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Copia fiel del original

A C T A NQ 11

En Santiago, a treinta días del mes de Diciembre de


mil novecientos noventa y dos, siendo las 09.00 horas, en la
Sala de Audiencias del Palacio de La Moneda, se llevó a efecto
la Décima Primera Sesión del Consejo de Seguridad Nacional.

El Consejo sesionó como sigue

ASISTENCIA Y QUORUM

El Consejo fue presidido por S.E. el Presidente de la


República dn. PATRICIO AYLWIN AZOCAR e integrado, conforme lo
dispone la Consti tución Polí tica de la República, por las
siguientes personas

Presidente del Senado,


Dn. GABRIEL VALDES SUBERCASEAUX

Presidente Subrogante de la Excma. Corte Suprema,


Dn. MARCOS ABURTO OCHOA

Comandante en Jefe del Ejército,


capitán General Dn. AUGUSTO PINOCHET UGARTE

Comandante en Jefe de la Armada,


Almirante Dn. JORGE MARTINEZ BUSCH

Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea,


General del Aire Dn. RAMON VEGA HIDALGO

General Director de Carabineros,


General Director Dn. RODOLFO STANGE OELCKERS

Contralor General de la República


Dn. OSVALDO ITURRIAGA RUIZ

Ministro del Interior,


Dn. ENRIQUE KRAUSS RUSQUE

Ministro de Relaciones Exteriores,


Dn. ENRIQUE SILVA CIMMA

Ministro de Defensa Nacional,


Dn. PATRICIO ROJAS SAAVEDRA

Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción,


Dn. JORGE MARSHALL RIVERA
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Ministro de Hacienda,
Dn. ALEJANDRO FOXLEY RIOSECO

Actuó como secretario el Jefe dI Estado Mayor de la


Defensa Nacional, Mayor General Dn. LUIS HENRIQUEZ RIFO.

Por consiguiente se encuentran la totalidad de los


integrantes del consejo con derecho a voto y con derecho a voz.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

En nombre de Dios se abre la Sesión.

Daremos inicio al presente consejo de seguridad


Nacional con el Acta de la Sesión NQ 10 se encuentra aprobada
con la firma de los Miembros del consejo por lo tanto no sería
necesario someterla a ratificación en este momento puesto que
ya, está aprobada.

Tendríamos antes de iniciar propiamente el debate de


acuerdo con el Reglamento, decidir sobre el carácter de la
sesión, si será secreta o pública.

Yo me atrevo a sugerir que lo hagamos del mismo modo


en que lo hemos hecho en los casoS anteriores, si hay un acuerdo
como consecuencia de las deliberaciones, ese acuerdo en el
momento de someterlo a votación decidiremos si lo hacemos
secreto o público.

Normalmente los acuerdos de los órganos del Estado son


públicos y debiera tener ese carácter si existe un acuerdo, a
mi juicio. Sin perjuicio de eso, creo que debe quedar en
libertad cada uno de los Miembros del consejo para hacer público
los puntos de vista que ha expuesto ante el consejo de Seguri-
dad, que fue lo que se ha hecho en los casos anteriores Y cada
cual ha quedado en libertad para exponer del modo que ha creído
oportuno; porque no podríamos entregar el contenido del Acta
propiamente tal a la prensa.

El Acta del debate es reservado, pero cada cual queda


en libertad para exponer sus puntos de vista. ¿Si le parece al
consejo procederíamos de esa manera?

Todos los integrantes del consejo se declararon

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conforme.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Le ofrezco la palabra entonces en primer lugar al Sr.


Presidente de la Corte Suprema, quien fue el primero que
solicitó esta sesión.

PRESIDENTE EXCMA. CORTE SUPREMA

Muchas gracias Sr. Presidente.

Antes que nada deseo pedir sentidas excusas por haber


molestado la atención de los Sres. Consejeros y de los demás
Miembros del Consejo que no tienen derecho a voto, por el tiempo
que han debido programar, para asistir a esta reunión. Pero una
motivación importante me hizo que tomara esta iniciativa.

Es de conocimiento público que la Corte Suprema adoptó


un acuerdo el día 24 del presente, en que manifiesta su grave
preocupación por el contenido de la acusación constitucional
presentada por diez señores Diputados ante su corporación,
acusando a tres Ministros de la Corte Suprema por la causal
única que establece nuestra Constitución "De notable abandono
de sus Deberes", fundada exclusivamente en esta parte, respecto
de los fundamentos y motivaciones que pudieran tener para dictar
una resolución dentro de un proceso criminal llevado conforme
a las normas de nuestro ordenamento procesal.

Ese acuerdo de la Corte Suprema en el fondo no


resuelve nada, expresa unicamente su preocupación por lo que
considera una invasión manifiesta de sus atribuciones privati-
vas, lo que, de considerarse efectivo sería sumamente grave y
atendería contra las bases de nuestra Institucionalidad¡ lo que
por sí repito es altamente grave.

Esta preocupación es lo que ha motivado esta seSlon


del Consejo de Seguridad Nacional por ende entro a continuación
a hacer algunas consideraciones sobre este problema.
Quien les habla en estos momentos como Presidente
Subrogante de la Corte Suprema de Justicia, ha tomado la
iniciativa para convocar a la presente sesión de este Honorable
Consejo, convencido como está, al igual que todos los Miembros
de la Corte Suprema, de que en el seno de nuestro Estado de
Derecho, han ocurrido y están ocurriendo hechos o actos que
atentan gravemente en contra de las bases de nuestra Insti tucio-
nalidad resultando afectado en sus atribuciones privativas uno
de los Poderes Fundamentales del Estado, en este caso, el Poder
Judicial y particularmente la Corte Suprema. Todo ello como
consecuencia de la acusación formulada por diez señores
Diputados ante su Corporación, en contra de tres Ministros de
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la Corte Suprema y en contra del Señor Auditor General del


Ejército que participó en la resolución que vamos a analizar en
un momento más, formando parte de la Tercera Sala de dicho
tribunal, resolución que a criterio de los acusadores sería
abusiva y denegatoria de justicia y que esto constituiría
abandono de deberes. La Cámara de Diputados ha dado trami tación
al respectivo libelo acusatorio, el que se encuentra pendiente
en dicha Corporación, sometiéndose así a una revisión y análisis
la aludida resolución de la Tercera Sala, que dispuso resolvien-
do una contienda de competencia trabada entre el Ministerio
Público Militar y la Juez o Ministro que como Juez de primera
instancia sustanciaba el proceso decidiendo que le correspondía
a la Justicia Militar, se ha sometido y se está sometiendo así
a una revisión y análisis para tipificar y justificar nada
menos, que la pretensión de castigar a los Ministros acusados
mediante la destitución de sus cargos para el eventual caso de
que la mencionada acusación llegue a prosperar.

si esto llegase a suceder, deseo prevenir a los


señores Consejeros que me escuchan, que se sentaría un preceden-
te tan grave y funesto, que en definitiva significaría la
desaparición del Poder Judicial, así como se oye, desaparece el
Poder Judicial, no como tal en si mismo, sino que con las
características y prerrogativas que debe tener todo poder
judicial dentro de un regimen Institucional como el nuestro.

Vale decir la independencia, la autonomía, sobre todo


la independencia de juicio para que todos los Jueces, los
Ministros puedan fallar de acuerdo con su leal saber y entender
aplicando las Leyes de la República.

Las resoluciones o sentencias que dicte en ejercicio


de sus atribuciones constitucionales privativas, podrían ser
revisadas por el Poder Legislativo y la estabilidad o inamovi-
lidad de los Ministros como garantía constitucional sería letra
muerta; desaparecería por cuánto dependería simplemente de las
mayorías políticas imperantes en el Parlamento, puesto que cada
vez que no fuere del agrado de éste una determinada resolución
o sentencia podrían de inmediato formular la consabida acusación
y aprobarla con su mayoría.

Nuestros Jueces gozan, de acuerdo con nuestra


Constitución, de la garantía de la inamovilidad mientras no se
declare su mal comportamiento; ello es una de las bases
fundamentales para su estabilidad en la función y para garanti-
zar su independencia. Con esta fórmula empleada en la Cámara
de Diputados para destituir a los Miembros de los Tribunales
Superiores de Justicia se destruye como antes se dijo, todo el
Poder Judicial, pasando éste a depender de las mayorías
polí ticas predominantes en el Poder Legislativo. En tal
eventualidad bastaría la aprobación de la acusación para cambiar
hasta la totalidad de los Ministros de la Corte Suprema,
empleando para ello este simple sistema de sostener, que tal
resolución es abusiva o denegatoria de justicia y que por ello
los Ministros que la dictaron incurrieron en notable abandono
de sus deberes quedando de este modo destituídos de sus cargos.
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Repito :

1) La composición de la Corte Suprema, de aceptarse el


sistema que se está empleando actualmente en la Cámara de
Diputados para acusar a sus Ministros, queda a merced de
las mayorías políticas del Parlamento.

2) Por razones meramente políticas puede terminarse con la


garantía Constitucional de la inamovilidad de los Jueces
y Ministros, quedando afectada fundamentalmente la Corte
Suprema como Tribunal máximo, cabeza de toda la estructura
judicial chilena. Tal enunciado significa lisa y llanamen-
te el desaparecimiento del Poder Judicial como órgano
fundamental del Estado, con carácter independiente de los
demás Poderes. Naturalmente como lo dije antes, subsisti-
ría a un Poder Judicial títere, dependiente de otro Poder
del Estado.

3) Obviamente el aludido sistema de acusación se constituye


en un medio de pr ee i.on para los Jueces y Ministros.
Pierden o al menos queda menoscabada su independencia de
juicio para fallar. No todos son héroes capaces de
resolver en un asunto con connotaciones políticas en
contra de los gustos del Poder Político mayoritario del
Parlamento.

Todo esto y mucho más ocurre si se acepta que el error


o supuesto error de una sentencia, puede ser calificado de
notable abandono de deberes y dar motivo para perseguir al Juez
que la dictó, mediante una acusación constitucional por notable
abandono de sus deberes.

Aquí está señores Consejeros, el grave atentado contra


las bases de la insti tucionalidad que estamos presenciando. Uno
de los tres pilares fundamentales del Estado, dependiente de
otro.

Libelo Acusatorio

El libelo acusatorio presentado en la Cámara de


Diputados, se dirige en contra de los Ministros de la Tercera
Sala de la Corte Suprema, señores HERNAN CERECEDA BRAVO, LIONEL
BERAUD POBLETE Y GERMAN VALENZUELA ERAZO y en contra del Auditor
General de Ejército don FERNANDO TORRES SILVA, quienes resolvie-
ron una contienda de competencia planteada por el Ministerio
Público Mili tar decidiendo que la causa rol de primera instancia
N2 117.286 corresponde sea conocida por la Justicia Militar y
no por la Justicia Ordinaria (caso tan publicado del desapareci-
miento del ciudadano Alfonso Chanfreau). Tal decisión fue
adoptada por los jueces nombrados integrando la Tercera Sala;
en la acusación se sostiene que estos jueces incurrieron en
abuso y denegación de justicia, por lo cual estiman configurada
la causal de acusación prevista en el artículo 48, N22, letra

- ---- ~-

I
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c) de la Constitución que otorga a la Cámara de Diputados esta


atribución de acusar a los magistrados de los tribunales
superiores de Justicia y del Contralor General de la República
por notable abandono de sus deberes. O sea, un fallo erróneo
o supuestamente arbitrario o abusivo podría significar según
los. acusadores un notable abandono de deberes.

Para llegar a esta conclusión, es obvio que los


acusadores deben forzosamente entrar a revisar los fundamentos
y contenido de la mencionada resolución decisoria de la referida
contienda de competencia, que dicho sea de paso, esto debe
recalcarlo no ha hecho más que seguir la reiterada jurispruden-
cia sobre la materia.

Respecto de la aplicación de la competencia de la


Justicia Militar en razón del Artículo 52 número 3 del código
de Justicia del ramo. No me voy a pronunciar sobre la justicia
o posible error del fallo, ya que ese tema, está ya decidido por
la Excelentísima Corte Suprema y no cabe hacer más análisis
sobre el mismo.
Está decidido.

Toda resolución que recae en un proceso para dirimir


una contienda de competencia, tiene el mérito de cosa juzgada
prácticamente formal o provisoria, porque es una resolución que
podría ser modificada en el curso de un proceso criminal, si
nuevos antecedentes que demuestran que en realidad no corres-
pondía a la Justicia Militar, sino a la Justicia Ordinaria, ese
es el fondo del asunto.

En todo caso, debe enfatizarse que esa resolución fue


dictada por la Corte Suprema y no cabe más revisión, sino por
los propios Tribunales de Justicia y no por otro órgano del
Estado. Sin perjuicio de que pueda ser estudiada y analizada por
los estudiosos del Derecho, podrían escribirse artículos sobre
la materia, pero el fondo del problema esta finiquitado, allí
se resolvió y allí debe quedar. Esto es lo que ocurre en un
régimen como el nuestro, no podría ser de otra manera.

Repito que, para llegar a la conclusión de que en este


caso hay notable abandono de deberes los acusadores han debido
forzozamente entrar a revisar los fundamentos y contenidos de
esta resolución. En esta labor de revisión, expuesta en el
libelo acusatorio, pues allí se impugnan latamente sus fundamen-
tos, los acusadores aparecen vulnerando abiertamente la
prohibición expresa señalada en el artículo 73 de la Constitu-
ción Política que nos dice que "La facultad de conocer las
causas civiles y criminales, de resolver y de hacer ejecutar lo
juzgado pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos
por la ley. Ni el Presidente de la República, ni el Congreso
pueden en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse
causas pendientes, revisar los fundamentos o contenido de sus
resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos". Hago presente
que ya hemos dicho que en este caso, los acusadores han debido
revisar los fundamentos y contenido de dicha resolución con el
objeto preciso de concluir que hubo notable abandono de deberes
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y aplicar en definitiva; primero la sanc~on de suspensión si


la Cámara aprueba la acusación y luego la de destitución si el
Senado aprueba también la acusación.

Esta prohibición expresa y precisa que hace dicho


artIculo 73 de la Constitución dirigida entre otros, al Congreso
para que jamás puedan hacer una revisión de una sentencia
judicial, fué introducida por la Comisión de Estado de la
Constitución vigente de 1980 precisamente para precaver futuros
conflictos y evitar lo que sucedió con la Constitución del 25
en que un Poder no jurisdiccional hizo análisis de méri to
respecto de algunas sentencias para no darles cumplimiento. La
Comisión de Estudio de la Constitución o proyecto de Constitu-
ción del 80 en la sesión N2 417, comisión formada por juristas
en Derecho constitucional de indiscutible mérito, como los
señores ENRIQUE ORTUZAR, EVANS DE LA CUADRA, JORGE OVALLE, JAIME
GUZMAN, RAUL BERTELSEN, aprobaron en la forma en que aparece en
el texto actual el artículo 73 antes citado; tanto es asI, que
el Presidente de la Comisión al introducirse la frase en que se
prohibe revisar los fundamentos o contenido de sus resoluciones,
comentó expresamente que con esta nueva redacción ya no se
podría acusar a los miembros de los tribunales superiores de
notable abandono de deberes por el sólo hecho de que alguna
sentencia o resolución fuere errónea o fallare una cuestión en
forma desacertada.

Antes de la mencionada reforma, se discutía si los


desaciertos cometidos en los fallos podrlan calificarse de
notable abandono de deberes. Esto podla ocurrir bajo la
vigencia de la Constitución del 25, pero en la actualidad el
asunto ha quedado perfectamente dilucidado por la Constitución
en vigencia. Por este motivo, carecen en absoluto de todo valor
de convicción aquellos estudios de unos pocos juristas que con
la redacción de la Constitución del 25, conclulan que se podía
acusar por notable abandono de deberes sobre la base de una
resolución mal concebida.

En todo caso, aún bajo la vigencia de la Constitución


del 25, las opiniones estaban divididas sobre el particular.
Hoy dIa la situación esta clara en el sentido de que una
acusación de esta especie no puede fundarse en un supuesto
desacierto que lleve consigo un fallo legalmente dictado por un
tribunal de justicia para configurar un posible abandono de
deberes.

Por ello no hay necesidad de referirse a la jurispru-


dencia sobre este punto, que por lo demás tampoco favorece
notoriamente a la acusación.

Ouienes oretenden justificar formalmente esta


acusac~on sostienen que en este caso no se está revisando una
sentencia, ya que de acuerdo con el léxico "revisar" significa
"someter una cosa a nuevo examen para corregirla, enmendarla o
repararla", efectivamente el léxico dice lo que estoy expresan-
do; revisar significa someter una cosa a nuevo examen, con el
fin enmendarla o repararla, entonces argumentan los acusadores
que en el. l.'l.'oel.o acusa'c.o-r'l.oel.l.os. no es'c.an -r.e'J'l.sanü? esa
-resol.ución, ni para enmendarl.a, ro, para co-r-req~rl.a, ro, pa-ra
repararla.

Pero sucede señores consejeros que ésta, es una de las


acepciones que el Diccionario de la Lengua da para la palabra
revisar y en un somero estudio uno llega a la conclusión de que
este término revisar en este caso, que significaría someter la
cosa a un nuevo examen para corregirlo, enmendarlo o repararlo
no se esta refiriendo de ninguna manera a una resolución
judicial, a un dictamen o a un estudio.

Se está refiriendo a cosas materiales, a cosas


concretas, y por qué digo esto; porque dentro de las finalida-
des que indica este significado se queda unicamente en los
verbos corregir, enmendar y reparar. Nunca se pone en el caso
de que la revisión se haga para revocar o para dejar sin efecto
algo, en ese caso si que tendría razón, pero este no es el
significado que debe aplicarse en esta oportunidad, es la otra
acepción que dice que el vocablo revisar significa ver con
atención y cuidado; ésta es la acepción que corresponde aplicar
en este caso, no la anterior y aplicada en este caso sí se
ajusta a la situación que estamos estudiando.

¿ Ver con atención y cuidado qué cosa?, ver con


atención y cuidado los fundamentos de la resolución que se está
impugnando para justificar de allí que hubo notable abandono de
sus deberes, entonces para afectar y vulnerar la prohibición que
está establecida en el Artículo 73 de la Constitución, el
término revisar significa sencillamente entrar a conocer de
nuevo con atención y cuidado los fundamentos que contiene esta
resolución para de allí, extraer la conclusión de que hay
notable abandono de deberes porque consideran que esos fundamen-
tos son erróneos.

Por último que podrían ser absurdos, cosa que en este


caso repito jamás ha ocurrido.

