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Redacción Avanzada

Texto académico:
Nutrición y salud mental

Nuño Macías Karent Yasmin


Nutrición y Salud Mental

“¿La nutrición es la solución para la salud mental?”

Se sabe que los alimentos que consumimos afectan de una manera u otra a nuestro

cuerpo, muchos estudios han demostrado la conexión entre las preferencias de alimentos y la

salud mental. Al llevar una dieta nutritiva, nos ayuda a la reducción y deterioro de la

memoria. Además, ayuda a disminuir el riesgo de algunas enfermedades permanentes.

Investigaciones recientes dictaminan que la selección de alimentos también puede afectar o

dañar la salud mental y el estado de ánimo.

El órgano más importante en los humanos es el cerebro por lo que la exigencia

energética es más influyente que la de otros órganos con grandes requerimientos nutricionales

cuyas concentraciones y proporciones han experimentado importantes cambios que van

parejos con el desarrollo de la sociedad humana; debido al papel de elementos nutricionales

tales como los antioxidantes, minerales (selenio, yodo, hierro), así como aminoácidos, grasas

poliinsaturados y vitaminas como la B12.

Todas las actividades que realizamos, el estado de ánimo, pensamientos y emociones

están mediadas por el cerebro: las neuronas permiten que el cerebro y el sistema nervioso

funcionen correctamente, la comunicación entre neuronas se produce a través de

neurotransmisores los cuales vienen siento los mensajeros que envían y reciben información

por el cual es posible por el papel que brindan los aminoácidos.

“El cerebro humano se compone de casi un 25 % de grasas, por lo que no es de

extrañar que la omega 3 esté estrechamente relacionada con la salud de este órgano vital. El

ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) son las formas de omega
3 especialmente importantes para el mantenimiento de la función cerebral normal en los

adultos.” ((SDVMA), 2017).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010), la salud mental se define

como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades,

puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y

fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.” A mi parecer para poder

realizar esto es necesario llevar una vida saludable tanto físicamente como psicológicamente.

Aquí es cuando nos referimos a nutrición, hablamos específicamente de como nuestro

cuerpo, el cual se nutre en base a los alimentos que consumimos, en sí la nutrición es la que

nos va a dar la calidad de la vida que vamos a tener basada en la alimentación, por eso

debemos de escoger cuales son los alimentos que nos van a garantizar una nutrición saludable.

Los alimentos que normalmente debemos de elegir deben ser alimentos que deben ir

alineados a un plan nutricional. Claramente son las frutas, verduras, proteínas, carbohidratos y

grasas, pero siempre que sean de origen vegetal y que tengan las mejores cualidades porque

no solo vamos a nutrir a nuestro cuerpo, sino también a muestra mente, porque nuestro

cerebro también necesita nutrientes para sentirse bien; la misma alimentación saludable es la

que debemos de consumir día a día, ya que nos beneficia para el cerebro.

No hay un nutriente o alimento que garantice que aliviara una enfermedad en general,

pero si una combinación de nutrientes que ayudan a la prevención y a sentirnos mejor; el

consumo de aceites poliinsaturados, normalmente provienen del Omega- 3 (pescado),

consumir los minerales como el zinc, hierro, magnesio, la vitamina C, la vitamina E y las
vitaminas del complejo B.

“Se ha encontrado que las personas que consumen dietas altas en grasas y en azucares

corren el riesgo de desarrollar condiciones de salud mental como esquizofrenia, depresión,

Alzheimer, déficit de atención, entre otras más; llevar una buena alimentación puede ayudar a

la prevención de estas enfermedades (Celorio, s.f.).” Considero que, debemos de evitar grasas

saturadas y consumir más semillas, debido que tienen dos neurotransmisores que llevan un

papel importante en nuestro cerebro hablando emocionalmente.

Los más importante en regular el estado de ánimo son la Dopamina y la Serotonina; la

dopamina está compuesto por el aminoácido tirosina, esta regula el placer, el comportamiento,

el aprendizaje, el sueño, la motivación, las actividades motoras, etc. Mientras que, la

serotonina está compuesto por el aminoácido triptófano; está regula la felicidad, la

satisfacción, la función gastrointestinal, la función hepática, entre otras.

