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Maestría en Consejería Bíblica

Alumno: Sergio Manzanilla Ramiro


ID. 245282
Martínez de la Torre, Ver. A 10 de Diciembre de 2019

Curso: CNS634 – introducción a la Consejería Cristiana


Profesor: Dr. José Gregorio Liendo

Resumen del libro “La Psicología y el Ministerio Cristiano” Autor: James E. Giles

INTRODUCCION: La Psicología fuente de ayuda para el Pastor. Muchas veces cuando aconsejamos bíblicamente
las personas siguen el consejo dado, y salen delante de sus luchas y pruebas, tristemente otros no porque tienen
problemas mayores que les han llevado a un estado de psicosis y necesitamos canalizarlos a una ayuda
profesional de un psiquiatra o terapeuta, que le proporcionara los medios para salir delante y dejar la crisis que
está pasando, como pastores seguimos visitándola y orando, así como ayudando a la familia.
¿Pero qué pasa cuando nosotros cómo ministros seguimos con nuestros esfuerzos de ayuda por medio de los
recursos espirituales? Seguramente se podrán agravar. El recomendar más lectura de la Biblia y más tiempo en
la oración puede contribuir a un trastorno emocional. Si cómo ministros podemos reconocer los primeros
síntomas de comportamiento anormal, será un beneficio muy grande para las personas que se encuentran en
condiciones de crisis. Un ministro alerta en el momento propicio puede prevenir que se agraven algunos
conflictos emocionales. Hay ministros que rechazan la idea de que la psicología tiene algo que contribuir a un
ministerio efectivo. Piensan que si el predicador tiene la Palabra de Dios y el Espíritu Santo en su vida, no
necesitan ideas de los hombres. Pero por otro lado no rechazan las formas de vacunación, algunas teorías
científicas y en el campo de la medicina, sin tomar en cuenta las ideas positivas que ofrecen algunos estudiosos
de la vida psíquica del hombre y su comportamiento. Es necesario hacer un hincapié en la importancia que tiene
para un ministro un conocimiento básico de psicología y el comportamiento humano. Si se tiene esta base, el
ministro con sabiduría e inspiración divina puede suministrar el mensaje espiritual para cada persona, de
acuerdo a su necesidad.
El autor del libro desea brindar una ayuda personal y una fuente de información que servirá como recurso
especial para el ministro en su trato diario con las personas que son miembros de su congregación y en su
contacto con las multitudes que no han encontrado nada en el programa de la iglesia de beneficio personal para
ellos. Los conceptos psicológicos no son todo lo que necesita saber el ministro. La psicología es una herramienta
que puede utilizar el ministro si la usa como na ayuda consagrada al Señor. Los conocimientos psicológicos nos
pueden dar otro punto de vista o perspectiva que nos ayudará en nuestro esfuerzo por ayudar a estas personas.
La parte más crítica del trabajo del médico es el diagnostico. El tratamiento es más seguro si se hecho un
diagnóstico correcto. Si no está correcto, puede tratarnos con medicinas que agravan nuestra condición en vez
de mejorarla. ¿Cuál es el paralelo de esta situación para el ministro? Supongamos que un miembro de la
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congregación está fallando en su fe, porque aunque lee la Biblia y ora a Dios todos los días, siente que Dios no
le escucha ni le está ayudando. Él quiere dejar a su familia y su trabajo, e ir de ciudad en ciudad evangelizando,
dependiendo solo de la generosidad de las personas y de las iglesias. Si el pastor es una persona que confía
solamente en su interpretación de las Sagradas Escrituras y es una persona celosa de la obra evangelística y no
sabe mucho del origen ni de la expresión de síntomas de enfermedades mentales, posiblemente va a felicitar al
miembro y animarlo. Pero si el ministro sabe algo de salud mental y los síntomas de funcionamiento anormal
entre personas, puede pensar dos veces ante de felicitar y animar al miembro en su propósito. Reconocerá que
hay un trastorno psíquico y necesita atención médica especial inmediata para prevenir la agravación de su
enfermedad. En síntesis, el pastor necesita hacer un examen minucioso de la experiencia religiosa del creyente
para asegurarse que no es patológica.
Un entendimiento básico delo funcionamiento de la personalidad humana y de las señales de dificultades en
este campo, puede ser una gran ayuda para el ministro. Los psicólogos y psiquiatras trabajan en campos que
están estrechamente vinculados con los del especialista en la experiencia religiosa, ya que los dos grupos tienen
que ver con la parte no material del hombre. Pero no trataremos de dividir al hombre en tres partes, diciendo
que el médico trata el cuerpo, el psiquiatra el espíritu, y el ministro el alma. El hombre es una unidad, y si está
mal en una esfera, probablemente sentirá el efecto en las demás esferas de su personalidad. La psicoterapia y
la religión ofrecen ayuda en campos muy similares. El predicador hablará de los problemas de pecado, la
culpabilidad, el temor de Dios, el perdón, y la salvación. El psicoterapeuta utilizará términos técnicos de
ansiedad, histeria, depresión, aceptación e integración.
Esto no quiere decir que el ministro va a dejar de predicar el Evangelio y va a dedicar todo su tiempo a la
psicoterapia. Pero sí quiere decir que en su trabajo de pastor va a poder utilizar otra herramienta para ayudarle
a entender lo que está pasando en la vida de muchos de sus miembros. El ministro puede percibir las tendencias
en las relaciones entre cónyuges, entre los padres y los hijos, etc. Él puede ofrecer sugerencias que pueden
evitar algunos problemas serios en el futuro. Así el trabajo del ministro será preventivo y no solamente
orientado a tratar de ayudar a las familias que ya se separaron. La psicología puede darle al pastor una
perspectiva más amplia de la naturaleza humana. Los psicólogos nos ayudan para comprender el porqué de
mucho del comportamiento humano. Teológicamente podemos llamar a muchos actos pecados, pero tal vez es
más beneficioso reconocer algunos motivos conscientes e inconscientes que forman la base del
comportamiento humano. El pastor tendrá la responsabilidad de hacer la pregunta constantemente: “¿Qué
relación tiene esta idea con mi trabajo en el ministerio?” “¿Cómo puede esta idea ayudarme a comprender a las
personas que son miembros de mi iglesia?” “¿Cómo se aplica este concepto al campo bíblico?” “¿Quién en mi
congregación tiene un problema parecido a este caso?” “¿Qué puedo hacer para ayudar a fulano a superar este
problema en su trabajo?”.
I. El poder del Inconsciente.
Introducción: Alagunas personas desarrollan un dolor de cabeza cuando les toca hacer algo desagradable. Otros
desarrollan otras clases de enfermedades las cuales son una forma de rebelión en contra de lo que uno tiene
que hacer. Estos “olvidos”, dolores, y enfermedades son la obra del inconsciente en cada uno de nosotros. El
inconsciente tiene un gran poder en cada persona.
A. El consciente y el inconsciente. Freud ilustró el consciente y el inconsciente, hablando de dos o tres cuartos
consecutivos en una casa. En la pieza más pequeña del frente está la parte consciente. Detrás hay ora pieza
que podríamos llamar lo preconsciente, que abarca las cosas que hemos sabido, pero temporalmente
hemos olvidado. Con algo de concentración podemos recordarlas y traerlas al campo de lo consciente. En
el cuarto más grande y más retirado, hay innumerables experiencias que viene desde la niñez y que son
imposibles de recordar. Pero están allí en forma de impulsos, impresiones, las cosas que hemos heredado
de los antepasados, y los recuerdos reprimidos.
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Freud consideraba que en el inconsciente operaban los deseos de los apetitos. También el inconsciente es activo
e impulsivo, un agente activo, apetente e impulsivo. Lo inconsciente es, de un extremo al otro, dinámico; la
estructura psíquica total, sea consciente o inconsciente, es fundamentalmente una trama de impulsos y deseos.
Entre lo preconsciente y lo inconsciente hay una cortina que divide estas dos partes. A esta cortina podríamos
llamarla el Súper Yo, que representa los controles que están en juego para censurar los impulsos y prevenir que
lleguen a ser actos. Posteriormente Freud elaboró otra organización de la psiquis en el Ello, el Yo, y el Súper Yo.
El Ello: contiene la herencia, es la parte más íntima y primitiva de la personalidad. Es profundo, oscuro,
inconsciente y poderoso. Abarca la combinación de los genes que contribuyen a nuestro estado de ánimo
predominante. En la antigüedad se conoció como los cuatro temperamentos: el sanguíneo, el melancólico, el
colérico y el flemático. El ello contiene los impulsos sexuales instintivos, y busca sólo placeres momentáneos,
los instintos básicos: “La búsqueda de placer (eros) y la destrucción, o sea la muerte (thanatos). Nosotros nos
hemos olvidado de las experiencias, pero éstas han dejado sus huellas en el banco de la memoria y pueden
afectar nuestro comportamiento actual. Las actividades del Ello son amorales, es decir, ni son buenas, ni malas.
El Yo: Otra parte de la mente humana es el proceso de pensar y funcionar. Freud llamó esta parte el ego, o el
yo. El ego es la parte de la psique que actúa como guardián entre las influencias del mundo exterior y el Ello.
El Super Yo: Este se forma paulatinamente por medio de influencias que se ejercen sobre el niño. Cuando hay
muchas restricciones, prohibiciones y castigos severos, pueden formar un niño débil, con temor de ejercer
autoridad. Pero el mismo niño puede llegar a rebelarse en contra de todas prohibiciones y expresar su
disconformidad por medio de la desobediencia o la rebeldía. El Super Yo, se forma por medio de influencias de
los familiares, las personas de importancia en su cultura, el ambiente social y el sistema de valores que vine de
todo conjunto de influencias. En un sentido podemos decir que el Ello y el Super Yo representan las influencias
que vienen del pasado. Las del Ello son predominantemente las de herencia, las del Super Yo son las del medio
ambiente, y el Yo representa lo que la persona hace con esas influencias.
La meta de la persona es tratar de mantener una armonía entre los deseos o impulsos que salen de Ello y tienen
que pasar por los controles del Super Yo, para pasar a través del Yo en un acto con el mundo exterior. El Ello, o
el inconsciente, es la parte de la mente que más poder o control tiene, la persona es presa el inconsciente por
las experiencias traumáticas del pasado. Necesitamos familiarizarnos con los términos el Ello, el Yo, y el Super
Yo, y su significado, para comprender lo que dice Freud a los demás médicos.
B. El Desarrollo de los instintos. Todos los seres humanos tenemos necesidades vitales: Comida, sexo, agua.
Otros amplifican estas necesidades en las fiscas y las emocionales, que abarcan: seguridad, amor,
reconocimiento de valor, y experiencia nueva. Maslow contribuye a este campo de información con su
organización de las necesidades en una jerarquía. Comienza con las necesidades fisiológicas, pasando por la
seguridad, después progresa la idea de pertenecer a grupos en los cuales hay amor; de ahí pasa a la etapa
de búsqueda de aprecio y valor, después viene el punto final, lo cual es la realización. Cuando las
necesidades vitales se suplen en las etapas más bajas, la persona no se preocupa por alcanzar las etapas
más altas.

