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INDICE

Introducción

I. Antecedentes de la Organización Criminal

II. Conceptualización de criminalidad organizada según la ley n° 30077.

III.- Ámbito de Aplicación. -

IV.- Diferencia jurídica entre banda criminal y organización criminal. -

V.- Sobre las técnicas de especiales de investigación

Conclusiones:

COLABORADOR EFICAZ

1. ASPECTOS GENERALES
a. Regulación legal - antecedentes
b. Definición
c. Requisitos de procedencia
 Principio de eficacia
 Principio de proporcionalidad
 Principio de condicionalidad
2. LA UTILIZACIÓN DE LA DECLARACIÓN EFICAZ A LA LUZ DE LOS ALCANCES

DEL ACUERDO PLENARIO N° 02-2017 – SPN


a. Proceso de colaboración eficaz que concluyó negativamente.
b. Proceso de colaboración eficaz que concluyó positivamente.

3. PRINICIPIOS
3.1. Principio de Eficacia
3.2. Principio de proporcionalidad
3.3. Principio de Condicionalidad
3.4. Principio de Formalidad
3.5. Principio de Oportunidad
4. FASES DEL PROCESO DE COLABORACIÓN EFICAZ
a. Primera fase
b. Fase Acuerdo de Beneficios y Colaboración
c. Fase de corroboración
d. Fase de control judicial:
e. Fase de revocación:
i. Efectos del auto de revocatorio
Introducción

El 20 de agosto de 2013 se promulgó la Ley 30077, la misma que creo un sistema de reacción

penal para la Criminalidad Organizada, en ámbitos diferentes; desde la criminalización de la

misma hasta la modificación de un conjunto de normas penales y procesales penales existentes

para hacerlas funcionalmente compatibles con los objetivos político criminales tendentes a

luchar contra una expresión de criminalidad que desde hacía tiempos ya se había asentado en el

mundo contemporáneo del cual el Perú no es ajeno.

La delincuencia y criminalidad organizada son todo un hito característico de las sociedades

postindustriales o postmodernas, pese a que puede rastrearse sus raíces en épocas muy antiguas

de la Historia Humana. Así, este tipo de delincuencia se refleja en los primeros sujetos que

delinquían en asociación, tales como los bandoleros, los corsarios o los piratas.

A causa de sus diversos efectos negativos, la Política Criminal asumida en nuestro país está

orientada a la lucha contra la criminalidad organizada, en razón de que en el actual contexto de

inseguridad ciudadana no sólo resulta preocupante la reiteración delictiva, sino también las

nuevas manifestaciones de la criminalidad que tornan aún más peligrosa la conducta delictiva o

producen resultados aún más perjudiciales que los normalmente derivados de los delitos.

Así, a través de la Ley Nº 30077 se pretende regular todos los aspectos relacionados a la

especial condición de las personas que actúan ya no en solitario ni bajo formas de participación

delictiva de comisión de un delito aislado; sino, que actúan a través de un complejo colectivo

denominado organización criminal, ente que -entre otras ventajas-, les facilita la comisión de los

delitos con mejores expectativas de impunidad. Relevando las comisiones delictivas

tradicionales, en términos convencionales, a nivel de simplezas comisivas y, por consiguiente,

aportando a las conductas criminales contemporáneas niveles de complejidad en dichas


conductas antisociales. Complejidad que se derivan debido a la cantidad de partícipes –entre

autores, cómplices y demás-; todos ellos en concierto criminal y en división funcional de roles

relativos al plan criminal global. Así también, instaurando lesiones o puestas en peligros de

intereses sociales de suma importancia y en la forma y modo que, incluso, el legislador no las ha

calzado aún. Con ello, no sólo se vuelve complejas las comisiones delictivas sino también se

agravan las consecuencias de las mismas.


I. Antecedentes de la Organizacion Criminal

(Saldarriaga, 2019)La regulación contemporánea de los delitos de organización criminal en

los sistemas jurídicos del tercer milenio mantiene una dependencia importante de las propuestas

normativas contenidas en la Convención de Palermo. No obstante, en no pocos países la

legislación penal ha conservado modelos de tipificación clásicos, como aquellos que, desde el

siglo XIX, regularon tipos penales sobre asociaciones ilícitas o bandas.

En otros casos encontramos todavía legislaciones donde la criminalización de las

organizaciones criminales no ha alcanzado autonomía típica y se le incluye como un hecho

punible periférico a determinados delitos de naturaleza grave como el tráfico ilícito de drogas; o,

también, como una forma de circunstancia agravante específica relacionada con la condición del

agente en la ejecución de determinados delitos comunes como el hurto o el robo.

