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SERIE MEMORIAS Y DEBATES

NEOCONSTITUCIONALISMO Y SOCIEDAD

Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración


Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos


Subsecretaría de Desarrollo Normativo
Ledy Zúñiga Rocha
Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos


Av. Colón entre Diego de Almagro y Reina Victoria
Edif. Torres de Almagro, Mezzanine
Telf.: (593-2) 3955840
www.justicia.gob.ec

Subsecretaría de Desarrollo Normativo


Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Coordinador de publicación
Sebastián Ibarra González

Equipo de apoyo

María del Carmen Cano Cabezas


Diego Marcelo Donoso Arellano
Edgar Fabián Falconi Arias
Guadalupe del Rocío Guzmán Silva
Jorge Eduardo Rodríguez Quirola
Sebastián Andrés Sotomayor Yánez
José Andrés Tinajero Mullo
Diana Carolina Velasco Aguilar

ISBN: 978-9942-07-589-5

Diseño y diagramación: Gráficas Ayerve C. A.


Impreso por: Gráficas Ayerve C. A.

1ra. Edición: 2014


Quito - Ecuador

“Las opiniones contenidas en este libro son de exclusiva responsabilidad de sus autores,
por lo tanto no representan necesariamente la posición del Ministerio de Justicia, Derechos
Humanos y Cultos”.
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Contenido
Presentación 7
Ledy Zúñiga Rocha
Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Discursos inaugurales

Jean-Baptiste Main de Boissiere 11


Embajador de Francia en Ecuador

Johana Pesántez Benítez 15


Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos
(Período mayo 2011 - junio 2013)

Ponencias

I. Análisis criminológico del sistema penitenciario 21


Alejandro Marambio Avaria

II. El papel del juez de ejecución de las penas en Francia 41


Florence Fitte-Vallee

III. Análisis de la institución penitenciaria: principios institucionales 61


Juan Carlos Domínguez Lostaló

IV. Política criminal y Constitución: una relación democrática 91


Liliana Rivera Quesada

V. Situación penitenciaria en El Salvador en el contexto de los Derechos


Humanas 107
Nelson Rauda Portillo

VI. La rehabilitación social y su contribución a la seguridad


ciudadana 123
Johana Pesántez Benítez

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

VII. La seguridad penitenciaria en el contexto de los Derechos


Humanos 139
Marco Fuentes Mercado

VIII. La función social del Modelo de Gestión Penitenciaria en el


Ecuador 157
Teresa Coba Gómez

IX. Cero ocio 173


Roberto Santana

Discurso de clausura

Carmen Simone Lasso 195


Viceministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos
(Período agosto 2012 - junio 2013)

Nota biográfica de autoras y autores 201

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Presentación

Ledy Zúñiga Rocha


Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

El Sistema de Rehabilitación Social ecuatoriano ha sido un es-


pacio históricamente olvidado. La corrupción, la desorganización de los
centros de privación de libertad, la ausencia de capacitación al perso-
nal, la infraestructura obsoleta e inadecuada, pero sobre todo, la falta de
comprensión de que la persona privada de libertad es el objetivo y fina-
lidad esencial del sistema, constituían un desafío que parecía imposible
ser alcanzado, sobre todo por la falta de voluntad política, de capacidad
y de conocimientos para brindar soluciones concretas, justas y apegadas
a derecho, que equilibren el sistema y lo vuelvan eficiente.

Ventajosamente, quienes habitamos en Ecuador, somos testi-


gos de la Revolución Ciudadana, proyecto que consolidó una profunda
transformación económica, social y cultural, que tuvo como hito inicial
la promulgación de la Constitución de 2008, la cual sitúa al ser humano
como el centro y objetivo fundamental de toda actuación estatal.

La Constitución de 2008 presenta importantes avances en rela-


ción a las Cartas Magnas de los países de la región, así como del resto
del mundo, pues constitucionaliza los derechos de las personas privadas
de libertad, incluye a este grupo en aquellos considerados de atención
prioritaria, prohíbe el aislamiento como sanción disciplinaria y, hace én-
fasis en la obligación del Estado de proveer recursos humanos y mate-
riales para la atención médica, educativa, laboral, alimenticia y cultural,
con miras a la efectiva rehabilitación y reinserción social.

Es con este nuevo contexto, que el Gobierno Nacional pone en


marcha el proceso de transformación del Sistema de Rehabilitación So-
cial en el Ecuador. Por primera vez en la historia del país, un régimen
democrático con visión de inclusión social, mira con claridad y toma
como prioridad, dentro de las políticas sociales y de seguridad ciudada-
na, al ámbito penitenciario.

7
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Comprometidos con el cambio, el Ministerio de Justicia, De-


rechos Humanos y Cultos, ente rector en la elaboración y ejecución de
las políticas relativas al sistema de rehabilitación social, emprendió un
proceso de reestructuración y reforma integral de los servicios, infraes-
tructura, talento humano y normativa penitenciaria, para garantizar la
rehabilitación y reinserción social de las personas privadas de libertad.

En este contexto, se realizó el Seminario Internacional Derecho


y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma, del cual
presentamos sus memorias, con la finalidad de entregar a la ciudadanía
un instrumento que recoge el soporte empírico, teórico y doctrinario de
los avances alcanzados por esta Cartera de Estado.

El evento contó con la participación de reconocidos funciona-


rios, jueces y estudiosos del ámbito penitenciario de Argentina, Costa
Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Francia y República Dominicana,
quienes transmitieron sus experiencias y esbozaron los avances que, en
este ámbito, se han alcanzado en las diferentes regiones del mundo.

Este libro guarda el producto de estas jornadas, abordando te-


mas de gran trascendencia actual como el rol de los jueces de garantías
penitenciarias, la relación entre la rehabilitación social y la seguridad
ciudadana, política criminal y la Constitución, entre otros, los que, de
seguro, reforzarán los conocimientos de quienes los estudien.

Es grato, por tanto, poner a su consideración esta obra que, ade-


más de constituir un importante aporte académico, pone en evidencia
que estamos avanzando por la senda correcta, porque nosotros creemos
en las personas, en la rehabilitación social y, sobre todo, creemos en las
segundas oportunidades.

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DISCURSOS INAUGURALES
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Jean-Baptiste Main de Boissiere


Embajador de Francia en Ecuador

Estimada doctora Johana Pesántez, Ministra de Justicia Dere-


chos Humanos y Cultos, distinguidas autoridades, estimados invitados
especiales de Argentina, Costa Rica, Chile y República Dominicana, muy
buenas noches con todos.

Es para mí un honor especial acompañar a la señora Ministra Jo-


hana Pesántez en la inauguración del Seminario Internacional de Derecho
y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma.

Como es de su conocimiento Francia tiene una cooperación muy


estrecha con el Ministerio de Justicia del Ecuador, esta cooperación se
inició hace cinco años a pedido de las máximas autoridades del Ecuador
y sigue fortaleciéndose, tal como lo demostró la reciente visita al Ecuador
de la Ministra de Justicia de Francia; en noviembre del año pasado, re-
cuerdo una de las observaciones que hizo la Ministra en su encuentro con
la Corte Constitucional del Ecuador, donde se mostró realmente admirada
por la capacidad de proyectarse en el futuro que tienen los ecuatorianos;
ha sido, de hecho prueba de la experiencia de nuestro país, poniendo en el
mismo nivel esa capacidad a inventar el futuro de los países de Sudaméri-
ca, experiencia que si tenemos en el ámbito jurídico. Debo decir que esta
noche mirando esta multitud y ese entusiasmo, puedo sentir esa energía
en este ambiente que nos transporta hacia el futuro.

El reciente encuentro entre el Ministro del Interior, José Serrano


y su homólogo francés Manuel Valls es también una señal de la calidad
de las relaciones bilaterales y del dinamismo de nuestra cooperación po-
licial.

Para Francia, América Latina es una de sus prioridades en la coo-


peración en el sector judicial y más generalmente una prioridad del pre-
sidente François Hollande en su política exterior; como bien lo dijo el
Ministro Manuel Valls en su estancia reciente para asistir a la toma de
posesión del poder del presidente Rafael Correa.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

La presencia esta semana de la Magistrada Florence Fitte-Vallee


demuestra el compromiso de nuestro país en la consolidación de nuestra
cooperación con el Ecuador a través de más intercambios de experiencia,
cabe destacar que para nosotros es también sumamente importante apren-
der de ustedes como lo decía la Ministra Rachida Dati.

Quiero aprovechar esta oportunidad para felicitar a República


Dominicana por la calidad de su cooperación técnica con el Ecuador. La
cooperación de Francia con el Ecuador se marca dentro de un importan-
te proceso de reforma de la justicia y de la administración penitenciaria
en el país, si bien quedan muchos desafíos por resolver quisiera señora
Ministra saludar los importantes esfuerzos que emprendió, encaminados
en profesionalizar el cuerpo penitenciario del Ecuador, implementar un
nuevo modelo de gestión penitenciaria que permitirá brindar una atención
integral a las personas privadas de libertad, lo cual es fundamental para
lograr la rehabilitación y reinserción a la sociedad como lo estipula la
Constitución. En este sentido la cooperación entre Francia y Ecuador se
adecua perfectamente a esos dos objetivos claves y gracias a la asistencia
técnica de la Escuela Nacional de Administración Penitenciaria de Fran-
cia (ENAP).

La ENAP, contribuye en la formación de los formadores del


Ecuador, no solo en técnicas de seguridad para los agentes de tratamiento
penitenciario sino también en las técnicas para la creación de talleres la-
borales; esos dos componentes van unidos y apuntan al mismo objetivo,
la seguridad ciudadana y la lucha contra la reincidencia. Francia y Ecua-
dor comparten los mismos valores de justicia y de derechos humanos, si
bien las situaciones difieren; aunque Francia también cuenta con una so-
brepoblación importante en sus centros de detención, nuestros dos países
coinciden en lo que se refiere a los objetivos de la política penitenciaria.

Cabe destacar una vez más que la Ministra de Justicia del Gobier-
no Francés, articula su política en torno a tres pilares: 1. La reinserción
de las personas privadas de libertad, con más centros de semi-libertad y
centros más adecuados para mantener lazos familiares y garantizar el de-
recho al trabajo y a la salud; 2. El respeto a la dignidad con la apertura de

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

nuevos centros penitenciarios que respeten las condiciones de vida de las


personas privadas de libertad; y, 3. El fortalecimiento de la seguridad en
los centros penitenciarios, teniendo en cuenta que somos uno de los países
europeos que cuenta con menos fugas de sus prisiones.

Finalmente quisiera agradecer de manera muy especial a la Coo-


peración Regional Francesa para los países andinos, cuya contribución
nos permitió invitar a la magistrada Florence Fitte-Vallee, quisiera tam-
bién dar las gracias a todos los equipos de trabajo del Ministerio de Justi-
cia, Derechos Humanos y Cultos del Ecuador, por sus esfuerzos en la or-
ganización de este importante seminario internacional, también quisiera
agradecer a todos los ponentes de tan distinguidos países, cuya presencia
contribuirá a enriquecer la reflexión sobre los procesos de reforma peni-
tenciaria.

A modo de conclusión, quisiera manifestarle señora Ministra mi


más sincero agradecimiento por su confianza; que nos ayuda a estrechar
los lazos de amistad y de cooperación de nuestros dos países. Gracias a
todos por su atención y les dejo en muy buena compañía, viva Francia,
viva Ecuador, viva la amistad franco-ecuatoriana.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Johana Pesántez Benítez


Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos*

Buenas tardes con todas y todos, señoras, señores, ciudadanas,


ciudadanos, nos reunimos el día de hoy para dar inicio a la primera jorna-
da del “Seminario Internacional - Derecho y Administración Penitencia-
ria: Fundamentos de la Reforma”, el cual trae consigo una intensa semana
de aprendizaje y capacitación, en la cual nos nutriremos de conceptos,
estrategias, modelos de administración y experiencias que en materia pe-
nitenciaria se han alcanzado en otros países de la región y del mundo, las
mismas que serán expuestas por doctrinarios y especialistas nacionales
e internacionales con amplia experiencia y trayectoria en los diferentes
temas que se abordarán a fin de nutrir y cimentar conocimientos a las y
los funcionarios no solo del Ministerio de Justicia Derechos Humanos y
Cultos, sino a los operadores de justicia y ciudadanos vinculados en ge-
neral al derecho penitenciario.

Durante estos días de capacitación contaremos con la presencia


de profesionales del más alto nivel, quienes compartirán con nosotros in-
sumos y experiencias que serán trascendentales para la determinación del
camino a seguir en la tan anhelada rehabilitación social.

Este seminario pretende generar espacios de diálogo y debate na-


cional e internacional respecto de la profunda transformación y restructu-
ración del sistema de rehabilitación social que hemos experimentado, so-
bre todo buscamos que se cimente así desde los dos últimos años, por ello
el doctor Alejandro Marambio Avaria, proveniente de Argentina nos ha-
blará sobre el “Análisis criminológico del sistema progresivo”, el doctor
Juan Carlos Domínguez, también de Argentina, disertará sobre los temas;
“Escenas temidas dentro de los centros penitenciarios” y “Tratamiento
Penitenciario”; Liliana Rivera del Ministerio de Justicia de Costa Rica
nos hablará sobre “Política criminal y Constitución”; Nelson Rauda del
Salvador compartirá con nosotros la “Cultura de paz y las organizaciones
criminales juveniles”; Florence Fitte-Vallee de la Escuela Nacional de la
*
Discurso de inauguración pronunciado el día lunes, 03 de junio de 2013 en calidad de Ministra de
Justicia, Derechos Humanos y Cultos en funciones, período mayo 2011 - junio 2013, como apertura
del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma en
el “Teatro Universitario” de la Universidad Central del Ecuador.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Magistratura de Francia nos explicará “El rol de los jueces de garantías


penitenciarias”; que ustedes saben estamos próximos a implementarlo,
también Marco Fuentes de la Gendarmería de Chile nos expondrá sobre la
“Seguridad penitenciaria en el contexto de los derechos humanos”; Teresa
Coba Gómez de la Unidad de Reforma Penitenciaria del Ecuador, nos
hablará sobre “La función social del modelo de gestión penitenciaria en
el Ecuador”; y, Roberto Santana de República Dominica nos contará sus
experiencias sobre la política del “Cero ocio en los centros de rehabilita-
ción social” y quien les habla realizará el análisis sobre la rehabilitación
social y su contribución justamente para lo que busca nuestro gobierno
nacional, la seguridad ciudadana.