Freud limitó estos instintos a dos: el deseo de placer y la destrucción. Los instintos son las fuerzas que se
ejercen como resultado de las necesidades que salen de Ello. El principio de placer (eros), opera para la
preservación de la raza, de la especie, y de la persona. También el amor está presente aquí, sea en la forma
de amor propio o en la búsqueda de un objeto de amor. El otro instinto es el opuesto, el instinto de destruir,
o de alcanzar un estado de existencia. Estos dos instintos pueden estar en conflicto el uno con el otro. Freud
se refirió al instinto de placer (eros), como la libido que siempre está presente en uno para neutralizar la
fuerza destructora. La libido crea una energía que produce un conflicto entre las fuerzas agresivas dentro
de la persona, y que tiene que ser resuelto por el Yo. A veces esta energía se vuelve hacia adentro; en tal
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caso la persona puede desarrollar úlceras, una depresión, o expresar actos de autodestrucción. La libido
completamente vuelta hacia sí misma se expresa en forma de narcisismo.

C. Etapas del desarrollo Psico-Sexual. Al tratar con multitudes de personas que tenía problemas emocionales,
Freud notó que un porcentaje alto de ellas sufría de enfermedades en la esfera del sexo. Él desarrollo una
teoría para dar una importancia primordial al impulso sexual. Enseño que la persona normal pasa por una
serie de etapas en su desarrollo: Período oral - El recién nacido experimenta este placer por medio de la
boca, en el acto de mamar hay una satisfacción que le da placer y tranquilidad al niño. Algunos psicólogos
ven una relación entre la frustración del niño durante el período oral y los problemas que les aquejan cuando
llegan a adultos. Período anal - En el segundo y tercer año de vida la persona recibe satisfacción en el proceso
de eliminación. Es a la vez la época cuando los padres comienzan a insistir en el control de los músculos del
esfínter para la eliminación de los desperdicios del cuerpo. El niño aprende también que puede expresar su
agresión por medio del ejercicio de su propia voluntad con el control del esfínter. Aquí a veces comienza
rebeldía en contra de la autoridad que se expresa posteriormente en forma de delincuencia o de una vida
criminal. El período fático y de Edipo y Electra - La tercera etapa desarrollo es cuando el niño comienza a
tocar los órganos genital y manifiesta placer al hacerlo. Los niños desarrollan curiosidad la diferencia entre
el niño y la niña. Este es el periodo cuando los niños necesitan establecer una relación positiva con ambos
padres. El niño necesita aceptar su sexualidad y la niña necesita aceptar la suya. Actitudes de hostilidad o
rechazo de parte de los padres pueden sembrar las semillas de trastornos emocionales en el futuro. El niño
necesita poder identificarse con personas del sexo masculino y la niña con personas del sexo femenino. En
esta manera evitan la posibilidad de una confusión que podría resultar en la homosexualidad en el futuro.
Cuando los padres manifiestan desagrado porque tienen un hijo de un sexo cuando esperaban a uno del
otro sexo, esto comunica al niño la idea de que no agrada a los padres.

El período latente — Después de pasar la etapa de una identificación con su propio sexo acontece lo que se
llama el período latente, en el cual no hay evidencias marcadas de interés exagerado o preocupación.
Muchos llaman este el período homosexual porque no hay mucho interés manifestado en las personas del
sexo opuesto. Más bien cada grupo quiere participar en actividades que son de interés para ese grupo. El
período heterosexual— Cuando comienza la pubertad, a los doce o trece años, aunque la edad cronológica
varía con cada uno, los niños comienzan a experimentar cambios fisiológicos en el cuerpo. Aparece el vello
alrededor de los genitales y debajo de los brazos. En el muchacho la voz comienza a bajar. Se despierta el
deseo sexual en una forma diferente a lo que ha experimentado anteriormente. El joven comienza a
interesarse en personas del sexo opuesto para la expresión del deseo sexual. La niña pasa por este mismo
proceso. Hay que preparar para el día de la primera menstruación, explicándole que es el proceso del
desarrollo que Dios ha ordenado para que ella llegue a ser madre en los años venideros. La señorita
desarrollará intereses propios para las personas de su sexo y edad.

Debemos reconocer que estas teorías de Freud nos ayudan para descubrir las raíces de los problemas que
tienen algunas personas. Más y más estamos reconociendo que las dificultades que tienen muchos adultos
se originan en las experiencias relacionadas con los primeros años de vida y los contactos con personas
significativas durante esa época.

