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INQUIBA: EL SUEÑO DE UNA FAMILIA1
Antonio Chamorro Mera
Víctor Valero Amaro
En 1970 comenzaba a concebirse lo que hoy en día es Industrias Químicas de Badajoz,
INQUIBA, una empresa que destaca dentro del panorama industrial de Extremadura. Desde
una población de poco más de 7.000 habitantes, Juan Carmona Estévez y su familia han
constituido un grupo empresarial que, sin perder su esencia de empresa familiar, lidera
actualmente el mercado español de los suavizantes para la ropa. El espíritu emprendedor del
fundador, su visión estratégica del mercado y un cuidadoso proceso de transición hacia la
segunda generación de la familia marcan la historia y el presente de INQUIBA.
JUAN CARMONA ESTÉVEZ: ESPÍRITU EMPRENDEDOR
Nacido en Guareña (Badajoz) el 13 de diciembre de 1942 en el seno de una familia de 9
hermanos, Juan Carmona Estévez es una persona de esas que en Norteamérica denominan
“self‐made man” (hombre de negocios hecho así mismo), tal y como pone de manifiesto su
forma de entender los negocios y las decisiones clave que ha ido adoptando durante 40 años
como empresario.
Para entender su origen como emprendedor hay que remitirse a su juventud, cuando con 17
años se trasladó con la familia a Madrid. Eran los años 60 y para ganarse la vida trabajó de
camarero en el bar familiar, de dependiente en un ultramarino y de vendedor de cera para el
suelo.
Sin embargo, Juan Carmona tuvo siempre en mente la idea de ser su propio jefe, quizá debido
a las experiencias de injusticia laboral que vivió su padre, y fue así, durante la visita a la fábrica
del producto que vendía, cuando se convenció de que no debía ser tan complicado fabricar él
mismo la cera. Fue éste un momento clave para su futuro como empresario. Así, en 1968,
decidió abandonar Madrid y volver a Guareña para emprender desde la nada su propio
negocio de fabricación de cera para suelos, proceso que empezó a aprender “con mi padre en
1
El contenido del capítulo está basado en la entrevista mantenida con D. Juan Carmona Estévez, Dª. María Carmona
Béjar y D. Sebastián Torralba, y en material diverso facilitado por la empresa.
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medio de una viña, con sarmiento y un perol que nos dejaron”. Las 125.000 pesetas que su
padre recibió como indemnización cuando fue despedido de la empresa donde trabajaba y un
pequeño local de 40 m2 fueron el germen de la empresa, que se fundó en 1970.
Tardó poco más de cuatro meses en enfrentarse a las primeras dificultades serias, con un
almacén lleno, varias deudas en el banco y una boda en ciernes.
Estando en la ciudad de León para cobrar a unos clientes, planteó a
su padre la nueva estrategia a seguir: intercambiar con otras
empresas la cera que producían por cepillos, recambios de
fregonas, cubos de plásticos y otros productos complementarios
que podían vender a sus clientes junto con la cera. Esa fue,
además, la forma de cobrar algunas de las deudas pendientes de
Los primeros años resultaron una andadura muy difícil, especialmente por la crisis del
petróleo, y cuando Juan Carmona echa la vista atrás reconoce que el camino estuvo plagado
de “errores y algunos aciertos”. Pero más allá de amedrentarse por las dificultades, mantenía
vivo su espíritu emprendedor buscando nuevas opciones para el negocio. Así, en 1976 decide
dar el salto a la producción de aerosoles, a pesar de la complicación que ello suponía. Su
círculo de amistades le recomendó que no pusiera en práctica la idea; pero Juan volvió a
actuar convencido de sus ideas y de la existencia de una oportunidad de negocio: “A lo hecho
pecho. No pierdas el tiempo lamentando lo que has hecho mal, laméntate de lo que no has
hecho”.