En el caso peruano la situación normativa no ha sido ajena a estas disfunciones y dilemas

hermenéuticos, ya que la legislación penal vigente contiene hasta cuatro clases de normas que

hacen referencia directa o indirecta a la delincuencia organizada. En primer lugar,

está el delito de organización criminal tipificado en el artículo 317.o del Código Penal, el cual

ha sido construido como un tipo penal autónomo, de peligro abstracto, donde se sancionan los

actos de constituir, organizar, promover o integrar una organización de tres o más personas

destinada a cometer delitos. A esta disposición legal se le agregó, luego, con el Decreto

Legislativo n.o 1244, del 27 de octubre de 2016, otro tipo penal contenido en el artículo 317.o-B

para reprimir un inédito delito de banda criminal y que se regula de manera subsidiaria o alterna

al delito de organización criminal.


II. Conceptualización de criminalidad organizada según la ley n° 30077.

La conocida Ley contra el Crimen Organizado regula en su art. 2°.1 que se considerará como

organización criminal a “cualquier agrupación de tres o más personas que se reparten diversas

tareas o funciones, cualquiera sea su estructura y ámbito de acción que, con carácter estable o por

tiempo indefinido, se crea, existe o funciona, inequívoca y directamente, de manera concertada y

coordinada”. La intervención de los integrantes de una organización criminal, personas

vinculadas a ella o que actúan por encargo de la misma, puede ser temporal, ocasional o aislada,

debiendo orientarse a la consecución de los objetivos de la organización criminal.

En su momento PRADO SALDARRIAGA determinó acertadamente que un adecuado

concepto de criminalidad organizada debería incluir los siguientes puntos:

A. La criminalidad organizada contemporánea como un fenómeno novedoso para la

Criminología y las Ciencias Penales en General, incluso para la Política Criminal.

B. Este fenómeno delictivo se basa en tres elementos esenciales: la existencia de una

estructura organizacional; b) una capacidad operativa de cobertura internacional;

C) actividades ilícitas que estén ligadas a la provisión de bienes y servicios de circulación

prohibida o restringida, pero con una demanda creciente activa o potencia, la misma que no es

satisfecha por el mercado lícito. C. Conexiones con el abuso de poder, aprovechamiento de la

expansión de los mercados, globalización de las relaciones internacionales y con el avance de la

tecnología postindustrial. D. Es, por tanto, un proyecto delictivo diferente del convencional, ya

que en él se fusionan –por un lado- el funcionamiento de la organización criminal; y –por otro-,

certeros procedimientos de planificación y control de riesgos.


III.- Ámbito de Aplicación. -

Sin embargo, delimita en su artículo 3° que sólo se considerará para efectos de la Ley N°

30077 que una asociación criminal será parte del crimen organizado si tiene como finalidad

cometer uno o más de los siguientes delitos:

A. Homicidio calificado (art. 108° del CP).

B. Secuestro (art. 152° del CP).

C. Trata de personas (art. 153° del CP).

D. Violación del secreto de las comunicaciones (art. 162° del CP).

E. Delitos contra el patrimonio en las modalidades de hurto agravado (art. 186° del CP), robo

agravado (189° del CP), receptación agravada (195° del CP), estafa agravada (art. 196°-A del

CP) y defraudación (art. 197° del CP).

F. Pornografía infantil (art. 183°-A del CP).

G. Extorsión (art. 200° del CP).

H. Usurpación en las modalidades de usurpación (art. 202° del CP) y sus formas agravadas

(art. 204° del CP).

I. Delitos contra la propiedad industrial (art. 222° del CP).

J. Delitos monetarios en las modalidades de fabricación y falsificación de moneda de curso

legal (art. 252° del CP), alteración de la moneda de curso legal (art. 253° del CP) y tráfico de

moneda falsa (art. 254° del CP).

K. Tenencia, fabricación, tráfico ilícito de armas, municiones y explosivos; así como

fabricación, suministro o tenencia de materiales peligrosos (art. 279° del CP); producción,
desarrollo y comercialización ilegal de armas químicas (art. 279°-A del CP); sustracción o

arrebato de armas de fuego (art. 279°-B del CP); tráfico de productos pirotécnicos (art. 279°-C

del CP); y, empleo, producción y transferencia de minas antipersonales (art. 279°-D del CP).

L. Delitos contra la salud pública en las modalidades de falsificación, contaminación o

adulteración de productos farmacéuticos, dispositivos médicos o productos sanitarios (art. 294°-

A del CP); y comercialización de productos farmacéuticos, dispositivos médicos o productos

sanitarios sin garantía de buen estado (art. 294°-B del CP).

M. Tráfico ilícito de drogas en cualquiera de sus modalidades (Sección II, Capítulo III del

Título XII del Segundo Libro del Código Penal).

N. Delito de tráfico ilícito de migrantes en sus modalidades básicas (art. 303°-A del CP) y en

sus modalidades agravadas (art. 303°-B del CP).

O. Delitos ambientales en las modalidades de tráfico ilegal de productos forestales

maderables (art. 310°-A del CP), obstrucción de procedimiento (art. 310°-B del CP), y sus

formas agravadas (art. 310°- C del CP).