D. El tratamiento de los trastornos emocionales. Freud, en base a su teoría, que lo que la persona podría
decirle en la consulta, salía del consciente o del preconsciente en algunos casos. Pero él pensaba que las
razones principales estaban en el inconsciente. Al sacar del inconsciente al consciente estas experiencias, la
persona podría enfrentar su dificultad en forma racional con la ayuda del terapeuta. Freud decidió llamar a
este proceso: psicoanálisis. Aprendió que las personas progresaban mejor bajo el método de “asociación
libre”, en la cual el paciente comenzaba al hablar de lo que estaba en su mente, sin interrupción, sin
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condenación, sin juicios de valor de parte del terapeuta. Con el tiempo la persona comenzara a sacar del
inconsciente el material de significado que servirá de base para conocer el problema psíquico que tiene.
Hipnosis: Además de la asociación libre Freud descubrió que por medio de la hipnosis también podía llegar al
inconsciente del paciente con trastornos emocionales. Pero después de un tiempo dejó de usar la hipnosis
porque encontró que el paciente no aprovechaba lo que salía del inconsciente a través del proceso hipnótico,
ya que no era consciente del proceso, debido a estar en trance hipnótico.
Interpretación de los sueños: Freud encontró en los sueños del paciente el camino real hacia el inconsciente.
Descubrió que cuando uno está dormido se relajan los mecanismos de defensa y las experiencias reprimidas
tienden a formar parte del contenido de los sueños. Freud dividió el contenido de los sueños en dos partes: una
era el contenido manifiesto y otra el contenido latente. Uno no debe interpretar en forma directa el contenido
de los sueños. Tiene que reconocer que aun en el sueño uno no trata directamente con el objeto de su
frustración. Freud vio en los sueños los deseos inconscientes que salen a la superficie y la liberación del Ello para
participar en actividades que no se permitirían por el Yo si la persona estuviera consciente y despierta. Por eso
en el sueño uno puede hacer cosas que son prohibidas en la vida consciente. En un sueño uno puede revivir las
experiencias de la niñez, y de las cual no tiene consciencia cuando está despierto. Esto ayuda reconstruir la vida
temprana del paciente.
Lapsus Linguae: Freud también vio mucho significado en los lapsus linguae. Descubrió que las personas por
medio de los lapsus decían lo que verdaderamente sentían, en vez de decir lo que se esperaba de ellos o lo que
las circunstancias exigían. Cuando los pacientes estaban hablando y tenían estos lapsus, Freud ayudaba al
paciente a descubrir el significado del lapsus.
CONCLUSION: Ciertamente no aceptamos sus conceptos en cuanto a la neurosis como la base de la religión, las
artes, la moralidad, y la civilización. El vio en la religión la expresión de los temores del hombre y de las ilusiones
que el hombre desarrolla a causa de su ansiedad por los problemas que no puede solucionar. ¿Qué hay de valor
en las enseñanzas de Freud? Es evidente que Freud ha hecho una gran contribución a la humanidad con su
énfasis sobre el poder del inconsciente, sin lugar a dudas este énfasis nos ayuda para reconocer dónde están las
raíces de muchos de los problemas. Pero no solucionan todos los problemas. Uno no puede excusarse siempre
en las responsabilidades de la vida con la explicación que tuvo una experiencia traumática durante la niñez.
Tiene que asumir responsabilidad por su vida presente.
II. El complejo de inferioridad Adler. Adler colaboró con entusiasmo con Freud, y juntos elaboraron
algunas de las teorías básicas del psicoanálisis. Pero poco a poco Adler comenzó a diferir con Freud, y al
fin rompió por completo con su escuela de pensamiento y estableció su propia fama en el campo del
psicoanálisis. Su diferencia principal estaba en no aceptar el papel de la influencia colectiva de que tanto
hablaban Freud y Jung. Tampoco estaba de acuerdo con el énfasis exclusivo en el sexo como factor en
los trastornos emocionales de los pacientes.

A. El origen del deseo de poder. Adler arribó la convicción de que, las perturbaciones, tenían sus raíces en el
complejo de inferioridad. Toda persona busca una compensación por esta debilidad en una forma u otra.
Adler no limitó la debilidad a orgánico, sino que también la amplió para incluir conceptos mentales que las
personas tienen de sí mismos y que contribuyen a un sentimiento de inferioridad. Por regla general esta
persona tiene dificultades en sus relaciones interpersonales porque está luchando por superar a todos a raíz
de la inferioridad que siente. El “deseo de poder” es el concepto fundamental de las enseñanzas de Adler.
Todos tienen este deseo. Cuando este ideal se frustra, la persona busca una compensación para lograr la
gratificación del sus deseos. Estableció la hipótesis de que las personas compensan sus defectos por medio
de demostrar poder en otras esferas. Cuando las personas experimentan una frustración que no les permite
ejercer su poder, se enferman de otra manera para evitar tener que seguir luchando. Adler habló mucho
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también del “complejo de superioridad”, que es reacción compensatoria que muchas personas hacen a sus
sentimientos de inferioridad.

B. El “Estilo de Vida”. Al conversar con sus pacientes Adler descubría su “estilo de vida”, el cual formaba la
base de su motivación para vivir. Para Adler la persona que padece de alguna enfermedad en la niñez decide
invertir su vida en “justificar” lo que le pasó y trata de neutralizar los efectos de la enfermedad o de la
experiencia negativa. A veces los pacientes se escudan detrás de su debilidad para no ser como los demás.
Viven diciendo que si no fuera por su enfermedad podrían producir tanto como los demás o aún que serían
superiores a todos. Su enfermedad llega a ser una muleta que les concede favores especiales o excepciones
a las reglas con que los demás tienen que vivir. Adler insistía en que cada persona hace de sus problemas
exactamente lo que necesita para que sirva a sus finalidades.

C. El tratamiento. El tratamiento para Adler consiste en conversaciones con el paciente para ayudarle a
reconocer cómo utiliza su enfermedad para controlar a las personas y el medio. Adler analizaba a las
personas y llego a notar ciertas características especiales debido al orden en que nacieron en su familia. El
niño de un hombre fuerte puede ser débil y falto de ambición porque cree que no vale la pena competir con
su padre. El niño de padres muy pobres puede desarrollar la actitud del “pordiosero” y esperar que todos
los demás le den lo que necesita para vivir. El niño mimado quiere ser el centro de atención durante toda
su vida. El niño no querido trata de aislarse para no llamar la atención de nadie. El mayor tiende a querer
conservar el poder y el puesto que ya tiene ganado. El hijo único tiende a pensar que todos los demás lo
dejarán reinar porque nunca ha tenido competencia por el amor y aprecio de sus padres.

Así él vio la religión como una manifestación de la neurosis en muchas personas, en la cual se escapan del
mundo real y llegan a vivir en un mundo ideal donde predomina el amor de Dios. Algunas personas pueden
reaccionar en una de varias maneras como consecuencia de la lucha por el poder. El tratamiento del
paciente consiste en ayudarle a descubrir su estilo de vida y a entender cómo el deseo de poder se ejerce
en su experiencia. Adler dio mucha importancia a los sueños. Los sueños son un ensayo emocional de los
planes y las actitudes para cuando nos despertamos. La cura según Adler consiste en el cambio dentro del
paciente para no tener que controlar a otros y ser superior a ellos. La cura se alcanza cuando la persona
puede llegar al punto de ser siervo de todos y perder su vida en el servicio de la humanidad. Esto suena muy
parecido a lo que el ministro trata de predicar; es el Evangelio.

III. Los tipos de personalidad Jung. Él era hijo de un clérigo famoso de Suiza, y simpatizó mucho con el
papel de la religión en el tratamiento de los enfermos mentales, relaciona frecuentemente la
psicoterapia con la religión por medio de ilustraciones. Cita a Agustín, quien distinguía entre dos
pecados capitales: la concupiscencia y la soberbia. El primero corresponde al principio del placer en
Freud, y el segundo corresponde al deseo de poder en Adler, o sea, el deseo de superar a todos. El
enseñaba que los hombres en cada época de la historia habían contribuido con ciertas apreciaciones
que ahora forman parte de la personalidad humana. Jung vio en la inconsciencia de cada persona las
raíces de las civilizaciones antiguas, Esta “inconsciencia colectiva” contiene sabiduría que está
consignada dentro de cada cerebro humano, y está allí como un gran potencial.

Estos vestigios del inconsciente colectivo que toda, persona tiene hacen su impacto sobre cada
individuo. Para algunos predominan reliquias de una índole, y en otras personas pueden predominar los
rastros de otra índole. Jung llamó a estos vestigios “arquetipos”. Los instintos dentro del hombre forman
alianza con estos arquetipos dando lugar a “personas” como “sombras” que están dentro de la
personalidad de uno. El vio también ciertas características femeninas dentro de cada persona y las llamó
“anima”. Las características masculinas que vio dentro de las mujeres recibieron el nombre de “animus”.
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También dentro del hombre está el “viejo sabio”, el “maestro superior”, y el “guía”. La neurosis, según
Jung, viene como consecuencia de alguna demanda en la niñez que el niño no pudo suplir en forma
adecuada. Este fracaso se atribuye a la presión que viene de los Arquetipos colectivos que están dentro
del niño. Pero Jung dio más énfasis al presente que al pasado, e insistió en que el paciente debía dejar
el, pasado y encararse con el presente. El hombre pasa de las etapas del hombre primitivo al hombre
civilizado. A veces experimenta, “fijaciones” en este, proceso, de modo que no puede progresar
normalmente a la etapa siguiente. Al no poder solucionar los problemas en esta etapa, la persona se
enferma. El tratamiento consiste en ayudarle para reconocer este problema y pasar a la otra etapa en
su adaptación.

A. ¿Introvertido o Extrovertido? Jung dijo: Cuando consideramos el curso de la vida humana, el destino de
uno se determina más por los enfoques de su interés, pero en otro es determinado más por su propio
ser interno. El primero es el extrovertido; el segundo es el introvertido. En el introvertido el elemento
subjetivo predomina mientras en el extrovertido el elemento objetivo prevalece. Jung también vio que
las personas participan en las funciones de pensar, sentir, recibir sensaciones y comportarse en base a
intuición en diferentes grados. Vio también June vio una tendencia especial en el introvertido a usar la
razón y a pensar en forma lógica y en el extrovertido el predominio del sentimiento y la motivación que
viene por medio de la libido. Para Él, los primeros años de la vida son de suma importancia en la
formación de la personalidad. Si los padres se preocupan demasiado por el niño por su salud, y su
comodidad, el niño tienden a desarrollar una actitud de dependencia y una extrema debilidad en tomar
sus propias decisiones. Pero en otros la reacción es opuesta; y llegan a ser agresivos, hostiles a toda
restricción y a toda autoridad. Los niños tienden a copiar a sus padres. Si los padres tratan de dominar a
los demás, los niños probablemente harán lo mismo.

