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TEMAS DE DERECHO PROCESAL PENAL.

ULTIMOS MODELOS DE SISTEMAS


PROCESALES EN EL PERU:
Dr. Duberlí Rodríguez Tineo.
Presidente Segunda Sala Penal
Corte Superior de Justicia de Lambayeque.

1.-SISTEMA PROCESAL MIXTO: está contenido en el viejo Código de Procedimientos


Penales de 1,939 que entró en vigencia en 1,940. La etapa de la instrucción es de carácter
inquisitivo y el juicio oral se adecua al modelo acusatorio. Rige ya por alrededor de 63 años.
Este Código aprobado dentro de la vigencia de la Constitución Política de 1,933 ha
sobrevivido a las últimas Constituciones de 1,979 y la de 1,993.

Recordemos que desde una perspectiva histórica del derecho procesal penal el sistema
inquisitivo se concentra en aspectos negativos como: acentuado bloqueo del derecho de
defensa del imputado, investigación secreta o reservada, escritural y uso de la violencia o
coacción para arrancar la confesión del procesado . De este momento viene la trillada frase “ a
confesión de parte relevo de prueba” convirtiéndose esta autoinculpación en la reina de las
pruebas, acompañada de la valoración legal o prueba tasada que realizan los jueces para
sentenciar.

2.-SISTEMA PROCESAL ACUSATORIO GARANTISTA: está recogido en el Código


Procesal Penal de 1,991, empero apenas 22 artículos han entrado en vigencia luego de
sucesivas prórrogas que le otorgan la condición de ser el único Código, al parecer en el Perú
y en el mundo con las “vacatio legis” más prolongadas de la historia pues, desde el 27 de
abril de 1,99l, en que fue promulgado con el Decreto Legislativo Nro. 638 hasta la fecha ya
han transcurrido más de 12 años .

Este modelo incorpora el sistema acusatorio garantista donde aparecen claramente


diferenciadas las funciones del juez, del fiscal y de la defensa. El Ministerio Público tiene a
su cargo la denuncia, la investigación del delito y la acusación; por su parte la defensa se
ocupa de buscar la absolución o la atenuación de la pena del imputado y al juez como
suprapartes, como tercero imparcial, le toca sólo decidir o juzgar.

Existe de manera predominante en el mundo, sobre todo en países con Estado de Derecho, la
tendencia hacia modelos procesales de corte acusatorio donde al Ministerio Público se le
asigna un rol protagónico en el proceso penal siendo la más relevante la dirección de la
investigación y el monopolio de la carga de la prueba.

En la actualidad, en la práctica común, la investigación de los delitos se reparte en tres


funcionarios diferentes: la policía que tiene el control material de la investigación elaborando
los atestados policiales, el Ministerio Público que es el director formal de la investigación
durante la fase prejurisdiccional y el juez penal que se convierte en director de la
investigación judicial durante la fase de la instrucción conforme lo dispone el art. 49 del C. de
P. P. violándose el art. 159 numeral 4 de la Constitución que dispone que el Ministerio
Público conduce desde su inicio la investigación del delito.

El nombre del “principio acusatorio” expresa certeramente el criterio imperante en el


proceso penal según el cual se necesita una acusación entendida como la imputación a una o
varias personas concretas, de determinados hechos, para el inicio del juicio oral y para una
sentencia de condena.
En el modelo acusatorio existe una clara distribución de roles en dos órganos distintos para la
investigación y el juzgamiento: Ministerio Público y Poder Judicial. Los fiscales investigan y
los jueces juzgan.

¿EXISTE AHORA UN DISEÑO CONSTITUCIONAL DEL PROCESO PENAL


PERUANO?

La respuesta es sencillamente no. El proceso penal sumario en todas sus fases es


inconstitucional, el juez al convertirse en instructor o investigador asume el papel de
parte y pierde imparcialidad cuando él mismo tiene que sentenciar. La doctrina española
lo llama el “juez contaminado” y sostiene la necesidad de la vigencia del principio del “
juez no prevenido” que implica que los jueces que han de dictar sentencia no deben
haber intervenido en la instrucción y carecer, por ende, de las prevenciones o prejuicios
prácticamente inevitables que surgen como consecuencia de una labor de instrucción o
investigación. Así en una sentencia del Tribunal Constitucional Español de julio de
1998 se hizo respetar el principio del juez no prevenido estableciendo “ el derecho al
proceso ante un juez imparcial, había de estimarse inconstitucional que el juez
instructor dictase sentencia o interviniese en ella”.

