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5 Serie DPD

7 Palabra para nuestra esperanza Hechos 17:2-3


15 Palabra que trasforma 1Tesalonicenses 1
25 Viviendo por la esperanza 1 Tesalonicenses 2
33 Ejemplo que da esperanza 1 Tesalonicenses 3
41 Vidas que muestran esperanza 1Tesalonicenses 4
51 Construyendo esperanza 1Tesalonicenses 5

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4
Después del Gran Mandamiento, las palabras más
importantes para la Iglesia, son: La Gran Comisión. Pues en
esta encomienda se encuentra resumido todo el quehacer de
la Iglesia.
Sin embargo, la tarea del discipulado no es algo que se dé solo,
sino que requiere nuestra participación obediente, pues al
participar entrenando a otros para que sean discípulos de
Jesús, también nosotros estamos siendo discipulados. De
modo que, en la tarea de hacer discípulos, todos somos
participantes de un mismo proyecto el cual es dirigido por El
Espíritu, quien obra en unos y en otros, haciéndonos a todos
condiscípulos.
El propósito de esta serie Diseño para el Discipulado es
proveer una herramienta para el discipulado general de la
Iglesia. En este caso a través de la predicación. Debido a que
es el culto general de la iglesia, donde podemos alcanzar a la
mayor parte de la congregación. Por lo que, junto con estos
bosquejos para la predicación, se preparan las presentaciones
correspondientes en PPT.
Para el desarrollo de este material, estamos siguiendo el
bosquejo que presentan los Navegantes en Estudios Sobre la
Vida Cristiana (ESLV) https://losnavegantes.net/discipulado/serie-
eslv/

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Reconocemos las limitantes pedagógicas que tiene la
predicación y por ello queremos recomendar el uso de los
recursos que se encuentran en el sitio de los Navegantes.
Donde pueden bajarse Guías individuales en PDF para
estudio en Grupos Pequeños. Que sin duda serán de gran
ayuda para el discipulado de la iglesia.
La serie DPD pretende cubrir los elementos principales del
discipulado cristiano, considerando que las personas que
participan ya tienen han pasado por experiencia de la
conversión a Cristo.
Las áreas que están comprendidas en esta serie son:
1. Tu vida en Cristo
2. Discípulos llenos del Espíritu
3. Caminando con Cristo
4. El carácter del discípulo
5. Fundamentos para la fe
6. Creciendo en el discipulado
7. Nuestra esperanza en Cristo
Esperamos que esta herramienta pueda ser de bendición para
la Iglesia y contamos con que los pastores y discipuladores
siendo guiados por el Espíritu de Dios, podrán enriquecer
este aporte.

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2
Pablo fue entonces a la sinagoga, como era su costumbre, y
durante tres días de reposo debatió con ellos. Con base en las
Escrituras, 3 les aclaró y explicó que era necesario que Cristo
padeciera y resucitara de los muertos. Les decía: «Jesús, a
quien yo les anuncio, es el Cristo. Hechos 17:2-3

L a Palabra de Dios es la que tiene el poder para


transformar a las personas. No por ser un libro en sí
mismo, sino porque a través de ella conocemos a Dios y
experimentamos Su presencia, cuando desde la fe la leemos y
la obedecemos.
Es por ello que el apóstol Pablo, quien después de Jesús fue
el más grande discipulador para la iglesia escribió estas
palabras recordándonos que la Biblia no solo es para nuestra
enseñanza, sino también para la esperanza que tenemos en
Cristo se vea fortalecida al producir seguridad en lo que
hemos creído.
Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para
nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por
medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras.
Romanos 15:4

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Es por ello que para los discípulos de Cristo el contacto con
la Palabra de Dios es vital (es decir de donde se deriva nuestra
propia vida). Por ello cada discípulo de modo personal debe
buscar profundizar más en la Palabra. Pues se trata de una
relación de Tú a tú que mantenemos con Dios a través de Su
Palabra y con la mediación de Su Espíritu.
Esta relación con La Palabra es algo que necesita hacerse
personalmente y donde los sermones, estudios o conferencias
de otros, si bien pueden ayudarnos. Al mismo tiempo no
pueden ni deben suplir aquello que Dios nos dice
directamente a través de la interacción que tenemos cuando
vamos a la Palabra de Dios para fomentar nuestra comunión
con El.
Una forma de hacerlo es a través de lo que en la historia de la
Iglesia se conoce como la Lectio Divina. Y que consiste en
cinco sencillos pasos:
Leer. ¿Qué dice el texto?
¿Qué sucede en este pasaje
de la Biblia?
Meditar. ¿Qué me dice Dios
en este texto?
Orar. ¿Qué le quiero decir yo
a Dios sobre este texto?
Hacer. Trabajar en lo que la
Palabra y la oración nos guía
Contemplar. La expectativa
que nos deja el haber estado
con Dios.

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Seguir este breve esquema nos permite buscar cada día más
de la Palabra, que alimenta nuestra esperanza y nos insta a
buscar más de la Presencia de Dios en nuestra vida.
Es por ello que en nuestra formación como discípulos de
Cristo hemos de aprender más de la Palabra de vida que Él ha
preparado para todos los suyos. Por eso en las siguientes
semanas hemos de aprender los elementos básicos del
Estudio Bíblico a fin de que personalmente adquiramos las
herramientas para personalmente aprender de la Palabra. Pues
nunca será lo mismo el experimentar lo que Dios te dice
personalmente que aprender de lo que Dios le ha dicho a otro.
Así entonces para realizar esto vamos a usar un texto breve
como la primera epístola a los tesalonicenses de la que
veremos capítulo por capítulo. Y en esta ocasión iniciaremos
a modo de contexto histórico con el relato del libro de los
Hechos sobre la ocasión en la que Pablo estuvo con aquellos
creyentes, que después dieron origen a una iglesia, que sirvió
de bendición a muchos en su tiempo y hasta el día de hoy, lo
que se escribió para ellos nos sigue enseñando.

L ectura centrada en Cristo. La forma en cómo leemos


influye en lo que estamos aprendiendo. La actitud y la
forma en cómo nos acercamos a la Palabra generan
presupuestos al respecto de lo que vamos a encontrar en la
Palabra. Por ejemplo, es común que las personas busquen
textos bíblicos en los momentos de necesidad personales o
para compartir con otros que pasan por necesidad. Incluso
con una actitud semejante se buscan textos para responder a
preguntas que se les han planteado.

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Por supuesto tiene algún valor el buscar un texto que nos
ayude en los momentos en necesidad, pero cuando una
actitud como esta permanece, hace que busquemos textos,
que se acomoden más a nuestras preferencias. Pero no
siempre a lo que necesitamos.
Para corregir esta actitud, podemos aprender de la forma en
cómo lo hiciera el apóstol Pablo en Tesalónica. Observemos
dos detalles importantes.
2
Pablo fue entonces a la sinagoga, como era su
costumbre, y durante tres días de reposo debatió con
ellos. Con base en las Escrituras, 3 les aclaró y explicó
que era necesario que Cristo padeciera y resucitara de
los muertos. Les decía: «Jesús, a quien yo les anuncio,
es el Cristo. Hechos 17:2-3

1 El acercamiento a la Palabra es cotidiano. Pablo


estaba en una nueva ciudad, pero no permitió que algo le
distrajese de los aspectos que considera importantes. Así que
lo que leemos que hace es dirigirse a una sinagoga, lugar
donde él sabía se leían las Escrituras.
Estar en la Palaba es un hábito que los discípulos desarrollan
en la dependencia del Espíritu de Dios. Donde
cotidianamente buscan a Dios. Este hábito es el que les hace
crecer, no solo en conocimiento, sino en particular en la gracia
de Dios. Un ejemplo de esta disciplina espiritual los podemos
ver por supuesto en Jesús.
Jesús fue a Nazaret, donde se había criado, y en el día
de reposo entró en la sinagoga, como era su costumbre,
y se levantó a leer las Escrituras. Lucas 4:16

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Acercarse a la Palabra, no puede ser algo ocasional o que solo
se haga en algunos momentos de tensión. Cuando así ocurre
nuestro acercamiento a la Palabra es superficial y los efectos
que se producen también son temporales. Cuando
permanecemos en La Palabra es que está hace su obra
completa y nos prepara para toda buena obra.
16
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra. 2
Timoteo 3:16-17

2 Cristo la razón de la Palabra. Hay muchas cosas que


podemos aprender de la Palabra de Dios. Moralidad,
consejos, administración, etc. Pero el contenido fundamental
las Escrituras es Cristo. Hemos de aprender esto como alguna
vez Jesús mismo tuvo que enseñarlo a algunos discípulos.
Y partiendo de Moisés, y siguiendo por todos los
profetas, comenzó a explicarles todos los pasajes de las
Escrituras que hablaban de él. Lucas 24:27
Cristo es el tema de las Escrituras. Esto es algo que el mismo
enseño. Y esto es algo que hemos de aprender a ver en las
Escrituras de forma prioritaria. No queriendo decir con esto
que otros temas no nos interesen, sino que como dijese el
apóstol Pablo su objetivo principal es Cristo.
Más bien, al estar entre ustedes me propuse no saber de
ninguna otra cosa, sino de Jesucristo, y de éste
crucificado. 1Corintios 2:2

11
Esto mismo es lo que vemos que hace en Tesalónica que hace
Pablo, centra Su lectura en Cristo. Pues Él es el centro de
nuestra fe, como también explica el autor de la epístola a los
Hebreos.
Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la
fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y
menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del
trono de Dios. Hebreos 12:2
Así entonces una lectura centrada en Cristo, consiste no solo
en ver a Cristo como personaje, sino también en ver Su obra
y ver Su obra en nosotros. Pongamos un ejemplo de esto,
tomando como ejemplo la historia de Jesús y Zaqueo de
Lucas 19:1-10.
La acción de Cristo: Zaqueo, apúrate y baja de allí, porque
hoy tengo que pasar la noche en tu casa. v. 5
La obra de Cristo en nosotros: Señor, voy a dar ahora
mismo la mitad de mis bienes a los pobres. Y si
en algo he defraudado a alguien, le devolveré
cuatro veces más lo defraudado. v.8
La obra de Cristo: Hoy ha llegado la salvación a esta casa,
pues este hombre también es hijo de Abrahán. v.
9
Algo que incluso necesitamos obviar, es que la historia no
tiene como tema central a Zaqueo, sino la obra que Cristo
hace en la vida de Zaqueo. Porque Zaqueo puede ser
cualquiera de nosotros, por lo que lo que hizo en Zaqueo,
también puede hacerlo en nosotros.