Cuando el niño puede independizarse del padre y de las madre y de la imagen que tiene de ellos. Cada
niño tiene que pasar por este proceso de la independencia. El adolescente pasa por la etapa de querer
ser aprobado por otros pero a la vez nota que no es tan guapo o tan hermoso como quisiera serlo.
Reconoce las fallas en su propia apariencia y tendencias, pero a la vez está buscando el apoyo de los
demás. Poco, a poco el joven logra reconocer la persona que.es y se acepta a sí mismo, reconociendo
sus cualidades positivas y negativas. Por eso, hay un grupo de personas, que al oír de un asunto o una
oportunidad, tienden a retraerse. Después de pensar un rato, descubren que es una buena idea, y están
listos a colaborar. La segunda clase de personas reaccionan en forma entusiasta desde el momento en
que se presenta el plan. Tienen confianza en sus capacidades y reaccionan en forma positiva al asunto.
El primer grupo es el de los introvertidos y el segundo grupo es el de los extrovertidos.

B. La integración de la personalidad. Jung explica que hay cuatro etapas en la psicoterapia. Primero, viene
la catarsis, en que hay una confesión completa de todo lo que uno tiene reprimido adentro. La segunda
etapa se llama la elucidación, en la que se busca el origen de la neurosis. El terapista ayuda a la persona
a entender los recursos más tempranos, sus sueños, y el hecho de que la transferencia es el cumplimiento
del deseo y de las fantasías de la niñez. La tercera etapa es la educación. La persona aprende que no es
simplemente catarsis y entendimiento; la planta tiene que ser cuidada si va a crecer derecha. La cuarta
etapa es la transformación. Descubrimos que cada persona interpreta la felicidad de una manera
diferente.

El proceso para experimentar esta integración es la confesión, Al hacer una confesión completa de todo
lo que la persona tiene adentro, y al acompañar esta confesión con una catarsis, o el desahogo de las
emociones correspondientes, viene la sanidad que cambiará la vida de la persona. La personalidad del
terapeuta o el ‘‘confesor” es importante para lograr éxito en la confesión. El terapeuta acompaña al
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paciente en este proceso de la confesión. Jung hizo hincapié en el hecho de que la relación es una parte
importante en la cura del paciente, y que las teorías y métodos eran secundarios. También hay que
desarrollar otros hábitos para reemplazar los malos. Este es el proceso de la educación, cuando el
paciente deja los hábitos malos y establece los buenos. El tratamiento consiste en examinar con el
paciente cuáles son las potencialidades latentes dentro de la persona, descubrir quién es él realmente,
y en actuar de acuerdo con esta información. La meta deja psicoterapia no.es transportar al paciente a
un estado de felicidad que es imposible, pero es ayudarle a adquirir una estabilidad y paciencia para
encararse con el sufrimiento. La vida para ser completa, demanda un balance entre la felicidad y la
tristeza.

C. El significado de los sueños. Jung también vio importancia en los sueños de los pacientes como una
expresión del inconsciente colectivo. El primer paso para comprenderlos es establecer el contexto de
donde viene. Uno tiene que esforzarse para descubrir las varias imágenes que operan en un sueño, los
sueños tienen un significado objetivo y otro subjetivo. El aspecto subjetivo mira las características de la
personalidad del paciente que se reflejan en las personas o las figuras del sueño. Jung vio en los sueños
de los pacientes un cuadro de la condición interna del paciente y de la cual no era consciente. A veces el
primer sueño que cuenta el paciente, dio un resumen de su problema y a la vez una clave para la solución
de sus problemas.
Conclusión: La “individuación” es la experiencia, no muy diferente del nuevo nacimiento, en que la persona
encuentra el camino correcto. No es el fin del peregrinaje, justamente como el nuevo nacimiento es apenas
el comienzo en el camino correcto y no el fin del camino. El hombre continúa en su vida durante el resto del
peregrinaje descubriendo maneras de vivir con más felicidad y armonía. Jung dijo que no había visto una
curación a menos que la persona no hubiera llegado a adquirir una orientación espiritual en la vida.
IV. El significado del “YO” Erikson. Erikson parece confirmar algo de las enseñanzas de Freud en cuanto a
las etapas en el desarrollo psicosexual de los niños. Describe la etapa oral, anal, Edipo, latente,
homosexual, y heterosexual, y da ilustraciones clínicas en amplitud. vio una armonía entre el desarrollo
psicosexual y psicosocial de las personas. Después elaboró sus teorías las que ilustran el impacto de la
cultura sobre estos aspectos de la vida.

A. El Yo como el Ejecutivo. Erikson aceptó el papel del Ello, y del Super Yo, de acuerdo con las enseñanzas
básicas de Freud. Pero dio más importancia al papel del Yo, que está en medio del Ello y el Super Yo, recalca
la importancia del Yo. Es como un ejecutivo que tiene la responsabilidad de mantener funcionando bien
todos los departamentos de una empresa. Él tiene la autoridad final en tomar las decisiones más
importantes. El Yo se encarga del manejo de los “mecanismos de defensa” , y decide cuál de los mecanismos
es el más indicado para cierta circunstancia, sea la de postergar una satisfacción, buscar sustitutos de una
satisfacción, y hacer las transacciones necesarias para mantener cierta armonía entre el Ello y el Super Yo.

B. Etapas del desarrollo. Erikson hizo una contribución distintiva al campo de la psicología cuando presentó
sus siete etapas en el desarrollo del hombre, con cualidades básicas que facilitan el desarrollo del Yo en
forma sana: 1) Confianza básica versus desconfianza básica. Esto acontece durante el primer año de vida.
Hay tres evidencias de que el niño recién nacido está desarrollando la confianza social. Son: la ausencia de
dificultades en su alimentación, su capacidad de dormir tranquilamente, y el funcionamiento normal de sus
intestinos. 2) Autonomía versus vergüenza y duda. Con el desarrollo de los músculos el niño aprende del
poder de dos grandes funciones el aferrar y el soltar. En esta etapa el niño aprende a regularse y a desarrollar
un sentido de responsabilidad moral y una participación en las instituciones básicas que formarán parte de
su vida adulta en el futuro. 3) Iniciativa versus culpa. En esta etapa del desarrollo del niño hay un interés
intenso de conquistar para el propio beneficio. En el niño esto se manifiesta en los artículos que escoge con
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que jugar, que siempre tienen relación con pistolas, espadas, palos, u otros artículos que tienen símbolos
fálicos. En la niña se manifiesta en formas de “atrapar” o con agresividad o en forma más sutil de despertar
interés por medio de hacerse atractiva y despertar afecto. El resultado del ejercicio de las actividades
agresivas es la culpa. 4) Industria versus inferioridad. Durante el período latente el niño sublima la necesidad
de conquistar a las personas o de ser papá o mamá en forma apresurada, y comienza a obtener
reconocimiento por medio de la producción de cosas. Ya ha aprendido a caminar, a correr, y ha llegado a
controlar los músculos de la eliminación. El peligro para el niño en esta época es el sentido de inadecuación
o de inferioridad. Como consecuencia el niño acumulará rabia que luego brotará en impulsos violentos.
Completar una situación productiva constituye una finalidad que gradualmente reemplaza a los caprichos y
los deseos del juego. 5) Identidad versus confusión del papel. La adolescencia es una revolución fisiológica
en que el joven experimenta incontables impulsos contradictorios. Es; la época cuando la identidad del Yo
se establece, el peligro de esta etapa es la confusión del papel del Yo. Si en las etapas anteriores ha habido
frustración, se complica la identidad del Yo ahora. Por ejemplo, si ha habido una serie de problemas para
impedir una identidad sexual sana en el niño, esta dificultad se dejará sentir en la forma más marcada en
esta época. Esta es la época de la ideología. 6). Intimidad venus aislamiento. Cuando en la adolescencia la
persona ha hecho una identidad normal, ya está lista para el próximo paso, “la intimidad”. La intimidad es
la capacidad de entregarse a afiliaciones y asociaciones concretas y de desarrollar la fuerza ética necesaria
para cumplir con tales compromisos, aun cuando éstos pueden exigir sacrificios significativos. El vivir diario
a veces requiere la renuncia a deseos personales que traen satisfacción al Yo. Si uno no logra la. intimidad,
resulta el distanciamiento. Cuando una persona se aísla, tiene que defender su propia posición y destruye
toda cosa y persona que amenaza su seguridad. 7) Generatividad versus estancamiento. Cuándo se
establece la intimidad en el matrimonio, viene la etapa productiva, creativa, o generativa. El hombre maduro
necesita sentirse necesitado. La “generatividad” es el proceso de establecer y guiar a la nueva generación.
El hombre feliz es el que ha podido producir algo positivo con su vida; que ha contribuido algo de valor para
la siguiente generación. 8) Integridad del Yo versus desesperación. Cuando uno llega a la madurez con
integridad, se siente feliz. El temor a la muerte es la consecuencia de no haber experimentado esta
integridad de vida. Cuando uno llega a ser un adulto maduro, debe haber adquirido las fuerzas del Yo en
forma suficiente durante cada una de las etapas mencionadas, de tal manera que pueda sentirse satisfecho
con sí mismo y con su contribución al mundo.

