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¿
sistema, por muy inestable que sea
DELGADO 2007: 88. cacionales, constituyen entonces el
Puede afirmarse que los medios y objeto de estudio. El trabajo de investi-
el conjunto de las actividades de gación se localiza en los siguientes paí-
información y comunicación mantie- ses: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
nen márgenes significativos de auto- Colombia, Ecuador, México, Paraguay,
nomía respecto de los poderes fácti- Perú, Uruguay y Venezuela.
cos, formales e informales, cuando su En un trabajo anterior, publicado
estructura de propiedad revela altos en el libro Periodistas y magnates (Mas-
niveles de concentración? ¿Es inocua trini y Becerra 2006), hemos corrobo-
esa concentración en el contexto de rado los niveles de concentración exis-
una región que se caracteriza por los tentes en las industrias infocomunica-
limitados accesos de los ciudadanos a cionales de la región comparando país
los bienes y servicios de la informa- por país y presentando un marco de
ción, que son los que vertebran en teorías y metodologías que avalaban
buena medida las noticias y las con- la realización del estudio. El método
cepciones que las poblaciones latinoa- empleado, conocido como “razón de
mericanas construyen sobre su coti- concentración” (CR4, por sus siglas en
dianidad? inglés: Four Firm Concentration
Teniendo en cuenta la trascenden- Ratio) permite obtener indicadores de
cia de estos interrogantes, el presente concentración de los cuatro principa-
artículo tiene como propósitos princi- les actores en cada una de las diferen-
pales identificar la estructura del sec- tes industrias infocomunicacionales
tor de la cultura y la información estudiadas, con la consiguiente pro-
industrializadas; revelar el acceso ducción de indicadores que describen
social a ese sector y cuantificar los situaciones y promedios más allá de
procesos de concentración de los prin- los heterogéneos universos que for-
cipales actores que protagonizan estas man parte del estudio (países de esca-
industrias, entendiendo el rol medu- las muy diferentes, industrias de
lar que desempeñan en la construc- desarrollos absolutos y relativos muy
ción y reproducción del entramado distintas).
Elaboración propia.
prendan las enormes diferencias entre articulan, a su vez, con una de las
los países investigados. El índice de sobresalientes características de Amé-
desarrollo humano permite, más allá rica Latina como la región más desi-
de sus falencias, realizar un anclaje gual del planeta, con las diferencias
sobre la heterogeneidad de estos paí- más amplias entre sus sectores de
ses, para hallar una metodología que altos y bajos ingresos y las brechas
permita comparar situaciones tan socioeconómicas más pronunciadas.
disímiles. Un aspecto medular que debe acla-
Este panorama de amplia hetero- rarse tiene que ver con el tipo de
geneidad en la composición demográ- coyuntura singular que atravesaban
fica y económica regional, combinado muchos de los países latinoamerica-
con la tendencia al crecimiento econó- nos estudiados en el año 2004, fecha
mico de las grandes cuentas naciona- de referencia del presente trabajo: la
les y con distintos procesos políticos transición política de la región se
del interior de cada nación, son deter- encaminaba hacia la elección de
minantes en la estructuración del sec- gobiernos de nuevo signo, que prota-
tor infocomunicacional al que el pre- gonizarían –a partir de los siguientes
sente trabajo se aboca. Las determina- años– procesos de ruptura con las tra-
ciones contextuales e históricas se diciones de administración estatal sig-
nadas por crisis y discontinuidades de los contenidos que reciben los ciu-
políticas, tanto en Bolivia como en dadanos.
Ecuador. En Brasil, México, Argenti- Una organización de los grupos en
na, Colombia y Chile se produciría función del sector en que originaron
una continuidad entre gobiernos del sus actividades permite discernir dos
mismo signo y en el Perú habría una grandes conjuntos: por un lado, el de
alternancia sin grandes sobresaltos. los grupos que provienen del campo
En el marco de la heterogeneidad de las telecomunicaciones, como
regional actúan corporaciones (como Telefónica (España) o Telmex (Méxi-
Telefónica o Telmex) que logran inser- co); por otro lado, el de los grupos
tarse en escenarios reglamentarios cuyos comienzos se registran en los
confusos y, en muchos casos, obsole- medios de comunicación tradiciona-
tos, y que disputan los mercados info- les como la televisión (Televisa de
comunicacionales. La diseminación México; Globo de Brasil; Cisneros de
regional de estos actores corporativos Venezuela) o la prensa escrita (Clarín
debe ser apuntada como otro de los de la Argentina; Prisa de España;
elementos que permiten realizar una Edwards/Mercurio de Chile). La sepa-
aproximación analítica al panorama ración en esos dos conjuntos es útil
infocomunicacional de la región. Los
para comprender algunas de las ten-
grandes grupos de comunicación que
siones que se producen entre ellos y
actúan en América Latina han explo-
con las autoridades de regulación, y
tado las singulares características de
para analizar su comportamiento cor-
la región, la ausencia de políticas esta-
porativo.
