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Hebreos 3:12 TITULO: NO PONGA LA FE EN SU FE TEMA: LA INCREDULIDAD

La incredulidad es el pecado que sirve como puerta al reino de las tinieblas. Lo que la fe significa
para la salvación lo es la incredulidad para la condenación. Así como ningún escrito acerca del plan
de salvación está completo sin tratar el tema de la fe, igualmente ningún escrito acerca de la obra del
diablo está completo sin tratar el tema de la incredulidad.

La fe es la unidad monetaria del reino de los cielos. Cuando usted va buscar alimentos al
supermercado, los obtiene con dinero. Pero nosotros recibimos de Dios por fe.
La fe es el mayor activo que tenemos.
La incredulidad es el obstáculo más grande.
La incredulidad es jefe de la maldad.
La incredulidad es la madre del pecado, el padre del pecado, el origen del pecado.
El pecado de todos los pecados es la incredulidad.
La incredulidad hizo pecar a Eva contra Dios en el jardín del Edén, porque no creyó la Palabra de
Dios.
Los israelitas no entraron a la tierra prometida porque la incredulidad cerró las puertas. La Biblia
dice: "Y vemos que ellos no pudieron entrar debido a su incredulidad (ver Hebreos 3:19).
La incredulidad de la gente ató las manos de Jesús cuando estaba en su propia ciudad natal. La
Biblia dice: "Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos" (Mateo 13:58). El
Dios soberano se ha limitado muchas veces a trabajar según la fe, según la creencia del pueblo de
Dios.
¿Cuál es el pecado que manda hoy a la gente al infierno? No es, la mentira, el asesinato, la violación
o los incendios provocados. Tampoco es la perversión sexual, el orgullo o la arrogancia. ¡Es la
incredulidad! ¿Sabe? Jesús murió por todos esos pecados.
Todos han sido pagados con su preciosa sangre. La Biblia dice: "El que cree en él no es condenado;
pero el que no cree ya ha sido condenado, porque NO HA CREÍDO EN EL NOMBRE DEL
UNIGÉNITO HIJO DE DIOS" (Juan 3:18). La incredulidad no les permite ver que en ese nombre (el
de Jesús) está el perdón de los pecados y la sangre expiatoria que limpia de obras muertas en el
bautismo.
La incredulidad es la que cierra la puerta al cielo. "¿'Si puedes...'? ¡Al que cree todo le es posible!"
(Marcos 9:23).
En el reino espiritual, si usted no cree, nada es posible. La Biblia dice en Romanos 1:17: "...el justo
vivirá por la fe". Así como usted vive físicamente por medio de la respiración y de la nutrición que
obtiene por medio de la comida, también vive espiritualmente por la fe.
Piense en todo lo que recibimos por la fe:
• La salvación: "Justificados, pues, POR LA FE, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo" (Romanos 5:1).
• La llenura del Espíritu: "para que la bendición de Abraham llegara por Cristo Jesús a los gentiles,
a fin de que recibamos la promesa del Espíritu POR MEDIO DE LA FE" (Gálatas 3:14).
• La victoria sobre el mundo. "Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la
victoria que ha vencido al mundo: NUESTRA FE" (1 Juan 5:4).
• La victoria sobre Satanás: "Y sobre todo, armaos con EL ESCUDO DE LA FE con que podréis
apagar todos los dardos de fuego del maligno" (Efesios 6:16).
• Santificación: "...para que reciban perdón de pecados y una herencia entre los santificados por la
FE EN MÍ" (Hechos 26:18).
PIENSE EN TODOS LOS PROBLEMAS QUE SURGEN CUANDO NO EJERCEMOS LA FE:
• Preocupación: "Dios, no creo que puedas controlar esto".
• Soledad: Dios parece lejano de mí.
• Culpa: Nuestra glándula de culpa se sobrecarga porque no confiamos en la limpieza de Dios. La fe
es que nosotros creamos en la aceptación de Dios hacia nosotros.
• Desobediencia: Si realmente creyéramos en la Palabra de Dios, no la violaríamos.
A veces la gente dice: "Sólo tenga fe, sólo crea". Cuando una persona me dice: "Sólo tenga fe", la
primera pregunta que llega a mi mente es: ¿Fe en qué? Cuando dicen: "Sólo crea". Yo pregunto:
"¿Sólo crea en qué?". No hay poder en la sola fe.
No piense que hay algo místico o mágico en el solo hecho de creer. Su fe no es mejor que el objeto
de la misma. La fe puesta en el objeto equivocado es peligrosa. No es la fe la que mueve montañas;
es Dios el que lo hace.
En Marcos 11:22, la Biblia dice: "Respondiendo Jesús les dijo: 'Tened fe en Dios'''.
Jua_11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto,
vivirá
Esa fe que dice Jesús es en sus promesas y en su poder. Si no conocemos sus promesas no
podemos tener fe en ellas y ver su poder obrando.
Si no tenemos fe que su nombre nos puede perdonar los pecados, en las aguas del bautismo, jamás
recibiremos el perdón de Dios de otro modo en la dispensación de la gracia y la incredulidad será la
gran vencedora.
NO PONGA SU FE EN LA FE
Si usted pone fe en la fe, es un blanco fácil para la incredulidad.
La incredulidad vendrá y le dirá: -No eres tan bueno como para ser salvo. Usted debe decirle: -Ya
lo sé, pero no tengo la fe puesta en mí.
La incredulidad le dirá: -Hay hipócritas en la iglesia. Usted debe decirle: -No estoy poniendo mi fe
en los hipócritas. Estoy confiando en el Señor.
La incredulidad le dirá: -Pero no te sientes como debieras sentirte. Usted debe decirle: -No estoy
confiando en mis sentimientos. Estoy confiando en el Señor... Si alguna vez la incredulidad intenta
esta táctica con usted, sólo dígale: -No estoy poniendo mi fe en la fe. Mi fe está puesta en Jesús, en
su nombre, en su sangre y en sus promesas.
¿Recuerda lo que la Biblia dice en Hebreos 12:2? Debemos tener "puestos los ojos en Jesús, el
autor y consumador de la fe...". Es decir, mirando a Jesús. No mire su apariencia.
No ponga la fe en su fe. Ponga la fe en Dios. La realidad de la fe no es pensamiento positivo. No es
la fe en la fe; es la fe en Dios.
Una fe débil puesta en el objeto correcto es mejor que una fe fuerte puesta en el objeto equivocado.
Usted puede preguntar: "¿Honrará Dios la fe débil?". Desde luego que sí. Si no lo hiciera, la mayoría
de nosotros no recibiríamos nada de él.
En Marcos 9:14-24 encontramos la historia de un hombre que tenía un hijo pequeño que estaba
poseído por demonios. Él vino a Jesús y le dijo: -Si puedes hacer algo, ¡ten misericordia de nosotros,
y ayúdanos! Jesús le dijo: -¿"Si puedes..."? ¡Al que cree todo le es posible! Inmediatamente el padre
del muchacho clamó diciendo: -¡Creo! ¡Ayuda mi incredulidad!
AUNQUE SEA POCA TU FE SI ESTA CENTRADA EN JESÚS VENCERÁ SOBRE LA
INCREDULIDAD
Y EL SEÑOR HARÁ CRECER ESE PEQUEÑO GRANO DE FE CON SUS PROMESAS.

LA INCREDULIDAD ES PRODUCTO DE UN CORAZON MALO

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