Ese mismo año, adopta una decisión que a la larga se convierte en clave para el futuro de
INQUIBA. Se trata de la firma de los primeros contratos con distribuidores para la fabricación
de sus marcas blancas, principalmente con SPAR. A pesar de que por aquel entonces las
marcas blancas casi no tenían presencia en los lineales de venta de los supermercados
españoles, Juan Carmona visionó su potencial al evaluar las características de la gran
distribución en Alemania, Francia y otros países europeos. Esos contratos abrieron también la
INQUIBA: El sueño de una familia 3
puerta a la incorporación a la cartera de productos fabricados por la empresa de nuevos
productos de limpieza y, por primera vez, de geles de baño y champús.
● ● ●
Detrás de esta decisión ya se percibe su clara orientación
estratégica, la cual será una constante en su forma de “En 1976, Juan
gestionar la empresa durante estos 40 años. Él mismo se Carmona visionó el
considera “más un estratega que un táctico, porque lo potencial futuro de
importante es tener la visión de adónde quieres llegar. La las marcas de
táctica depende de la estrategia y se cambia después. Lo que distribución”
es inmutable es la estrategia”. ● ● ●
Lidl. El Periódico Regional Hoy, con motivo de la inauguración oficial de una de las empresas
del grupo Tecnoquímica en marzo de 1999, recogía una expresión del entonces Presidente de
la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que resume la importancia de INQUIBA
en la región: “No sé si reír o llorar, esto es impresionante; nunca había visto nada igual en
Extremadura”. Y en el plano personal, el reconocimiento a su dedicación y buen hacer se
plasmó en la concesión del premio a Mejor Empresario de Extremadura del año 1999.
LEVANTARSE PARA CRECER
Los especialistas en el estudio del espíritu emprendedor suelen reconocer que el error y el
fracaso también son necesarios porque templan y forjan el carácter. Juan Carmona lo sabe de
primera mano porque lo ha vivido. Tras estabilizar económicamente la empresa, ampliar su
cartera de productos y tener importantes clientes a nivel nacional, INQUIBA vivió su momento
más agrio en 1981 cuando un desafortunado incendio acabó arrasando todas las instalaciones
de la empresa y, lo que fue peor, provocó el fallecimiento de uno de sus empleados. Aquel
hecho, además de causar heridas físicas a Juan Carmona, ha determinado la gran preocupación
posterior de la empresa por disponer de los mejores sistemas de seguridad en las fábricas. Los
primeros años de la década de los 80 vuelven a ser malos años para la empresa. Al desastre del
incendio se une la crisis económica que vivía el país: “Y nos encontramos peor que al principio;
sin producción ni ventas, con deudas y una plantilla a la que pagar”.
A pesar del pesimismo de parte de su entorno, el incendio no
● ● ●
supuso el fin del proyecto de Juan Carmona. Las llamas
La crisis económica habían destruido los activos físicos de la empresa, pero
y un incendio en las seguían perviviendo valores y activos intangibles mucho más
instalaciones valiosos: el tesón y la experiencia acumulada por el fundador.
marcaron el devenir De nuevo y como sucedió en los primeros años de la
de la empresa
empresa, la creencia en sí mismo y su espíritu emprendedor
durante la década de
determinan sus decisiones: “Uno tiene que tener siempre
los años 80
confianza en uno mismo, con los errores y dudas que siempre
● ● ● tienes, pero al final debes de pensar que si otro lo hace, ¿por
qué no lo puedo hacer yo?”.
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La recuperación no fue fácil, pues perdieron clientes y “los que quedaban eran de peor
calidad”, con tasas de devoluciones e impagos cercanas al 30%. “Sin embargo, son estas
experiencias realmente dolorosas las que más te enseñan”, reconoce Juan Carmona.
La solución pasó por dos decisiones clave, una en el
ámbito comercial y otra en el financiero. Por un lado, la
estrategia comercial se enfocó aún más en la producción
para marcas del distribuidor y, por otro, la estrategia
financiera se basó en ser más exigentes en el cobro a los
clientes.