tales de servicio público en el sector
de las comunicaciones y la falta de En efecto, los grupos predominan-
controles antimonopólicos, entre tes en el sector de telecomunicaciones
otros aspectos que distinguen la tradi- cuentan en su haber con el control de
ción reglamentaria latinoamericana las redes de distribución y con las
de la europea o de la norteamericana, infraestructuras que resultan estraté-
por ejemplo. Capitalizando estas con- gicas para la diseminación de los
diciones, los grupos de comunicación datos y contenidos del resto de las
aceleraron los procesos de concentra- actividades convergentes. Pero es pre-
ción infocomunicacional en la región cisamente esa cultura de las telecomu-
latinoamericana desde hace casi dos nicaciones la que en ocasiones obsta-
décadas, a punto tal que los principa- culiza (por razones reglamentarias o
les grupos son –de facto– los dueños por características de los mercados)
de las unidades de producción, su inserción en el sector de las indus-
almacenamiento, comercialización y trias culturales abocadas a la produc-
distribución de más del 80 por ciento ción de contenidos.
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Prensa Radio Televisión TV de pago Telefonía B Móviles
Elaboración propia.
Como ilustra el gráfico precedente, sente estudio cuenta con datos más fia-
que discrimina la comparación entre el bles y verificados del 2004 que del
2000 y el 2004 en distintas industrias 2000, por lo que entendemos que, en
consideradas en el estudio, el prome- rigor, este notable incremento está
dio de incidencia de las cuatro prime- basado en la subestimación de las
ras empresas por dominio de audien- cifras de concentración en la industria
cias o mercados creció a nivel regional de la radio el 2000. No obstante, la ten-
en el caso de la prensa escrita (del 62 dencia al aumento de los índices de
por ciento el 2000 al 67 por ciento el concentración se extiende hacia
2004); de la radio (del 31 por ciento el muchas otras actividades. La subordi-
2000 al 70 por ciento el 2004); de la tele- nación del movimiento de estos merca-
fonía básica o fija (del 93 por ciento el dos a los operadores dominantes expli-
2000 al 95 por ciento el 2004); y de la cita, con estos indicadores, la falta de
telefonía móvil, que además fue el espacios reales de incidencia por parte
mercado de mayor expansión en tér- de actores de tamaño medio o media-
minos comparativos por acceso y por no. El crecimiento de la concentración
facturación (del 83 por ciento el 2000 al implica, pues, una retracción directa-
99 por ciento el 2004). Si bien en el caso mente proporcional de la capacidad de
de la radio el incremento es asombro- que otros actores u operadores incidan
so, su explicación se debe a que el pre- en los mercados señalados.
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Argentina
Brasil
Colombia
Chile
Ecuador
México
Paraguay
Perú
Uruguay
Venezuela
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América Latina
Televisión Promedio
Elaboración propia.
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Prensa Radio Televisión TV de pago Telefonía B Móviles
Elaboración propia.
Evolución de la concentración por mercados por país, promedio de los cuatro primeros
operadores, 2000-2004
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Argentina
Bolivia
Brasil
Colombia
Chile
Ecuador*
México
Paraguay**
Perú
Uruguay
Venezuela
Promedio
América Latina
2000 2004
* Sin datos.
** Sin datos del 2000.
Elaboración propia.
