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LAS GUERRAS MUNDIALES: HACIA LA CONTIENDA

IDEOLÓGICA Y EL MARCO DEL SISTEMA INTERNACIONAL


CONTEMPORÁNEO.

HECTOR MAURICIO NIETO PALENCIA


D 6903584

DOCENTE
DR. JUAN CARLOS SANCHEZ SIERRA

UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA


FACULTAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA
RELACIONES INTERNACIONALES Y ESTUDIOS POLITICOS
HUMANIDADES I
BOGOTÁ, D.C.
2017
¿Qué papel jugaron las ideologías para orientar a las masas a involucrarse
en guerras totales donde defendían los intereses económicos
de los sectores que en cada país se fortalecían como burguesías poderosas?

No puede haber una cuestión más central en los estudios sobre la guerra y el terrorismo
que la que búsqueda de la raíz del conflicto humano y de sus causas más fundamentales.
Al hacerlo, la sociedad moderna ha cultivado numerosas hipótesis populares, cada una
de las cuales ha sido escrita a fondo y discutida críticamente: el nacionalismo, la etnicidad,
la codicia, el agravio, la pobreza y el papel de los recursos naturales, en especial los
combustibles fósiles, específicamente como una variable explicativa. Otro factor, la
ideología, ha permanecido persistentemente como la "oveja negra" del análisis del
conflicto, incluido en la lista con una cierta incomodidad y controversia en cuanto a la
propiedad de su consideración en un campo científico social.

Un solemne respeto por las ideologías, las convicciones filosóficas y los caracteres
morales individuales de las poblaciones y sus líderes era una característica esencial del
temprano estudio sobre el conflicto humano por historiadores de la antigua Grecia. Con
el progreso de la ciencia social moderna, ha llegado una concepción más fría y más seca
del conflicto como resultado de los disturbios sociales subyacentes, con referencias
clínicas persistentes al inicio, síntomas, duración y terminación del conflicto.
Desafortunadamente, esto ha llegado al punto de una comprensión constantemente
marginada y disminuida del papel de la mente en el conflicto humano. (Siemprehistoria,
2017)

Aunque algunos partidarios de la denominada hipótesis de "fin de la ideología" afirman


que los conflictos modernos están menos embellecidos por las motivaciones ideológicas
de lo que eran en un tiempo, parecería que un cambio tan fundamental en la naturaleza
humana sería menos una explicación alternativa. Un cambio cultural en el tratamiento
académico y periodístico del conflicto, con perspectivas divididas entre quienes ven a los
actores en conflicto como mercenarios, pueblos naturalmente violentos apenas afectados
por ideas cuyas motivaciones ideológicas triunfan sobre factores externos en la
determinación de sus acciones y comportamiento. (Kennedy, 2004)

Esta falsa dicotomía, que la ideología es explícita, lógicamente consistente y


vehementemente sostenida o, alternativamente, inexistente, sólo puede ser resuelta si se
llega a una comprensión racional y objetiva de la naturaleza y manifestación de la
ideología, que incorpora su papel modelando la facultad interpretativa del pensamiento
humano, tanto en lo que respecta a su contenido como a su modo, así como la motivación
y la estrategia que influyen en la iniciación, el sustento y la resolución del conflicto
humano.

A medida en que una teoría determinada intenta descartar la ideología como fuerza
motriz en las decisiones y acciones de un hombre o grupo con factores externos es hasta
qué punto ignora los procesos fundamentales de la cognición humana: identificación,
integración y evaluación. Cualquiera que sea el factor externo, ya sea un valor material,
desigualdad, raza o cualquier otro, no puede impulsar el conflicto o ningún otro resultado
social en ausencia de la función evaluativa que la mente debe realizar antes de que sea
posible cualquier acción humana. Es a través de sus principios y afirmaciones que una
cultura, ya sea el pueblo o sus líderes políticos, llevará a cabo esta evaluación de su historia
para llegar a una comprensión de dónde se encuentra actualmente y cómo llegó allí.
(Vargas & Escobar, 2014)