Erikson termina su discusión de las etapas de la vida y las cualidades que se deben desarrollar en cada etapa
uniendo la primera, la confianza, con la última, la integridad, diciendo: “que los niños sanos no temerán a la
vida si sus mayores tienen la integridad necesaria como para no temer a la muerte”. Él desarrolló su sistema
un paso más a fin de mencionar la actividad principal y las virtudes básicas que forman parte de cada etapa,
estas son:

1. Confianza: Impulso y esperanza.


2. Autonomía: Autocontrol y fuerza de voluntad.
3. Iniciativa: Dirección y propósito.
4. Industria: Método y capacidad.
5. Identidad: Devoción y fidelidad.
6. Intimidad: Afiliación y amor.
7. Generatividad: Producción y Cuidado.
8. Integridad: Renunciamiento y sabiduría.

Conclusión: El valor de las enseñanzas de Erikson radica en su tesis de que el Yo del hombre está consciente
en forma continua. Le hace al hombre responsable por sus actos, le inspira a tener orgullo sano en lo que
logra, y le ayuda a asumir responsabilidad por sus fracasos. ¿Qué compatibilidad hay entre el evangelio de
Pastor: Lic. Sergio Manzanilla Ramiro 9
Jesucristo y las enseñanzas de Erikson? Creo que el evangelio afirma el valor que hay en el hombre, junto
con sus dones y su capacidad de relacionarse con otros. Cuando el hombre llega a ser todo lo que Dios
quiere que sea, tendrá un sentido de satisfacción y cumplimiento en la vida. Estas metas son muy parecidas
a las que tiene Erikson para el hombre. El Evangelio tal vez es más efectivo en alcanzar esta meta.

V. Conductismo Watson y Skinner. El movimiento llamado “conductismo” y su énfasis radica en el papel


del condicionamiento como factor importante en el comportamiento humano. La conducta era el único
asunto que el psicólogo puede estudiar de manera rigurosa, objetiva, y experimental. En esta forma
Watson logró trasladar el énfasis de la consciencia a la conducta. Desechó la teoría de que el
comportamiento es el resultado de los instintos y despertó mucho entusiasmo hacia la idea que la
conducta es algo aprendido como resultado de experiencias repetidas. Por eso, el medio ambiente es,
de importancia primordial. Watson dijo que si se le daba la oportunidad de criar a los niños tal como él
lo deseaba, podría hacer de ellos la clase de adultos que se le diera la gana.

A. El papel del condicionamiento. Hoy en día los conductistas insisten en la experimentación rigurosa y
objetiva para establecer la veracidad de sus teorías. Este método dejaba a un lado el énfasis sobre la
sensación, que brota de los instintos, y crea impulsos que se basan en los sentimientos. Watson rechazó los
factores de satisfacción y dolor como determinantes del comportamiento, diciendo que había que tomar en
cuenta la frecuencia de las recompensas y el lapso de tiempo entre o el placer o el dolor como recompensa
del comportamiento. Se desarrolló la idea que el niño crece en un mundo de castigos y recompensas por su
comportamiento. Lo que recibe creará un sentido de valor o de pena que viene por medio de este
comportamiento. Posteriormente elaboró la relación entre el oír, el sentir, y el hablar. Por medio del
condicionamiento se pueden lograr efectos sobre el comportamiento de una persona con el uso del lenguaje
y de otras formas no yerbales de comunicación, tales como gestos de las manos, los pies, el cuello, y los
ojos.

B. La asociación mental. Además de la importancia del concepto de condicionamiento para el comportamiento


humano, surgió el papel de la asociación para ayudar en el proceso de aprender y determinar el
comportamiento. Las leyes tradicionales de la asociación, que incluían la relación de un hecho a otros,
basada en la frecuencia y el lapso de tiempo entre relaciones, la intensidad del estímulo, y los efectos de los
castigos y las recompensas sobre la persona, todavía están en vigencia y tienen aplicación en el día de hoy.
Así el conductismo enseña que los instintos no se heredan, más bien son aprendidos como con secuencia
del condicionamiento de los padres y el ambiente social.

Por medio de las aplicaciones de los estímulos apropiados se pueden producir las tres emociones básicas:
el miedo, la ira, y el amor. La personalidad es el conjunto de reacciones a los estímulos. “Conocer una
personalidad no es otra cosa que poseer una información específica de sus hábitos de trabajo, educación,
actitudes, hazañas, tendencias emocionales dominantes, adaptabilidad social, recreaciones y deportes
favoritos, vida sexual, reacciones a las normas convencionales, peculiaridades específicas y compensaciones
por adaptaciones insatisfactorias”. La personalidad cambia a medida que se descartan viejas reacciones y
se adquieren otras nuevas.

C. Herencia o medio ambiente. El conductismo hace énfasis en la importancia de la infancia. En los primeros
años, ciertamente antes de los seis, la persona se forma o se frustra. “Es durante esos años cuando aprende
a hacer frente al mundo con temor o confianza, con hostilidad o con amistad; a sucumbir a las dificultades
o a vencerlas; a esperar el triunfo o el fracaso; esos años constituyen, en suma, el período durante el cual
adquiere actitudes y hábitos, casi por completo viscerales y no verbalizados, que siempre constituirán el

Pastor: Lic. Sergio Manzanilla Ramiro 10


núcleo de su personalidad y que encierran los fundamentos de la poderosa parte “no verbalizada” de su
ser”.

D. El conductismo y la religión. Tal vez la parte más controversial de los conductistas tiene que ver con su
negación de la consciencia. Puesto que insiste en el uso de métodos objetivos en sus investigaciones, deja
a un lado la introspección y la importancia del espíritu o el alma. Si todo el comportamiento es el resultado
del condicionamiento, entonces el hombre llega a ser un títere y no tiene la libertad ni el alma que son
características de su naturaleza espiritual. Por eso, el conductismo que se caracteriza por una objetividad
fría y un método científico completamente divorciado de lo metafísico, es rechazado por los cristianos.

E. La influencia de B. F. Skinner sobre el conductismo. Fabricó lo que se llama la “caja de Skinner”, un aparato
que contiene palancas que funcionan en forma electrónica cuando los animales la tocan. La máquina expulsa
el alimento de acuerdo con el control del que está haciendo el experimento. Creando como resultado el
hábito. Otro factor en que hizo mucho hincapié Skinner es la importancia de reforzar el comportamiento
por medio de la entrega de un premio o recompensa al sujeto, lo que estimula al sujeto a actuar de la
manera correcta la próxima vez. Los psicólogos piensan que el mismo principio se puede aplicar a la
pedagogía y a otras técnicas con las que influimos el comportamiento humano.
Conclusión: Skinner, como la mayoría de los conductistas, no tiene lugar para Dios, la religión, y la fe en un poder
sobrenatural para ayudar al hombre. Rechazan la inmortalidad y dicen que el hombre debe entregar su
naturaleza autónoma y egoísta para obrar en beneficio de la humanidad como una unidad. El cristiano lucha por
mejorar las condiciones del hombre por medio del cambio de carácter y de los valores a fin de que concuerden
con las enseñanzas de Cristo. Hay elementos en las enseñanzas espirituales del cristianismo que lograrán los
fines positivos del conductismo. Creo que podemos luchar más por persuadir al hombre a aceptar estas
enseñanzas sin tener que entregar la libertad que cada hombre necesita y quiere guardar.

