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GASTO URINARIO: CAUSAS, CÓMO SE CALCULA Y VALORES NORMALES

El gasto urinario es la cantidad de orina por kilogramo de peso corporal que


produce una persona en un período determinado, usualmente se calcula en 24
horas. Se trata de un indicador muy importante de la salud general y cuando se ve
alterado se debe investigar la causa a fin de evitar complicaciones serias y en
muchos casos irreversibles.
Las enfermedades que modifican el gasto urinario por lo general están
relacionadas con los riñones, sin embargo la deshidratación, algunas
enfermedades metabólicas como la diabetes e incluso algunos tumores pueden
hacer que el gasto urinario aumente o disminuya.

En pocas ocasiones pensamos sobre cuántas veces orinamos y en qué cantidad,


sin embargo para los médicos esta información resulta muy importante,
especialmente en ciertos contextos clínicos, como es el caso del paciente
críticamente enfermo o aquel internado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Así mismo, en los pacientes con enfermedades del riñón, enfermedades del
colágeno y problemas metabólicos como la diabetes, es muy importante conocer
el gasto urinario dado que este se relaciona directamente con el grado de
funcionamiento de los riñones.

El gasto urinario puede verse modificado según el contexto clínico, siendo ambas
situaciones delicadas, ya que pueden asociarse a complicaciones muy serias que
podrían acarrear lesiones irreversibles para el enfermo e incluso comprometer su
vida.

Causas

Dado que la producción de orina es un mecanismo natural del organismo para


deshacerse del excedente de líquidos, desechos metabolicos así como de una
infinidad de toxinas que se eliminan por los riñones, se puede decir que el gasto
urinario es consecuencia directa de la función renal.

Por tanto, su modificación debe hacernos pensar en que existe algún problema en
cualquiera de las fases de producción de orina, es decir a nivel pre-renal, renal o
postrenal.

En este sentido se pueden definir situaciones que disminuyen el gasto urinario y


aquellas que lo aumentan.

Causas del incremento del gasto urinario

El volumen urinario aumenta en ciertas condiciones clínicas como la diabetes


mellitus y la diabetes insípida, por mencionar solo dos de las causas de aumento
del gasto urinario.

Los mecanismos son diferentes para cada una de ellas, aunque la manifestación
común es un incremento de la cantidad de orina que se produce en 24 horas.
En el caso de la diabetes mellitus el incremento de la cantidad de glucosa en
sangre y por ende en la orina, genera lo que se conoce como «diuresis osmótica»,
es decir, el azúcar atrae agua hacia el sistema colector renal haciendo que el
volumen urinario aumente.

Por su parte, en la diabetes insípida el mecanismo de acción es totalmente


diferente. En estos casos hay una secreción inadecuada de una hormona que
facilita la absorción de agua en el riñón a fin de evitar que se pierda en exceso.

Cuando esta sustancia, conocida como hormona antidiurética (o vasopresina), se


produce en cantidades insuficientes, el gasto urinario aumenta de manera
significativa.

Causas de disminución del gasto urinario

Existen múltiples causas de disminución del gasto urinario, siendo una de las más
comunes la deshidratación.

Al haber menos agua en el organismo los riñones pasan a trabajar en lo que


podría denominarse «modo ahorro», es decir que eliminan la menor cantidad de
agua posible a fin de evitar que la intensidad de la deshidratación aumente.
Cuando esto ocurre el volumen urinario disminuye drásticamente.

Por fortuna, es una condición reversible y fácil de tratar, sin embargo cuando la
deshidratación persiste puede provocar daño renal irreversible, haciendo que el
gasto urinario se mantenga por debajo de lo normal debido a falla renal.

En este sentido, además de la deshidratación hay infinidad de enfermedades que


pueden generar alteraciones en los riñones que con el tiempo hacen que estos
dejen de funcionar adecuadamente, disminuyendo el gasto urinario de manera
sostenida y en muchos casos irreversible.
Entre las causas más comunes de daño renal se encuentran la diabetes mellitus
(nefropatía diabética), la hipertensión arterial (nefropatía hipertensiva), las
enfermedades autoinmunes (como la nefritis lúpica) y las enfermedades
degenerativas del riñón (como el riñón poliquístico).

En cada una de las condiciones clínicas previamente mencionadas hay un


mecanismo específico de daño renal, aunque en definitiva la pérdida de tejido
renal funcional lleva a la disminución de la capacidad de los riñones de producir
orina y por consiguiente se presenta una disminución del gasto urinario.

