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TRANSTORNOS TROMBOEMBOLITOS: TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA,
TROMBOFLEBITIS
I. INTRODUCCION
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II. OBTETIVOS
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FISIOLOGIA DE LA HEMOSTASIA
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vascular está controlada por el equilibrio entre las dos prostaglandinas (tromboxano
A2 y prostaciclina) y favorecida por diversas sustancias siendo una de ellas el factor
von Willebrand (FvW). La coagulación o hemostasia secundaria es la interacción de
las proteínas plasmáticas o factores de coagulación entre sí que se activan en una
serie de reacciones en cascada conduciendo a la formación de fibrina. La fibrina
formará una malla definitiva que reforzará al trombo plaquetario.(3)
Construyéndose finalmente un coagulo o trombo definitivo. Intervienen en el proceso
una serie de proteínas pro coagulantes (los doce factores de coagulación
responsables de la formación de fibrina) y proteínas anticoagulantes (regulan y
controlan la coagulación evitando que los factores activados en un punto concreto
se dispersen y produzcan una coagulación generalizada. Los más importantes son:
antitrombina III, proteína C y proteína S). La coagulación se inicia por la exposición
del factor tisular de las células no vasculares que se pone en contacto con la sangre
debido a la lesión tisular formándose el complejo factor hístico-factor VII activado.
En la actualidad se cree que la activación de los factores IX y X por parte del factor
hístico-FVIIa desempeña un papel importante en la inducción de la hemostasia. Una
vez iniciada la coagulación a través de esta interacción, el inhibidor de la vía del
factor hístico bloquea la vía y diversos elementos de la vía intrínseca en particular el
factor VIII y IX se convierten en reguladores principales de la formación de trombina.
Se activa la coagulación propagándose los diferentes pasos en la superficie celular
en presencia de los cofactores plasmáticos unidos a las células y la reacción culmina
con la formación del coagulo de fibrina. Los monocitos y los neutrófilos circulantes
interaccionan con las plaquetas y las células endoteliales iniciándose una serie de
uniones que producirán una interacción estable de los leucocitos y plaquetas en el
coágulo. Los neutrófilos y los monocitos participan en la reacción inflamatoria local
y los monocitos son inducidos a expresar el factor tisular y contribuyen en la
trombogénesis y el primer nivel de curación de la herida. Aunque la descripción del
mecanismo de la coagulación se divide en diferentes fases todas están
estrechamente relacionadas entre sí, es decir, las plaquetas activadas aceleran la
coagulación plasmática y los productos de la coagulación, como la trombina, inducen
la activación plaquetar.
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La fibrinólisis es el último proceso en el que se elimina la fibrina no necesaria para la
hemostasia con la finalidad de la reparación del vaso y el restablecimiento del flujo
vascular. Los principales activadores fisiológicos de la fibrinólisis son el activador
tisular del plasminógeno (t-AP) y el activador urinario del plasminógeno (u-AP) que
difunden desde las células endoteliales y convierten el plasminógeno, absorbido en
el coágulo de fibrina, en plasmina. La plasmina degrada el polímero de fibrina en
pequeños fragmentos que son eliminados por el sistema de limpieza monocito-
macrófago. Aunque la plasmina también puede degradar el fibrinógeno, la reacción
es localizada debido a: Primero, el t-AP y algunas formas del u-AP activan el
plasminógeno de forma más efectiva cuando está absorbido por el coágulo de
fibrina; segundo, cualquier molécula de plasmina que pase a la circulación es
rápidamente neutralizada por el α2-antiplasmina (es el principal inhibidor de la
plasmina); y tercero, las células endoteliales liberan el inhibidor del activador del
plasminógeno (IAP) que bloquea directamente la acción del t-AP.
