11.

OBJETO, DIVISIONES Y METODO

DE LA PSICOLOGIA (1896)
por Wiiheím Wundt

El presente texto pertenece al capítulo introductorio del «Compendio

de Psicología» escrito por Wundt en 1896. Se treta de una exposición resu-
mida de su sistema psicológico en un estadio más maduro. Wundt expone
concisamente su concepción de la psicología y del método psicológico, a conti-
nuación se trate de los elementos del sistema: sensaciones y sentimientos,
después estudia las formaciones psíquicas compuestas, y por último l&s leyes
de conexión y de causalidad psíquica. Para una comprensión más corrects
del presente texto es preciso situarlo en su contexto. Cuando escribe el libro,
Wundt ya había elaborado su teoría tridimensional del sentimiento, con lo
que puede decirse que había concluido su psicología individual; asimismo
había publicado sus tres grandes tratados filosóficos, «Lógica» (1883), «Etica»
(1886) y «Sisteme de filosofía» (1889) y estaba presto a comenzar la gran
obra de la «Psicología de los pueblos» (1900-1920). Además, a raíz de la
publicación del texto de psicología de Külpe, en el que se defendía una defini-
ción positivista de la ciencia psicológica, Wundt había respondido con una
serie de artículos contrarios al positivismo y a una reducción de la psicología
a la fisiología (cfr DANZJNGER, 1979), y cuyos ecos aparecen precisamente
en los párrafos de letra pequeña (números 10 a y 3 a de las partes segunda
y tercera del texto).
Por consiguiente, este texto fija la posición de Wundt frente a la ciencia
natural y a la filosofía. En la primera parte, en donde la psicología es definida
como ciencia de la experiencia inmediata, encontramos en el párrafo tercero
una exposición concisa de la teoría wundtiana de la ciencia. Para él, al con-
trario que para Mach y los positivistas, la ciencia natural entraña una serie
de constructos hipotéticos basados en una abstracción de la experiencia del
observador. De ahí que, dado que la psicología no necesita de estos constructos,
termine diciendo que es una disciplina más estrictamente científica que la
ciencia natural.
El apartado segundo del texto trata de las diversas ramas y direcciones
de la psicología, Wundt sitúa a su psicología experimental dentro de la tradi-
Pr?
182 OBJETO, D I V I S I O N E S Y METODO DE LA PSICOLOGIA
WILHELM WUNDT 183
•i •
ción empírica, en contraposición a la metafísica, y se une a los que adoptan
una importante demarcación de la ciencia, distinta de la de las ciencias de la
un punto de vista explicativo. En el número 9 encontramos una caracterización
naturaleza, que exige como fundamento genera! una psicología autónoma (p
S voluntarista de su psicología. Antes Wundt había criticado en los números 7 independiente de las teorías metafísicas.
| y 8 a la filosofía asociacionista por su intelectualismo, y a la psicología herbar-
liana por su falsa substancialización de las ideas. Wundt se define a sí mismo La segunda definición, la empírica, que considera a la psicología como
como voluntarista porque considera a la experiencia interna como proceso, una «ciencia de la experiencia interna», es insuficiente, ya que puede dar píe
y a la voluntad como prototipo y modelo de los demás procesos psíquicos. a la idea equivocada de que la psicología tiene que ocuparse de algo diferente
Esta caracterización no se compagina con la imagen del sistema wundt taño de la llamada «experiencia externa». Hay contenidos de experiencia que
dada por muchos autores. Por último, en el apartado 10, encontramos un ciertamente entran dentro del campo de la investigación psicológica, aun
| resumen de la posición de Wundt, y una consideración de las relaciones de cuando no figuren entre los objetos y procesos de experiencia estudiados por
i' la psicología con las demás ciencias: complementa a la ciencia natural, funda- las ciencias de ía naturaleza: por ejemplo, nuestros sentimientos, afectos y
| menta a tas ciencias del espíritu y prepara el camino a la filosofía. Las críticas resoluciones de la voluntad. Pero, por otra parte, no hay fenómeno natural
[H a los positivistas pueden verse en el texto en letrc pequeña. que, desde otra perspectiva, no pueda ser objeto de 1a investigación psicológica.
í Por último, en la tercera parte, Wundt propone el experimento, y no Una piedra, una planta, un tono, un rayo de luz, en cuanto fenómenos natura-
| " la observación, como método de la psicología experimental. Para estudiar les, son objeto de 1a mineralogía, botánica, física, etc. Pero en la medida en
los procesos más simples hay que recurrir al experimento, dado el carácter que despiertan ideas en nosotros, estos fenómenos naturales también son
{: huidizo de los mismos. Pero admite la observación como método de la psico- objetos de la psicología, la cual procura, o intenta, dar cuenta del origen
| ! logia de Jos pueblos. Para Wundt la psicología científica tenía dos grandes de estas ideas y de su relación con otras ideas, así como también de otros
I i. divisiones complementarias: la psicología individual o experimental y la psicc- procesos no relacionados con hechos externos, tales como ios sentimientos
I ;, logia de los pueblos. El estudie de los procesos más compejos, eran patrimonio e impulsos de la voluntad. No hay en absoluto ningún «sentido interno» que,
ff de esta última ciencia. Por consiguiente, para Wundt, la psicología, en su en cuanto órgano de la percepción psíquica, pueda contraponerse a los sentidos
lí ¡ i conjunto, no era una ciencia estrictamente natural.
externos, órganos del conocimiento de la naturaleza. Las ideas, cuyas propie-
dades la psicología intenta conocer, se originan con la ayuda del sentido
{! 1 i BIBLIOGRAFIA: Para una mejor comprensión de la teoría psicológica de externo, de la misma manera que las percepciones en las que se basan
r ¡ •' Wundt, véanse BLUMENTHAL (1975), BR1NGMANN, TWENEY (1980),
las ciencias de la naturaleza; los movimientos subjetivos, desatendidos por
| j: , DANZINGER (1979), LEAKY (1979), P1NILLOS (1981) y RIEBER (1980).
las ciencias naturales, los sentimientos, afectos y actos de la voluntad no nos
son dados a través de órganos perceptuafes especiales, sino que se muestran
combinados en nosotros de un modo inmediato v no pueden separarse de las
i ! ideas aplicadas a los objetos externos.

