Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
DOCENTES:
• MIGUEL DÍAZ
• SANDRA LÓPEZ
AÑO: 2013
Índice
INTRODUCCION _______________________________________
DESARROLLO____________________________________
Héctor Cavallari: “Adán Buenosayres: Discurso, Texto y Significación”.
El martinfierrismo en Adán Buenosayres: Características de su
escritura.
“Un Adán en Buenos Aires” por Julio Cortazar.
Elementos contrastante del texto: lo celeste-lo terrestre/ lo material-lo
espiritual/ lo esencial-lo aparente.
Función que cumplen los proverbios, refranes y dichos populares.
Luís Guzmán “Adán Buenosayres: la saturación del procedimiento”.
Genero al que pertenece la novela “Adán Buenosayres”.
Datos históricos citados en la obra y la relación con la época.
Biografía de Leopoldo Marechal.
Esquema.
Complejidad de la prosa y los planos o niveles de significación.
Dedicatoria.
¿Por qué el título de un “Prólogo Indispensable”? .
Explicación de ciertos párrafos.
Síntesis de la novela “Adán Buenosayres”.
Extracto de la novela.
ANEXO
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION
La obra de Leopoldo Marechal (1900-1970) abarca tres tomos que incluyen
poesías, varias novelas, un par de obras de teatro y un grupo de ensayos. Sin
embargo, para la literatura argentina, hablar de Marechal es hablar de Adán
Buenosayres. Caótico y de difícil lectura e interpretación, plagada de
desmesuras, o autobiografía que nos lleva a las reflexiones más profundas del
mundo material y espiritual; la obra de más de 700 páginas se dio a conocer en
el año 1948 y desde entonces ha suscitado las más numerosas críticas y dio a
su autor el reconocimiento más significativo de toda su producción literaria.
Nadie puede negar, después de realizar diversas lecturas sobre el tema,
que Adán Buenosayres generó un sin número de críticas y sorpresas en el
mundo de los literatos, pero aún más entre sus compañeros contemporáneos
Martinfierristas –algunos de los cuales se vieron identificados con los
personajes y se sintieron agraviados por Marechal, quien se “disculpó”
explicando que una de las claves de su novela era la utilización de un “Humor
angélico” (Marechal, 1974: 133) que permitiría a sus alegres conciudadanos
mirarse y mirar a la luz de él. La obra recibió así más críticas que elogios.
Desde la estructuración de su materia lingüística hasta la materia misma con
que fue escrita Adán Buenosayres representó para algunos el “infierno” de la
literatura argentina y para otros el comienzo de una nueva literatura.
DESARROLLO
Sus rupturas son puertas a un nuevo mundo de matices del paisaje. Mendiante
el uso del lenguaje gauchesco.
Enunciados:
Proverbios:
Dicho popular:
Un dicho es un conjunto de palabras que se da al expresar algo que no
coincide con el sentido literal de las mismas. Los dichos (también
llamados dichos populares) expresan un concepto similar al del modismo (un
hábito, un lugar común, una costumbre lingüística que tiene la función de
ahorrar energía) o la locución adverbial siendo en ocasiones difícil distinguir
entre estas tres expresiones.
Los refranes son frases tradicionales que contienen alguna ENSEÑANZA. Son
pintorescos y muy gráficos, pero en el fondo nos dejan una moraleja.
El escritor Leopoldo Marechal mostró en esta su primera obra literaria, que más
tarde caracterizarían como nueva novela argentina, de la que es considerado
como uno de los principales precursores. Un relato clásico que no ha perdido
relevancia ni frescura con el paso del tiempo.
Adán Buenosayres es una epopeya humorística del mantinfierrismo, una
novela en clave cuyos personajes encubren a muchos de los camaradas
literarios del autor, representa por sus hallazgos idiomáticos, por su manejo del
humorismo y por su concepción, uno de los hitos de la narrativa argentina.
Marechal dijo sobre su novela:
Al escribir mi Adán Buenosayres no entendí salirme de la poesía. Desde muy
temprano, y basándome en la Poética de Aristóteles, me pareció que todos los
géneros literarios eran y deben ser géneros de la poesía, tanto en lo épico, lo
dramático y lo lírico. Para mí, la clasificación aristotélica seguía vigente, y si el
curso de los siglos había dado fin a ciertas especies literarias, no lo había
hecho sin crear "sucedáneos" de las mismas. Entonces fue cuando me pareció
que la novela, género relativamente moderno, no podía ser otra cosa que el
"sucedáneo legítimo" de la antigua epopeya. Con tal intención escribí Adán
Buenosayres y lo ajusté a las normas que Aristóteles ha dado al género
épico. – Datos de L.M. Wikipedia -
Datos históricos citados en la obra y la relación con la época.