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cardiaca e insuficiencia venosa periférica.12-15 Todas estas situaciones son
trombofilias adquiridas, sin embargo, con cualquiera de ellas y en cualquier momento
puede coexistir una trombofilia primaria lo que irremediablemente eleva el riesgo
trombótico del individuo. La trombosis como ejemplo de enfermedad multigénica y
polifactorial Normalmente, el balance entre los mecanismos anticoagulantes y
procoagulantes favorece a los primeros: la sangre se mantiene en estado líquido. Sin
embargo, cuando ocurre daño vascular, los anticoagulante son inhibidos y los
procoagulantes prevalecen permitiendo el fenómeno de la coagulación sanguínea. La
formación del coágulo puede convertirse en trombosis especialmente cuando el sujeto
se encuentra en un estado trombofílico. Hoy sabemos que se requieren múltiples
trombofilias simultáneas para generar una trombosis lo que evidencia que se trata de un
proceso poligénico en el que participan, simultáneamente, factores hereditarios y
adquiridos.16,17 En toda trombosis, las trombofilias hereditarias o adquiridas
interactúan permanente y dinámicamente en cada individuo; por esto, en cada paciente
debe individualizarse su riesgo trombótico de acuerdo con todos los factores que
participan en la posibilidad de desarrollar trombosis con la intención de establecer la
tromboprofilaxis pertinente a cada riesgo individual18-20 Las causas de trombofilia
hereditaria más frecuentes y que son las que explican con mayor frecuencia las
alteraciones propias de la sangre que son parte de la Triada de Virchow son algunas
deficiencias de los anticoagulantes naturales (proteínas C y S y antitrombina), así como
la hiperhomocisteinemia, el síndrome de anticuerpos antifosfolípidos y la resistencia a
la proteína C activada. Las demás alteraciones son raras en México. Clínicamente, en
los últimos años hemos puesto más atención al hecho de que muchos pacientes tienen
más de un factor de riesgo para ETV simultáneamente. Estos factores de riesgo
incluyen, por supuesto, a las trombofilias hereditarias o bien a una combinación de estas
con factores meramente adquiridos. Los pacientes con más de un factor de riesgo
hereditario tienen un riesgo mayor de ETV que los pacientes que sólo tienen uno de
estos factores.21,22 De esta manera, los enfermos que heredan las mutaciones Leiden
del gen del FV y 20210 del gen de la protrombina tienen dos veces el riesgo para ETV
recurrente en comparación con los portadores de sólo el FV Leiden.23 Algunas
mutaciones, tales como la variante termolábil de la MTHFR pueden predisponer a la
trombosis sólo si se heredan a la par con otras trombofilias.24,25 Los pacientes con
alteraciones trombofílicas congénitas que se someten a situaciones de riesgo
trombogénico alto (embarazo, uso de anticonceptivos orales o cirugía ortopédica),
también tienen un riesgo más elevado de ETV que los pacientes con las mismas
características pero sin una condición trombofílica hereditaria.
Hace más de 150 años el patólogo alemán Rudolf Virchow propuso que
la formación y la propagación de los trombos estaba provocada por
anomalías en tres áreas clave:
o El flujo sanguíneo
o La pared vascular
o Los componentes de la sangre
Estos tres factores se conocen como la tríada de Virchow 5.
En la actualidad los factores de la tríada de Virchow se han acotado con
mayor detalle:
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o Estasis circulatoria: anomalías de hemorreología y turbulencia en
las bifurcaciones vasculares y las regiones estenóticas
o Lesión en la pared vascular: anomalías en el endotelio, tales
como ateroesclerosis e inflamación vascular asociada
o Estado hipercoagulable: anomalías en las vías de coagulación y
fibrinolíticas y en la función plaquetaria asociadas a un mayor
riesgo de TEV y otras cardiovasculopatías (como, por ejemplo,
arteriopatía coronaria [APC], insuficiencia cardíaca e ictus en
pacientes con FA.(4)
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Se consideran todas ellas como aproximadamente equivalentes. El estado de
hidratación deficiente favorece cualquiera de los criterios previos.
El TEP constituye una grave y frecuente urgencia cardiovascular, con una alta
mortalidad y un difícil diagnóstico por la baja sensibilidad y especificidad de su
presentación clínica, así como de las pruebas básicas (electrocardiograma, radiografía
de tórax y gasometría), lo cual hace que presente un amplio diagnóstico diferencia(2)
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1. TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA
1.1CONCEPTO
La trombosis venosa profunda (TVP) es una afección que ocurre cuando se forma un
coágulo de sangre en una vena profunda. Estos coágulos por lo general se forman en
la parte inferior de las piernas, los muslos o la pelvis, pero también pueden aparecer en
el brazo.
El sistema venoso profundo corre paralelo al fémur y tibia incluyendo las venas iliacas
internas y externas, femorales comunes, femorales profundas, poplíteas, tibial anterior
y posterior, peróneas y venas del soleo
1.2 ETIOPATOGENIA
Las venas de la pantorrilla son donde habitualmente se inicia una TVP, aunque hasta
en un 40% se originan en venas femorales o iliacas. Si las condiciones locales lo
favorecen se produce crecimiento del trombo y extensión del mismo por aposición
laminal. Frente a la formación del trombo ocurre una respuesta inflamatoria aguda y
luego crónica en la pared vascular con la consiguiente amplificación del trombo.
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Esta fibrosis con el tiempo conlleva a la insuficiencia de las válvulas venosas y aparición
de síndrome post trombótico e IVC. Esto sucede en ausencia de propagación y la
completa resolución tiene lugar en 3-6 meses.
La clínica de la TVP puede variar desde la ausencia de síntomas hasta edema masivo
de la extremidad con cianosis y gangrena (flegmasia cerualea dolens). Los signos y
síntomas que puede manifestar habitualmente el paciente con TVP aguda son:
Edema de la zona afectada, habitualmente el tobillo, la pantorrilla o incluso toda
la pierna.
Dolor en reposo de la extremidad afectada, que aumenta al presionar o al
intentar caminar (signo de Homans: dolor en la pantorrilla con la dorsiflexión del
pie).
Aumento de temperatura de la zona.