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L a Palabra de Dios, siempre tiene efectos. Esto es
cierto en todos los casos. Pues aun cuando
ocasionalmente parece que la lectura de la Palabra no tiene
ningún efecto. La verdad es que La Palabra no es solo un
texto, sino que es en sí misma una manifestación de Dios. Y
es por ello que tiene poder para cumplir el propósito para el
cual fue enviada.
Así también mi palabra, cuando sale de mi boca, no
vuelve a mí vacía, sino que hace todo lo que yo quiero,
y tiene éxito en todo aquello para lo cual la envié. Isaías
55:11
La Palabra de Dios, siempre cumple con Su propósito cuando
es leída o predicada. Porque la función de la Palabra es que la
obra de Dios sea proclamada, así como llamar al
arrepentimiento y reconciliación con Dios a los pecadores. En
el texto anterior podemos leer que Pablo predico con
fidelidad que: era necesario que Cristo padeciera y resucitara
de los muertos. Sin embargo, eso no quiere decir que todos
los que escuchan este mensaje se vuelven a Dios, como
podemos leer en el testo del libro de los hechos.
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Algunos de ellos creyeron y se unieron a Pablo y a
Silas, lo mismo que muchos griegos piadosos y
numerosas mujeres nobles. 5 Pero los judíos que no
creyeron se llenaron de envidia, así que lograron reunir
a una turba de vagos y maleantes, y comenzaron a
alborotar la ciudad, y en su búsqueda de Pablo Y Silas
irrumpieron en la casa de Jasón, pues querían
expulsarlos del pueblo. Hechos 17:4-5
En el texto podemos ver con claridad que los efectos de la
Palabra fueron distintos paras las personas que escucharon.

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1 Un grupo, creyó y se unieron a Pablo. Podríamos decir
que estos recibieron salvación y más tarde estos se
constituirían en la iglesia a la cual Pablo enviaría dos de sus
cartas. Podemos señalar que incluso la obra de la Palabra entre
ellos fue muy importante y creciente, si consideramos que
Pablo solo predico allí por algunas semanas. Pero lo que hace
crecer a la Iglesia, no es el predicador, sino el contacto y
obediencia que ellos tienen a la Palabra de Dios.

2 El otro grupo no creyó y se llenó de envidia.


Obviamente la reacción a la Palabra es diametralmente
opuesta para este segundo grupo. Pues nos solo no creen, sino
que se vuelven opositores. Pues de alguna manera se sienten
amenazados y experimentan tal envidia, que les lleva a hacer
equipo con hombres degenerados. Escalando su desacuerdo
para llevarlo a nivel ciudad. Pervirtiendo el mensaje que era
sobre: El Cristo muerto y resucitado para nuestra salvación.
v3. Y ahora acusan a dos predicadores en sedición contra
Roma. v.7.
Las dos actitudes aun cuando completamente diferentes son
una respuesta a la Palabra, como también en otra ocasión
explico Pablo.
El mensaje de la cruz es ciertamente una locura para los
que se pierden, pero para los que se salvan, es decir,
para nosotros, es poder de Dios. 1Corintios 1:18
De manera que La Palabra siempre tiene efectos en los que la
escuchan. Y nuestra respuesta refleja nuestra propia relación
con Dios. Por ello los que son discípulos de Cristo,
permanecen en la Palabra pues en ella encuentran palabras de
vida eterna Juan 6:68.

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8
Con ustedes como punto de partida, la palabra del Señor ha
sido divulgada, y no sólo en Macedonia y Acaya, sino también
en muchos otros lugares donde se sabe de la fe que ustedes
tienen en Dios. Ya no es necesario que nosotros digamos
nada, 9 porque ellos mismos hablan de lo bien que ustedes nos
recibieron, y cómo se apartaron de los ídolos y se volvieron al
Dios vivo y verdadero, para servirlo 10 y esperar de los cielos
a Jesús, su Hijo, a quien Dios resucitó de los muertos, y que
es quien nos libra de la ira venidera. 1 Tesalonicenses 1:8-10

L a Palabra de Dios es la única que puede transformar


nuestra vida. Los cambios profundos, que afectan el
quiénes somos, el cómo vivimos y afectarán nuestro destino
eterno, no provienen de nuestra buena voluntad, propósitos
o cuanto empeño pongamos. Solo la Palabra de Dios vivida
por los discípulos es la que genera una transformación
completa y radical.
La transformación que La Palabra de Dios hace en los
discípulos consiste en hacernos más semejantes a Cristo y así
servir a sus propósitos. Así que no se trata de re-inventarnos

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o como algunos dicen, hacer una mejor versión de nosotros
mismos. Ni siquiera se trata de un curso de autosuperación.
Pues si partimos de que nuestra condición natural era el estar
en pecado, una superación de ello sería ser más grande en las
deficiencias que ya poseo.
La trasformación de la que hacemos alusión es descrita por el
profeta Ezequiel en los siguientes términos.
26
Les daré un corazón nuevo, y pondré en ustedes un
espíritu nuevo; les quitaré el corazón de piedra que
ahora tienen, y les daré un corazón sensible. 27 Pondré
en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis
estatutos, y que obedezcan y pongan en práctica mis
preceptos. 28 Y ustedes habitarán en la tierra que les di
a sus padres, y serán mi pueblo, y yo seré su Dios.
Ezequiel 36:26-28
Se trata de una obra completamente nueva y no de enmendar
algunas áreas que estaban afectadas. Podemos ver las 2 áreas
principales que son nuevas:
1. Corazón. Esto tiene que ver con el centro de nuestra
vida. El corazón está asociado con nuestra mente y
todo lo que es controlado por ella. Es decir,
pensamientos, sentimientos, etc.
2. Espíritu. Es la parte que Dios ha puesto en nuestra
vida ya a través de la cual podemos tener
comunicación con Él. Sin este elemento, simplemente
no tendríamos oportunidad alguna de mantener
comunión con Dios.
También podemos ver que el medio que Dios usa para
nuestra transformación es su Palabra, aquí descrita como

16
estatutos y preceptos. Los cuales son obedecidos y
practicados. Así entonces, es la Palabra de Dios al ser vívida
es la que nos va transformando en aquello que Dios ha
querido para nosotros. Hemos de aclarar sin embargo que
esto es un acto segundo, al que también podemos llamar
santificación. Y que el acto primero que consiste en el cambio
en nuestro corazón y espíritu la Biblia le llama Nuevo
Nacimiento.
El Nuevo Nacimiento es entonces una transformación
posicional. Mientras que la Santificación es una
transformación progresiva. Pero la segunda no puede tener
efecto sin la primera.
Siguiendo este pasaje, podremos ver como la Palabra
transforma la vida de los discípulos. Para hacerlo, primero
veremos la forma en cómo son transformados por la Palabra.
Segundo los efectos de esa transformación, generan seguridad
y esperanza en la iglesia. Y, por último, consideraremos los
efectos de esta transformación para las otras comunidades de
fe y el extendimiento del Evangelio del Reino de Dios.

1 Se volvieron al Dios vivo y verdadero, para servirlo.


Esta declaración sin duda es mucho más que un mero
cambio de identidad religiosa. Se trata de un cambio profundo
que ocurre por la acción de Dios y que genera una
transformación completa en las motivaciones y acciones.
Si pudiéramos expresarlo a modo de una secuencia, se trata
de pasar de ser idolatras, a ser creyentes, para hacerse
discípulos y servidores. Este cambio solo es posible por la

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acción directa del Espíritu de Dios. Pero que requiere también
un cambio en la voluntad del que ahora se percibe a sí mismo
como discípulo y servidor de Cristo. Observemos que esa es
la forma en cómo Pablo mismo se describe en sus epístolas:
Yo, Pablo, siervo de Jesucristo, Romanos 1:1
Yo, Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, Tito
1:1
Su conversión, le llevo a reconocer que Jesús es Su Señor e
inmediatamente se pone a sus órdenes.
Él, temblando de temor, dijo: “Señor, ¿qué quieres
que yo haga? Hechos 9:6
Del mismo modo otros discípulos antes que él también lo
hicieron.
Ananías había respondido: «Aquí me tienes, Señor.»
Hechos 9:10
Sépalo bien todo el pueblo de Israel, que a este Jesús, a
quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y
Cristo. Hechos 2:36
La conversión o transformación que ocurre en la persona le
lleva directamente a reconocer que Jesús es Su Señor. Lo cual
está vinculado con una de las enseñanzas primarias de la fe
procedente desde el Antiguo Testamento.
Al Señor tu Dios temerás, y sólo a él servirás, y por su
nombre jurarás. Deuteronomio 6:13
Así que reconocer que Jesús es El Señor, es también
reconocer Su deidad y poder. Donde Solo Él es digno de
adoración. En la tradición Protestante, esto está reflejado en

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la expresión Solo Christus. La cual refiere que la salvación
descansa única y exclusivamente en la obra del Salvador. Y
Solo Él es Señor de Su Iglesia.
A esto es a lo que también Jesús se refería al enseñar a sus
discípulos. Cuando confesar que Jesús es El Señor, no puede
simplemente quedar en palabras.
No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el
reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. Mateo 7:21
Sino que necesariamente ha de convertirse en acciones de
obediencia a la voluntad revelada de Dios en Su Palabra. Así
la conversión genuina nos lleva al servicio de Cristo.