El proceso ordinario vigente también tiene un sello anticonstitucional ya que en su primera


fase encarga la labor de investigación al Juez y no al fiscal y sólo en el juicio oral se adecua a
los parámetros del sistema acusatorio.

La afirmación deriva del incumplimiento del mandato constitucional contenido en el numeral


cuatro del art. 158 que establece que corresponde al Ministerio Público la conducción en la
investigación del delito y del art. 5l que señala que la Constitución prevalece sobre toda
norma legal. Lamentablemente, actualmente , siguen vigentes en un 95 % las normas del
inconstitucional modelo procesal penal previsto en el caduco Código de Procedimientos
Penales de 1,940.

No existe voluntad política en el Congreso y en el actual gobierno para disponer que entre en
vigencia total el Código Procesal Penal de 1991. Se han conformado nuevas Comisiones
Revisoras con proyectos y públicos criterios divergentes lo que permite inferir que esta
anómala situación procesal, coexistencia de dos normas inconstitucionales: Código de
Procedimientos Penales de 1940 y Decreto Legislativo 124, con proceso ordinario y sumario,
seguirá prolongándose por mucho tiempo cuando lo más sencillo es que entre en vigencia
plena el Código Procesal Penal de 1,991 por haber sido aceptado por la comunidad jurídica y
si hay necesidad de realizar alguna modificaciones se hará una vez esté vigente en todo su
articulado.

Nuestro actual Código Político o Constitución contiene no menos de 15 normas que


consagran derechos y garantías constitucionales relacionados con el proceso penal las que
incorpora el Código del 91. Debemos tener presente que la primera declaración de voluntad
del Estado en materia penal, está en la Constitución y no en los Códigos.

Goldschmidt sostiene que “ el proceso penal de una nación es el termómetro de los elementos
autoritarios de la Constitución”. A su vez Claus Roxin, agrega “ el proceso penal es el
sismógrafo de la Constitución de un país”.
En la medida que el actual proceso penal ordinario, diseñado en el Código de 1,940, y el
proceso penal sumario normado por el Decreto Legislativo Nro. 124 de 1,981, no se
subordinan a la Constitución de 1,993, podemos concluir señalando que el diseño del actual
proceso penal peruano es inconstitucional, más aún si se tiene en cuenta que el 90% de los
procesos penales se siguen en la vía sumaria incluido el delito de homicidio simple. Sólo con
la aplicación total del Código Procesal Penal de 1,991 tendremos un diseño constitucional.

ULTIMOS CAMBIOS EN LA LEY PROCESAL PENAL

1.-PROHIBICION DE LA REFORMATIO IN PEIUS:

Mediante la Ley 27454, del 23 de mayo del 2001, se modificó el art. 300 del C. De P. P.
recogiéndose el viejo clamor de la doctrina nacional e internacional de lo irracional de la
aplicación de la reforma en peor cuando el impugnante es sólo el agraviado con una
resolución judicial dictada en la jurisdicción penal.

Empero, con esta modificación, si el Ministerio Público interpone el recurso de nulidad la


Corte Suprema puede modificar la pena impugnada, aumentándola o disminuyéndola, o
también puede absolver al acusado. Sólo en este caso sí se puede aplicar la reforma en peor.
El mismo criterio se aplica para la apelación en los procesos sumarios regulados por el
Decreto Legislativo 124.

2.-OBLIGACION DE FUNDAMENTAR EL RECURSO DE NULIDAD:

Con la modificación del art. 300 del C. de P. P se obliga también a los sujetos procesales que
impugnen un fallo: Ministerio Público, sentenciado y parte civil, a fundamentar el recurso
dentro de 10 días de interpuesto, caso contrario se declara inadmisible. Así como al órgano
jurisdiccional se le obliga por mandato constitucional a motivar o fundamentar sus decisiones,
igualmente quienes las impugnan ahora deben sustentarlas.

3.-MEDIDA CONTRACAUTELAR DE VARIACIÓN DE OFICIO DEL MANDATO


DE DETENCIÓN:

Con la Ley 27226, del 17 de diciembre de 1999, se modifica el art. 135 del C. P. P por el cual
el juez, por su propia iniciativa o a pedido de parte, podrá variar el mandato de detención
cuando nuevos actos de investigación debiliten las pruebas que dieron lugar a la detención.

