plazo a un año para que nuestra empresa tenga niveles altos de producción
con niveles bajos de precios sin despedir a ningún trabajador, sintetizado en cinco puntos básicos.
a) Abreviaturas
4. Consumo
Las decisiones de los consumidores están en función del Ingreso Total menos el impuesto:
A un aumento del ingreso neto personal corresponde un incremento positivo en el consumo, así
como un futuro ingreso y consumo positivo.
A un incremento de la tasa de interés su impacto en el consumo es negativo.
Significa que la variable X es impactada por múltiples variables Y1, Y2, Y3, etc., en donde Y
depende de X.
5. Inversionistas Privados
6. Gobierno
3. Mercado de dinero
El Dinero Nacional lo integran: los billetes, monedas, cheques, instrumentos de financieros a corto
plazo.
El dinero internacional lo constituyen: las reservas monetarias de divisas, el oro, la plata, dólares,
monedas duras y los DEG (1.10 dls).
La cantidad de dinero en circulación la fija el Banco Central, en nuestro caso el Banco de México.
Lo que influye la oferta de dinero es la oferta fijada por el Banco Central, el consumo, la inversión
privada, las exportaciones y las importaciones.
a) Demanda del dinero
a) Precios
1. Conclusiones
Análisis de Problemas