2. De ello resulta que las expresiones percepción externa e interna no

1. OBJETO D E LA PSICOLOGIA
significan objetos diferentes, sino puntos de vista diferentes, adoptados por
ií
nosotros en el conocimiento y tratamiento científico de la experiencia, que
I i 1. Dos SOR las definiciones de psicología que han predominado en la de suyo es unitaria. Estos puntos de vista se basan en el hecho de que toda
i historia de esta ciencia. Según la primera, la psicología es la «ciencia de! alma»: experiencia se dsvide inmediatamente en dos factores: un contenido que se
! los procesos psíquicos son concebidos como fenómenos de los que se concluye nos dá, y nuestro conocimiento de dicho contenido. AI primero le llamamos
I la existencia de una substancia metafísica o alma, que constituye la base de objeto de la experiencia y al segundo sujeto de la experiencia. De ahí nacen
1
j' | los mismos. Según 1a segunda, la psicología es la «ciencia de la experiencia dos direcciones pars el estudio de la experiencia. La primera es la ciencia
-i i interna». Aquí ios procesos psíquicos pertenecen a una ciase especial de expe- natural, que considera a los objetos de la experiencia en su condición inde-
,1 ¡ riencia caracterizada porque sus objetos son dados a la «introspección» o al pendiente del sujeto. La otra es 1a psicología, que investiga el contenido total
¡| i «sentido interno», como también se la llama, en contraposición a la percepción de la experiencia en sus relaciones con el sujeto v en las propiedades que se
H¡ ¡ de los sentidos externos. siguen inmediatamente de estas relaciones. De acuerdo con esto podemos decir
;! ¡ Pero ninguna de estas dos definiciones satisface al punto de vista cientí- que el punto de vista de la ciencia natural es el de la experiencia mediata,
«'|¡ | fico de la actualidad. La primera, ia definición metafísica, corresponde a una ya que ella sólo es posible cuando se hace abstracción del factor subjetivo
• i| j etapa que en psicología ha durado más que en las demás disciplinas, pero que contenido en toda experiencia real; en cambio, el punto de vista psicológico,
hi i en la actualidad se ha convertido en una disciplina empírica que trabaja con que suprime esta abstracción y todas las consecuencias de ella derivadas, es
un método propio, y las «ciencias del espíritu» han sido reconocidas como el de la experiencia inmediata.
184 OBJETO, DIVISIONES Y METODO DE LA PSICOLOGIA
3. Este objeto, que corresponde a la psicología en cuanto ciencia empí-
rica general, coordinada y complementaria de la ciencia natural, haíía su
confirmación cuando se consideran a todas las ciencias ¿el espíritu, de las
que la psicología es base y fundamento. Todas estas ciencias, la filología,
historia, teorías del estado y de la sociedad, tienen a la experiencia inme-
diata como contenido, tal y como ésta viene determinada por las acciones
recíprocas de los objetos y de los sujetos cognoscentes y operantes. De ahí
que estas ciencias del espíritu no se sirvan de las abstracciones v conceptos
hipotéticos de las ciencias de la naturaleza; los objetos de las ideas y de los
movimientos subjetivos concomitantes tienen para estas ciencias el valor de
una realidad inmediata, e intentan aclarar c explicar los componentes particu-
lares de esta realidad partiendo de su mutua conexión. Este procedimiento
de interpretación psicológica de las ciencias del espíritu tiene que ser también
el de ía psicología, tal v como es exigido por su objeto, la realidad inmediata
de la experiencia.
3a. Como la ciencia natural investiga el contenido de ia experiencia prescindiendo
del sujeto experiencisnte, algunos dicen que su objeto es el «conocimiento dei mundo
externo», entendiendo por tal todo e! conjunto de objetos que nos son dados en ia
experiencia. De acuerdo con esto, a veces se ha intentado definir la larea de la psicología
diciendo que es «el autoconocimiento del sujeto». Esta definición es insuficiente poique
también pertenecen al objeto de la psicología las relaciones recíprocas del sujeto con el
mundo externo v con otros sujetos semejantes a él, además de las propiedades particulares
del sujeto aislado. Además esta expresión puede fácilmente dar a entender que mundo
externo y sujeto son partes distintas de ia experiencia, o que al menos pueden dividirse
en contenidos de experiencia mutuamente independientes, siendo así que la experiencia
externa simpre está vinculada a las funciones perceptivas v cognitivas del sujeto, v la
experiencia interna contiene a las ideas del mundo externo como elementos permanentes
de la misma. Esta relación se debe necesariamente a que en realidad la experiencia no
es una yuxtaposición de distintas zonas, sino una totalidad coherente que presupone en
todas v cada una de sus partes, tanto al sujeto que capta el contenido de la experiencia,
cuanto a ios objetos que son dados al sujeto como contenidos de la misma. Por eso
tampoco la ciencia natural puede prescindir totalmente del sujeto cognoscente, sino única-
mente de aquellas cualidades que, como ios sentimientos, desaparecen al punto cuando
se hace abstracción del sujeto, o de aquellas otras que, como las cualidades de las
sensaciones, de acuerdo con la investigación física tienen que ser atribuidas al sujeto.
La psicología, por el contrario, tiene como objeto propio a! contenido total de la expe-
riencia en su condición inmediata.
Si la razón última para diferenciar a las ciencias naturales de la psicología y de las
ciencias de! espíritu sólo puede encontrarse en el hecho de que toda experiencia tiene
como factores un contenido objetivo dado y un sujeto experienciante, entonces natural-
mente ello no quiere decir que esa división presuponga una previa definición lógica de
ambos factores. Porque está claro que una definición ta! sólo es posible por razón de las
investigaciones de la ciencia natura! y de ia psicología, y por consiguiente en absoluto
puede anteceder a dichas investigaciones. La única asunción común desde un principio
a 1a ciencia natural v a la psicología, radica más bien en la conciencia que acompaña
a toda experiencia, gracias a la cual le son dados los objetos al sujeto, y sin la cual no
puede hablarse de un conocimiento de las condiciones en las que se basa esa distinción
ni de determinadas características per las que puede distinguirse un factor del otro.
A este respecto, también las expresiones sujeto y objeto han de ser consideradas solamente
como traducción de unas diferencias que pertenecen a una reflexión lógica ya acabada,
al estadio o nivel de la experiencia originaria.