VI. La importancia de las relaciones interpersonales Sullivan. Harry Stack Sullivan es un psiquiatra que ha
contribuido con ideas importantes a este campo a través de su énfasis en las relaciones interpersonales
como la base del desarrollo del sistema del Yo. Este sistema del Yo es dinámico, y resulta del conjunto
de las experiencias personales que abarcan la aceptación y la aprobación, las expresiones de amor dc
las personas de significado, y/o la desaprobación que uno experimenta por parte de los demás. Sus
ideas básicas nos pueden servir de ayuda en nuestra meta de comprender a las personas con quienes
nos relacionamos en la vida cotidiana.

Todos pasamos por tres etapas en la experiencia de comunicación. La primera etapa se llama el modo
“prototaxico” de la experiencia, el cual ocurre en el niño antes de tener la capacidad de pronunciar
palabras. La segunda etapa se llama el modo “parataxico” de la experiencia, que abarca los modos
“autísticos” que utilizan los infantes para comunicarse con sí mismo. La tercera etapa es el modo de
experiencia “sintaxica”, en el cual la persona está capacitada para comunicarse con otros por medio del
lenguaje y otras formas de comunicación. Esta es la manera en que los niños y adultos se comunican
normalmente.

A. Etapas del desarrollo. La infancia, se extiende desde el nacimiento hasta que el niño tiene la capacidad de
articular palabras en el habla. La niñez abarca el período entre el tiempo cuando el niño comienza a decir
las primeras palabras hasta que busca compañerismo con los demás niños para jugar y divertirse en otras
formas. La época juvenil es el período que abarca desde que comienza a estudiar en el colegio primario
hasta que se despierta la necesidad de un amigo íntimo con quien pueda compartir sus “secretos”. La
preadolescencia viene después, durante la cual la persona continúa con amistades íntimas, probablemente
con personas del mismo sexo. Termina con la época de pubertad. La adolescencia se caracteriza por el
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interés en las personas del sexo opuesto, y el individuo aprende a comportarse de acuerdo a las normas de
su cultura en cuanto a la satisfacción del deseo sexual. La adolescencia posterior se caracteriza por el
desarrollo de la personalidad de tal manera que uno puede actuar en la sociedad como persona normal.
Como adulto uno establece las relaciones de amor con otra persona. En esta relación la otra persona llega
a ser tan importante como uno mismo. Se logra una intimidad que brinda satisfacción y propósito a la vida.
Esta relación ofrece la fuente principal de la felicidad en la vida. Uno continúa su desarrollo como adulto
hasta la vejez, cuando comienzan a desintegrarse las funciones corporales y la actividad física.

Lo importante de las enseñanzas de Sullivan en estas etapas de desarrollo es su énfasis sobre la


comunicación y la necesidad de contactos sociales durante todas estas etapas. En esto hay algo de valor
para nosotros en el campo de la religión. Podemos hacer de la iglesia una comunidad donde estos contactos
sociales pueden producirse bajo las condiciones más favorables. El evangelio es un mensaje de aceptación
en donde los hombres deben de sentir más su valor y el amor en la comunidad de cristianos.

B. El papel de la ansiedad. Sullivan ve en la ansiedad el síntoma céntrico que muestra evidencias de alguna
dificultad. Cuando la persona no está experimentando relaciones satisfactorias con los demás, surge la
ansiedad. De allí pueden resultar otras dificultades, ve el proceso de tratamiento psiquiátrico como la tarea
de disminuir la ansiedad en el paciente. Él ve las operaciones de seguridad en el paciente como intentos de
apaciguar la ansiedad. El consejero tiene que estar atento a las circunstancias o los temas de las
conversaciones cuando se levanta la ansiedad del paciente. Esto significa que está entrando en campos de
mucha importancia en relación a las causas de las dificultades del paciente.

C. La entrevista terapéutica. Sullivan creía que la cura de un paciente venía por medio de una serie de
conversaciones en que se revivían algunas de las experiencias dolorosas en el campo de las relaciones
interpersonales y después se corregía los errores que se habían cometido en el pasado. Tal vez en algunos
casos era necesario corregir el ambiente del paciente para que se sanara de su dificultad. Lo que procuraba
hacer con el paciente es muy parecido a lo que hacemos como cristianos: 1) La primera etapa de la entrevista
se llama el comienzo formal. En la primera entrevista el consejero estará atento a las impresiones que recibe
por el modo de vestir, los movimientos que comunican las emociones, el tono de la voz, y otras formas de
expresión de la persona que viene buscando ayuda. 2) En la segunda etapa el consejero comienza el
reconocimiento, que es un resumen general de la historia del paciente, tocando los puntos de mayor
importancia en su vida. En esta etapa, además de adquirir datos bibliográficos, el consejero adquiere otros
datos importantes: la relativa facilidad o dificultad que revela el paciente por medio del proceso, su
sensibilidad a otras personas, que se basa en su relación con el consejero y sus actitudes. Si es reservada,
desconfiada, mutuamente respetuosa, hostil, defensiva, conciliatoria, inferior, superior, todo esto es de
significado. También el consejero observa hasta qué punto es confiable la memoria del paciente. 3) La
tercera etapa del tratamiento consiste en una investigación detallada en la cual el consejero trata de
establecer alguna base para la teoría que ha elaborado al escuchar el relato del reconocimiento. En esta
etapa se nota el crecimiento de la ansiedad en el paciente, y el consejero tiene que saber la mejor manera
de reducir la ansiedad. También surge la transferencia y la contra transferencia, la resistencia, y los pasos
progresivos en que la persona poco a poco altera su modo de ser. 4) La cuarta etapa del proceso se llama la
terminación. El consejero ha estado notando el progreso del paciente, y sabe cuándo es recomendable
sugerir la terminación del tratamiento. Debe de haber una terminación satisfactoria, en que los dos están
contentos con lo que ha pasado entre ellos en el curso del tratamiento.

Hemos presentado las ideas básicas y el método de tratamiento de Sullivan, no porque queremos formar
psicólogos a los cristianos que utilizarán su método. Esto no es nuestro propósito. Solo queremos
familiarizar al pastor y a otros consejeros cristianos con las teorías básicas, porque creemos que puede haber
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mucho valor en la teoría de Sullivan. Es interesante notar que, según Sullivan, la personalidad no existe
aparte de las relaciones interpersonales. Por eso, la situación interpersonal es la clave para la resolución de
cualquier dificultad.

Conclusión: Sullivan percibe en los problemas que los hombres tienen, las raíces de dificultades en sus
relaciones interpersonales pasadas. Cuando una persona tiene oportunidad de reflexionar acerca de todas
estas experiencias con alguien que escucha con simpatía, encuentra ayuda para descubrir el error que ha
cometido y luchar en el futuro para Superar esa dificultad. Insistimos en que hay mucho que es útil para los
líderes religiosos en las enseñanzas de Sullivan. Vale la pena examinar más detenidamente las obras
publicadas de Sullivan que están disponibles para ver que en el proceso de relatar las causas de las
dificultades las personas llegan a corregir su modo de relacionarse con otros. Este proceso puede ser muy
útil para los que trabajamos con otras personas en las iglesias.

VII. La terapia centralizada en el paciente Rogers. Carlos Rogers descubrió en el curso de su tratamiento de
muchos pacientes que no les ayudaba mucho con las interpretaciones psicológicas de sus dificultades,
ni con la presión para actuar en cierta manera. Rogers encontró que ayudaba más a los pacientes cuando
actuaba como él era en realidad; dejaba que sus propios sentimientos fuesen comunicados en forma
verídica, y esto animaba al entrevistado a experimentar sus propios sentimientos en una forma más
natural. Esto encamina al enfermo a la sanidad.

A. La personalidad sana. Según Rogers, una personalidad normal o ideal se caracteriza por el ejercicio pleno
de las potencialidades que tiene. Esto quiere decir que la persona está utilizando hasta lo máximo sus dones
en forma constructiva. Es una persona que se comporta conforme a la realidad. Si es anciano, tiene la
capacidad de aceptar su edad y sus limitaciones. Si es adulto maduro, no sigue compitiendo con los jóvenes
en idealismo y energías que invierten en su lucha por superar a los demás. Si es erudito, no tiene que probar
que es evangelista o administrador. Puede aceptarse a sí mismo con los dones y las limitaciones que tiene.
Una personalidad ideal reconoce su valor y afirma sus logros y su lugar en el sistema. La personalidad
madura manifiesta una conducta social adaptable. Debe poder regocijarse con los que se regocijan, y llorar
con los que lloran. La personalidad sana se caracteriza por un espíritu creador. Puede tomar las
circunstancias y encontrar algo positivo que sale de ellas.