Adecuando el ordenamiento jurídico a los deberes y estándares


fijados por el nuevo marco constitucional el Ministerio de Justicia De-
rechos Humanos y Cultos, asume la responsabilidad de ser el organismo
técnico rector en la elaboración y gestión de las políticas relativas al sis-
tema de rehabilitación social y emprendió una transformación estructural
en el mismo que se han venido promoviendo importantes acciones en
articulación y cooperación institucional tanto en el ámbito nacional como
internacional.

Al respecto es importante destacar la cooperación y asistencia


técnica en materia de rehabilitación y reinserción social que esta Cartera
de Estado ha recibido y mantiene con varios países y organizaciones in-
ternacionales entre los cuales debemos resaltar, República Dominicana,
con quienes firmamos el acuerdo con la Procuraduría General de Repú-
blica Dominicana para establecer vínculos de cooperación de asistencia
técnica en materia penitenciaria y con quien venimos trabajando desde
agosto de 2011, producto de este esfuerzo interinstitucional se trazó la
base ideológica y jurídica del nuevo modelo de gestión penitenciaria em-
prendido en el Ecuador; con Chile en los nexos de materia de seguridad
social y próximamente la firma de un convenio de cooperación institu-
cional entre la Gendarmería de Chile y el Ministerio de Justicia Derechos
Humanos y Cultos; con Argentina y Costa Rica, con nuestros vínculos
de cooperación con el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas
para el tratamiento del delito y del delincuente ILANUD; con Francia
como ya lo había explicado más ampliamente el señor embajador, tene-
mos la cooperación institucional de amplia gama, particularmente con la

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

firma del convenio marco de cooperación institucional entre la Escuela


Nacional de Administración Penitenciaria – ENAP, la embajada de Fran-
cia en Ecuador y el Ministerio de Justicia Derechos Humanos y Cultos.

De la misma forma se ha trabajado conjuntamente con la Confe-


rencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB)
en varios aspectos y en el último tiempo sobre todo en lo que refiere a
la reinserción laboral y talleres laborales dentro de los centros peniten-
ciarios, gracias a estos enormes esfuerzos y sobre todo a las decididas
acciones de las partes involucradas se ha logrado generar mecanismos
de cooperación más fluidos en torno a procesos técnicos de seguridad
penitenciaria y asesoría técnica en temas laborales y productivos en los
centros de privación de libertad; que ha tenido como resultado la capaci-
tación, seguridad penitenciaria en el contexto de los derechos humanos.

Otro de los resultados de estos esfuerzos será la capacitación “Se-


guridad Penitenciaria en el contexto de los Derechos Humanos”, que se
llevará a cabo del 10 al 20 de junio, con cuatro expertos de la Escuela Na-
cional de Administración Penitenciaria de Francia - ENAP, cuyo objetivo
es instruir a nuestros agentes de tratamiento penitenciario y a las personas
responsables del área laboral que cumplen sus funciones en los centros de
privación de libertad mediante la enseñanza de conocimientos técnicos,
teóricos y prácticos en torno a la seguridad penitenciaria y el ejercicio de
los derechos humanos. Estas jornadas se desarrollarán en la escuela de
formación penitenciaria del Ecuador afincada en la ciudad de Bahía de
Caráquez, una de las primeras grandes muestras de la institucionaliza-
ción de la nueva administración penitenciaria en el Ecuador, gracias a la
colaboración y absoluto respaldo del economista Rafael Correa Delgado,
presidente constitucional de la República del Ecuador, que justamente fue
inaugurada en enero de este año.

A este escenario de reestructuración del sistema penitenciario de-


bemos sumarle otro gran esfuerzo de formación académica para todos los
intervinientes directos e indirectos en el proceso de rehabilitación social,
mediante espacios de información y discusión como este seminario, que
ha sido posible llevar a cabo gracias a la colaboración de la Asamblea Na-
cional por medio de las casas legislativas que trasmitirán a nivel nacional

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

este evento académico pues se pretende abarcar el mayor número de bene-


ficiarios; dentro de estas encontramos las siguientes provincias: Guayas,
Pichincha, Manabí, Los Ríos, Azuay, Tungurahua, Chimborazo, Santo
Domingo de los Tsáchilas , Cotopaxi, Imbabura, Santa Elena, Carchi, Bo-
lívar, Sucumbíos, Cañar y Morona Santiago, toda vez que es indispensable
que las y los operadores de justicia del sistema de rehabilitación social,
comprendan el cambio de paradigma y participación con conocimientos
claros de los procesos de trasformación del sistema penitenciario hacia
el cumplimiento de los derechos humanos, pero también de la seguridad
ciudadana; a la Universidad Central del Ecuador, cuyo aporte logístico
es el que nos permite albergarnos durante este evento en el remodelado
teatro universitario; a la Universidad Internacional SEK, gracias, por la
presencia del señor Vicerrector, quien ha participado activamente en la
organización de este evento; a la Cooperación Regional Francesa para los
países andinos mediante la presencia de la coordinadora de la Escuela Na-
cional de la Magistratura de Francia, Florece Fitte-Vallee; y de modo muy
especial a los expertos nacionales y extranjeros quienes nos acompañarán
durante estas jornadas y compartirán con nosotros el conocimiento que
desde lo teórico y lo práctico les ha permitido generar directrices y luces
para un sistema de educación y re educación en favor de aquellos que de
una y de otra manera pese a sus falencias, merecen una segunda oportuni-
dad, en una sociedad correctamente resarcida y libre de prejuicio hacia las
personas privadas de libertad.

Adicionalmente las ponencias expuestas en el seminario interna-


cional, la doctrina y prácticas compartidas se condensarán en un sexto
libro de la serie “Memorias y Debates”, dentro de la colección Neoconsti-
tucionalismo y Sociedad a fin de que quienes no pudieron asistir, puedan
acceder a esta fuente de consulta.

Es un orgullo entonces para el Ministerio de Justicia, Derechos


Humanos y Cultos, en representación del Gobierno Nacional del econo-
mista Rafael Correa Delgado, con la búsqueda de esa revolución en lo que
es un sistema verdadero de justicia y sobre todo rehabilitación social, dar
por inaugurado de manera oficial el “Seminario Internacional - Derecho y
Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma”. Espero que
traten de sacar el mayor de los provechos, se ha hecho el mayor esfuerzo
para tener a los mejores expertos internacionales que nos podrán brindar
sus conocimientos, muchas gracias y bienvenidos.

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PONENCIAS
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

I. Análisis criminológico del sistema penitenciario

Por: Alejandro Marambio Avaria

Sumario

1. Discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho y Admi-


nistración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, el día lunes, 03 de
junio de 2013.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

I. Análisis criminológico del sistema penitenciario*


Por: Alejandro Marambio Avaria

1. Discurso

Buenas tardes a todas y todos, especialmente a la señora Ministra


de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, Johana Pesántez Benítez, al em-
bajador de Francia en Ecuador, Jean-Baptiste Main de Boissiere y al rector
de la Universidad Internacional SEK José María Delgado.

Es un honor para mí estar aquí con ustedes y un placer además


poder participar en estas jornadas que tienen como objetivo final lograr
una mejora en las condiciones de vida de las personas privadas de libertad,
pero también y especialmente una mejora en el desarrollo de las políticas
penitenciarias del país, que no están alejadas de las condiciones peniten-
ciarias del resto de la región, las que a su vez, tienen unas particularidades
que creo podremos intentar desarrollar aquí.

Sepan disculpar algunas cuestiones que pueden darse al tener que


condensar la información en cuarenta y cinco minutos. Obviamente, de-
sarrollar todo este tema es muy complicado; y, espero que en el momento
que tengamos la posibilidad de preguntas se puedan hacer algunas aclara-
ciones o comentarios de cuestiones que queden por fuera de esta presenta-
ción.

Por lo pronto anticipo que hablaré de un tema especialmente po-


lémico como es la criminología aplicada en los espacios de encierro y,
sobre la reinserción social, es decir el fundamento de la pena privativa de
libertad.

A modo de contexto histórico debemos aclarar que la criminolo-


gía es un saber que tiene un origen cuestionable. Césare Lombroso en su
Italia natal dio nacimiento al estudio científico del criminal. Su análisis
se basaba en aquella información que recogía como médico que visitaba
* Transcripción del discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho y Administración Pe-
nitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, el día lunes, 03 de junio de 2013 en el Teatro Universitario
de la Universidad Central del Ecuador.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

prisiones. Sus observaciones lo llevaron a pensar que todos los criminales


tenían elementos físicos similares, vale decir que podríamos identificar a
aquellos que cometían delitos a través de analizar su morfología. A través
de sus estudios frenológicos entendía poder determinar cómo eran los de-
lincuentes natos. Estas observaciones adolecían de rigor científico en tanto
que lo único que podía aseverar Lombroso era cómo eran las personas que
el sistema penal italiano detenía y alojaba en prisión, mas no cómo eran
las personas que cometían delitos. Digamos que Lombroso fue testigo
del proceso de selectividad del sistema penal italiano de su época. Curio-
samente la morfología descrita por Lombroso del delincuente nato tenía
semejanzas al fenotipo más común del italiano del sur. Con lo cual solo
podríamos afirmar con certeza que a fines del siglo XIX la selectividad del
sistema penal en Italia implicaba la detención de un grupo de personas que
tenían rasgos similares, pero no por ello las personas que cometían delitos
tenían todos esos rasgos, más bien al contrario.

Hoy podríamos decir que la criminología se ha alejado bastante


de esta forma de pensar, es decir de la búsqueda del criminal nato. Pero
lo cierto es que hay dos grandes miradas respecto de la criminología. Una
de tipo etiológico que sigue buscando las causas del delito, es decir por
qué se cometen delitos, qué lleva a una persona a generar conductas vio-
latorias de la ley, etc. La otra es la denominada criminología crítica que
cuestiona todo el proceso de definición del castigo, de la selección del
delincuente, de cómo se decide quiénes serán privados de libertad y quié-
nes, no, de qué cosas serán definidas como conductas delictivas. Como
podemos observar, esta encrucijada, si es que vamos a establecer pautas
para utilizar la criminología en los sistemas penitenciarios nos tiene que
llevar a la inevitable obligación de optar por el camino de la criminología
etiológica (a veces denominada también criminología clínica) por sobre la
otra. Ello, eso sí, sin olvidarnos las trampas en las que podremos caer si
no hacemos un esfuerzo crítico a la hora de establecer causas de la exis-
tencia de conductas consideradas penalmente reprochables y merecedoras
de castigo.

Dicho esto, creo que podremos tomar la definición que dan Vi-
cente Garrido, Per Stangeland y Santiago Redondo sobre la criminología
como base de actuación de las acciones realizadas desde el espacio de en-
cierro para el trabajo de estudio de la personalidad de aquellos que se en-

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

cuentran en privación de libertad. Estos autores definen a la criminología


como la ciencia que estudia el comportamiento delictivo y la reacción so-
cial frente a tal comportamiento. Eso nos hace dar como presupuesto que
habrán acciones que serán definidas como comportamientos antisociales y
que nuestro trabajo será establecer un mecanismo de reacción frente a esas
conductas. Uno de los mecanismos es, claro está, el encierro.

Será entonces la privación de libertad un instrumento empleado


por el Estado, para reaccionar ante conductas que se consideren legalmen-
te como antisociales y merecedoras de castigo estatal.

Por otro lado, la pregunta es qué hacer con aquellos que ingresan
al sistema penitenciario por razones de haber sido pasibles de condena
estatal en base a una conducta antisocial.

Desde los años cincuenta del siglo XX se ha impuesto la concep-


ción de que las personas que ingresan a los establecimientos penitencia-
rios deben ser objeto de un tratamiento con la finalidad última de reinser-
tarlas en la sociedad. El origen de esta perspectiva es de lo que se llamó la
Escuela de la Nueva Defensa Social, cuyos autores más relevantes fueron
Marc Ancel y Jean Pinatel. Se trata de una época muy interesante en la
historia puesto que se vincula con la expansión de la concepción del Es-
tado de bienestar. La idea que subyacía detrás de este remozado concepto
de reinserción social era que en principio las personas cometían delitos
debido a carencias económicas, sociales y culturales y que si el Estado,
mientras imponía esa sanción penal, utilizaba el tiempo para, de manera
individualizada, atacar esos factores y reforzar condiciones sociocultura-
les positivas que permitan a estos sujetos reingresar a la sociedad, y al
mercado laboral, en mejores condiciones, esto evitaría la reincidencia.