De acuerdo con esto, 1a intepretación científico-natural y la interpretación psicológica
se complementan mutuamente, no sólo porque la interpretación científica considera ios
objetos prescindiendo del sujeto, y la psicología toma en consideración a la participación
WILHELM W U N D T 185
del sujeto en la formación de la experiencia, sino también porque ambas se colocan en
un punto de vista diferente a la hora de considerar un contenido concreto de la expe-
riencia. Puesto que ia ciencia natural pretende descubrir cómo están constituidos los
objetos sin tener en cuenta para nada ai sujeto, el conocimiento que nos brinda es de
una naturaleza mediata o conceptúa': en lugar de ¡os objetos inmediatos de ia experiencia,
ella considera los contenidos conceptuales obtenidos de esos objetos haciendo abstracción
de los elementos subjetivos de nuestras ideas. Pero esta abstracción simpre exige compie-
meníos igualmente hipotéticos de la realidad. Porque así como el análisis científico-natural,
demuestra que numerosas partes de la experiencia, tales por ejemplo como ios contenidos
de la experiencia, son resultados subjetivos de procesos objetivos, de la misma manera
estos últimos, en su naturaleza independiente del sujeto, no podrían contenerse en la
experiencia. Por consiguiente es preciso llegar a ella con ia ayuda de conceptos hipotéticos
auxiliares sobre las propiedades objetivas de la materia. Por e! contrario, la psicología,
que investiga el contenido de ¡a experiencia en toda su realidad —las ideas referentes
a objetos junto con los movimientos subjetivos que las acompañan—, tiene un modo de
conocer intuitivo o inmediato; intuitivo en e! sentido más amplio que este concepto ha
recibido en la moderna terminología científica, y según el cual no sólo se refiere al
contenido de ia percepción inmediata del sentido externo, es decir, de la visión, sino
también a todo hecho real concreto en cuanto se contrapone a lo pensado abstracta y
conceprualmente. La psicología ahora sólo puede poner de manifiesto la conexión de los
contenidos de la conciencia, tai como le es dada en realidad al sujeto, absteniéndose
completamente de las abstracciones y conceptos hipotéticos de las ciencias de la naturaleza.
Por consiguiente, si ambas,, ia ciencia natural v ia psicológica, son ciencias empíricas,
en e! sentido de tener ambas por objeto la explicación de is experiencia, aunque desde
diferentes puntos de vista, entonces ia psicología, debido a lo peculiar de su objeto, es
manifiestamente la ciencia m&s estrictamente empírica.
2. DIRECCIONES DE LA PSICOLOGIA
1. La concepción de la psicología fomo una ciencia de la experiencia,
que no se ocupa de un contenido específico de experiencia, sino del contenido
inmediato de toda experiencia, es una novedad. Esta concepción encuentra
todavía en la ciencia actual posiciones antagónicas que, en general, pueden
ser consideradas como residuos de desarrollos anteriores, y que luchan entre
sí en lo que respecta a la posición que debe concederse a 1a psicología con
respecto a la filosofía y a las demás ciencias. Las dos direcciones principales
en que puede dividirse 1a psicología en correspondencia con las definiciones
más extendidas (1,1), son la psicología metafísica y 1a psicología empírica.
Pero ambas se subdivsden a su vez en una gran cantidad de direcciones.
La psicología metafísica concede generalmente muy poco valor al análisis
empírico y a la explicación causal de los procesos psíquicos. AI considerar
a la psicología como una parte de la metafísica, su propósito principal es
lograr una definición de 1a «esencia del alma» que concuerde con la cosmc-
visión general del sistema metafísico en el que se halla incluida la psicología.
De un concepto metafísico de alma así establecido se intenta derivar el
contenido verdadero de la experiencia psicológica. La característica que
distingue a la psicología metafísica de la psicología empírica radica en que
aquélla no deriva ios procesos psíquicos de otros procesos psíquicos, sino
de un sustrato completamente distinto, bien sea de los actos de una substancia
anímica especial, bien sea de las propiedades o de los procesos de la materia.
186 OBJETO, DIVISIONES Y METODO DE LA PSICOLOGIA
Aquí se divide nuevamente la psicología metafísica en dos direcciones distintas.
La psicología espiritualista trata a !os procesos psíquicos como si fueran
efectos de un alma substancial específica, que, a su vez, es considerada como
esencialmente distinta de la materia (sistema dualista) o como esencialmente
afín (sistema monadológico). La tendencia metafísica fundamental de la psico-
logía espiritualista radica en la aceptación de una naturaleza sobrenatural del
alma, y en la compatibilidad de ésta con la aceptación de la inmortalidad, por
lo que a veces se vincula también con la hipótesis de la preexistencia. En
cambio, la psicología materialista refiere los procesos psíquicos al mismo
sustrato material en que se basa la explicación Hipotética de los fenómenos
naturales dada por las ciencias de la naturaleza. Los procesos de la vida
psíquica, lo mismo que los de la física, dependen de agrupaciones concretas
de elementos materiales, las cuales surgen durante la vida individual y se
disuelven al término de la misma. La tendencia metafísica de la psicología
materialista consiste en la negación de la naturaleza sobrenatural del alma
defendida por la psicología espiritualista. Pero coincide con ésta en la medida
en que no intenta interpretar la experiencia psicológica en sí misma, sino
que la deriva de presupuestos sobre ciertos procesos hipotéticos de un sustrato
metafísico.
2. La Psicología empírica nace de la lucha contra este modo de proce-
der. Ailí donde es realizada de un modo consecuente, se esfuerza por referir
los procesos psíquicos a conceptos obtenidos directamente de la relación entre
esos procesos, o bien hace uso de procesos psíquicos específicos y por lo
general muy simples, y deriva los procesos más complejos de la cooperación
existente entre los mismos. Los fundamentos de una tal interpretación empí-
rica pueden ser múltiples, de ahí que pueda dividirse en muchas direcciones.
En general, estas direcciones se reducen a una doble división fundamental.
La primera trata de la relación existente entre la experiencia interna y la
experiencia externa, y de la posición que las dos ciencias de la experiencia,
la ciencia natural y la psicología, ocupan ía una con respecto a la otra. La
segunda versa sobre las realidades o conceptos formados a partir de ellas,
los cuales son básicos para la interpretación de los procesos. Toda realización
concreta de la psicología empírica representa a una de estas dos direcciones.
3. En lo relativo a la concepción general sobre la naturaleza de la
experiencia psicológica, hay dos posiciones diferentes, que ya fueron mencio-
nadas en el primer apartado, dada su importancia decisiva para la determina-
ción del objeto de 1a psicología. Estas posiciones son: la psicología del sentido
interno, que considera a los procesos psíquicos como contenidos de un área
especial de la experiencia, relacionada con la experiencia de las ciencias natura-
les gracias a 1a mediación de los sentidos externos, pero completamente
distinta de ella; y 1a psicología como ciencia de la experiencia, que no reconoce
ninguna diferencia real entre las experiencias interna y externa, ya que esta
distinción sólo es fruto de los distintos puntos de vista desde los cuales puede
observarse la misma experiencia.
La primera de estas formas de psicología empírica es la más antigua.