La tesis básica de Rogers es que la personalidad tiene capacidad de comprenderse a sí misma y de resolver
sus problemas de manera suficiente para lograr la satisfacción y la eficacia necesaria para un
funcionamiento adecuado, y la personalidad tiene la tendencia de ejercer esta capacidad. Esto quiere decir
que cada persona tiende a ser normal en su adaptación y en su funcionamiento. Solamente cuando las
fuerzas negativas llegan a ser más poderosas, de modo que uno ya no puede luchar en contra de ellas, es
cuando pierde su equilibrio emocional. Un factor capital en esta normalidad es la consideración positiva que
cada persona necesita tener de sí misma. Esta considera; consideración positiva es el resultado de haber
sido aceptado, apreciado, y amado durante los primeros años de vida. Quien en su infancia no es aceptado,
a quien no se le ha brindado esta consideración positiva, difícilmente se considerará aceptado en su vida. Si
la persona Ha adquirido esta consideración positiva incondicional durante los primeros años de vida,
entonces la persona adopta esa actitud hacia sus experiencias, cree en sí misma, y crea las condiciones
necesarias para la realización.

B. La dinámica de la frustración. Lo que ocurre en el campo de la satisfacción de las necesidades biológicas


ocurre también en el campo de las necesidades psicológicas. Uno siente frustración cuando hay
imposibilidad de satisfacer esta necesidad debido a la falta de interés de parte de los demás en uno mismo,
o debido a los obstáculos que están en el camino para impedir que la necesidad sea satisfecha. Si la causa
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de la frustración es exterior a la persona, la reacción emotiva es cólera o irritación, Si la fuente de la
frustración es interna, entonces la persona tiende a experimentar el remordimiento y la culpabilidad. La.
meta de la personalidad sana.es el poder tolerar la frustración sin ir a un extremo o al otro. Así la tolerancia
a la frustración es un índice de la madurez y del funcionamiento óptimo.

C. Características de una relación terapéutica. ¿Cuáles son las características de esta relación? ¿Qué podemos
hacer para estimular y facilitar el crecimiento en otras personas? ¿Cuáles son los factores que no permiten
el crecimiento en la vida dc otras personas? En las relaciones entre padres e hijos se ha descubierto que la
actitud de “aceptación-democrática” es la que más promueve el crecimiento en los niños. Cuando los padres
comunican la actitud de un “rechazo activo” hacia el niño, el resultado es menos desarrollo intelectual, poco
uso de las capacidades que tienen, y una falta de creatividad. Rogers sugiere que el principio de aceptación
y la presencia de una relación personal y calurosa da resultados positivos en el tratamiento de los pacientes
por parte de los médicos. Los psiquiatras también establecieron una relación personal con el paciente y
participaron activamente en el mundo de ellos, en vez de manifestar una actitud de pasividad y frialdad.
Estos descubrimientos nos ayudan como pastores a saber qué clase de relación es la más beneficiosa para
las personas que vienen buscando ayuda.

Estos elementos que son comunes en la terapia: la capacidad de entender lo que dice el paciente y captar
sus emociones; una sensibilidad a las actitudes del cliente, y un interés genuino sin estar emocionalmente
involucrado con el paciente, Rogers sostiene que hay cuatro principios o aspectos de la relación terapéutica:
(1) El consejero tiene que comunicar una comprensión empática de la condición del cliente. (2) El consejero
tiene que comunicar una consideración positiva e incondicional del cliente y su problema. (3) El consejero
tiene que ser genuino, sincero; sus palabras tienen que concordar con los sentimientos. (4) El consejero
tiene que responder al paciente con una intensidad afectiva igual a la que expresa el entrevistado. Además
de estos cuatro aspectos, Rogers hace hincapié en la necesidad de ser congruente y transparente en relación
con el paciente.

D. Pasos en la psicoterapia. los pacientes pasan por siete etapas en el proceso del tratamiento. Primero, el
paciente se caracteriza por rigidez y distanciamiento hacía otros. No puede reconocer sus propios
sentimientos ni mucho menos admitir que son propios. No reconoce sus problemas y no tiene ningún deseo
de cambiar. La meta del consejero en la primera etapa es asegurarle a la persona que es recibido y aceptado
tal como es. la segunda etapa. Hay un aflojamiento de la expresión con relación a los objetos que le rodean,
pero nada del Yo todavía. Los problemas se perciben como externos a uno mismo, y uno no acepta la
responsabilidad personal. Por medio de la aceptación la persona experimenta más aflojamiento en la
expresión de sus emociones, pensamientos, y acciones. Así se entra en la tercera etapa. La persona puede
hablar más libremente del Yo con una objetividad que anteriormente no tenía. Busca relaciones que no
tiene, pero que anhela tener en el futuro. Todavía no acepta sus propios sentimientos porque son malos,
anormales, o despiertan pena, las personas deciden entrar en la terapia en esta etapa. La cuarta etapa del
proceso de tratamiento comienza cuando el paciente se siente entendido y aceptado en sus relaciones con
otros. Describe los sentimientos más intensos del pasado, sin aceptarlos en el presente, comienza a
arriesgarse en la búsqueda de relaciones más íntimas. Comienza a relacionarse con otros en el nivel de los
sentimientos. La quinta etapa del proceso se muestra en más sentimientos de aceptación de sí mismo, lo
que resulta en más relajamiento del aspecto emotivo de su vida y desarrolla un deseo creciente de poseer
estos sentimientos, que representan su ser “verdadero”. Uno puede encararse con las contradicciones que
existen dentro de sí y en su mundo alrededor. Puede existir sin tener que “enderezar” a todos los demás.
La tapa seis es una etapa muy crítica. Los sentimientos que anteriormente han sido tapados salen en forma
dramática, habiendo dejado a un lado las inhibiciones. Su Yo como objeto aparte de sí comienza a
desaparecer. La séptima y última etapa se logra con o sin el terapeuta. La persona tiende a seguir adelante
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sin tanta necesidad de ayuda del terapeuta. La persona tiene sentimientos nuevos y ricos en sus relaciones
en la terapia y en la vida diaria.

E. Congruencia. Rogers hace hincapié en la importancia de la congruencia entre la experiencia que la persona
tiene y su percepción de la experiencia. Su expresión verbal y emocional concuerdan en la experiencia. Hay
incongruencia entre el sentimiento y la comunicación de la persona. Cuando hay incongruencia entre la
experiencia y la autopercepción, se llama defensividad o negación de la percepción. Cuando hay diferencia
entre la percepción y la comunicación, esto se llama hipocresía, o engaño.

Conclusión: Me parece que el método de Rogers tiene mucho que es de valor para los cristianos. Las metas que
él establece para la persona sana son metas que coinciden con los valores espirituales que se presentan en el
cristianismo. Por eso, creo que los cristianos encontrarán mucha ayuda en considerar el valor del punto de vista
de Rogers.

VIII. Una síntesis. Tal vez usted ha formado su concepto propio en cuanto a la aplicación de las enseñanzas
específicas de ciertos eruditos en el campo de la psicología y en el ministerio a personas con problemas
espirituales. Aquí queremos dar una especie de resumen de lo que puede ser aplicable para la persona
que está interesada en ayudar a otros con el conocimiento que viene de las ciencias sociales combinadas
con la experiencia religiosa.

A. ¿La herencia o el medio ambiente? La herencia, la maduración, y la socialización tienen sus contribuciones
especiales que hacer a cada individuo. La inteligencia es resultado de lo que uno hereda y el impacto del
medio ambiente en términos de oportunidades para estimular el proceso intelectual. El ser humano pasa
por varias etapas de maduración en las cuales adquiere capacidades normales que no son tanto el resultado
del entrenamiento como de la maduración. La socialización es el proceso de la adaptación del niño en su
comportamiento con otros. Aprende de otros lo que se espera de él y la conducta que se aprueba o
desaprueba. No podemos decir que la herencia tiene mayor importancia que el medio ambiente, ni
viceversa. Tenemos que reconocer la importancia de los dos factores que operan en cada persona. La
mayoría de los psicólogos que hemos estudiado darían una importancia marcada a las influencias que se
ejercen en la persona durante los primeros años de vida.

Desde el punto de vista cristiano podemos decir que el comportamiento humano se determina por
influencias positivas o negativas que vienen de circunstancias contemporáneas. El hombre no es víctima de
su niñez ni esclavo de los instintos. Aunque estos factores pueden haber influido en uno en los años
tempranos de la vida y las necesidades vitales son activas en cada persona, hay dentro de uno también el
sistema de valores que le motiva a tomar las decisiones más sabias en cada circunstancia.