4.-MANDATO DE DETENCIÓN PARA DELITOS CULPOSOS:

Con la Ley 27753, del 9 de junio del 2002, que modifica los arts. 111, 124 y 274 del Código
Penal referidos a homicidio culposo, lesiones culposas y conducción en estado de ebriedad o
drogadicción también se modifica el art. 135 del C. P. P permitiendo que se pueda dictar
prisión preventiva no sólo para delitos dolosos sino también para los culposos, por cuanto al
elevarse las penas, no menor de 4 ni mayor de 8, en un pronóstico de pena superior a los 4
años el juez puede ordenar mandato de detención.

5.-DURACION DE LA DETENCIÓN PREVENTIVA SIN SENTENCIA. LIBERTAD


POR EXCESO DE PRISON PREVENTIVA Y AMPLIACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN
A 8 MESES EN EL PROCESO ORDINARIO.
Mediante la Ley 27553, del 12 de noviembre del 2001, se dispone que la prisión preventiva
no excederá de 9 meses en el procedimiento ordinario( entiéndase que se refiere al actual
proceso sumario) y de 18 meses en el procedimiento especial ( entiéndase como tal al proceso
ordinario actual).

Este plazo se puede duplicar en caso de delitos de TID, terrorismo, espionaje y otros de
naturaleza compleja seguidos contra más de 10 imputados o en agravio de igual número de
personas. Anteriormente en los procesos ordinarios el plazo máximo de detención preventiva
era de 15 meses.

Al vencimiento de los plazos aludidos cuando no se ha pronunciado la sentencia de primer


grado el juez deberá ordenar la inmediata libertad del inculpado. Sin embargo, la norma
prevé otra prolongación de la investigación por un plazo igual pero requiere de la emisión de
un auto debidamente motivado a solicitud expresa del Fiscal (no de oficio) y con audiencia
del inculpado.

Esta misma ley concede la facultad al juez para ampliar por 8 meses más el plazo de la
investigación en los procesos ordinarios con lo cual la fase indagatoria tendrá una duración de
14 meses, más de un año, hecho que vulnera el principio procesal penal referido al imputado a
ser juzgado en un plazo razonable, ni muy largo ni muy corto.

6.-LEY QUE AGILIZA LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD:

Mediante la Ley 27664, del 7 de febrero del 2002, se modifica el art. 2 del C. P. P referido al
principio de oportunidad, estableciendo en su parte final que el juez puede dictar el auto de
sobreseimiento no sólo a petición del Ministerio Público sino de la propia parte agraviada
bajo los supuestos que prevé el mencionado artículo.

7.-SE PROHIBE TERMINANTEMENTE EL RECURSO DE NULIDAD EN LOS


PROCESOS SUMARIOS:

A través de la Ley 27833, del 21 de septiembre del 2002, se modificó el art. 9 del Decreto
Legislativo Nro. 124 que regula el proceso sumario, disponiéndose que cuando se declara
fundada una queja por denegatoria del recurso de apelación si se declara fundada el superior
concederá el recurso y una vez cumplida la instancia plural no procede ningún recurso.Ya no
se admite quejas por denegatoria de recurso de nulidad en los procesos sumarios.

Lamentablemente algunas Salas de la Corte Suprema lo siguen concediendo aplicando, a


nuestro entender, de manera errada sus facultades de casación desconociendo que el art. 14l
de la Constitución otorga la facultad de fallar en casación o en última instancia cuando la
acción se inicia en una Corte Superior o ante la propia Corte Suprema y las resoluciones del
Fuero Militar. Ese no es el caso del proceso sumario. Ni menos se puede invocar el último
párrafo del art. 292 del C. de P. P porque este Código regula el proceso penal ordinario en
tanto que al sumario lo regula el Decreto Legislativo 124

La instancia plural que consagra el numeral 6 del art. 139 de la Constitución la precisa el art.
11 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que dispone que lo resuelto en segunda instancia
constituye cosa juzgada, es decir sólo hay dos instancias. La pregunta es: acaso prima el
principio de la desconfianza en el sentido que los magistrados de segunda instancia son
incapaces hasta para resolver vía apelación un proceso sumario y que todos deben conocerse
en la Corte Suprema, como tercera instancia, incrementando más su carga procesal.