Detrás de esta concepción de la reinserción social subyacía enton-


ces la lógica del Estado de bienestar, por una parte, con una concepción
del progreso de la sociedad a través de la mayor intervención del Estado
social, lo que redundaría en la reducción al mínimo posible de la delin-
cuencia. Así, el factor principal de la delincuencia, para esta concepción,
es la falta de condiciones personales para acceder a las oportunidades de
progreso social, sin incumplir con la ley en el camino. Por otro lado esta
concepción también tenía muy presente las atrocidades cometidas en los

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

campos de concentración nazi de la segunda guerra y por ello estaban


especialmente decididos a sostener el respeto a la dignidad humana du-
rante la privación de la libertad. La reinserción social como objetivo de la
privación de libertad cumplía con ambas finalidades, la mejora de las con-
diciones personales para poder insertarse adecuadamente en el mercado
laboral y en las relaciones sociales positivas allende el delito, y el respeto
de la dignidad de aquellos que eran condenados a privación de libertad.

Esta concepción del encierro tuvo tan buenos resultados en sus


comienzos que llegó a imponerse como finalidad de la privación de liber-
tad en el sistema de Naciones Unidas. Así queda explícitamente estable-
cido en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos. A nivel
regional en la Convención Americana de Derechos Humanos que recoge
como objetivo de la pena privativa de libertad, la readaptación social de
los condenados.

Esta orientación con mirada optimista en el progreso de la socie-


dad y en la concepción del sistema carcelario como una herramienta para
la mejora de aquellos que ingresan allí, fue la que se impuso también en
las reformas constitucionales de los países occidentales, entre las que se
incluye, claro está la moderna Constitución del Ecuador. Un párrafo apar-
te merece esta Constitución puesto que va más allá del resto de las Cons-
tituciones de los países que han establecido derechos para los privados de
libertad de manera específica. En este caso, la Constitución establece una
sección específica dentro del capítulo dedicado a los derechos de las per-
sonas de atención prioritaria, regulando derechos tan particulares como el
no sometimiento al aislamiento, la comunicación y visita de familiares y
abogados y contar con recursos humanos y materiales necesarios para ga-
rantizar la: salud integral, atención de necesidades educativas, laborales,
productivas, culturales, alimenticias y recreativas (artículo 51).

Ahora bien, este optimismo no ha sido compartido por todos. De


hecho, mientras se iba deteriorando el Estado de bienestar y a la vez per-
diendo la creencia de que la seguridad pública podía conseguirse mediante
el tratamiento individual sobre aquellos que cometían delitos fue transfor-
mándose el Estado social en Estado penal. El modelo más explícito de esta
nueva mirada es el de los Estados Unidos. Este país dejó de lado la reinser-

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

ción social y pasó directamente a una concepción de la pena privativa de


libertad como mera inocuización, como tiempo que se quita de circulación
de la sociedad a aquellos que cometen delitos.

David Garland nos advierte de este nuevo modelo punitivo que


lidera Estados Unidos, pero que no lo tiene solo en la cruzada. Se trata de
una reducción al mínimo posible del Estado social y un aumento impor-
tante de las redes de control punitivo del Estado. En materia penitenciaria
eso implicó que las tasas de prisionización crecieran exponencialmente en
todo el mundo pero de manera exorbitante en Norteamérica donde pasaron
de tener 160 internos cada cien mil habitantes a 716 internos cada cien mil
(según cifras al 31 de diciembre de 2011 que se encuentran publicadas por
el Centro Internacional de Estudio de Prisiones). Esto en términos de nú-
meros brutos significa que 2.239.751 personas se encontraban privadas de
libertad a finales de 2011. Como puede apreciarse hablamos de un uso de
la prisión alarmante que, sea dicho de paso, no ha resuelto los problemas
de seguridad ciudadana de ese país.

Podemos marcar como un momento fundante de esta concepción


inocuizadora de la pena privativa de libertad, y su uso abusivo, no solo por
la llegada al poder del neoliberalismo más fundamentalista, con la admi-
nistración del presidente Ronald Reagan, sino, desde el plano criminoló-
gico, los estudios efectuados por Robert Martinson sobre los programas
de tratamiento en cárceles. De su investigación se llegaba a la conclusión
de que no había tratamientos que fueran exitosos, es decir que redujeran la
reincidencia. De hecho Martinson denominó a la publicación que realizó
como “Nothing Works”, es decir nada funciona. Cierto es que el interés de
Martinson era eliminar las penas indeterminadas que seguían existiendo
en Norteamérica, basadas en el ideal resocializador, lo que permitía saber
quien era condenado, cuanto era el mínimo de pena que debería cumplir,
pero no el máximo que se basaba en la decisión de tribunales o juntas de
libertad condicional. Tampoco, hizo cambiar de criterio a quienes imple-
mentaron políticas de tolerancia cero contra el delito que Matinson ad-
mitiera en un papel posterior que su conclusión no era del todo acertada
ya que había podido comprobar que algunos programas de tratamiento sí
tenían algún grado de éxito digno de destacar en materia de reducción de
la recaída en el delito.

27
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Pues bien, este es el panorama con el que nos encontramos. Por


un lado un renacer de la utilización de la cárcel, un crecimiento sostenido
de las tasas de prisionización y un descreimiento de muchos de los actores
del sistema penal en la posibilidad de que exista reinserción social durante
la privación de libertad. Por el otro, las normas fundamentales y los pactos
de derechos humanos que siguen sosteniendo que en la cárcel debe lograr-
se la reinserción social.

En el ámbito regional debemos también dar cuenta de un diag-


nóstico desalentador. Los países de la región han duplicado y triplicado
las tasas de prisionización desde fines de los setenta a principios de los
noventa. Mucho tuvo que ver en eso la implementación de políticas eco-
nómicas neoliberales de reducción del Estado social y aumento del Estado
penal, la implementación de recetas de políticas de seguridad copiadas sin
ningún análisis crítico, ni adaptación a la realidad de cada país. También
influyó en esto la utilización de hechos graves de seguridad, pero puntua-
les y aislados, como ejes de campañas políticas para lograr, a través del
temor social, el respaldo de la sociedad. En ello los medios masivos de
comunicación fueron y siguen siendo una herramienta muy útil para gene-
rar miedo y entronizar como salvadores a aquellos que proponen medidas
duras y drásticas contra el delito.

También es cierto que en la región hubo un aumento del delito.


Lamentablemente no hay muchas investigaciones serias que den cuenta
de los motivos por los cuales ha aumentado el delito, aunque podemos
destacar como factores especialmente relevantes la retirada del Estado so-
cial (que aunque precario al menos servía de sustento para determinados
grupos) y el desarrollo de la guerra contra el narcotráfico. Creemos que
estos factores sirvieron como combustible para acelerar el incremento de
la inseguridad. Así aquellos factores que venían a eliminar la delincuencia
entendemos que han servido para darle una base sólida y transformar las
condiciones estructurales de tal modo que han convertido al delito violen-
to en un mal endémico. Este círculo vicioso que estamos describiendo se
ha consolidado a fines de los años 90 del siglo pasado. Ahora, lo cierto es
que, por más de que se han ido generando nuevamente políticas sociales
integrales en la mayoría de los países de la región, la tasa delictiva no ha
disminuido tanto como se preveía y, peor aún, el uso de la privación de li-
bertad como herramienta de política criminal se ha mantenido en ascenso.

28
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

El problema que vemos es que el uso abusivo de la privación de


libertad como herramienta de control estatal y la falta de políticas de pre-
vención y de reinserción social en la fase pospenitenciaria han hecho que
los sistemas de privación de libertad de la región se encuentren en muy
mal Estado, encontrándose muy lejos de las condiciones ideales para cum-
plir con el objetivo de la reinserción social.

En apretada síntesis podemos decir que es una constante en los


sistemas penitenciarios de la región encontrarse con establecimientos car-
celarios de construcciones antiguas o muy precarias, con un hacinamiento
crítico que supera en algunos casos entre dos y tres veces la capacidad
máxima del penal, la eliminación de espacios de esparcimiento, cultura,
educación y trabajo para transformar esos espacios en alojamiento, debi-
litando las posibilidades de poder cumplimentar las actividades básicas
para un tratamiento adecuado. A esto se agrega la falta de personal, espe-
cialmente de personal capacitado con conocimientos técnicos en ciencias
de la conducta, imprescindibles para cualquier tratamiento resocializador.
Como si fuera poco, existe un abuso de la prisión preventiva que supera
en casi todos los países de la región el 50 % de las personas privadas de
libertad.

También es preocupante observar como se imponen cada vez más


penas de larga duración, incluso con tiempos de privación de libertad tan
largos que se trata de penas de privación de libertad perpetuas. A su vez los
recursos económicos tampoco se condicen con el mínimo necesario para
poder hacer frente a todas las necesidades del sistema. Y cuando hablamos
de necesidades estamos refiriéndonos a cosas tan básicas como la alimen-
tación y los medicamentos. A ello hay que agregar la falta de personal, la
baja capacitación de aquél que existe y los bajos salarios que no motivan
a las personas más capacitadas del entorno social a decidirse por trabajar
en los centros penitenciarios.

El panorama no es muy alentador. Más si tenemos en cuenta que


la población penitenciaria sigue en aumento sostenido. En este sentido
llamamos la atención acerca de los problemas prácticos que se suscitan a
partir de este crecimiento sostenido. Supongamos el caso de Ecuador don-
de el crecimiento de la cantidad de privados de libertad ronda, si nuestra
información no es errónea, entre quinientos internos por año. Esto de-

29
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

bería implicar, que por año deberían construirse quinientas plazas para
alojamiento de internos (con sus correspondientes espacios para que los
internos puedan ejercer sus derechos a la salud, la educación, el trabajo, la
comunicación con sus visitas, las actividades culturales y el esparcimien-
to). A ello habría que agregar la incorporación de al menos trescientos
agentes penitenciarios por año para que la ratio personal penitenciario/
privado de libertad no genere la imposibilidad de administrar los espacios
de encierro.

Así las cosas, debemos empezar por solucionar algo. Y creemos


que lo primero que podríamos trabajar al interior de las prisiones es en el
adecuado sistema de progresividad dentro de las prisiones. Es imprescin-
dible poder lograr, en estas condiciones y hasta tanto no se reduzcan la
cantidad de internos alojados en los centros penitenciarios debemos lograr
generar un trabajo en materia de tratamiento lo suficientemente positivo
como para reducir los factores desocializantes y deteriorantes que produce
el encierro. Para ello es imprescindible utilizar un modelo que elimine los
vestigios de la concepción sobre el tratamiento penitenciario como una
ciencia o un saber cuasi oculto y comenzar a implementar reglas lo más
objetivas posibles que, sin desatender las particularidades de cada uno de
los seres humanos que conviven en el encierro, sean lo suficientemente
claras y previsibles para evitar la arbitrariedad y discrecionalidad de la ad-
ministración y permitan su control externo tanto por parte de los órganos
jurisdiccionales como de cualquier organismo de control extra institucio-
nal o de la sociedad civil.

Pero antes de avanzar en ese punto nos permitimos hacer otras


aclaraciones respecto de la criminología y el sistema penitenciario. En
primer lugar resulta imprescindible destacar como la concepción del de-
recho penal liberal moderno que entiende como factor a reprochar a las
personas que cometen delitos exclusivamente el hecho cometido (es decir
reprocharles su conducta y sancionarlos exclusivamente por la manifes-
tación de voluntad que se produce a través de la comisión de una acción
tipificada como delito) se desvirtúa de forma alarmante cuando llegamos
a la fase de la ejecución de la pena privativa de libertad. Aquí todas las
concepciones relacionadas con el derecho penal de autor o la valoración
del autor por sobre la conducta se vuelven a presentar tomando un sitial de
honor dentro de la fase ejecutiva. Y esto es inevitable ya que si vamos a

30
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

establecer modalidades de libertad anticipada de acuerdo al pronóstico de


reinserción social, tales como la libertad condicional o cualquier beneficio
de soltura anticipada, debemos tener en cuenta la personalidad del sujeto.
Tal vez sea adecuado analizar con mayor profundidad la tesis sostenida
por Luigi Ferrajoli según la cual deben imponerse penas cortas pero de
cumplimiento completo. Esta es la única manera de cumplir cabalmente
con el principio de legalidad y evitar cualquier análisis de la personalidad
del sujeto pudiendo así sostener hasta el final un derecho penal exclusiva-
mente de hecho.

Puede ser alentador en este punto la sentencia de la Corte Intera-


mericana de Derechos Humanos en el caso Fermin Ramírez versus Gua-
temala, de 9 de mayo de 2008, que declara violatorio de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos la valoración acerca de la peligrosi-
dad del autor. Sin embargo, como acertadamente hace notar Patricia Ziffer
el concepto de peligrosidad es la otra cara de la moneda de la reinserción
social, ya que la concesión de cualquier medida de soltura anticipada debe
incluir un pronóstico positivo de reinserción social. La concepción de la
progresividad durante el cumplimiento de la pena, es decir el avance en el
cumplimiento que genere el paso de mayores niveles de restricción de la
libertad y de la autonomía de la voluntad a menores niveles se basa en una
lógica punitivo premial, de premios y de castigos. Vale decir un enfoque
exclusivamente basado en la forma de conducción de vida del privado de
libertad en el espacio de encierro.