Era el año 84 y casi en suspensión de pagos, se reúne con su mujer y conjuntamente deciden
dejar de vender a plazos a la mayoría de los clientes, intentando cobrar al contado a aquellos
con mayor riesgo de devolución de mercancías. Al referirse a este tema, Juan Carmona
recuerda el papel fundamental que desempeñó su esposa, María Béjar, reconociendo con
cierto humor que era ella quien se ponía dura con los clientes para exigirles el pago. “Como las
mujeres son más duras para esto que los hombres, le pedí que se encargara de los cobros y que
cuando vinieran los vendedores llorando pidiendo aplazamientos fuese ella quien les dijera que
no. Ella contestó: vale, pero si yo digo que no, es que no, no me vayas a contradecir. Y eso hacía
yo. Si venían a mí, les decía que si mi mujer había dicho que no, pues era que no”. De esta
forma los impagos se redujeron al 6‐7% y, a partir de 1985, empezaron a recuperar
importantes clientes perdidos, como SPAR o Cetra.
Ese buen trabajo y la imagen de empresa seria y de calidad ● ● ●
dieron sus frutos y permitieron dar un salto cuantitativo muy
INQUIBA es
importante en 1989, cuando INQUIBA consigue cerrar
actualmente el
contratos con los mayores distribuidores nacionales. A partir
fabricante de
de ese año entran a formar parte de la cartera de clientes de suavizantes líder en
la empresa Continente, Lidl, Tengelman o DIA. Se da paso así España
a una década, la de los años 90, de consolidación y
● ● ●
crecimiento del negocio.
El progresivo aumento de la cuota de mercado de la gran distribución frente a la distribución
tradicional, así como el auge de las marcas blancas, favorecen los intereses de INQUIBA y
ponen de manifiesto lo acertado de una decisión adoptada dos décadas atrás.
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Ya en 1990 la empresa se transformaría en Sociedad Anónima con el nombre de INQUIBA, S.A.
y a mediados de los 90 introduce en el mercado el suavizante para la ropa, producto que con el
tiempo se convertiría en un producto estrella para la empresa. Actualmente, INQUIBA fabrica,
a través de marcas de distribuidor, aproximadamente el 25% de los suavizantes que se venden
en España, superando las ventas de marcas de empresas multinacionales, como Flor, Mimosín
o Vernel.
La primera década del nuevo siglo supone el gran salto cuantitativo de la empresa, ya
convertida en grupo empresarial y con la participación activa de los 5 hijos del fundador: Juan,
Eva, Gonzalo, María y Ana. Las ventas de poco más de 10 millones de euros en el año 2000
pasan a superar los 50 millones a partir del año 2008.
Figura 1: Evolución de los datos económicos de INQUIBA
80
70
53,15
50,15
60
50
35,84
22,11
Mill. euros
31,77*
30,29
25,98*
24,84*
40
14,73
11,79
16,9
30
11,73
20
10
0
2007 2008 2009 2010
INQUIBA: EL GRUPO EMPRESARIAL
Cuando INQUIBA alcanza la consolidación como empresa dedicada al mezclado y envasado de
productos de limpieza y aseo personal, comienza un proceso de crecimiento a través de la
integración vertical y la diversificación hacia negocios auxiliares al negocio base. Se trata de un
proceso que va a dar lugar a la creación de 6 nuevas empresas y que se acomete bajo dos
premisas: la reducción de la dependencia de proveedores externos y la prudencia financiera.
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En 2011, el grupo empresarial está formado, además de INQUIBA S.A., por:
Extremeña de Envasado. Es la empresa del grupo dedicada a producir envases para
productos de limpieza y aseo a la medida de las exigencias del cliente. Creada en 1999,
juega un papel fundamental en la estrategia de INQUIBA, pues permite ofrecer a los
clientes la posibilidad de diseñar un envase específico para nuevos productos, que les
permita diferenciarse de la competencia.
