542. Concepto de las obligaciones legales.– La ley es, sin
duda, la fuente mediata de todas la obligaciones. El contrato engendra obligaciones porque la ley ha re- conocido al acuerdo de voluntades la potestad de generar- las; las produce el hecho ilícito porque la ley ha dispuesto que se indemnicen los daños dolosa o culpablemente cau- sados. Pero, tradicionalmente, se denomina obligaciones lega- les aquellas que no reconocen como causa generadora nin- guna otra fuente. Forman una especie de residuo en que se comprenden diversas obligaciones que no logran encon- trar cabida en otras categorías155. Las obligaciones legales, de acuerdo con los términos del art. 578, nacen de “la sola disposición de la ley”. La ley es un antecedente único, directo, inmediato.
543. Carácter excepcional de estas obligaciones.– Las
obligaciones legales tienen un carácter excepcional: requie- ren un texto expreso de la ley que las establezca. Este carácter aparece manifiesto en el art. 2284. Las obli- gaciones no convencionales nacen de un hecho voluntario o de la ley; “las que nacen de la ley se expresan en ella”.
155 Planiol, ob. cit., t. II, Nº 830.
349 350 Ramón Meza Barros
544. Algunas obligaciones legales.– El derecho de fami-
lia es fuente fecunda de obligaciones legales. Tales son, por ejemplo, las que median entre cónyuges, “entre los padres y los hijos de familia”, los alimentos que se deben por ley a ciertas personas. De la misma especie son las obligaciones que generan cierta clase de accesión o la vecindad de los predios. Fuera ya del campo del derecho civil, se destaca, por su importancia excepcional, la obligación legal de pagar im- puestos o contribuciones.
545. Fundamento de las obligaciones legales.– Las obli-
gaciones legales tienen su fundamento en superiores con- sideraciones de interés colectivo. Se percibe nítidamente este fundamento en las obligacio- nes genéricamente denominadas cargas de familia, que tien- den a preservar la vida, a conservar los bienes, a procurar educación a una persona que no puede bastarse a sí misma. Para Planiol, todas las obligaciones legales se resumen en un solo principio, de que son simples aplicaciones: ne- minen laedere, no dañar sin derecho a otro156.