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TERMINOS BÁSICOS

I Psicopatología. Psico: alma, mente; Phatos: enfermedad; Logia: estudio. Lo psicopatológico es aquello que puede
causar enfermedad.

I DSM. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. APA.

I CIE. Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud. Europa.

I Clínica. Trastorno

I Intensidad. Leve, moderado, grave, profundo.

I Curso. Remisión parcial o total; Recidiva: sujeto que tuvo la patología, entró en remisión total y esta reapareció.

I Especificadores. Etiquetas que puntualizan aspectos determinados del Tx.

I Diagnóstico. Dx. Conclusión de la naturaleza del problema del paciente basado en evaluaciones clínicas.

II Síntoma. Es una manifestación subjetiva de una afección patológica. Los síntomas los expone el individuo afectado
y no los observa el examinador.

II Signo. Una manifestación objetiva de un estado patológico. Los signos los observa el examinador en vez de
comunicarlos la persona afectada.

II Síndrome. Una agrupación de signos y síntomas que, basándose en su frecuente concurrencia, pueden sugerir una
patogenia común subyacente, un curso, un patrón familiar o la elección del tratamiento.

II Subsindrómico. Por debajo de un nivel o umbral especificado requerido para calificar de una afección particular.
Las afecciones subsindrómicas (formes frustres) son afecciones médicas que no cumplen con todos los criterios para
un diagnóstico porque hay menos síntomas o son menos graves que un síndrome definido, pero que sin embargo
pueden identificarse y relacionarse con el síndrome.

II Episodio (episódico). Una duración específica de tiempo durante el cual el paciente ha desarrollado o
experimentado los síntomas que cumplen con los criterios de diagnóstico para un trastorno mental determinado.
Dependiendo del tipo de trastorno mental, el episodio puede denotar un cierto número de síntomas o una gravedad
o frecuencia especificada de los síntomas. Los episodios se pueden diferenciar en cada caso en un episodio único (el
primero) o en la recurrencia o recaída de múltiples episodios.

II Patrón estacional. Un-patrón de la aparición de un trastorno mental específico en determinadas estaciones del
año.

II Fase residual. Período después de un episodio de la esquizofrenia que ha remitido en parte o completamente,
pero en el cual pueden permanecer algunos de los síntomas, tales como la apatía, los problemas de concentración y
la retracción social.

II Pródromo. Signo o síntoma premonitorio o anticipado de un trastorno.

COGNITIVA

I Estrés. El patrón de respuestas específicas y no específicas que una persona experimenta ante los estímulos que
perturban su equilibrio y que retan o exceden su capacidad de hacerles frente.

I Estresor. Cualquier factor emocional físico, social, económico o cualquier otro factor que perturbe el equilibrio
fisiológico, cognitivo, emocional o de comportamiento normal de un individuo.
I Estresor psicológico. Cualquier evento de la vida o cambio en la vida que pueda estar asociado temporalmente (y
tal vez causalmente) con el inicio, la aparición o la exacerbación de un trastorno mental.

II Estresante traumático. Cualquier evento (o eventos) que pueden causar o implicar la amenaza de muerte, daños
graves o violencia sexual a una persona, un familiar cercano o un amigo cercano.

II Mecanismos de defensa. Mecanismos que median la reacción, del individuo ante los conflictos emocionales y los
factores de estrés externos. Algunos mecanismos de defensa (p. ej., la proyección, la dicotomización, el acting out)
son casi siempre desadaptativos. Otros (p. ej., la supresión, la negación) pueden ser desadaptativos o adaptativos, en
función de su gravedad, su falta de flexibilidad y el contexto en el que se producen.

I Preocupación. Pensamientos desagradables o incómodos que no pueden ser controlados conscientemente


tratando de desviar la atención hacia otros temas. La preocupación es a menudo persistente, repetitiva y
desproporcionada con el tema preocupante (que incluso puede ser una trivialidad).

II Malestar psicológico. Una variedad de síntomas y experiencias de la vida interna de una persona que tienden a ser
preocupantes, confusos o fuera de lo común.

EMOCIONAL

I Acceso de cólera. Arrebato emocional (también llamado berrinche), que se asocia generalmente a los niños con
malestar emocional, y por lo general se caracteriza por terquedad, lloros, gritos, vociferación, resistencia a los
intentos de pacificación y, en algunos casos, golpes. Se puede perder el control físico y la persona puede ser incapaz
de permanecer quieto, e incluso aunque se cumpla el "objetivo" de la persona, no se la puede calmar.

II Afectividad negativa. Experiencias frecuentes e intensas de alto grado de una amplia gama de emociones
negativas (p. ej., la ansiedad, la depresión, la culpa/vergüenza, la preocupación, el enojo), y sus manifestaciones de
comportamiento (p. ej., la autolesión) e interpersonales (p. ej., la dependencia).

II Afectividad restringida. Escasa reacción de respuesta emocional ante situaciones; expresión emocional
constreñida, indiferencia y frialdad durante la participación en situaciones normales.

I Desapego. Evitación de la expresión socioemocional, que incluye el RETRAIMIENTO SOCIAL (que abarca desde las
interacciones diarias casuales a las interacciones con amistades y relaciones íntimas [esto es, la EVITACIÓN DE LA
INTIMIDAD]) y la AFECTIVIDAD RESTRINGIDA, sobre todo una capacidad hedónica limitada.