P. Delito de marcaje o doblaje (art. 317°-A del CP).

Q. Genocidio (art. 319° del CP), desaparición forzada (art. 320° del CP) y tortura (art. 321°

del CP).

R. Delitos contra la administración pública en las modalidades de concusión (art. 382° del

CP), cobro indebido (art. 383° del CP), colusión simple y agravada (art. 384° del CP), peculado

doloso y culposo (art. 387° del CP), cohecho pasivo propio (art. 393° del CP), soborno

internacional pasivo (art. 393°-A del CP), cohecho pasivo impropio (art. 394° del CP), cohecho

pasivo específico (art. 395° del CP), corrupción pasiva de auxiliares jurisdiccionales (art. 396°

del CP), cohecho activo genérico (art. 397° del CP), cohecho activo internacional (art. 397°-A
del CP), cohecho activo específico (art. 398° del CP), negociación incompatible o

aprovechamiento indebido de cargo (art. 399° del CP), tráfico de influencias (art. 400° del CP), y

enriquecimiento ilícito (art. 401° del CP).

S. Delito de falsificación de documentos (art. 427° del CP). T. Lavado de activos en las

modalidades de actos de conversión y transferencia (art. 1° del DL 1106); actos de ocultamiento

y tenencia (art. 2° del DL 1106); transporte, traslado, ingreso o salida por territorio nacional de

dinero o títulos valores de origen ilícito (art. 3° del DL 1106); formas agravadas y atenuadas (art.

4° del DL 1106); y, omisión de comunicación de operaciones o transacciones sospechosas (art. 5°

del DL 1106).

IV.- Diferencia jurídica entre banda criminal y organización criminal. -

La diferencia entre la categoría jurídica denominada banda criminal y organización criminal

radica en que en la primera no existe la característica de la «estructura»; respecto a la

característica de «permanencia» en la banda criminal es solo parcial, muy débil e incipiente,

respecto a la característica de «número y magnitud del delito» la banda criminal puede cometer

delitos graves y simples; la categoría de la organización criminal mantiene como elemento

numérico un mínimo de tres personas, mientras que la categoría de banda criminal acepta la

posibilidad que sea desde dos personas; respecto a la característica de «distribución»; esta se

presenta en la organización criminal, mientras que en la banda criminal no aparece toda vez que

los miembros actúan de manera más espontánea.

En efecto, de manera expresa esta diferenciación fue debatida en el marco del Acuerdo

Plenario n.o 8-2007/CJ-116, del 16 de noviembre de 2007. En este documento jurisprudencial de

eficacia vinculante, se evaluaron las posibles conexiones concursales, así como las discrepancias
funcionales que podrían existir entre dos disposiciones del Código Penal de 1991. Por un lado, el

artículo 317.o, referido al delito de integración en organización criminal; y, por otro lado, la

agravante específica contenida en el párrafo final del artículo 189.o, que tiene como indicador

calificante que el delito de robo sea cometido por quien es integrante de una organización

criminal. Este dilema normativo fue resuelto al precisarse que la realización de un delito de robo

con el agravante de que su autor sea el integrante de una organización criminal, excluye la

posibilidad de un concurso ideal con aquel delito de peligro abstracto contemplado en el artículo

317.o sobre integración en una organización criminal.

Ahora bien, con la promulgación de la Ley n.o 30077 surgieron nuevas dudas. Esta vez lo que

se cuestionaba era el número mínimo de la composición del grupo criminal, ya que el artículo 2.o

de la citada ley se refería a tres o más personas, mientras que en un reformado artículo 317.o del

Código Penal no solo se incluían como nuevas conductas punibles los actos de constitución y

promoción de organizaciones criminales, sino que también se mantenía en dos personas el

número mínimo de sus componentes. Sobre este aparente conflicto legal no llegó a pronunciarse

la jurisprudencia, pero sí la literatura especializada. Esta última señaló que no existía ninguna

incompatibilidad entre tales disposiciones

IV.- Sobre las técnicas de especiales de investigación: La aplicación de las técnicas de

investigación se determinará en el caso concreto, observando los principios necesidad,

razonabilidad y proporcionalidad.

Para ello se requerirá de elementos de convicción que acrediten la comisión de delitos

vinculados a una organización delictiva. Para su implementación se requiere resolución

motivada, que indique forma de ejecución de la diligencia, su alcance y duración. Recibida la


solicitud el juez resuelve en 24 h, sin trámite. En concordancia con lo establecido en los art.

228º.3 y 228º.4 del NCPP, se indica que, ejecutadas las técnicas especiales de investigación, el

afectado puede instar la realización de la audiencia judicial de reexamen.

En el caso de la interceptación postal e intervención de las comunicaciones, la Ley Nº 30077

indica que se respetará en su aplicación los plazos de duración de las técnicas especiales de

interceptación postal e intervención de las comunicaciones ya reguladas en el nuevo Código

Procesal Penal.