En el caso concreto que tenemos a la vista, vale decir


la acusación de la Cámara de Diputados apunta a la aplicación
de una sanción a los Ministros acusados, para lo cual justamente
le es indispensable revisar, ver con atención y cuidado los
fundamentos del fallo que motiva la acusación como igualmente
su contenido, para terminar impugnándolos y de este modo, que
existe el notable abandono de deberes. Lo cual, - que duda
puede caber - no significa otra cosa que una invasión flagrante
de las potestades jurisdiccionales, con grave infracción del
ya referido artículo 73 de la Constitución.

El grave atentado a la institucionalidad se ha


producido al quebrantarse el artículo 73 citado, que prohibe al
Congreso revisar fallos judiciales, vulnerándose de este modo
todo el articulado constitucional que fija las bases jurídicas
en que descansa todo el Estado de Derecho en Chile, vale decir,
la existencia de sus tres Poderes Soberanos e independientes,

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con la debida correlación armónica entre todos ellos, actuando


dentro del ámbito estricto de sus potestades, esto es lo que
ordena la Constitución en sus artículos 62 Y 72, todo esto se
vulnera.
Los artículos 62 Y 72 de nuestra Constitución nos
indican claramente la forma en que estos órganos fundamentales
deben actuar y los efectos que pueden producirse si no respetan
sus atribuciones privativas.
Es bueno, aunque las disposiciones son muy conocidas,
pero es bueno releerlas para que nunca jamás a ninguno de
nosotros se nos olvide que debemos cuidarlas, que debemos
protegerlas en todo momento, porque allí se encuentra el núcleo
de nuestra estabilidad Institucional.
Dice el artículo 62 : "Los órganos del Estado deben
someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas
conforme a ella".
Los preceptos de esta Consti tución obligan tanto a los
titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona,
institución o grupo.
La infracción de esta norma generará la responsabili-
dad y sanciones que determine la ley".
Artículo 72 : "Los órganos del Estado actúan válida-
mente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de
su competencia y en la forma que prescriba la ley".

Ninguna Magistratura, ninguna persona ni grupo de


personas puedan atribuirse, ni aún a pretexto de circunstancias
extraordinarias, otra autoridad o derechos que las que expresa-
mente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las
leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y
originará las responsabilidades y sanciones que la ley señala".

Vuelvo a insistir sobre la materia relativa a la


c~ndición en que quedaría el Poder Judicial, se~ía catastrófico
aun cUc:l!dosolame,nte en la Cámara de Diputados se aprobara esta
acusac10n, los M1nistros quedan suspendidos de sus funciones.

Los Ministros h
larga carrera dentro de que emos nombrado son Jueces de u
todos los niveles del Escalafón. na
Don HERNAN CERECEDA BRAVO
Don LIONEL BERAUD POBLETE 36 años de servicio.
Don GERMAN VALENZUELA ERAZO 46 años de servicio.
55 años de servicio.

. Como es posible pensar que Jueces .


s1do de una actuación irreproch bl ~ue toda su v1da han
a e, estud10sos, preparados,
la
tienen gran preparac~on jurídica, han vivido una larga carrera
judicial en forma sobria y aún modesta, porque todos sabemos que
las remuneraciones de los Jueces son escasas. Hay que tener una
gran vocación de servicio para ser Juez, no se puede ser Juez
sin poseer una gran vocación de servicio.

Esta larga carrera, estas condiciones de irreprochabi-


lidad de los Jueces significaría echarlas al tacho, perdonando
la expresión, de sólo aprobarse la acusación por la Cámara de
Diputados, quedan suspendidos de sus funciones, por el momento
ya están arraigados no pueden salir del territorio nacional de
acuerdo con las normas constitucionales.

El Ministro CERECEDA tenía un viaje a Buenos Aires


proyectado para ir con su esposa a celebrar su Aniversario de
Matrimonio, no pudo salir.

En esas condiciones estamos presenciando una acusac~on


que se basa sencillamente en reacciones temperamentales de
algunos políticos.

Estas resoluciones que dirimen contiendas de competen-


cia entre la Justicia Ordinaria y la Justicia Militar se
multiplican por cientos y justamente se refieren los acusadores
a esto, en que todo 10 que se ha hecho antes está malo, a pesar
que hay una disposición expresa de que no se puede acusar por
hechos anteriores a la iniciación del actual Gobierno.

El libelo acusatorio tiene otro capítulo que allí si


que no se podría decir que hay una invasión de atribuciones o
de que haya una infracción al artículo 73 de la Constitución,
en el otro capítulo. Pero es bueno ver el capítulo aunque sea
someramente para que los señores Consejeros puedan tener una
idea de las condiciones de los acusadores, de las condiciones
jurídicas, de los conocimientos jurídicos.

Sucede que, en otro expediente, en otro proceso,


también lamentablemente en la 3ra. Sala con los mismos Ministros
y también con el Auditor hubo de conocerse de una resolución
respecto de un auto encargatorio de reo, como sucede que el
Auditor General del Ejército había sido Fiscal instructor en
gran parte de ese Sumario, se dijo que estaría inhabilitado
para entrar a integrar la Sala, ese es el fondo del problema.

Entonces en este caso la verdad es que no hay ninguna


causal de inhabilidad, entonces el Abogado interesado en que no
entre el Auditor a componer la Sala, presenta un tímido escrito
diciéndole a la Sala que los Ministros Titulares de la Corte,
le insinuen al Sr. Auditor General del Ejército que sería conve-
niente que no entre en esta causa.

¿ Por qué emplearon este sistema de esta insinuación?