Las ciencias sociales, sin embargo, están repletas de la influencia filosófica del
determinismo ambiental, haciendo énfasis en el poder de las fuerzas externas sobre la
acción humana. La política comparada y el estudio de los conflictos, ya sea a través de un
enfoque en los detalles concretos de la codicia, agravio, nacionalismo, etnicidad, recursos
o instituciones, no está inmune a esta tendencia. Como señalan Kissane y Sitter (Kissane
& Sitter, 2006) "La literatura es indiscutiblemente buena en identificar los factores
subyacentes que hacen a las sociedades propensas a la violencia, pero débiles al identificar
factores catalíticos. A este respecto, a menudo se asume que los factores materiales
influyen en la política, y no en el sentido contrario".
Aunque es cierto que cada uno de esos factores ha desempeñado un papel crucial en la
paz y la guerra, si descuidan explicar cómo tales factores externos están
fundamentalmente sustentados por un marco ideológico animador que determina cómo
una sociedad llega a interpretarlos, a identificarse, a evaluar sus circunstancias, a fijar sus
metas y a decidir sus acciones.

Del mismo modo, la presencia de agravios, en cuanto a la exclusión política, la


desigualdad económica, sugiere que una parte se siente de alguna manera lesionada,
traspasada o prohibida por otra. Para afirmar tal queja requiere un marco normativo
fundamental, un concepto de los derechos políticos que ofrece una cierta visión de una
alternativa deseada. Los poderes políticos a través de la Edad Media gobernaron sin
temor a los levantamientos como las revoluciones americana y francesa porque el
concepto sobre el cual se basaban esos conflictos -el de los derechos del hombre- era
oscuro, si no ausente, en el sentido en que ahora concebimos los derechos, de gran parte
de la civilización occidental antes de la Ilustración. (Siemprehistoria, 2017)

La competencia a menudo brutal por el poder entre las élites era un hecho siempre
presente de la vida y causa de conflicto, pero el agravio popular en el sentido en que hoy
se estudia se basa en sistemas modernos de valores morales y políticos normativos,
valores ideológicos, ausentes de gran parte de la historia.

Las disputas étnicas y nacionalistas proporcionan un claro ejemplo de la influencia de la


ideología, y una en la que la mayor parte de la erudición en el análisis de conflictos
reconoce sus efectos. Los conceptos de "nación" y "etnicidad" son creados e idealizados
por el hombre con poca o ninguna sustancia metafísica, simplemente una mezcla anti-
conceptual de raza más tradición, haciéndolos maleables a discreción del grupo, sujetos
a redefinición, y totalmente ideológico.

Incluso en la disputa más aparentemente concreta sobre los recursos materiales, la mente
del hombre juega un papel decisivo, manteniendo un método epistemológico de entender
el conflicto y sus particularidades, la creencia en la negación de la existencia de los
derechos de propiedad y un concepto del papel apropiado de la fuerza física en el arreglo
de disputas. Por lo tanto, fundamentalmente, la ideología no compite por la exclusividad
con las otras fuentes hipotéticas de conflicto. Más bien, en virtud de su naturaleza dual
como" una manera del contenido del pensamiento, puede verse como un marco previo,
a través del cual todas las demás causas son interpretadas por los actores involucrados,
periodistas, académicos y la comunidad internacional.

Un ejemplo claro es la confusión en la opinión popular sobre el objetivo final de la guerra


en Irak. ¿La guerra tenía por objetivo eliminar una amenaza a la seguridad de los Estados
Unidos, o traer libertad y democracia al pueblo iraquí? En este y muchos otros ejemplos
recientes, se ve la persistente influencia del progresismo en el espectro político en el
mundo. En diversos grados, elementos del pensamiento progresista de la política exterior
se han incorporado en prácticamente todos los enfoques de la política exterior de hoy,
desde los internacionalistas liberales hasta los conservadores. (Pujol, 2017)

A primera vista, la visión particular del presidente Wilson sobre el papel de Estados
Unidos en el mundo puede no sonar radicalmente nueva. Desde la fundación, los
estadounidenses habían deseado con cariño que Estados Unidos, a través de su política
exterior y el ejemplo que estableciera, fomentara la difusión de la libertad y el
autogobierno entre los pueblos de la Tierra. Esta aspiración siempre había sido
fundamental para lo que los estadounidenses consideraban excepcional sobre su
república.

