Nombre: Cynthia Almeida

Paralelo: P1003
Fecha: 14/06/2019
“LA MUJER DE MI VIDA”
El amor es la más fuerte de las pasiones, porque ataca al mismo tiempo a la cabeza, al
cuerpo y al corazón (Voltaire). Esto quiere decir que, aquel sentimiento, cambia nuestra
conducta y, de hecho, nos envuelve de manera que lo respiramos día y noche. Los grandes
amores nos llevan a hacer grandes locuras, porque el enamoramiento afecta a nuestro
cerebro igual que lo hacen las adicciones. Para empezar, hay que definir el significado de
locura porque está fuertemente ligado al amor, es así que la psicóloga Raquel Aldana
expresa lo siguiente: “es un trastorno el cual causa la privación del uso de la razón o del
buen juicio, que nos lleva a elegir con el corazón y no con la cabeza”. En este punto se
puede afirmar que: en el amor siempre hay algo de locura.

La obra gira en torno a diversas situaciones que el niño atraviesa en su corta edad, más
que nada empieza con la admiración que siente por Carlos Romeral que cumple un rol
fundamental en la vida del pequeño. Es por esto que en la historia el niño manifiesta:
“Carlos Romeral es el hombre más inteligente que conozco como que cuando el habla
todos le escuchan y le encuentran razón yo sobre todo le encuentro razón siempre dice
cosas que uno siente”. No solo eso, inclusive enuncia que: “Todo lo que dice es bueno.
Para mí, siempre resulta algo bueno. Es asombroso. Cualquiera diría que adivina lo que
me hace feliz”, debido a esto se puede apreciar en la historia, que el señor quiere al
pequeño como un hijo, por lo que le brinda sus consejos y su confianza a lo largo de la
misma, de igual forma el niño siente un gran cariño por él, que llega al punto de querer
ser su hijo de verdad ya que no pudo conocer a su verdadero padre, es por eso que don
Carlos ayuda mucho al niño, a sentirse querido y protegido.

Por consiguiente la historia toma un rumbo que se basa determinadamente en como el

niño pierde la cabeza por una mujer, de mayor edad que él, pero muy linda. Esto comienza
así: Cada vez que Angélica comía o estaba en su casa, ya sea conversando con su madre
u otro asunto, él, tontamente perdía el tiempo observándola. Y no solamente eso sino
también dormía pensando en ella, en su rizado cabello; cada vez que ella no se encontraba
cerca, la imaginaba. Deseaba verla, oírla, tocarla y sentirla bien cerquita. Sin embargo, el
niño callaba debido al miedo de que se burlen de él o peor aún, a ser rechazado, por eso
cuando se encontraba a su lado, simplemente él no existía; sólo la admiraba y nada más
que pensar hacía. Luego lo lamentaba estúpidamente, por no poder expresar sus
sentimientos.
La falta de atención provoca que el muchacho no tenga a quien contar sus anécdotas o
sentimientos por lo que se refugia en un diario, en la obra se muestra el desprecio que
sienten los hermanos hacia el niño, por eso él expresa lo siguiente: “Mis hermanos no me
quieren. Nunca me convidan a jugar porque dicen que no sé”. Esto de alguna manera lleva
a que él se sienta solo y desprotegido sin no tener a nadie que pueda escuchar las angustias
que lo atormentan. De igual forma no podría confiar ni en su abuela ya que ella piensa
que es un hijo ilegitimo y por tal razón no lo quiere, incluso el niño se da cuenta de eso
al momento que dice: “Por eso dice mi abuela que soy una pobre criatura, que estoy flaco
y paliducho, que tengo las piernas como palillos y que me tiene lástima”. Él tampoco la
quiere porque de alguna manera se da cuenta del gran desprecio que siente al oír hablar a
su abuela mal de su persona.

Otro tema crucial que se maneja en este relato es la sobreprotección de la madre hacia su
hijo que de cierta forma, causa diversos problemas en la conducta del niño. El mismo lo
percibe cuando indica que: “Mi madre me cuida demasiado. Porque me quiere será... y a
mí me gusta que me quiera... pero es fastidioso que se fijen tanto en uno…” Por esta razón
se explica que el niño tenga una autoestima tan baja y que viva siempre con miedo y
nervioso, de alguna manera si la madre no manejara ese criterio seguramente el niño sería
más independiente y feliz.

Así pues llega el momento del desengaño, de la perdida de esas ilusiones por la realidad,
la verdad que parece cruel, el momento de sentirse decepcionado Aquel niño sentía una
desilusión muy grande al sentirse nervioso y angustiado, por eso en la obra menciona que:
“Vivía llorando por ella. Me enojaba mucho por los errores que cometía las veces que la
tenía ahí, frente a mis ojos.” Lo peor para aquel muchacho, era que nadie lo podía
defender, comprender, o simplemente consolar, en aquellos momentos que sentía tristeza.
La situación se complica cada vez más para él debido a que en la obra el niño expresa lo
siguiente: “Siempre me pongo triste. Yo digo que me da esa pena de ver como la quiero
yo, mientras ella me quiere como a un niño. Y es natural. ¿Cómo me iba a querer? ¡Que
desgracia! Siente un completo vacío porque no podía decírselo ya que pensaba que: se
reiría de él, diría que es una locura de niños y de este modo ni en cuenta lo tomaría. De
esta manera la vida del niño fue desgastándose poco a poco al no poder expresar
libremente sus sentimientos.

En conclusión, la vida de aquel niño iba de mal en peor ya que vivía desdichado por
diversos problemas como el sentirse desprotegido ya que no tenia papá o al menos eso
creía, afecta mucho también la sobreprotección que la madre tenía para con el niño,
siempre afectan los extremos y este es un ejemplo de ello, el pequeño no pudo ser
independiente, no podía expresar sus sentimientos y sobre todo tenía una autoestima tan
baja que hacia que viva siempre con miedo y nerviosismo. Es por eso que, muchas veces
el hecho de no sentirse correspondido cuando se ama, trae como consecuencia una serie
de trastornos como depresión, ansiedad, tristeza, que poco a poco acaban con la vida de
la persona enamorada, más aun si este desamor viene acompañado de problemas
familiares, sociales, etc. Al no sentir apoyo por parte de personas cercanas es mucho más
fácil que se derrumbe la salud mental. Así pues, es recomendable hablar de lo que a uno
le hace daño, siempre saber expresar lo que sentimos y no caer en enfrentamientos con
uno mismo por no sentirse comprendido, de hecho la mejor manera para mantener la salud
tanto física como emocional es hablar, la clave es esa, nunca callar porque todo se irá
acumulando y habrá un momento en que estallemos y será mucho peor, se caerá en
episodios extremos de depresión.