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POLIAMOR Y ENFERMEDADES:

Amor romántico: Esta idea de afectividad transforma el amor en algo que es compartido en
exclusiva por dos personas, las cuales tienen un trato íntimo entre sí que no utilizan con los
demás, y también está relacionado con la concepción moderna del amor platónico en el que se
idealiza a la pareja.

Poliamor: Acuñado por Morning Glory Zell-Ravenheart,

En términos generales, el poliamor es la tendencia, preferencia o hábito de relacionarse


amorosamente con más de una persona a la vez y en un contexto en el que todas las personas
involucradas son conscientes de esta situación. El poliamor, por tanto, no tiene a la pareja
como unidad fundamental en la que las personas intercambian conductas afectivas e íntimas, y
eso no significa que se estén cometiendo infidelidades.

(manera de gestionar la afectividad)Los que participan en un grupo de poliamor pueden tener


distintas orientaciones sexuales o simplemente no tener sexo; y también puede pasar que
algunas sí tengan relaciones íntimas de este tipo y otras no.

modo de relación que se mantiene en el tiempo y que no se limita a un periodo corto, de


minutos u horas, tal y como podría pasar en los intercambios de pareja esporádicos o
swinging. Las relaciones poliamorosas lo son porque, en sí mismas, nos hablan sobre la
naturaleza de la relación afectiva que tienen varias personas entre sí.

El poliamor no es poligamia

A la vez, el poliamor no tiene por qué basarse en relaciones formalizadas tal y como ocurre en
los matrimonios. Se distingue de la poligamia en que este último, además de ceñirse solo a
casos donde se ha producido matrimonio, consiste en la unión entre un hombre y muchas
mujeres o una mujer y muchos hombres.

LOS TIPOS DE POLIAMOR:

Aunque el modo de clasificar estos tipos de poliamor puede variar dependiendo de qué tipo de
criterios se utilicen para distinguir entre categorías, sí se pueden resaltar las principales formas
de relaciones poliamorosas. Son las siguientes.

Poliamor jerárquico:

En este tipo de poliamor hay un grupo nuclear en el que la relación es más intensa y una
periferia en la que las relaciones establecidas son secundarias. Normalmente cada persona
tiene una relación primaria y otras de menor importancia, lo que hace que las personas
involucradas en una relación primaria puedan imponerle vetos a la otra, impidiendo que se
involucre románticamente con algunas personas determinadas.

De entre los diferentes tipos de poliamor, este es el que más se parece a las relaciones de
pareja tradicionales en los países occidentales.
Polifidelidad:

En la polifidelidad las relaciones íntimas están restringidas a un grupo de personas


determinado y con unos límites muy acotados. Fuera de este círculo de miembros, el contacto
sexual no está permitido.

Anarquía relacional, o amor libre:

La anarquía relacional es el tipo de poliamor menos parecido a las relaciones de pareja


monógamas. En él, las personas involucradas en las relaciones no tienen ningún tipo de
restricción puesta a priori, y cuentan con total libertad para elegir cómo relacionarse con cada
persona en concreto. Por lo tanto, en la anarquía relacional no existe presión para hacer que
las relaciones establecidas con los demás encajen en una serie de normas estereotípicas ni
existe la necesidad de colocar etiquetas que las definan.

Por otro lado, el nivel de estudios de las personas poliamorosas era significativamente superior
a la media de la población general, y mostraban una tendencia a vivir con menos niños y
adolescentes en sus casas.

LA INFIDELIDAD:
incumplimiento del compromiso, significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la
misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio
(situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica.

Psicología y sociología

las principales situaciones que conflictúan las relaciones amorosas monógamas. Su


descubrimiento generalmente trae emociones desagradables como tristeza, baja autoestima e
ira para el miembro «engañado», quien en muchos casos suele retirar toda la confianza
depositada en la pareja. Aunque es considerada una de las principales causas de divorcio, no
necesariamente significa el final de la relación. Entre las principales causas que evitan el
rompimiento, además de los fuertes vínculos afectivos, se encuentran el temor a la soledad,
evitar un daño al otro, no conflictuar a los hijos y no modificar la calidad de vida.

El psicólogo estadounidense Aaron T. Beck señaló que la infidelidad conyugal, a pesar de ser
bastante común, causa un efecto tan traumático en el consorte ofendido debido al significado
simbólico de la «aventura»

Esto debido al pensamiento polar de todo-o-nada, en donde se concluye que una pareja es
totalmente fiel o totalmente infiel sin cabida a puntos intermedios. También destacó que es
común una visión negativa de la infidelidad, pues suele ser equiparada con palabras
descriptivas como: traición, engaño, perfidia; lo que genera una «percepción catastrófica» de
ocurrir.

Por otra parte, afirmó que la infidelidad no necesariamente es la causa de debilitamiento de


una relación, sino que incluso puede ser el síntoma de una relación ya vacilante

El también psicólogo estadounidense Albert Ellis opinó que la infidelidad generalmente no


«destruye» un matrimonio y que es un motivo exagerado para terminar una relación.
Para él, el sexo extramarital sólo es dañino cuando a las personas involucradas realmente no
les gusta convivir.16 Es decir, la perspectiva de la TREC sobre la infidelidad es que ésta sólo es
conflictiva cuando va acompañada de creencias irracionales que desencadenan emociones
inapropiadas. ABC

También se presentarían exigencias absolutistas de ser amado y aprobado (por todos y en


todo momento). De igual manera, la conmoción generada por el proceso vendría a distorsionar
la percepción; así, por ejemplo se vería a la pareja como un completo desconocido y se
sesgaría u omitiría los momentos agradables con la pareja. De este modo, la persona iría
creando conclusiones rápidas y precipitadas que lo llevarían incluso a un estado depresivo y
autoderrotista. Para el tratamiento de estos síntomas, Ellis y los terapeutas racionales debaten
con el cliente cuestionando sus ideas rígidas y tendenciosas, demostrando la ausencia de
evidencias y buscando generar ideas más lógicas. Al final, la persona podría aceptar que la
infidelidad de su pareja, aunque dolorosa, no es «catastrófica» y que aunque ésta pueda ser
considerada moralmente «mala» no haría a quién la cometió una mala persona (pues para
Ellis, el ser no es definido por la conducta).

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