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4º básico.
EVALUACIÓN SUMATIVA
Lee los textos y contesta las preguntas, encerrando en un círculo la letra de la alternativa
correcta.
LA AÑAÑUCA
Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, Añañuca era una joven indígena de carne
y hueso que vivía en un pueblo nortino. Era tan hermosa que todos los hombres querían
conquistarla, pero nadie lograba adueñarse de su corazón.
Así transcurría el tiempo, hasta que un día llegó al pueblo un joven minero, gallardo y
buen mozo, que pasaba por allí en busca de una mina que le brindaría fortuna. En el camino
se detuvo en el pueblo y conoció a la joven. El minero se deslumbró con su belleza, por lo
que decidió abandonar sus planes y quedarse a vivir junto a ella. Ambos se enamoraron y
fueron muy felices durante un tiempo.
Pero una noche, el joven tuvo un sueño en el que un duende le revelaba del lugar
secreto donde se encontraba la mina del tesoro que por tanto tiempo había buscado. A la
mañana siguiente, el muchacho partió en su búsqueda, sin avisarle a nadie, ni siquiera a su
esposa.
La joven, muy triste, esperó y esperó, pero el minero nunca llegó. Se dice que se lo
tragó el desierto. Añañuca fue consumida por la tristeza hasta que perdió las ganas de vivir
y fue arrastrada por la muerte. Un día de incansable y suave lluvia, los pobladores
sepultaron a la joven en pleno valle, pues pensaron que ella así lo hubiera querido.
Al día siguiente, con la salida del sol, los mismos vecinos amanecieron y presenciaron
un sorprendente suceso. El lugar del valle donde yacía el cuerpo de la joven, estaba ahora
cubierto por una abundante capa de hermosísimas flores rojas. Es por ello que la leyenda
asegura que Añañuca se convirtió en flor, como un gesto de amor a su amado, pues de esta
manera permanecería siempre cerca de él.
1. Lee el fragmento:
Un año, el invierno fue muy crudo y duró mucho tiempo. La gente se había quedado sin
recursos: los ríos estaban congelados, los pájaros habían emigrado y los árboles esperaban
la primavera.
Entre los que partieron había un muchacho que empezó a recorrer una región de montañas
arenosas y áridas, barridas sin tregua por el viento. Un día, regresaba hambriento y muerto
de frío, con las manos vacías y la vergüenza de no haber encontrado nada para llevar a casa.
El muchacho le contestó que siempre habían creído que Nguenechen prohibía comerlos por
ser venenosos y que, además, eran muy duros. Entonces el viejo le explicó que era
necesario hervir los piñones en mucha agua o tostarlos al fuego. Apenas le hubo dado estas
indicaciones, el anciano se alejó y el joven volvió a encontrarse solo.
El muchacho siguió su camino, pensando en lo que había escuchado. Apenas llegó al
bosque, buscó bajo los árboles y guardó en su manto todos los frutos que encontró.
Los llevó ante el Lonko y le contó las instrucciones del anciano.
El jefe escuchó atentamente al joven; se quedó un rato en silencio y finalmente dijo: Ese
viejo no puede ser otro que Nguenechen, que bajó otra vez para salvarnos. Vamos, no
desdeñemos este regalo que nos hace.
La tribu entera participó de los preparativos de la comida. Muchos salieron a buscar más
piñones; se acarreó el agua y se encendió el fuego. Después tostaron, hirvieron y comieron
los piñones que habían recogido. Fue una fiesta inolvidable. Se dice que, desde ese día, los
mapuche que viven junto al árbol del pehuén y que se llaman a sí mismos pehuenche,
nunca más pasaron hambre y esperan que nunca tan precioso árbol les sea arrebatado.
Está tripulado por brujos poderosos, y en las noches oscuras va profusamente iluminado. A
bordo se escucha música sin cesar. Se oculta en medio de una densa neblina, que él mismo
produce. Jamás navega a la luz del día.
Relatan que los tripulantes tienen una sola pierna para andar y que la otra está doblada por
la espalda, por lo tanto andan a saltos y brincos. Todos son desmemoriados, para asegurar
el secreto de lo que ocurre a bordo.
Al Caleuche no hay que mirarlo, porque los tripulantes castigan a quienes lo hacen,
torciéndole la boca, volteándole la cabeza hacia la espalda o matándole de repente, por
arte de brujería. El que quiera mirar al buque y no sufrir el castigo de la torcedura, debe
tratar de que los tripulantes no se den cuenta.
Este buque navega cerca de la costa y cuando se apodera de una persona, la lleva a visitar
ciudades del fondo del mar y le muestra inmensos tesoros, invitándola a participar en ellos
con la sola condición de no divulgar lo que ha visto. Si no cumple esta condición de silencio,
los tripulantes del Caleuche lo matarían en la primera ocasión que volvieran a encontrarse
con él.
Todos los que mueren ahogados son recogidos por el Caleuche, que tiene la facultad de
navegar bajo el agua y aparecer en el momento preciso en que se le necesita, para recoger
a los náufragos y guardarlos en su seno por toda la eternidad.
Cuando el Caleuche necesita reparar su casco o sus máquinas, escoge de preferencia los
barrancos y acantilados, y allí, a altas horas de la noche, procede al trabajo.
http://www.redchilena.com/leyendas/elcaleuche.asp
1. ¿Qué es el Caleuche?
A. Un buque rescatista.
B. Un barco de ladrones y asesinos.
C. Un barco que busca tesoros marinos.
D. Un buque mágico tripulado por brujos.
2. ¿Por qué es peligroso mirar el Caleuche?
A. Porque se puede morir ahogado.
B. Porque te obligan a trabajar como tripulante.
C. Porque se puede sufrir un hechizo de castigo.
D. Porque los brujos te transforman en lobo marino.
6. Lee el fragmento:
Cuando el Caleuche se apodera de una persona, la lleva al fondo del mar y le muestra
inmensos tesoros, invitándola a participar en ellos con la sola condición de no divulgar lo
que ha visto. Si no cumple esta condición de silencio, los tripulantes del Caleuche lo
matarían en la primera ocasión que volvieran a encontrarse con él.