Por tanto, hace énfasis en que sólo se intercepta, retiene e incauta la correspondencia

vinculada con el delito que se investiga y siempre que éste se encuentre relacionado a la

organización criminal, por lo que deberá respetarse la correspondencia de terceras personas. En

este sentido es que toda correspondencia que ha sido retenida o abierta, pero que no guarda

relación con los hechos investigados y no dé incidencia de la comisión de otro ilícito, deberá ser

devuelta a su destinatario. De manera similar se procede en el caso de la intervención de

comunicaciones. La grabación es custodiada debidamente por el fiscal quien debe disponer la

transcripción de las partes pertinentes y útiles. Además, las comunicaciones irrelevantes para la

investigación son entregadas a las personas afectadas con la medida.

Respecto a la circulación y entrega vigilada de bienes delictivos, la Ley Nº 30077 regula que

el Fiscal es el legitimado para disponer esta técnica especial de investigación respecto de un bien

relacionado a la presunta comisión de uno o más delitos vinculados a una organización criminal.

En tales casos se seguirán las mismas reglas contenidas en el art. 340ª del NCPP. Asimismo, el

Fiscal puede disponer de la técnica especial de investigación de acciones de seguimiento y

vigilancia tanto de oficio como a instancia de la policía, diligencia que se lleva sin conocimiento

del investigado de acuerdo con los fines de la misma. La ley Nº 30077 regula también la figura
del agente encubierto indicando que, previa autorización fiscal, quedan facultados para participar

en el tráfico jurídico y social; así como adquirir, poseer o transportar bienes de carácter delictivo;

permitir su incautación e intervenir en toda actividad que resulte útil y necesaria en los márgenes

de la investigación del delito. Cabe recordar que el agente encubierto es aquel policía que realiza

su labor de investigación ocultando su condición de PNP, de forma que en algunas ocasiones

necesitará infiltrarse en la organización criminal haciendo uso de una identidad supuesta.

Además también se prevé el levantamiento de la reserva bursátil, en el sentido de que el juez,

previa solicitud del fiscal, puede ordenar que remita información sobre cualquier tipo de

movimiento u operación bursátil en tanto resulte útil a la investigación. d) Sobre la incautación y

el decomiso: En el caso la incautación y el decomiso se ha establecido que en todas las

investigaciones y procesos penales por delitos cometidos a través de una organización criminal,

la PNP no necesita autorización fiscal ni orden judicial, en tanto exista flagrante delito o peligro

inminente de que se efectúe. No obstante. Deberá dar cuenta inmediata de su ejecución al Fiscal.

Podrán ser objeto de decomiso e incautación los objetos, instrumentos, efectos o ganancias del

delito o cualquier otro bien proveniente del delito o al servicio de la organización criminal.

COLABORADOR EFICAZ

ASPECTOS GENERALES

Regulación legal – antecedentes

En nuestro país, la legislación en materia de colaboración eficaz se dio en un contexto


bastante similar al de Italia cuando uno de los principales retos que enfrentaba el Estado era la
lucha contra el terrorismo.
La introducción de esta figura tiene como primer antecedente la Ley N° 24651 del año 1987
modificó el artículo 85-A del CP de 1924 en donde el literal c expresamente señala “Asimismo,
podrá acordar la remisión total de la pena cuando la colaboración activa del reo hubiere tenido
una particular trascendencia para la identificación de los delincuentes, para evitar el delito o para
impedir la actuación o el desarrollo de los grupos terroristas”
Sobre esta primera aproximación normativa, vale la pena mencionar que los beneficios se
aplicaban exclusivamente en casos donde el colaborador ya contaba con una sentencia y se hacía
referencia a este mecanismo bajo la denominación de circunstancias eximentes o atenuantes para
la graduación individual de las penas. Más adelante, la Ley N°25103 del 1989 incorporó la
posibilidad de acogerse a la exención de pena en los casos en los que el interesado hubiese
participado o se encuentre participando en actividades vinculadas al terrorismo sin que exista
necesariamente una investigación fiscal o policial.
En noviembre del año 1991, durante el gobierno de Alberto Fujimori, se publicó el Decreto
Legislativo N° 748 que contemplaba de forma específica los beneficios de exención y remisión
de la pena los que estaban disponibles a aquellas personas que quisiesen brindar información
sobre su participación en actos de terrorismo.
También en la década de los noventa, podemos mencionar el Decreto Ley N°25499 y el
Decreto Ley N° 25582 que abordaban los mismos tipos de beneficios vinculados a temas de
terrorismo. En el año 2000, en función del grado de éxito que dicho mecanismo había tenido, se
decidió extenderlo al ámbito de la criminalidad organizada. Esto se hizo mediante la publicación
de la Ley N° 27378 en el diario Oficial El Peruano. En el texto de la norma se indicó como
beneficios los siguientes: la exención de la pena, la reducción de la media hasta un medio por
debajo del mínimo legal; la suspensión de la ejecución de la pena, reserva del fallo condenatorio
entre otros.
El Código Procesal Penal regula en la sección VI del Libro Quinto, el proceso especial por
colaboración eficaz, desarrollando un conjunto de actos procesales destinados a la captación de
imputados postulantes a colaboradores y sus requisitos, las diligencias de corroboración y los
sujetos procesales que participan, los alcances de la negociación que realiza el Fiscal y los
beneficios-obligaciones del colaborador; así como, la audiencia especial para la aprobación
judicial; sin embargo, frente a las nuevas formas de criminalidad y de comisión de delitos, y la
diversidad de criterios de aplicación existentes a nivel nacional, resulta necesario dotar de
operatividad y eficacia a dicho proceso especial, el cual posibilite descubrir hechos delictivos
gravosos y pluriofensivos, así como, desarticular organizaciones criminales.
Definición

