Coleccion: Gaceta Civil - Tomo 19 - Numero 15 - Mes-Ano: 1_2015

Hallarse sin empleo no justifica que el obligado deje de

pagar la pensión alimentaria

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CONSULTA:

David fue demandado por su cónyuge para que se le ordene pasar una pensión
alimenticia a favor de su menor hijo. Por ello, se le sentenció a otorgar una pensión
ascendente a S/.1,000, la cual por cuatro meses canceló oportunamente. Sin embargo,
al quinto mes fue despedido de su trabajo, por lo que se encontró sin posibilidades
económicas para seguir pagando las pensiones alimenticias establecidas
judicialmente. Por ello, David consultó a su abogado si el hecho de estar desempleado
lo exonera de otorgar los alimentos a los que fue sentenciado. Este profesional nos
traslada dicha interrogante.

RESPUESTA: La pensión alimenticia debe cumplirse en tanto no exista una sentencia

o conciliación que la varíe. Al ocurrir una nueva situación que involucre una variación
en la capacidad económica del obligado, como lo es el desempleo, este deberá
acreditar dicha condición en un nuevo juicio, por lo que hasta la fecha de la
presentación de la demanda está obligado a cumplir con el pago ordenado.

FUNDAMENTACIÓN:

La pensión alimenticia que sea fijada mediante sentencia expedida dentro de un

proceso judicial de alimentos, o uno de reducción o aumento de pensión alimenticia,
debe ser cumplida a cabalidad, no solo desde el momento en que esta es emitida o en
que queda consentida, sino desde el momento en que el obligado a prestar los
alimentos fue debidamente notificado con el admisorio y la demanda.

Similar exigencia surge cuando dos personas guiadas por su propia voluntad acuden a
un centro de conciliación y acuerdan fijar, o reducir el monto ya establecido
precedentemente como obligación alimentaria a cargo de uno de ellos en favor del otro
o de sus hijos, ya que esta obligación es exigible desde el momento en que se realiza
el acuerdo conciliatorio.

Sin importar qué situación se presente, estas obligaciones alimentarias deben ser
cumplidas por el obligado, a quien en caso de incumplimiento se le podrá apercibir con
retenerle sus rentas, embargarle sus bienes y otras medidas similares que le permitan
al beneficiado con la pensión alimentaria continuar percibiendo la pensión que le
corresponde.

Los únicos mecanismos que tiene aquel que se encuentra obligado a otorgar una
pensión alimenticia y que haya visto menguados o eliminados sus ingresos, es recurrir
a un proceso de reducción o exoneración de pensión alimentaria, respectivamente.
 Así, acreditando la existencia de las referidas situaciones, pueda lograr que un juez,
tras un debate judicial, emita sentencia que determine la reducción o exoneración de la
pensión alimenticia que tenía a su cargo.

Siguiendo la línea de lo indicado, el artículo 565-A del Código Civil ha establecido que,
en caso se opte por solicitar la reducción o exoneración, el obligado deberá
necesariamente acreditar que se encuentra al día en el pago de las pensiones
alimentarias devengadas. Pretender lo contrario, sencillamente contravendría todo el
sistema perjudicando al alimentista, que suele ser un menor de edad, que no puede
valerse por sí mismo, o un mayor de edad con alguna deficiencia física o mental que
no le permita velar por su subsistencia.

Ahora bien, lamentablemente para el obligado, el hecho que se encuentre

desempleado, no hace inexigible la pensión alimenticia. Si bien es cierto que podría
sobre la base de esta nueva situación solicitar válidamente la reducción o
eventualmente la exoneración de la pensión, no podría dejar de otorgar dicho monto
sin que exista un previo mandato judicial que le permita dejar de hacerlo. Igualmente,
deberá en primer lugar ponerse al día en el pago de la pensión alimenticia
anteriormente fijada a su cargo y posteriormente demandar; en caso contrario, su
demanda será declarada improcedente.

Base legal:

• Código Civil: arts. 482, 483 y 565-A.

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