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"Una educación inicial de calidad va más


allá del ambiente físico de desarrollo,
también hay un ambiente humano", María
Emilia López
El acompañamiento en los primeros años de vida de los niños y niñas, y la generación
de escenarios de afecto y confianza durante su etapa de crianza, hacen que la
educación inicial se convierta en eje central de la formación de seres humanos
exploradores e investigadores.
martes, 20 de mayo de 2014

"Una educación inicial de calidad va más allá del ambiente físico de desarrollo, también hay un
ambiente humano", María Emilia López

Basada en la importancia que tiene una educación de calidad desde el mismo momento del
nacimiento y el proceso de acompañamiento que debe tener un niño o niña en sus primeros
años de vida, María Emilia López, experta argentina invitada al evento de lanzamiento
de los referentes técnicos para la Educación inicial, compartió con los asistentes la
experiencia en métodos de crianza y aprendizaje que se viene aplicando en su país, los
cuales son referente a nivel latinoamericano en estrategias pedagógicas para la primera
infancia.

A través de una descripción acerca de las características básicas que tienen "los
destinatarios" (como ella misma denomina a los niños entre los cero y los dos años), López
explica que los ambientes y entornos protectores son esenciales para la generación de
confianza y desarrollo psíquico e intelectual; y es en este punto donde los padres de
familia y educadores ocupan un lugar fundamental, pues son ellos la primera imagen de
desarrollo y aprendizaje que obtienen.

"La madre es el ambiente, yo soy el ambiente, las maestras son el ambiente facilitador del
bebé y del niño pequeño cuando nos ofrecemos como sus acompañantes y responsables
durante varias horas por día; que importante distinguir un ambiente que no es físico, el
ambiente es también humano, afectivo, vinculante. Hay que aprender a diferenciar y dar
la importancia que merece, a cada uno de los ambientes sostenedores que necesita el
bebé", sostuvo María Emilia, en el marco de su presentación 'El sentido de la educación
inicial'.

En su intervención, la experta argentina también manifestó la importancia que tienen los


vínculos de dependencia que se generan en la relación bebé - madre, pues son un aspecto
fundamental en el desarrollo integral de los niños en sus primeros días, debido a que se
convierten en el referente de figura de acompañamiento y entorno seguro que visibilizan
los niños y que le sirven para ir generando confianza en sí mismos y en el mundo que
los rodea.

Sin embargo, cuando los padres deben iniciar los procesos de separación con sus hijos más
pequeños, es probable que se genere un conflicto al interior de la formación inicial, y es
aquí donde los agentes educativos, docentes, y en general las personas responsables de
atender a la primera infancia, juegan un papel preponderante para suplir esa
ausencia y empezar a involucrarnos en un entorno más social, donde se les desarrolle la
capacidad de interactuar con otros niños y adultos.

Así pues, la etapa de crianza se vuelve un ejercicio compartido entre el


escenario del hogar y el del centro de formación, y no solo vistos estos como el
espacio físico donde el bebé se desarrolla, sino como un espacio humano, donde
el niño aprende de los comportamientos y actitudes que percibe, básicamente, por
medio de sus sentidos de la vista y el oído.

"El sentido de la formación inicial en un conglomerado de eventos,


comportamientos y espacios que forman al ser humano, son las primeras formas
de aprendizaje, son una constante adaptación del niño, el padre y el docente. Es
por esto que debemos procurar porque cada escenario que el niño distinga, sea
un entorno protector y que se sienta seguro para seguir su camino de vida y
formación pedagógica", puntualizó López al término de su conferencia.

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