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I.

Antecedentes y justificación del proyecto


Esta investigación tiene como objetivo establecer un modelo de donaciones
sostenible en el tiempo; de empresas transnacionales y nacionales hacia la
Fundación Colombia Chiquita. La fundación ha estado enfocada en niños en
condición de vulnerabilidad, trabaja principalmente en Bogotá y sus alrededores.
Actualmente la fundación no cuenta con la capacidad económica para proveer
ayuda a sus beneficiarios. Sin embargo a finales de éste año, en una casa muy
humilde ubicada en Suba, localidad del noroccidente de Bogotá D.C, Esperanza
López acoge a cuarenta y dos niños; en su mayoría venezolanos, ella desea poder
continuar con su proyecto para que sean más los beneficiarios.

En el año 2015 en reconsideración del concepto “desarrollo” en la agenda global,


actores internacionales y transnacionales encabezados por la GNUD ( Grupo de
las Naciones Unidas para el Desarrollo) establecieron una nueva agenda esta vez
al 2030, esta fue adoptada por todos los estados miembros de la Naciones
Unidas, y procura tener en cuenta nuevos desafíos globales de desarrollo ahora
sostenible, estos son: no dejar a nadie atrás, ejes de inclusión social, violencia y
seguridad ciudadana, medio ambiente, cambio climático y gestión de riesgo de
desastres. En el mismo camino la agenda regional de América latina y del caribe
tiene como uno de sus objetivos la lucha contra la desigualdad, impactando de
forma positiva la pobreza dimensional principalmente en aquellas personas que
quedan excluidas de beneficios u oportunidades en el desarrollo de la población
latinoamericana.

“Varios ejes de la inclusión pasan por garantizar el acceso físico y económico a


una alimentación saludable, una atención médica y cuidados para todas las
personas a lo largo de las etapas de la vida, una educación que contribuya al
ascenso social y acorde a los retos del siglo XXI, una vida libre de violencia,
incluyendo la violencia de género, y la creación de nuevos empleos en
consonancia con la formalización de las distintas formas de trabajo remunerado o
no remunerado que se ejercen actualmente”.(ODS Desafíos y estrategias LAC,
2018)

De esta forma los diferentes actores globales trabajamos por el alcance de


diecisiete objetivos de desarrollo sostenible en su base económica, social y
ambiental. Sin embargo, a pesar de las mejoras que puede realizar un país como
Colombia para la implementación y medición de los indicadores en pro de lograr
los objetivos, requiere un estudio profundo del porqué de la exclusión de alguna
población y así llevar a cabo políticas públicas de mejora para la lucha contra la
desigualdad económica y de oportunidades.
A lo anterior se suma la coyuntura del vecino país Venezuela. Uno de los últimos
informes presentados por Fedesarrollo, muestra la transición en tres dimensiones
social política y económica de Venezuela desde su anterior mandatario Hugo
Chávez hasta Nicolás Maduro en la actualidad. Según el informe Venezuela a
cargo de Chávez presentaba un boom petrolero que pudo mantener estabilidad
económica. Sin embargo desde el año 2008 empezó una crisis en su producción
con grandes repercusiones a la economía debilitando progresivamente al país
hasta encontrase al año 2017 con un desempleo general del 27.1% que aumentó
la pobreza la cual llegó a 39 puntos del total de la población. (Informe
Fedesarrollo,2018)

Inevitablemente la crisis obliga a parte de la población venezolana a migrar a


países aledaños entre los cuales está Colombia a razón de encontrar
oportunidades laborales. El 36% de la población migrante posee características de
baja competitividad que no le permite acceder a las oportunidades presentadas en
Colombia y de esta forma aumenta la masa de exclusión y pobreza dimensional
en el país.