Congestión del territorio venoso, incluso cordón venoso palpable.
Rubor de la zona.
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1.4 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
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1.4 Trombosis venosa profunda y embarazo
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1.4.1Factores de riesgo
Uno de los factores de riesgo más importantes de TV es haber sufrido una TV previa
relacionada con el embarazo (riesgo de recurrencia: 6-9% en un embarazo posterior),
pero a menudo coexisten múltiples factores de riesgo en las mujeres en las que
experimentan un TEV durante el embarazo.
Las embarazadas son más susceptibles que las mujeres no embarazadas a la formación
de coágulos sanguíneos en sus venas (trombosis venosa). Cuando estos coágulos se
producen en las venas profundas de las piernas, el coágulo se puede deshacer y los
fragmentos (émbolos) trasladarse a los pulmones y bloquear el flujo sanguíneo de éstos
(embolismo pulmonar). Los anticoagulantes se utilizan para tratar los coágulos y se les
administran a las embarazadas más susceptibles a la coagulación. Estos fármacos
diluyen la sangre para reducir el riesgo de trombosis adicional y reducir el riesgo de
embolismo pulmonar. Una complicación importante del tratamiento es la hemorragia.
Durante el embarazo el tratamiento de elección para el manejo y la profilaxis de la
trombosis venosa profunda es la heparina, puede ser la heparina no fraccionada (HNF)
y la heparina de bajo peso molecular (HBPM). Los dos tipos de heparinas no atraviesan
la membrana placentaria ni se excreta por la leche por lo que es segura para el feto o
bien el recién nacido.
El inicio del tratamiento debe ser con la paciente hospitalizada, se pueden utilizar los
dos tipos de heparinas con las que contamos en el mercado. Cuando se inicia con la
HNF con una dosis inicial de 5,000 a 10,000 UI por vía endovenosa en bolo y seguir con
una infusión continua promedio de 1,000 UI por hora, se debe mantener el tiempo de
tromboplastina (TPT) de 1.5 a 2.5 veces la basal este tratamiento se mantiene durante
10 días y a continuación se pasa a heparina por vía subcutánea cada 12 horas no
excediendo de 10,000 UI, este tratamiento se mantiene durante tres a seis meses
incluyendo 6 semanas posteriores al parto. Cuando la paciente tiene un síndrome de
anticuerpos anti fosfolípidos o alguna otra patología el tratamiento se recomienda hasta
un año. La utilización de las heparinas fraccionadas es totalmente válida la
monitorización de su efecto, no es mediante el TPT pues como es sabido el mecanismo
de acción de este tipo de heparinas es como efecto inhibidor del factor Xa, y el TPT, por
lo tanto, el control de la dosis anticoagulante es midiendo niveles de anti factor Xa. La
enoxaparina es una de las HBPM más utilizadas. La dosis utilizada es de 1 mg/kg/12
horas subcutánea durante seis semanas.
Últimamente los efectos secundarios que se han encontrado con el uso crónico de las
HNF como es desmineralización ósea (más de dos meses de uso) que, tarda en
recuperarse hasta un año después de ser suspendido el tratamiento y la aparición de
trombocitopenia ha hecho que cada vez se tienda a considerar las heparinas de bajo
peso molecular como las de primera elección
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1.4.3 Prevención
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Es una inflamación de las venas superficiales asociada con trombosis venosa.
Tradicionalmente, se ha considerado una enfermedad benigna autolimitada de la
extremidad inferior. Sin embargo, puede afectar a los sistemas venosos más
superficiales en el cuerpo y esto es importante ya que puede asociarse a trombosis
venosa profunda y embolia pulmonar. El tratamiento está dirigido a control sintomático
y a la prevención de estas complicaciones graves y potencialmente mortales. Las
opciones de tratamiento son variables y controvertidas.(7)
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2.3 Cuadro clínico
Analgésicos
Anticoagulantes para prevenir la formación de nuevos coágulos, usualmente son
recetados sólo cuando están involucradas las venas profundas
Medicamentos como ibuprofeno, para reducir el dolor y la inflamación
Trombolíticos para disolver un coágulo existente
Quitar la presión del área para reducir el dolor y disminuir el riesgo de un daño
mayor.
Levantar la zona afectada para reducir la inflamación.
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Si usted está hospitalizado, su proveedor le puede prescribir medicamentos para
prevenir la trombosis venosa profunda(8).
CUIDADOS EN EL EMBARAZO
Si la embarazada fue diagnosticada con trombosis venosa profunda debe seguir todas
las pautas indicadas por el profesional de salud.
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CONCLUSIONES:
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BIBLIOGRAFÍA:
2. Alfonso Figueredo E, Pérez Alvarez ML, Reyes Sanamé FA, Batista Acosta Y, &
Peña Garcell Y. Nuevas consideraciones en el tratamiento del tromboembolismo
pulmonar: new considerations in its treatment. Rev Cuba Med. 2016 Sep; 55(3): 224-
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