I Miedo. Una reacción emocional a una amenaza percibida de forma inminente o a un peligro asociado con impulsos
de huir o luchar.

II Nerviosismo. Sentimientos de intranquilidad o tensión en respuesta a diversas situaciones; preocupación


frecuente por las consecuencias negativas de las experiencias desagradables del pasado y por la posibilidad de otras
futuras negativas; sentirse temeroso y aprensivo acerca de la incertidumbre, esperando que suceda lo peor.

II Ataque de nervios. El ataque de nervios es un síndrome que se caracteriza por síntomas de intenso malestar
emocional, como ansiedad, enfado o pena agudos, chillar y gritar descontroladamente, ataques de llanto, temblores,
calor en el pecho que sube a la cabeza, y agresividad verbal y física. Las experiencias disociativas (p. ej., la
despersonalización, la desrealización, la amnesia), los episodios de apariencia convulsiva o de desmayo, y los gestos
suicidas destacan en algunos ataques, pero están ausentes en otros. Una característica general de un ataque de
nervios es la sensación de haber perdido el control. Los ataques a menudo suceden como el resultado director de un
acontecimiento estresante relacionado con la familia, como la noticia de la muerte de un pariente cercano, de los
conflictos con el cónyuge o los hijos, o por presenciar un accidente en el que está implicado un miembro de la
familia. Para una minoría de individuos, los ataques no están desencadenados por ningún evento social en particular,
sino que son las experiencias de malestar acumuladas lo que les hace vulnerables a perder el control.
II Nervios. Los nervios son una expresión de malestar. Nervios se refiere a un estado general de vulnerabilidad a las
experiencias vitales estresantes y a las circunstancias vitales adversas. El término nervios incluye un amplio abanico
de síntomas de malestar emocional, alteraciones somáticas e incapacidad para funcionar. Los síntomas más
habituales que se atribuyen a los nervios incluyen la cefalea y el "dolor de cerebro" (tensión cervical occipital), la
irritabilidad, las alteraciones estomacales, las dificultades para dormir, el nerviosismo, el llanto fácil, la incapacidad
para concentrarse, los temblores, las sensaciones de hormigueo y los mareos. Nervios es una expresión amplia de
malestar que abarca un espectro de gravedad que implica desde casos sin trastorno mental hasta presentaciones
similares a los trastornos de adaptación, de ansiedad, depresivos, disociativos, de síntomas somáticos o psicóticos.
"Ser nervioso desde la infancia" parece ser más bien un rasgo y puede preceder al trastorno de ansiedad social,
mientras que "estar enfermo de los nervios" está más relacionado que otras formas de nervios con los problemas
psiquiátricos, en especial con la disociación y con la depresión.

II Susto. El susto es una explicación cultural del malestar y el infortunio. El susto es una enfermedad atribuida a un
suceso que asusta y hace que el alma abandone el cuerpo, dando como resultado infelicidad y enfermedad, además
de dificultades para desempeñar los papeles sociales clave. Los síntomas pueden aparecer en cualquier momento
desde días hasta años después de sufrir el suceso que le asustó. En los casos extremos, el susto puede producir la
muerte. No hay síntomas específicos que definan el susto; sin embargo, los síntomas que suelen referir las personas
con susto son alteraciones del apetito, sueño inadecuado o excesivo sueño turbado o sueños, sentimientos de
tristeza, baja autoestima o suciedad, sensibilidad interpersonal, y falta de motivación para hacer nada. Los síntomas
somáticos que acompañan al susto pueden ser molestias y dolores musculares, frío en las extremidades, palidez,
cefalea, dolor abdominal y diarrea. Los acontecimientos precipitantes son diversos e incluyen fenómenos naturales,
animales, situaciones interpersonales y entes sobrenaturales, entre otros.

CONDUCTUAL

II Autodirección. Búsqueda de metas de vida coherentes y significativas a corto plazo; utilización de las normas
internas constructivas y prosociales de comportamiento; capacidad para autorreflexionar productivamente.

I Negativismo. Oposición a propuestas o consejos, comportamiento opuesto al que corresponde en una situación
específica o en contra de los deseos de los demás, incluyendo la resistencia directa a los esfuerzos para moverle.

I Búsqueda de atención. Conductas diseñadas para atraer el interés y la admiración de los demás, haciendo de uno
mismo el foco de la atención.

I Manierismo. Un estilo individual, peculiar y característico del movimiento, acción, pensamiento o discurso.

II Presión del habla. El habla se incrementa en cantidad, se vuelve acelerada y difícil o imposible de interrumpir, Por
lo general, también es fuerte y enfática. Con frecuencia la persona habla sin estímulo social y puede continuar
hablando a pesar de que nadie le esté escuchando.

II Asunción de riesgos. Participar innecesariamente, y sin tener en cuenta las consecuencias, en actividades
peligrosas, de riesgo y potencialmente autolesivas, con una falta de preocupación por las limitaciones de uno mismo
y negación del peligro personal real, y una búsqueda desenfrenada de las metas sin importar el nivel de riesgo
implicado.

I Reacciones de sobresalto. Una reacción involuntaria (reflexiva) a un estímulo repentino e inesperado, como un
ruido fuerte o un movimiento brusco.

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