Nació de la aspiración a defender la independencia de la observación psicoió-
WILHELM WUNDT 187
gica en contra de los abusos de la filosofía de la naturaleza. Como para ella
la ciencia natural y la psicología tienen una relación de mutua coordinación,
la igualdad de derechos entre ambas ciencias ha de basarse en la total diferen-
ciación de sus objetivos y de los modos de percibirlos. Esta opinión ha ejercido
una doble influencia sobre la psicología empírica: en primer lugar, ha favore-
cido la idea del método empírico en psicología, aunque este método, lo mismo
que la experiencia psicológica, tenía que ser completamente distinto al de la
ciencia natural; y, en segundo lugar, ha supuesto un gran esfuerzo por
encontrar vínculos de unión entre estos dos dominios de la experiencia supues-
tamente distintos. En lo que respecta a lo primero, la psicología del sentido
interno ha sido la que más ha cultivado el método de la pura introspección
(3, 2). En relación con lo segundo, 1a diferenciación entre los contenidos de
experiencia psíquicos v físicos llevó necesariamente a la psicología metafísica.
Porque, conforme a la naturaleza de las cosas, desde este punto de vista, las
relaciones de la experiencia interna con la externa o los llamados «efectos
recíprocos entre cuerpo y alma» sólo podían explicarse mediante supuestos
metafísicos. Pero tales supuestos tenían que influir también en k investiga-
ción psicológica, de manera que ésta quedaría contaminada de hipótesis meta-
físicas accesorias.
© De la psicología del sentido interno se distingue esencialmente la
concepción que define a la psicología como «ciencia de la experiencia inme-
diata». Esta concepción, dado que a la experiencia interna y externa no las
considera como partes distintas, sino como diferentes perspectivas de una
y de la misma experiencia, no puede reconocer una diferencia fundamental
entre los métodos de la psicología y de 1a ciencia natural. Esta dirección ha
intentado en primer lugar establecer los métodos experimentales capaces de
realizar un analisis exacto de los procesds psíquicos, parecido, aunque sola-
mente atento a la nueva perspectiva desde 1a cual se hace la consideración,
a los análisis de los fenómenos naturales realizados por las clarificadoras
ciencias de la naturaleza. Pero, además, esta dirección insiste en que tod2s
las ciencias específicas del espíritu, las cuales tratan de los procesos y creaciones
concretas del espíritu humano, también pertenecen al mismo cuerpo de ia
consideración cientízica de los contenidos inmediatos de la experiencia y de
sus relaciones con el sujeto activo. De ahí se sigue necesariamente que ios
análisis psicológicos de las producciones más generales del espíritu, tales como
el lenguaje, las ideas mitológicas, las normas v costumbres, han de conside-
rarse como instrumentos para la comprensión ce los procesos psíquicos más
complicados. Por tanto, en lo tocante a método, esta dirección está en íntima
relación con los demás dominios de la ciencia: en cuanto psicología experi-
mental, con las ciencias de la naturaleza, en cuanto psicología de los pueblos,
con las ciencias especiales del espíritu.
Finalmente, en este punto de vista queda totalmente eliminada la pregun-
ta sobre la relación de los objetos psíquicos con los objetos físicos. En realidad
no se trata de objetos completamente distintos, sino de uno y un mismo
contenido que unas veces, en las investigaciones de la ciencia natural, es
considerado haciendo abstracción del sujeto, y otras veces, en la investigación
p
: *' ¡l
: |; 188 OBJETO, D I V I S I O N E S Y METODO DE LA PSICOLOGIA
psicológica, es considerado en relación con su constitución inmediata y en
sus relaciones totales con el sujeto. Por consiguiente, todas las hipótesis meta-
t I físicas sobre las relaciones de los objetos psíquicos con los objetos físicos son
f ' soluciones a un problema erróneamente planteado. Si en lo que respecta a
[ los procesos psíquicos, dado que son contenidos inmediatos de experiencia,
| ia psicología debe renunciar a hipótesis metafísicas suplementarias, sin embar-
' ge, ello no quiere decir que no pueda considerar dichos procesos desde una
perspectiva física, dado que la experiencia interna y externa son dos aspectos
complementarios de una e idéntica experiencia, especialmente en aquellos
' casos en que la asociación de ios procesos psíquicos presenta algunas lagunas,
} para así ver si desde esta nueva perspectiva de la ciencia natural es posible
j restablecer la continuidad que echábamos de menos. Lo mismo puede decirse
Y1 de los vacíos existentes en la cadena de nuestros conocimientos fisiológiros.
Podemos complementarlos con ios eslabones procedentes del punto de vista
de la consideración psicológica. De modo que, gracias a esta concepción que
sitúa a estas dos formas de conocimiento en una justa relación recíproca, se
i puede, conseguir no sólo que 1a psicología sea una ciencia empírica, sino
también que la fisiología sea una verdadera ciencia auxiliar de la psicología,
y a la inversa, que la psicología sea con el mismo derecho una ciencia auxiliar
t de la fisiología.
MI 5. Con respecto a la segunda parte fundamental anteriormente men-
cionada (n.° 2), es decir, las realidades o conceptos situados en la base de
la investigación de las procesos psíquicos, también es posible distinguir dos
| +1 direcciones en la psicología empírica, las cuales, en general, equivalen a distin-
«{ tos estadios de desarrollo en la interpretación psicológica. La primera dirección
^ ' corresponde a un punto de vista descriptivo, la segunda a un punto de vista
! , j explicativo. Cuando se intentó distinguir los distintos procesos psíquicos desde
! ¡ i una perspectiva descriptiva, surgió la necesidad de clasificarlos adecuada-
; "¡ mente. Así se elaboraron los conceptos de clase que iban a servir para ordenar
i¡ 1 el voluntarismo. Supuesto que ia tarea fundamental de ia psicología consiste
a los diferentes procesos; y se procuró satisfacer la necesidad de interpretar
l!
¡; ; el caso concreto refiriendo ios componentes de un proceso compuesto a con-
•'' ] ceptos generales de dase aplicables a ellos. Tales conceptos son, por ejemplo,
' | ia sensación, el conocimiento, la atención, la memoria, la imaginación, el
J entendimiento, la voluntad, etc. Corresponden a los conceptos generales de
, ¡i ' la física nacidos del conocimiento inmediato de los fenómenos naturales, tales
• i| ! como peso, calor, sonido, luz, etc. Aunque tanto unos como otros pueden
servir para una primera ordenación de las cosas, sin embargo ello no quiere
i¡ 1 decir que contribuyan a la comprensión de las mismas. Ahora bien, la psico-
! ,• logia empírica se ha hecho muchas veces reo de esta confusión. En este mismo
i' j sentido, la psicología de las facultades convirtió a cada uno de los conceptos
. 'i generales en fuerzas o facultades psíquicas, y refirió los procesos psíquicos
¡' j a ia acción singular o general de los mismos.