En 1929, sus Odas para el hombre y la mujer ilustran una poética apoyada en
el equilibrio de las formas clásicas y en las preocupaciones filosóficas
relacionadas con el universo platónico en el cual hay orden, armonía y medida.
Finalmente, en el Heptamerón de 1966 Marechal hace la "biografía" de su alma
en siete cantos que desarrollan los grandes temas de su obra poética: la patria,
la estética, la alegría, la vida y la muerte. Ese mismo año El poema de robot
amplía esa temática confrontando el mundo del espíritu y la belleza, con el
mundo demoníaco de la maquina, con la desalmada era industrial, siguiendo
siempre fundamentos teológico-religiosos. Después de muchos años de
elaboración, publica en 1948 su famosa novela Adán Buenosayres, donde el
protagonista, en los tres días anteriores a su muerte simbólica y resurrección,
ejecuta un itinerario simbólico y metafísico por distintas zonas de la ciudad,
conviviendo con innumerables personajes del arrabal y de las tertulias literarias
que despliegan diferentes teorías de un lenguaje jocoso o de pretensiones
serias. En 1965 vio la luz, El banquete de Severo Arcángelo y al año siguiente
un ensayo titulado Claves de Adán Buenosayres, donde explicita un conjunto
de datos y referencias que explican la génesis de esa novela y las claves
teóricas que la sustenta. Es también autor de varias piezas teatrales entre las
que se destaca Antígona Vélez (1951). La Fundación Leopoldo Marechal se
dedica en la actualidad a la difusión de su vida y de su obra.
* Equema
Entusiasmada historia”
- Si bien los recursos utilizados por el autor son un tanto extraños, pero es
lo que hace presentar o describir a Adán. No es por utilizar otros recursos y
alcanzar la originalidad típica de un texto o novela en este caso, sino que se los
usó por que eran necesarios para hacer un Adán Buenosayres Único.
Síntesis de la novela:
Lírico-poético
“...Y hubo cierta edad en que los días empezaban en una canción de tu madre:
Cuatro palomas blancas,
cuatro celestes:
Cuatro coloraditas
me dan la muerte.”
Lo popular
“¿Dónde están aquellos hombres y esas chinas,
Vinchas rojas y chambergos que Requena conoció?
¿Dónde está mi Villa Crespo de otros tiempos?
Se vinieron los judíos
Triunvirato se acabó…”
Lo irónico
“Luego, acabada la ceremonia con que se había celebrado tu bautismo de
locura, te uniste a los monos iniciáticos y la noción del tiempo se desvaneció en
la sala de baile”.
Lo real
“Pero refrena tu lirismo, encabritado lector, y descolgándote de la región
excelsa en que te puso mi estilográfica desciende conmigo al barrio de Villa
Crespo, frente al número 303 de la calle Monte Egmont…”
Lo erótico
“¡Ciertamente, Irma era un grito desnudo toda ella! Pero un grito de dieciocho
años... Y Adán le había dicho que sus ojos eran iguales a dos
mañanas juntas, o tal vez la besó: estaban en primavera, y el fuerte olor de los
paraísos quizá les había encabritado la sangre, a ella que estiraba las cobijas
de su cama, encorvándose toda como un arco vivo, y a él que había olvidado
su lectura para mirar lo que deseaba ella que viese sin que dejara él de
imaginar que no quería ella, ni sospechase que ella quería que no sospechara
él que ella quería que viese, ¡oh, Eva!
Y Adán siguió la línea de sus brazos desnudos que al tenderse mostraban dos
vellones de negrura, o vio el arranque de sus muslos verdimorenos como la piel
de las manzanas; y de pronto había sentido que una bruma espesa,
levantándose de su ser, le borraba memoria y entendimiento, hasta dejarle sólo
una voluntad de agresión que lo empujaba temblando hacia Irma. Y como los
ojos de Adán preguntaran «¿sí?», ella respondió «sí» con los ojos. Después
era como extraviar este mundo (olvidarlo y olvidarse), para volverlo a encontrar
en seguida (recordarlo y recordarse), pero un mundo ya sin lustre y sucio de
groseras melancolías, como si el alma hubiese perdido en su naufragio la
visión de la gracia inteligible que ilumina las cosas. Por último se habían
alejado uno del otro, sin mirarse ni hablarse: Adán la oyó reír en la escalera y
chacharear después abajo, como si nada hubiese ocurrido; y él se quedó allí
saboreando su vergüenza, su remordimiento inútil, su ira contra sí mismo por
haberse dejado enredar otra vez en el famoso truco de la Natura (¡salud, viejo
Schopenhauer!)”.
ANEXO
El astrólogo Schultze
Vuelvilla - 1936
BIBLIOGRAFIA