Por otro lado, también resulta relevante hacer mención a las li-
mitaciones del trabajo dentro de los espacios de encierro respecto de los
factores que son relevantes para desarrollar conductas delictivas. Como
sostiene Philip Zimbardo y, en general, los profesionales de la Psicología
Social, existen factores disposicionales, es decir condiciones y motiva-
ciones personales que nos pueden llevar a cometer conductas desviadas.
Pero tan importante son estos factores como las condiciones situacionales
en las que nos encontremos. Vale decir que las características externas del
entorno pueden imponerse a la disposición interna y modificar de forma
drástica las conductas que, en definitiva, realiza el sujeto. Nuestras socie-
dades, dan un lugar preponderante, casi exclusivo a la voluntad del sujeto,
pero los psicólogos sociales y muchas teorías criminológicas dan un lugar
igual o incluso más importante a las condiciones externas, a los factores

31
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

situacionales. Y lo cierto es que en los centros penitenciarios se construye


un entorno artificial muy diferente a la vida en libertad, razón por la cual
desde dentro de la prisión no es posible desarrollar programas de trata-
miento efectivo que permitan a los sujetos transformar su relación con
el entorno. Pero, más allá de eso, para ser precisos una adecuada política
criminal debería trabajar para desmontar aquellos factores situacionales
que predisponen a los que son influenciados por el. Vale decir que un buen
desarrollo de acciones preventivas que aumenten las prestaciones estatales
y el acceso de los ciudadanos a derechos pueden ser más efectivas para
eliminar condiciones delictivas que el tratamiento individual en encierro.

Hechas ya estas aclaraciones, debemos retomar el hilo de aquello


que entendemos valioso como trabajo para lograr mejorar el éxito de la
reinserción social en privación de libertad, utilizando herramientas de la
criminología. Digamos, entonces, que intentaremos dar ideas para hacer
que el sistema penitenciario tenga el mejor rendimiento posible, es decir
que funcione.

Para ello nosotros vamos a trabajar con la idea del riesgo que nos
permite establecer factores objetivos y estables a la hora de definir el agru-
pamiento de aquellos que ingresan al sistema penitenciario. Esta idea de
agrupamiento o clasificación es clave porque se trata del primer factor que
puede reducir oportunidades de que una persona en privación de libertad
sufra afectaciones a sus derechos, especialmente a su integridad física.
Pero también es esencial a la hora de permitir establecer racionalmente
el tipo de recursos (tanto en materia de personal como de infraestructura)
necesarios para generar una política penitenciaria que cumpla de la me-
jor manera posible y utilizando el recurso económico imprescindible (que
sabemos todos que en materia penitenciaria, por definición, siempre es
escaso) la finalidad de reinserción social y el respeto de la dignidad de las
personas.

Como decíamos, si no se hace un buen agrupamiento de las per-


sonas privadas de libertad es difícil que se pueda hacer una buena progre-
sividad, es decir que se pueda hacer un buen sistema objetivo y contro-
lable del paso de una persona de mayores niveles de encierro a mejores
condiciones de libertad. A la vez un modelo de predicción objetivo, pese
a la gran cantidad de problemas que puede generar (y que esbozaremos a

32
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

continuación) es esencial para permitir un adecuado control judicial y de


la sociedad civil respecto del modo en que el Estado lleva a cabo la activi-
dad legalmente aceptada más violenta sobre las personas.

El concepto de un buen agrupamiento, de una buena clasificación,


nos puede determinar todo el desarrollo de un buen pasaje del interno
dentro del sistema de encierro, es decir esta evolución progresiva de me-
nores niveles de responsabilidad y de mayores niveles de control a nive-
les de menor control y mayor responsabilidad; recordemos que cualquier
programa de tratamiento lo que busca es fortalecer la responsabilidad de
los sujetos en un espacio de encierro. Donde está toda la vida controlada,
difícilmente se puedan generar niveles de responsabilidad, por eso es tan
importante la evolución pausada pero también constante de mayores nive-
les de responsabilidad de aquellos que viven en los sistemas de encierro.
Y, llamábamos la atención a que es importante, más bien fundamental,
pensar en métodos objetivos para el tratamiento penitenciario, para la cla-
sificación penitenciaria, para el agrupamiento, y lo que sería después re-
levante para progresividad del régimen. Ese sistema objetivo lo podemos
seguir viendo con el concepto de sistema actuarial de riesgo, esto significa
que, dejamos de ver al sujeto como un ente que tiene capacidades ocultas,
que le genera tener un estado peligroso y pasamos a ver su conducta en
términos, si se quiere, la manifestación de sus conductas y lo que ello im-
plica en términos de riesgo para la convivencia social. En definitiva, mini-
mizamos el valor de las causas por las cuales una persona genera hechos
de violencia y pasamos a centrarnos en las conductas que desarrolla y si
estas son o no fuentes de peligro constante y de tal magnitud que deman-
den un trabajo de tratamiento específico de reducción de esas conductas.

Poder analizar y definir cuáles son esos riesgos, y establecer quié-


nes generan conductas verificadas como riesgosas puede ayudarnos para
que haya una posibilidad de evitar esas conductas que son agresivas o que
son dañosas a la sociedad, pero que también en el caso del encierro para
evitar que se cometan hechos de agresión y de violencia de un interno
hacia otro.

Ahora bien, estas ideas actuariales del riesgo tienen sus dificulta-
des y la dificultad máxima que tienen, es que se basan en la predictibilidad.
Supuestamente predicen conductas, predicen qué sujetos van a generar
violencia y otros sujetos no lo van hacer.

33
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

La predicción de las conductas humanas plantea dificultades enor-


mes. No existe una predicción infalible. No existe la ciencia que permita
predecir de manera absoluta, para el cien por ciento de los casos las con-
ductas humanas. Es, como en el caso de las estadísticas un sistema con
cierto grado de fiabilidad, cuentan que hay un porcentaje, tal vez un cua-
renta un cincuenta por ciento de gente que supuestamente va a votar a tal
o cual candidato, pero durante el día de las elecciones el sujeto está solo y
decidirá allí realmente que hará sin importar lo que haya dicho antes. Por
ahí cuando dijo en las encuestas que votará a tal, llegado el momento de
la elección termina votando por otro y tal vez por razones ocurridas ese
mismo día de la elección. Es decir, no podemos predecir esas conductas
ahora. Las estadísticas funcionan. Si alguien dice que el treinta por ciento
de la gente ve un determinado programa de televisión, ese programa de
televisión va a tener una cantidad mayor de anunciantes, que a la vez van
a ver incrementada la venta de sus productos, o sea ese modelo funciona.
Pero, lo cierto es que no pueden prever conductas humanas, es decir noso-
tros generamos conductas que son impredecibles.

Lamentablemente, sí podemos aseverar que nosotros desarrolla-


mos una enorme cantidad de conductas que son muy útiles para poder
predecir con un grado de fiabilidad importante qué tipo de conductas po-
dremos desarrollar en el futuro, aunque, repetimos, no existe la predictibi-
lidad absoluta.

Pero, a todo esto, ponernos a analizar la predictibilidad de con-


ductas, el pronóstico del comportamiento futuro nos vuelve a poner en
entredicho con el derecho penal de acto. No obstante aquí debemos ren-
dirnos y asumir que de sostener la reinserción social como finalidad de la
pena privativa de libertad es imprescindible hacer un pronóstico. Y, por
ello, es mucho más a fin con la posibilidad del control de los actos de la
administración el contar con una herramienta objetiva. Se trata de la única
herramienta con la que contamos, una herramienta que es mucho mejor
que aquella ciencia oculta que algunos sistemas tenían (y algunos todavía
tienen), y que dejaban en manos del saber de los criminólogos del sistema
penitenciario la definición de quienes están en condiciones de salir en li-
bertad y quiénes no.

Con una herramienta de valoración de riesgos se puede, en pri-


mer lugar hacer un análisis más acabado de qué conductas son relevantes
para vislumbrar posibles riesgos de conductas antisociales. Tenemos al

34
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

menos un grado más objetivo de fiabilidad de lo que puede ser un sistema


progresivo basado puramente en el ojo clínico del criminólogo. A la vez
se transforma en un sistema controlable para los jueces, para la propia ad-
ministración, para la propia sociedad civil que ingresa a la cárcel a modo
de organismo de control, incluso para cualquier funcionario. Genera una
condición de trasparencia que no genera cualquier otro sistema de análisis
clínico. Podemos ver, en términos de resultados, que se logra una buena
clasificación con un buen diseño de clasificación primaria y un buen siste-
ma de régimen de agrupamiento y de progresividad. Asimismo, esto sirve
para poder mejorar la inversión de los recursos llegando a mejores niveles
de resultado positivo.

Imaginemos, si invertimos todo el recurso económico que se tiene


en construir centros penitenciarios de máxima seguridad, hemos generado
un dispendio en términos de recursos que, teniendo en cuenta la escasez de
recursos propio de los sistemas penitenciarios, puede determinar la grave
violación de los derechos de todos los internos en base a la falta de ele-
mentos esenciales para poder abordar una vida en encierro.

También debe destacarse que, si se hace buena clasificación y se


elige adecuadamente a las personas que van a ser alojadas en los espacios
de mayor seguridad, se genera una mejor definición de las funciones peni-
tenciarias. Cuando los internos saben cuáles son las actividades que tiene
que hacer para progresar y el funcionario sabe cuáles son las actividades
que tiene que medir para que la persona progrese, el trabajo carcelario se
vuelve más sencillo, no porque sea sencillo en sí, sino porque se reducen
complejidades.

Cuando existe una buena clasificación se reduce inevitablemente


la violencia, es decir cuando se utiliza el régimen cerrado, el régimen más
riguroso para la menor cantidad de gente posible, que es la gente que por
el momento no puede vivir en otro lugar, y no se excede en esa utilización
para gente que no lo necesita, logramos a la vez reducir ese nivel de vio-
lencia que hay en las cárceles, además de respetar, claro está el principio
de proporcionalidad en el cumplimiento de pena, es decir que los derechos
de los privados de libertad se vean afectados solo en lo indispensable para
poder convivir pacíficamente y llevar adelante un adecuado tratamiento
(en caso de que opte por seguir uno) . Por eso es importante tener también

35
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

espacios de encierro adecuados. Si no tenemos la cantidad de espacios de


encierro es difícil después lograr ese agrupamiento para que el sistema
funcione.

Debemos señalar que las clasificaciones por riesgo trabajan sobre


determinados análisis de fiabilidad, El riesgo de reincidencia es un riesgo
no medible o es un riesgo de muy difícil medición (sobre todo en condi-
ciones de encierro). Es muy difícil medir ese riesgo. No obstante el riesgo
que mejor se mide es el que tiene que ver con la violencia física, el mejor
predictor que tenemos para actos contrarios a derecho es el de la violencia
física. Contamos con determinados sistemas que han sido utilizados en
países como Canadá, Suecia, Inglaterra, Australia que miden este factor
de riesgo. Trabajan primero por clasificación de riesgo y van intentando
predecir las conductas de los sujetos que están en el sistema. Para imple-
mentar este sistema de medición muchos se han basado en el modelo del
HCR-20 que trabaja sobre veinte ítems de los cuales quince aproximada-
mente son preguntas o son factores relacionados con factores estáticos,
es decir factores con los que el sujeto ya llega al momento de privación
de libertad y solo cinco de ellos son factores dinámicos, factores donde el
sistema penitenciario puede trabajar, factores con los cuales el sistema va
a poder trabajar para resolver los problemas de reinserción del sujeto.

El grado de predictibilidad de este sistema, que ha sido medido,


ha generado una certeza del ochenta por ciento. Entonces llamo a la re-
flexión en algo, la certeza del ochenta por ciento es muy buena en tér-
minos estadísticos, nos explica que por cada cinco personas nos vamos
a equivocar en una, con lo cual, en el derecho penal que una persona no
salga en libertad o una persona salga mal en libertad equivocándonos sería
grave, especialmente que una persona que tiene todos los requisitos para
dejar un centro penitenciario no lo haga por una mala predicción.

Pero, hay que llamar la atención que en esto no hay ningún siste-
ma infalible, y un sistema del ochenta por ciento es muy positivo, aunque,
de alguna manera toda ley de grandes números nos lleva a una discusión
en relación con lo que a veces se habla del concepto “in dubio pro reo”. Si
utilizáramos realmente el in dubio pro reo, es decir, ante la duda debemos
estar en favor del reo en todo momento, entonces los pronósticos siempre
deberían ser positivos y tendríamos que decir que está en condiciones de

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

salir en libertad, porque en cualquier sistema de predictibilidad tendría-


mos que decir entonces que esa falencia juega en contra del Estado, que
ese veinte por ciento lo asume el Estado, por lo cual dejaríamos de tener
un sistema con cierto grado de valor. Por ello creemos que se impone aquí
el relativizar este concepto o bien eliminar todo sistema predictivo y por
ende cualquier modalidad de soltura anticipada (lo cual afectaría drástica-
mente el retorno a la vida en libertad de manera paulatina y generando así
el menor impacto posible y por ello menos riesgos de reincidencia).

En este punto llamamos la atención en algo que consideramos


fundamental, que es el problema de los falsos positivos y los falsos nega-
tivos, es decir un sistema en que de cada cinco podemos equivocarnos en
uno porque no está reinsertado o se puede equivocar porque esta reinser-
tado en términos de que cumple con los valores en términos de violencia
y no sale en libertad. Y, fijémonos lo alarmante del estado actual de la
política de seguridad pública. Si un juez utilizando esos argumentos de
predictibilidad genera un falso positivo, es decir que un sujeto salga en
libertad y que cometa un nuevo delito, ese juez va a recibir el escarnio
público todo el tiempo y es probable que pueda poner en peligro su cargo
habiendo utilizado un sistema objetivo de medición. Ahora, si ese mismo
juez genera un falso negativo, es decir que un sujeto no salga en libertad,
no va a tener ninguna sanción, no le va a ocurrir nada, con lo cual el pro-
blema más grave es que para evitar correr propios riesgos los funcionarios
del sistema eviten aplicar adecuadamente un sistema de predictibilidad.