8.-RECONOCIMIENTO DEL DERECHO A LA NO AUTOINCRIMINACION DEL


IMPUTADO O INTERPRETACIÓN DE SU SILENCIO:

Mediante la Ley 27834, del 21 de septiembre del 2002, se reconoce el derecho a la no


autoinculpación o no autoincriminación del imputado al modificar el art. 127 del C. de P. P
señalándose que el silencio del inculpado no puede ya considerarse como indicio o presunción
de culpabilidad .

9.-SE ESTABLECE LA DETENCIÓN PRELIMINAR A PEDIDO DEL FISCAL, SE


REGULA LA INTERVENCIÓN DE LA POLICIA, DEL MINISTERIO PUBLICO Y
SE PRECISA EL CONCEPTO DE FLAGRANCIA:

Con la Ley 27934, del 12 de febrero del 2002, durante la investigación preliminar, en casos de
urgencia y peligro en la demora, el fiscal penal podrá pedir la detención preliminar al Juez
hasta por 24 horas, cuando se dan cualquiera de los tres supuestos de flagrancia, medida
diferente a la detención preventiva que la dicta el juez en el auto apertorio de instrucción.
Cuando el Juez autorice esta detención preliminar se comunicará a la policía por correo
electrónico, facsímil, teléfono u otro medio que garantice la veracidad del mandato.

Se precisa el concepto de flagrancia: cuando la realización del hecho punible es actual y en


ese momento es descubierto el agente infractor, cuando el autor es perseguido y detenido
inmediatamente después del hecho punible o cuando es sorprendido con objetos o huellas que
revelan que acaba de ejecutarlo.

10.-SE SUPRIME LA LIBERTAD DE DETENIDOS POR INFORMES FINALES


COINCIDENTES DEL FISCAL Y DEL JUEZ PENAL EN PROCESOS ORDINARIOS
Y SE ALIGERA TRAMITE PARA ELEVACIÓN DE EXPEDIENTES A LA SALA
PENAL CONCLUIDA LA INVESTIGACIÓN JUDICIAL.

La Ley 27994, del 6 de junio del 2003, ha derogado el art. 200 del C.de P.P que facultaba al
Juez otorgar libertad al imputado con prisión preventiva por informes finales coincidentes de
los magistrados de primera instancia, juez y fiscal, cuando éstos se pronunciaban por su
inocencia.

Con esta norma ya no existe la obligación del Fiscal y del Juez de emitir informes finales con
opinión sobre la responsabilidad o irresponsabilidad del encausado, lo que constituía una
suerte de prejuzgamiento. Ahora el informe sólo consignará un resumen de diligencias,
incidencias y la situación jurídica del inculpado, si está en cárcel o está como ausente o
contumaz. Luego se elevará el expediente a la Sala Penal.

11.-CON NORMAS ADMINISTRATIVAS DEL CONSEJO EJECUTIVO DEL PODER


JUDICIAL SE DICTAN DISPOSICIONES PARA LOGRAR CELERIDAD Y
EFICIENCIA EN CAUSAS PENALES. SE ESTABLECE EL TRIBUNAL
UNIPERSONAL PARA APELACIONES EN PROCESOS SUMARIOS.
Con la finalidad de alcanzar celeridad y eficiencia en el proceso penal mediante Resolución
Administrativa N° 111-2003 publicada el 25 de septiembre último el Consejo Ejecutivo del
Poder Judicial ha aprobado entre las más importantes las siguientes disposiciones:
- Debida y sustentada motivación de todas las resoluciones judiciales.
- Motivación de cada uno de los requisitos del mandato de detención.
- Las cuestiones previas y excepciones interpuestas después de la acusación fiscal en los
procesos sumarios no dará lugar a formar incidente aparte y serán resueltas en la
sentencia.
- En procesos sumarios y ordinarios no se concederán plazos ampliatorios de la instrucción
cuando ya se los haya concedido conforme a la norma procesal.
- En los juicios orales no se admitirá que sólo se instale la audiencia, salvo inconcurrencia
de testigos, peritos o complejidad de la causa.

Con otra resolución signada con el N° 112-2003 se dispone que las apelaciones en los
procesos sumarios serán resueltas por la Sala en pleno cuando:
- El delito imputado esté sancionado con pena mayor a los seis años.
- Haya pluralidad de agentes con más de tres encausados.
- Haya pluralidad de delitos.

En los demás casos las apelaciones serán vistas por un integrante de la Sala Penal quien
actuará como Tribunal Unipersonal. Estos criterios rigen para las Cortes que cuenten con tres
o más Salas Penales.

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