Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Afino
Finalmente, el cobre blíster se refina electroquímicamente para obtener
cobre catódico de una gran pureza, superior al 99.99%.
Previamente a la refinación electroquímica es necesario llevar a cabo
una refinación térmica, para evitar así la formación de ampollas de SO2. Estas
ampollas se forman cuando solidifican pequeñas cantidades de azufre y
fosforo que todavía contiene el cobre blíster en forma residual. La aparición
de ampollas conllevaría a la debilitación de los ánodos y a la aparición de una
superficie áspera de espesor irregular.
La refinación térmica se lleva a cabo en hornos de refinación tipo
giratorio que se asemejan a los convertidores Pierce – Smith. La temperatura
de operación está entre los 1130º y los 1150ºC.
Una vez refinado térmicamente se realiza el afino electrolítico del
cobre. Este afino se puede realizar mediante electrorrefinación de los ánodos
de cobre impuro o mediante separación por electrolisis a partir de soluciones
de lixiviación. El primer método es el más utilizado, ocupando alrededor del
95%.
La electrorrefinación consiste en la disolución electroquímica del cobre
de los ánodos impuros y el depósito selectivo de este cobre disuelto en forma
pura sobre cátodos de cobre. Esta técnica tiene dos objetivos:
• Eliminar las impurezas que dañan las propiedades eléctricas y
mecánicas del cobre, consiguiendo cobre con una pureza superior al
99.99% con menos de un 0.004% de impurezas metálicas.
• Separar las impurezas valiosas del cobre, que pueden ser
recuperadas después como subproductos metálicos.
Extracción de cobre a partir de las menas de oxido: hidrometalurgia
Aunque el cobre se presenta más frecuentemente en la forma de
sulfuros, también se presenta en forma oxidada como carbonatos, óxidos,
silicatos y sulfatos, particularmente en África. Estos minerales oxidados,
cuando están presentes en cantidad suficiente en la mena, puede ser reducidos
directamente a cobre impuro en el alto horno, como se hacía en el pasado.
Pero en la actualidad las menas que se explotan tienen una concentración muy
baja de cobre, por lo que es necesario recurrir a otras técnicas como la
lixiviación mediante ácido sulfúrico seguida por la precipitación o por la
electrólisis del cobre de la solución.