Y, en este punto, entendemos imprescindible recordar que una li-


bertad anticipada a tres años de cumplimiento definitivo o a cuatro años
de cumplimiento definitivo o a dos años de cumplimiento definitivo, por
ejemplo, permite al Estado tener un tiempo de desarrollo de control del
sujeto y un tiempo de control en libertad, que es muy importante, que es
muy valioso a la hora de poder desarrollar una reinserción en serio; con lo
cual esos falsos positivos son parte de las dificultades de las cuales tene-
mos que encontrarnos para tener una política acorde con el ordenamiento
jurídico, acorde con un Estado de derecho, y que a la vez genere realmente
factores de reinserción social y nos permita además un buen sistema de
reinserción y de un buen sistema de progresividad del régimen.

37
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Poder hacer un análisis, es muy valioso a la hora de poder enten-


der cuáles son los factores que realmente inciden al respecto de la violen-
cia en la sociedad. Si nosotros somos capaces de hacer ese análisis es muy
probable que vayamos afinando el instrumento con el que contamos para
la progresividad y vayamos reduciendo ese grado de predictibilidad a un
menor error, que vayamos haciendo tender el error a cero, aunque nunca
va a ser cero, insistimos. Ahora, eliminamos esa posibilidad, siempre va-
mos a quedar en ese espacio discrecional en donde en realidad nadie deci-
de, es decir nadie decide porque nadie se hace cargo de la decisión real de
por qué una persona salió en libertad, y utilizamos solamente condiciones
jurídicas, es decir dos tercios de la pena o tres cuartos de la pena en caso
de libertad condicional, pronóstico de reinserción social, que ha estudiado,
que ha trabajado, es decir, cuestiones que son para unas objetivas, pero
otras que tienen un valor enormemente subjetivo.

Así pues, creemos que no podemos renunciar a la lógica de la se-


guridad en la cárcel, pero no una seguridad en términos de custodia, sino
también una seguridad en términos de que haya la menor cantidad de ries-
go dentro del espacio de encierro. Y no debemos renunciar a la utilización
de herramientas lo más sofisticadas posibles, pero al mismo tiempo lo más
objetivas posibles, para ir reduciendo los niveles de discrecionalidad, ya
que esta normalmente va acompañada de corrupción.

Como conclusión debemos decir que es imprescindible poder ge-


nerar las condiciones materiales mínimas para poder desarrollar progra-
mas de tratamiento con miras a la reinserción de las personas privadas de
libertad. Que si bien es fundamental evitar concepciones moralizantes o
perfeccionistas del tratamiento y que los éxitos son muy escasos, la alter-
nativa real en la actualidad es la inocuización y la pérdida de dignidad de
aquellos a los que se priva de libertad, transformándose la cárcel en un
reproductor de la delincuencia y por ello en uno de los peores enemigos
de la seguridad ciudadana.

Nunca debemos olvidarnos que la cárcel es aquella herramienta


de sanción penal que tenemos hasta tanto encontremos una herramienta
mejor y más adecuada para resolver los problemas de seguridad ciudada-

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

na. En ese punto, creemos que debería llamarnos la atención que nuestro
trabajo en la cárcel, el de todos los actores, de todos los operadores del
sistema penal; a la cárcel hay que mirarla como una lógica de reducción
de daños, con una lógica de tratar de reducir el deterioro a la mínima ex-
presión de la persona que ingresa en este sistema.

Es clave trabajar seriamente con la sociedad para correr el velo y


mostrar aquello que termina ocurriendo cuando se implementan políticas
de tolerancia cero y de mano dura, es decir el aumento del delito grave y la
reproducción de bandas y organizaciones criminales tanto de gran sofisti-
cación como pandillas o maras en el caso de los internos más jóvenes. Este
es un momento clave para plantearse seriamente la política criminal que
deseamos para la región y de cómo llevarla a la práctica, y asegurarnos de
evitar el uso excesivo del encierro como reacción frente al delito. Nunca
nos olvidemos que, como nos ha enseñado Alessandro Baratta hay que
lograr mejorar la vida de los privados de libertad y generar oportunidades
de reinserción social a pesar de la cárcel.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

II. El papel del juez de ejecución de las penas en Francia

Por: Florence Fitte-Vallee

Sumario

1. Introducción: un poco de historia. a. Antes de 1958: De lo ad-


ministrativo a lo judicial. b. De 1958 a 1975: nacimiento de la
función. c. Desde 1975 hasta hoy. 2. Principios generales. 3. El
papel del juez de ejecución de las penas. a. En medio cerrado. b.
El medio abierto. c. Un papel específico en el seno de la juris-
dicción. 4. Los diferentes procedimientos. 5. Una idea general de
otras jurisdicciones de ejecución de las penas. 6. Los colabora-
dores del juez de ejecución de las penas. 7. Ficha sintética sobre
las principales medidas de penas alternativas a la encarcelación y
medidas para la organización y el cumplimiento de la pena. a. Las
penas alternativas a la encarcelación. b. Las planificaciones de
penas. c. Algunos principios. 8. Las jurisdicciones de ejecución
de las penas disponen de poderes importantes que les permiten
una aplicación eficiente y eficaz de las condenas o una verdadera
individualización de la pena.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

II. El papel del juez de ejecución de las penas en Francia*


Por: Florence Fitte-Vallee

1. Introducción: un poco de historia

La Función del Juez de ejecución de las penas fue es-


tablecida por ordenanza del 23 de diciembre de 1958. En aque-
lla época no era un juez especializado, esta función era de
hecho asumida por el juez ordinario, del lugar, nombrado previa con-
sulta durante la asamblea general de los magistrados de la jurisdicción.

a. Antes de 1958: De lo administrativo a lo judicial

La ejecución de las penas no era concebida como siendo la


competencia natural del Juez. Una vez que la sala de lo penal (para los
delitos) o la Corte provincial (término ecuatoriano para Corte de ape-
lación) (para los crímenes) tomaban su decisión, los tribunales eran
despojados y era al poder ejecutivo (al Ministro o a la administra-
ción) a quien incumbía la fase de ejecución. Algunas fechas históricas
son importantes en cuanto a la evolución de la aplicación de las penas.

• En cuanto a las instancias decisorias:

• El decreto del 13 de marzo de 1911: la administración peniten-


ciaria depende del Ministerio de la Justicia.

• El Ministro de Justicia es competente para la liberación condi-


cional, pena creada en el año 1885.

• 1945-1958: creación del cargo de juez de ejecución de las penas


mediante una resolución del 26 de septiembre de 1952, según la
cual se requiere el consentimiento del juez de ejecución de las
penas para la concesión por el gobernador de una autorización de
salida para la búsqueda de empleo.
*
Ponencia presentada en el Seminario Internacional “Derecho y Administración Penitenciaria: Funda-
mentos de la Reforma”, el día lunes, 03 de junio de 2013 en el Teatro Universitario de la Universidad
Central del Ecuador. Traducida del francés al español por Elsa Ordóñez Tourlet. Con el apoyo de la
Delegación Regional para los Países Andinos Embajada de Francia en Ecuador.

43
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

• Al mismo tiempo, con respecto a las medidas aplicadas en li-


bertad:

• 1946: creación de comités de ayuda a las personas privadas de


la libertad que se convierten en comités de probación condicio-
nal y de asistencia a las personas liberadas (CPAL en su sigla en
francés), resolución del 1ro de enero de 1946 y decreto del 01 de
abril de 1952: estos CPAL están mantenidos bajo la presidencia
de la Primera corte de lo penal o del magistrado en quien delegue.

• Al mismo tiempo, con respecto a las medidas aplicadas en pri-


sión:

• 1946: creación del régimen progresivo (decisión que incumbe al


gobernador) y organización de los primeros servicios educativos
en detención.

b. De 1958 a 1975: nacimiento de la función



El 23 de diciembre de 1958, la ordenanza legislativa crea el cargo
de Juez de ejecución de las penas. El Juez de ejecución de las penas se con-
vierte en presidente del comité de probación y de asistencia a los liberados.
Al mismo tiempo, la pena de encarcelamiento con remisión condicional con
puesta a prueba es creada. Es una pena restrictiva de la libertad bajo condi-
ciones, en la que el condenado queda en libertad tras la lectura de la sentencia.

La ejecución de las penas comienza a ser judicializada y confia-


da a un Juez de lo penal. Las competencias del Juez de ejecución de las
penas (JEP) están en constante aumento, aunque siguen siendo arcaicas
en cuanto a procedimientos administrativos o judiciales, tales como la
presidencia de la comisión o los informes sobre el condenado al tribu-
nal. Por ejemplo, para las medidas aplicadas en libertad, el JEP puede
fijar nuevas obligaciones en el marco de la remisión condicional, pero
los recursos por parte del condenado se realizan ante la Corte provincial.

44
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

El JEP es también juez vinculado al tribunal en caso de revocación


de la remisión condicional con puesta a prueba o de remisión condicional
con puesta a prueba sin seguimiento. Para las medidas aplicadas duran-
te la detención, el JEP se hace cargo de las competencias del goberna-
dor en materia de régimen progresivo (semi-libertad, permiso de salida).

Luego, en la década de los 70, las competencias del JEP van
creciendo de nuevo gracias a la resolución del 22 de abril de 1972
y al decreto del 12 de septiembre de 1972 con la creación de la comi-
sión para la aplicación de penas, la creación de la detención al ex-
terior, la ampliación de los permisos de salida, la liberación condi-
cional confiada en parte al JEP (para las penas inferiores a tres años).

c. Desde 1975 hasta hoy

Luego de un fase marcada por la desconfianza hacia la figura del JEP


y una ambivalencia en lo que concierne a la persona privada de la libertad, la
ejecución de las penas a partir de 1983, encontró poco a poco cierta madurez.

• La institución del JEP se refuerza:

• Con la mejora de su estatuto mediante la creación de partidas


presupuestarias (1986).

• Con la delegación de nuevas competencias (reforma de la Liber-


tad condicional, creación del aplazamiento con puesta a prueba,
con la mejora de las penas para sanciones inferiores o iguales a
un año […]).

• Con la introducción de los primeros procedimientos, se empie-


za a hablar de jurisdicción. Nuevas sanciones son creadas, tales
como la supervisión socio-judicial (SSJ) y la puesta bajo vigilan-
cia electrónica (CVE) con concesión o retirada de la CVE decidi-
da tras un debate contradictorio.

45
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

• Una jurisdicción de la puesta a ejecución de la supervisión por el


JEP en el marco del SSJ, tras debate contradictorio.

• Al mismo tiempo, con la creación del servicio penitenciario de


inserción y de probación, el JEP es el magistrado encargado que
determina las orientaciones generales y las instrucciones particu-
lares.

• Finalmente, a partir del año 2000, se puede hablar de una verda-


dera jurisdicción con la ley PERBEN del 15 de junio de 2000 y de
la ley del 9 de marzo de 2004.

• El JEP queda a cargo de la mayoría de la intervención judicial


sobre la sanción ya que las competencias del Ministro de Justicia,
del Fiscal y de las jurisdicciones penales son delegadas al Juez de
ejecución de las penas.

• Los procedimientos son casi todos judicializados para las penas


privativas o restrictivas de la libertad: desarrollo de las medidas
legales de obligación, presencia de la personas de la libertad, del
abogado, vías de recursos etc.

• La ley penitenciaria del 24 de noviembre de 2009, conduce a un


ajuste de la acción del JEP con poderes incrementados al Director
penitenciario de inserción y de probación con competencias dele-
gadas, pero no cuestiona el rol central del juez.

• Hoy en día el Juez de ejecución de las penas es un juez espe-


cializado designado por decreto presidencial tras el visto bueno
del Consejo Superior de la Magistratura (CSM), por un plazo de
máximo 10 años en el seno de un mismo tribunal.

2. Principios generales: Tres grandes principios rigen la aplica-


ción de las penas en Francia.

• El principio de legalidad criminal: las jurisdicciones de eje-


cución de las penas no pueden decidir otras medidas de indivi-
dualización que las legalmente previstas. Las penas deben estar

46
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

previstas dentro del Código Penal y las planificaciones dentro


del Código de Procedimiento Penal, debiendo ser conforme a la
Constitución así como a la CEDH (Convención Europea de De-
rechos Humanos).

• El principio de individualización de la pena: independiente-


mente de cuál sea la pena, el juez procede a una « personaliza-
ción » o a una individualización de la pena.

Artículo 707 del Código de Procedimiento Penal: « bajo decisión


o bajo control de las autoridades judiciales, las penas pronuncia-
das por las jurisdicciones penales, son, salvo en caso de circuns-
tancias insalvables, ejecutadas de manera efectiva y dentro del
mejor plazo. La ejecución de penas favorece, en el respeto de los
intereses de la sociedad y del derecho de las víctimas, la inserción
o la rehabilitación de condenados así como la prevención de la
reincidencia. Con este fin, las penas son planificadas antes de su
ejecución o en curso de su ejecución si la personalidad y la situa-
ción material, familiar y social de la persona privada de la libertad
o sus evoluciones lo permiten […] »

• El principio de no retroactividad: en principio, las disposicio-


nes legislativas relativas al régimen de ejecución y de aplicación
de las penas se aplican inmediatamente a los asuntos en curso sal-
vo si estas disposiciones legislativas tuvieran por resultado hacer
más severas las penas pronunciadas por la decisión de condena
(Articulo 112-12 del Código Penal francés).

3. El papel del juez de ejecución de las penas : Son de dos órde-


nes: funciones en medio cerrado y funciones en medio abierto.

a. En medio cerrado: El Juez de ejecución de las penas es com-


petente para:

47
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

1. Las concesiones y las retiradas de reducciones de penas

• Retirada de los créditos de reducción de penas: hay que saber


que en Francia existe el crédito de reducción de penas que be-
neficia a cada condenado a la cárcel (Artículo 721 del Código
de Procedimiento Penal), el Juez de ejecución de las penas no
interviene sobre esos créditos de reducción de pena. Es el registro
del Tribunal de Administración Penitenciaria (TAP) quien calcula
esos créditos de reducción de penas cuya cuantía ha sido fijada
por la ley.