, 6. Los intentos de una exposición explicativa contraria a esta psicología
1
descriptiva de las facultades, si se atienen realmente al punto de vista empí-
l11 rico, tienen que fundamentar sus interpretaciones en datos precisos pertene-
;i1 cientes a la experiencia psíquica. Dado que estos datos pueden tomarse de
flr í
WILHELM W U N D T 189
distintas áreas de los procesos psíquicos, la psicología explicativa también
puede dividirse en dos direcciones, que corresponden a ios dos factores parti-
cipantes en la producción de la experiencia inmediata, el objeto y ei sujeto.
Si se concede más valor al objeto de la experiencia inmediata, tenemos la
psicología intelectualisia, la cual intenta derivar los procesos psíquicos, incluidos
los sentimientos subjetivos, los impulsos v los movimientos de la voluntad,
de las ideas o, como también se les puede llamar debido a su importancia
para ei conocimiento objetivo, de los procesos intelectuales. Si por el contrario
se concede más valor al modo como la experiencia inmediata surge en el
sujeto, nos encontramos ante una dirección que concede a ios movimientos
subjetivos no referidos a objetos externos una posición muy similar a ia de
las ideas. La podernos llamar psicología voiuniarista, debido a 1a importancia
que concede a los procesos de la voluntad dentro de los procesos subjetivos.
De ¡as dos direcciones de ia psicología empírica (n.° 3) nacidas de la
concepción general de ia experiencia interna, la psicología del sentido interno
se indinaría hacia el intelectualismo. Dado que ei sentido interno y el sentido
externo están coordinados, la psicología del sentido común considera prime-
ramente a los contenidos ce la experiencia psíquica que suelen ser dados como
objetos al sentido interno, de la misma manera que los objetos naturales son
dados al sentido externo. Pero cree que los únicos contenidos de la expe-
riencia psíquica a los que se Ies puede conceder la naturaleza de objetos son
las ideas, ya que éstas son consideradas como simples copias de los objetos
externos dados a los sentidos externos. Según eso, los únicos objetos reales
del sentido interno son las ideas, v todos ios procesos no referidos a objetos
externos, tales por ejemplo, como los sentimientos, son interpretados como
ideas oscuras, o como ideas relativas a nuestro propio cuerpo, o finalmente
como efectos producidos por el encuentro, de ideas.
Así como la psicología del sentido interno está relacionada con el inte-
lectualismo, la psicología de la experiencia inmediata (n.° 4) se inclina hacia
en investigar la producción subjetiva de toda experiencia, entonces es evidente
que para analizar esta producción hay que atender especialmente a esos factores
de la experiencia que son dejados a un lado por la ciencia natural.
7. La psicología intelectualista ha marchado en ei curso de su desarrollo
en dos direcciones distintas. Unas veces fueron considerados los procesos
lógicos del juicio v de la inferencia como las formas típicas de todos ios
hechos psíquicos; otras veces se consideraron como tales a determinadas
combinaciones de ideas sucesivas en la memoria, que prevalecieron sobre las
restantes debido a su frecuencia. las llamadas asociaciones de ideas. La primera,
la Teoría lógica, es ia más próxima a ia interpretación psicológica popular;
es la más antigua, pero se ha perpetuado en parte hasta los tiempos más
recientes. La Teoría de la Asociación procede de! empirismo filosófico del
siglo pasado. Ambas direcciones mantienen hasta el memento posiciones con-
trarias, ya que ia teoría lógica intenta reducir la totalidad de ios procesos
psíquicos a formas superiores de procesos intelectuales, mientras que ia teoría
ssociacionista ios reduce a las formas inferiores o simples, como suelen ser
190 OBJETO, D I V I S I O N E S Y METODO DE LA PSICOLOGIA
llamadas. Ambas fracasan en su unilateralidad. no sólo porque no consiguen
explicar conforme a sus postulados básicos los procesos del sentimiento y de
la voluntad, sino porque además esos postulados nunca logran una interpre-
tación plena de los procesos intelectuales.
8. La unión de la psicología del sentido interno con la concepción
iníelectuaiista ha conducido finalmente a un presupuesto que muchas veces
ha sido funesto para la concepción psicológica. Nos referimos a la falsa subsian-
cialización iníelectuaiista de las ideas. Cuando no sólo se acepta una analogía
entre los objetos de! llamado sentido interno y los del sentido externo, sino
que además se considera a los primeros como copia de los segundos, entonces
uno transfiere s los objetos inmediatos del «sentido interno» o ideas, propie-
dades que la ciencia natural atribuye a los objetos naturales externos. De
esta forma las ideas son equiparadas a los objetos externos a los cuales hacen
referencia, y se convierten en objetos relativamente persistentes capaces de
desvanecerse y volver a entrar en la conciencia. Es cierto que podemos percibir
las ideas con mayor o menor claridad o fuerza según el sentido interno sea
o no sea excitado por ei sentido externo y en función de la atención que les
prestemos, pero en conjunto tienen que permanecer inmutables en su condi-
ción cualitativa,
9. La psicología voluntarista se opone en todo esto a la iníelectualista.
Así como la psicología intelectualista está vinculada a la hipótesis de sentido
interne v de ios objetos de la percepción interna, la psicología voluntarista
defiende la opinión de que la experiencia interna es lo mismo que la experien-
cia inmediata. Y dado que esta psicología cree que el contenido de la expe-
riencia psicológica no consiste en la suma de chjetos dados ai sujeto, sino
en la totalidad del proceso de la experiencia, es decir, las vivencias del sujeto
en su condición inmediata, no cambiadas por ninguna abstracción ni reflexión,
entonces necesariamente deberá considerar al contenido de ia experiencia psico-
lógica como una conexión de procesos.
Esta concepción procesual del mundo de los contenidos de la experiencia
púquka excluye al estado substancia!, y por consiguiente, a la condición más
o menos permanente. Los hechos psíquicos son acontecimientos, no objetos;
al igual que todo acontecimiento, ocurren en el tiempo, y en ninguno de ios
sucesivos momentos son idénticos a lo que eran antes. En este sentido, ios
procesos de la voluntad tienen un significado típico y decisivo para la concep-
ción de todos los demás procesos psíquicos. La psicología voluntarista no
dice en absoluto que la voluntad sea la única forma de hecho psíquico que
exista realmente, sino que se limita ?. afirmar que ella, junto con los senti-
mientos y afectos tan íntimamente vinculados a ella, es una parte tan inalie-
nable de la experiencia psicológica como puedan serie las sensaciones y las
ideas, y que todos los demás procesos psíquicos han de ser concebidos por
analogía a los procesos de la voluntad: como un hecho continuo y cambiante
con el tiempo, y no como suma de objetos persistentes, tai como los concibe
el inteiectualismo a consecuencia de una falsa trasposición de las propiedades
por nosotros impuestas a los objetos externos, a las ideas de los mismos.
