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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Bicentenaria de Aragua


Vicerrectorado Académico
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Derecho

Trabajo de investigación unidad IV Criminalística

Autora

Br. Aranxa Gabriela Palmeri Casañas

C.I. 28.316.874

Prof. Elías Azuz Tortolero

San Joaquín de Turmero, 14 de diciembre de 2019.


Índice
Introducción
Historia del guantelete de parafina. Factores que llevaron a la eliminación de
este método en los procesos penales.

Guantelete de parafina, test de González, prueba de Lunge, prueba de la parafina o


parafinoscopia son los nombres dados a un conjunto de complejos análisis empleados
con el fin de detectar restos de pólvora en las manos de supuestos delincuentes.

La prueba de la parafina es un test muy poco usado porque en muy pocos casos se
dan las circunstancias necesarias para su aplicación. En este sentido, el método solo
tiene utilidad si la muestra se obtiene al máximo dos horas del hecho delictivo. De
otra manera no tendría sentido practicarlo pues la contaminación lo haría inservible
ante cualquier tribunal.

Se le denomina prueba de la parafina porque se utiliza la parafina para crear una


especie de guante sobre la mano del sospechoso, en donde quedan aislados los restos
de pólvora, compuestos por nitratos, nitritos, bario, plomo y antimonio.

Ese guante de parafina es posteriormente analizado en un laboratorio, en el que con


un reactivo se determina la presencia de nitritos y nitratos y los especialistas elaboran
un informe con los porcentajes de dichas sustancias químicas. Aunque el método sí
puede servir para orientar una investigación, en casi ningún caso se extraen
conclusiones definitivas.

Esto en base a que aún con las más modernas técnicas resulta imposible distinguir en
la mayoría de los casos si el origen de esos componentes viene de la pólvora o de
cualquier otra sustancia. Muchas personas pueden tener restos de estas sustancias,
empezando por los fumadores. Pero también se pueden tener trazas de nitratos,
nitritos, bario, plomo y antimonio por manipular ciertos alimentos, cosméticos,
medicamentos, drogas, impresoras, computadoras o fluidos corporales como la orina
y las heces.
En este sentido, se dice que la prueba resulta inespecífica, pues no confirma la
presencia de pólvora, sino los elementos como los nitritos y nitratos que la
constituyen, así como a otras muchas sustancias oxidantes.

Fue un doctor cubano llamado Gonzalo lturrioz quien empleó por primera vez en
1913 la prueba de la parafina para determinar si alrededor del orificio de entrada de
una bala existían partículas de nitrato. El mencionado médico intervino como experto
en el homicidio cometido contra el general Armando de la Riva, quien era en ese
entonces jefe de la policía de La Habana.

A partir de allí, en el año 1922, una revista de medicina legal muy popular en Cuba
publica un artículo del médico forense José Fernández Benítez acerca de las manchas
producidas por los disparos de armas de fuego. Es allí donde aparece la primera
referencia sobre la prueba realizada por Iturrioz en una investigación científica. En el
documento el autor promueve el uso de la parafina para captar los nitratos y nitritos
en la mano de un sospechoso de haber disparado un arma de fuego, a diferencia del
doctor Gonzalo Iturrioz quien la aplicó sobre el orificio de entrada de la bala. Así es
como Fernández Benitez modifica la técnica empleada por Iturrioz al crear el guante
de parafina.

Posteriormente, en 1931 un perito mexicano de identificación criminal llamado


Teodoro González Miranda logra mejorar la técnica y la lleva a Estados Unidos para
realizar las primeras demostraciones. A partir de entonces la prueba de la parafina es
bautizada en Norteamérica como el Test de González.

Como en la técnica se utiliza como reactivo una solución de difenilamina y ácido


sulfúrico creada por un químico alemán llamado George Lunge, en Europa esta
técnica es conocida como la Prueba de Lunge.

¿Qué factores llevaron a la eliminación de la prueba de la parafina en los procesos


penales?
En 1935, la Oficina Federal de Investigaciones de los Estados Unidos señaló que la
prueba no era específica y tenía reservas sobre su uso. Posteriormente, otras
evaluaciones de la técnica demostraron que era completamente poco confiable como
indicador de FDR.

En 1964, en el primer seminario de Aspectos Científicos del Trabajo Policial


celebrado en París por la INTERPOL se consideró a la parafinoscopia un método
muy poco específico como para ser utilizado como evidencia probatoria y se
recomendó eliminar su uso en los procesos judiciales.

En el diario El Mundo de Caracas fue publicado un artículo el17 de marzo de 1964


donde se sostenía que en la práctica encontraban esta prueba poco digna de crédito,
ya que es común obtener resultados positivos cuando no se ha usado una arma, y
negativos cuando efectivamente se ha usado.

Igualmente, en 1966 durante la 18° reunión anual de la Academia Americana de


Ciencias Forenses fue presentada una investigación que terminó derribando por
completo al método de la parafina. En ella se detalló que no existía una relación
significativa para determinar quién había disparado o no un arma de fuego.

En el mismo orden de ideas, experimentos realizados por el Laboratorio Federal de


lnvestigación de Washington demostraron que se trataba de una prueba peligrosa,
pues son muchas las causas de error producidas por cuerpos nitrados ajenos a la carga
propulsora de un arma.

En base a lo anteriormente expuesto se puede evidenciar que el mayor obstáculo para


el guantelete de parafina es el argumento químico. Se sabe que el reactivo a base de
difenilamina produce reacción positiva por el nitrato de las pólvoras. Pero sucede lo
mismo ante fertilizantes, orina, medicamentos, detergentes, tabaco, tierra. etc.

Sin embargo, es conveniente advertir, que en la investigación policial del delito se


trabaja con medios de orientación y también con técnicas de certeza. De lo cual se
infiere la utilidad que sigue teniendo en la pesquisa la llamada Prueba de la Parafina.
Por esta razón no es posible afirmar categóricamente que la prueba es válida o que es
inútil; que debe ser dicho con énfasis que poco se puede concluir acerca de esta
prueba sin la necesaria experiencia y sin tests cuidadosos en condiciones variables y
que no es improbable que el método sea útil cuando todos los factores pertinentes son
considerados.

Física comparativa: Análisis de trazas de disparo como método de certeza en


criminalística y el proceso penal.
Conclusión
Bibliografía

Manual de Introducción a la Criminalística. Primera Edición PORRUA. S.A. Ave.


República Argentina. México. 1977).

Manual de Criminalística-Preservación y Manejo de las Evidencias Físicas". Monte Avila


Editores, C. A. Caracas, Venezuela, 1973).

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