Porque no tenían causal de inhabilidad ~encillamente,

~~~~~~a l;uecap~e~~ ~~e~~::f:l!d~~ J~:z s;ora1:~~~m~x;re~~~~ ~~


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dictamen sobre la cuestión pendiente con los antecedentes


necesarios para dictar sentencia, esa causal no había por donde
aplicarla aquí, porque el Auditor simplemente había conocido de
una parte de la investigación sumarial y aquí se trataba de
pronunciarse si había o no mérito para encargar reo, no había
por dónde aplicar la causal, porque no había expresado su
dictamen en ninguna parte dentro del procedimiento, jamás había
expresado su dictamen, su opinión, enseguida los antecedentes
sumariales que habían hasta el momento que el dejó la causa, no
eran todos los que estaban ahora; y por último, aún en el caso
de que el Auditor siendo Fiscal de la causa hubiere dictado un
auto de reo en la causa, tampoco estaba inhabilitado, porque el
auto de reo es una resolución inminentemente provisoria que
puede variar en cualquier momento según varíen también los
antecedentes, de manera que no había ni remotamente por dónde
poder inhabili tar al Sr. Audi tor y aunque parezca increible este
es el fundamento de este segundo capítulo de acusación, por
notable abandono de sus deberes, nada menos que notable abandono
de deberes.

No vale la pena seguir adelante, porque si un Abogado


con cierta experiencia ve este capítulo de acusación no va a
poder creer lo que lee, es tan falto de base que uno no se
explica como lo pudieron poner y como personas que son letradas,
han podido firmar esta acusación con este capítulo.

No me pronuncio sobre los antecedentes del Sr. Audi tor


de Ejército, estarán naturalmente dentro de su servicio, pero
lo único que quiero decir que lo he visto actuando siempre en
la Suprema Corte con especial dedicación, integrando las Salas,
demostrando siempre su elevada preparación jurídica. Para
llegar a ocupar el cargo que actualmente detenta u ostenta, sin
duda que su hoja de servicio tiene que ser indudablemente
irreprochable.

Eso es todo lo que puedo decir. Gracias por haberme


escuchado

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Ofrezco la palabra.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA

Excelentísimo Sr. Presidente de la República, señores


Miembros del Consejo de Seguridad Nacional, señores Ministros,
quisiera exponer suscintamente, las razones por las cuales he
solicitado a su Excelencia el Presidente de la República que
dispusiera si lo tenía a bien citar a reunión del consejo de
Seguridad Nacional.
11
I

12

1.- Deseo primeramente agradecer a S.E. el Presidente de la


República el haber accedido a mi petición relativa a
convocar en lo que a mí me corresponde a esta sesión del
H. Consejo de Seguridad Nacional, porque ello me permitirá
formular, con la mayor objetividad, altura y patriotismo
el punto de vista de la Armada Nacional, respecto de la
tan delicada materia a que me referiré más adelante.

2.- Enseguida, deseo dejar constancia de mi reconocimiento y


respeto al derecho que consagra la Carta Fundamental para
que los señores Diputados puedan acusar constitucionalmen-
te ante el H. Senado, entre otras autoridades, a los
señores Ministros de la Excma. Corte Suprema.

En tal virtud, desde un punto de vista meramente


formal, la Acusación Constitucional interpuesta por diez
señores Diputados, el 15 de este mes, consti tuye el
ejercicio de un derecho que no cabe cuestionar.

3.- Sin embargo, con todo, la declaración de la Excma. Corte


Suprema, difundida el 25 del presente, evidencia un
conflicto entre el Poder Legislativo y el Poder Judicial,
pues la acusación consti tucional antes indicada en la
forma como está redactada, constituye una revisión de los
fundamentos o contenidos de un fallo judicial hecho por un
Poder del Estado, que no tiene competencia para ello.

A lo anterior debe agregarse el grave hecho que, a


juicio de Este Comandante en Jefe, dicha acusación consti-
tuye un medio para, más que acusar a quienes se cuestiona
en tal documento, la verdadera acusada es la Justicia
Militar. Ello puede advertirse de la sola reflexión
relativa a que si no se dieran los supuestos sobre los que
ella discurre, el fallo cuestionado no habría tenido
ninguna relevancia y, en consecuencia, no habría existido
motivación para un Juicio Político.

4.- Ahora bien, ¿cuáles son tales supuestos?

Daré lectura a continuación, textualmente, a algunos


de los conceptos que sobre el particular contiene la referida
Acusación:

El traspasar el conocimiento de un proceso de la


Justicia Ordinaria a la Justicia Militar "demuestra una clara
voluntad de procurar la impunidad y denegar justicia".

Los procesos "cuando pasan a poder de los referidos


Tribunales (militares) languidecen, no avanzan en su tramita-
ción, son sobreseídos y archivados".
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"El traspaso de la competencia a los Tribunales


Mili tares en un proceso por detención y desaparecimiento de
personas, equivale exactamente a denegación absoluta de justi-
cia" .

"El traspaso del conocimiento de estos crímenes a los


Tribunales Militares, implica el propósito deliberado o conocido
de ausencia de verdad y justicia".

Podría seguir citando múltiples juicios de valor


iguales o similares a los ya expresados, referidos todos ellos
en forma - siempre genérica - contra la Justicia Militar.

De los conceptos transcritos, puede verse confirmado -


hasta la saciedad - que el verdadero encausado es la Justicia
Militar y no los señores Integrantes del voto de mayoría que,
formalmente, aparece como el objeto de la acusación.

En la perspectiva señalada, tal Acusación Constitucio-


nal significa un cuestionamiento abierto al Mando Militar,
puesto que los Jueces Institucionales son Almirantes, e igual
cosa ocurre con aquellos que integran su Corte Marcial.

Resulta fácil percibir lo que sucede al interior de


una Institución Armada cuando se cuestiona- de la manera como
lo hacen los Honorables Diputados - a dichos mandos, y qué decir
si tal acusación próspera.

La consecuencia es obvia : ello deterioraría de tal


manera los fundamentos esenciales sobre los que descansa la
estructura militar - mando, jerarquía y disciplina que,
partiendo por, a lo menos, una suerte de tibieza en el servicio,
puede generar una intranquilidad en el accionar mili tar y,
finalmente, llegar a comprometer gravemente las bases de la
Institucionalidad y la Seguridad Nacional.

Las consideraciones y planteamientos antes señalados,


mueven a este Comandante en Jefe a exponer estos antecedentes
a S.E. el Presidente de la República.

Eso es lo que tengo que decir.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Ofrezco la palabra.
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SR. COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

Muchas de las materias que voy a señalar aquí, en la


lectura de este folleto han sido estractados especialmente por
el Sr. Presidente Subrogante de la Corte Suprema, he estimado
también elaborar este documento escri to para no perder la
hilación de lo que voy a exponer, he estimado Sr. Presidente,
señores Consejeros de la más alta conveniencia concurrir a la
convocatoria de este Alto Organismo Constitucional a objeto de
hacer presente la grave situación originada por la acusación
consti tucional presentada en contra de tres Ministros de la
Corte Suprema y del Auditor General del Ejército, fundamentada
en la causal consistente en haber incurrido tales Magistrados
Superiores en "notable abandono de sus deberes" de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 48 número 2, letra c), de la
Constitución Política del Estado.

Al respecto, considero absolutamente improcedente, a


la luz de nuestra Carta Fundamental, dicho libelo acusatorio por
las razones que paso a precisar:

1.- De conformidad al artículo 48 Nº 2, letra c) de la


Constitución, los magistrados de los Tribunales Superiores
de Justicia sólo pueden ser acusados por la causal consis-
tente en un "notable abandono de sus deberes".

La causal señalada sólo puede estar referida al grave o


reiterado incumplimiento de los deberes adjetivos de la
función jurisdiccional y en ningún caso a la forma como
los jueces dictan sus sentencias. En consecuencia, no
resulta jurídicamente posible al Congreso cuestionar los
fundamentos, contenidos, justicia, legalidad u oportunidad
de las resoluciones judiciales.

Tal conclusión fluye con meridiana claridad de una correc-


ta interpretación de las normas constitucionales que
regulan esta materia. De acuerdo con un método interpre-
tativo, el sentido de una norma debe ser concordante con
los testimonios de que sus autores han dejado constancia
en los documentos oficiales; otro método, señala que las
normas deben interpretarse dentro del contexto del cual
forman parte buscándose su armonización en función con los
fines que se persiguen con su establecimiento.

2.- Según la historia fidedigna del establecimiento del


artículo 48 número 2 letra e¡ la expresión "notable
abandono de sus deberes", debe entenderse en los términos
que dan cuenta las intervenciones que a continuación se
reproducen :

El Sr. EYZAGUIRRE (Presidente de la Corte Suprema) "hace


presente que en la última sesión celebrada por la Corte
Suprema, realizada durante el tiempo de la Unidad Popular,
ésta acordó hacer presente su pensamiento a la Comisión de
Legislación del Senado. Según entiende - no puede afir-
'"
, • ~I r:....•",""f..,~ ..•..e-
~ ,. 1- "
-~ ~

168

15

marlo con seguridad - ésta se pronunció en el sentido de


que, por el lado del juicio político, no podría entrar a
decirse si la Corte Suprema había fallado bien o mal un
determinado asunto". (Sesión 301, página 1276).

Por su parte, el Sr. Diez expresa "que no hubo nunca


ninguna duda en las discusiones del Congreso en cuánto a
que "el notable abandono de sus deberes" no tiene relación
alguna con la forma de interpretación de la ley. Tiene más
bien relación con la fal ta del cumplimiento del deber
sustancial: una Corte que no funciona; una Corte que no
falle; una Corte con Ministros que no asistan; una Corte
que no ejerza su jurisdicción disciplinaria" (sesión 301,
página 1276).

3. - No obstante la claridad acerca del sentido que debía


asignarse a la expresión "notable abandono de sus debe-
res", la Comisión de Estudio de la Nueva Constitución con
el propósito de no dejar lugar a interpretaciones aventu-
radas decidió agregar a continuación de la referida causal
el siguiente nuevo inciso:

"si se tratare de los Magistrados de los Tribunales de


Justicia la acusación no procederá en caso alguno con
resQecto a los fundamentos y contenidos de sus resolucio-
nes" (la misma sesión en la página 3651).

4.- El inciso que se ha transcrito en el punto anterior, por


razones técnicas, posteriormente fue trasladado de ubica-
ción, como consta en las intervenciones que a continuación
también se reproducen:

El señor Ortúzar (Presidente de la Comisión) expresa que


corresponde continuar la revisión del articulado del
anteproyecto de Constitución Política, desde el artículo
54, inclusive, hasta el final, y cuyo texto es el que se
transcribe en anexo.

sugiere a continuación, en primer lugar, trasladar el


inciso segundo de la letra c) del artículo 56 al capítulo
referente al Poder JUdicial, -citado precedentemente-,
dado que, en la parte en que se encuentra podría prestarse
a interpretaciones distintas de las que la Comisión ha
querido establecer, al estar señalados en el mismo precep-
to los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el
Contralor General de la República, el General Director de
Carabineros, los miembros del Consejo del Banco Central,
etcétera. Añade que le parece conveniente mantener la
disposición, facultando a la Mesa para darle una ubicación
adecuada.

Agrega más adelante el Sr. Ortúzar que, prescindiendo del


problema de la ubicación, lo que no cabe es dejar de
establecer la excepción, tanto más cuanto que el propio
señor Guzmán se inclina a dar al concepto "NOTABLE ABANDO-
NO DE SUS DEBERES" una flexibilidad que inclusive implica

I
16

la posibilidad de que se entre a revisar los fallos de los


magistrados de los tribunales superiores de justicia, lo
cual, no significa sino terminar con la independencia del
Poder Judicial. Pone énfasis en que este punto ya está
acordado por la Comisión, por 10 cual, a menos que ella
decida reverlo por una clarisima mayoria -caso en el cual
él, respetuoso de esa mayoria, se limitaria a hacer
constar, no sólo su opinión, sino también su protesta,
atendida la gravedad del principio aqui involucrado-,
declara que no está dispuesto a transigir en su punto de
vista y no puede acompañar al señor Guzmán en su proposi-
ción, como lo ha hecho en otras oportunidades.

Agrega el señor Ortúzar, que no ve daño alguno en el


establecimiento de la excepción, como que el propio señor
Guzmán ha expresado estar de acuerdo en que no puede haber
un tribunal que esté por encima de la Corte Suprema y que
en el dia de mañana, con criterio politico, revise los
fallos que ella emita".

"El Sr. Bertelsen propone, como fórmula de solución, sacar


el precepto del lugar en donde se encuentra, porque aqui
le parece evidentemente perturbador, y colocar en ,el
capitulo referente al Poder Judicial, en el lugar que la
Mesa juzgue adecuado, una norma que diga aproximadamente
lo que sigue: "Los fundamentos y contenidos de las resolu-
ciones de los tribunales sólo pueden ser revisados por
éstos" (sesión 417, página 3641) .

El señor Guzmán, en la oportunidad expresó su conformidad


con la norma sugerida por el señor Bertelsen.

El señor Ortúzar a su vez, manifestó que estaba de acuerdo


con la fórmula propuesta, por cuanto a su entender, ella
permi tia sostener que la Cámara de Diputados no podria
acusar a los Ministros de la Corte Suprema por los funda-
mentos o el contenido de sus resoluciones.

5. - Como consecuencia de la proposición del comisionado Sr.


Bertelsen se suprimió en la letra e¡ del número 2 del
articulo 48 de la Constitución el inciso anteriormente
transcrito, reubicándoselo en la otra redacción, pero con
la misma finalidad, en la parte final del inciso primero
del articulo 73, relativo al Poder Judicial, en los
términos que se expresan a continuación: "Ni el Presidente
de la República ni el Congreso pueden, en caso algu-
no revisar los fundamentos o contenidos de sus
resoluciones".

6.- El cambio propuesto por el Sr. Bertelsen era integralmente


pertinente puesto que en un eventual cuestionamiento por
el Congreso de la forma como los jueces dictan sus senten-
cias afectaria inevitablemente la independencia del Poder
Judicial. Por esta razón fue que se decidió incluir la
referida idea en el articulo que consagra el principio de
la independencia judicial. En consecuencia, el alcance que
, ,
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, - ,
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170

17

a la expresión "notable abandono de sus deberes" debe


darse en ningún caso alcanza a los fundamentos o conteni-
dos de las resoluciones judiciales, puesto que ello
implicaría sacrificar el principio capital sobre el que se
asienta la organización judicial, transformando al Congre-
so en un Super-Tribunal que terminaría subordinando las
decisiones del Poder Judicial, que por lo demás ya no
merecería la denominación de "Poder Judicial" que la
Constitución le asigna con exclusividad, precisamente con
el objeto de reafirmar el carácter preeminente que éste
tiene dentro del Estado de Derecho.

7.- De acuerdo con lo señalado en el punto anterior el alcance


que debe darse al principio de independencia judicial no
es otro que el de reconocer a los tribunales de justicia
la plena libertad que requieren para determinar el sentido
y el alcance de las normas que aplican a la resolución de
los conflictos que se les someten, sin que ningún otro
órgano pueda directa o indirectamente interferir en el
ejercicio de la función jurisdiccional.

8.- Para poner en evidencia la importancia práctica del


principio que se ha reseñado conviene tener presente la
estructra confrontacional que tienen todos los procesos,
desde que en ellos siempre existen posiciones controverti-
das, que según el punto de vista de quienes las sostienen
aparecen revestidas de fundamento plausible, pero respecto
de las cuales los tribunales deberán pronunciarse por el
acogimiento o rechazo de alguna de ellas. Es decir, al
término de toda controversia deberá haber una parte
vencedora y otra vencida, un ganador y un perdedor. No
puede la parte vencida asumir otra acti tud que la de
aceptar el resultado de la contienda puesto que la autotu-
tela se encuentra, por regla general, proscrita dentro del
Estado de Derecho. El caso que motiva la acusación consti-
tucional no escapa a la estructura confrontacional antes
descrita. Los Ministros acusados debieron resolver en uno
u otro sentido en atención al mérito de los antecedentes
y a las normas legales que estimaron pertinentes, actua-
ciones que son propias del ejercicio de la función juris-
diccional resguardada constitucionalmente por el principio
de independencia.

La importancia práctica de la independencia con que debe


juzgar el Poder Judicial queda de manifiesto si se consi-
dera la legítima hipótesis de una acusación constitucio-
nal, pero de signo contrario, en la eventualidad de que
los acusados hubiesen fallado en un sentido opuesto a
aquel en que lo hicieron.

Lo anterior abriría un cauce para que todo litigante


vencido concurriese al Congreso Nacional en busca de una
solución política a cuestiones de carácter esencialmente
jurídico, con lo cual se terminaría destrozando los
cimientos del Poder Judicial, ya que sus jueces estarían
expuestos permanentemente a una acusación constitucional.
18

De ahí la necesidad de mantener la independencia del Poder


Judicial frente a los demás órganos del Estado, y particu-
larmente frente al Congreso Nacional.

Piénsese a este respecto en una hipótesis en que los


magistrados sean acusados constitucionalmente Y depuestos
de sus cargos por haber dictado en un asunto de ordinaria
ocurrencia, interpretando un texto legal, una resolución
judicial en un determinado sentido. Sin duda alguna, que
en otros asuntos posteriores de la misma naturaleza, los
jueces llamados a conocer de ellos, no contarían con la
suficiente independencia para resolver el litigio, ya que
de hacerlo de igual forma a como lo hicieran sus anteceso-
res, se expondrían a la misma sanción que éstos experimen-
taron. Así las cosas, y por esta vía, el Poder Legislati-
vo, terminaría por ejercer funciones jurisdiccionales,
contrariando expresamente lo dispuesto en el texto consti-
tucional.
Pero, siguiendo este mismo razonamiento, y para reafirmar
la carencia de fundamentación de la acusación, resul ta
adecuado ponerse en el caso que bien pudiere suceder que
la composición política del Parlamento variara en un
momento determinado, y aquellos jueces que sentenciaron
con antelación en un sentido tal, de no contrariar al
anterior Congreso, sean acusados por el nuevo Parlamento,
por notable abandono de sus deberes. Así las cosas, se
llevarían a un estado de absoluta incertidumbre jurídica,
en que el amparo en los derechos de los ciudadanos estaría
supeditado a la voluntad de la mayoría circunstancial en
el Parlamento, lo que obviamente no se aviene con un
Estado de Derecho.

9.- En consecuencia, y de acuerdo con lo explicado precedente-


mente, el sentido y alcance del artículo 48 número 2 letra
c) de la Constitución debe fijarse a la luz de lo dispues-
to en el artículo 73, inciso primero de dicho cuerpo
fundamental, esto es, en la inteligencia de que el ejerci-
cio mismo de la jurisdicción está completamente al margen
de todo cuestionamiento exógeno Y muy en especial del que
pudiera realizar el Congreso Nacional por medio de la
acusación constitucional.
En conclusión y de conformidad con las argumentaciones
expuestas cabe manifestar la absoluta improcedencia
jurídica del libelo acusatorio materia de este informe.

Por otra parte, es procedente concluir que la eventual


actuación del Congreso bajo tales circunstancias signifi-
caría realizar una grave transgresión a los principios
fundantes del Estado de Derecho estructurado formalmente
en los artículos 6º y 7º de la Constitución Política. De
acuerdo con tales preceptos el Congreso Nacional, como
órgano del Estado que es, debe someter su acción a la
Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y
sólo puede actuar válidamente previa investidura regular
172

19

de sus integrantes dentro de su competencia y en la forma


que prescribe la ley, y además con prohibición absoluta de
asumir otra autoridad o derecho que el que expresamente se
le haya conferido en virtud de la Consti tución o las
leyes, puesto que ni aún a pretexto de circunstancias
extraordinarias podría el Congreso asumir otras atribucio-
nes.

Todo lo anterior permite concluír que la acusación que


aquí se trata, vulnera claramente preceptos constitucionales,
que son garantía de la existencia de nuestro Estado de Derecho,
como son la independencia de los distintos Poderes, y el
acatamiento irrestricto tanto por parte de gobernantes como de
los gobernados al ordenamiento jurídico.

En efecto, se ha vulnerado la independencia del Poder


Judicial, por cuanto en una materia que es exclusiva y excluyen-
temente de competencia de esta Alta Magistratura, como es la de
conocer, juzgar y hacer cumplir lo juzgado en todos aquellos
asuntos que se encuentran sometidos a su decisión, lo que se
materializa mediante la dictación de resoluciones, miembros de
otro Poder del Estado, mediante el expediente de la acusación,
han entrado a rever lo juzgado, de manera tal que por esta vía
podría llegar a transformarse al Legislativo, en un Super-Poder
del Estado, lo que dista absolutamente tanto de la letra como
del espíritu de nuestra Constitución.

Por otra parte, con esta acusación, se ha excedido la


competencia que tienen los miembros del Poder Legislativo, toda