De otro modo Colombia luego del 2008, año en que se finaliza el conflicto armado
interno para propender una paz estable; presenta igualmente una coyuntura social
y económica. La ENS (Escuela nacional sindical) presentó un informe de
coyuntura social y laboral colombiana en el posconflicto; presenta así, al 2017 una
tasa de desempleo general del 9.4%. El DANE reveló una pobreza
multidimensional del 19,6% y 7% de pobreza extrema al 2018.Consecuentemente
pensamos que la situación coyuntural reciente, ya sea económica o política de
Venezuela y Colombia por separado, incrementa la exclusión social.(DANE,2018)

La Fundación Colombia Chiquita en su trayectoria en torno de veinte años atrás,


ha atendido cerca de dos mil niños en situación de vulnerabilidad; en su mayoría
colombianos. Esperanza su fundadora, ha alejado a niños de las calles; como el
Bronx en Bogotá, ha atendido niñas que han sido abusadas sexualmente y
socialmente, mujeres que han sido víctimas de violencia familiar o de género,
familias que han tenido que emigrar por causas sociopolíticas internas del país o
porque el Estado se ha olvidado de las periferias, personas que han llegado a las
metrópolis en busca de mejores oportunidades y lograr huir de la desigualdad y la
violencia pero que se han encontrado con una ciudad indiferente.

Por medio del acompañamiento psicológico y educativo de voluntarios en su


fundación ha logrado contribuir con “el ser interior” de niños y adolescentes. Con
el plan de paso de Esperanza López, la fundación ha incentivado y proveído
conocimientos transversales e integrales a los niños beneficiados, ha evitado a
infantes laborar junto a sus padres, porque éstos mientras tanto pueden
permanecer en un hogar (la fundación) que les permite y motiva a realizar
actividades lúdicas y olvidarse de su situación. Fortalece la unión familiar al
proveer un descanso emocional a los padres y familiares involucrados en el
proceso evitando el abandono y el desamparo, y de igual forma no menos
importante ha evitado que niños mueran literalmente de hambre. (Fuente,
Esperanza López- Entrevista).

Hoy la Fundación pasa por momentos económicamente difíciles, Esperanza es


una mujer con una discapacidad total en miembro inferior derecho desde hace
más de veinte años. No obstante esto nunca le impidió ayudar al más necesitado,
por el contrario esa fuerza la llevó a ella a trabajar más e incentiva a cada madre,
hija o alguna persona que llega a la fundación a continuar luchando.

La actual crisis de Venezuela le ha traído nuevos retos ya que de los cuarenta y


dos niños de su fundación la mayoría son venezolanos, estos niños presentan un
analfabetismo coyuntural, y puntos focales de culturas diferentes pese a la
cercanía territorial con Colombia, a lo que Esperanza ha hecho frente con su
experiencia la cual extrapola para aprovechar las habilidades individuales y
contrarrestar deficiencias cognitivas y de actitud en los niños.

Nos proponemos, luchar contra la desigualdad y la exclusión desde nuestro


campo de acción como sociedad civil, ser parte de la solución para mejorar la
calidad de vida de la sociedad al lado de la fundación Colombia Chiquita,
proveyendo herramientas efectivas de captación de recursos económicos,
técnicos y humanos recurrentes que articulan la labor social de Esperanza Lopez y
la capacidad económica de empresas transnacionales, nos unimos a su labor para
que sean más los beneficiados tanto colombianos como venezolanos.

Profesionalmente en esta investigación hemos enriquecido nuestro conocimiento


al permitirnos direccionar un proyecto social de forma coherente de cara a los
ODS y las problemáticas de Colombia de forma muy práctica para dar una posible
solución al problema, recogemos gran parte de nuestro conocimiento integral
adquirido a través de nuestros estudios como la negociación, la organización del
tiempo, el trabajo en equipo, conocimientos en agenda global y cooperación
internacional entre otros; pero esta vez aplicado a un proyecto real el cual será el
primer paso para renovar la actividad social de la Fundación Colombia Chiquita.

El trabajo de campo, las entrevistas, las visitas y conocer de cerca tanto el trabajo
de Esperanza , de los beneficiarios, de sus familias y los voluntarios en torno a la
fundación sensibiliza de forma personal, y nos damos cuenta, no sólo todo lo que
hay por hacer, sino la satisfacción de poner un grano de arena para disminuir la
desigualdad que acoge más a unos que a otros. Nos permite tener esperanza en
la sociedad civil, que en tiempos actuales pese a que no seamos la mayor fuerza
global por falta de colectividad, se gesta en cada punto del globo; sin importar en
qué parte del territorio se haya nacido todos juntos como parte de la misma
humanidad y debemos nos invita a hacerle frente a la indiferencia social.

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