En cambio el Juez de ejecución de las penas es competente para


la retirada de créditos de reducción de penas en caso de mala con-
ducta durante la detención (ejemplo, en caso de procedimientos
disciplinarios).

• Otorgamiento de reducciones adicionales de penas: el juez de


ejecución de las penas puede otorgarla si la persona condenada
manifiesta durante la detención serios esfuerzos de readaptación
social (Articulo 721-1 del Código de Procedimiento Penal).

• Otorgamiento de reducciones de penas condicionales: las re-


ducciones de penas condicionales (Articulo 721-2 del Código de
Procedimiento Penal) resultan del Juez de ejecución de las penas
previamente a la liberación de la persona sentenciada. Permiten
someter a la persona sentenciada al fin de la pena, a un plazo de
prueba equivalente al tiempo de reducción de pena acordado, bajo
pena de una retirada total de las reducciones de pena y por lo tanto
de una re-encarcelación en caso de no respetar las obligaciones.

• Otorgamiento de RPE (Atribución TAP): la reducción de la pena


excepcional (RPE) también llamada « para arrepentidos ». Puede
ser otorgada a personas condenadas cuyas declaraciones han per-
mitido detener o evitar una infracción prevista en ciertos artículos
(de 706-73 et 706-74 del Código de Procedimiento Penal).

48
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

2. Otorgamiento de permisos de salida y autorización de salida


bajo escolta: la autorización de salida es aquella dada a un conde-
nado para ausentarse del establecimiento penitenciario durante un
periodo determinado que se imputa sobre el plazo de la detención
y para ir a un lugar situado dentro del territorio nacional. Es po-
sible a partir del momento en el que la pena ha sido pronunciada,
cuando está combinada con una orden de prisión o de arresto sal-
vo excepciones definidas por la legislación. Existen varios tipos
de permisos de salida que están enteramente definidos por la ley.

3. Individualización de las penas privativas de libertad: libertad


condicional (1885), semi-libertad (1958), residencia fuera de la
cárcel (1972), colocación bajo vigilancia electrónica (1997), con-
versión condena convencional TIG (trabajo de interés general) o
conversión días-multa, suspensión de pena clásica o suspensión
de pena médica (2000).

4. El Juez de ejecución de las penas es también un magistrado


durante la vida en detención ya que:

• El detenido puede enviar correos confidenciales al Juez de eje-


cución de las penas, puede solicitar ser recibido por el Juez de
ejecución de las penas.

• El Juez de ejecución de las penas debe ser informado de cual-


quier incidente (por ejemplo suicidio)

• Da su opinión en cuanto al reglamento interior, las condiciones


de ejecución de las penas, el traslado de las personas privadas de
la libertad.

• Se le solicita cuando se debe retirar la autorización a los visitan-


tes de las prisiones.

• Tiene la obligación de visitar a los establecimientos penitencia-


rios bajo su cargo.

49
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

b. El medio abierto: En el medio abierto, el Juez de ejecución de


las penas tiene numerosas competencias:

• La fijación de la modalidad de ejecución de las planificaciones


de las penas pronunciadas ab initio por la jurisdicción que dictó
sentencia.

• La planificación de penas cortas privativas de libertad de conde-


nados libres si la pena o el resto de la pena es inferior a dos años
(o a un año en caso de reincidencia), Artículo 723-15 del Código
de Procedimiento Penal (CPP). Puede planificar, por ejemplo bajo
diferentes formas : semi-libertad, residencia exterior , fracciona-
miento de la pena, suspensión de la pena, liberación condicional
parental, conversión de una pena inferior a 6 meses en una remi-
sión condicional - trabajo de interés general, o días-multa, etc.)

• Es el Juez de ejecución de las penas quien sigue estas medidas.


Puede por ejemplo otorgar reducciones adicionales de pena.

• El seguimiento de penas restrictivas de la libertad tales como la


prohibición de estancia (1885), la remisión condicional con pe-
riodo probatorio (1958), el trabajo de interés general y el encar-
celamiento con remisión condicional combinado con un trabajo
de interés general (1983), el aplazamiento con puesta a prueba
(1989), el seguimiento socio-judicial (1998).

En el marco de estos seguimientos, el Juez puede añadir, modi-


ficar, suprimir obligaciones que habían sido pronunciadas por la
jurisdicción que dictó sentencia.

• Las orientaciones generales y las instrucciones particulares con


destino al servicio penitenciario de inserción y de probación.

• Las visitas de los lugares de acogida de condenados (residencias


de emergencia), centros de albergue), etc.

• Procedimiento de habilitación de los lugares para los trabajos de


interés general (TIG).

50
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

c. Un papel específico en el seno de la jurisdicción: El Juez de


ejecución de las penas también tiene otras competencias.

• Dar su opinión en el tribunal correccional sobre condenas que


están bajo su control y que serían de nuevo presentadas ante la
jurisdicción.

• Organizar y participar en comisiones de ejecución de las penas


en el seno del tribunal.

• Participar en las conferencias semestrales de ejecución de las pe-


nas que permiten los encuentros entre varios Jueces de ejecución
de las penas de la misma instancia de la Corte Provincial.

• Debe redactar un informe anual dirigido al Ministro de Justicia.

• Participa en el consejo local de prevención de la delincuencia.

En conclusión, el Juez de ejecución de las penas participa a la


política penal del tribunal en coordinación con el Fiscal de la República.

4. Los diferentes procedimientos

Ha sido indicado que el Juez de ejecución de las penas tiene pode-


res jurisdiccionales importantes.

• En medio cerrado:

• Preside la comisión de ejecución de las penas y dicta decisiones


en materia, por ejemplo, de reducción de ejecución de pena, de
permisos de salida.

• Tiene la posibilidad de planificar penas sin debate contradicto-


rio.

• Tiene la posibilidad de hacer debates contradictorios.

• También fue creado el procedimiento simplificado de planifica-


ción de pena aplicable a las personas privadas de la libertad en fin
de pena (PSAP).

51
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

• En medio abierto:

• El Juez de ejecución de las penas puede modificar las medidas


en curso.

• Tiene la posibilidad de hacer debates contradictorios.

• Es la única persona habilitada a encargarse del procedimien-


to del artículo 723-15 del Código de Procedimiento Penal con la
puesta a ejecución de penas cortas de encarcelamiento dirigida a
condenados libres.

A ese efecto, el Juez de ejecución de las penas tiene poderes de


investigación muy amplios (investigación, peritajes), medidas de obli-
gación (orden de comparecencia, orden de arresto, decisión de encar-
celación provisional, decisión de suspensión provisional de la medida).

5. Una idea general de otras jurisdicciones de ejecución de las


penas

• En primer grado: Por memoria el JUEZ DE EJECUCIÓN DE


LAS PENAS. Pero también existe el TRIBUNAL DE EJECU-
CION DE LAS PENAS (TEP) compuesto de 3 magistrados profe-
sionales. Una experiencia en curso: el TEP ampliado con los 3 ma-
gistrados profesionales y 2 ciudadanos asesores (a partir de 2012).

• Las jurisdicciones de revisión: segundo grado de jurisdicciones


que puede tener 3 partes:

• El consejero de ejecución de las penas (solo)

• La sala de ejecución de las penas (3 consejeros de la Corte pro-


vincial).

• La sala de ejecución de las penas ampliada: 3 consejeros en la


Corte provincial, un responsable de asociación de rehabilitación y
una responsable de asociación de ayuda a las víctimas.

52
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

• Existen también comisiones y jurisdicciones especiales para las


medidas de seguridad.

6. Los colaboradores del juez de ejecución de las penas

Un Juez de ejecución de las penas no puede trabajar sólo.


En su entorno, hay personal judicial y otros tipos de colaboradores:

• El consejero de ejecución de las penas (Secretario judicial) que


tiene un papel de coordinación;

• La Corte provincial;

• Los servicios de la circunscripción penal a los que pertenece el


servicio de ejecución de las penas;

• Los abogados;

• Los servicios de policía y de Gendarmería (investigación,


órdenes, convocatorias […]);

• Los servicios de la Gobernación (servicio de los extranjeros);

• Los actores institucionales de inserción y de probación: misión


local, centro nacional para el empleo;

• Los poderes públicos con los municipios (alcaldías), provincias,


regiones (en materia de formación para las personas privadas de
la libertad a partir de 2014), la hacienda pública;

• Las asociaciones: asociaciones de rehabilitación social, centros


de acogida, visitantes de prisiones, asociación de ayuda a las víc-
timas; y,

• El ámbito medical con los servicios de atención y de experticia.

Pero uno de los colaboradores más importantes, es la ad-


ministración penitenciaria. Es importante coordinarse con el re-

53
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

gistro penitenciario, con la dirección de establecimientos peniten-


ciarios y con los agentes de tratamiento penitenciario. El servicio
penitenciario de inserción y de probación es un elemento motor de la cadena.

Es primordial que el Juez de ejecución de las penas comu-


nique, conozca el trabajo de cada uno de los actores y se despla-
ce sobre el terreno. La función de juez de ejecución de las penas
es enriquecedora, apasionante ya que alía autoridad y humanidad.

7. Ficha sintética sobre las principales medidas de penas alter-


nativas a la encarcelación y medidas para la organización y el
cumplimiento de la pena

La planificación de las penas alternativas a la encarcela-


ción pueden ser pronunciadas bien sea ab initio por la jurisdic-
ción de juicio, o por la jurisdicción de ejecución de las penas.

a. Las penas alternativas a la encarcelación



A titulo de penas alternativas a la encarcelación, se puede citar
algunas de las penas más frecuentemente pronunciadas por las jurisdiccio-
nes de juicio.

• El trabajo de interés general a titulo de pena principal;

• La remisión condicional combinada con la obligación de cum-


plir un trabajo de interés general;

• Los días-multa;

• La pasantía de comportamiento ciudadano;

• La sanción de reparación;

• El aplazamiento con puesta a prueba; y,

• La remisión condicional con puesta a prueba.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Todas estas penas son seguidas por el Juez de ejecu-


ción de las penas dentro de lo que se llama el MEDIO ABIERTO.

b. Las planificaciones de penas

Hay que diferenciar la planificación de pena para los condena-


dos detenidos y la planificación de penas para los condenados libres.
Planificación de la pena para los condenados detenidos. Las jurisdiccio-
nes de ejecución de las penas pueden pronunciar las siguientes medidas:

• La liberación condicional.

• Cuando el período de la pena cumplido por la persona privada de


la libertad es al menos igual al periodo de la pena que le queda por
cumplir, o de los dos tercios en caso de reincidencia.

• Cualquiera que sea la duración de la detención quedando por


cumplir si la persona privada de la libertad tiene 70 años y que
su inserción o su rehabilitación está asegurada (con medidas que
tengan en cuenta su situación a la salida del establecimiento pe-
nitenciario).

• Cuando el condenado cumple una pena inferior o igual a 4 años


o para la cual la duración de la condena restante es inferior o igual
a 4 años si el condenado ejerce la autoridad parental sobre un niño
de menos de 10 años y teniendo su residencia habitual en casa
de este pariente. Esta liberación condicional se llama liberación
condicional parental.

No obstante existen dos excepciones a la decisión de libe-


ración condicional parental: en caso de reincidencia o de infracción
cometida sobre un menor. Si la condena o el resto de la pena es infe-
rior a dos años (un año en caso de reincidencia), pueden ser dicta-
das por las jurisdicciones de ejecución de las penas de varias medidas:

55
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

• La colocación bajo vigilancia electrónica;

• La colocación exterior;

• La semi-libertad; y,

• La suspensión o el fraccionamiento de la pena.

Planificaciones de pena para los condenados libres. Aplicación de


las disposiciones del artículo 723-15 de Código de Procedimiento Penal.

El Juez de ejecución de las penas, tras la comunica-


ción de la Corte provincial, puede pronunciarse sobre la planifica-
ción de las penas, tal como lo regula este artículo para las perso-
nas condenadas a una pena inferior a dos años o cuando el resto
de la pena es inferior a dos años (un año en caso de reincidencia).

• El mantenimiento bajo vigilancia electrónica móvil;

• La semi-libertad;

• La detención fuera de prisión (colocación exterior);

• La suspensión o el fraccionamiento de pena; y,

• La libertad condicional ab initio pero en el caso en el que el con-


denado haya sido condenado a una pena inferior o igual a 4 años,
cuando ejerce la autoridad parental sobre un niño de menos de 10
años teniendo su residencia habitual en casa de este pariente.

Es conveniente señalar que, en la actualidad, las jurisdicciones


de juzgado deberían pronunciar una planificación de pena ab initio para
las penas inferiores o iguales a dos años (un año en caso de reincidencia).

El legislador ha planteado el principio de planificación de la


pena a las Cortes. En este sentido, la jurisdicción que dicta una me-
dida privada de la libertad, inferior o igual a dos años sin planifica-
ción de pena, pues debe justificar la ausencia de planificación de pena.

56
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

A título de planificación de pena, la jurisdicción de juz-


gado ab initio puede pronunciar las medidas siguientes:

• La colocación bajo vigilancia electrónica;


• La semi-libertad;
• La colocación exterior; y,
• La suspensión o el fraccionamiento de la pena.

La práctica de las jurisdicciones de juzgado va-


ría. Hoy en día muchas todavía no planifican las penas ab initio.

c. Algunos principios:

Las jurisdicciones de ejecución de las penas disponen de un


poder de fungibilidad. La ley ha planteado ese principio que permi-
te sustituir una medida de planificación de pena a otra en caso de mo-
dificación de la situación del condenado. El objetivo es garantizar una
ejecución efectiva de la pena planificada y una individualizar la pena.