El reconocimiento de la realidad inmediata de la experiencia psicológica
WILHELM WUNDT 191
excluye al punto todo intento de derivar ciertas partes del hecho psíquico
de otras partes específicamente distintas; asimismo también están en contra-
dicción con !a verdadera tarea de la psicología los esfuerzos análogos de ia
psicología metafísica para referir la experiencia interna a los procesos imagi-
narios de un hipotético substrato. Dado que la experiencia inmediata es el
objeto de la psicología, ésta desde un principio está vinculada al supuesto
de que todo contenido de experiencia psíquica contiene factores objetivos y
subjetivos a la vez, de modo que éstos sólo pueden ser distinguidos en virtud
de una abstracción arbitraria y no en cuanto procesos realmente diferentes.
En efecto, la observación nos enseña que son muy pocas las ideas que no
despiertan en nosotros sentimientos e impulsos de distinta fuerza, lo mismo
que tampoco es posible un sentimiento o volición que no haga referencia a
algún objeto representado.
10. Los principios rectores de ia concepción psicológica básica por
nosotros sustentada en las siguientes páginas pueden resumirse en tres frases:
1) La experiencia interna o psicológica no es un dominio especial de
la experiencia, contiguo a los demás, sino la experiencia inmediata.
2) Esta experiencia inmediata no es un contenido estático, sino una
conexión de procesos; no consta de objetos, sino de procesos: esto es, de
vivencias humanas universalmente reconocidas y de las relaciones regulares
y regidas por leyes existentes entre ellas.
3) Todos estos procesos tienen, por una parte, un contenido objetivo,
y, por otra, son procesos subjetivos; de esta manera encierran dentro de sí
las condiciones generales de todo conocimiento y actividad práctica del ser
humano.
A estas tres afirmaciones corresponde una triple posición de la psicología
en relación con las demás áreas del saber:
1) En cuanto ciencia de la experiencia inmediata, la psicología, frente
a las ciencias naturales, las cuales por el hecho de abstraer del sujeto sólo
consideran como objeto al contenido objetivo y mediato de la experiencia,
es una ciencia complementaria de la experiencia. Un hecho singular de expe-
riencia sólo puede ser apreciado en su verdadero significado cuando ha sufrido
la prueba del análisis de las ciencias de la naturaleza y de la psicología. En
este sentido, la física y la fisiología son también ciencias auxiliares de ia
psicología, lo mismo que ésta es, a su vez, una disciplina auxiliar de las
ciencias naturales.
2} En cuanto ciencia de las formas más generales de la experiencia
humana inmediata y de su conexión regulada por leyes, ia psicología es el
fundamento de las ciencias del espíritu. Porque el contenido de las ciencias
del espíritu radica siempre en las acciones procedentes de las vivencias huma-
nas inmediatas y en los efectos de las mismas. La psicología, en cuanto tiene
como objeto la investigación de ias formas fenoménicas y de ias leyes de
estas acciones, es la más general y, al mismo tiempo, la base de todas ias
ciencias del espíritu, tales como la filología, historia, economía de las naciones,
ciencia del derecho, etc.
192 OBJETO, D I V I S I O N E S Y METODO DE LA PSICOLOGIA
3) Puesto que considera por igual a las dos condiciones fundamentales
que están en la base, tanto del conocimiento teórico como de la actividad
práctica, lo subjetivo y lo objetivo, y pretende determinarlas en sus relaciones
mutuas, la psicología es, de entre todas las disciplinas científicas, aquella
cuyos resultados se acercan más a la investigación del problema general de
la teoría del conocimiento y de la ética, las dos áreas fundamentales de la
filosofía. Así como frente a la ciencia natural la psicología es una ciencia
complementaria, v frente a las ciencias del espíritu es una ciencia básica,
frente a la filosofía es la ciencia empírica preparatoria.
10a. Aunque en ia nueva psicología vaya siendo cada vez más reconocida i? opinión
de que lo que distingue a la psicología de la ciencia natural no es tanto la diferencia de
objetos de experiencia cuanto el punto de vista adoptado en las consideraciones de la
experiencia, sin embargo el claro conocimiento de las peculiaridades esenciales del punto
de vista determinante del objeto científico de la psicología todavía se ve perturbado poi
las repercusiones de la antigua metafísica v las direcciones de la fiiosoüa de la naturaleza.
En lugar de partir del hecho de que e¡ tratamiento dado a la experiencia por la« ciencias
naturales se realiza primeramente en virtud de una abstracción de los factores subjetivos
presentes en la misma, todavía se sigue escribiendo que la tarea de la ciencia natural
consiste en determinar el contenido de toda experiencia de un modo muy general. Si esto
fuera verdad, la psicología sería una disciplina no ya coordinada, sino subordinada a la
ciencia natural. Ella no debería abolir nunca más la abstracción hecha por la ciencia
natural, y de este modo conseguir conjuntamente con ésta una visión total de la expe-
riencia; sino que debería utilizar el concepto de «sujeto» propuesto por la ciencia natural
para, por el influjo de ese sujeto, dar cuenta del contenido de la experiencia. En lugar
de reconocer que sólo es posible una definición de «sujeto» cuando ésta se basa en la
investigación psicológica (1, 3a), se introduce dentro de la psicología un concepto de
sujeto acabado, exclusivo y calcado de ls ciencia natural. Ahora bien, para ésta el sujeto
es idéntico al individuo corpóreo. Por consiguiente, se define a la psicología como ciencia
que ha de determinar la dependencia del contenido de la experiencia inmediata con
respecto al individuo corpóreo. Este punte de vista, que también es conocido con el
nombre de «materialismo psicofísico», es epistemológicamente insostenible y psicológica-
mente estéril. Como la ciencia natural prescinde íntencionalmente del sujeto que percibe,
presente en toda experiencia, está totalmente lejos de una situación óptima pars dar una
definición definitiva de este sujeto. Toda psicología que pana de una definición
paramente fisiológica, no descansa en la experiencia, sino, al igual que la antigua psicología
materialista, en un presupuesto metafísico. Este punto de vista es psicológicamente estéril,
porque desde el principio asigna a la fisiología la interpretaron causal de los procesos
psíquicos, y la fisiología no puede dar ni ahora ni nunca semejante interpretación, debido
a la diferencia existente entre la consideración de la ciencia natural y la psicológica. Es
completamente obvio que una tal psicología totalmente transformada en una hipotética
mecánica del cerebro, tendría que renunciar de una vez para siempre a servir de funda-
mento para las ciencias del espíritu.
