CUALIDADES DE UN BUEN ABOGADO

Introducción
Para ser un buen profesional de la abogacía se requieren muchas habilidades tanto teóricas como prácticas
que hace que se consoliden como abogados de prestigio y calidad humana, esto no se enseña en la
universidad lo va adquiriendo a lo largo de la práctica profesional de acuerdo a su capacidad talento y
experiencia.

El abogado debe cultivar sus virtudes profesionales y formación integral mediante el estudio y el
seguimiento de las normas morales. Nos referimos en este aspecto al estudio y actualización del abogado
como ente impulsador del cambio en la sociedad. Esto lo llevará a proponer soluciones que estén
orientadas al bien en todos los aspectos que sea posible. Esto va de la mano de su capacidad, talento y
experiencia al servicio de la justicia.

Capacidad de resolver conflictos.

Los buenos abogados son los que saben negociar los asuntos para poder obtener las mejores soluciones;
saber negociar no es, como algunos afirman, un arte, sino una técnica y como todo tipo de técnica se puede
aprender y desarrollar. También saben, los abogados destacados, que cuando una negociación no puede
llegar a buen puerto –por las razones que sean- se puede abrir la puerta de un procedimiento de mediación
o incluso acudir a un arbitraje. Nunca dejan de explorar todas las opciones disponibles antes de acudir a
un juicio, que es la vía última de resolución de conflictos.

Desarrollar habilidad de buscar información

Los mejores abogados saben perfectamente dónde encontrar la norma jurídica que necesitan para aplicarla
a un caso concreto: son buenos en la investigación legislativa y jurisprudencial. También se destacan por
saber investigar los hechos de un caso concreto, de forma minuciosa y detallada, hasta el nivel de la
obsesión a veces. Igualmente, son excelentes a la hora de hacer cuestionamientos o realizar entrevistas a
las personas involucradas en un caso concreto, ya sea dentro o fuera de la sala de audiencias de un
tribunal.

Los abogados necesitamos desarrollar amplias capacidades comunicativas de forma escrita.

Los mejores abogados son excelentes en el ejercicio de la comunicación. ¿Cómo lo hacen? A través del
desarrollo de su capacidad de influencia y persuasión sobre los demás, por medio de una escritura pulcra,
directa, clara y perfectamente comprensible, así como gracias a la capacidad de escuchar a las otras
personas (tanto a los clientes como a los jueces e incluso a las contrapartes en un juicio).

Es importante tener conocimientos profundos del tema en cuestión y además saber expresarlo de forma
clara y precisa. Cualquier persona puede aprender a hablar con fluidez con los años de práctica jurídica.
No obstante, quien posee esta aptitud de forma innata, va a tener ventaja sobre los demás.

Desarrollar capacidades de planeación y organización profesional

La profesión jurídica se ha convertido en algo muy complejo. Se requieren grandes aptitudes organizativas
y de planeación para tener éxito en su ejercicio práctico. Los mejores abogados son maestros de la
planeación estratégica. Saben organizar y manejar su propio trabajo, así como el trabajo de los demás. La
planeación abarca desde cuestiones sustantivas relacionadas con los casos que están atendiendo (para lo
cual deben tener muy bien organizada la agenda de audiencias, vencimiento de plazos procesales,
etcétera), hasta cuestiones relativas a la administración de sus despachos (planeación financiera, nómina
del personal, pagos de alquiler o de préstamos, etcétera).

La profesión jurídica, en la práctica, exige dedicar mucho tiempo a cuestiones administrativas para las
cuales se debe tener una gran capacidad organizativa. Un despacho de abogados a fin de cuentas es una
especie de empresa y como tal debe estar organizada y administrada.

Crear redes de trabajo y redes de negocio.

Un buen abogado debe tener una oficina bien equipada la cual le va a dar una expectativa tanto a sus
colegas como clientes esto le permite promocionarse como un buen abogado.

Hay que saber trabajar con esos profesionales, desarrollando relaciones de confianza y apoyo recíprocos
que nos permitan atender con el mejor nivel posible a nuestros clientes

Tener capacidad de trabajar en equipo.

Para poder salir adelante se requiere de un trabajo en equipo. Los mejores abogados tienen la capacidad
de evaluar los asuntos para tener una idea clara de su complejidad y decidir si, en un caso concreto, se va
a requerir la participación de otros abogados o de especialistas en otras ramas del conocimiento.

Capacidad de adaptabilidad al cambio.

El ejercicio de la abogacía está en pleno proceso de cambio y ello requiere adaptarse a las nuevas
necesidades de mercado y adquirir nuevas formas de ejercicio profesional, que permitan la adaptación a
los nuevos tiempos.

Todo ello implica que, además de continuar la formación técnica, que todo abogado necesita respecto al
estudio de nuevas reformas legislativas y estudio de su especialización, también ha de formarse en
habilidades de gestión, ya sea para la gestión de su carrera profesional.

El sector legal necesita dar respuestas a todos estos retos y esto exige en ser capaces de contar con
capacidades de liderazgo profesional para que, además de adaptarse a los nuevos tiempos, estén
presentes el estilo y los valores que las nuevas generaciones vienen demandando en un mercado cada vez
más competitivo y exigente, y así poder prestar un servicio acorde con las nuevas necesidades de los
clientes.

Creatividad.

Ser creativo hace referencia a la capacidad de tener nuevas ideas o ideas diferentes, un hecho al que
cualquier abogado tiene que enfrentarse cada día. Algunos ejemplos donde la creatividad es importante
para un abogado es al tratar de aumentar sus ganancias en un negocio, o interpretar alguna ley de manera
diferente.
Conclusión:

Son muchas de las habilidades y actitudes con las que debe contar un buen profesional del derecho para
poder consolidarse dentro de la rama jurídica. Un buen abogado debe tener una amplia gama de
conocimientos de la rama jurídica, el cual le va a permitir dar un buen asesoramiento legal a sus clientes,
todo esto lo realiza de acuerdo al compromiso y pasión que tiene dentro de su trabajo ejerciendo su
profesión con integridad y honestidad capacitándose constantemente en las normas legales a lo largo de
su vida profesional.