Sunteți pe pagina 1din 2

DERECHOS DEL COMERCIANTE EXTRANJERO

Los derechos y privilegios del comerciante se encuentran en correlación con sus obligaciones, siendo los
siguientes:

• Derecho de asociación para ser miembro de la Cámara de Comercio

• Derecho exclusivo de uso y explotación del nombre y marca comercial.

• Derecho de explotación exclusiva de un invento y sus mejoras a través de las patentes

• Derecho de uso y explotación exclusiva de avisos comerciales originales para publicitar su negocio o
calidad mercantil

• Derecho a realizar operaciones bancarias, de seguros y fianzas.

• Derecho a obtener declaración de suspensión de pagos, permitiéndosele administrar su negocio con


vigilancia del síndico, sin que durante el concurso mercantil pueda exigírsele coactivamente el pago de
sus deudas.

• Derecho a obtener quita o espera de sus deudas por convenio con la mayoría de sus acreedores en el
concurso mercantil.

• Derecho a estar exento de pago de impuestos si es comerciante cumplido con deberes fiscales.

• Derecho a obtener permiso de importación o exportación dependiendo del volumen de mercancías


adquiridas en años anteriores.

• Derecho de Prórroga para celebrar contrato de arrendamiento si está al corriente en el pago de la renta.

BENEFICIOS DEL COMERCIANTE EXTRANJERO


Busca la eficiencia, el mejor aprovechamiento de los recursos y la mejora económica

Disminuye los costes de producción

Extiende la variedad de bienes y servicios con los que comerciar

Facilita la buena comprensión entre los países

Incrementa la cantidad de empleos disponibles en un lugar determinado

Optimiza la adecuada gestión de los productos excedentes

DISTINCIONES DEL COMERCIANTE EXTRANJERO


• Tener capacidad para ejercer el comercio

• realizar los actos de comercio en nombre propio

• realizar los actos de comercio habitualmente

¿CÓMO SE ADQUIERE Y CÓMO SE PIERDE LA CALIDAD DE COMERCIANTE?


El primer inciso del artículo 5 del Código de Comercio, dice textualmente:
"Todos los que se dedican al comercio, una vez que tengan la calidad de
comerciantes, según la Ley, están sujetos a la jurisdicción, reglamentos y legislación comercial"
En la definición de comerciante contenida en el artículo 1 del Código de Comercio se dice así:
“La Ley reputa comerciante a todos los individuos que, teniendo capacidad legal para contratar, se han
inscripto en la matrícula de comerciantes y ejercen de cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello
su profesión habitual.
El cumplimiento de los requisitos del artículo 1 del Código de Comercio, es una cuestión de hecho: ante
cada caso concreto, quien invoca la calidad de comerciante
debe probar la existencia de cada una de las condiciones requeridas por el artículo 1, siendo la más
importante, la realización habitual y profesional de actos de comercio.
No obstante, el artículo (del Código de Comercio) si se entiende vigente – estableció una presunción para
los inscriptos en el Registro nacional de Comercio, en cuyo caso no sería menester que el comerciante
probase el ejercicio de actos de comercio. El artículo 39 dispone:
“se supone el ejercicio habitual del comercio para todos los efectos legales, desde
la fecha de la inscripción en la matrícula de comerciantes”.
Pueden existir otras pruebas. Así por ejemplo, si una persona tiene un comercio abierto y vende
mercaderías al público, ello puede ser objeto de prueba testimonial
Así como se adquiere la calidad de comerciante por la presentación conjunta de una serie de condiciones,
cuando alguna de ellas desaparece, también, desaparece esa calidad. Si el comerciante es deviene
incapaz, cesa de ser comerciante. Si el comerciante es declarado en quiebra, debe cesar en su actividad
de comerciante, pues la Ley establece la incapacidad de los fallidos para el ejercicio del comercio. Si el
comerciante deja de realizar actos de comercio en forma profesional, termina su carácter de comerciante.
En este caso, será cuestión de hecho determinar cuando dejó de
serlo puesto que, en general, la actividad se deja en forma gradual.
Por otra parte, un comerciante puede resolver poner fin a su actividad comercial y cierra su comercio,
pero quedan siempre operaciones pendientes de liquidación, como ser
el pago de cuentas, el cobro de deudas, la venta de instalaciones o de la mercadería sobrante. Puede
entenderse que el comerciante sigue siéndolo hasta que finalice esas operaciones. A nuestro criterio,
cuando se cierra el establecimiento, cesa la actividad comercial profesional y el comerciante pierde su
calidad de tal porque deja de realizar actos de comercio. Por ejemplo, deja de comprar para revender;
se limita a cobrar deudas y a vender los bienes de su establecimiento. De manera que saber cuándo
una persona comienza a ser comerciante o cesa de serlo, será cuestión de hecho, puesto que ni el
comienzo ni la paralización se agotan en un solo acto sino que suponen un desarrollo o paralización
paulatina.
Advertimos que el comerciante fallecido y el que dejó de serlo, pueden ser declarados en quiebra, a pesar
de que ya no son comerciantes y siendo la quiebra un proceso específico para comerciantes; pero se trata
de normas de excepción por las cuales se extiende la aplicación del estatuto de la quiebra, en tutela de
los acreedores.
Si el comerciante clausura su actividad pero mantiene su inscripción en el Registro Nacional de Comercio,
tal inscripción crearía una presunción de que ejerce actos de comercio.

S-ar putea să vă placă și