vez que de acuerdo a un claro mandato constitucional contenido
en el artículo 73 de nuestra Carta Fundamental, ninguna
autoridad puede en caso alguno ejercer funciones judiciales,
avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o contenidos
de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos, que es
precisamente lo que aquí ha ocurrido al revisarse los fundamen-
tos y el contenido de la resolución dictado por los Ministros
acusados, todo lo cual importa una transgresión a los artículos
62 y 72 de nuestro Estatuto Político.

Además de lo anterior, la acusación, en los términos


en que fuere presentada infiere un daño al prestigio de los
Ministros acusados, integrantes de uno de los Poderes del
Estado, agravio éste que alcanza a este mismo Poder al ponerse
en duda la credibilidad y actuación de éste.

Por lo anterior, estimo necesario que este Consejo


haga presente al Congreso Nacional, que la acusación constitu-
cional interpuesta en contra de los señores Ministros de la
Corte Suprema, Don Hernán Cereceda Bravo, Don Lionel Beraud
Poblete y Don Germán Valenzuela Erazo y el Auditor General del
Ejército, Brigadier General Don Fernando Torres silva, constitu-
ye una situación que atenta gravemente en contra de las bases
de la institucionalidad, por cuanto implica una violación a la
independencia del Poder Judicial, expresada mediante el
cuestionamiento de resoluciones judiciales dictadas por miembros
de este Poder del Estado, en ejercicio de funciones jurisdiccio-
20

nales que les son propias y exclusivas de acuerdo a lo dispuesto


en nuestra Carta Fundamental, y en ningún caso pueden importar
un notable abandono de sus deberes atendido que los Magistrados
son soberanos para conocer, juzgar y hacer cumplir lo juzgado.

Sr. Presidente, agradezco mucho el tiempo otorgado.

Gracias señor.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Ofrezco la palabra.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Habiendo sido convocado por S.E. el Presidente de la


República el Consejo de Seguridad Nacional, deseo expresar lo
siguiente

Primero, me abstendré de formular observación alguna


sobre el fondo de la acusación Constitucional presentada por
diez honorables Diputados el 15 de Diciembre del año en curso
en contra de tres Ministros de la Excma. Corte Suprema y del
Auditor General del Ejército. En efecto, corresponderá al
Honorable Senado de la República del cual formo parte, en
ejercicio de una de sus atribuciones exclusivas, conocer de las
acusaciones constitucionales y resolverlas como jurado limitán-
dose a si el acusado es o no culpable del delito, infracción
o abuso de poder de que se le acusa. Por las razones menciona-
das no entro ni puedo entrar al fondo del asunto que aquí se ha
comentado, pero sí debo hacer declaraciones que considero
importantes respecto a esta reunión: el Consejo de Seguridad
Nacional no es una instancia jurisdiccional, como tampoco es un
tribunal de conflicto para resolver contiendas entre personas
investidas constitucionalmente, ni menos entre Poderes del
Estado. No hay en Chile un Tribunal de conflictos, los hay en
otros países y particularmente en Francia donde cumple funciones
muy importantes. El rol de este Consejo en lo referente a la
atribución del artículo 96 bis de la Constitución Política, es
simplemente hacer presente su consejo de alta procedencia
política y de opinión no vinculante para aquellos a quienes va
dirigido tal juicio acerca de que si un hecho, acto o materia
atenta gravemente en contra de las bases de la institucionalidad
o si compromete la Seguridad Nacional.

Por tanto, a mi juicio, y de ello estoy absolutamente


convencido, las alegaciones, alegatos y argumentaciones que se
han hecho en esta sala sobre el asunto que ha preocupado a la
Excma. Corte Suprema, no corresponden a esta sesión ni a este
organismo, están fuera de lugar aquí.

--~~--- - --~----~- - ---- - -


21

Segundo, el Parlamento de Chile no puede aceptar


menoscabo alguno de sus atribuciones constitucionales y menos
su desconocimiento. Partícipe de la insigne tradición republi-
cana y democrática del Congreso Nacional, como Presidente del
Senado, tengo que velar acuciosamente para que ello no ocurra
y se respete en todo momento la Constitución en su letra y en
su espíritu, especialmente para que se respeten en este caso las
normas del artículo 42 de la Ley orgánica Constitucional del
Congreso Nacional, acerca de la tramitación de las acusaciones
constitucionales a las cuales me voy a referir más adelante.

Tengo, repito, el claro convencimiento que no corres-


ponde al Consejo de Seguridad Nacional abocarse al conocimiento
de la materia expresada en la solicitud del Presidente de la
Excma. Corte Suprema. En efecto, el artículo 48 N2 2, de la
Constitución Política de la República faculta a la Cámara de
Diputados para declarar si ha o no lugar a la acusación en la
forma que se indica y contra las personas que se mencionan. Es
esta una facultad exclusiva de la Cámara de Diputados que estaba
consultada de la misma manera en la Constitución de 1925. Por
su parte, es atribución exclusiva del Senado ejercer las
facultades que ya he señalado en el N21 de esta declaración, o
sea actuar como jurado y declarar la culpabilidad de la persona
que ha sido acusada por la Cámara de Diputados. Estas son
materias claras, establecidas en la Constitución, que correspon-
den al Congreso Nacional, que es pieza fundamental de la
institucionalidad de la República y sin el cual no existe el
Estado de Derecho. Sin Congreso Nacional no hay Estado de
Derecho, de modo que aquí no hay ningún órgano superior a otro,
pero el Congreso Nacional tiene facultades que no puede dejar
de ejercer.

Esto referente al Consejo de Seguridad Nacional.

Tercero, desde 1818 en que el país adopta como modelo


la Constitución norteamericana, la separación de poderes se ha
entendido siempre como una interrelación armónica entre ellos,
conforme a la tradición del derecho público anglosajón, buscando
siempre la coordinación y cooperación entre los respectivos
poderes públicos. Por esta razón es que el artículo 73 de la
constitución debe interpretarse en el contexto del Estado de
Derecho que no deja que ningún Poder pueda ser ejercido de una
manera absoluta y sin control por los otros poderes. Es así
como el Presidente de la República puede indul tar, facul tad
antigua normal y que es de carácter judicial, intervenir en
asuntos judiciales; la Cámara de Diputados, fiscalizar los actos
del Gobierno, que es una facultad también de tipo judicial;
la Corte Suprema, dictar actos acordados, que van mucho más allá
de la simple función de dirimir disputas entre particulares o
fallar en causas que se le someten y el Senado también tiene
facul tades judiciales al declarar la admisibilidad de las
acciones judiciales contra los Ministros de Estado, conforme al
artículo 49, N2 2 de la Constitución Política de la República
y en el caso que se ha mencionado de ser el órgano que como
jurado determina la culpabilidad, es una función eminentemente
75

22

jurídica, de todas las autoridades o de cada una de ellas que


pueden ser objeto de acusación de parte de la Cámara de
Diputados. Por lo tanto la separación de los poderes del Estado
existe y está definida en la constitución, pero para que
ninguno de ellos tenga un poder omnímodo, ni ningún funcionario
así al to que sea y prestigioso y de carrera pueda sentirse
completamente ajeno en el desempeño de sus funciones a un
control externo, existen estos otros organismos que recíproca-
mente tienen facultad para actuar entre sí en órbitas diferen-
tes. El Poder Legislativo nació fundamentalmente para controlar
y someter a un proceso democrático a las autoridades ejecutivas
que tenían poderes arbitrarios y omnímodos. Pues bien, siendo
tan categóricamente diferentes las funciones del Ejecutivo de
las funciones del Legislativo, el Ejecutivo actúa como legisla-
dor al proponer proyectos de Ley, al hacer indicaciones en los
proyectos de Ley, al vetar los proyectos de Ley, y el legisla-
dor actúa también como copartícipe de una función ejecutiva al
participar con el Presidente de la República en la preparación,
ejecución y despachos de las leyes. De modo que hay que partir
de la base que estando en un régimen democrático de Estado de
Derecho, se somete a cada una de las autoridades a un control
constitucional que debe ser respetado, no solamente porque está
en el texto, en el caso de autos la facultad de la Cámara de
Diputados para iniciar una acusación, sino que moralmente, vale
decir, que es de la esencia de la democracia que toda autoridad
esté controlada por una autoridad distinta, que es de la
esencia del Estado de Derecho en el sentido que deben cooperar
todos para que haya una relativa armonía, y es por ello que la
Constitución contempla contradicciones sólo aparentes, pero
dentro de un espíritu absolutamente coherente. Tal es así que
la disposición que aquí se ha mencionado se refiere al artículo
43 sobre el Poder JUdicial, perdón 73, que dice que en ningún
caso el Presidente de la República puede ejercer tales funciones
judiciales, un jurista tan eminente como ALEJANDRO SILVA
BASCUÑAN comenta: en ningún caso, salvo las excepciones
contempladas en la Constitución. ¿Por qué? Porque también
efectivamente el Congreso Nacional tiene facultades respecto del
comportamiento de los Jueces ¿Cuándo? También cuando abandonan
sus obligaciones, también tienen facultad para acusar al
Presidente de la República, tienen otras facultades. Entonces,
hay una trabazón y no es tan blanca y negra la absoluta
autonomía.

Puesto que las acusaciones constitucionales se


tramitan de conformidad a la Ley Orgánica Constitucional del
Congreso, no es ni jurídico ni conveniente que este Consejo
interfiera en el cumplimiento de tales normas, que aseguran el
derecho al debido proceso y al ejercicio de los derechos de la
defensa de los afectados. Lo que aquí se ha planteado como
argumentación de inconstitucionalidad de la presentación hecha
por diez Diputados, está perfectamente considerado por el
legislador en el artículo 43 de la Ley Orgánica Constitucional
del Congreso Nacional, cuando dice : "Antes de que la Cámara
de Diputados inicie el debate a que se refiere el artículo
siguiente, el de la acusación, sólo el afectado podrá deducir
de palabra o por escrito la cuestión previa de que la acusación
23

no cumple con los requisitos que la Constitución Política


señala. Deducida la cuestión previa, la Cámara lo resolverá por
mayoría de los Diputados presentes después de oir a los
Diputados Miembros de la Comisión Informante". Por lo tanto el
cauce adecuado para discutir la ocurrencia o no de constitucio-
nalidad o inconstitucionalidad está contemplado expresamente
en el proceso que se inicia con la acusación, que la ve la
Cámara y después el Senado, hay una oportunidad expresamente
señalada en la Constitución para este asunto que ocupa a este
Consejo, a mi juicio sin razón, que es el proceso mismo dentro
de la Cámara.

si el Consejo de Seguridad desea hacer uso de la


atribución establecida en el artículo 96, letra b. de la
constitución, debe tenerse presente que según el diccionario de
la Real Academia de la Lengua, atentar es emprender o ejecutar
alguna cosa ilegal, y la segunda expresión ilícita es intentar
especialmente hablando de un delito. ¿Se puede decir, señores
Consejeros, que la Cámara de Diputados por iniciar una acción
sobre la cual no me pronuncio, que va a ser votada por la
Comisión primero donde se va a escuchar al afectado, de palabra
o por escrito, asistido con un Abogado, votada por la Cámara,
puede ser una acción ilegal? Atentar es eso, es emprender o
ejecutar una cosa ilegal o ilícita, según la Real Academia. Por
su parte gravemente significa obviamente de manera grave, esto
es grande, de mucha entidad o importancia. Me preocupa que se
haya pensado que por el mero hecho de que se inicie una
acusación, se considere un atentado contra las bases de la
insti tucionalidad, porque atentar significa emprender alguna
cosa ilegal e ilegí tima. Nada más legal y legí timo que la
Cámara de Diputados inicie una acción, porque para ello tiene
facultades exclusivas.

La expresión base de la institucionalidad comprende


lo establecido en el Capítulo 12• de la constitución, esto es
el conjunto de principios y normas fundamentales establecidas
en los artículos 12 al 92 y que sustentan la institucionalidad
o regimen político de la República; el artículo 73 que se
refiere a la Corte Suprema no se encuentra en el Capítulo sobre
las bases de la institucionalidad, sino en el Capítulo 62 del
Poder Judicial, Capí tulo que por lo demás, no necesi ta los al tos
quorum que para su modificación requieren aquellos que la
Constitución considera esenciales al sistema político, éstos son
el capítulo 12, 32, 10, 11 Y 14. Por otra parte cuando el
consejo de seguridad Nacional tiene entre sus atribuciones
conforme al artículo 96, letra b, hacer presente al Presidente
de la República, al Congreso Nacional o al Tribunal Constitucio-
nal su opinión frente a un hecho o materia que a su juicio
atente gravemente en contra las bases de la institucionalidad
o puede comprometer la Seguridad Nacional , hace un doble
juicio, primero aprecia si ese hecho, acto o materia atenta
gravemente en contra de las bases de la insti tucionalidad,
primero aprecia si existe tal atentado y luego si tal atentado
es grave. Nótese que no basta la posibilidad del atentado, es
necesario que se atente efectiva y gravemente, además no basta
estar afectada la institucionalidad, es necesario que se atente
•••••••........------------------- ....' ?

24

en contra de las bases de la misma. En este sentido es más


amplia la expresión Orden Institucional de la República usada
en el inciso 42 del artículo 90 que la que aquí empleada.
Igualmente obsérvese en la misma letra b) del artículo 96, el
que pueda comprometer la Seguridad Nacional que implica
posibilidad del atente que involucra una certeza práctica en el
caso en cuestión, no basta la posibilidad del atentado es
necesario que se atenta efectiva y gravemente. ¿Pueden decir los
señores Consejeros que un acto legítimo iniciado recién en la
Cámara de Diputados, es un atentado real, grave, a la Excelentí-
sima Corte suprema? Podrá considerarse una amenaza, podrá
considerarse de otra naturaleza, pero atentado no es, de
acuerdo con una definición clara de las palabras. Ese acto de
la Cámara de Diputados no reúne ninguna de las características
de estas disposiciones, porque la corrección de aquello que
podría estimarse insconstitucional, no constitucional atentato-
rio o no a las bases, amenaza para las bases, atentatorio contra
la autonomía del Poder Judicial está consagrado perfectamente
bien en el artículo correspondiente de la Constitución. Deben
hacerse todas esas alegaciones, defensas, prevenciones dentro
del mismo proceso tan cuidadosamente descrito por el constitu-
yente como facultades exclusivas de la Cámara y el Senado, los
artículos 43 y 44 Y 45 de la Ley Orgánica Constitucional del
Congreso Nacional establecen con la mayor precisión como se
llevan el proceso en este caso, o en el caso de cualquier otra
persona afectada. El legislador, y estas son leyes constitucio-
nales, fue muy cauteloso considerando claramente que si un
Ministro, un funcionario, el Presidente de la República, un
Ministro de Estado era sometido a un proceso en el caso de autos
por notables abandono de sus deberes, tiene todo el tiempo, el
derecho a ser escuchado, el derecho a participar a todas las
discusiones, estar presente, tener un abogado, hablar por el
abogado, hablar por si mismo, plantear todos los asuntos una vez
en la Cámara, dos veces en el Senado, es decir esta cubierta la
debida, legí tima defensa y las normas del debido proceso.
Ahora, en la historia del establecimiento de la Constitución,
la expresión "atente gravemente contra las bases de la institu-
cionalidad" no se encontraba en el Proyecto de la Comisión
ORTUZAR, pues el artículo 100 letra c. propuesto, decía
simplemente: serán funciones del consejo de seguridad Nacional
representar a cualquier autoridad establecida por la Constitu-
ción su opinión frente a algún hecho, acto o materia que a su
juicio pueda comprometer la Seguridad Nacional. Esta materia no
recibió observaciones en el Consejo de Estado, veo las Actas tomo
II, sesión 103, página 222. Por ende esta expresión fue
introducida por la Junta de Gobierno, antes del Plebiscito de
1980.

En virtud de estas consideraciones y estando en plena


tramitación una acusación constitucional contra tres Ministros
de la Corte Suprema y el Auditor General del Ejército, acusación
que se dirige en contra de personas y no de las instituciones,
tengo la certeza de que no existe fundamento para que este
Consejo adopte ninguna resolución, puesto que el propio
contituyente sabiamente ha establecido los mecanismos idóneos
para la solución de estos problemas en el propio ámbito

-
- - ~--------- -----
178

25

legislativo, sin necesidad de recurrir a tan alta instancia y


a procedimientos excepcionales.

Para terminar Sr. Presidente, señores Consejeros, me


hago cargo de algunas observaciones que han hecho presente el
Sr. Presidente de la Corte Suprema y el Sr. Comandante en Jefe,
han hecho alegatos sobre el caso en cuestión. Yo sostengo la
imposibilidad de este caso ante este Consejo, el cual no creo
juridica ni poli ticamente formado para definir este tipo de
asuntos.

Me preocupan si las afirmaciones que he oido que


llevan a una concepción de la total irresponsabilidad de los
Ministros de la Corte, del Poder Judicial; que podria llevar
también a la total irresponsabilidad de los otros Poderes del
Estado, porque no hay ninguno superior a otro, ni en patriotis-
mo, ni en honestidad, ni en eficiencia, ni en tiempo, de manera
que estamos todos iguales.

Entonces la irresponsabilidad completa y el riesgo de


una catástrofe, si algún Ministro o alguna autoridad es sometida
a proceso, yo no la creo, en las democracias no hay catástrofe
cuando se juegan ordenadamente las funciones que la Constitución
establece.

No me parece adecuado el que se haya hecho mención tan


reiteradamente a las mayorias politicas, ni mucho menos a las
reacciones temperamentales de algunos politicos. Creo que son
expresiones que no corresponden al alto nivel de participantes
como los que estamos en esta sala y sobre los cuales yo tengo
que reclamar, porque si se pide respeto para los señores
Ministros y otras autoridades, yo también exijo respeto para los
parlamentarios. Sin Parlamento no hay democracia y los
parlamentarios están animados del mismo espiritu democrático,
patriótico y honestidad que todos los demás que en Chile
desempeñan funciones públicas. Tal vez ha pasado mucho tiempo
sin Parlamento y es por eso que su irrupción todavia no es bien
comprendida y por otra parte muchas de sus antiguas disposicio-
nes o facultades hoy dia no aparecen tan claras, pero yo como
representante del parlamento aqui, como Presidente del Senado
tengo que hacer presente que eso no puede ser asi y que me veo
en la necesidad de hacer un cordial, fervoroso llamado a los
señores Miembros del Consejo que han solicitado esta convocato-
ria, que tengan fé en el Congreso, porque el Congreso es la
democracia. No se trata de mayorias cambiantes; la historia de
Chile es gloriosa, porque tuvo una democracia, pero que falló,
justamente, porque no se cumplieron normas fundamentales.
Estamos todos de acuerdo en contribuir a su perfeccionamiento,
pero aqui no hay quienes tengan la tuición sobre cómo debe
funcionar la democracia con el Congreso Nacional. si se excluye
al Congreso Nacional, no habrá democracia; podrá haber Justicia,
podrá haber Poder Ejecutivo, pero no habrá lo esencial que tiene
una nación moderna y una nación de derechos claros y de Estado
de Derecho, que es un Parlamento donde los parlamentarios
representan al pueblo y a todas las corrientes ideológicas. Es
de naturaleza distinta, pero no por eso tiene que descalificár-
26

sele. Dentro del mismo parlamento hay muchas instancias y yo


creo positivamente que la democracia en sus defectos se corrige
con más democracia y no restringiéndola y no creando intocables;
eso sí que atenta contra la democracia y cuando digo esto no
estoy inventando una frase, porque ya lo dijo uno de los
creadores de la democracia, como fue Jefferson.

Los vicios Y los defectos se corrigen con más


democracia y si hay una institución democrática, es el Parlamen-
to, quienes están afectados, están llamados a ejercer sus
defensas que son muy buenas por lo que he oído y pueden ser muy
buenas, yo no me pronuncio sobre ellas, pero pueden ser muy
serias y son muy serias y la Cámara verá y, enseguida los
Senadores votaremos en conciencia, considerando muchas cosas,
entre otras las que el Sr. Presidente ha mencionado, la calidad,
la historia de los Ministros, su comportamiento, su intenciona-
lidad, porque se vota en conciencia; ahí nosotros vamos a
actuar.

Por úl timo yo quiero decirles que lo que puede acordar


este Consejo y yo opino que no acuerde nada, porque no lo
considero competente para esta materia, es una opinión que no
es vinculante y la Cámara va a seguir con su procedimiento y no
me cabe la menor duda que el Senado va a ser convocado cuando
corresponda para conocer esa acusación y si no está en sesión,
la voy a convocar yo como Presidente, a eso me obliga la
constitución, cualquiera sea el concepto que yo tenga sobre la
acusación en sí yeso va a seguir por mandato de la propia
Constitución y entonces qué estaríamos haciendo aquí, con que
objeto estamos aquí, va a llegar el momento en que el Senado va
a castigar o no, si castiga destituye, si no lo hace sigue todo
igual, quiere decir que el Senado le dijo que no a la Cámara de
Diputados, ese es el juego democrático y yo no puedo aceptar
que se considere que por mayorías ocasionales o por temperamen-
tos políticos se descalifique al Congreso en una acción tan
delicada como ésta, porque siempre el Congreso ha tenido
responsabilidad y en estas cosas particularmente una gran