La Colaboración Eficaz es un proceso especial reconocido en el Código Procesal Penal en los

artículos 472° y siguientes; adicionalmente encontramos su reglamentación en el Decreto

Legislativo N°1301.

El reglamento en el Título Primero de sus disposiciones generales, articulo uno, señala lo

siguiente:

Colaboración eficaz: es un proceso especial autónomo, no contradictorio, basado en el

principio del consenso entre las partes y la justicia penal negociada, que tiene por finalidad

perseguir eficazmente la delincuencia.

Colaborador eficaz: es la persona sometida o no a una investigación o proceso penal, o que ha

sido condenada, que se ha disociado de la actividad criminal y se presenta ante el Fiscal o acepta

la propuesta de este para proporcionar información útil, procurando obtener beneficios

premiales.

La experiencia internacional da cuenta que los procesos de Colaboración Eficaz, son una

herramienta importante para la lucha contra la criminalidad organizada; en tanto miembros de la

misma, brinda información “desde adentro” sobre la forma de operar, la identificación de sus

miembros, las operaciones ejecutadas, entre otros.

Es público los efectos que ha tenido la Colaboración Eficaz (delación) en la República de

Brasil, donde se ha podido develar la mayor corrupción en su historia.

El Equipo Especial, en la línea de lo descrito en las normas, cree en el Procedimiento de

Colaboración Eficaz, como mecanismo para dotar de eficacia, eficiencia, celeridad a los procesos

penales. En esa línea, promueve y promociona dicho mecanismo en los procesos a su cargo.
Es importante mencionar, que la Colaboración Eficaz no es una forma o garantía de

impunidad por los delitos cometidos, en tanto los beneficios premiales que la norma reconoce,

están en estricta relación a la información corroborable que los Colaboradores Eficaz brinden.

Requisitos de procedencia

Para que la colaboración eficaz sea una herramienta procesal acorde con los fines de un

Estado de derecho, esta debe ser aplicada a la luz de tres principios fundamentales que deben ser

considerados en todo momento por los principales actores del sistema de justicia penal.

 Principio de eficacia

El primer principio que debe ser tomado en consideración, es el de la eficacia de la

colaboración eficaz en un caso determinado. Para ello, es esencial evaluar la información

proporcionada por el potencial beneficiado en función de los efectos que podrá tener en una

investigación.

Como puede apreciarse la colaboración eficaz debe ser utilizada exclusivamente cuando a

través de ella pueda lograrse cuanto menos uno de los siguientes objetivos; a) evitar la

continuación, permanencia o consumación del delito, b) disminuir su impacto, c) conocer las

circunstancias en las que se planificó o ejecuto el mismo, d) identificar a los integrantes de una

organización criminal.

 Principio de proporcionalidad

Sin importar cuál sea el modelo de colaboración eficaz implementado en un ordenamiento

jurídico, determinado el principio de proporcionalidad es sin lugar a duda, el más importante que

debe tenerse en cuanta para garantizar que dicho proceso no genere impunidad.

Los beneficios disponibles para el colaborador, sea este una persona natural o una persona

jurídica, suelen liberar a este del castigo habitualmente destinado a aquellos que infringen las
leyes, y por ende, se deben otorgar solo en aquellos casos en donde la información proporcionada

permita lograr la desarticulación de una organización delictiva.

 Principio de condicionalidad

Finalmente, es importante dedicar un espacio al principio de condicionalidad que es esencial

al momento de aplicar la colaboración eficaz, ya que es la principal garantía de que se cumpla

con las obligaciones impuestas por el acuerdo de colaboración.

La condicionalidad de los acuerdos de colaboración es otro elemento esencial del mismo, y

como veremos en los distintos sistemas estudiados en el presente trabajo, el nivel de condicional

si bien varía en grado, siempre resulta un presupuesto necesario para la suscripción de un

convenio.