Cuando a la dirección estrictamente empírica, que se opone a los renovados
intentos de teoría metafísica y que se caracteriza por los principios anteriormente formu-
lados, se le llama «voluntarista», ello no significa que deba olvidarse el hecho de que
este voluntarismo psicológico en sí y de por sí no tiene nada que ver con ninguna
doctrina metafísica de la voluntad. En especia! se opone al voluntarismo metafísico
unilateral de Schopenhauer, que deriva todo lo que existe de una primigenia voluntad
transcendente; asimismo se opone totalmente a ios sistemas metaíísicos salidos del intelec-
tualismo de un Spinoza, Herbart, etc. La característica distintiva del voluntarismo psicoló-
gico que acabamos de esbozar, frente a la metafísica, es la de excluirla de la psicología;
frente a las demás direcciones psicológicas, se caracteriza por renunciar a todo intento de
referir los procesos de la voluntad a las simples ideas, mientras que al mismo tiempo
acentúa la importancia básica de la voluntad para la condición o estado de la experien-
cia psicológica. Esta importancia radica en que la propiedad generalmente reconocida
en las acciones voluntarias de ser sucesos cuyo desarrollo lleva consigo continuos cambios
WILHELM W U N D T 193
cualitativos y de intensidad, es considerada asimismo como válida para los demás conte-
nidos d t experiencia psíquica.
3. METODOS D E LA PSICOLOGIA
1. Dado que el objeto de k psicología no son los contenidos específicos
de experiencia, sino la experiencia general en su condición inmediata, no
puede servirse de otros métodos que los empleados por las ciencias empíricas
para verificar los hechos, y para el análisis y enlace causal de los mismos.
En particular, ía circunstancia de que la ciencia natural hace abstracción del
sujeto, mientras que la psicología no, puede ciertamente implicar modifica-
ciones en la manera de usar los métodos pero no en ia naturaleza esencial
de los mismos.
La ciencia natural, que puede servir de modelo a la psicología, dada
su antigüedad, emplea dos métodos principales: ei experimento v la observa-
ción. Eí experimento es una observación en la que la producción y desarrollo
de los fenómenos observables dependen de la acción voluntaria del observa-
dor. La observación, en eí sentido más propio, estudia los fenómenos sin
semejante intervención del observador, tai y como éstos se le ofrecen en ia
continuidad de la experiencia. Allí donde generalmente es posible una inter-
vención experimental, ésta suele ser utilizada por las ciencias de ia naturaleza;
ya que siempre, incluidos aquellos casos en que los fenómenos se prestan
a una observación lo suficientemente exacta, tiene ia ventaja de poder deter-
minar a voluntad el comienzo y la continuación del fenómeno, y además aislar
k s partes singulares de un fenómeno complejo. Pero en las ciencias de ia
naturaleza estos métodos tienen un uso diferente según sea su campo de
aplicación, ya que el método experimental es más necesario para unos proble-
mas que para otros, en los que muchas veces se consiguen los mismos objetivos
con ia simple observación. Esta diferenciación, con la excepción de unos
pocos casos debidos a condiciones especiales, corresponde a la división general
de ios fenómenos naturales en procesos y objetos naturales.
Todo proceso natural, por ejemplo, un movimiento de luz o de sonido,
una descarga eléctrica, el nacimiento o destrucción de un compuesto químicc,
el movimiento de un estímulo lejano o un cambio en los organismos de las
plantas o de los animales, necesita de una intervención experimental para la
determinación exacta de su desarrollo v para el análisis de sus componentes.
Por lo general, estas intervenciones experimentales son deseables, ya que las
observaciones exactas sólo son posibles cuando es posible determinar el instan-
te mismo de la aparición del fenómeno. Pero además son necesarias para
separar a los distintos componentes de un fenómeno complejo. Porque, en
la mayor parte de los'casos, esto sólo puede conseguirse cuando se eliminan
o añaden condiciones a voluntad, o se introducen cambios en la magnitud
de otras.
Con los objetos de la naturaleza ocurre algo muy distinto. Se trata de
objetos relativamente constantes que no tienen que ser producidos en un
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WILHELM WUNDT 195

determinado instante, sino que siempre se hallan a disposición del observador

condiciones óptimas de observación cuando ésta es producida por un estímulo
y permiten una contemplación. Por eso, con esos objetos sólo es necesaria
externo, como, por ejemplo, cuando una sensación auditiva es producida por
la investigación experimental cuando se desean investigar los procesos de su
un estímulo sonoro externo, o una sensación de la luz por una impresión
génesis o cambio; aquí son válidas ias consideraciones relativas al estudio
luminosa externa. La idea de un objeto siempre es producto de un conjunto
de los procesos naturales, ya que ahora los objetos son considerados o bien más o menos complejo de estímulos externos. Para estudiar la formación
como productos, o bien como componentes de los procesos naturales. Cuando, psicológica de una idea no hay otra opción que reproducir este nacimiento
por el conrrario, hay que estudiar únicamente el estado real de los objetos original de ia idea; ello nos permitirá disfrutar de la enorme ventaja de poder
de la naturaleza, sin atender a su génesis ni a sus cambios, entonces basta variar a voluntad la idea, cambiando ias impresiones que colaboran en su
por lo general con la simple observación. En este sentido, la mineralogía, producción, y así obtener una explicación del influjo de cada condición particu-
botánica, zoología, anatomía, geografía, etc., son ciencias de la pura observa- lar en el producto nuevo. Las ideas de la memoria no son producidas directa-
ción, siempre y cuando no introduzcamos en ellas, cosa que ocurre con bastante mente por la impresión sensorial externa, sino que siguen a estas impresiones
frecuencia, problemas físicos, químicos y fisiológicos; es decir, problemas después de un tiempo más o menos largo. Pero está claro que también
que hagan alusión a procesos naturales. llegamos a la explicación más segura de su génesis y relación con ias ideas
primarias procedentes de las impresiones directas, cuando no fiándonos de
2. Si aplicamos estos puntos de vista a la psicología, veremos que,
su producción y aparición casual, nos servimos de los recuerdos producidos
por su contenido, esta ciencia alude directamente a las ciencias en las que
por las impresiones antecedentes establecidas en una situación experimental.
sólo el experimento permite hacer observaciones exactas, por 1o que no puede
Lo mismo puede decirse de los sentimientos e impulsos de ia voluntad: éstos
ser una ciencia de la simple observación. Ello es debido a que el contenido
estarán en condiciones óptimas de una investigación exacta cuando seamos
de la psicología está constituido exclusivamente por procesos, y no por objetos
capaces de producir a voluntad las acciones que la experiencia nos enseña
persistentes. Para investigar con precisión la génesis v desarrollo de estos
procesos, su composición a partir de distintas partes, y las relaciones recípro- que están vinculadas a las reacciones del sentimiento v de la voluntad. De
cas entre estas partes componentes, no tenemos más temedio que producirlos modo que no hay proceso psíquico fundamental al que no pueda aplicarse el
artificialmente y cambiar las condiciones de acuerdo con nuestros propósitos, método experimental, y por consiguiente no hay razones lógicas para excluir
cosa que sólo es posible gracias al experimento, y no por la simple observa- al método experimental del estudio de alguno de estos procesos.