seriedad.

La prueba está que la Constitución del 25, no recuerdo


ni he encontrado casos de acusaciones de Ministro de la Corte,
pero sí el famoso caso de acusación de un Contralor General de
la República, mi estimado amigo, se acordarán muy bien don
AGUSTIN VIGORENA, quien fue destituído por el Senado por
causal es que en su época fueron conocidas, publicadas y que la
opinión pública estimó absolutamente razonables, de modo que
estas facultades se ejercen con mucha prudencia, con la misma
prudencia con que actúa la Corte Suprema de Justicia, con la
misma prudencia que actúan las demás insti tuciones que aquí
participan.

Con esto termino pidiendo un acto de fé y de confianza


en los procedimientos democráticos que establecen las facul tades
del Senado y de la Cámara de Diputados.
27

Gracias Sr. Presidente.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Antes de ofrecer la palabra quiero consultar a los


señores Miembros del Consejo la posibilidad de efectuar un
pequeño descanso, de unos cinco a diez minutos, a fin de
continuar posteriormente con el debate.

SRES. CONSEJEROS

Aceptaron la proposición.

SR. CONTRALOR GENERAL DE LA REPUBLICA

Señores Miembros del Honorable Consejo, vaya ser muy


breve en mi exposición, porque en primer lugar comparto en gran
medida las afirmaciones hechas por el Sr. Presidente del Senado,
respecto a la facultad del Congreso.

La presentación de una acusación consti tucional no


puede a mi juicio implicar un atentado grave en contra de las
bases de la Institucionalidad, por cuanto aquí la Cámara de
Diputados, más bien un grupo de Diputados, no han hecho otra
cosa que ejercer una facultad exclusiva que le otorga la propia
Constitución Política y aquí en el fondo se trata de pronunciar-
se acerca de si la interpretación dada por el Tribunal a
determinadas normas legales, al resolver un asunto sometido a
su conocimiento, puede o no constituir "Notable abandono de
Deberes".

Pero esta es una materia totalmente ajena a la


competencia de este Consejo. Esta determinación tendrá que
hacerla en primer lugar la Cámara de Diputados, siguiendo el
procedimiento ya señalado por el Sr. Presidente del Honorable
Senado, con el derecho evidentemente de los inculpados a
defenderse, y si declara que a lugar o aprueba en principio la
Cámara de Diputados la acusación, en definitiva, quien tiene que
resolver este problema es el Honorable Senado, quien actúa en
conciencia y en uso de una facultad exclusiva que le otorga la
Constitución.

Es por estas razones que creo que en realidad no se


puede hablar aquí de que hay un atentado grave contra las bases
de la Institucionalidad.
181

28

Creo que no corresponde en realidad a este consejo


emitir un pronunciamiento por las breves razones que he dado a
conocer en este momento.

Muchas gracias.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Ofrezco la palabra.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA AEREA

Muchas gracias Sr. Presidente, yo también quiero ser


muy breve en mi punto de vista, pero quiero expresar en este
importante grupo de análisis, de que el tema es trascendente.

El tema desde el punto de vista que lo han enfocado


los diez Diputados con respecto a la crítica bastante severa a
la justicia chilena, al sistema judicial, porque eso es en el
fondo, es una crítica al sistema judicial chileno y paralelamen-
te una crítica bastante severa a la Justicia Militar.

Yo he leído detenidamente los fundamentos de esta


crítica que realmente contienen conceptos que dañan incluso la
honorabilidad de nuestros Jueces, de nuestros sistemas y de
nuestros Institutos Armados, por eso que creo que es muy
pertinente que se haya reunido el Consejo para que se analice
el tema.

Es pertinente, porque una crítica tan severa a nuestro


sistema judicial, a la Justicia Militar y a nuestros Institutos
Armados, yo creo que daña, lesiona la Institucionalidad y
lesiona a nuestros Institutos y por sobre todo lesiona a nuestra
Justicia Militar que es base de nuestra fuerza Sr. Presidente.

La Justicia Militar la debemos preservar a como dé


lugar en la forma más perfecta posible, porque el arma no vale
tanto por la potencia de fuego que tiene, sino que por la
legalidad que lo respalda, por su moral; la jerarquía nuestra
está sustentada en esta legalidad. La autoridad que ejerce el
Comandante está sustentada en esta legalidad, etc. todo lo que
acontece dentro de un Instituto Armado está sustentado dentro
de su legalidad, lo otro es terrorismo, es delincuencia.

Lo que nos califica como Institutos Armados al


servicio de la patria, es la fuerza de su legalidad por eso es
que me preocupa la forma en que ha sido calificada por estos
señores Diputados en sus fundamentos.

Creo que aquí existen dos puntos que son bien


esenciales y que se han tratado en forma brillante por las
distintas intervenciones que se han desarrollado, uno de forma
29

y otro de fondo.
Lo de forma va directamente al juicio político de la
decisión de los Jueces.

Tal vez no sea el camino, tal vez hoy día el país


exige otra forma de contactos, otra forma de relacionarse, otra
forma de resolver estas discrepancias y estas contiendas.

Todos conocemos de que en el análisis de un juicio hay


puntos de vistas y puntos de vistas, nosotros mismos dentro de
los juicios que nos han afectado en la Fuerza Aérea, tenemos
puntos de vistas sobre la calidad de ellas de los distintos
juzgados y lo hemos conversado.

Estoy preocupado por la forma en que muchas veces se


han llevado algunos juicios, pero no por eso voy a hacer una
crítica pública en la forma en que se ha realizado para
descalificar a un respectivo juzgado. Tenemos que aceptar lo
bueno y lo malo en un juicio, por eso que existe un juez y es
por eso que nos sometemos voluntariamente a su decisión.

Por lo tanto, hay puntos de vista con respecto a la


forma en que se realizan estos juicios y en la forma en que se
imparte la justicia y lo mismo para con la Justicia Militar, ese
es un punto de vista de forma que a mi me preocupa y que pudo
haber sido orientado en busca de una solución distinta a la que
se está buscando, no esa confrontación pública que daña la
imagen de nuestro sistema judicial y que daña la imagen por
sobre todo, es lo que a mí me preocupa como Comandante en Jefe,
el de nuestra Justicia Militar y de Aviación, en el caso
particular de la Fuerza Aérea.

En el caso de fondo obviamente estamos en el inicio


de una acusación, en el inicio de un juicio político por parte
de la Cámara y debemos esperar sus resultados finales a pesar
de que de todas maneras Sr. Presidente, yo no comparto de que
se haya iniciado esta crítica en la forma en que se ha hecho y
comparto con usted el hecho de que haya llamado a este Consejo
11
para analizar este tema, que lo considero trascendentalmente
sensible, profundo y que realmente amerita nuestra atención en
estos momentos.

De todas maneras Sr. Presidente, yo escribí una


reflexión sobre este tema un poco más técnica, que voy a dejar
aquí para conocimiento del Consejo y para que se incorpore al
Acta, pero que en términos globales contiene la apreciación que
yo acabo de exponer.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Que se incorpore al Acta, ofrezco la palabra.

,j

-
30

SR. GENERAL DIRECTOR DE CARABINEROS

Sr. Presidente, señores Consejeros, señores Ministros,


agradezco Sr. Presidente la convocatoria que usted dispuso de
este Consejo porque es un tema que como Institución nos
preocupa.

Hicimos un estudio en Derecho que también me voy a


permitir entregar al Sr. Secretario y para no leer lo que ya
largamente se ha explicado con mucho más conocimiento de lo que
puedo decir aquI, quisiera solamente leer las conclusiones :

1.- Sin desconocer la facultad de la Cámara de Diputados para


entablar acusaciones constitucionales, la que se encuentra
prevista en el artIculo 48 N22, letra c) de la Constitu-
ción Polltica de la República y la Ley Orgánica del
Congreso Nacional, se estima que en la forma y fundamentos
en que se apoya, no resulta procedente, toda vez que ella
estarIa invadiendo atribuciones reservadas, exclusiva y
excluyentemente al Poder Judicial, desconociendo su
independencia y autonomla plenamente consagradas en el
artIculo 73.

Esta independencia de ese Poder del Estado, constituye una


de las bases de la institucionalidad recogida expresamente
en los artIculos 62 y 72 de la Carta Fundamental, siendo
uno de los elementos esenciales del Estado de Derecho y de
todo régimen democrático.

2.- Desconocer estos principios importa ciertamente un hecho


atentatorio contra las Bases de la Institucionalidad.

En tal evento, se hace necesario recurrir al organismo que


por mandato constitucional se ha creado para conocer de
las posibles alteraciones que pueden vulnerar la institu-
cionalidad vigente, cual es el consejo de Seguridad Nacio-
nal.

3.- Desde el punto de vista de Carabineros, como órgano del


Estado, tal acusación en cuanto se introduce en el
contenido de una sentencia judicial, le provoca una
legItima preocupación, puesto que en el ejercicio de su
misión primordial de preservar el orden público y la
seguridad pública interior, es depositario de la función
propia de la Fuerza Pública de que el Estado se vale para
los efectos de garantizar y consolidar el desarrollo de la
sociedad.

En este sentido, conforma el órgano encargado del resguar-


do de uno de los presupuestos del orden institucional como
es el DERECHO. Y ello, por ser la fuerza o coacción que
debe ser puesta al servicio de este valor y del Bien
Común, como finalidad del Estado.

En otros términos, en su misión queda directa y estrecha-


31

mente vinculado a los Tribunales de Justicia, siendo el


instrumento válido para el cumplimiento eficaz de las
resoluciones de éstos y que debe acatar sin calificar sus
fundamentos. Es por ello, que el cuestionamiento por el
Poder Político de una resolución judicial - recaída en una
causa concreta - como precedente a futuro puede entrabar
sustancialmente el actuar institucional, provocando
desconcierto entre sus integrantes.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

El Sr. Ministro de Relaciones Exteriores me había


manifestado su deseo de expresar su opinión.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES

Muchas gracias Sr. Presidente. Sres. consejeros, no


en mi condición de Ministro de Relaciones Exteriores, si no que,
aprovechándome de mi condición de viejo académico en materia de
Derecho Público.

Yo pido autorización S.E. para emitir algún juicio


sobre una materia que nos ha preocupado hondamente durante
muchos años y que, en verdad ha sido objeto de muchas inquietu-
des a través del desarrollo de la Institucionalidad en nuestro
país ya desde mediados del siglo pasado.

La verdad es que las intervenciones que se han vertido


hoy día en la mañana particularmente las expresiones del Sr.
Presidente del Senado y del Sr. Contralor nos ahorran muchos
juicios, pero yo quisiera dejar en claro que en el fondo me
parece que el sus trato de este debate dice relación fundamen-
talmente con lo que se ha denominado a través del tiempo el
"Principio de la Legalidad" y el principio de la legalidad está
afortunadamente muy bien preceptuado hoy día en la Carta
Fundamental de 1980, que nosotros en otros aspectos criticamos,
porque tenemos que reconocer que tiene muchas bondades.

A nuestro juicio alguna de las bondades están muy


precisadas en el orden de categorizar muy diáfanamente lo que
es este principio de legalidad y que se fundamenta esencialmente
en lo que es la legalidad de las competencias.

El Sr. Presidente de la Ilustrísima Corte Suprema se


permitió leer los artículos 62 y 72 de la Constitución de la
República. En verdad esos artículos clasifican a nuestro juicio
hasta el máximun, lo que significa la facultad que cada órgano
tiene para actuar y que le permite actuar dentro de la esfera
de su respectiva competencia, en términos que cuando no lo hace,
es el propio texto constitucional el que se encarga hoy día de
decir que ese acto será nulo y que habrán las responsabilidades
que correspondan.
95

32

La verdad es que la propia Carta Política, en diversos


de sus preceptos relativos a la materia que se ha debatido hoy
en la mañana, se encarga de precisar también las competencias
y todavía asignando muy claramente el contexto de competencias
exclusivas.

La Cámara de Diputados en Chile hoy día, en esencia


de lo que es la tradición democrática de todas las democracias
occidentales tremendas competencias fundamentales; la competen-
cia legislativa y la competencia fiscalizadora y en uso de sus
facultades fiscalizadoras la Cámara de Diputados puede hacer
muchas cosas y de hecho lo ha estado haciendo y a nuestro juicio
lo ha estado haciendo en términos de precisar o materializar lo
que significa el ejercicio de las potestades de fiscalizar en
una democracia.

A veces yo llego a admitir que hasta nos resulta


molesto, porque nos plantea una cantidad enorme de requerimien-
tos que son agobiantes, pero en definitiva señores Consejeros
resultan útiles para el buen desarrollo de la democracia.

Quienes hemos dedicado tantos años al servicio de la


cosa pública y muchos de esos años sometidos al ejercicio de
facultades fiscalizadoras y actuando también en el ejercicio de
facul tades fiscalizadoras, hemos llegado a comprender que a
veces la fiscalización agobia y es odiosa.

Es odiosa cuando uno la ejerce respecto de sobre quien


la ejerce y es odiosa cuando la ejercen en contra de uno, yo
recuerdo a través del tiempo que siempre los Jefes de Estado se
quejaron de que la Contraloría no los dejaba gobernar; lo hizo
el Presidente Ibañez, lo hizo el Presidente Frei; no lo ha hecho
el Presidente Aylwin debo reconocerlo.

Debo reconocer otra cosa, este Gobierno ha dictado un


solo Decreto de insistencia, la facultad es una facultad legal,
es una facultad que no constituye una arbitrariedad, pero suele
ser objeto de discusiones en cuanto que a veces se hace un mal
uso de ella.

Este gobierno dictó un Decreto de insistencia y todos


los Ministros debimos soportar el que fuéramos acusados ante el
Senado, en donde el gobierno no tiene mayoría y sin embargo, los
Ministros aceptamos sumisamente la acusación y quedamos
expuestos a tener que responder de los resul tados de esa
acusación en virtud de lo que, implícitamente señala el artículo
49, N2 2 de la Constitución.

La Comisión de Legislación y Justicia del Senado


estimó que era procedente la acusación e hipotéticamente
debíamos quedar expuestos a tener que pagar una responsabilidad,
por daños que debía juzgar el tribunal respectivo y en definiti-
va, el Senado de la República levantó la acusación, porque no
era procedente y nosotros no protestamos y no protestamos de que
esto pudiese significar un grave atentado en contra de las
bases de la institucionalidad chilena porque realmente no lo

- -- --- ~ -=-------- -~ ----------=--==-------_. __


.~~=-- -
33

era, como no puede serIo, el que uno de los poderes del Estado,
de acuerdo con facultades explícitas, que la propia Constitución
le otorga en la especie del artículo 48 en que le otorga
facultades a la Cámara de Diputados, para iniciar un juicio
político.

Yo no creo que eso pueda jamás ser constitutivo como


tan brillantemente 10 ha expuesto y 10 ha expresado el Sr.
Presidente del Senado, constitutivo de un grave atentado en
contra la institucionalidad que no es otra la inquietud del Sr.
Presidente de la Corte Suprema, que nos ha trasmitido y no puede
serIo Sr. Presidente porque, porque cuando un organismo
Constitucional ejerce la competencia que, explícitamente la
Constitución le otorga, para los efectos de iniciar un proceso
que recién está en trámite de inicio, a 10 mejor en cuanto al
fondo del asunto, puede que los acusadores no tengan razón, no
me voy a pronunciar sobre eso, dejo en claro que mi partido ha
estimado que no está en contra, que no está a favor de la
acusación, que está en contra de la acusación y yo comparto,
pero no me interesa dejarlo presente aquí, ¿por qué?, porque 10
que yo sostengo es que, cuando los organismos actúan dentro o
fuera de su competencia, no puede imputarse jamás que haya un
atentado grave en contra de las bases de la Institucionalidad.

Precisamente una de las bases de la Institucionalidad


que están admirablemente bien establecidas en la Constitución
de 1980 es el principio de la democracia y uno de los fundamen-
tos de la esencia de la democracia es, que la separación de
poderes al que usted Excelentísimo Sr. Presidente se refería
hace un instante, hoy día constituye 10 que se ha llamado con
fundamento la interpenetración de los Poderes, unos con otros
y era aquello, 10 que permitía sostener a mi juicio con gran
fundamento al Sr. Presidente del Senado, es que hoy día ningún
poder es absolutamente independiente y los poderes se interpene-
tran sin que ello pueda implicar el que constituya esa interpe-
netración un grave atentado, cuando un poder en el ejercicio de
sus potestades se refiere a materias en las que ha incidido
dentro, también de su competencia exclusiva un fallo de otro
poder.
I~
Qué duda puede caber que el artículo 73 de la
Constitución entrega a los tribunales la facultad exclusiva de
I~ fallar las causas civiles y criminales y que en esa materia no
puede ni el Presidente de la República, ni el Congreso abocarse
I
a causas pendientes o hacer revivir procesos fenecidos o
inclusive de acuerdo con los agregados de la Constitución del
80 en revisar las motivaciones de los fallos. En este caso la
acusación tampoco está revisando la motivación del fallo.

¿ Qué está haciendo la acusación? Simplemente está


formulando una crítica bien o mal. Yo repito, particularmente
no la comparto. Tengo la convicción, pero esto es materia de
otro costal, de que ese asunto habrá de ser analizado muy
profundamente durante este proceso político y se llama proceso
político, porque es una modalidad de juicio político, tanto en
la Cámara de Diputados como en el Senado, pero dentro de sus

111
¡'
34

exclusivas ~ompetencias de tal suerte de que, cuando una


autoridad ejerce competencia se aplica ese viejo adagio o
aforismo de que, a buen pagador no le devuelven prenda, ¿ yeso
qué significa?; que quien ejerce una competencia no puede ser
acusado de que está incurriendo en un grave atentado en contra
de la insti tucionalidad, como tampoco pueda ser acusada la Corte
Suprema por el hecho de que una de sus Salas haya emitido un
fallo.

Bueno allá se verá, se verá en la instancia que


corresponda y por los organismos que correspondan.

Pero yo de lo que quiero dejar constancia es que las


Instituciones afortunadamente en la Constitución de la Repúbli-
ca, juegan armónicamente una con otras, así como la Constitución
entrega a la Cámara de Diputados la facul tad de ejercer un
juicio político y declarar si da o no lugar a la acusación y en
definitiva, el Senado habrá de resolver en conciencia y como
jurado aquello no puede jamás instituir un elemento que implique
un grave atentado en contra de la Institucionalidad, que ni
siquiera llegue a gravar o a dar la circunstancia del ejercicio
de la forma en que han realizado su función pública los
magistrados, de manera evidentemente respetable el hecho de que
en un momento dado de la vida colectiva, los Magistrados tengan
que verse expuestos a estas circunstancias. Son las circunstan-
cias de la vida Sr. Presidente, yo creo que eso lo vivimos todos
en mayor o menor medida cuando ejercemos las funciones públicas
y estamos expuestos a que se nos formulen esas críticas, es la
esencia de la democracia.

Afortunadamente me parece a mí que la democracia da


a lugar a eso y recuerdo simplemente que es justamente el
artículo 42 de la Constitución de la República el que señala
como una de las bases de la Inti tucionalidad precisamente el que
Chile es una República Democrática y para que haya una República
Democrática es menester que existan poderes, es menester que
esos poderes ejerzan su competencia dentro de las normas de
principio de la legalidad y el principio de la legalidad
establece que la Cámara de Diputados fiscaliza los actos de la
Administración y fiscaliza los actos de los poderes del Estado
y que, el Senado obra como jurado respecto de esas materias.

Yo para terminar haría simplemente una reflexión; a


caso podría el Presidente de la República mañana los Ministros
de Estados, los Generales y Almirante, todos los cuales podemos
ser acusados por esta misma causal de juicio político, por haber
infringido gravemente la Constitución y la ley, podríamos
sentirnos dañados y decir que se está atentando en contra de las
bases de la Institucionalidad, si mañana la Cámara de Diputados
en uso de sus facultades fiscalizadoras exclusivas, vale decir
que sólo a ella, corresponden de acuerdo con la Constitución y
formula una acusación en contra de un Ministro de Estado o en
contra de un Almirante o de un General por haber incurrido en
graves transgresiones a la Constitución. Yo creo que no, yo creo
que no, porque ese es el libre juego de la democracia, cada
poder ejerce sus atribuciones y cuando lo ejerce en concordancia
lB8

35

con los articulas 62 y 72 de la Carta Fundamental no hay, ni


puede haber grave atentado contra la institucionalidad, mucho
menos entonces podria haber una preocupación que extrañe el que
este consejo de Seguridad Nacional que ha entrado a abocarse
naturalemte en esta materia, con el respeto con que lo a hecho,
pudiese emitir un juicio.

sinceramente, yo creo que el juicio que emitiese en


la hipótesis de que pudiera proyectarse con caracteres tan
catastróficos como los que en un comienzo se planteaba, tal vez
haria más daño que beneficio.

Tengo la absoluta convicción de que las instituciones


de la democracia en este pais, han ido coordinándose en una
medida tan sabia, con un tan perfecto equilibrio, que ha creado
un ambiente de tanta tranquilidad dentro del pais y fuera de él,
que ha creado un clima de reconciliación tan profundo entre
civiles y militares, en una palabra que ha sido capaz de crear