LA UTILIZACIÓN DE LA DECLARACIÓN EFICAZ A LA LUZ DE LOS ALCANCES

DEL ACUERDO PLENARIO N° 02-2017 – SPN

Los principales alcances del Acuerdo Plenario N° 02-2017, suscrito por los jueces superiores

de la Sala Penal Nacional y de los Juzgados Penales Nacionales. Esto en tanto que dicho acuerdo

brinda algunas precisiones de gran importancia vinculadas a la utilización de las declaraciones

del colaborador eficaz, que son pertinentes para el marco general que queremos proporcionar.

Los cuestionamientos abordados en dicho pleno fueron los siguientes: (a) ¿Si la declaración

del colaborador eficaz para su utilización requiere ser corroborada en el proceso especial de

colaboración eficaz? o (b) ¿Si la declaración del colaborador eficaz puede ser utilizada en razón

de elementos de convicción no actuados en el proceso especial de colaboración eficaz?

Un primer matiz que realiza el referido Acuerdo es que:


Los problemas de incorporación de información corroborativa del proceso de colaboración

eficaz al proceso receptor son diferentes en cada estadio: así los problemas de su utilización en

diligencia preliminares e investigación preparatoria, son distintos a los problemas de

incorporación en fase intermedia, como los son en la etapa de juzgamiento. Y son otros los

problemas que se presentan cuando es utilizado o incorporado en una medida coercitiva. Por esa

razón, es importante precisar la etapa del proceso receptor, pues determina la forma y modo

como se incorpora la información producida en el proceso especial de colaboración eficaz.

Indudablemente, consideramos que esta primera aclaración es fundamental en tanto que cada

una de las etapas del proceso penal tiene exigencias propias y una lógica distinta. En esa línea, la

información corroborativa incorporada al proceso receptor, no podrá ser la misma en cada una de

las etapas.

El Acuerdo extrae dos limitaciones específicas a saber: (a) que las pruebas hayan sido

admitidas y actuadas a nivel judicial y; (b) que su actuación sea de imposible consecución o de

difícil reproducción, debido al riesgo de pérdida de la fuente de prueba o de amenaza para un

órgano de prueba

el documento realiza una diferencia entre la declaración del colaborador eficaz y los

elementos corroborativos y sostiene que normativamente se puede distinguir entre dos fuentes de

información: (a) la declaración del colaborador y (b) los actos de investigación. El uso de ambas

fuentes se dará en función del desarrollo del proceso de colaboración eficaz en relación con los

siguientes criterios según la normativa vigente (Decreto Legislativo N° 1301, 2016)

Proceso de colaboración eficaz que concluyó negativamente.

En este caso, según el acuerdo, se tiene que: (a) la declaración del ex colaborador se tendrá

por inexistente y tampoco será utilizada en su contra; (b) los demás actos de investigación
podrán ser utilizados como prueba trasladada en aplicación de lo dispuesto en el artículo 20° de

la Ley N° 30077.

Proceso de colaboración eficaz que concluyó positivamente.

En este caso, según el acuerdo, se tiene que en esta situación el Fiscal (a) decidirá si aporta el

estimonio del colaborador al juicio, y (b) decidirá si lo actuado en la carpeta fiscal será

incorporado en todo o en parte al proceso.

3. PRINCIPIOS
3.1. Principio de Eficacia
El beneficiado debe brindar información que permita evitar la comunicación, permanencia o
consumación del delito o disminuir la magnitud o consecuencias de su ejecución. Asimismo, la
información que proporcione ha de impedir o neutralizar acciones o daños como consecuencia de
integrar una organización criminal (artículo 474° inciso 1 literal a del NCPP), conocer las
circunstancias de cómo se planifico o se ejecutó o se viene realizando el delito (artículo 474
inciso 1 literal b del NCPP), identificar a los miembros de una organización criminal así como su
funcionamiento, para desarticularla o disminuirla, o en su defecto, detener a sus integrantes, e
identificar a los autores o participes del delito que se cometió o estar por cometer (artículo 474
inciso 1 literal c del NCPP)
3.2. Principio de proporcionalidad
Sanchez Velarde, sostiene que, el principio de proporcionalidad está en función al beneficio
premial que se relaciona por de un lado, a la importancia de la colaboración y, de otro, en
atención a la entidad del delito y la culpabilidad por el hecho (artículo 474, apartado 2 del
NCPP). Es lo que se denomina justicia conmutativa. El grado de colaboración con la justicia
debe ser medida con rigor, con el objeto de tasar el beneficio penal que simétricamente
corresponde otorgar.
3.3. Principio de Condicionalidad
El beneficio premial está condicionado a la:
3. No reincidencia en el delito dentro de los diez años de otorgado el beneficio
4. Imposición de obligaciones;
5. Concurrencia al proceso materia de la causa; y
6. Caución en el caso de obligaciones
Es de precisar que el control del cumplimiento de obligaciones estipuladas en el artículo 479
inciso 2 del NCPP estará a a cargo del Ministerio Publico (artículo 479 inciso 4 del NCPP).