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Junto a este Consejo existe un Comité de Dirección constituido por la familia y por tres
consejeros externos. Y en 2011, se da un paso más en el proceso de reestructuración, con la
creación del Grupo Armónea, formado por Inquiba, Ingrap y Spaintab.
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LAS ESENCIAS DE INQUIBA…
…vocación de marca blanca
El tiempo ha ido confirmando la visión del mercado que Juan Carmona entreveía a finales de la
década de los 70 y principios de los 80. La clave para una pequeña empresa estaba en
especializarse en la fabricación de marcas del distribuidor. Como indica Sebastián Torralba,
consejero externo del grupo, “aunque la superficie de venta sea más grande, cada vez caben
menos marcas en el lineal”. Los datos del mercado confirman este hecho y reflejan cómo se va
perfilando una estructura sectorial configurada por tres clases de empresas:
a) Grandes multinacionales como Reckitt‐Benckis, Henkel, Unilever y Procter & Gamble,
cuyos productos adquieren valor a través de la apuesta por la marca y la innovación.
b) Medianas y pequeñas empresas de ámbito nacional, o incluso regional, con una
participación en el mercado en descenso, especialmente en los lineales de la gran
superficie, y cuya estrategia pasa por la especialización.
c) Medianas y pequeñas empresas especializadas en la fabricación de marcas de
distribuidor.
2
Eva Casado (2010): “Productos de Limpieza: El sector entra en negativo”. Alimarket.
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Según dicho informe, la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, unida a mejoras en
la calidad de los productos con marca blanca, ha llevado a muchos usuarios a decantarse por
éstas a la hora de hacer la compra.
Hecho que se confirma con un estudio de Globally según el cual el 41% de los españoles
considera que la marca de distribuidor tiene la misma calidad que las marcas de los
fabricantes, y con los resultados del Observatorio de Consumo y la Distribución Alimentaria,
que señalan que el 54% de los consumidores españoles prefiere comprar productos de marca
blanca.
Un estudio de Nielsen, de junio de 2010, reflejaba que la penetración de este tipo de marca se
situó en el 48,4% en el segmento de droguería y limpieza, y en el 21,1% en el de perfumería e
higiene. Pero especialmente significativa es la situación de la demanda de suavizantes. Según
datos de la consultora IRI para el TAM, en febrero 2010, la MDD representaba el 55% en valor,
y el 66% en volumen de las ventas de suavizantes en España.
Pero en INQUIBA también tienen muy presente que la clave no es fabricar para el distribuidor,
no es el producto, sino la gestión correcta de las necesidades propias de este tipo de clientes.
Juan Carmona reconoce que en la realidad “hay pocas empresa con vocación de marca blanca,
que sepan gestionarla”. En la empresa se reconoce que realmente su producto no tiene valor
añadido, lo que genera valor es su conocimiento de la distribución. Además, pensar que el
precio es el único elemento relevante en la relación con la distribución es un error grave.
María Carmona lo tiene claro al afirmar que actualmente, en la gestión de una marca blanca,
las tres claves son: “precio, calidad y servicio”.
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…la I+D+i
En un contexto geográfico donde la apuesta de por la I+D+i es muy reciente, la investigación y
la búsqueda de innovaciones han estado presente en INQUIBA desde su mismo nacimiento.
Hoy disponen de un departamento de I+D+i en constante crecimiento y adaptado a los
exigentes requisitos de la gran distribución, pero el espíritu investigador e innovador ya fluía
en Juan Carmona antes incluso de que se popularizasen estas siglas y de que fuesen un
elemento clave para que una empresa no fuese expulsada del mercado.
