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LECTURA Y ESCRITURA ACADEMICAS

Profesor tutor: ALBA INES RIVERA

Terea 5. Entregar versión final del texto argumentativo


que se ha venido elaborando durante el curso.

Nombre: FLORALBA ACOSTA ORDOÑEZ


Código del estudiante: 514519_74

Mocoa/Diciembre/2019
Texto argumentativo.

El papel del juego en la educación infantil:

Cuando hablamos de juego este tiene un papel fundamental en el desarrollo integral


de los niños. La pedagogía moderna recurre a él con fines educativos, ya que es un
elemento de motivación que hace más ameno y facilita el aprendizaje. Es el principio
del “enseñar deleitando”, máxima que se acuñó tras descubrir que los niños
aprenden mejor y más rápidamente si lo hacen de una forma divertida y sin estrés.

Pero el juego no es tan solo un simple recurso didáctico, hoy en día se ha convertido
en un objetivo educativo por sí mismo. El juego no tiene que estar instrumentalizado
necesariamente, basta con que el niño juegue libremente para que aprenda. Es
importante tener en cuenta que adultos y los pequeños aprendemos como
consecuencia del juego, no jugamos para aprender.
El juego es una actitud que caracteriza casi cualquier actividad de la infancia,
relacionado directamente con el crecimiento y maduración del niño por los
siguientes motivos:

 se siente bien y se expresa con libertad.


 se relaciona socialmente con otros y en grupo.
 adquiere responsabilidades y capacidad de juicio.
 se integra en el mundo adulto.
 conoce características de su propia cultura.
 transforma la realidad y explora el mundo que le rodea.
 desarrolla la imaginación y la creatividad.
Según Josué Llull, profesor de la Universidad de Alcalá y autor de “El juego infantil
y su metodología”, la actividad lúdica contribuye al desarrollo de 6 aspectos
fundamentales de la personalidad del niño:
Físico-motor: aumenta la fuerza y el desarrollo muscular, además de ayudar a la
sincronización de movimientos, mejorando la precisión gestual y el lenguaje.
Intelectual: facilita la comprensión de situaciones, la anticipación de
acontecimientos, la resolución de problemas y la elaboración de estrategias.
Creativo: estimulando la imaginación, el pensamiento simbólico, y desarrollando
habilidades manuales.
Emocional: potenciando la asimilación y maduración de las situaciones vividas,
ayudando a superar aquellas de carácter traumático.
Social: aprendiendo las reglas de convivencia y participando en situaciones
imaginarias creadas y mantenidas colectivamente.
Cultural: imitando modelos de referencia del contexto social en que se desenvuelve
la vida cotidiana, que dependerá de factores como la zona geográfica, las
condiciones climáticas o la época histórica.
La metodología de la mayoría de las escuelas infantiles de hoy en día se inclina por
una pedagogía más libre, que no fuerza a los pequeños en su desarrollo, si no que
utiliza el juego y las actividades lúdicas como herramienta principal para el
desarrollo de su inteligencia.

Cuando se tiene niños en la escuela el maestro debe tener prioridad en el juego


porque, al incluirse el juego en las actividades del aula se les va enseñando que
aprender es fácil y divertido y que se pueden generar cualidades como la
creatividad, el deseo y el interés por participar, el respeto por los demás, atender y
cumplir reglas, ser valorado por el grupo, actuar con más seguridad y comunicarse
mejor, es decir, expresar su pensamiento sin obstáculos (Espinel,2017).

Muchos padres consideran una pérdida de tiempo que en los centros escolares se
dedique gran parte de la jornada a jugar. Se preguntan cuándo aprenden sus hijos
si se pasan el día jugando. No saben que precisamente el juego es la herramienta
pedagógica más potente en el aprendizaje de sus hijos y que a través de él llegan
a conocer mucho más de lo que parece.

Sin duda de que la estructura social ha cambiado mucho en las últimas décadas y
con ello, la infancia. Esto nos ha llevado a entender a los niños como pequeños
adultos. Para los mayores, el juego es una actividad de ocio y tiempo libre mientras
que el trabajo es una actividad obligada y necesaria. Pensamos que nuestros hijos
deben aprender de la misma manera.

Consideramos que las horas lectivas son para trabajar tal y como nosotros
entendemos el trabajo. Y, por el contrario, el juego es una actividad exclusivamente
reservada a las horas de patio para que los niños se despejen y se distraigan.

Sin embargo, es imposible concebir al niño de Educación Infantil soportando una


jornada completa sentado en su silla, escuchando las explicaciones del profesor y
que además haga todos los ejercicios que se le plantean. Para llegar a ese punto
tiene que haber un desarrollo previo que abarca conocer el mundo que le rodea,
aprender a interpretarlo, relacionarse con él y adquirir una serie de habilidades y
destrezas. Todo ello, en conjunto, es el desarrollo de la inteligencia del niño.

Primero tenemos que saber que la manera en que los niños entienden y profesan
la realidad es diferente de la del adulto. Hace años que se dejó de pensar en el niño
como un solo receptor de conocimientos. Tiene su propio rol en este proceso, es el
protagonista, porque es él quien realmente va fundando su propio aprendizaje
mediante el juego. Y ese juego va evolucionando en función de su desarrollo
madurativo. Al inicio, de los primeros años, se centra más en el plano motor, se
basa en el movimiento. Poco a poco va adquiriendo un carácter más simbólico y
social hasta llegar a los juegos reglados.

El niño aprende únicamente aquello que capta su atención y despierta en él un


interés. Además, tiene la necesidad de desarrollarse en los distintos ámbitos, tanto
en el intelectual, como en el social, físico, emocional, etc. Lo consigue a través del
juego, que se convierte en su principal actividad en la etapa infantil. Por eso los
maestros lo utilizan de manera planificada, estructurada e intencionada como
método de enseñanza y aprendizaje.

Además de lograr que el niño aprenda los diferentes contenidos establecidos,


contribuye al desarrollo de habilidades y destrezas necesarias para futuros
aprendizajes, el desarrollo de estrategias y la formación de actitudes y valores.
Referencias

 Innovación en formación profesional. (2019). La importancia del juego en la


educación infantil. Recuperado de https://www.ifp.es/blog/la-importancia-
del-juego-en-la-educacion-infantil

 MORILLO, T. (2015). FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN,


GRADO EN MAGISTERIO DE EDUCACIÓN INFANTIL. El juego en la
Educación Infantil. Recuperado de
https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/41473/Zapata_Morillo_Teresa
.pdf;jsessionid=6451BDA342B7F9959DA9A9243CA20B9C?sequence=1

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