2 Esperar de los cielos a Jesús. La fe en Cristo nos hace


una comunidad de destino. Nuestra vida no termina aquí,
ni somos sujetos a los azares del destino. Nuestra vida tiene
un propósito. Una misión que desarrollar en este mundo y un
destino al que fuimos llamados todos los que somos de Cristo.
Por causa de Su elección, hemos sido integrados al Pacto con
Dios y eso nos ha hecho partícipes del conjunto de
bendiciones mediante las cuales llegamos a experimentar
salvación, para hacernos discípulos suyos.
28
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las
cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los
que él ha llamado de acuerdo a su propósito. 29 Porque
a los que antes conoció, también los predestinó para
que sean hechos conforme a la imagen de su Hijo, para

19
que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y
a los que predestinó, también los llamó; y a los que
llamó, también los justificó; y a los que justificó,
también los glorificó. Romanos 8:
El Plan de Dios, como podemos leer, se extiende desde la
eternidad pasada, y hacia la eternidad futura. Cubriendo por
supuesto nuestro aquí y ahora. De modo que la esperanza a la
que hemos sido llamados, empieza desde el momento en que
descubrimos que somos hijos de Dios, y se vamos
descubriendo su plenitud en la medida en caminamos con
Cristo y nos acercamos más al día donde Su gloria se
manifestará en plenitud.
Esto nos brinda la seguridad de que habremos de recibir todo
aquello que Dios dice en Su Palabra. Pues fuimos diseñados,
elegidos y salvados, para que su gracia y misericordia se
manifieste en nuestra vida
Pero Dios es quien nos hizo para este fin, y quien nos
dio su Espíritu en garantía de lo que habremos de
recibir. 2Corintios 5:5
Así por Su Espíritu tenemos la certeza de que, como ocurrió
con Cristo, también habrá de ocurrir con nosotros. Y así
nuestra salvación culminará con el estado de gloria que Cristo
logró para nuestra salvación.
16
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,
de que somos hijos de Dios. 17 Y si somos hijos, somos
también herederos; herederos de Dios y coherederos
con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para
que juntamente con él seamos glorificados. Romanos
8:16-17

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3 Llegaron a ser un ejemplo para todos los creyentes.
La conversión siempre da frutos a través de los que la
experimentan. Pues por la transformación que el Espíritu
hace en los discípulos estos son cambiados de ser obscuridad
para ahora ser luz para el mundo.
8
En otro tiempo, ustedes eran oscuridad; pero ahora
son luz en el Señor. Por tanto, vivan como hijos de luz
9
(porque el fruto del Espíritu se manifiesta en toda
bondad, justicia y verdad), 10 y comprueben lo que es
agradable al Señor. Efesios 5:8-10
Ahora viven como hijos de luz y eso se manifiesta a través de
la acción del Espíritu Santo en y a través de ellos en tres áreas
específicas.

Bondad: (ἀγαθωσύνη). Esta es una característica de las


personas que han sido regeneradas por la obra de
Cristo. Y se manifiesta con una actividad bondadosa a
favor de otras personas. Lo cual pone en manifiesto que
han experimentado la bondad del Señor y ahora la
implementan a favor de otros.
Justicia: (δικαιοσύνη). Los discípulos habiendo sido
declarados justos por Dios, ahora actúan en
conformidad con este atributo que Dios les ha
otorgado. Lo que les hace llevar una vida conforme a la
voluntad de Dios. En todo lo que ha sido señalado por
la Palabra para ser reconocido y obedecido por el ser
humano. Así entonces es un hacedor de justicia, dado
honra a quien la merece, pero también tratando con la
justicia de Dios a todos sus semejantes.

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Verdad: (ἀλήθεια). El discípulo se conduce por la verdad
revelada por el Espíritu Santo. Abarcando, lo que cree,
pero también lo que hace y las motivaciones que le
mueven a hacerlo. Es también la acción del Espíritu de
Dios la que le conduce a buscar y andar en todo lo que
es verdadero: desde su adoración hasta su conducta
social.
Cuando la trasformación que Dios hace en sus discípulos, se
manifiesta en esta manera, no es difícil darse cuenta el
testimonio que esto representa. Pues la vida de cada uno de
ellos es una manifestación de que la obra de Cristo es genuina
y digna de seguir. Esto impacta a los no creyentes e inspira a
los nuevos discípulos para continuar adelante.
En esto es donde se halla el punto donde la obra de Cristo,
continua también a través de los discípulos. Pues si bien la
Salvación y el crecimiento son obra de Cristo en nuestra vida,
esto requiere una fe obediente que se sujeta a la voluntad de
Dios y que reconociendo el Señorío de Cristo se pone a su
servicio. En las palabras descritas por el mismo apóstol
podemos ver que la forma en cómo recibe la Palabra de Dios
es la que empieza a hacer una diferencia en ellos.
Ustedes recibieron la palabra con gozo del Espíritu
Santo, aún en medio de muchos sufrimientos, y
llegaron a ser imitadores de nosotros y del Señor,
1Tesalonicenses 1:6
Si tratara de simplificar la forma en cómo recibieron la Palabra
diría que tomaron en seriamente lo dicho por el Señor. Tal y
como lo enseñan los primeros dos mandamientos:

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3
No tendrás dioses ajenos delante de mí. 7 No tomarás
en vano el nombre del Señor tu Dios, porque yo, el
Señor, no consideraré inocente al que tome en vano mi
nombre. Éxodo 20:3,7
Y a partir de allí sus vidas, poco a poco se van trasformando,
hasta que llegan a hacerse imitadores (μιμητής), no de Pablo,
sino del Señor. Donde el seguimiento que hacen de Jesús les
convierte en verdaderas imitaciones del Señor. Pues el
seguimiento que hacen indica un acto decisivo con resultados
permanentes. Y que se convierten en fermento de
transformación para otros discípulos que escuchan y aprende
de estos.
Con ustedes como punto de partida, la palabra del
Señor ha sido divulgada, y no sólo en Macedonia y
Acaya, sino también en muchos otros lugares donde se
sabe de la fe que ustedes tienen en Dios. Ya no es
necesario que nosotros digamos nada, 1Tesalonicenses
1:8
Dios es capaz de usar a un pequeño grupo de discípulos, para
compartir el Evangelio, desde Tesalónica para alcanzar a las
provincias de la región Macedonia y Acaya. Poniendo esto en
contexto, podemos decir, que Dios uso a una nueva iglesia,
de una ciudad relativamente nueva, para desde allí alcanzar a
regiones muy amplias.
Cuando la Palabra transforma a las personas, estas son usadas
para transformar a una iglesia, una ciudad y un país.

23
24
9
Hermanos, ustedes se acordarán de nuestros trabajos y
fatigas, y de cómo noche y día nos dedicamos a predicarles el
evangelio de Dios, sin ser una carga para nadie.
10
Ustedes son testigos, y Dios también, de que nos hemos
comportado con ustedes los creyentes de manera santa, justa
e intachable.
11
Ustedes saben, además, que los hemos exhortado y
consolado, como lo hace un padre con sus hijos, 12 y les
hemos recomendado vivir con dignidad ante Dios, que los
llamó a su reino y gloria. 1Tesalonicenses 2:9-12

H ay dos formas diametralmente opuestas de cómo


se vive la fe. La primera de ellas es la que
comúnmente usan todos los sistemas religiosos y por ser la
más común parecería que es la correcta. Y la otra es la que
nos muestra el evangelio.

1 Prácticamente todos los sistemas religiosos, hacen el


planteamiento de que, si te portas, de tal forma, o sí
dejas de hacer ciertas cosas. O incluso si puedes llegar a un

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nivel donde ya no desees nada, entonces, recibirás la
bendición.
Este esquema en mayor o menor medida se basa en obtener
ciertos méritos propios, con la esperanza de poder alcanzar el
objetivo que se desea. Sin embargo, para la inmensa mayoría
después de estar intentando una y otra vez, reciben una
respuesta semejante a los juegos de azar. Gracias por
participar, siga intentándolo. Pues sin importar cuanto se
esfuercen y cuantos intentos o sacrificios se hagan, la
respuesta al final es: siga intentándolo. Quizá en algún
momento lo logre.
En realidad, esto genera una desesperanza en las personas,
pues en algún momento saben que no importa cuántas cosas
hagan al final el resultado será más o menos el mismo. No
tendrán nunca la seguridad de haber obtenido suficientes
puntos, para obtener la bendición.