un ambiente de sanidad, de tranquilidad, de pura reflexión, que
en definitiva, causaria tal vez más daño que beneficio el
pretender asignar a este organismo una competencia que va más
allá de lo que ha sido autenticamente el sentido que se
pretendió, al establecer los términos del articulo 96 relativo
al Consejo de Seguridad en la forma que se ha hecho.

Por todas estas razones Sr. Presidente yo creo que si


bien el debate ha sido de vital interés, en definitiva me
inclino por las sugerencias que hacia el Sr. Presidente del
Senado y el Sr. Contralor en el sentido, de que tal vez lo más
conveniente seria acusar este debate y no terminar con una
conclusión que pudiese extrañar, tal vez, proyectarse con un
grado mayor inquietud ante una opinión nacional, que lo único
que aspira es llegar cada vez más a la reconciliación de los
espiritus y ser capaces de seguir consolidando esta democracia
en los términos que todos lo estamos haciendo.

Muchas gracias.

PRESIDENTE EXCMA. CORTE SUPREMA

Debo hacerme cargo de algunas afirmaciones que se han


hecho, impugnando la iniciativa tomada por quien habla, para
convocar a esta sesión, desde luego para hacer esta impugnación
se dice que no existe en este caso ningún atentado contra las
bases de la institucionalidad, debo rectificar, esta apreciación
que ha hecho mi estimado amigo el Presidente del Senado, como
asimismo el Sr. Ministro de Relaciones Exteriores en su calidad
de reconocido constitucionalista, el General Sr. Vega, el Sr.
Contralor, toda la argumentación que se ha hecho en cuanto a que
no existiria el grave atentado contra las bases de la Institu-
cionalidad, radica en el legitimo ejercicio de las potestades
que está llevando a efecto el Congreso Nacional a través de la
Cámara de Diputados.
36

Se dice que no se le puede desconocer a la Cámara de


Diputados esta prerrogativa, esta facultad de acusar, de ejercer
actos de fiscalización, como el que se está efectuando a través
de este libelo acusatorio en contra de tres Ministros de la
Corte y del Auditor del Ejército; repito que toda esta argumen-
tación se base en el hecho de que los órganos del Estado actúan
en el ejercicio de sus facultades en forma interrelacionadas,
hay una especie de fiscalización mutua, hay órganos que ejercen
excepcionalmente las funciones que ordinariamente no le
competen. El Congreso puede ejercer funciones judiciales en
ciertos casos, lo mismo el Presidente de la República, la Corte
Suprema a su vez puede también ejercer ciertos actos tanto
respecto de los Miembros del Consejo, como incluso hasta del
Presidente de la República: eso es cierto, así es, nuestra
institucionalidad basa su desarrollo precisamente en esta
interrelación adecuada que debe existir entre todos los poderes
del Estado ejerciendo cada uno sus potestades, pero estas
potestades hay que ejercerlas dentro del marco que la misma
Constitución señala, no se pueden ejercer estas atribuciones
saliéndose del marco de la Constitución, porque sino estarían
demás los artículos 62 y 72 de la Constitución, justamente le
señala a los órganos fundamentales del Estado que deben ejercer
sus atribuciones dentro de lo que la misma Constitución o sus
leyes orgánicas, como ocurre en este caso con la Ley Orgánica
del Congreso Nacional, las señala en forma precisa.

La Cámara de Diputados al formular esta acusación lo


hace invadiendo frontalmente una atribución propia, exclusiva
y excluyente del Poder Judicial en general y de la Corte Suprema
en particular.

Repi to que yo comparto plenamente las afirmaciones que


se han hecho, respecto del ejercicio de las potestades de los
diferentes órganos del Estado, fiscalizándose muchas veces unos
con otros y como muy bien lo dijo el Sr. Ministro de Relaciones
Exteriores, molesta a veces esta fiscalización pero es realmente
útil y nadie lo puede desconocer ¡útil ! para el desarrollo de
nuestra democracia, es útil para el desarrollo de nuestra propia
institucionalidad, pero hay que hacerlo dentro del marco de las
atribuciones que le señala la Constitución, en este caso preciso
si la Corte Suprema, el Poder Judicial en general tiene la
facul tad privativa, exclusiva y excluyente de dictar sus
resoluciones judiciales y que estas resoluciones sean cumplidas
conforme lo señala el artículo 73 de la Carta política, quiere
decir que si otro Poder del Estado hace lo mismo valiéndose de
la facultad que le consagra la Constitución de formular una
acusación, está haciéndolo mal, está haciéndolo fuera de la
órbita de sus atribuciones, y cómo eso no va a ser un atentado
a las bases fundamentales de la institucionalidad.

Es un atentado grave sin duda.

Ahora también se ha dicho que la Corte Suprema como


se va a considerar intocable, que no la pueden acusar, que no
pueden acusar a sus Miembros no van a tener responsabilidad,
están protegidos por alguna facul tad que les consagre una
190

37

irresponsabilidad en el ejercicio de sus actos.

¡Pues claro que no !

No puede ser asi, pero los cauces son distintos, los


cauces juridicos a través de los cuales se hace efectiva la
responsabilidad de los Jueces, incluso de los Ministros de la
Corte Suprema no es esto, es otro; la Constitución y las leyes
los fijan muy claramente, nosotros estamos en contra de la forma
en como se ha planteado esta acusación, atropellando derechamen-
te una disposición Constitucional fundamental.

Escuché que el Sr. Presidente del Senado, tal vez no


se si será por un error, sostuvo que la Corte Suprema no estaba
protegida por los articulas que señalan la base de la Institu-
cionalidad, vale decir los articulas 52, 62 Y 72 sino que, en
el capitulo VI de la constitución; pero como no va a estar la
Corte Suprema protegida también por las normas perentorias de
los articulas 62 y 72 de la Constitución el hecho de que esté
su actuar preceptuado en otro capitulo de la Constitución, eso
no significa de modo alguno que no vaya a estar protegida la
Corte Suprema y naturalmente incluida dentro de los grandes
Poderes del Estado, de los órganos del Estado, a quienes se les
obliga a ejercer sus atribuciones dentro del marco constitucio-
nal que la misma Constitución señala.

Entonces yo repito que, una supuesta irresponsabilidad


de la Corte Suprema, no es lo que se persigue en este caso; los
Miembros de la Corte Suprema como los Jueces, están sujetos
también a responsabilidad de todo orden, tanto criminal como
civil, lo señala precisamente la Constitución y en especial el
Código Orgánico de Tribunales que he escuchado en esta sesión
y que también se debe analizar. El Sr. Ministro de Relaciones
Exteriores ha señalado casos en que se han acusado a Ministros
de Estado, Presidente de la República y a otros representantes
de órganos del Estado, pero si eso es normal, dentro del
desarrollo de nuestra democracia que esta regida por una
Constitución muy clara, si eso es lo normal que puede ocurrir,
no tiene nada de anormal que un Ministro de Estado sea acusado
11 por infringir la Constitución y las leyes de la República, nadie
podria sorprenderse de una acusación de ese estilo, pero este
I caso es muy diferente, en los casos que coloca el Sr. Ministro
de Relaciones Exteriores, el órgano acusador no ha infringido
ninguna disposición, está ejerciendo su atribución dentro de sus
limites, pero en este caso que estamos viendo no es asi, para
iniciar la acusación entra de lleno a revisar un fallo dictado
por la Corte Suprema, no puede hacerla, ahora si se dice que
recién se está iniciando la acusación, también yo les digo que
recién esta consumada la invasión de atribuciones, junto con
iniciarse la acusación la Cámara de Diputados, es decir los
Miembros de la Cámara de Diputados, los diez Diputados que
concurren al libelo acusatorio están invadiendo frontal y
violentamente el articulo 73 de la Constitución para plantear
una acusación o sea el fundamento de la acusación, es la
invasión de atribuciones, caso muy diferente es el caso que ha
puesto el Sr. Ministro de Relaciones Exteriores y muchos otros
38

en que no hay ninguna infracción tan abierta a la Constitución


para plantear una acusación de este orden, nosotros al hablar
de nosotros, digo la Corte Suprema y el que habla en particular
no tiene la pretensión de que aquí se resuelva ese acto que está
ejerciendo la Cámara de Diputados, que se resuelva la acusación,
no pretendemos tal cosa, como vamos a pretender que el Consejo
de Seguridad adopte resoluciones que están fuera de sus
atribuciones, pero hay atribuciones que puede ejercer el consejo
de seguridad en este acto, siempre que acepten la idea de que
se están invadiendo atribuciones del poder judicial. Ahora si
no se acepta esa idea naturalmente que no podría adoptarse
ningún acuerdo en ese sentido, pero si se acepta que se están
invadiendo atribuciones claras que la Constitución señala en
favor de los Tribunales de Justicia y de la Corte Suprema,
podría adoptarse un acuerdo, el Sr. Presidente del Senado dice
que las materias que se están tratando aquí, están fuera de la
competencia de este Consejo, pero la verdad es que esto también
se relaciona con la motivación que ha tenido quien les habla
para pedir la convocatoria, que es el atentado grave a las bases
de la institucionalidad, si se dice que esto no es atentado
grave a las bases de la institucionalidad y que se ha respetado
perfectamente tanto el artículo 62 como el artículo 72 de la
Constitución y que se ha respetado también el artículo 73 de la
misma, claro, no hay ningún atentado a las bases de la institu-
cionalidad, quien lo podría discutir, yo le pido excusas al
Presidente del Senado, en cuanto a que él ha estimado que
quienes les habla ha podido tener algún término irrespetuoso.

Respecto de los Diputados que formularon la a cu.sac.zon ,


al haber dicho que están obrando por estímulos temperamentales,
podría yo cambiar las palabras, decir que por razones del
momento por alguna ofuscación, yo creo que no es un término
irrespetuoso, alguien se ofuzca al ver una resolución que estima
que es desdorosa para la gente que persigue alguna finalidad
legítima, como es la obtención de la verdad en la investigación
dentro de un proceso criminal, naturalmente que es una preten-
sión legítima absolutamente y que si esto fracasa o temen que
pueda fracasar, puede producir una ofuscación, sobre todo cuando
pueden haber de por medio algunos aspectos de connotación
política, ahora yo creo y lo creeré siempre, que en este caso
hay una verdadera ofuscación, se han dictado como lo dije en mi
intervención anterior, cientos de resoluciones que han fallado
este mismo caso de la misma manera aplicando el artículo 52 -
N23 del código de Justicia Militar, que señala claramente cuando
a esta clase de Tribunales les corresponde el conocimiento de
una causa determinada, eso es lo que ha hecho la 32 Sala de la
Corte Suprema, aplicar una vez más, lo mismo que ha aplicado
cien veces, cientos de veces, pero aquí había una ofuscación.
Sin duda el Caso CHANFREAUX, ha causado expectación y creo yo
que con razón, con mucha razón, conmigo han conversado muchas
veces organizaciones estudiantiles, y de otro orden las propias
señoras que han perdido hijos o tienen maridos, o en fin, hijos
desaparecidos, yo les he encontrado razón en que ellos luchen
por esto, porque se clarifique esta verdad, pero les he
advertido también que los tribunales tienen la obligación de
192

39

fallar aplicando las leyes vigentes, entonces los he mandado al


Congreso, discúlpeme Sr. Presidente del Senado, los he mandado
a que vayan a hablar con los parlamentarios, modifiquen las
leyes naturalmente, que estas modificaciones van a tener efecto
a futuro, salvo las leyes de procedimiento en que podrían tener
efecto inmediato, por eso creo que en este caso en que hay
connotaciones políticas, hay también ofuscaciones en la
presentación de esta acusación que yo no le veo fundamento
alguno, destacaba hace un momento también que el II. Capítulo
era desilusionante para cualquier persona que haya estudiado
derecho, absolutamente desilusionante, porque uno no entiende
como Diputados, que son preparados, que tienen incluso prepara-
ción jurídica, como firmaron esa acusación por esa segunda
causal que no viene al caso desarrollarla naturalmente, porque
ese no es el motivo de esta convocatoria, la referencia que ha
hecho el Sr. Ministro de Relaciones Exteriores, respecto de los
comentarios del Sr. SILVA BASCUÑAN, creo que no vienen al caso,
porque son comentarios anteriores, son comentarios con relación
a la Constitución del 25, en que allá se debatía con mucha
frecuencia cuando se entendía que había notable abandono de
deberes de parte de los magistrados de los Tribunales de
Justicia, y predominaba la tesis de que esto no podría afectar
a los fundamentos de las resoluciones judiciales, que las
resoluciones judiciales no podían ser objeto, buenas o malas de
calificarse como notable abandono de deberes, hoy día repito,
que eso no se puede discutir, no hay notable abandono de deberes
por errores cometidos al dictar una resolución judicial. Para
modificar la resolución judicial están también las causas
señaladas perfectamente en nuestra normativa, de modo que hoy
día es indiscutible que no procede la acusación por notable
abandono de deberes con motivo de resoluciones erróneas o mal
concebidas, esas motivaciones para fundar una acusación no
pueden ejercerse, por la disposición actual del artículo 73 de
la Constitución, en virtud de la reforma que se le introdujo a
esta misma disposición que era la 80 de la Constitución del 25
y que tiene esta frase en que se prohibe expresamente al
Congreso entrar a revisar los fundamentos y el contenido de los
fallos judiciales.

Repito que esta acusación, comete un vicio de


inscontitucionalidad de ella misma, yeso es lo que este
Consejo estimo, que tiene la obligación de analizar, porque
constituye un atentado a las bases de la institucionalidad, se
dice que esta acusación podría ser atentatoria contra las bases
de la institucionalidad, si el Congreso está ejerciendo una
facul tad, claro que si que puede ser atentatoria contra las
bases de la institucionalidad, si el Congreso, la Cámara de
Diputados en este caso, ejerce esta facultad que le consagra
la Consti tución, pero la ejerce fuera de la órbi ta de sus
atribuciones, la ejerce saltándose, pisoteando un artículo de
la Constitución que protege las facul tades pri vati vas de la
Corte Suprema, gracias.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

I
I
si ustedes me permiten.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Presidente, yo no voy pedir el derecho a duplica, ha


sido el Sr. Presidente quien ha hecho la réplica.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Con todo gusto, si usted gusta.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Quiero solamente hacer presente una afirmación:


considero que la exposición segunda que ha hecho el Sr.
Presidente de la Corte, es muy completa, pero me atrevo a decir
que ignora completamente la facultad de la Cámara y más aún, el
Sr. Presidente dice que aquí, el encuentra un vicio de inconsti-
tucionalidad en la presentación que los Diputados han hecho. La
Constitución que debe ser estudiada entera y aplicada entera,
porque es un solo todo, le da justamente a la Cámara de
Diputados en el artículo 43 de la Ley Orgánica constitucional,
la obligación de oír al afectado sobre si la acusación cumple
o no los requisitos de la constitución, si esos vicios que usted
Sr. Presidente está mencionando y que los considera graves, es
esta la oportunidad, el lugar, el espacio, el momento en que se
deben hacer presente, sino querría decir que esta disposición
que tiene rango consti tucional no tendría aplicación nunca, eso
no puede ser. si el legislador ha dispuesto que la Cámara vea
primero la cuestión previa que todo el fundamento del alegato
que aquí se ha hecho, es allí donde debe hacerse, mi tesis es
que no es el Consejo de Seguridad el que tiene esas funciones,
porque sería inútil y no puedo presumir que una disposición de
una Constitución sea inútil, porque eso atenta contra la más
elemental norma del derecho que uno aprende en el ler año de
leyes. si hay ésta disposición, es para que se cumpla y
ciertamente la Cámara va a cumplir, y sería muy bueno que los
señores Ministros que están acusados, con elocuencia del
conocimiento que los caracteriza, vayan y planteen este asunto.
Están citados hoy, mañana, pasado, por qué van a eludir esta
obligación? si no queremos una situación mucho peor, vayan,
planteen la cuestión previa. La Cámara resolverá y no puedo
concebir que se diga que porque es política, la Cámara deja de
tener facultades constitucionales, porque hay que tener mucho
cuidado de usar, con una cierta sutileza o barniz, que lo
político es algo que es de menor entidad que lo jurídico.

Un profesor me enseñó, don ROBERTO PERAGALLO If ¿qulen


'"

fija y determina la imperceptible línea que separa la oscura


luz, de la clara sombra?-Yo agregaría: ¿quién fija y determina
19~

41

la imperceptible línea que separa lo político de lo jurídico?


Estamos en una democracia, lo jurídico es hueso, pero está
rodeado de carne y entonces se trata de tener un esqueleto bien
formado, para que sostenga el edificio, y aquí hay un cauce,
usted decía que hay otros cauces, aquí hay un cauce claro y los
Diputados lo van a aplicar y el Senado lo va a aplicar. Como
Presidente del Senado voy a tener que aplicarlo, así sean los
reclamos de quien sean, y si la argumentación es muy buena,
convencerá a los Diputados, si no llega a convencer a los
Diputados, llegará a convencer al Senado como última instancia.
También podríamos decir nosotros - como la Corte Suprema - que
después del Senado en estos casos está Dios, cosa que no me
gusta decir, porque siempre hay posibilidades, además de
soluciones políticas, que es la gran virtud de la política, y
al final se encuentran soluciones. Pero aquí estamos en un
proceso jurídico muy claro, de manera que es eso lo que quería
decir Presidente, excúseme.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

si ustedes me permiten, ya se ha dicho mucho, pero yo


todavía tengo algunas cosas que decir y creo mi deber dejar
constancia, por lo menos para las actas, de mi pensamiento.

Frente a este tema y de lo que aquí se ha dicho, a


esta altura yo diría que caben dos posibilidades como conclusión
de esta reunión: una que se deja constancia de los juicios
emitidos por los distintos señores Miembros del Consejo, y de
la preocupación que a algunos de ellos merecen, algunos aspectos
de la acusación constitucional planteada; otra que se adopte un
acuerdo de hacer presente al Congreso Nacional, o a la Cámara
de Diputados que a juicio de este Consejo, la acusación
consti tucional planteada por diez Diputados ante la Cámara,
atenta gravemente contra las bases de la institucionalidad. Yo
quiero decir en este último caso, que esto requeriría el voto
conforme de cinco por lo menos de los Miembros de este organis-
mo. Yo quiero decir por qué no estoy de acuerdo con hacer esta
última declaración, fundamentalmente por la razón dada por el
Contralor, porque creo que este Consejo no tiene competencia
para ello y me explico: las competencias decimos en Derecho
Público, es de derecho estricto, es lo que difiere de la
capacidad en el derecho privado. En el derecho privado toda
persona puede hacer cualquier cosa, salvo que la ley se lo
prohiba, en derecho público los órganos del Estado, Poderes
Públicos, Autoridades no podemos hacer otra cosa, que lo que la
ley expresamente nos faculta para hacer. Así planteadas las
cosas, estos principios están claramente consagrados y no
necesi to insistir en ello, en el artículo 6Q y 7Q de la
Constitución Política como base de la institucionalidad, los
órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y
a las normas dictadas, los preceptos de esta Constitución
obligan tanto a titulares e integrantes, como a toda persona.
La infracción a esta norma genera responsabilidades, los órganos
!1J5

42

de Estado actúan dentro de su competencia y en la forma


prescrita por la ley.

Ninguna magistratura puede arrogarse, atribuirse, ni


aún a pretexto de circunstancias extraordinarias otra autoridad
o derecho que los que expresamente se les han conferido por las
leyes. Que hicieramos una declaración de que la acusación
atenta gravemente a las bases de la institucionalidad, signifi-
caría que entraríamos a juzgar la competencia de otro órgano,
de la Cámara de Diputados y del Senado, porque si bien la
Constitución y la ley definen la competencia de cada cual, el
principio fundamental también es que cada órgano es el juez de
su propia competencia, dentro del marco de la Constitución y la
ley: la Corte Suprema en su esfera, el Congreso en la suya y
cuando se producen conflictos de competencia, las leyes suelen
prever mecanismos específicos para resolverlos, facultando a un
órgano superior para dilucidar. Así la Corte Suprema tiene
competencia para decidir contienda de competencia, no sólo entre
jueces, sino que entre autoridades judiciales y autoridades
administrati vas menores y en cambio de acuerdo con la Consti tu-
ción el Senado es Tribunal para resolver el conflicto de
competencia entre autoridades gubernativas y autoridades y
tribunales superiores de justicia, ahí tiene que intervenir el
Senado. La competencia del Tribunal Constitucional en algunos
aspectos es también tribunal de conflicto, porque lo autoriza
para revisar actuaciones del Presidente de la República y
sostener que se ha excedido de sus propias atribuciones, pero
en Chile tal como ha dicho el Presidente del Senado no hay un
Tribunal de conflictos como en el Derecho francés que resuelva
todas las contiendas de competencia, y aquí en el fondo se trata
de resolver si la Cámara y el Senado, supuesto que la Cámara
apruebe la acusación, tienen o no competencia para conocer de
esta acusación y sino les decimos, mire Sr. tenga presente, esto
altera las bases de la constitucionalidad, es decirle, mire Sr.
usted no se puede meter en esto, porque nosotros resolveremos
sobre esto, somos nosotros los que decidimos si esta acusación