Las jurisdicciones de ejecución de las penas disponen del po-


der de convertir ciertas penas, en efecto, se permite al Juez de ejecu-
ción de las penas pronunciar una pena de encarcelamiento con remisión
condicional con la obligación de realizar un trabajo de interés gene-
ral o días-multa en conversión de una pena inferior o igual a 6 meses.
Se habla comúnmente de conversión TIG o de conversión días-multa.

Esta conversión puede ser interesante ya que el JEP pue-


de tener en cuenta la situación de la persona privada de la li-
bertad que estaba, por ejemplo, ausente durante la audiencia.

También es autorizada por el código de procedimiento penal la
conversión de penas de trabajo de interés general (TIG) o penas de en-
carcelamiento con remisión condicional combinadas con un trabajo de
interés general (REMISIÓN CONDICIONAL TIG) en pena días-multa
lo que permite tener en cuenta algunas dificultades que se encuentran en
lo que depende de los tribunales como la carencia de puestos de trabajo

57
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

de interés general o cuando se debe tener en cuenta la situación perso-


nal del condenado, tal como un cambio en su situación profesional o un
problema de incompatibilidad médica surgido después de la audiencia.

8. Las jurisdicciones de ejecución de las penas disponen de


poderes importantes que les permiten una aplicación eficiente
y eficaz de las condenas o una verdadera individualización de
la pena

• La posibilidad de modificar, suprimir, añadir, así pues de adaptar


las obligaciones y las interdicciones a todos las etapas de ejecu-
ción de la pena.

En efecto el JEP puede modificar, a cualquier momento de ejecu-


ción de la pena, las obligaciones que han sido pronunciadas por
las jurisdicciones de juzgado y eso, con el fin de adaptar la medida
a la situación evolutiva de la persona privada de la libertad y al
interés de las víctimas (ejemplo: puede ser añadida por el JEP la
obligación de no entrar en contacto con una víctima, un co-autor
o un cómplice […]).

• Poderes de sanción: el Juez de ejecución de las penas puede reti-


rar el beneficio de la medida de planificación de pena pronunciada
ab initio por la jurisdicción de juicio si el condenado no respeta
sus obligaciones, si las condiciones que han conducido a dictar
esas medidas ya no se cumplen o si la persona privada de la liber-
tad tiene una mala conducta.

Por otra parte, cuando la jurisdicción de juicio pronuncia una pena


de Trabajo de Interés General, se prevé en general que en caso de
no ejecución, el juez de ejecución de las penas está habilitado a
ejecutar todo o en parte el cumplimiento de la pena privativa de
libertad. Lo mismo vale para el seguimiento socio-judicial.

• El procedimiento de revocación de las medidas de remisión con-


dicional con puesta a prueba, remisión condicional TIG, de libe-

58
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

ración condicional, incumbe también al juez de ejecución de las


penas lo que garantiza una sanción rápida y eficaz en caso de falta
a las obligaciones o de reiteración de las infracciones.

Eso necesita una respuesta rápida de parte del Juez de ejecución


de las penas en caso de ser informado de incidentes.

• El Juez de ejecución de las penas posee también como cualquier


fiscal de la República medios de coerción eficaces: la orden de
comparecencia inmediata y la orden de arresto.

• La ley del 10 de marzo de 2010 ha puesto de nuevo énfasis en


la noción de rapidez en la sanción ya que existe una posibilidad
para los servicios de policía y de Gendarmería, de oficio o bajo
instrucciones del juez de ejecución de las penas o del fiscal de la
República de arrestar toda persona colocada bajo el control del
juez de ejecución de las penas y en contra de la cual existen una o
varias razones válidas de sospechar que ha faltado a las obligacio-
nes que le incumben y particularmente a la prohibición de entrar
en contacto con ciertas personas, especialmente con la víctima, o
de presentarse en un lugar o en una zona específica.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

III. Análisis de la institución penitenciaria:


principios institucionales

Por: Juan Carlos Domínguez Lostaló

Sumario

1. Introducción. 2. El principio de corrección. 3. El principio de


agrupamiento vincular (Clasificación). 4. El principio de modu-
lación de la pena. 5. El principio de trabajo. 6. El principio de la
educación. 7. El principio del control técnico. 8. El principio de
las instituciones anexas.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

III. Análisis de la institución penitenciaria: principios institu-


cionales*

Por: Juan Carlos Domínguez Lostaló

Resumen: El presente trabajo aspira a una justicia social mani-


festada en prácticas y concretada en instituciones, exigiendo el plantearse
a la criminalidad como un problema social, requiriendo así la necesaria
conversión de su política criminal.

Las dificultades de una inclusión socio comunitaria de las perso-


nas privadas de libertad, expresa la actual situación carcelaria que busca
asumir y expresar las condiciones bajo las cuales la asistencia y el trato
digno posibilitaría el fin deseado.

Para ello, debemos dejar de lado las nociones de castigo y segre-


gación y, afianzar los conceptos de Justicia Social y Derechos Humanos,
sistematizados y materializados en la institución de un Estado de Demo-
cracia Social.

Este escrito busca, ajustadamente, sintetizar más de cuarenta años


de experiencias en reformas penitenciarias en distintos puntos de Latinoa-
mérica y el Caribe, respetando la idiosincrasia de cada cultura, sin perder
de vista el sufrimiento y las necesidades del más vulnerable.

Palabras clave: Justicia Social - Inclusión Socio Comunitaria -


Personas Privadas de Libertad - Derechos Humanos - Estado de Democra-
cia Social.

1. Introducción

Al 8 de mayo de 1982, Costa Rica contaba con la infraestructu-


ra arquitectónica y el personal técnico, administrativo y de custodia para
poder cumplir con los principios fundamentales de la “buena condición
penitenciaria”.
* Ponencia presentada en el Seminario Internacional “Derecho y Administración Penitenciaria: Fun-
damentos de la Reforma”, el día martes, 04 de junio de 2013 en el Teatro Universitario de la Univer-
sidad Central del Ecuador.

63
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Tales principios fueron formulados por primera vez en Europa


hace más de 150 años y han sido recomendados reiteradamente después
en Congresos y Seminarios sin que, por lo demás, eso haya permitido
su concreción, por lo menos en la enorme mayoría de los países en vías
de desarrollo o del Tercer Mundo. Como todo producto cultural, dichos
principios son instrumentos que cobran especificidad sólo en función de
los objetivos políticos y el equipo humano con que se pretenda llevarlos a
cabo.

No cabe duda de que, en ese momento histórico-político de Costa


Rica, el objetivo de la Administración de Justicia era el hombre, lo que
significa la obligatoriedad del sistema penitenciario de entrar en contacto
con los privados de libertad, objeto único de su trabajo, para responder en
forma adecuada a las carencias que resultaron de sus necesidades no satis-
fechas (vulnerabilidad psico-social que deviene sociopenal). Este cambio
de paradigma tuvo como coronación de logros, la instalación definitiva
del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención
del Delito y Tratamiento del Delincuente (ILANUD) único organismo re-
conocido por las Naciones Unidas para el abordaje de estos temas en el
continente.

Sin embargo, la realidad institucional actual nos muestra una lu-


cha permanente para imponer esta concepción progresista, frente a una
ideología que se expresa con una firme actitud conservadora de resistencia
al cambio. Creemos encontrar razón para esta actitud en el miedo que ge-
nera toda relación de compromiso directo con la realidad desde una pers-
pectiva liberadora. Este enfrentamiento tiene también su expresión en las
polémicas y prácticas generadas respecto a estilos de gobierno y a formas
de concreción de los programas políticos. Poniendo de manifiesto esto, en
ocasión de evaluar las conquistas sociales y el arraigo de la democracia
social, en el año 1977 se formularon desde la casa presidencial costarri-
cense, referidas a los ataques contra los programas y estilos de gobierno,
las siguientes consideraciones que estimamos ejemplifican los distintos
modelos:

64
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

“Ese señor ex presidente tiene una ideología distinta. El es con-


servador dentro de la democracia, yo soy más progresista, más
socialista dentro de la democracia, él cree que un Presidente debe
gobernar sentado en la Casa Presidencial, yo creo que un Presi-
dente debe gobernar o en la Casa Presidencial o en el campo, o
en el taller o en el colegio o en donde haga más efectiva su forma
de gobernar y la vigilancia de sus programas. El cree que todo lo
importante en la vida es tener un presupuesto balanceado, yo creo
que lo más importante en la vida es evitar que haya más injusticia
social y lograr que haya menos injusticia social. Yo creo que hay
que gobernar para las clases populares, para los que están más
afectados por la crisis: el campesino, el habitante del tugurio, el
obrero, el profesional, el hombre y la mujer de la clase media. El
cree, o creyó como Presidente, que debía de gobernar para los
grupos económicos fuertes que lo hicieron Presidente. Eso se lla-
ma diferencia en el estilo personal de gobernar”1.

En la Administración de Justicia, las distintas actitudes frente a


los problemas, no son sino el reflejo de diferentes ideologías y sus res-
pectivas concepciones del hombre y el mundo, y condicionan el grado de
salud moral del país.

Examinaremos a continuación, las posibilidades que ofrecen los


principios de la “buena condición penitenciaria” según la ideología que
los oriente, adoptando para cada actitud la expresada calificación de pro-
gresista y conservador.

2. El principio de corrección

El principio de corrección surge como alternativa ante la función


puramente represiva de la pena, en el momento en que los recursos socia-
les disponibles hacen suponer que existen posibilidades de incluir a la per-
sona que ha delinquido. El proceso por el cual se produciría esa inclusión
1
Ex presidente de la República de Costa Rica Daniel Oduber. Discurso pronunciado en Cadena Na-
cional, Diario Excelsior, 22 de diciembre de 1977

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

social se ha denominado “tratamiento”. El tratamiento es un trato regulado


y programado de un sujeto, o grupo de sujetos, con la finalidad operativa
de su transformación mediante el uso de recursos técnicos.

La actitud conservadora aplicada en el ámbito del tratamiento pe-


nitenciario, produce una adaptación pasiva que no modifica los aspectos
fundamentales de la motivación delictiva, pues su incidencia se reduce al
tiempo de permanencia del individuo en la cárcel. El orden, la disciplina,
la limpieza y el acatamiento, son la forma de justificar la existencia de la
institución y sus “métodos”. La apariencia es el parámetro del “buen fun-
cionamiento” del establecimiento y de la “eficacia” de sus funcionarios.
Estas condiciones hacen que exista una distancia tal entre la institución y
la persona recluida que el diálogo entre ambos se hace imposible. Así, la
institución no responde a la demanda real de los privados de libertad, sino
a objetivos que, al no responder a la demanda real de los internos, sino a
objetivos que, al no incluirlos, ratifican su extrañamiento como personas.

Si bien el tratamiento es aceptado y promulgado desde la pers-


pectiva conservadora, debido a la resistencia al cambio que le es propia,
queda reducido a sus aspectos formales y vacío de contenido, ya que sólo
posibilita la existencia de un aparato burocrático que produce trabajo y po-
der a los custodios. Desde su perspectiva, proyectan una realidad que sólo
refleja la protección de la sociedad ante los denominados “peligrosos” que
perturban su orden y no una mirada de inclusión consciente al sistema
productivo por parte de aquellos.

Al reemplazarse la palabra del privado de libertad por la dispo-


sición del técnico, aquél vive la regla como arbitraria, pero la acata sin
aceptarla internamente. Simulando un “cambio” le es posible acceder a
beneficios que, como premios la institución ofrece. Como consecuencia
de esta situación, la institución favorece la masificación y el deterioro de
la individualidad, pues no permite al privado de libertad el reconocimien-
to consciente de las necesidades propias y ajenas, lo cual, desde nuestra
perspectiva, debe ser uno de los objetivos fundamentales del tratamiento
penitenciario.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Nosotros sostenemos la idea de que la pena (tiempo de segrega-


ción) debe aprovecharse para tratar de cubrir las carencias que la perso-
na detenida ha sufrido en su desarrollo. Se busca, en consecuencia, una
adaptación activa que, cuestionando la conducta propia y ajena, permita
entender críticamente la realidad.

El criterio de adaptación activa propone, en forma explícita la


participación en los diferentes niveles de relación: comunitarios, grupales
e individuales, donde la persona vaya adquiriendo su auto respeto y el
respeto a los otros como obligación y como derecho. El elemento esencial
para llevar adelante estos objetivos es la valoración de la palabra propia
y ajena, lo cual le permite expresar la demanda y ejercitar el respeto de
la misma. Este hecho posibilita la satisfacción de muchas de sus necesi-
dades inmediatas sin ejercer ninguna forma de violación frente al otro, al
permitir una correcta apreciación de las posibilidades y de las vías para
alcanzarlas.

Este aspecto ha sido descuidado en la “buena condición peniten-


ciaria” y, sin embargo, es vital para el logro de los objetivos de la inclusión
en un orden de libertad política y social. Pero es que hacerlo requiere de
una actitud totalmente distinta en el personal, actitud que evite el encade-
namiento institucional generado por la “apariencia”.