2 La enseñanza del Evangelio muestra con claridad,


la razón por la que se vive en una actitud de servicio
y adoración. Y esto es justamente porque los discípulos
tienen la seguridad de su salvación y desde el ahora están
experimentando la bendición de Dios. Los discípulos de
Cristo son movidos por la confianza y la seguridad.
La Confianza que les da el estar experimentando desde ahora
las bendiciones de Dios.
La seguridad de que todo cuanto El Señor ha dicho en Su
Palabra se cumplirá y será de bendición para ellos. Esta es
también la seguridad que expresaba Pablo y por la cual el
mismo seguía sirviendo.

26
Estoy persuadido de que el que comenzó en ustedes la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Filipenses 1:6
Estar seguros de que la presencia de Dios en sus vidas es para
bendición. Es lo que ahora les hace actuar. No tienen que
alcanzar o demostrar algo, pues ya lo han recibido de
antemano. Así entonces sus acciones son motivadas por la
gracia de Dios que fluye a través de ellos. Como producto de
la comunión que guardan con Dios y que les lleva a actuar en
consonancia con la Nueva Naturaleza que han recibido por la
obra de Cristo a favor suyo.
Así el actuar en gracia y por gracia, es algo natural para los que
han experimentado la bondad de Dios. No es algo en lo que
se esfuerzan (como acto propio), sino que sirven y adoran
como acto libre de la gracia de Dios en ellos.
A través de nuestro pasaje de hoy, podremos ver 3 formas
concretas de como los discípulos de Cristo actúan sirviendo a
la Iglesia y adorando a Dios.

I Nos dedicamos a predicarles el evangelio de Dios,


sin ser una carga para nadie. Empecemos haciendo
mención de la segunda parte de esta frase. El servicio que se
presta a la Iglesia y a Dios, no puede ser producto de
ganancias, no se trata de comerciar con la fe de otros. El
ministerio cristiano es motivado por la gracia de Dios, de
modo que servimos también por gracia.
Esto podemos verlo a través de dos importantes enseñanzas
de Jesús, dadas en el contexto del discipulado.

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Al enviar a sus discípulos en su primera misión de discipulado
Jesús les dijo:
7
Vayan y prediquen: “El reino de los cielos se ha
acercado.” 8 Sanen enfermos, limpien leprosos,
resuciten muertos y expulsen demonios. Den
gratuitamente lo que gratuitamente recibieron. Mateo
10:7-8
Los discípulos van y comparten de lo que ellos mismos han
sido primero partícipes. Observemos que en primer lugar está
la predicación del Reino, tal y como también Pablo hacía, y
nosotros hemos de seguir haciendo. Pero no hemos de pasar
por alto que se trata de una ministración integral hacia la
persona, de modo que lo físico y psicológico también queda
incluido. Esto es porque Dios, no solo está interesado en la
salvación de nuestras almas, sino en la sanidad y
transformación completa de todo nuestro ser y las relaciones
en las que participamos. Pero termina la encomienda diciendo
den gratuitamente. Eso nos coloca entonces en línea con la
idea de no ser carga para nadie.
El ministerio cristiano, no debe ser una imposición y carga
para otros. Es claro que el servir se requieren recursos para
poder hacerlo. Pablo mismo y Jesús requerían de recursos
para poder ministrar, pero la encomienda de Jesús a los
discípulos dice:
9
No lleven consigo oro ni plata ni cobre, 10 ni mochila
para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón;
porque el obrero es digno de su alimento. Mateo 10:9-
10

28
¿De donde pues, los discípulos habrían de tener lo necesario
para su subsistencia y poder seguir ministrando? Pues
precisamente de otros discípulos. Que, también actuando por
gracia, apoyan y sostienen a los que están predicando. De
modo que unos y otros actúan y dan por gracia, pero no como
un empleado o asalariado, como también explico Jesús.
12
Pero el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño
de las ovejas, huye y abandona las ovejas cuando ve
venir al lobo, y el lobo las arrebata y las dispersa. 13 Al
que es asalariado, no le importan las ovejas. Juan 10:12-
13
Como podemos leer en este pasaje el interés del asalariado
está en el dinero y no en las ovejas. Por eso no las cuida.
Contrasta esto con la encomienda que Jesús da a Pedro.
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro:
Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo:
Apacienta mis corderos. Juan 21:15
Cuidar del rebaño de Dios, es un privilegio que Dios nos
otorga.

II Nos hemos comportado con ustedes los creyentes


de manera santa, justa e intachable. Una segunda
forma en cómo vivimos nuestra fe es desarrollando un
testimonio que impacte a las personas que están en nuestro
derredor y les motive a la fe en Cristo. Este testimonio, lo que
hace es reflejar la obra que Cristo hizo en nosotros, y señala
la obra que por Su Espíritu sigue desarrollando en nuestra
vida. De modo que llevar una vida con estas características es

29
lo natural para los que son discípulos de Cristo. Veamos ahora
con mayor detalle este tipo de conducta que llega a impactar
e influenciar a los que están en nuestro derredor.

Santa (ὁσίως). Los discípulos de Cristo, llegan a desarrollar


una forma de vida más allá de lo común. Es decir, no
permanecen sujetos a los estándares propuestos por
una sociedad contaminada por el pecado, sino que su
consagración, deriva en una vida sorprendente. La
palabra aquí utilizada es diferente de ἁγιος que
comúnmente es usada como santidad en el sentido a
apartados del pecado. Esta idea no excluida, sino que
quedará dentro del concepto de intachable.
Justa (διακαίως). Algo que impacta a las personas en nuestro
derredor, es cuando se actúa con sinceridad. Aquí
también el termino justa, no refiere estrictamente a
justicia, sino a un modo de vida donde se vive de un
modo honorable. Este modo de vivir, producido por la
influencia del Espíritu de Dios, se muestra en las
palabras que usamos, así como en la manera de cómo
nos conducimos. Así con esta manera de actuar se
genera una actitud que busca transformar la decadente
cultura en la que nos encontramos. Y al vivirse en una
comunidad cristiana, esta se constituye en una vida que
anticipa el Reino de Dios.

Intachables (ἀμέμπτως). La vida de los discípulos no siempre


fue perfecta. Justamente esa es la causa por la que
fueron alcanzados por la misericordia de Dios. Pues
habiendo estado en pecado, fueron reconciliados por
El Padre. Así que el que ahora se conduzcan de una
manera donde pueden ser considerados como

30
irreprensibles es producto de la obra que Cristo ha
hecho en ellos. Pues saben que en la segunda venida de
Cristo ellos serán hallados intachables, como resultado
del testimonio y constancia actuales. Así entonces los
discípulos buscan no contaminar la obra que ya en
Cristo ha sido hecha en ellos. Y cuando se equivocan,
corrigen su modo de vivir, de manera que no haya nada
que en el día final se les pueda reprochar.

III Los hemos exhortado y consolado, como lo


hace un padre con sus hijos. El discipulado
consiste en brindar a otros, la esperanza que hemos recibido
de Cristo.
3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda
consolación, 4 quien nos consuela en todas nuestras
tribulaciones, para que también nosotros podamos
consolar a los que están sufriendo, por medio de la
consolación con que nosotros somos consolados por
Dios. 2 Corintios 1:3-4
Lo que recibimos y experimentamos en Cristo, lo
compartimos con otros. Transmitiendo así no un
conocimiento teórico, sino la experiencia de vida.
Ministramos entonces de una vida a otra. Como Jesús mismo
ministro a sus discípulos y estos a su vez a los suyos, hasta
llegar a nosotros. Y de nosotros a las siguientes generaciones
de discípulos.
Así exhortar (παρακαλουντες), es animar a los discípulos a
continuar en el llamado que han recibido de parte de Dios. Y

31
nuestro papel lo desarrollamos como de padres a hijos. Es
decir, nos convertimos también en proveedores de dones
espirituales para que nuestros condiscípulos puedan cumplir
la misión que Dios les ha delegado.
De forma semejante consolar (παραμυθέομαι) es confortar
a los discípulos. Haciéndonos su ayuda para el complimiento
de los propósitos de Dios en su vida. Nos colocamos al lado
suyo, como Cristo se ha hecho El Dios, que está a nuestro
favor.
La forma de cómo vivimos en esperanza, es hacer para otros,
lo que Cristo ha hecho por nosotros. Cumpliendo así con la
encomienda de Cristo.
Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan
así la ley de Cristo. Gálatas 6:2
El actuar como padres, entonces, no lleva en sí la carga de
autoridad sobre el otro, sino la del que ayuda, a su hermano,
para que también el propósito de Dios se cumpla en él y su
vida sirva de bendición a otros. Del mismo modo que otros
han sido bendición para nosotros.
Generamos con esto un proyecto donde la esperanza que
Dios ha generado en un grupo de discípulos se multiplica y
da frutos, para bendecir a la siguiente generación.