La salud mental es el resultado de una combinación de factores como la edad, la

genética e incluso la dieta y se cree que consumir menos ácidos grasos contribuyen a la

incidencia de depresión. Algunos nutrimentos pueden promover la síntesis de

neurotransmisores que llevan un papel muy importante como los ácidos grasos, aminoácidos,

fitoquímicos, prebióticos y vitaminas y minerales.

Algunos productos o alimentos pueden hacer que el cerebro sea menos sensible a sus

neurotransmisores, alimentos tales como el cacao, la grasa saturada, el azúcar, el té y la

cafeína. En ocasiones las enfermedades mentales pueden provocar deficiencias nutricionales,

las más comunes son los ácidos grasos (omega 3), vitaminas del complejo B, minerales y

aminoácidos.
Gabriel Selva, especialista en Psiquiatría del Centro de Investigación Biomédica en

Red de Salud Mental (Cibersam), dijo: “El déficit de ácidos grasos omega 3 en la dieta puede

también contribuir a la aparición de síntomas depresivos”. (Selva, s.f.) Personalmente estoy

de acuerdo, ya que esto puede ocasionar un desequilibrio en el metabolismo de varios

sustratos moleculares cerebrales; dañando sobre todo en el neurodesarrollo y la conducta.

El cerebro está compuesto de ácidos grasos esenciales como omegas-3 (EPA) y

omega-6 (DHA). El DHA y EPA mantienen la estructura de la neurona, regulan la

comunicación de la dopamina y serotonina, son importantes en el equilibrio del sistema

inmune, se pueden encontrar en algunos AOA-MBAG (Alimentos de origen animal con muy

bajo aporte de grasa) como el salmón, atún blanco, trucha, sardina; en leguminosas y semillas.

Mientras que los aminoácidos son la “pieza” con los que se forman las proteínas de

nuestro organismo; siendo esta el componente básico de la vida. Los “mensajes” que utiliza el

cerebro para enviar mensajes entre neuronas, son los neurotransmisores, y las “letras” con las

que se estructuran esas palabras son los aminoácidos. Por otra parte, se pueden encontrar

alimentos que contengan aminoácidos como el triptófano en frutos secos y cereales.

Existen vitaminas que influyen en la salud mental hay dos en especial y son la

vitamina B12 y la vitamina D; la vitamina B12 influye en los procesos de metabolización de

neurotransmisores, es decir, lleva “mensajes” de una neurona a otra influyendo el estado del

ánimo. Mientras que, la deficiencia de vitamina D puede afectar la función cognitiva y el

estado de ánimo, ocasionando enfermedades mentales como depresión o Alzheimer.


Por otra parte, los minerales también tienen una función importante porque ayudan

detalladamente al mecanismo de acción del cerebro, ayuda para su correcta absorción, etc.

Los minerales que más influyen son el magnesio y el zinc, ya que apoyan el sistema

inmunológico, alargar el lapso de la memoria y a prevenir trastornos neurológicos y

psicológicos como el Alzheimer y Parkinson.

En conclusión, los alimentos que consumimos generalmente en nuestra vida diaria

afectan de alguna manera nuestro cuerpo; sobre todo a nuestro cerebro por ello, es importante

llevar una alimentación saludable para que el sistema nervioso cumpla su función de mandar

los “mensajes” a través de los neurotrsmisores, por lo tanto, debemos alimentar a nuestro

cerebro con aminoácidos, ácidos grasos poliinsaturados, vitaminas y minerales.

No hay un nutriente o alimento que garantice que aliviara una enfermedad en general,

pero si una combinación de nutrientes que ayudan a la prevención de enfermedades crónicas,

mentales como Alzheimer, Parkinson, déficit de atención, entre otras.

“¿Ahora ésta consiente de que la nutrición no es la solución para la salud

mental?”
Referencias
(SDVMA), S. D. (2017).

Celorio, G. &. (s.f.). Obtenido de

https://www.codem.es/Adjuntos/CODEM/Documentos/Informaciones/Publico/9e8140e2-

cec7-4df7-8af9-8843320f05ea/4F19E080-9B01-45FB-A0D7-

3559B99DD1B8/7b533716-08d2-420a-bd7d-7557ebadcba7/7b533716-08d2-420a-bd7d-

7557ebadcba7.pdf

Gow R, Hibbeln J. (2014). IntraMed.

Gow R, Hibbeln J. (2014). IntraMed, p.55.

OMS. (2010).

Rodríguez, S. &. (2008).

Selva, G. (s.f.). Cibersam.

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