Sin técnicos, sin recursos tecnológicos… Juan
Carmona ya sabía la importancia de este
tema cuando probaba distintas
composiciones para las ceras y “llegaba a
casa y experimentaba con las baldosas del
suelo”. Incluso su hijo Juan ha comentado en
algunas entrevistas que “los hijos éramos
conejillos de indias”.
Recuerda que “en una ocasión en la que estaba de moda el gel con frescor, se le ocurrió añadir
menta al gel y probarlo con nosotros. El problema era que no sabía calcular la dosis de menta y
a veces se pasaba y salíamos con escozores y picores. Todos participábamos de los ensayos. Las
pruebas se hacían en casa, que se convirtió en su particular laboratorio de I+D”3. Su padre
bromea con este hecho diciendo que “no me divorcié de milagro debido a las pruebas en
casa”.
Desde su creación, la mayoría de la maquinaria también se ha diseñado y fabricado con la
tecnología desarrollada por la propia empresa. Las primeras máquinas de llenado y de soplado
se realizaron de forma autodidacta por el propio Juan y uno de sus empleados. Luego esta
función adquirió tal envergadura y relevancia que ha dado lugar a la creación de dos empresas
del grupo, TREX e INGRAP.
De aquellas investigaciones primitivas a hoy en día, el departamento de I+D y calidad de la
empresa ha evolucionado tanto que en 2009 INQUIBA recibió el Premio Extremadura
Emprendedora en la Categoría de Innovación Empresarial. El diseño y fabricación a principios
3
InnoCámaras (2009): “Un viaje por la innovación”. Cámaras de Comercio.
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de los 90 de botellas de polietileno cuadradas con etiqueta envolvente cuando nadie en el
sector las fabricaba así es un ejemplo clarificador del carácter innovador de la empresa.
…la transparencia y prudencia financiera
Este crecimiento controlado, junto a una plena transparencia de sus cuentas, han permitido
dar tranquilidad y confianza a la banca, a los clientes y a los proveedores. Una confianza que se
obtiene a lo largo del tiempo, pero que hay que írsela ganando continuamente. Ello le hace
presumir de que las entidades financieras, en general, no le han puesto inconvenientes a la
hora de financiar sus nuevos proyectos, a pesar de la coyuntura económica y de que durante
2010 acometieron las mayores inversiones de su historia, de aproximadamente 14 millones de
euros, encaminadas a ampliar las instalaciones, introducir nuevas líneas de producción y
robotizar los almacenes.
A pesar de no ser ajeno a la crisis financiera y económica que afecta a todo su entorno, en
INQUIBA reina cierta tranquilidad por el trabajo bien hecho durante los años de prosperidad
económica en nuestro país. Su política financiera le ha hecho no cometer los errores de
muchos otros empresarios que “se han endeudado mucho, lo nunca visto. Pero luego
analizabas qué tenían, cuánto había de realidad en sus balances, y resultaba que todo estaba
endeudado y que los activos que decían que tenían no valían lo que decían”. Por el contrario,
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Juan Carmona reconoce que, en INQUIBA, “siendo incluso autodidactas al principio, hemos
sabido sacar un rendimiento grande a los recursos financieros con los que contábamos”.
…el control de todo el proceso
Como se indicó anteriormente, el crecimiento del grupo empresarial ha venido marcado tanto
por su prudencia financiera como por el deseo de controlar internamente todos los procesos
claves del negocio, desde la maquinaria necesaria hasta el software de gestión utilizado. “No
quiero depender de nadie, es mi filosofía”, afirma Juan Carmona, quien se siente orgullo de que
casi el 90% de la maquinaria de las líneas de producción sean propias.
La labor de su hijo Gonzalo ha sido relevante en el desarrollo tecnológico de
la maquinaria y ello llevó a transformar el inicial departamento de
mantenimiento en dos nuevas empresas, TREX e INGRAP; esta última va
más allá y se encarga de fabricar todo el equipamiento productivo necesario
en INQUIBA. La creación de Tecnoquímica Extremeña para la producción del
esterquat es otro claro ejemplo del deseo de integración y control del
negocio.