32
1
Por lo tanto, cuando ya no pudimos soportarlo más,
decidimos quedarnos solos en Atenas, 2 y enviar a ustedes a
nuestro hermano Timoteo, que es un servidor de Dios y
colaborador de nosotros en el evangelio de Cristo, con el fin
de afianzarlos y animarlos en su fe, 3 para que nadie se inquiete
por estas dificultades. Como ustedes bien saben, a esto se nos
ha destinado. 4 Cuando todavía estábamos con ustedes, les
advertimos que tendríamos dificultades; y, como ustedes
saben, así sucedió. 5 Por eso, cuando ya no pude esperar más,
mandé a preguntar acerca de su fe, pues el tentador podría
haberlos tentado, y entonces nuestro trabajo habría sido en
vano. 1 Tesalonicenses 3:1-5

A l trabajar en la misión, en algún momento los


discípulos pueden llegar a experimentar la
sensación de que han estado trabajando en vano. El
discipulado no está exento de riesgos, la semilla sembrada
puede llegar a perderse por diversas causas, como lo explicará
Jesús en la parábola del sembrador:
5
«El sembrador salió a sembrar su semilla. Mientras
sembraba, parte de ella cayó junto al camino, y fue
pisoteada y las aves del cielo se la comieron.

33
6
Otra parte cayó sobre las piedras, pero al brotar se
secó por falta de humedad.
7
Otra parte cayó entre los espinos, pero la ahogaron los
espinos que brotaron con ella.
8
Otra parte cayó en buena tierra; y brotó y produjo una
cosecha del ciento por uno.» Y levantando la voz, dijo:
«El que tenga oídos para oír, que oiga.» Lucas 8:5-8
Una lamentable realidad es que hay ocasiones en las que la
Palabra de Dios sembrada en los corazones de las personas,
no llega a crecer y dar fruto. Problemas que los nuevos
creyentes enfrentan como el rechazo de sus conocidos o
incluso una fe producto de la emoción, pero no de un llamado
del Señor, son las causas más comunes por las que algunos no
llegan a crecer hasta fructificar. Esta situación nos advierte del
cuidado que hemos de tener para con los más pequeños o
nuevos en la fe, ya que necesitan reafirmar su fe, para después
desarrollar hábitos espirituales a través de los que crecen en
convicción y así dar el fruto que Dios espera de ellos.
Dado que en este desarrollo ellos y nosotros somos
coadyuvantes y que el crecimiento proviene de Dios. Hemos
de asumir nuestro papel como discipuladores, cuidando de los
nuevos discípulos.
Yo sembré, y Apolos regó, pero el crecimiento lo ha
dado Dios. 1Corintios 3:6
Pero también hay otros casos como lo relató Jesús en su
parábola, que la semilla cae en buena tierra y crece de tal
manera que nos permite ver con gozo y esperanza lo que Dios
está haciendo en ellos. Y su ejemplo nos alienta seguir
trabajando en el Señor. Ese es el caso de la iglesia de
Tesalónica que hemos de considerar.

34
1 Saber que viven en la fe. Saber que los discípulos
practican lo que creen, es de enorme aliento para los que
predican la Palabra.
Pero ahora Timoteo ha vuelto a nosotros, luego de
haber estado con ustedes, y nos ha dado las buenas
noticias de la fe y el amor que ustedes tienen. 1 Ts. 3:6
De hecho, una prueba de un discipulado efectivo, es que los
nuevos discípulos viven su fe. Es decir, son cristianos activos
y no solamente nominales. Reconocemos que esta idea de
discriminar entre cristianos activos y nominales es un tanto
artificial pues, la realidad es que, si son cristianos, hemos de
esperar que sean personas que viven su fe.
1. Congregándose con otros creyentes para celebrar su
fe. En el templo y en grupos pequeños.
2. Viven en comunión con Dios, a través de una robusta
vida devocional. Donde la Palabra y el Espíritu son su
guía.
3. Asumen el llamado de discípulos. Y esto les lleva a
predicar la Palabra de Dios en palabras y en acciones.
4. Ponen en práctica los dones ministeriales que Dios les
ha brindado. De modo que la Iglesia es edificada por
sus ministerios.
5. Influyen en su sociedad, viviendo los principios del
Reino de Dios en cada área de su vida. De modo que
se convierten en testimonios vivos de la obra de
Cristo.
Ver que los discípulos viven su fe es una muestra de que la
obra de Cristo ha sido efectiva. Y que la acción del Espíritu
sigue revitalizando otras áreas de su vida. Y esto contribuye a
la salud de las iglesias, pues su ejemplo sirve de aliento incluso

35
a otros creyentes, pues poniendo en práctica la enseñanza de
los primeros discípulos, contribuyen con su fe al crecimiento
de otros.
Y todos los días, no dejaban de enseñar y de anunciar
en el templo y por las casas las buenas noticias acerca
de Cristo Jesús. Hechos 5:42

2 Los nuevos discípulos se hacen solidarios con


misioneros. Los misioneros y discipuladores, también
enfrentan diversas necesidades, que pueden ser desde
afectivas, aprecio e de salud y económicas.
Por eso, hermanos, en medio de todas nuestras
necesidades y aflicciones, ustedes nos han consolado
por medio de su fe; 1 Ts. 3:7
Dios en su gracia, mueve a unos y a otros discípulos para
trabajar los unos a favor de los otros. A esto podemos llamar
reciprocidad. Donde unos y otros están trabajando para
bendecir a sus hermanos y así dar gloria a Dios.
La motivación de este trabajo, surge desde la empatía que
Dios produce entre los discípulos al formar parte de la familia
de Dios, pero también cuando se descubren mutuamente
trabajando en la misma misión. De modo que se dan cuenta
de que, si bien pueden estar ocupados cada uno en un
proyecto, sirviendo con los dones, que Dios les ha dado,
todos trabajan para un mismo Señor al que buscan obedecer
y glorificar.

36
Lo cual en esta iglesia local de Tesalónica se manifiesta en 3
formas.
1. Un amor que actúa. La relación que guardan con
Cristo, les ha hecho crecer y se muestra ese
crecimiento en acciones concretas a favor de sus
hermanos. Y en particular hacia los discípulos que
están trabajando en la misión (v.7)
Y que el Señor los haga crecer y aumente el amor
entre ustedes y hacia los demás, así como también
nosotros los amamos a ustedes, 1Ts 3:12

2. Fraternidad comprometida. La fraternidad en esta


iglesia es mucho más que una palabra o algún acto de
carácter protocolario. Son una iglesia que aprendió a
dar generosamente incluso en su pobreza. Pues se
dieron a sí mismos como ofrenda al Señor. Así como
también en Romanos 12:1 es mencionado.
En cuanto al amor fraternal, no es necesario que les
escriba, porque Dios mismo les ha enseñado que
ustedes deben amarse los unos a los otros, 1Ts 4:9

3. Trabajan a favor de su hermano. Algo distintivo de


los discípulos es que superan el egoísmo, para poder
trabajar en el desarrollo de otros. Se hacen mentores,
discipuladores y siervos de otros por amor de Cristo.
Por lo tanto, anímense y edifíquense unos a otros,
como en efecto ya lo hacen. 1Ts 5:11
Podemos observar que las cosas que aquí se dicen de la iglesia
de Tesalónica, están expresadas en pasado. Es decir, no le son
asignaturas o actividades a realiza, sino que ya las están

37
realizando. Por ello es que han llegado a ser ejemplo y aliento
para otros discípulos.

3 Observar que los discípulos se multiplican nos


bendice. Es una gran bendición cuando sabemos que las
iglesias son bendecidas por el trabajo de los discípulos.
¡El saber que ustedes están firmes en el Señor nos ha
devuelto la vida! 1 Ts. 3:8
Saber que la iglesia está creciendo, alienta a los discípulos,
pues les recuerda que los designios de nuestro Dios están
cumpliéndose. Pues la Palabra que Dios ha dado a sus siervos,
para bendecir a su Pueblo cumple en su tiempo con el
propósito para el cual fue enviada.
así también mi palabra, cuando sale de mi boca, no
vuelve a mí vacía, sino que hace todo lo que yo quiero,
y tiene éxito en todo aquello para lo cual la envié. Isa
55:11
Es la Palabra de Dios, la que transforma la realidad de las
personas, y con ello la realidad de las iglesias y de la sociedad
donde han sido sembradas para ser un testimonio vivo y
tangible de la presencia de Dios en medio de ellos. La forma
en como esta transformación puede visualizarse es descrita
también por el profeta Isaías.
En lugar de zarzas, crecerán cipreses; en lugar de
ortigas, crecerán arrayanes. Esto dará lustre al nombre
del Señor; ¡será una señal eterna que durará para
siempre!» Isaías 55:13

38
Se trata de una transformación tan radical, que es
prácticamente irreconocible esta nueva realidad en el Señor,
de lo que eran antes de haber experimentado su bondad. A
esto es a lo que se refiere su conversión (επεστρεψατε)
mencionada.
Se convirtieron de los ídolos a Dios para servir al Dios
vivo y verdadero.1Ts 1:9
La realidad que tenían es revertida (επεστρεψατε), para
regresar a la condición original en la que habían sido creados.
Pudiendo decir con propiedad que han sido hechos de nuevo,
para poder servir a los planes de Dios. Esto, sin duda bendice
a la iglesia, y anima a seguir trabajando, pues aun cuando no
veamos resultados rápidos, estos finalmente habrán de
ocurrir.
Así que, amados hermanos míos, manténganse firmes y
constantes, y siempre creciendo en la obra del Señor,
seguros de que el trabajo de ustedes en el Señor no
carece de sentido. 1Co 15:58 NBLH
Así que ver esos primeros frutos, nos muestran que en algún
momento la cosecha será mucho más abundante. Mientras
tanto los discípulos se mantienen firmes trabajando en la obra
del Señor. Siguiendo las tres premisas que también son
mencionadas en el texto.