Pero el llamamiento de Wilson para difundir la democracia era más urgente y urgente,
más obligatorio. Para responder a esta llamada, Estados Unidos estaría obligado a asumir
un papel mucho más activo para convertir el mundo en algo nuevo, y lo haría por la
fuerza si fuera necesario. La política exterior de Wilson exigía una acción por el bien de
un principio -la difusión de la libertad y la democracia- que él estaba inquebrantablemente
seguro de que era justo en sí mismo.

Pero ninguna revolución sucede automáticamente. En China, en los años veinte, las
condiciones eran correctas: las masas estaban listas para levantarse contra la opresión del
imperialismo y al mismo tiempo, ningún poder imperialista solo era lo suficientemente
fuerte como para controlar a China directamente por su cuenta. Pero un cambio duradero
sólo podría producirse si estos elementos estuvieran concentrados juntos en una forma
que pudiera dar al movimiento una dirección consciente. (Kissane & Sitter, 2006)

Hace poco más de cincuenta años, tropas soviéticas y estadounidenses se reunieron y se


regocijaron ante la derrota de la Alemania nazi. El estado de ánimo en el río Elba era de
camaradería entre Aliados, y su optimismo era compartido por las poblaciones liberadas
de Europa. Sin embargo, dentro de unos pocos años, esta lucha ardua paz se desintegrará
en una guerra fría de la competencia de las ideologías. Pero a medida que la gente de
Europa salía de las ruinas de las ciudades bombardeadas, nadie sabía cómo las relaciones
entre Oriente y Occidente les afectarían. Para aliviar los temores soviéticos de que
Alemania volviera a levantarse, las fronteras fueron rediseñadas, desplazando a millones
y forzando a otros a vivir con una ideología opresiva: los ejércitos de liberación de Stalin
resultaron ser ejércitos de ocupación, decididos a extender el sistema socialista a Europa
Oriental. (Siemprehistoria, 2017)

La mayoría de las interpretaciones del papel de la ideología en el conflicto centran la


discusión en los aspectos ya abordados: su potencial motivacional y, en menor medida,
su papel como marco interpretativo. Las partes en un conflicto pueden ganar mucho
impulso y moral a través de la adhesión a un núcleo ideológico alrededor del cual sus
partidarios podrían reunirse y de donde puedan derivar visiones normativas unificadoras.
Sin embargo, cuanto más central es el papel que la ideología juega en la motivación de su
causa, más alcanza importancia estratégica en el conflicto, con un oponente sabio capaz
de apuntar directamente a socavar el impulso y la solidaridad del grupo. La ideología se
convierte entonces en una característica más crucial del conflicto, ya que la moral se
convierte en la estratégica y una creencia animadora se convierte en una vulnerabilidad
potencial a ser explotada por un hábil enemigo. Esto se evidencia con frecuencia a lo
largo de la historia del conflicto cuando una nación, un grupo étnico o un dictador dicen
estar destinados a gobernar o dominar una tierra, un recurso o alguna otra población.
Referencias

Kennedy, P. (2004). Auge y caída de las grandes naciones. Madrid: Delbolsilo.


Kissane, B., & Sitter, N. (2006). Estudio comparativo de la guerra civil, a través de un modelo
dinámico. Oslo: Norwegian School of Mangement.
Pujol, V. (2017). dialnet.uniroja.es. Obtenido de dialnet.uniroja.es:
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4574896.pdf
Siemprehistoria. (26 de Julio de 2017). siempre historia. Obtenido de
www.siemprehistoria.com.ar: http://www.siemprehistoria.com.ar/impacto-de-
la-1a-y-2a-guerra-mundial-en-latinoamerica-parte-ii-plan-marshall/
Vargas, L., & Escobar, J. (1 de Julio de 2014). eafit. Obtenido de www.eafit.edu.co:
http://www.eafit.edu.co/agencia-noticias/historico-noticias/2014/noticias-
julio/Paginas/analisis-academico-primera-guerra-mundial-100.aspx

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