3.4. Principio de Formalidad


Requiere la manifestación expresa del colaborador. Para ello el colaborar debe presentarse y
afirmar que esta disociado, esto es, alejado de actividades ilícitas. Además, debe prestar su
confesión, en la que debe admitir o no contradecir los hechos en que ha intervenido o se le
imputen, asimismo debe aportar una información eficaz.
3.5. Principio de Oportunidad
El proceso se inicia si el colaborador es investigado, encausado, acusado o condenado. Es
competente el Juzgado de Investigación Preparatoria. Es un proceso transaccional de justicia
penal negociada. La transacción está en función al aporte informativo y previa actitud del
colaborador. La causa específica de atenuación está basada en el comportamiento posdelictivo
del autor. El fundamento se da por:
d. Razones de política criminal, pues se busca facilitar la lucha contra organizaciones
criminales.
e. Menor necesidad de prevención general y especial, esto es, lo que se negocia es la
exención o disminución de la pena, pero no los cargos imputados.
4. Fases del proceso de Colaboración Eficaz:
El proceso de colaboración eficaz es un proceso especial, por tanto, no es un incidente de un
proceso común. Se necesita la formación de un expediente propio, formado por una serie de
actas que acreditan las diligencias realizadas. Este proceso tiene una estructura desformalizada
que tiene cuatro fases: a) iniciación; b) corroboración; c) celebración del acuerdo; y d) control y
decisión jurisdiccional. Las tres primeras están a cargo del Ministerio Publico y de las partes. La
cuarta fase está a cargo del Juez: juez de investigación preparatoria en caso de investigación y
ejecución, y cuando se está en juicio oral del juez penal. Es de precisar que existen dos fases
más, pero estas son eventuales: la impugnación y la revocación.
4.1. Primera fase:
La solicitud para colaborador eficaz puede ser escrita o verbal, esta última sujeta a
condiciones. Al recibir la solicitud, el fiscal analiza la aptitud del colaborador y la idoneidad de
su información. Si desea, puede reunirse con él. Cabe precisar que el fiscal a cargo es quien, en
ese momento, dirige la investigación preparatoria; si está en juicio oral, será el fiscal de la causa.

4.2. Fase de corroboración:


Inicia al admitirse la solicitud de colaboración. Se realizan diligencias de corroboración para
determinar la eficacia de la información. Se puede hacer con ayuda de la policía. Esta etapa no
supone la paralización de la investigación en curso. Además, se podrá firmar un Acuerdo
Preparatorio -según cada caso en particular- donde están los beneficios, obligaciones y el
mecanismo de aporte de información y de su corroboración. Asimismo, se pueden dictar medidas
de protección para el colaborador, para garantizar su presencia en la investigación.

4.3. Acuerdo de Beneficios y Colaboración:


Luego de las diligencias, el fiscal decide si otorga o no los beneficios. Puede desestimarlo, si
no ha corroborado la información en sus aspectos fundamentales. Si lo otorga, debe constar en el
acta: (i) el beneficio acordado; (ii) los hechos a los cuales se refiere el beneficiario; y, (iii) las
obligaciones del beneficiario.

San Martín señala que hay 6 cláusulas que debe tener el acuerdo:

a) Primera cláusula: Identificación del colaborador y su abogado. Es indispensable


considerar si existe una medida de protección de reserva de identidad.

b) Segunda cláusula: precisión de los cargos. Ello quiere decir, que se tiene que identificar
los hechos imputados y su registro judicial, además debe precisar la tipificación del
hecho.

c) Tercera cláusula: reconocimiento, admisión o aceptación total o parcial, incluye el


llamado “nolo contenderé”. En el consta la voluntad de someterse a la justicia y
colaborar. El colaborador debe de conocer los alcances del procedimiento de
colaboración eficaz. Asimismo, se debe fijar el ámbito de los cargos pertinentes.
d) Cuarta clausula: descripción de la información proporcionada y delimitación de la
utilidad de la misma. Además, precisión de la información que ha sido corroborada.

e) Quinta clausula: previsión del beneficio acordado y las normas aplicables. Siempre se
impondrá la reparación civil pertinente.

f) Sexta clausula: enumeración de las obligaciones del colaborador, como no cometer un


nuevo delito doloso dentro de los diez años de habérsele otorgado el beneficio, informar
cambio de domicilio, realizar trabajos lícitos, reparar los daños ocasionados, salvo
imposibilidad, entre otros. Pero, los más resaltantes son concurrir a citaciones con la
justicia por hechos derivados del acuerdo y declarar con la verdad.