1. Firmes. Inamovibles (ἑδραῖος) en cuanto la fe y la


obra que han sido llamados a realizar. No son
movidos por las corrientes sociales, filosóficas o
religiosas que van apareciendo.
2. Constantes. Sin moverse (ἀμετακίνητος), al
contrario, perseveran cada día en el conocimiento de

39
Dios, en el servicio y las buenas obras. Sabiendo que
así su vida sirve a los propósitos de Dios y para
bendición de la Iglesia.
3. Creciendo. Día a día van superando lo que
anteriormente han logrado (περισσεύω). No se
contentan con las glorias pasadas, sino que siguen
creciendo, aunque sea solo un poco en las áreas
distintas áreas que conforman su vida en Cristo.

Reconocer la obra de Cristo en sus discípulos, nos invita


a seguir trabajando. Para buscar resultados más amplios y
globales. Pues reconocemos que más que la relación de
discípulo-discipulador. Ahora trabajamos como
condiscípulos de Cristo.
12
Y que el Señor los haga crecer y aumente el amor
entre ustedes y hacia los demás, así como también
nosotros los amamos a ustedes, 13 para que se fortalezca
su corazón y sean ustedes santos e irreprensibles
delante de nuestro Dios y Padre, cuando venga nuestro
Señor Jesucristo con todos sus santos. 1 Ts. 3:12-13
Pues entendemos que el crecimiento de ellos, es también
nuestro propio crecimiento. Pues ambos servimos al mismo
Dios y trabajamos en una misma Misión. Así que lo que Dios
hace en una parte del Cuerpo de Cristo, también nos bendice
a nosotros y nos anima a seguir creciendo hasta que todos
seamos hallados santos e irreprensibles ante nuestro Dios y
Padre.

40
1
Por lo demás, hermanos, les rogamos y animamos en el
Señor Jesús a que cada día su comportamiento sea más y más
agradable a Dios, que es como debe ser, de acuerdo con lo
que han aprendido de nosotros. 2 Ustedes ya conocen las
instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús. 3 La
voluntad de Dios es que ustedes sean santificados, que se
aparten de toda inmoralidad sexual, 4 que cada uno de ustedes
sepa tener su propio cuerpo en santidad y honor, 5 y no en
pasiones desordenadas, como la gente que no conoce a Dios.
1 Tesalonicenses 4:1-5

¿ Haz considerado que tu estilo de vida, denota lo que


crees y en lo que confías? Efectivamente, la forma en
cómo actuamos día a día denota lo que para nosotros es
importante. Establecemos nuestras metas en función de lo
que es importante para nosotros. Invertimos en ello tiempo y
dinero, porque creemos que es importante.
Eso que consideramos importante (cualquier cosa que sea),
empieza a determinar nuestra conducta. Si es el deporte,
estamos al tanto de los partidos, estadísticas, etc.
Posiblemente portarás una playera de tu equipo y el grupo de
amigos que están en tu derredor, tienen aficiones semejantes.

41
Nuestro estilo de vida, afecta nuestra forma de vestir, actuar
y por supuesto la base de ello está en lo que pensamos, pues
de allí es de donde saldrán después las acciones. Esto incluso
va más allá de lo que decimos o incluso algunas de las cosas
que hacemos conscientemente. Pues nuestros afectos se
hallan en el fondo de nuestro corazón y de allí se ponen en
manifiesto.
Pues lo que está en el corazón determina lo que uno
dice. 35 Una persona buena produce cosas buenas del
tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce
cosas malas del tesoro de su mal corazón. Mateo
12:34b-35NTV
Nuestra manera de vivir genera una tendencia que muestra los
aspectos profundos de nuestra verdadera identidad, la
madurez que poseemos, así como las áreas donde aún somos
débiles y necesitamos crecer. Es por ello que al ver a las
personas actuar en un proceso largo, podemos ver dónde
están sus verdaderos intereses, pues sus acciones las denotan.
Por ello cuando leemos de la iglesia de Tesalónica, podemos
ver 3 rasgos que nos muestran cómo se conducen las personas
que tienen esperanza. Al verlo en aquella iglesia, también
podremos nosotros aprender para que en breve también
nuestra vida refleje la esperanza que nos mueve.

3 cosas que muestran esperanza en nuestra forma de


vivir. Y que pueden guiar nuestra forma de vivir, de modo
que con nuestras acciones reflejemos la esperanza que
tenemos en Dios y que podrá motivar a otros a andar en el
mismo camino y en la misma esperanza.

42
U n comportamiento agradable a Dios. Los discípulos
de Cristo, se hacen verdaderos seguidores de Él,
cuando actúan conforme a Su voluntad. Así el alinearse con
la voluntad de Dios es que se hacen agradables a Él, más que
por hacer obras en Su favor. De hecho, las buenas obras que
podemos desarrollar y que den gloria a Dios, solo son las que
Él ha puesto de antemano para que desarrollemos, haciendo
uso de los medios que Él provee y conforme a Su tiempos y
formas (Efesios 2:10). Ahora como el concepto de ser
agradables a Dios es sumamente amplio, hemos de limitarnos
a lo que el texto nos dice y que a través ello mostramos la
esperanza con la que vivimos.
3
La voluntad de Dios es que ustedes sean santificados,
que se aparten de toda inmoralidad sexual, 4 que cada
uno de ustedes sepa tener su propio cuerpo en santidad
y honor, 5 y no en pasiones desordenadas, como la
gente que no conoce a Dios. 1 Tesalonicenses 4:3-5

Santificados (ἁγιασμός) es una palabra que no usamos en


nuestro lenguaje cotidiano y que vale la pena aclarar para
poder ver en qué sentido santificarnos nos hace agradables a
Dios. Veamos entonces 4 cosas sobre ser santificados.
1. Es la relación con Dios en la que entran los
discípulos por la fe en Cristo.
Y eso eran algunos de ustedes, pero ya han sido
lavados, ya han sido santificados, ya han sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el
Espíritu de nuestro Dios.1 Corintios 6:11
2. Muestra la separación del creyente de las cosas
malas y de los malos caminos.

43
La voluntad de Dios es que ustedes sean santificados,
que se aparten de toda inmoralidad sexual, 1
Tesalonicenses 4:3
3. Tiene que ser aprendida de Dios, conforme él la
enseña mediante su Palabra
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Juan
17:17
4. El discípulo tiene que buscarla seria y
constantemente.
Procuren vivir en paz con todos, y en santidad, sin la
cual nadie verá al Señor. Hebreos 12:14
Como podemos ver santificación es expresado como una
acción que se inicia para seguirla haciendo. Donde los
discípulos se involucran para hacer y no solo como un dejar
de hacer.
Así entonces, la santidad hoy en día como en la época del
Nuevo Testamento es casi desconocida. Por eso los
discípulos toman el modelo de santidad de la Palabra de Dios
y no de la moral propuesta por la sociedad. De allí que la
santificación resulte en un sentido contracultural, no por
destruir una cultura, sino para transformarla y hacer una que
refleje la voluntad de Dios.
Una conducta ajustada a las instrucciones que Dios nos da en
Su Palabra. Esa es la forma en cómo marcamos la diferencia.
Por eso, así ha dicho el Señor: «Si te vuelves a mí, yo te
restauraré, y tú estarás delante de mí. Si entresacas lo
precioso de lo vil, serás como mi boca. ¡Haz que ellos
se vuelvan a ti, pero tú no te vuelvas a ellos! Jeremías
15:19

44
Amor fraternal. La caridad fraternal (φιλαδελφία) impulsa a
los discípulos a actuar en favor de otros, para apoyar a sus
hermanos en la fe. Se trata de un amor que es mostrado en
actos concretos, a través del cual nos hacemos hermanos, ya
no solo como una condición posicional, donde Cristo nos ha
colocado, sino también ahora por un acercamiento que
hacemos a favor de los que también han sido hechos hijos de
Dios. Mostrando de esta manera la transformación que Cristo
sigue haciendo en nosotros.
En cuanto al amor fraternal, no es necesario que les
escriba, porque Dios mismo les ha enseñado que
ustedes deben amarse los unos a los otros, 1
Tesalonicenses 4:9
Se trata del uso de la misericordia cristiana, que surge como
producto no de la caridad, sino de obra espiritual que está
surgiendo en nuestra vida, y mediante la cual estamos siendo
trasformados cada día para ser más semejantes a Cristo. En
su epístola a los romanos, el apóstol Pablo nos dio 4 ejemplos
prácticos del amor fraternal
1. Amor y respeto. Expresar amor con los que nos
hacemos hermanos, siempre ha de desarrollarse en un
ámbito de respeto.
Ámense unos a otros como hermanos, y respétense
siempre. Romanos 12:10
El amor genuino siempre es respetuoso de los
tiempos y de las formas. Pues es incongruente amar y
al mismo tiempo faltar al respeto de los otros. Agustín
un pensador cristiano del siglo iv, escribió así:
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con
amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges,