es Constitucional o inconstitucional, y resulta que como lo ha
dicho el Presidente del Senado, la Ley Orgánica Constitucional
del Congreso Nacional N2 18.918, en el artículo 43 expresamente
facul ta a la Cámara de Diputados para que a petición del
afectado resuelva la cuestión previa de si la acusación cumple
o no los requisitos que la Constitución señala o sea la ley ha
establecido en el Derecho chileno quién es el órgano competente
para resolver la cuestión que nos plantea aquí el Sr. Presidente
de la Corte Suprema, si la acusación es Constitucional o no.
Según este texto legal, Ley Orgánica constitucional, debe
resolverlo la Cámara de Diputados y si nosotros nos arrogáramos
la facultad de hacerle presente que esto afecta las bases de la
Constitucionalidad, sería quitarles la atribución y darle una
lección, cómo debe la Cámara ejercer una atribución que la ley
expresamente le otorga. Yo quisiera, aunque esto bastaría a mi
juicio, ir un poco más lejos y hacer otra consideración. Si el
Consejo se pronuncia, en el fondo entra a atribuirse la función
que ningún texto Constitucional le da, de definir el correcto
alcance del artículo 73 de la Constitución, porque el Sr.
196

43

Presidente de la Corte Suprema, nos dice conforme al artículo


73 en su actual redacción, ni el Presidente, ni el Congreso
pueden no sólo arrogarse funciones judiciales, abocarse al
conocimiento de causas pendientes, ni hacer vivir procesos
fenecidos, sino que revisar los fundamentos y contenidos de las
resoluciones judiciales y esto sería lo que haría el libelo
acusatorio. Yo no quiero entrar al fondo del asunto, pero quiero
decir que aparte de que a mi juicio nosotros no tenemos la
facultad de interpretar ese precepto, si nos abocáramos a ello,
tendríamos que pensar bastante y estudiar mucho, porque no es
tan clara la interpretación que ha dado el Sr. Presidente de la
Corte Suprema, y el Sr. Comandante en Jefe del Ejército en su
exposición. Simplemente como dato ilustrativo, primero en la
Constitución anterior tanto, en la del 33 como la del 25, la
acusación por "notable abandono de las funciones" existía en los
mismos términos y la prohibición al Presidente de la República
y al Congreso de abocarse de ejercer funciones judiciales,
abocarse de causas pendientes y hacer revivir procesos fenecidos
existía en los mismos términos y se planteó la discusión. Este,
notable abandono de los deberes, es sólo que llega atrasado, que
no guarda una conducta compatible con la dignidad de la función,
que se atrasa en la dictación de los fallos, o es que dicta
fallos manifiestamente injustos y comete una tropelía en su
resolución judicial. El tema se discutió como todos ustedes
saben, en una acusación constitucional que se interpuso en el
siglo pasado contra don MANUEL MONTT, que después de ser
Presidente de la República, fue Presidente de la Corte Suprema
y nadie consideró vulneradas las bases de la institucionalidad
y la Cámara de Diputados acogió y formuló la acusación ante el
Senado y el Senado en definitiva la rechazó, y ahí se plantearon
las dos interpretaciones, porque la acusación era con motivo de
un fallo que había firmado don MANUEL MONTT con otros Ministros,
el tema volvió a plantearse en este siglo en la acusación
constitucional contra el Contralor General de la República don
AGUSTIN VIGORENA, porque allí no se le acusaba de negligencias,
sino que la negligencia y el notable abandono de sus deberes
consistía en que había dejado pasar como legales, decretos que
a juicio de muchos eran ilegales, y entonces se discutió y en
la Cámara de Diputados, los Diputados HECTOR CORREA LETELIER Y
VICTOR SANTA CRUZ, cuya versación jurídica y cuya ecuanimidad
de personas moderados y prudentes nadie puede discutir,
estimaron que en el concepto "notable abandono de deberes", no
sólo se comprendían los adjetivos, sino también los sustantivos,
esto dicta decisiones manifiestamente arbitrarias o ilegales,
siempre que fuera notable, que fuera grave, etc. y lo mismo
opinó en el Senado el consti tucionalista y los autos de la
Constitución del 25 don JOSE MAZA. Este asunto quedó descartado
con la reforma introducida al agregar en la Constitución actual
la frase que ni el Presidente, ni el Congreso pueden revisar los
fundamentos o contenidos de las resoluciones, pero si uno lee
en las actas que aquí han sido citadas, el asunto no quedó tan
dilucidado en esa sesión, desde luego doña LUZ BULNES, en la
sesión del 5 de Octubre de 1978, en la Comisión, doña LUZ BULNES
sostuvo que en lo relativo al notable abandono de los deberes,
no constituye una materia respecto de la cual, haya opinión
unánime, ni en la doctrina declara de que es partidaria de que
44 11
'1
los funcionarios judiciales en determinados momentos, puedan ser
acusados por la forma como emiten sus sentencias. Esto lo dijo
doña LUZ BULNES en la misma sesión que se aprobó este texto, y I
don JAIME GUZMAN insistió en esto, y dijo, la concurrencia de
una causal como el notable abandono de deberes, la cual es muy 11
grave, queda sujeta en su determinación precisa o la flexibili- I
dad de la evolución histórica, conviene que la causal apuntada,
apunta no enjuiciar en cada momento si las autoridades ejercen
sus funciones con mayor o menor acierto en opinión del Congreso,
sino apreciar si lo hacen según expresiones que ha empleado
recientemente en forma leal y cumplida, que es lo que estima que
comprende los términos notable abandono de sus deberes, admite
que una precisión de ese género además de irrelevante en la
práctica, traería de todos modos una interpretación contrario
sensu, para el resto de los funcionarios en este contexto, llama
la atención acerca de que los tratadistas, los intérpretes y los
análistas de la Carta, no serán tan ingenuos como para no
relacionar los preceptos por la sola razón de que se ubiquen en
distintos lugares.

Dn. ENRIQUE ORTUZAR sostuvo con mucho vigor su


posic~on y entonces el Sr. BERTENSEN propuso como fórmula de
solución, sacar el precepto del lugar donde se había propuesto
que era en el artículo de la Constitución que se refiere a las
acusaciones Constitucionales, para dejar en claro que el notable
abandono de deberes no podía consistir en ningún caso, en la
forma como se había fallado y colocar en el capítulo referente
al Poder Judicial la frase: "Los fundamentos y contenidos de las
resoluciones sólo pueden ser revisados por los Tribunales".
GUZMAN expresa su conformidad con la norma requerida y ORTUZAR
manifiesta que está de acuerdo en la fórmula propuesta, por
cuanto a su entender permite sostener que la Cámara de Diputados
no podrá acusar a los Ministros de la Corte Suprema por los
contenidos o fundamentos de sus resoluciones; no es que esto
fuera el pensamiento de toda la Comisión, a su entender permite
sostener, es decir, no quedó consagrado como un dogma, sino que
está sujeto a la interpretación. Yo creo que siendo así, no
es correcto, no sería bueno que éste organismo se atribuyera la
facultad de definir el correcto alcance del artículo 73 de la
Constitución Política, diciendo que él inhibe al Congreso para
conocer de una acusación en la cual, se ponga en tela de juicio
el contenido a los fundamentos de una resolución judicial y
quiero agregar más. Yo soy muy respetuoso de las funciones
judiciales, soy abogado, hijo de Juez, puede parecer majadero
que lo recuerde constantemente, porque yo he tenido algunos
desacuerdos con algunos Miembros de la Excma. Corte Suprema o
con el enfoque de él, pero jamás he querido poner en tela de
juicio la majestad de la justicia, ni las atribuciones que le
competen. Pero dos cosas, una cuando el artículo 73 nos habla
de revisar, de que no se pueden revisar los fundamentos, yo creo
que obviamente y es lo único que tiene connotación frente a lo
que se dice, la atribución de juzgar es propia de los Tribuna-
les, y no puede ser despojada por otra autoridad, otra autoridad
no puede arrogarse la facultad de juzgar, porque esta pertenece
exclusivamente. Cuando la Constitución prohibe revisar, prohibe
según el significado expecífico de esa palabra, en el Dicciona-
45

rio de la Lengua que recordaba el Sr. Presidente someter una


cosa o nuevo examen para corregirla, enmendarla o repararla y
aquí, si un fallo judicial merece un reparo grave de arbitrarie-
dad, de denegación de justicia, puede comprometer responsabili-
dad y si el Congreso hiciere efectiva una responsabilidad por
él, no por ello revisa, corrige, ni modifica el fallo, porque
el fallo sigue igualmente vigente y no puede ser jamás modifica-
do, el efecto de cosa juzgada es verdad indiscutible e inamovi-
ble de las sentencias judiciales, prevalece en ese aspecto y
otra cosa es la responsabilidad. La responsabilidad es una base
fundamental de todo el sistema constitucional chileno, como de
todo sistema democrático, la responsabilidad de todos los
poderes y órganos del Estado, de quienes desempeñamos funciones
públicas y tratándose de los Jueces, la Constitución Política
expresamente nos lo dice, un precepto que recordaba el Sr.
General Director de Carabineros, los Jueces son personalmente
responsables por los delitos de cohechos, falta de observancia
en materias sustanciales de las leyes que arreglan el procedi-
miento, denegación y torcida administración de justicia y en
general de toda prevaricación en que incurran en el desempeño
de sus funciones, inciso segundo tratándose de los Miembros de
la Corte Suprema la Ley determinará los casos y el modo de hacer
efecti va esta responsabilidad. Me permi to corregir la informa-
ción que dió el Sr. Director General de Carabineros en el
sentido de que esa ley no se ha dictado, el artículo 324 del
Código Orgánico de Tribunales establece la responsabilidad
general de los jueces con arreglo al Código Penal, por cohecho,
falta de observancia en materias sustanciales de las leyes que
reglan el procedimiento, denegación y reducida administración
de justicia o grave infracción de cualquiera de los deberes que
las leyes impongan a los jueces, y agrega en un inciso siguien-
te, que esta disposición no es aplicable a los Miembros de la
Corta Suprema, en lo relativo a la falta de observancia de las
leyes que reglan el procedimiento, ni en cuanto a la denegación,
ni a la torcida administración de Justicia, vale decir los
Ministros de la Corte Suprema pueden ser encausados y tener
responsabilidad penal por cohecho, por prevaricación, pero no
por fal ta de observancia de las leyes que reglan el procedimien-
to, ni por denegación torcida administración de justicia, por
esas materias no pueden ser, significa esto, que esta es una
excepción al principio de responsabilidad de todos los agentes
públicos y específicamente de los magistrados judiciales, las
normas legales deben interpretarse de manera que entre todas
ellas, haya la debida correspondencia y armonía, yo creo que la
interpretación lógica es la siguiente: la infracción a las leyes
que reglan el procedimiento o la denegación o torcida adminis-
tración de justicia no generan responsabilidad penal de los
jueces, y un Ministro de la Corte Suprema no puede ser objeto
de querellas de capítulo que conoce en primera instancia el
Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, por estas
causales, esto que es delito en otros jueces, en un Ministro de
la Corte Suprema no lo es, pero el legislador de la Ley Orgánica
de Tribunales sabía que los jueces eran acusables por la Cámara
de Diputados por notable abandono de sus deberes y la torcida
administración de justicia o la fal ta de aplicación de las
normas sustanciales en materia de procedimientos es notable
199

46

abandono de deberes, dentro de esa interpretación, así se


compensan y no hay responsabilidad penal y en consecuencia no
van haber proceso criminal, no se le va aplicar una pena
privativa de libertad, pero tiene una sanción que es la
responsabilidad a través del juicio político que conoce la
Cámara de Diputados y en definitiva resuelve el Senado y una
última observación, el Senado resuelve como jurado. La exposi-
ción de mi querido amigo y compañero de curso el Presidente de
la Corte Suprema, somos de la misma generación, estudiamos leyes
desde 1ero. a 5to.juntos, ha planteado una cosa muy catastrófi-
ca, esto significaría el fin de la justicia, aquí queda todo en
manos de los políticos y los polí ticos por mayoría, pueden
hechar abajo los fallos y provocar un terremoto, yo les digo en
180 años de vida independiente, cuantas veces se ha acusado a
Ministros de la Corte Suprema. Dos veces y vaya que ha habido
tiempo de pasión política en este país y ha habido tiempo de
ejercicio excesivo de sus funciones por parte del Parlamento,
Con todo respeto para el Sr. Presidente del Senado, el período
parlamentario del 91 al 25 y especialmente cuando se acercaba
el año 20, que la Cámara de Diputados abusaba de su poder de
fiscalización y adoptaba acuerdos que echaba abajo ministerios
y había una rotativa constante, sin embargo, nunca se les
ocurrió poner porque yo también he sido Miembro del Parlamento,
los Senadores votan cuando llega el momento, votan en concien-
cia, la votación es secreta precisamente para que esté líbre de
las presiones partidistas de la pasiones del momento, en
definitiva quien llega al Senado de la República tiene una
dignidad, que viene tal vez del Senado Romano, tiene un sentido
de responsabilidad que no lo lleva a proceder con ligereza, en
consecuencia yo creo que no nos podemos alarmar, de que vayan
a ejercer irresponsablemente esta función y vayan a poner en
definitiva a barrer con la justicia con el propósito de cambiar
a los Jueces. Por lo demás los jueces que destituye el Senado,
no los nombra, es el Presidente de la República él que va a
nombrar a los reemplazantes, y puede darse el caso, y en más de
una ocasión se ha dado y en este momento es público y notorio
que se da, que la mayoría del Senado no coincide con la mayoría
política que tiene el Poder Ejecutivo, en consecuencia esto de
que se abuse del Poder de destituir jueces, para cambiar la
Corte Suprema me parece un temor un poco injustificado, en
síntesis por todas estas razones yo pienso que este Consejo no
tiene competencia para declarar, para hacer presente al Congreso
Nacional o a la Cámara de Diputados, que esta acusación atenta
contra las bases, atenta gravemente contra las bases de la
institucionalidad.

Creo que es perfectamente legítimo que esta ses~on


se haya celebrado y yo la he convocado con plena conciencia de
lo que significaba, creo que este debate ha sido enriquecedor
y útil en cuanto se deja constancia de los puntos de vista de
cada cual respecto a esta acusación, y la preocupación que a
Miembros de este Consejo merece o susci ta la acusación consti tu-
cional, dados los términos en que está planteada y los factores
que comprometen, en lo relativo, por ejemplo a la Justicia
Militar, eso sería lo que yo quisiera decir y ahora tenemos que
ver.
zoo

47

SR. PRESIDENTE EXCMA. CORTE SUPREMA

Me permi te Sr. Presidente una pequeña cosa, una


pequeña reflexión, ya que el Sr. Presidente me ha hecho el honor
de recordar que fuimos compañeros de curso y que mantenemos el
recuerdo de aquella época, de lo cual me siento muy orgulloso
y complacido. Lo único que deseo es reiterar algo que es obvio
y que él estimó que era exagerado, para el caso de que esta
acusación prospere, me refiero a este caso, aqui asegurar que
es muy dificil que prospere, pero hay que ponerse en el caso de
que esta acusación llegue a su término en la forma que está
planteada por los acusadores, eso significa abrir las compuertas
para que la Cámara de Diputados pueda formular acusaciones en
cada oportunidad en que juzgue que la Corte Suprema ha dictado
una resolución o una sentencia que signifique la negación de
justicia y como la Cámara de Diputados está integrada por
Miembros que son politicos, a los cuales yo respeto como tales,
porque son los que deciden la marcha de nuestro pais, como
Estado de Derecho, tienen una grave y gran responsabilidad,
respetable desde luego, pero en tales oportunidades actúan de
acuerdo con las inclinaciones politicas del momento, de lo que
ellos están representando en ese momento, de manera que lo que
yo he dicho no es catastrófico, ni supuestamente inventado como
catastrófico, eso puede ocurrir, es asi, puede ser, ojalá no
ocurra jamás, pero puede ocurrir que en un momento dado de la
historia politica de este pais, haya una mayoria parlamentaria,
sobre todo en la Cámara de Diputados que se dedique a plantear
acusaciones en contra de la Corte Suprema, siempre que este caso
prospere, porque van a tener libre el camino para revisar
cualquier resolución judicial, porque van a tener esa via fácil,
expedita de ver las resoluciones judiciales que se están
dictando sobre todo por la Corta Suprema vamos a tener un
Tribunal, un super tribunal que estará fiscalizando en forma
abusiva, ejerciendo sus atribuciones fiscalizadoras, pero en
forma abusiva de lo que hace otro Poder del Estado y puede por
esta via naturalmente hacer perder la independencia de los
jueces, lo dije en mi primera intervención, todos los jueces no
son héroes, no se van a atrever jamás, muchos de ellos a dictar
un fallo que vaya a afectarle en lo politico a una mayoria
parlamentaria que está imponiendo su voluntad, en un momento
determinado repito, en su corporación de manera que no es que
yo esté anunciando catástrofes, no , no se trata de eso, estoy
anunciando lo que puede suceder, con los pies muy firmes en la
tierra, estoy viendo la realidad, simplemente haciendo presente
lo que puede ocurrir, ojalá no ocurra jamás, gracias.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Tendriamos que resolver si adoptamos un acuerdo o


dejamos constancia del debate habido, en los términos que yo he
sugerido, si adoptamos un acuerdo, el acuerdo tendria que hacer
presente, yeso significaria, esa es la proposición entiendo
201

48

formulada por el Sr. Comandante en Jefe del Ejército yeso


significaría que se reunieron cinco votos a favor de hacer
presente a la Cámara de Diputados, las palabras textuales
empleadas en la presentación del Sr. Comandante en Jefe son, el
dice, estimo necesario que el Consejo haga presente al Congreso
Nacional que la acusación Constitucional interpuesta en contra
de los señores Ministros tales y cuales, constituye una
situación que atenta gravemente en contra de las bases de la
institucionalidad, por cuanto implica una violación a la
independencia del Poder Judicial, expresada mediante el
cuestionamiento de resoluciones judiciales.

Yo no sé, si hay ...

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Por las razones dadas en forma muy en conciencia, creo


que el Consejo no debe tomar ningún acuerdo, solamente dejar
constancia en la forma que lo ha dicho el Presidente de la
República, de las opiniones manifestadas y las preocupaciones
que aquí se han expresado respecto a esta situación y no tomar
un acuerdo del Consejo.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA

Muy corto, porque naturalmente es la situación final


de la reunión, quisiera decir que en mi planteamiento, yo le
solicito a usted lo siguiente, las consideraciones y plantea-
mientos antes señalados mueven a este Comandante en Jefe a
solici tar a S.E. el Presidente de la República, se sirva
arbitrar las medidas y actuaciones que estime necesario para
resol ver tan delicada situación como la que aquí ha sido
analizada, de hecho usted Sr. ha tenido , ha planteado una
sugerencia y he escuchado al Sr. Presidente de la Corte Suprema
en la cual él hace presente su clarísima y legítima aprehensión,
por lo que podría suceder en caso que la acusación prosperara.

Sr. Presidente, yo me adhiero a la aprehensión y a la


preocupación del Sr. Ministro de la Corte Suprema por la visión
que el plantea, en los términos que el plantee.

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

En derecho los abogados sabemos que se usa el


aforismo en materia procesal, en cuanto a las peticiones que se
formulan al tribunal hay un aforismo en materia procesal
respecto de las peticiones que se formulan a un tribunal, quien
pide lo más, pide lo menos, estoy pidiendo que se declare que
esta acusación formulada por diez señores Diputados, atenta
gravemente contra las bases de la institucionalidad, pero yo
deseo pedir una cosa más pequeña, deseo pedir menos de eso, para
~02

49

10 cual someto a la consideración del Consejo el siguiente


acuerdo: vistos y teniendo presente que con esta fecha se ha
reunido el Consejo de Seguridad Nacional presidido por s. E. el
Presidente de la República don PATRICIO AYLWIN AZOCAR, e
integrado -porque habría que rellenar esta parte-, en virtud de
la convocatoria solicitada por el Presidente subrogante de la
Corte Suprema antes nombrado, -en definitiva la verdad es que
el Sr. Presidente de la República, casi adelantándose a mi
petición, me ofreció él citar a este consejo a sesión, ésto
podría modificarse en este punto-, con el objeto de analizar
la acusación consti tucional formulada por diez señores Diputados
ante su respectiva Corporación en contra de los Ministros de la
Corte Suprema Dn. HERNAN CERECEDA BRAVO, Dn. LEONEL BERAUD
POBLETE, Dn. GERMAN VALENZUELA ERAZO y en contra del Auditor
General del Ejército Dn. FERNANDO TORRES SILVA, por estimar que
estos han incurrido en notable abandono de sus deberes al haber
dictado, formando la 3ra Sala de ese Tribunal la resolución de
30 de Octubre del presente año, en la causa criminal, rol de
primera instancia NQ 117.286 proceso por desaparecimiento del
ciudadano ALFONSO CHANFREAUX, resolución por la cual decidiendo
una contienda de competencia entre la justicia ordinaria y el
Juzgado Militar, se declaró que el conocimiento de dicha causa
corresponde a la Justicia Militar, se impugna dicho fallo y
estiman los acusadores que en esta sentencia los acusados
incurrieron en abuso y denegación de justicia, por 10 cual
opinan que se a configurado un notable abandono de deberes.

Que con el mérito del libelo acusatorio que se tiene


a la vista se prueba que los acusadores hacen largas y sosteni-