…el personal
El crecimiento y la modernización de INQUIBA han supuesto también una evolución
significativa de sus recursos humanos. En 2010, la plantilla de INQUIBA superaba los 160
empleados, con una edad media de aproximadamente 30 años y de los cuales
aproximadamente el 30% eran titulados universitarios. Aunque Juan Carmona reconoce que él
fue un mal estudiante, tiene muy clara la importancia de rodearse de gente muy preparada.
Por eso, en INQUIBA se presta especial atención a la selección de los profesionales, se apuesta
por la formación y la promoción interna y se tratan de crear unas condiciones laborales que
favorezcan la estabilidad de los empleados.
A pesar de haber incorporado varios directivos y mandos intermedios externos, el objetivo es
priorizar siempre que es posible la promoción interna de los trabajadores, para lo cual pone a
su disposición importantes programas de formación que persiguen apoyar la carrera
profesional de los mismos. En los últimos años, la inversión en formación interna osciló en
torno a los 250 mil euros anuales.
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Aunque actualmente está alejado de la gestión diaria de la empresa y actúa exclusivamente
como presidente, Juan Carmona considera que siempre se ha llevado muy bien con sus
trabajadores y ha confiado en ellos. Por eso no ha ejercicio un “liderazgo fuerte en el sentido
impositivo”, sencillamente se ha limitado a “marcar reglas tácitas y líneas rojas que no deben
saltarse”. Eso sí, “siempre teniendo en la cabeza que lo importante es la empresa y nadie está
por encima de ella”.
…el entorno como parte del negocio.
En el mundo empresarial, hoy en día es habitual hablar de relaciones con el entorno y de
responsabilidad social corporativa. En unos casos como verdadera estrategia, en otros como
simple reclamo para mejorar la imagen de la organización. Sin embargo, la vinculación con su
entorno más cercano siempre ha estado presente en la cultura de INQUIBA. Como indica
María Carmona, “ahora le han puesto un nombre a acciones que ya se hacían en la empresa
aunque de forma más puntual e informal” y sin gestionarlas como una estrategia más del
negocio.
De hecho, el concepto de empresario que asume Juan
Carmona no tiene sentido sin la integración de la
empresa en su entorno. Como dice Sebastián
Torralba, “para este hombre un empresario es un
creador de riqueza en la sociedad y la obtención de
beneficios es un medidor de cómo lo estás haciendo”.
Por esta razón, a Juan Carmona le gusta distinguir al empresario del especulador, resaltando el
mal ejemplo que son para la sociedad y especialmente para los jóvenes los “empresarios del
pelotazo”. Los verdaderos empresarios son los que están conviviendo con el trabajo día a día y
se levantan y se acuestan con los problemas del negocio, arriesgando continuamente su dinero
en nuevos proyectos. A él le gusta decir que “los beneficios de hoy son inversiones de mañana
y puestos de trabajo de pasado mañana. Por eso una empresa debe generar beneficios”.
Esta forma de pensar constituye hoy en día parte de la cultura de INQUIBA, donde se tiene
claro que han de contabilizar como éxitos resultados que no son necesariamente económicos:
“la contribución al desarrollo industrial de nuestra tierra es un motivo más para seguir
esforzándonos cada día. El valor de estas aportaciones no sólo se mide en euros: el empleo, la
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atracción de otras industrias a la zona o la actividad generada a proveedores locales, son sólo
algunos de los aspectos que influyen en el desarrollo de nuestro pueblo y nuestra comunidad”.
En relación con la contribución al desarrollo local, INQUIBA colabora continuamente con
iniciativas municipales y regionales y con instituciones como Cáritas, la Fundación Jóvenes y
Deportes o la Hermandad de los Ancianos Desamparados, porque “tratamos de devolver a la
sociedad parte de lo que ésta nos aporta”. Tras la enfermedad sufrida hace unos años por el
fundador de la empresa, se ha intensificado la colaboración con la Asociación Española Contra
el Cáncer.