B. La economía de las necesidades vitales. Los instintos fundamentales brotan de las necesidades corporales
y se influyen por medio del aprendizaje. Son hambre, sed, sexo, y sueño. Además de las necesidades
biológicas, algunos también ven las necesidades psicológicas. Entre ellas están la necesidad de amar y ser
amado, la necesidad de la estima propia, la necesidad de recibir expresiones dé aprecio por lo que somos o
por lo que hacemos. Otros ven la competencia, la agresión, o la denominación como otra necesidad. La lista
puede extenderse para incluir muchas otras actividades que forman parte del comportamiento humano. La
negación de la existencia de tales necesidades es tal vez la reacción más perjudicial para la persona. Si no
estamos conscientes del funcionamiento de las necesidades ni de nuestras maneras de actuar para
satisfacerlas podemos crear conflictos en las relaciones interpersonales sin darnos cuenta de la motivación
básica que nos hace actuar de esa manera.
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Una evidencia de la madurez emocional es la capacidad de sentir o experimentar plenamente y sin censura,
los pensamientos, sentimientos, e impulsos, y controlarlos en la mejor manera de acuerdo con lo más
apropiado, según las circunstancias de tiempo, lugar, y decoro. Otra ley es que cuando la necesidad es
dejada de satisfacer por mucho tiempo, la persona llega a ser menos exigente en su manera de satisfacerla.
Otra ley relacionada con el suplir de las necesidades vitales es que se puede abusar de estas, necesidades.
Cuando esto acontece, ocurren efectos negativos. Las influencias sociales pueden, ya sea inhibir o estimular
estas necesidades. Esto ilustra el hecho de que el concepto de las necesidades vitales es un concepto vital
en el funcionamiento del cuerpo y en el comportamiento humano.

C. Mecanismos de defensa. Ya hemos hablado del papel del Yo en los conceptos de varios psicólogos.
Recordamos que el Yo es la parte que controla los impulsos que salen del Ello y luchan con el Super Yo, para
determinar si salen al mundo externo o no. La manera en que el Yo se enfrenta con esta amenaza a la
seguridad se llama el mecanismo de defensa. 1) Represión: Los resultados de la represión se ven en el olvido
de citas, nombres y experiencias que nos trajeron dolor o ansiedad en el pasado. Así la represión sirve para
proteger a la persona del doloroso recuerdo, pero también hay una represión que puede ser dañina. Si del
Ello surgen impulsos que el Super Yo y el Yo no aceptan, son reprimidos y devueltos al Ello. Allí ejercen una
fuerza y salen a veces en formas irracionales, tales como fobias, tics, y compulsiones. 1) Racionalización: La
racionalización es uno de los mecanismos que más utilizamos. La Biblia está repleta de ilustraciones de los
fariseos que utilizaban la racionalización en cuanto a la observancia del sábado y los otros aspectos de la
Ley. Se justificaban echando la culpa a otros. 2) Identificación: La identificación es la tendencia de incluirnos
emocionalmente con los movimientos sanos, con las personas poderosas, o con los grupos que nos dan más
prestigio. Representa una de las maneras de. sentirnos satisfechos y mantener inflado el Yo personal dentro
de cada uno de nosotros. Pero en algunos la identificación puede llegar al extremo de ser un escape al
mundo de las fantasías. En la idolatría la persona se identifica con algo que no tiene la cualidad de la
divinidad. Cuando la persona escoge algo no divino como el objeto de su identificación, pronto no tiene un
ideal con el que modelar su vida. 3) Compensación: En la compensación tratamos de esconder nuestras
debilidades o defectos por medio del énfasis en las cualidades o capacidades positivas. Hay personas que
abusan de la compensación con una actitud exagerada que opera en contra de ellos mismos. 4) Proyección:
El Yo a veces proyecta sobre otras personas nuestras debilidades y pecados, los cuales llegan a ser objeto
de nuestra condenación. Esto pasa con mucha frecuencia entre los predicadores. Una evidencia de la
proyección se puede ver cuando todo el mundo se escandaliza por el comportamiento pecaminoso de uno
que todos pensaban ser un santo. 5) Regresión: A veces, cuando nuestro Yo se siente amenazado,
reaccionamos regresando a una etapa anterior de nuestro desarrollo. En las personas de edad avanzada no
es raro ver la regresión a la niñez en una forma más pronunciada, de tal manera que los adultos tienen que
dedicar más tiempo para cuidarlos. 6) Substitución: Algunos llaman la substitución la búsqueda de un chivo
emisario, o sea, el transferir a otros la hostilidad que sentimos hacia una persona. Es la tendencia de
generalizar en criticar a grupos enteros por alguna debilidad o falla que vemos en una sola persona. 7)
Sublimación: El Ello o la libido produce energías instintivas que buscan la satisfacción. A veces es imposible
expresar en forma natural y directa estos impulsos. La meta natural e inmediata de cualquier impulso es
buscar la satisfacción en forma directa. Pero la sociedad ha domesticado estos impulsos utilizando sus
energías en formas beneficiosas para la sociedad. Kinsey llego a la conclusión, que por medio de la
sublimación la energía nerviosa se trasladaba de una parte del sistema nervioso a otro. 8) Formación de
reacción: A veces hay personas que desarrollan síntomas físicos para evitar el tener que encararse con
actividades desagradables. El tratamiento de tales condiciones consiste en procurar ayudar a la persona
para comprender la dinámica de lo que está pasando dentro de sí, y alterar la actitud o las raíces de esa
dificultad. 9) Expiación o restauración: Si hemos hecho algo que ahora nos parece malo, tratamos de hacer
restitución o expiación por medio de actividades contrarias. La culpabilidad está en las raíces de tal
comportamiento. También hemos aprendido que por medio de una confesión de nuestras faltas antes de
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que sean descubiertas, podemos prevenir consecuencias negativas. El pastor o líder religioso necesita
analizar constantemente sus motivos para estar seguro que está sirviendo con motivación sana. 10)
Aislamiento emocional: Algunas personas hacen el esfuerzo de protegerse del dolor por medio del
aislamiento emocional. Desarrollan una actitud estoica hacia la vida, y no muestran ni felicidad ni tristeza
cuando se encaran con experiencias emotivas. El ayudar a otros significa que de vez en cuando vamos a
sufrir. Es mejor tratar de ayudar, hacer el esfuerzo y aún fracasar, antes que no hacer nada por el temor de
fracasar.

Hemos presentado varios de los mecanismos de defensa con un doble propósito. Una consideración de
estos mecanismos nos ayudará para entendernos más y mejor. Si pudiéramos conversar con otra persona
u otras personas que nos conocen, sería de mucho valor a fin de poder percibir las cosas que hacemos y qué
mecanismos utilizamos más en nuestras actividades diarias. Es normal utilizar los mecanismos, porque el Yo
de cada persona necesita defenderse de la presión o de los ataques que vienen de afuera. Pero algunos de
los mecanismos representan una negación de la realidad mayor que otros. Cuanto más transparente pueda
ser el Yo en relación con los impulsos de adentro y con las presiones que vienen de afuera, tanto más sana
será la persona en su modo de funcionar y en su salud mental.

D. ¿Cómo ayudamos a otros? El estudio que hemos hecho de las siete psicologías nos ha dado bases para
poder determinar la razón de los problemas y qué debemos hacer para ayudar. En vez de escoger un solo
punto de vista o método, la mayoría de las personas que tienen éxito en ayudar a otros utilizan un método
ecléctico en el que escogen ideas de cualquiera si creen que estas pueden ser beneficiosas para su paciente.
Por lo tanto él que quiere ayudar no debe tratar de encasillar a todos en una sola escuela de pensamiento.
Hay mucho que podemos hacer y que estaremos preparados para hacer. El escuchar con simpatía hará
mucho para que la persona aclare su situación y las alternativas que tiene en las decisiones a tomar. El
ayudar para aclarar los efectos de las varias alternativas será un ministerio positivo de parte nuestra.

El ideal que tienen los psicólogos es el mismo que tienen los obreros cristianos. Queremos que toda persona
alcance la máxima salud física, emocional y espiritual, Nosotros tenemos las verdades del cristianismo, que
representan una fuente de ayuda especial y nos dan una ventaja sobre las personas que no tienen una
filosofía de vida que lo unifica todo. Cuando las personas tienen una causa a la cual pueden dedicar todas
sus energías y sus actividades, eso les ayudará para experimentar la máxima salud emocional y espiritual.
Las normas morales y espirituales del cristianismo dan al individuo una orientación que les ayuda a
encararse con los impulsos que brotan de sus necesidades vitales. Si el cristiano maneja estas necesidades
de acuerdo con las enseñanzas de los Diez Mandamientos y el Sermón del Monte, probablemente va a vivir
feliz y con un mínimo de tensión. Cuando abandonamos las normas cristianas y tratamos de vivir de acuerdo
con los deseos de la carne, estamos sembrando las semillas de dificultades.

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