4.4. Fase de control judicial:


El juez puede formular observaciones sobre el acuerdo. Es así que puede ordenar devolver lo
actuado al fiscal. Luego, con el acta original y complementaria, el juez, dentro del décimo día,
celebra una audiencia privada donde: (i) precisa y ratifica el contenido del acta; (ii) expone los
motivos del acuerdo, así como interroga al reo; y, (iii) formula el alegato final. Al tercer día, el
juez debe dictar una sentencia, que puede ser impugnada, cuyo conocimiento será de la Sala
Superior. El agraviado podrá impugnar la sentencia aprobatoria en la parte de la reparación civil,
si expresó voluntad de intervenir en el proceso y sea parte. Cuando se deniegue la colaboración,
las declaraciones expuestas por el colaborador son como inexistentes y no podrán utilizadas en
su contra.

4.5. Fase de revocación:


El fiscal podrá solicitar la revocación de los beneficios previa indagación y adecuada
motivación. Esta puede ser en el sentido de que el beneficiario ha incumplido las obligaciones a
las que estaba sometido. La decide el juez que otorgó el beneficio. La audiencia se realiza a pesar
de que el beneficiado no asista. Pero este tiene la posibilidad de apelar. Por último, los efectos de
la revocación están en función al beneficio que se revoca. El juez deberá tener en cuenta los
siguientes pasos:
a) Control y procedencia. En caso que pase el control, se correrá traslado por cinco días al
beneficiado.

b) Con la contestación o sin ella – es una posibilidad procesal-, emitirá el auto de citación a
audiencia, en el que se deberá convocar a todos los que suscribieron el acta de
colaboración.

c) La audiencia se instalará con la presencia obligatoria del fiscal, pero continuará a pesar
de la inconcurrencia del beneficiado, a quien se le nombrará a un abogado defensor de
oficio. Instalada la audiencia se escuchará la posición del fiscal y del abogado del
beneficiado. Además, se actuará la prueba ofrecida y admitida.

d) Luego de ello, el juez emitirá el auto debidamente fundamentado en un plazo no mayor a


tres días.

e) Contra la resolución emitida por el juez, procede el recurso de apelación, que será
conocida por la Sala Penal Superior.

4.5.1. Efectos del auto de revocatorio


Los efectos del auto de revocación están en función al beneficio que se le revoca al
colaborador.
Cuando se refiera a exención de pena se remitirán los actuados al fiscal provincial para que
formule acusación y solicite la pena correspondiente. El juez penal emitirá el auto de
enjuiciamiento y correrá traslado a las partes por un plazo de cinco días para que presenten sus
alegatos y ofrezcan pruebas. Luego de la admisión de las pruebas, el juez emitirá el auto de
citación a juicio y señalará el día y la hora para la audiencia. En el acto oral se examinará al
imputado, actuaran las pruebas ofrecidas y previos alegatos se emitirá sentencia. Es de precisar
que contra la sentencia procede el recurso de apelación que deberá ser evaluada por la Sala
Penal.
Con relación a la disminución de la pena, se sigue el mismo procedimiento que cuando se
trate de exención de la pena. Empero, en este caso, no interviene el actor civil.
Conclusión:

1. El objetivo es introducir a todos los sectores económico-sociales en la lucha contra la


criminalidad organizada y reducir la impunidad en la persecución de estos delitos. c)
Sobre las medidas limitativas de derechos: Se siguen las mismas reglas establecidas en el
Código Procesal Penal respecto del levantamiento del secreto bancario y la reserva
tributaria.
2. La delincuencia y criminalidad organizada son todo un hito característico de las
sociedades postindustriales o postmodernas, pese a que puede rastrearse sus raíces en
épocas muy antiguas de la Historia Humana. Así, este tipo de delincuencia se refleja en
los primeros sujetos que delinquían en asociación, tales como los bandoleros, los
corsarios o los piratas. Así, a través de la Ley Nº 30077 se pretende regular todos los
aspectos relacionados a la especial condición de las personas que actúan ya no en
solitario ni bajo formas de participación delictiva de comisión de un delito aislado; sino,
que actúan a través de un complejo colectivo denominado organización criminal, ente que
-entre otras ventajas-, les facilita la comisión de los delitos con mejores expectativas de
impunidad.
3. La colaboración eficaz es una una institución que ha demostrado ser sumamente muy
eficaz contra el crimen organizado (en el Perú, por ejemplo, frente al terrorismo y frente a
los graves delitos cometidos durante la década de los noventa, tanto en cuanto a
violaciones de derechos humanos como actos de corrupción), pero tiene que estar
sometida a límites, garantías y principios, ya que de otra forma puede generar condenas
injustas o convertirse en fuente de impunidad y de corrupción.

Bibliografía
San Martin, C. (2015). Derecho Procesal Penal. Lecciones. Lima: INPECCP
Miguel Rafael Perez Arroyo (2013)Criminalidad Organizada - Análisis de la nueva Ley
contra el Crimen Organizado (Ley N° 30077 de 20 de agosto de 2013), Revista Procrim.

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