45
corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con
amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra
cosa sino amor serán tus frutos
2. Trabajar juntos. Uno de los aspectos que más
fraternidad forma entre los discípulos, es el trabajar
en la misión. Pues al hacerlo no comparten solo
trabajo, sino también esperanza y fe.
Trabajen con mucho ánimo, y no sean perezosos.
Trabajen para Dios con mucho entusiasmo. Romanos
12:11
Juntos desarrollan los ministerios que Dios les ha
dado y esto no solo crea empatía entre ellos, sino
también confían uno en el otro.
3. Fortalecen su esperanza. La fraternidad cristiana
nos brinda el apoyo para esperar en el Señor. Esto
ocurre, porque animados por un mismo Espíritu, se
fortalecen los unos a los otros en los momentos
difíciles, así que juntos desarrollan paciencia y
constancia para seguir ministrando juntos, confiando
en lo que Dios hará
Mientras esperan al Señor, muéstrense alegres;
cuando sufran por el Señor, muéstrense pacientes;
cuando oren al Señor, muéstrense constantes.
Romanos 12:2
Esta es la esperanza que en la tradición judía se
renueva con la celebración de la Pascua, y en la
cristiandad en la celebración eucarística, pues confían
mutuamente en que la próxima vez que la celebren,
sea en las bodas del Cordero.
4. Son generosos. El amor fraternal siempre tiene el
componente de hacerse ayuda para el otro. Actuando

46
con generosidad de acuerdo con los dones que Dios
ha puesto en la vida de cada uno.
Compartan lo que tengan con los pobres de la iglesia.
Reciban en sus hogares a los que vengan de otras
ciudades y países. Romanos 12:13
Dan a los pobres, pero esto no es un acto de solo dar
y recibir, sino que el que recibe también actúa como
dador a otros, de la misma forma en cómo ha
recibido.

E sperando el futuro con confianza. Los que confían


en Dios, muestran esperanza, sin importar cuál es la
condición por las que están cruzando. Algunos podrían
pensar que se trata de algo mental, pero en realidad no es así.
Se trata de las convicciones profundas que por la fe se han
desarrollado en su vida y por ellas viven y si es necesario
también por ellas mueren.
Un ejemplo de estas convicciones, está expresada en la
epístola a los romanos
Si vivimos o morimos, es para honrar al Señor
Jesucristo. Ya sea que estemos vivos, o que estemos
muertos, somos de él. Romanos 14:8
Y retomado en uno de los catecismos de la Iglesia.
1. Pregunta: ¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida
como en la muerte?
Respuesta: Que yo, con cuerpo y alma, tanto en la vida
como en la muerte, no me pertenezco a mí mismo, sino
a mi fiel Salvador Jesucristo, que me libró del poder del
diablo, satisfaciendo enteramente con preciosa sangre

47
por todos mis pecados, y me guarda de tal manera que
sin la voluntad de mi Padre celestial ni un solo cabello
de mi cabeza puede caer antes es necesario que todas
las cosas sirvan para mi salvación. Por eso también me
asegura, por su Espíritu Santo, la vida eterna y me hace
pronto y aparejado para vivir en adelante según su santa
voluntad.
Otro ejemplo de estas convicciones con las que los discípulos
viven la podemos tomar de uno de los textos más antiguos
del judaísmo.
25
Yo sé que mi Redentor vive, y que al final se levantará
del polvo.
26
También sé que he de contemplar a Dios, aun cuando
el sepulcro destruya mi cuerpo.
27
Yo mismo seré quien lo vea, y lo veré con mis propios
ojos, aun cuando por dentro ya estoy desfalleciendo.
Job 19:25-27
Cómo podemos leer fácilmente en estos textos la seguridad
en que Dios cumplirá lo que ha prometido está presente. No
hay nada en la vida o en la muerte que les haga dudar de que
su vida y destino están seguras en Dios. Saben que la fidelidad
de Dios habrá de mostrarse y que más allá de lo que a sus
cuerpos temporales les pudiera suceder ellos pueden
descansar con seguridad pues saben que si no es la voluntad
de Dios, ni uno solo de sus cabellos será tocado. Y lo que
Dios en Su voluntad permita que ocurra, será finalmente
también para Su bendición.
Este es el tipo de confianza que también tenía Pablo y la
iglesia de Tesalónica. Y que podía experimentarse en su forma
de hablar

48
Luego nosotros, los que aún vivamos y hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes, para recibir en el aire al Señor, y así estaremos
con el Señor siempre. 1Tesalonicensess 4:17
Los discípulos no saben el futuro, pero saben en Quien han
confiado. Y el amor de Cristo hecha fuera todo temor al
respecto no solo de la vida eterna, sino también en su diario
vivir, pues confían en que El Dios que los ha cobijado para
ser hijos suyos, no solo es Salvador, sino también proveedor
y sustentador de sus vidas. Sin duda pueden decir como
también un salmista lo expresará.
5
Sólo en Dios halla tranquilidad mi alma; sólo en él he
puesto mi esperanza.
6
Sólo Dios es mi salvación y mi roca; porque él es mi
refugio, no resbalaré.
7
Sólo Dios es mi salvación y mi gloria; ¡Dios es mi roca
fuerte y mi refugio! Salmos 62:5-7

49
50
4
Pero ustedes, hermanos, no viven en tinieblas, como para
que ese día los sorprenda como un ladrón, 5 sino que todos
ustedes son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la
noche ni de la oscuridad, 6 así que no durmamos como los
demás, sino mantengámonos atentos y sobrios.
7
Los que duermen, de noche duermen; los que se embriagan,
de noche se embriagan; 8 pero nosotros, los que somos del
día, debemos ser sobrios, ya que nos hemos revestido de la
coraza de la fe y del amor, y tenemos como casco la esperanza
de la salvación.
9
Dios no nos ha puesto para sufrir el castigo, sino para
alcanzar la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
10
quien murió por nosotros para que, despiertos o dormidos,
vivamos unidos a él. 11 Por lo tanto, anímense y edifíquense
unos a otros, como en efecto ya lo hacen. 1 Tesalonicenses
5:4-11

L a esperanza (ἐλπίς), normalmente es expresada como:


la feliz espera del bien, que habrá de ocurrir. Pero
también la esperanza es también una acción viva.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que por su gran misericordia y mediante la resurrección
de Jesucristo nos ha hecho nacer de nuevo a una

51
esperanza viva, para que recibamos una herencia
incorruptible, incontaminada e imperecedera.1Pedro
1:3-4
Así la esperanza también contiene un elemento activo. Que
nos lleva a considerar que la esperanza, también es algo en lo
que participamos. Acentuando más nuestra confianza y
seguridad acerca de lo que Dios nos ha prometido. Pues al
creer y actuar en conformidad con la fe, que hemos recibido,
nos vamos haciendo cada día más partícipes de lo que Dios
hará finalmente en nuestra vida. De manera que por la forma
en cómo vivimos, desde el ahora empezamos a vivir en
esperanza.

L a razón básica, del construir esperanza. Es por la


obra que Cristo ha hecho a nuestro favor cambiando
nuestro ser y por ello ahora: Somos hijos de la luz.
Este cambio en nuestra condición hemos de verla
originalmente en el contexto de las Palabras de Jesús. Donde
ser sal de la tierra y luz del mundo forman parte de un mismo
mensaje.
13
Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su
sabor, ¿cómo volverá a ser salada? Ya no servirá para
nada, sino para ser arrojada a la calle y pisoteada por la
gente. 14 Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad
asentada sobre un monte no se puede esconder. 15
Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de
un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a
todos los que están en casa. 16 De la misma manera, que

52
la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que
todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre,
que está en los cielos. Mateo 5:13-16
Ser luz y sal, como claramente pude leerse, ser sal y luz, no es
por cuenta propia, ni es para nosotros mismo. Como bien lo
aclaran los adjetivos agregados de la tierra y del mundo. Es
por ello que hemos ver dos lecciones sobre el ser hijos de luz.

1. Soy luz, por la presencia de Cristo en mí.


En otra ocasión, Jesús dijo: «Yo soy la luz del mundo; el
que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la
luz de la vida.» Juan 8:12
Ser luz, no solo es una condición que la acción de Cristo
cambia en nuestra vida. Sino que también implica
seguimiento de Él. Así que somos luz, porque con una fe
obediente mantenemos una comunión con Cristo que
deriva en nuestra propia transformación. Así que la
comunión no consiste meramente en lo que hacemos,
sino en la manera en cómo Cristo conduce nuestra vida.
2. Soy luz es para alumbrar a otros.
Para que sean irreprensibles y sencillos, e intachables
hijos de Dios en medio de una generación maligna y
perversa, en medio de la cual ustedes resplandecen como
luminares en el mundo, Filipenses 2:15
El objetivo de que seamos luz, no se limita a nuestra
bendición, sino a que seamos luz para otros. Así el
resplandecer lleva la idea de que la luz de Dios presente

53
en nuestra vida, sirva también de guía y dirección para las
personas que están en nuestro derredor.
Así que nos solo son nuestras palabras, sino particularmente
nuestra propia vida ha sido constituida para que seamos un
testimonio vivo de la luz de Dios en este mundo.

¿Cómo construimos esperanza? Casi siempre sabemos


el que hemos de ser y hacer, pero nuestras limitantes
suelen encontrarse en el ¿Cómo voy a hacerlo? Sin embargo,
solo es cuestión de leer más detenidamente, para encontrar
que la misma Palabra de Dios nos muestra el cómo.