das argumentaciones para demostrar que lo resuel to por la
referida Tercera Sala de la Corte Suprema, al pasar los autos
criminales de que se trata desde la Justitcia Ordinaria a la
Justicia Militar, se está incurriendo en una verdadera denega-
ción de justicia, por el hecho de que esta última ha terminado
casi en la totalidad de los procesos por violación de los
derechos humanos, en simples sobreceimientos hacen consideracio-
nes para justificar la acusación en cuanto a lo errado y abusivo
del fallo dictado por los Ministros y por el Auditor acusado.

Que lo expuesto en el fundamento que antecede


significa que en el libelo acusatorio se revisa la resolución
que se indica en la consideración primera, tanto en su fundamen-
to como en su contenido, circunstancia que este Consejo tiene
el deber de calificar a lo menos como anómala dentro del
concierto y respeto de las respectivas potestades que deben
existir entre todos los poderes y órganos fundamentales del
Estado, indispensable para mantener el desarrollo normal de las
instituciones republicanas y democráticas y atendido además lo
dispuesto por los artículos 95 y 96, letra b de la Constitución
Política del Estado, se acuerda hacer presente al Congreso
Nacional o a la Cámara de Diputados de la preocupación que le
asiste a este consejo por la anomalía constitucional que lleva
consigo el indicado libelo acusatorio en lo que respecta a la
acusación basada en la dictación de la sentencia a que se alude
en el fundamento primero de este acuerdo, esta sería la
50

proposición, podrla modificarse, pero esto serIa digamos en el


fondo.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Estimo que el proyecto que ha presentado el Presidente


de la Corte, desde el punto de vista personal mI0, no lo puedo
suscribir, porque se entra derechamente a la acusación. Yo, como
Senador tengo un mandato constitucional que debo cumplir, de no
emitir juicios de ninguna especie sobre la acusación hasta que
llegue al Senado y pueda votar en conciencia. La calificación
"anómala" de una situación, me parece a mI que es una califica-
ción que no dice nada, no corresponde a este Consejo expresar
esa opinión, es una expresión vaga y sin destino, desde el punto
de vista jurIdico, podrla ser sinónimo a anómala, poco ocurren-
te, vale decir no veo que avancemos, nada más que introducirnos
derechamente en el asunto, por lo menos que yo he sostenido y
también el Presidente lo ha sostenido y otros han sostenido que
no corresponde a la competencia de este Consejo, y a mayor
abundamiento serIa un tipo de consideración que ni la Cámara,
ni el Senado, ni la opinión pública sabrIan como calificar, que
hemos estado 3 horas para decir que esta situación es anómala.
No me parece Sr. Presidente que sea posible, yo en todo caso no
la apoyaré.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA AEREA

Sr. Presidente, muchas gracias. A mI me parece que


aquI estamos en la mitad de un juicio, con partes por los dos
lados con muchos argumentos que se han esgrimido en forma
absolutamente brillante, yo no me atreverIa a opinar en contra
de ninguna de estas partes, por una parte se esgrimió también
que este Consejo no tendrIa la atribución yeso darIa pábulo a
otra larga sesión para dirimir, si lo tiene o no lo tiene, yo
creo que lo importante es que hemos tomado plena conciencia de
la importancia del problema, de la crItica hacia la Justicia
civil y principalmente con respecto hacia la Justicia Militar,
yo reitero mis preocupaciones en este momento, creo que no serIa
eficiente el hacer presente, porque eso desdibujarIa la seriedad
de este Consejo, asI que mi opinión, es que tomamos conoci-
miento. Yo reitero mi preocupación al respecto y que quedará
ésto como en el seno de este Consejo, comparto la opinión del
Almirante y del General PINOCHET.

SR. GENERAL DIRECTOR DE CARABINEROS

Sr. Presidente, dentro de las funciones del Consejo,


dice la letra e., hacer presente al Presidente de la República,
51

al Congreso Nacional o al Tribunal Constitucional su opinión


frente a un hecho, acto o materia que a su juicio atente
gravemente en contra de las bases de la insti tucionalidad o
pueda comprometer la seguridad Nacional, estimo que se han dado
antecedentes importantes como para emitir esa opinión, soy
partidario en ese sentido.

SR. CONTRALOR GENERAL DE LA REPUBLICA

La verdad es que reiterando lo que dije al principio,


yo sinceramente creo que no tiene facultades el Consejo de
Seguridad, para pronunciarse sobre la procedencia o improceden-
cia de esta acusación, porque en el fondo esto significa
determinar qué alcance tiene la frase, notable abandono de
deberes, y la verdad es que el Consejo no tiene facultad para
esto, yo por eso pienso que aquí lo único que se puede hacer,
es dejar constancia de la opinión de los Miembros del consejo
y de la preocupación que existe sobre la forma en que se ha
planteado la acusación, pero que no podría tomarse un acuerdo,
diremos en el otro sentido. Nada más Sr. Presidente.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Bueno, habría cuatro Miembros del Consejo que estarían


por hacer presente, habríamos cuatro que estaríamos por no hacer
presente nada, sino que dejar constancia simplemente como aquí
se ha propuesto, lo que yo sugiero es dejar constancia de las
opiniones que se han vertido por los distintos Miembros y de la
preocupación que algunos Miembros han expresado respecto del
contenido de esta acusación y especialmente de sus repercusiones
en relación con la Justicia Militar, o su alcance.

SR. PRESIDENTE DE LA ECXMA. CORTE SUPREMA

Presidente me permite, como aparece de manifiesto que


va a haber un empate yo creo que podríamos conciliar las
posiciones, dejar las consideraciones que yo estoy proponiendo
y terminar en vez de decir que se ha producido una situación
anómala, no le impide decir que este Consejo está profundamente
preocupado con la situación que se produce, nada más.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Perdón Presidente, es que yo creo que el consejo como


tal no está preocupado, algunos Miembros han expresado su
preocupación, otros comprendemos esa preocupación, pero no
participamos de ella, porque pensamos que el correcto ejercicio
por el Congreso, sus facultades, debe conducir a un desenlace
52

natural del problema y en consecuencia yo realmente no temo que


se vayan a producir los efectos que aquí se han señalado.

SR. COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

Plantearle dos cosas, conjugar las dos materias que


están aquí, una que dice que no y otra que dice que sí en el
fondo es eso, es decir lo que dice el Presidente de la Corte
Suprema o como dice usted, una parte del Consejo de Seguridad,
manifestó su preocupación y lo demás se puede rellenar.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Perdón Presidente, eso es lo que yo creo que hay que


hacer, algunos Miembros del Consejo presentaron su preocupación
sobre lo que acaba de decirse, pero yo no estaría de acuerdo
con una referencia al juicio, yo no puedo firmar ese documento,
porque considero que este organismo no puede entrar a revisar
juicios, por lo menos yo lo creo así, mi preocupación no la
expreso aquí, la vaya expresar con intensidad cuando tenga que
votar como Senador, eso es muy claro, no puedo expresar ni
siquiera preocupación, hay que ser cuidadoso en estas cosas,
pero no nos pueden forzar a un acuerdo por ser unánime a algo
que yo no podría aceptar nunca, que es expresar mi preocupación,
cuando voto y si es necesario voy a votar, no tengo formado
juicio, porque no he entrado a conocer el fondo de la cosa, ¿por
qué no dejamos las cosas como son?, de cuatro opiniones que se
han manifestado, en el sentido de dejar constancia de la
preocupación que a algunos señores Miembros les produce esta
materia y sus alcances, eso es el asunto. Y con eso se levanta
la sesión.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA AEREA

Con eso estamos todos de acuerdo Sr. Presidente, en


eso estamos todos de acuerdo.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Se ha analizado largamente, porque llevamos cuatro


horas y la gente va a decir, bueno que estaban haciendo.

SR. COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

Exhaustivo
~06

53

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

Se va a dar opinión al Congreso.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Yo no soy partidario de dar opinión al Congreso.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA AEREA

Yo daría opiniones, pero no va a ser eficiente, mi


preocupación es que la opinión no va a ser eficiente, y por el
contrario va a ser muy contraproducente, porque se va ahí a
producir un fuego cruzado, incluso nosotros no tenemos después
derecho a réplica, porque tendría que estarse reuniendo el
Consejo nuevamente, se produciría un problema que no sabriamos
como barajar después, desde ese punto de vista yo pienso que no
sería eficiente, pero la reiteración de la preocupación sobre
el problema, es absolutamente válido y yo participo cien por
ciento de ella.

PRESIDENTE DE LA EXCMA CORTE SUPREMA

Bueno si estamos todos de acuerdo en eso, interesante


seria ver cómo se redacta la forma en que nos asiste esta
preocupación, eso es importantisimo, entiendo.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

A los que les preocupa.

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

Entiendo que a todos les preocupa, pero esa preocupa-


ción usted por razones que ya ha expuesto, no puede manifestar-
las.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Pero no es una preocupación del Consejo, porque no le


atañe.
54

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA

Sr. Presidente del Senado, yo difiero de su plantea-


miento. La Constitución es bien clara cuando define al consejo
de Seguridad Nacional, no es un órgano que vaya a producir el
efecto de frenar o rechazar, es sólo un órgano de una opinión
que se manifiesta en mayoría o minoría de integrantes, de manera
que parece a mi juicio, absolutamente legítimo haber solicitado
la concurrencia y en ese alcance se ha hecho ya en segundo lugar
el problema fundamental y yo quiero reiterarlo, porque podría
perderse a veces un poco con la interesantísima y para mi
ilustrísima conversación, no está en tela de juicio ninguna
facultad bajo mi punto de vista del Honorable Congreso en sus
dos cámaras, de ninguna manera, ese no es el tema, de manera que
yo lo quiero expresar, eso es lo que quería decir.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

si dijéramos algo así, como la verSlon de la sesión


sin perjuicio de lo que dijimos al comienzo, de que los plantea-
mientos hechos por cada cual se pueden hacer públicos, que el
Consejo, que varios Consejeros o concretamente se puede decir
5 Consejeros, la verdad es que 5 Consejeros manifestaron
preocupación en relación a el alcance o efectos que pudiera
tener esta acusación constitucional y nada más.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA

Con esa frase Sr. Presidente me parece que es un punto


muy concreto, por los alcances que podría tener.

SR. COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

Por qué no le damos la recomendación también Sr.


Presidente, y decimos que esperamos que esto se solucione en
forma armónica.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA

No, no perdón mi General, yo sugerlrla que al ir más


allá se comienza a invadir atribuciones y aquí se ha planteado
claramente que cada organismo es y tiene su propia atribución,
y son jueces dentro de su propia Institución.
208

55

SR. COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

La conclusión es cortísima.

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

Según entiendo yo le he escuchado que habría que dejar


constancia que cinco Miembros manifiestan su preocupación, pero
eso es una mayoría para tomar un acuerdo, de manera que habría
en la conclusión que decir que el Consejo acuerda manifestar su
preocupación.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

i No 1, algunos Señores miembros han manifestado su


preocupación.

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

Pero, si hay cinco.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA AEREA

Aparece dividido el problema y yo creo que aquí


estamos todos de acuerdo.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

El Consejo ha revisado exhaustivamente este asunto


y punto. Los 5 Miembros individualizados, y algunos señores
Miembros han manifestado su preocupación, por ésto y por los
alcances que ésto tiene.

SR. COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

Después de un examen exhaustivo, una mayoría expresó


una gran preocupación.
,~29

56

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

No diga una mayoría.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

El problema es que la competencia específica es hacer


presente y para eso no hay acuerdo, entonces tenemos que emitir
una declaración exclusivamente, es decir cerrar el Acta con algo
para que no termine en punta la sesión y lo lógico es que
digamos la verdad, que varios de los Miembros del Consejo
expresaron la preocupación por los alcances y efectos que
pudiera tener la acusación constitucional, es decir, pero esto
en el Acta de la sesión no es un acuerdo, sino la relación de
lo ocurrido simplemente.

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

Yo estoy perfectamente de acuerdo, pero lo único que


no me gusta, es la palabra varios Miembros, porque varios pueden
ser, dos, tres y si son más, porque no señalamos.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Yo no tengo inconveniente en dejar constancia que


cinco Miembros expresaron preocupación, porque esa es la verdad.
Cinco Miembros expresaron preocupación y los otros hemos dicho
que no tenemos esa preocupación, no obstante, que reconocemos
que el asunto es delicado, en fin, pero que no es como esperamos
que se desenvuelva dentro del marco constitucional.

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

¿Si pusieran eso en el Acta? Que están preocupados.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Eso se desprende del Acta completa de la sesión.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA

Por qué no ponemos, por cinco Miembros hubo acuerdo


de expresar la inquietud, pero que hubo acuerdo unánime de
dejarlo solamente en Acta.
~10

57

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Perdone, pero el Consejo de Seguridad Nacional puede


hacer ciertas cosas no más. No puede decir cualquier cosa, puede
asesorar al Presidente y puede hacer presente al Presidente de
la República y al Tribunal constitucional, su opinión, puede
además informar respecto de las materias que están pidiendo y
recabarse en ciertas cosas, no puede hacer otra cosa, o dá una
opinión o éste Consejo tendría un debate como dice el General,
exhaustivo sobre la materia y que ha sido planteado por quienes
han sido los que 10 han planteado de que se han manifestado
opiniones de preocupación respecto a los alcances de la
acusación que se ha entablado y así queda en general, queda el
debate exhaustivo de la materia y queda la preocupación que se
ha manifestado, y no toma ningún acuerdo, no es acuerdo eso.

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

Yo insisto en que se indique que cinco Miembros,


porque si se pone varios no va a decir nada.

PRESIDENTE DEL SENADO

No, es que cinco Miembros no puede ser, porque yo no


quiero quedar en minoría Sr. Presidente, no, no concibo, porque
no se sabe quiénes son los cinco Miembros, entonces la gente
dice y ¿cuáles fueron los cinco Miembros?, los cinco no
significan nada. No es mayoría para dar opiniones, no es
mayoría, porque el Consejo no puede sino que tomar acuerdos, no
puede por mayoría opinar internamente, sería absolutamente
ilegal eso, y Ud. en derecho es maestro, puede tomar acuerdos
como dar su opinión, pero aquí no puede decir como trabajamos,
porque si ponemos otro tema, podemos estar 3 o 4 horas más.

PRESIDENTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

Yo no sé porque hay temor de decir que todos tenemos


la preocupación, la cual no puede manifestarse por las razones
que ha dado el Presidente del Senado, pero todos tenemos la
preocupación no hay duda, por qué no se dice que el Consejo está
preocupado por ésto y punto.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

Es que volvemos al debate de que Ud. dijo, que puede


hacerse algo permanente, dijo otra palabra respecto a los
58

Parlamentarios, no es cierto que podríamos estar obcecados, una


palabra parecida, ofuscados, yo creo que si aquí nos ofuscamos
también ofuscamos a todos los Chilenos, también puede estar la
Corte Suprema ofuscada, podemos estar nosotros ofuscados, todos
ofuscados de manera que yo no puedo aceptar tampoco que los
Parlamentarios sean los únicos que se puedan ofuscar en Chile.
Hemos visto en la historia de Chile muchos ofuscados de todas
las naturalezas y de todas las religiones, de todas las
instituciones, así es que sigamos con tranquilidad. Aquí no hay
ningún derecho Presidente, para suponer que la Cámara de
Diputados va a ser menos responsable que la Excma. Corte
Suprema, lo digo con absoluta seguridad, porque la leyes igual
para todos y estamos en democracia, no hay algunos responsables
o uno más irresponsable en esa materia. Entonces no estaríamos
en democracia. Esto no puede ser objeto de opiniones, para que
agregemos números en uno u otro sentido. La preocupación en el
Consejo se expresó, y si se quiere una intensa preocupación, de
los 3 que pidieron la convocatoria de este Consejo. Se supone
que están preocupados, por eso la pidieron.

SR. COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

El General Director y tengo entendido que también el


Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea.

SR. PRESIDENTE DEL SENADO

y si yo dijera en este momento General que yo también


estoy preocupado por el debate que se ha llevado aquí, entonces
estas cuentas no sirven, porque no son capaces de tomar un
acuerdo y aquí se toman acuerdos.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

El problema es éste, es la versión que se da más que


el acuerdo, porque el acuerdo que podríamos adoptar de acuerdo
con la Constitución es exclusivamente uno, o hacer presente al
Congreso Nacional, porque eso es lo que nos facul ta la Consti tu-
ción para hacer y no hay mayoría para adoptar ese acuerdo de
hacer presente, en consecuencia no hay acuerdo, sin embargo como
tenemos que darle una versión al país, de en que estuvimos
cuatro horas y es bueno que el país sepa que no estuvimos
perdiendo el tiempo, que tuvimos un debate a fondo en relación
a este tema y en este debate cada cual expuso sus puntos de
vista y se manifestó por varios de los Miembros preocupación o
profunda preocupación por los alcances y efectos que puede tener
esta acusación constitucional, en los términos en que ha sido
planteada. Eso queda en el Acta y esa es la parte que se publica
del Acta, sin perjuicio de que se emitan.
':12

59

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA

Evidentemente está resuelto, hay empate para no enviar


o enviar, hay empate.

SR. COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

El árbitro es usted.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Bueno, yo soy el árbitro, yo ya he propuesto la


fórmula.

SR. COMANDANTE EN JEFE DE LA FUERZA AEREA

Ahí está la fórmula.

S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

Procederíamos así, muy bien. Muchas gracias,


levantamos la sesión.

SECRETARIO DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL

Para constancia forman parte de la presente Acta los


siguientes documentos en el orden que se indican y con la
cantidad de páginas que se señalan como anexos :

Anexo N2 l. Planteamiento del Sr. Presidente de la Corte


Suprema, referido al tema en comento (6 pági-
nas) .

Anexo N2 2. Planteamiento de la Armada de Chile, referido al


tema en comento (6 páginas) .

Anexo N2 3. Planteamiento del Ejército de Chile, referido al


tema en comento compuesto por una Carpeta ejem-
plar N2 7, (7 apéndices)

Apéndice N2l. Acusación parlamentaria en contra


de integrantes de la Corte Suprema (64 páginas) .
60

Apéndice N22. Presentación del Sr. Comandante en


Jefe del Ejército al Consejo de Seguridad Nacio-
nal (9 páginas)

Apéndice N23. Capí tulo VI "Poder Judicial" de la


Constitución Política de la República (4 pági-
nas) .

Apéndice N24. Capítulo X "Fuerzas Armadas de


Orden y Seguridad Pública" de la Constitución
Política de la República (2 páginas)

Apéndice N25. Capítulo XI "Consejo de Seguridad


Nacional" de la Constitución Política de la
República (2 páginas).

Apéndice N26. "Reglamento de Organización y


Funcionamiento del Consejo de Seguridad Nacional
(8 páginas).

Apéndice N27. Recortes de prensa (12 hojas)

Anexo N2 4. Planteamiento del Senado, referido al tema en


comento (5 páginas) .

Anexo N2 5. Planteamiento de la Fuerza Aérea de Chile,


referida al tema en comento (4 páginas).

Anexo N2 6. Planteamiento de Carabineros de Chile, referida


al tema en comento (12 páginas) .

PATRICIO AYLWIN AZOC


PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
61

I
L
GABRIEL VALDES SUBERCASEAUX
PRESIDENTE DEL SENADO

MARCOS ABURTO OCHOA


PRESIDENTE SUBROGANTE DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA

/. ~

~~(M#1/~)
AUGUSTO PINOCHET UGARTE
CAPITAN GENERAL
COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO

~ J-~¡~~~t~
Tt
COMANDANTE
ALMIRANTE
EN JEFE DE LA ARMADA
62

RAMON V
GENERAL
COMANDANTE EN JEFE AEREA

RODOLFO S~AN OEL


GENER IRECT R
GENERAL DIRE OR DE C

, , ., \ru'AAIAGA~
C0NTRALOR GEN RAL DE LA REPUBLICA

QUE
IOR
63

'~~~·1
MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES

(~ I rn
c..' \./ '-- l, -,>, 1(
J ~ MARSHALL RIVERA
MINISTRO DE ~ NOMIA, FOMENTO y RECONSTRUCCION
~

fL,-/L r~
ALEJANDRO FOXLEY RIOSECO
MINISTRO DE HACIENDA

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