ción. Pero además de esta razón general, existe otra razón particular específica
3. Por el contrario, dentro de la psicología individual, resulta imposible
de la psicología, que no es válida para otros fenómenos naturales. La ciencia
la pura observación en el sentido exacto del término, dado el carácter total
natural, como prescinde o abstrae intencicnalmente del sujeto que percibe,
del hecho psíquico. La observación sólo sería concebible si es que se dieran
puede utilizar, oaic ciertas condiciones, la simple observación. Este es el caso
objetos psíquicos persistentes e independientes de nuestra atención, lo mismo
cíe la astronomía, en donde, favorecida por la regularidad de los fenómenos,
que hay objetos naturales relativamente persistentes e inalterados por nuestra
la observación consigue determinar el contenido objetivo de los procesos con
observación. Pero la psicología también trata de realidades que, aun sin ver
suficiente seguridad. Pero como la psicología, por principio, no puede hacer
verdaderos objetos, poseen el carácter de objetos psíquicos, por cuanto que
abstracción del sujeto, entonces las condiciones para una observación fortuita
presentan las características de una relativa persistencia e independencia del
sólo serían suficientes a'lí donde, tras frecuentes y repetidos casos, se diera
observador: y además son inaccesibles a una intervención experimental en
una coincidencia grande entre determinados componentes objetivos de la
el sentido ordinario. Estas realidades son las producciones del espíritu, de
experiencia inmediata y determinados estados subjetivos del individuo. La
origen histórico, tales como el lenguaje, las ideas mitológicas, las costumbres.
enorme complejidad de ios procesos psíquicos hace poco menos que imposible
Su génesis y desarrollo siempre dependen de condiciones psíquicas generales,
a esta coincidencia, sobre todo si se tiene en cuenta que Is génesis y desarrollo
las cuales* pueden deducirse a partir de sus propiedades objetivas. Por esta
de los procesos psíquicos se ven sustancialmente alterados por la intención
razón, el análisis psicológico de estas producciones puede servir para explicar
del observador, la cual tiene que darse necesariamente en toda observación
los procesos psíquicos activos en su génesis y desarrollo. Todas estas produc-
precisa. De modo que, en general, la intención del observador no influirá
ciones generales del espíritu frecuentemente presuponen, como condición, la
en la observación de la ciencia natural, dado que ésta prescinde totalmente
existencia de una comunidad espiritual de muchos individuos, aun cuando,
del sujeto. Pero es evidente que en psicología, una de cuyas principales tareas
como es natural, sus raíces últimas se remontan a las propiedades psíquicas
es la investigación precisa de la génesis v desarrollo de los procesos subjetivos,
del ser humano individual. Debido a su vinculación especial con ia comunidad,
la intención del observador o altera substancialmente las realidades que se
en especial con la comunidad del pueblo, podemos denominar Psicología de
deben observar, o bien ias suprime totalmente. La psicología, por la misma
los pueblos a esta área de investigación psicológica de las producciones del
génesis natural de los procesos psíquicos, al igual que la física y la fisiología,
espíritu, y contraponerla a la psicología individual, llamada también experi-
está vinculada al método experimental. En nosotros se da una sensación en
mental por causa del método en ella prevalente. Aunque, a causa del estado
196 OBJETO, D I V I S I O N E S Y METODO DE LA PSICOLOGIA

actual de la ciencia, estas dos grandes divisiones de la psicología son presen-

tadas separadamente la mayoría de las veces, no constituyen tanto dominios
diferentes cnanto métodos diferentes; de ahí que a la llamada psicología de
los pueblos le corresponda el método de la simple observación, y esté carac-
terizada únicamente porque las observaciones versan sobre las producciones
del espíritu. La íntima vinculación de estas producciones con las comunidades
espirituales, de la cual procede el nombre de Psicología de los Pueblos, se
deriva de! hecho de que las producciones del espíritu individual son dema-
siado mudables como para poder acceder a la observación objetiva, v por
consiguiente sólo adquieren la constancia requerida cuando llegan a ser fenó-
menos colectivos o de masas.
Según esto, la psicología, al igual que toda ciencia natural, dispone de
dos métodos exactos: el primero, el método experimental, sirve para el
análisis de los procesos psíquicos más simples; ei segundo, ei método de
la observación de las producciones más generales del espíritu sirve para
investigar los procesos y desarrollos psíquicos superiores.
3a." Como !a utilización de! método experimental en psicología procede originaria-
mente del método experimental de la fisiología utilizado en la fisiología de los órganos
sensoriales y del sistema nervioso, podemos denominar «psicología fisiológica» a la psico-
logía experimental, y asignar por io general a sus exposiciones los conocimientos fisioló-
gicos procedentes de la fisiología de! sistema nervioso y de ios órganos sensoriales, ios
cuales de suyo pertenecen a la fisiología, pero cuya exposición es deseable sobre todo
si tienen especialmente en cuenta los intereses de la psicología. Según eso, la «Psicología
fisiológica» tiene el carácter de una disciplina transitoria que, sin embargo, y como su
nombre indica, en lo esencial es psicología, y, exceptuando les conocimientos fisiológicos
accesorios, coincide enteramente con la «psicología experimenta!» en el sentido anterior-
mente definido. Si algunos han intentado establecer una distinción entre !a psicología
propiamente dicha y la psicología fisiológica, basándose en el hecho de que a h primera
sólo le corresponde la interpretación psicológica de la experiencia interna y a la segunda
la deri vación de aquélla a partir de los procesos fisiológicos, tenemos que rechazar por
insostenible semejante distinción- Sóio existe una clase de explicación causa! psicológica,
y ésta consiste en la derivación de los procesos psíquicos más complejos a partir de los
más simples; en esta interpretación pueden entrar, siempre a título subordinado, los
componentes fisiológicos, en virtud de las relaciones anteriormente establecidas entre las
ciencias de la naturaleza y la experiencia psicológica {2. 4). Verdad es que ia psicología
materialista, a! negar ia existencia de una causalidad psíquica, ha propuesto en su lugar
la tarea de derivar los procesos psíquicos a partir de la fisiología cerebral. Esta dirección,
insostenible tantc epistemológica como psicológicamente por las razones anteriormente
expuestas (2, 10a), encuentra buena acogida tanto entre los partidarios de una psicología
«pura» como entre los de la «psicología fisiológica».