El respeto por el medio ambiente se ha incorporado expresamente al día a día de la empresa
en los últimos años, puesto que en INQUIBA se considera que “nuestro entorno también es
nuestra tierra”. Por eso han obtenido de AENOR las certificaciones según las normas UNE‐EN‐
ISO 9001:2008 y UNE‐EN‐ISO ISO‐14001:2004. A partir de 2011 tienen previsto publicar su
primera memoria de responsabilidad social, en base a los estándares del Global Reporting
Iniciative (GRI), y de esta forma seguir potenciando su transparencia y dar a conocer a todos
los grupos de interés la contribución de la empresa en el ámbito económico, social y
medioambiental.
LA FAMILIA Y EL RELEVO GENERACIONAL
Juan Carmona no entiende la familia sin la empresa, pero tampoco entiende la empresa sin la
familia. Por un lado reconoce que la empresa es como un miembro más de la familia que le ha
dado seguridad económica y le ha permitido dar formación a los hijos y evitar que padecieran
las preocupaciones de su generación. “La relación familiar que tenemos es gracias a la
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empresa, que la ha enriquecido y los hermanos se llevan muy bien. Es lo más importante que
nos ha dado la empresa”. Se atreve incluso a decir que “la empresa es el hijo que más se
parece a ti, porque los hijos tienen parte de la madre y parte del padre, pero una empresa es el
reflejo de las virtudes y defectos del empresario. Es el fiel reflejo de uno mismo”.
Pero también reconoce que la empresa no ha tenido ni tiene sentido sin la familia y que “si la
empresa no me permitiera disfrutar de mis hijos, yo me sentiría un fracasado”. Admite el papel
clave de su mujer María en todas las etapas por las que ha pasado la empresa, reconociendo
que “tiene unas capacidades que yo no tengo, ella viene a complementar las cosas que a mí me
faltan. Tiene dotes de organización superiores a los míos, constancia, y en momentos apurados
ella se ha hecho cargo de papeles importantes; cuando se ha dado un golpe en la mesa por
alguna situación siempre he contado con ella para hacerlo y que la empresa no se nos fuese de
las manos en situaciones drásticas”.
● ● ●
Sus hijos han formado parte de la empresa desde bien
pequeños, puesto que para Juan Carmona “el éxito no es el
En 2010, INQUIBA
fue galardonada con
éxito personal mío, sino que lo alcanzaré cuando ellos
el Premio Familia
continúen con la empresa”. Como dice María Carmona, los
Empresaria de
cinco hermanos “hemos estado mamando la empresa desde
Extremadura por la
bien chiquititos” y han echado una mano siempre que era
AEEF
necesario, “incluso quedándonos sin vacaciones después de
haber estado todo el año estudiando”.
● ● ●
Juan Carmona ha cuidado mucho el proceso de incorporación de sus hijos a la gestión de la
empresa, dándoles la formación que les permitiese trabajar en la empresa en el futuro. Todos
se han iniciado en puestos básicos, para luego irse formando en áreas específicas hasta ocupar
algún puesto directivo. A partir de los 23‐24 años, los hijos se han incorporado a la función
directiva, pero no sin antes “ver el día a día y remangarse las mangas”. La planificación de la
preparación ha sido tan cuidadosa que “si mis hijos no tuvieran el oficio necesario, no hubiesen
asumido la responsabilidad que han asumido. Han ido adquiriendo responsabilidades desde
trabajos básicos”. Generalmente los hijos se iban incorporando a la dirección de un
departamento concreto con el apoyo de un directivo externo, hasta el momento en el que
podían asumir plenamente todas las capacidades de la dirección.