Atentos y sobrios. La primera recomendación que se nos da


es el estar atentos (γρηγορέω). Lo cual señala a una actitud de
alerta espiritual. Que se ha de mantener ante los constantes
riesgos que la iglesia enfrenta. Al revisar el mensaje que Pablo
envió desde Mileto a los ancianos de la Iglesia de Efeso.
28
Yo les ruego que piensen en ustedes mismos, y que
velen por el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los
ha puesto como obispos, para que cuiden de la iglesia
del Señor, que el ganó por su propia sangre. 29 Yo sé
bien que después de mi partida vendrán lobos rapaces,
que no perdonarán al rebaño. 30 Aun entre ustedes
mismos, algunos se levantarán y con sus mentiras
arrastrarán tras de sí a los discípulos. 31 Por lo tanto,
manténganse atentos y recuerden que noche y día,

54
durante tres años, con lágrimas en los ojos siempre he
aconsejado a cada uno de ustedes. Hechos 20:28-31
Cuidar de nosotros mismos y de la iglesia es una encomienda
en la que hemos de aplicarnos con la mayor seriedad, pues la
fidelidad a Dios, también implica fidelidad en la enseñanza
que se transmite a la Iglesia. De allí que velar y estar atentos,
a lo que se enseña en la iglesia es muy importante. Una
realidad clara el día de hoy es la facilidad con la que da
oportunidad de predicar y enseñar en las iglesias. Resulta que,
usando equivocadamente el concepto de democracia,
pensamos que todos los miembros de la iglesia, pueden
predicar la Palabra. Esta idea si bien es inclusiva, no refleja la
forma de ministración de la que habla la Biblia. Pues en las
Escrituras claramente hay dos elementos que han de ser
considerados a la hora de buscar quien ha de predicar y
enseñar la Palabra. La primera de ellas es la elección y llamado
que Dios hace a la vida de las personas. Veamos lo que hizo
Jesús al respecto.
12
Por esos días Jesús fue al monte a orar, y pasó la
noche orando a Dios. 13 Al llegar el día, llamó a sus
discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales también
llamó apóstoles, Lucas 6:12-13
Los apóstoles fueron elegidos después de orar. Pero
previamente a ello habían ya estado con Jesús, como parte de
una comunidad. Y después de su elección fueron entrenados
por Jesús. Si solo seguimos el relato tradicional, podemos
decir que el discipulado de ellos, como el ministerio de Jesús
fue de aproximadamente 3 años. De modo que fueron
entrenamos por el mejor Maestro y de ninguna manera era
neófitos al respecto de la fe. Si añadimos a ello que, como

55
judíos, ya tenían el trasfondo conocer la Palabra de Dios, pues
la enseñanza básica de los judíos comprendía el asistir a la
sinagoga entre los 8-12 años, como preparativo que a los 12
años leyeran la Biblia hebrea en el culto sinagogal. E incluso
no debemos de pasar por alto algunos de esos hombres
adultos, que fueron llamados por Jesús, también habían sido
discípulos del Bautista antes de seguirlo a Él.
Así entonces podemos ver que estos que fueron elegidos,
también tenían una amplia preparación. Y estamos dejando
de lado a Pablo, quien además tuvo lo que llamarías una
educación especializada en las Escrituras, siendo el fariseo.
Jesús encargo a hombres capaces, la enseñanza de la Palabra
y eso mismo también hicieron sus seguidores. Veamos
algunas recomendaciones del apóstol Pablo:
1
Ésta es palabra fiel: Si alguno anhela ser obispo, desea
una buena obra. 2 Pero es necesario que el obispo sea
irreprensible y que tenga una sola esposa; que sea
sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para
enseñar; 3 no afecto al vino, ni pendenciero, ni
codicioso de ganancias deshonestas, sino amable,
apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que
tenga a sus hijos en sujeción y con toda honestidad
5
(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo
podrá cuidar de la iglesia de Dios?); 6 no debe ser un
neófito, no sea que se envanezca y caiga en la
condenación del diablo. 7 También es necesario que
tenga buen testimonio de los de afuera, para que no
caiga en descrédito y en los lazos del diablo. 1 Timoteo
3:1-7

56
Podemos resumir las características de los que habrán de ser
dirigentes de la iglesia en tres áreas, Carácter, Conocimiento y
Conducta. Y quizá algunos piensen, porque poner tantas
trabas. Bueno pues resulta que justamente porque se trata de
cuidar del pueblo de Dios, el cual fue formado al costo de la
sangre de Jesucristo. Es por ello que necesitan ser las mejores
personas las que se dedique al cuidado de la Iglesia. Pues en
derredor de la Iglesia siempre hay lobos rapaces, que buscan
como sacar provecho de ella, y que incluso diluyendo o
exagerando algunos aspectos de la Palabra pueden desviar al
pueblo de Dios, de la comunión que guardan con Dios, así
como de la misión que se les ha encomendado.
La idea de mantener una actitud de alerta sobre las cosas que
enseñan, va junto con la idea de mantenernos sobrios (νήφω).
Lo cual en primera instancia refiere a abstenerse del vino.
Pero que, en su sentido más amplio, refiere a mantener un
estado de alerta al respecto de la moral. Así cuidar de lo que
se enseña y cuidar de la forma en cómo vivimos,
complementan la idea del como construimos esperanza. Pues
al vivir de un modo que glorifica a Dios, no solo hacemos Su
voluntad, sino que también promovemos entre los creyentes
un estilo de vida que honra a Dios. Y para los que no son
creyentes, nos convertimos en una luz, que muestra cómo
deberían de ser las cosas. Al tiempo que, como sal mostramos
a otros, como es una vida ajena a la corrupción del mundo.

R evestidos de fe y esperanza. Algo distintivo de los


discípulos de Cristo, es que se mueven en base a la fe.
Es decir, la fe es el principal motivo de sus acciones. De

57
manera que lo que hacen gira en derredor de la fe en Cristo.
Pues ciertamente buscan experimentar todas las áreas de su
vida en relación a su fe.
Y todo lo que hagan, ya sea de
palabra o de hecho, háganlo
en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios el Padre
por medio de él. Colosenses
3:17
Así la fe que profesan en
Cristo influye en todos sus actos. De modo que no hay una
separación entre vida cristiana u otra vida. Pues en todo Cristo
es el Señor.
Así como en el caso anterior Atentos y Sobrios van juntos.
En este también Fe y Esperanza van unidas. Ambas sirven en
un sentido para defensa de los creyentes al estar unidas a la
idea de Coraza y Casco. Pero si bien son elementos defensa,
también son elementos con los que se construye.
Pues cuando se camina por este mundo, con fe (confianza) de
que toda nuestra vida se encuentra a buen resguardo en las
manos de Dios. Podemos actuar buscando Su voluntad,
sabiendo cualquier cosa que venga, será para nuestro bien, así
como para el bien de Su iglesia.
Cuando la fe y la esperanza están actuando en nuestra vida,
esto nos lleva también a trabajar activamente en aquello
sabemos por la Palabra que habrá de ser bendición. Y aun
cuando no necesariamente logremos ver el bien deseado,
sabemos que nuestro trabajo en El Señor, nunca será en vano.

58
Estos elementos, forman un conjunto con los elementos
anteriores. Y esto nos lleva hacia un par de elementos
prácticos de como construimos esperanza en la comunidad
de fe, pero también desde allí para la ciudad donde Dios nos
ha colocado.

A nimándonos y edificándonos. Sabiendo que nuestro


destino en Cristo es seguro, por causa de Su obra a favor
nuestro. Y reconociendo que la salvación si bien es individual
pero que a través de ella somos integrados a la familia y pueblo
de Dios. Entonces somos integrados a esta familia, para que
en plan de condiscípulos cada uno de nosotros este buscando
el crecimiento y bendición de los demás integrantes de la
familia.
No busque cada uno su propio interés, sino cada cual
también el de los demás. Filipenses 2:4
La fe, no se vive en lo individual, por ello Dios nos ha
colocado en una iglesia local, donde no solo vivimos la fe,
sino también donde ejercemos los dones ministeriales que
Dios nos ha dado y que son justamente para que nuestra vida
sea de bendición en primera instancia para otros miembros de
la misma familia.
5
Así también nosotros, aunque somos muchos,
formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro
está unido a los demás. 6 Ya que tenemos diferentes
dones, según la gracia que nos ha sido dada, si tenemos
el don de profecía, usémoslo conforme a la medida de
la fe. 7 Si tenemos el don de servicio, sirvamos; si

59
tenemos el don de la enseñanza, enseñemos; 8 si
tenemos el don de exhortación, exhortemos; si
debemos repartir, hagámoslo con generosidad; si nos
toca presidir, hagámoslo con solicitud; si debemos
brindar ayuda, hagámoslo con alegría. Romanos 12:5-8
Somos cada uno individuales, pero estamos todos formamos
parte de El Cuerpo de Cristo, y somos participantes de una
misma Misión y nos aguarda a todos, un mismo destino. Así
que la individualidad de dones es usada así para que cada uno
de nosotros ministre a los demás de acuerdo con los dones,
ministerios y talentos que hemos recibido del Señor.
Sumándonos así desde una perspectiva individual a un mismo
proyecto. Para de esta manera cumplir con la Ley de Cristo.
Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan
así la ley de Cristo. Gálatas 6:2
Al hacer esto, anunciamos a otros que la presencia de Dios
entre nosotros es real, pues la construcción de la esperanza
que Dios genta en esta comunidad, como signo escatológico
de los últimos tiempos es real y verdadera. De modo que
como comunidad de destino anunciamos lo que habrá de
venir y somos así un signo anticipado de lo que Dios hará en
la culminación de los tiempos.

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