De este modo, se advierte que en la tración de más de los dos tercios del
evolución del índice de concentración mercado por parte de las primeras
por mercados y audiencias, por país, cuatro empresas.
en los cuatro primeros operadores, Por otro lado, en la evolución del
Chile registra el indicador más alto índice de concentración del primer
para el 2004, y el mayor de los incre- operador por mercados y audiencias,
mentos en la región. También Para-
por país, destacan México y Uruguay,
guay y Venezuela exhiben niveles
con indicadores más altos, en ambos
muy elevados de concentración (aun-
casos superando el 50 por ciento de
que en el caso venezolano, como se
dominio de mercado por parte de la
aclaró, la disposición de datos no per-
primera empresa, pero también Para-
mite sostener un registro asertivo).
guay, Perú, Ecuador y Chile presentan
Visto el promedio general y los datos
registros muy elevados.
de cada país, resulta imposible soste-
ner que el nivel de concentración es La tendencia a la concentración se
“bajo” o “moderado” en alguna de las ha mantenido estable o bien se ha
repúblicas latinoamericanas. De incrementado y el dominio del primer
hecho, más allá de los países mencio- operador oscila entre un promedio
nados en este párrafo, el resto tam- del 30 por ciento (Argentina) a casi el
bién supera holgadamente la concen- 60 por ciento (México).
Evolución de la concentración por mercados por país, promedio del primer operador
2000-2004
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Brasil
Colombia
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Ecuador*
México
Paraguay*
Perú
Uruguay
Venezuela
Promedio
América Latina
2000 2004
* Sin datos del 2000.
Elaboración propia.
dos diversos. En efecto, parte de las Por otro lado, tampoco existen ante-
estrategias desarrolladas en políticas cedentes —como sí ocurre en vastas
de comunicación y cultura en Europa regiones del mundo desarrollado— de
se sitúan en este plano, al establecer sistematización de los vínculos eco-
cuotas de pantalla y de contenidos nómicos del Estado con los medios (in-
para estimular la diversidad, a la vez cluso escritos), de tal modo que pue-
que implementan restricciones a la dan promoverse expresiones alternati-
concentración de la propiedad cruza- vas a las del statu quo mediático e info-
da, por ejemplo. comunicacional. La demanda de trans-
Pero la realidad latinoamericana parencia en el manejo de los recursos
combina, potenciando sus efectos, públicos, que forma parte de las más
tanto la limitación en el acceso de las elementales cualidades de una demo-
sociedades a los productos infocomu- cracia, corre el serio riesgo de transfor-
nicacionales (con la notable excepción marse en una retórica cuando solo es
de la radio y la televisión, cuyo acceso dirigida al estamento político pero se
y consumo se presume “gratuito”, ya exime a los medios de comunicación y
que no implica un pago directo de las al conjunto de las industrias culturales
audiencias* como la alta concentración de la misma exigencia.
de la propiedad y gestión del circuito Otro motivo que interviene en la
de producción de esos productos. singular estructuración infocomuni-
Algunos procesos centrales concu- cacional latinoamericana es la ausen-
rren para posibilitar las condiciones de cia de servicio público audiovisual
consolidación del panorama descrito propiamente dicho en la región. Sos-
en la región: por un lado, América La- tienen Daniel Hallin y Paolo Mancini
tina arrastra una tradicional debilidad que “América Latina, hasta el momen-
de los poderes públicos para disponer to, ha sido la única región del mundo,
reglas de juego ecuánimes que garan- exceptuando América del Norte,
ticen el acceso de los diferentes secto- donde la radiodifusión se ha desarro-
res sociales, políticos y económicos a llado como un proyecto fundamental-
la titularidad de licencias (cuya admi- mente comercial” (2007: 93).
nistración, legalmente, realiza el Esta- De modo tal que a los procesos de
do) de radio y televisión. concentración horizontal o monome-
* No obstante, el pago se realiza por vías indirectas, ya que los servicios audiovisuales son
financiados por un conjunto de opciones como la publicidad (que implica entonces que
los consumidores de productos de consumo masivo participan de la cadena que indirec-
tamente sostiene parte de los costos de producción audiovisual), eximición de impuestos,
regímenes de promoción y ayudas estatales (es decir, impuestos generales solventados
con el aporte de los ciudadanos).
OEA (2004). “Informe anual de la Rela- PICARD, Robert y James WINTER (1988).
toría para la Libertad de Expresión Press concentration and monopoly, new
2004”. Organización de Estados perspectives on newspaper ownership
and operation. Norwood, NJ: Ablex.
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cidh.org/Relatoria/showarticle.asp?a SILVERSTONE, Roger (1996). Televisión y
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