Aunque todo el proceso de incorporación de la segunda generación a la dirección de la
empresa estaba planificado, el proceso se vio acelerado como consecuencia de un cáncer que
sufrió Juan Carmona en 2005. Durante aproximadamente un año y medio los hijos asumieron
INQUIBA: El sueño de una familia 17
la responsabilidad de llevar la empresa sin su padre. Hoy, recuperado ya de la enfermedad se
mantiene como presidente del grupo, pensando estratégicamente en el medio y largo plazo,
pero alejado de la gestión del día a día.
En 2009, se negoció y aprobó el Protocolo Familiar, en el cual se
recoge la forma de participación de los distintos miembros de la
familia tanto en la propiedad como en la gestión de la empresa.
“En el protocolo se partía de una idea común, la empresa no podía
ser un punto de desunión, sino todo lo contrario. Había que
intentar darle a la empresa lo que necesitaba y a la familia
también, sin hacer mezclas raras”.
La aplicación de este protocolo ha llevado a que 4 de los 5 hijos trabajen actualmente en
puestos directivos de la empresa:
Juan, el mayor, ocupa la dirección general una vez que su padre ha pasado a un
segundo plano del día a día. En su momento se planteó la posibilidad de ceder la
dirección general a una persona externa a la familia y retrasar a un momento posterior
el debate sobre cuál de los hijos debía ocupar este puesto. Pero finalmente, los
hermanos optaron por confiar esta responsabilidad al primogénito.
Gonzalo dirige una de las empresas del grupo, INGRAP.
María lleva los temas de comunicación del grupo.
Ana se encarga del departamento de Recursos Humanos con el apoyo de otro director
externo mientras adquiere experiencia.
Los otros departamentos de INQUIBA y la dirección de las otras empresas están en manos de
directivos externos con alta cualificación, la mayoría de origen extremeño.
EL PRESENTE Y EL FUTURO DE INQUIBA
El año 2010 es considerado por la dirección de INQUIBA un nuevo punto de inflexión en la
historia de la empresa, al acometer un ambicioso plan de inversiones para la ampliación,
mejora y modernización de la capacidad de las instalaciones y la mejora de los procesos, como
la construcción de una sala limpia para la producción de productos de higiene personal o la
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sustitución de los almacenes tradicionales por almacenes automatizados. Con una inversión de
14 millones de euros en 2010, la capacidad de algunos procesos aumentará hasta un 200%.
Además de potenciar su presencia en el mercado nacional, la empresa trabaja en su
internacionalización. La creación de Spaintab ha sido la primera experiencia de un proceso que
preparan con la tranquilidad y la prudencia que caracterizan a la empresa.
Los altos costes logísticos hacen que no tenga sentido la exportación de los productos de
limpieza y aseo desde la fábrica de Guareña, más allá del mercado portugués. Las posibilidades
se centran en trasladar la producción a los mercados de destino o en establecer alianzas
estratégicas con socios locales. Además, tienen presente que lo que pueden exportar no es el
producto, sino “lo que sabemos de gestión de la marca blanca, el conocimiento sobre la
distribución moderna”.
Sin prisas, pero sin pausa. Antes de dar cualquier paso que implique competir en otros lugares,
la empresa se prepara y, con la ayuda de los planes de la sociedad pública Fomento de
Mercados (actualmente Extremadura Avante), acude a otros países para analizar la situación
de la gran distribución y las posibilidades de los fabricantes locales para atender las demandas
de marcas de distribuidor.
Además, su conocimiento de la marca de distribuidor y de la fabricación de envases no cierra a
la empresa la puerta de la diversificación hacia otros productos y negocios en el medio y largo
plazo. Mientras tanto,…
… el sueño continúa, porque como dice Juan Carmona “las personas, si queremos y nos
esforzamos, seremos dueños de nuestro destino”. Y desde Extremadura, se puede, porque
“somos igual de buenos o de malos que los demás”.