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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES

ESCUELA DE ECONOMÍA

FACES - UC

ANALISIS CRÍTICO DE LA IDEA DEL PROGRESO

DESDE LA PRESPECTIVA HISTORICA

Duarte B. Brayan D.

C.I: 24.332.956

Sección: ´´43´´

Diciembre; 2019
INTRODUCCION

La idea de progreso a lo largo de la historia ha cambiado con respecto a los


distintos puntos de vista que han tenido las sociedades desde la antigüedad hasta
la actualidad, desde el pensamiento del hombre antiguo y medieval, los cuales
pensaban que la historia humana se manifestaba de una manera cíclica, pasando
por el pensamiento filosófico de Voltaire, Bacon y los filósofos del renacimiento
con múltiples ideas y reflexiones acerca del progreso, hasta las edades modernas y
postmodernas con un pensamiento positivista y pesimista el cual encontramos hoy
en la actualidad.

El progreso siempre ha sido una meta constante a alcanzar para las


civilizaciones humanas ya que a través de él, es la manera en la que el hombre
puede llegar a mejorar sus condiciones de vida, por eso en las distintas épocas de
la humanidad siempre se le ha dado gran importancia a este tema.

Si no hubiésemos progresado como sociedad y especie no tendríamos los


niveles de vida y confort que tenemos hoy en día y seguiríamos viviendo tal cual
como vivían los hombres de las cavernas o los primeros primates homínidos solo
pensando en el presente y en satisfacer las necesidades del ahora.
IDEA DEL PROGRESO DESDE LA PRESPECTIVA HISTORICA

I. La naturaleza todopoderosa

I.1 El hombre antiguo y medieval

Para los grandes pensadores del mundo antiguo ya estaba bien marcada la idea de
progreso pero para ellos los acontecimientos del pasado y del futuro tenían muy
poca relevancia con respecto al progreso, ya que penaban que la historia se repetía
cada cierto tiempo. Por ejemplo, para Tucidides nada importante había ocurrido
en el pasado y que era probable que nada ocurriera después, de manera que el
único momento importante era el presente y según Lucrecio la indiferencia del
hombre hacia el futuro se debía a su indiferencia hacia el pasado.

Este punto de vista desinteresado se debe al poco conocimiento que poseía el


hombre en la antigüedad acerca del pasado y por ende le daba poca importancia a
los acontecimientos que ocurrirían en un futuro.

I.2 El pensamiento judeo-cristiano

Para los judíos y cristianos el progreso histórico era marcado por una noción
teleológica que consideraba al mundo como un sistema de relaciones dirigidas a
un fin determinado y dado que la historia adquiría un sentido y un propósito, esta
estaría destinada a concluir.

La noción más avanzada de progreso de esta época la expresó el jurista boloñés


Azo, quien en el prólogo de su Summa Condicis mantiene que la naturaleza
humana es continuamente mejorada mediante el conocimiento y un profundo
habito de estudio, el cual es el más acertado a las ideas modernas y actuales del
progreso humano.
II. El esplendor del rey sol

II.1 El progreso para Voltaire

Para Voltaire la noción de progreso conlleva una carga metafísica el cual


implicaba sobre todo a los fenómenos culturales, sociales, políticos y religiosos a
lo largo de la historia de la humanidad. Voltaire también era un gran defensor de
la noción burguesa de progreso y del rey Luis XIV de Francia, quien era conocido
como el Rey Sol. Asentaba que toda la historia es historia moderna y que nada
anterior a ello valía la pena de conocerse, no le interesaba el pasado remoto y
menos aún el futuro, para él, el progreso se expresaba en su presente.

Asumiendo este contexto, podría decirse que Voltaire consideraba que el progreso
que vivía en su presente era el progreso en sí y que todo lo demás en la historia
hasta ese punto no tenía importancia, lo cual era una posición errada ya que para
alcanzar el progreso que se vivió en su época, era necesario que ese progreso
también se diera a cabo en un pasado.

III. El presente Plus Ultra

III.1 El progreso para Francis Bacon

Su principal afán era el progreso a través del conocimiento y de los


descubrimientos tecnológicos y científicos mediante invenciones, observaciones y
experiencias, esa era la forma en la que él y muchos de sus contemporáneos como
Descartes, Pascal y Newton pensaban que era la forma en la que la humanidad
podía avanzar hasta el punto de llegar al fin del progreso, en donde en todo lo que
se pedía mejorar ya era inalcanzable.

Considerando que las mejores formas de avanzar como sociedad es a través del
estudio, el conocimiento y los avances tecnológicos su visión de progreso es
bastante acertada, pero hay que tomar en consideración que no es lo único que
necesita el ser humano para ser mejor cada día, hacen falta otros aspectos
importantes como lo son la cultura y la forma de pensar.
IV. La modernidad naciente

IV.1 La Ilustración y el Renacimiento

La Ilustración se caracterizó por convertir a la razón en un instrumento ideológico


para interpretar al mundo y al hombre, y quien guiaría a la humanidad a una
mayor plenitud y felicidad. El renacimiento también tenía un concepto parecido al
de la Ilustración, pero este estaba más próxima a las tradiciones judeocristianas
enfocado más en la condición humana, tanto material como espiritual.

Ciertamente, para esta época las condiciones humanas habían avanzado


considerablemente en comparación a otras épocas pasadas, esto ayudo en parte a
que el contexto cultural se desarrollara mejor dando como resultado nuevos
puntos de vista de muchos temas y en concreto con la idea de progreso,
determinando que este no tiene mayor limite que la duración del mundo en el que
estamos.