En los casos más severos se puede llegar a la pérdida total de la función renal
siendo el gasto urinario muy bajo o nulo, por lo que es necesario suplir la función
renal con diálisis a fin de mantener al paciente con vida.

¿Como se calcula el gasto urinario?

Para calcular el gasto urinario existen dos métodos, uno directo y uno indirecto. El
primero suele emplearse en el entorno clínico, especialmente en quirófanos y
unidades de cuidados intensivos dado que es necesario manipular e invadir la vía
urinaria para determinar el volumen de orina producido.

Por su parte, el método indirecto suele usarse en el hogar y se requiere la


recolección de toda la orina producida durante 24 horas para poder realizar los
cálculos correspondientes.

Cálculo Indirecto

El cálculo indirecto del gasto urinario es el método más utilizado para tener una
idea objetiva de la función renal.

Si bien es algo engorroso y molesto, para poder calcular el gasto urinario por este
método es necesario recolectar toda la orina producida por la persona durante 24
horas.
Por lo general, se recomienda que la toma de la muestra inicie a primera hora de
la mañana, descartándose la primera orina de ese día dado que corresponde a lo
que se produjo durante la noche.

A partir de la segunda micción se debe recolectar la orina en un recipiente de


tamaño adecuado que pueda ser tapado (para evitar la evaporación), colocándose
en el mismo el producto de las micciones sucesivas hasta la primera orina de la
mañana siguiente, la cual corresponde a lo que se produjo durante la noche.

Una vez hecho esto se cuenta con el volumen urinario en 24 horas, el cual se
determina en el laboratorio con un cilindro graduado.

Obtenido ese valor el cálculo es muy sencillo aplicando la siguiente fórmula:

Volumen urinario (cc o ml) / Peso corporal (kg) /tiempo (horas)

Por ejemplo, para calcular el gasto urinario de una persona con un peso de 72 Kg
y cuyo volumen urinario sea de 2.800 cc, se debe dividir 2.800 entre 72 y el
resultado entre 24 (para conocer el volumen por hora), lo cual da un valor de 1,6
cc/Kg/hora

Valores normales

El valor normal del gasto urinario para una persona adulta debe ser de 0,5 a 1
cc/Kg/hora.

Cuando el valor del gasto urinario aumenta por encima de 3 cc/Kg/hora se habla
de poliurea (aumento del gasto urinario).

Por su parte, cuando el gasto urinario tiene un valor de 0,3-0,4 cc/Kg/hora se


habla de oliguria (disminución moderada del gasto urinario), mientras que con
cifras de 0,2 cc/Kg/hora o menos se habla de anuria (disminución severa o
ausencia total de gasto urinario)

Valores normales

El valor normal del gasto urinario para una persona adulta debe ser de 0,5 a 1 cc/Kg/hora.

Cuando el valor del gasto urinario aumenta por encima de 3 cc/Kg/hora se habla de poliurea
(aumento del gasto urinario).

Por su parte, cuando el gasto urinario tiene un valor de 0,3-0,4 cc/Kg/hora se


habla de oliguria (disminución moderada del gasto urinario), mientras que con
cifras de 0,2 cc/Kg/hora o menos se habla de anuria (disminución severa o
ausencia total de gasto urinario)

Referencias

1. Silva, A. B. T. D., Molina, M. D. C. B., Rodrigues, S. L., Pimentel, E. B.,


Baldo, M. P., & Mill, J. G. (2010). Correlation between the creatinine
clearance in the urine collected during 24 hours and 12 hours. Brazilian
Journal of Nephrology, 32(2), 165-172.

2. Burke, D. G., Smith-Palmer, T., Holt, L. E., Head, B., & Chilibeck, P. D.
(2001). The effect of 7 days of creatine supplementation on 24-hour
urinary creatine excretion. Journal of strength and conditioning
research, 15(1), 59-62.

3. Burke, D. G., Smith-Palmer, T., Holt, L. E., Head, B., & Chilibeck, P. D.
(2001). The effect of 7 days of creatine supplementation on 24-hour
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4. Levey, A. S., Coresh, J., Balk, E., Kausz, A. T., Levin, A., Steffes, M. W.,
… & Eknoyan, G. (2003). National Kidney Foundation practice guidelines
for chronic kidney disease: evaluation, classification, and
stratification. Annals of internal medicine, 139(2), 137-147.

5. Chawla, L. S., Eggers, P. W., Star, R. A., & Kimmel, P. L. (2014). Acute
kidney injury and chronic kidney disease as interconnected
syndromes. New England Journal of Medicine, 371(1), 58-66.

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