IV.2 La Modernidad

En la modernidad, se mantiene la creencia del progreso como una ley histórica de


hechos que siempre ha estado y seguirá estando en movimiento en un dirección
predecible y estable, en donde hay un determinado orden en los acontecimientos y
un constante mejoramiento de los valores humanos. En esta época los más
grandes influyentes en el pensamiento del progreso fueron Kant, Hegel y
Nietzsche.

En esta época se estableció el hecho de que a lo largo de la historia la humanidad


se ha mantenido en un progreso contante de sus valores y sus condiciones de vida
y que esta dirección favorable estará siempre presente, siendo que el hombre está
en un constante mejoramiento de su condición humana y de su entorno.
V. El progreso como fe

V.1 El Positivismo

El Positivismo dio sus primeros pasos con el francés Augusto Comte, el cual parte
de la racionalidad de la ciencia y el conocimiento de la razón para una mayor
eficacia, control y dominio del racionamiento humano. Con los descubrimientos
de Charles Darwin, el punto de vista científico podría usar la evolución para
abarcar el contexto del progreso histórico y el natural.

Al tener en cuenta a la evolución en un contexto histórico se podría decir que el


progreso a lo largo de la historia de la humanidad también ha evolucionado, en la
antigüedad el mundo tenía un punto de vista limitado de la idea del progreso, pero
gracias a los avances y descubrimientos de las épocas más modernas se pudo
llegar a tener un mayor entendimiento de este.

V.2 El Marxismo

En el Marxismo la idea de progreso solo es posible al sostener una evolución en la


sociedad humana con la intervención consiente y activa mediante una revolución
social la cual consiste en reformar las clases sociales para que el proletariado
tenga un mayor protagonismo en el curso de la historia. Marx consideraba que la
revolución realizaría un fin último de la sociedad sin clases y que era menos
vulnerable moralmente que las sociedades que en ese momento existían.

El contexto histórico de esta época marco la idea de Marx de llevar a cabo una
revolución social, para esta época los niveles de pobreza en la sociedad eran
considerablemente altos, y la diferencia entre las clases sociales muy significativa,
pero en un ámbito social no se puede tener control de los acontecimientos
históricos que se desencadenan a lo largo de la historia, el progreso humano es
algo que se ha caracterizado por ir siempre al ritmo del nivel cultural de la
población.
VI. La Modernidad tardía o la Posmodernidad

VI.1 Del siglo XIX al siglo XX

En el siglo XIX la idea de progreso se convirtió casi que en un acto de fe, en


donde se pensaba que si la humanidad nos lleva inevitablemente a la perfección,
quiere decir que podemos despreocuparnos e irresponsabilizarnos, ya que de todos
modos tendríamos los mismos resultados. En el siglo XX no se renunció a seguir
pensando en el progreso como el desenvolvimiento de la historia, ni se renunció a
seguir poniendo esfuerzo en el pero se dejó atrás la idea de que el progreso fuese
una ley causal de la historia.

Este pensamiento llevo a un nuevo replanteamiento del concepto de progreso, en


donde las ideas que en el pasado ya estaban escritas fueron reconsideradas y se
tomaron en cuenta en un sentido más realista, sabiendo que las cosas no se logran
por si solas y que hay que hacer algo para lograr los objetivos propuestos.

VI.2 El fin del progreso y la postmodernidad

En el pensamiento postmoderno se desconfía de las nociones clásicas de la


verdad, la razón y la identidad de la idea de progreso y de emancipación. Entre los
pensadores que destacan en esta época destaca Gilles lipovetsky quien dice que ´´
en este medio siglo se constituye una sociedad de consumidores y de medios, que
cultivan el hedonismo, revaloriza el cuerpo, y en la que se busca el desarrollo
personal. Estalla la consagración del mercado y se estabilizan las democracias´´.

Desde el punto de vista actual de la postmodernidad se tiene un pensamiento un


tanto pesimista acerca del progreso en la actualidad, en donde todo ha quedado
reducido a la satisfacción de las metas personales antes que las colectivas y en una
constante necesidad de satisfacer los deseos personales por encima del bienestar
de la mayoría, es una lástima pensar que el egoísmo se ha vuelto una práctica
recurrente en nuestras sociedades actuales.
CONCLUCIONES

Mi idea del progreso es que siempre va hacia adelante, pero con pequeños
retrocesos que nos hacen reflexionar de sobre donde estamos y de cómo estamos,
para plantearnos un mejoramiento en nuestra sociedad y por ende progresar como
especie.

La imaginación es el límite del progreso humano y siempre que se piense en un


futuro mejor, ese futuro es posible.

No puede haber revolución sin revolución de conciencia, siendo así que para que
el progreso pueda darse de una manera estable e inequívoca, nuestra manera de
pensar debe estar a la par de los avances y condiciones tecnológicas, políticas, y
sociales, sin dejar a un lado la espiritualidad. De nada vale tener tantos avances
tecnológicos si nuestra manera de pensar no se adapta a ella para darles un buen
uso y aprovechamiento.

Estamos destinados a progresar juntos como especie y no como razas o


ciudadanos de una nación determinada, para los tiempos por venir es necesario
que todos avancemos juntos en la misma dirección o todos terminaremos viviendo
el fin del progreso humano.

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