“Las instituciones – escribe Ilich – crean seguridades y desde el


momento en que se aceptan, las pasiones se calman y la imagi-
nación se encadena. La estructura de toda institución tiene como
función la conservación de una experiencia, con la finalidad de
reproducir la herencia recibida. El peso de la rutina administrativa
– del que no se puede librar ninguna institución- tiende a crear una
situación que imposibilita la dialéctica. Se crean estructuras con
las que la institución se defiende de los efectos de toda palabra lla-
mada libre. La palabra “liberada” no entra en ningún proceso de
transformación en la medida en que se perciba como “patógena”
y es porque esta palabra (patógena) está destinada a ser arrojada,
desechada por los que la reciben”2.
2
Mannoni Maud, “La educación imposible”, editorial siglo XXI, México, 1980.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Al margen de la rigidez burocrática-administrativa propia de las


instituciones conservadoras, la génesis de un espacio que permita libertad
de expresión y de acción regulada, fortalece las normas de convivencia al
ser éstas recreadas por el grupo y se constituye en el instrumento domi-
nante, si bien no único, de la inclusión social.

Al responsabilizarse al privado de libertad como persona y dejar-


le “apropiarse” de sus decisiones, en lugar de convertirlo en un receptor
pasivo de las consignas y consejos de los técnicos y del personal, se le
facilita la autogestión en las actividades institucionales. El grupo será el
que imponga los límites de su comportamiento y esto traerá como conse-
cuencia la responsabilidad autónoma de los individuos y la adquisición
del respeto social. Los actos de los individuos cobran sentido al ser reque-
ridos y señalados en forma permanente por el grupo, el cual se constituye,
no sólo por las personas detenidas sino por todo el personal que participa
en la convivencia institucional.

Es necesario recalcar que estas consideraciones no desplazan


la importancia de los ejes trabajo-educación. Sin embargo, cambian su
sentido al transformarlos de simples automatismos en actos críticos cons-
cientes y verbalizables. El trabajo y la educación formal han sido tradi-
cionalmente la forma de encarar la inclusión en las distintas formacio-
nes económico-sociales recientes. Se convierten en un proceso mecánico
de adquisición de algunos hábitos que no modifican sustancialmente al
privado de libertad, por el contrario, promueven la consolidación de una
estructura burocrática que reafirma, en la ineficacia de su metodología, la
“irrecuperabilidad del delincuente”, confundiendo lo inapropiado de su
técnica con la capacidad de aprendizaje de las personas.

Frente a estas críticas podemos oír una defensa basada en la no


reincidencia de un porcentaje bastante alto de privados de libertad. El pro-
ceso de aniquilamiento mental y social al que se hayan sometido quie-
nes sólo responden a la arbitrariedad de quien no entiende, determina una
adaptación pasiva que anula su voluntad de hacer y de producir como
hombre libre en una sociedad libre. Aunque, eventualmente, no reincida,

68
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

este hombre no es el hombre que el Estado de democracia social pretende


producir. Es una mera reproducción, más sofisticada, del mutilado o del
segregado de la ya obsoleta Administración de Justicia de nuestro pasado.

3. El principio de agrupamiento vincular (Clasificación)

Teniendo como premisa rectora la Clínica de la Vulnerabilidad


desde la perspectiva de la Seguridad Humana de los Habitantes, se hace
necesario, como primer paso organizativo, determinar agrupaciones que
permitan diseñar grupos de convivencia acorde a cada privado de libertad,
generalmente con base en la mayor o menor posibilidad de infligir daño a
sí mismo o a terceros.

También el esquema de clasificación refleja en sí las actitudes


conservadoras o progresistas de quienes lo han diseñado y lo van a utili-
zar. Así pues, un modelo de clasificación sirve para generar y consolidar la
burocracia cuando el diagnóstico tiene como único fin establecer un “ró-
tulo” para ubicar a la persona en un lugar específico, avalando el tipo de
tratamiento que la institución ofrece, y que se justifica con la elaboración
estadística de trabajos de publicación “científica”.

Por otro lado, el diagnóstico puede tener como objetivo el trata-


miento y, por lo tanto, permitir al Estado social conocer de qué modo sus
deficiencias han “marcado” a cada uno de los individuos que llegan a sus
instituciones y así determinar, sin perjuicio de establecer la responsabili-
dad individual, la responsabilidad social que cabe al hecho delictivo. Por
un lado, de esta manera se planifica el tiempo de segregación y la estra-
tegia de tratamiento a seguir para atender las carencias individuales. Por
otro, permite determinar los elementos dominantes de los actos delictivos
en el ámbito social para realizar una correcta prevención prima.

Técnicamente, y desde una perspectiva científica, ambos modelos


de diagnóstico tienen justificación. De nuevo, sin embargo, el problema es
político.

Automáticamente, la actitud conservadora en el Agrupamiento


Vincular convierte al privado de libertad en objeto de la criminología. Al
circunscribirse el acto delictivo como eje de la existencia de ese hombre,

69
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

le niega su carácter histórico-social y con ello su individualidad como pro-


ducto de una totalidad de procesos. Sirve entonces, la ideología científica
para fijar en términos absolutos los elementos de su competencia: “crimen
y criminal”. Al reducir su tarea al acto y al individuo, los hace aparecer
como fenómenos naturales, revistiéndose de una “realidad nacional” me-
diante una mención tangencial a la “sociedad de nuestros días”.

“La mayoría de los delincuentes son proletariados o subproletarios


(lumpen- proletarios) y eso no es por casualidad. Para nosotros,
éste es un dato obvio, pues es la gente que no ha tenido acceso,
o lo ha tenido en muy escaso grado, a los derechos del Estado de
democracia social. La actitud conservadora, sin embargo, obliga
a que este dato se verifique. El delincuente pobre es delincuente
por naturaleza, su historia es la historia de sus delitos y de sus
antecedentes penales. El delincuente burgués es “delincuente de
accidente”: su delito ha sido producto de contingencias sociales
de las cuales no pudo sustraerse. Así, mientras que el delito come-
tido por éste es un producto histórico-social, el delito del “pobre
diablo” es un producto de una predeterminación contra la cual el
hombre puede tan poco como la ciencia. Mientras que el burgués
necesita una oportunidad, el pobre necesita que se le segregue
para contener su naturaleza. Esto lo refleja muy bien la “justicia”.
Tenemos 2500 casos en manos y una población de dos millones
de habitantes. Para mí en la misma forma en que me preocupa la
parasitosis del niño de las costas o las tierras calientes, me preocu-
pa la criminalidad en todo el territorio nacional, y siempre con la
gran tristeza de saber que cuando se tiene cierto “STATUS” so-
cial, y cierto nombre de familia, no cabe la palabra criminalidad
y los mismos tribunales se encuentran casi siempre predispuestos
a absolver a quien esté en esa clase social. Se está combinado el
concepto, vamos más allá, hacia una sociedad igualitaria y vamos
más y más a una sociedad científica hecha posible hoy en Costa
Rica por el gran avance nacional de la tecnología, y por el gran
avance de la educación superior”3.
3
Ex presidente de la República de Costa Rica, Oduber Daniel, Discurso pronunciado en la Inaugura-
ción de la Escuela de Capacitación Penitenciaria, Mayo 1977.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Como respuesta científica a la corriente política del Estado de


democracia-social, la clasificación y el diagnóstico buscan reflejar las de-
terminaciones históricas sociales del acto delictivo, sin obviar las moti-
vaciones en el plano individual, pero encuadrándolas dentro de aquellas.
Como decíamos arriba, este modelo ejerce un doble efecto: por un lado
sabemos cuáles son las carencias que han afectado al individuo y lo han
llevado al delito y, por otro, obtenemos un panorama real que nos permite
formular programas realistas y objetivos de prevención del delito.

Nuestro modelo parte de una realidad presente. En el momento en


que comenzamos nuestro trabajo, ya hay personas que han delinquido una
o varias veces. Este hecho nos ubica frente a una primera aproximación:
hay repetición del accionar delictivo o no. Cuando el episodio es único,
generalmente podemos decir que el acto delictivo fue ocasional (práctica-
mente irrepetible, ej.: crimen pasional), o situacional, (requiere de varias
condiciones para que se repita, ej.: crimen político) o culposo (no hay
intencionalidad en el acto, ej.: accidente automovilístico).

En una segunda aproximación, buscamos determinar los factores


dominantes y subsidiarios en la motivación delictiva. El primer factor
considerado es la patología individual, la cual comprende desde los ca-
sos con trastorno cerebral de alguna intensidad hasta cuadros psicóticos
graves. Sin pretender dejar de lado los factores genéticos que pueden con-
tribuir a producir estos cuadros, queremos señalar la determinación social
de los mismos. Ellos constituyen un índice válido para establecer la res-
ponsabilidad social, puesto que la justicia considera como inimputable al
individuo afectado. Entre otros factores, es necesario señalar, por ejemplo,
las condiciones de embarazo y crianza, la desnutrición o subalimentación
tanto del niño como de la madre, las condiciones insalubres de trabajo, el
uso de drogas, los malos tratos, la ausencia de control tanto médico como
psicológico.

El segundo factor a considerar en la motivación delictiva es el


condicionamiento neurótico del sujeto, el cual es producto de la relación
de éste con sus grupos primarios. Siendo el más importante de estos gru-

71
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

pos el familiar y reconociendo su incidencia en la participación de la con-


formación de la personalidad del individuo que ha cometido un delito,
vamos a exponer rápidamente esta institución para explicar las causas que
hemos encontrado.

La realidad de nuestro país muestra la rápida sucesión de grupos


familiares: de la familia tradicional extendida (padre, madre, abuelos, tíos,
hijos), a la familia nuclear (padre, madre, hijos) producto de la industriali-
zación, la urbanización, la migración campo-ciudad por la insistencia en el
crecimiento económico. Esto ha provocado sensibles modificaciones tanto
cuantitativas como cualitativas en los fenómenos sociales en general y en
los fenómenos delictivos en particular.

Dado su tamaño, la familia nuclear contribuye a una mejor discri-


minación en cuanto a identificaciones (adquisición de modelos de com-
portamiento social) y a una mayor atención a cada uno de sus miembros.
Sin embargo, esta familia crea una mayor dependencia por lo difícilmente
reemplazable de cada figura cuando se produce la separación, ya sea por
muerte, enfermedad, trabajo, etc., o cuando existe una manifiesta insufi-
ciencia en el desempeño de los roles familiares. Al cobrar mayor signifi-
cación las figuras padre-madre, se genera una dependencia que hace que
el grado de ansiedad aumente y se incremente en los dependientes la sen-
sación de malestar y angustia. La menor disponibilidad de estas figuras,
producto de la necesidad de que ambos cónyuges trabajen para cubrir las
necesidades materiales de la familia, hace que disminuya su potencialidad
como factor de control social y disminuya, también, su capacidad para
transmitir los valores de la sociedad. Por las razones apuntadas, esta fami-
lia fomenta las conductas evitativas tales como drogadicción, el alcoho-
lismo, la deambulación, etc., y el afán de encontrar grupos de pertenencia
sustitutivos. Buen ejemplo de esto último es la pandilla, que se constituye
en un punto de anclaje de afectos no siempre discriminados y conscientes.
Esto hace que centenares de niños y jóvenes deambulen por las calles sin
otro objetivo que sobrevivir, sin apoyo ni esperanza, sujetos solamente a
la presión del grupo de sus iguales.

72
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Como consecuencia de todo lo anteriormente descrito así como de


algunos otros factores coadyuvantes (v.g. el tipo de escuela a la que deben
asistir y que de inmediato abandonan por no ser continente para ellos ni su
modalidad ni su contenido), el diagnóstico del condicionamiento neuró-
tico muestra un progresivo desplazamiento hacia índices mayores de dis-
gregación de la personalidad y conformación de estructuras psicológicas
sociopáticas, neuróticas y psicóticas.

La Vulnerabilidad Socio-penal es el tercer factor que es impor-


tante determinar en nuestro modelo de diagnóstico. No necesariamente
responde a una clase social, si bien existe un manifiesto predominio de los
sectores de menores recursos en la población penitenciaria. Directamente
vinculado a un grupo familiar o de crianza, y a otros grupos de pertenen-
cia, que refuerzan y aplauden los actos delictivos, estas personas van es-
tructurando, como un elemento de reconocimiento afectivo, la trasgresión
a la ley.

Decimos que la clase social tiene relativa significación porque se


puede ver fácilmente que los llamados delitos de cuello blanco, los delitos
dorados, las formas de adicción a drogas heroicas, etc., son patrimonio ex-
clusivo de estratos sociales medios y altos, aunque estos evaden la sanción
legal con mucha mayor frecuencia.

En la Vulnerabilidad Socio-penal suele presentarse un grupo de


crianza endeble o carente de posibilidades para influir sobre sus depen-
dientes y protegerlos. Esto los deja a merced de grupos de efectos con-
taminantes, delictivos o pre-delictivos, en los cuales líderes “negativos”
ocupan los espacios vacíos dejados por figura de identificación.

El estudio y la investigación en este campo nos permite detectar


el efecto criminógeno de algunas comunidades o zonas y, en consecuen-
cia, nos permite buscar la forma de trabajar en esos lugares a los fines
de realizar una óptima inclusión socio-comunitaria, mediante las medidas
apropiadas.

73
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

El cuarto factor de motivación delictiva en nuestro modelo es la


propia institucionalización. El Estado de democracia social prevé la aten-
ción de muchas necesidades por medio de instituciones que podríamos
denominar de compensación social o de ayuda social. En muchos casos,
la influencia de ellas se extiende desde las más tempranas edades de sus
destinatarios, como es el caso de las instituciones para niños, niñas y ado-
lescentes abandonados. Si ya hemos hecho notar la importancia de los pri-
meros años de vida en el desarrollo de la personalidad y, por consiguiente,
en la problemática del delito, no puede soslayarse una pregunta: siendo
estas instituciones lugares de atención presuntamente especializadas, ¿por
qué no producen los resultados esperados, sino que, por el contrario, se
convierten en patógenas?

Es muy frecuente escuchar que la institución estatal no sirve para


atender las necesidades básicas de salud, educación, recreación, seguri-
dad social, amor y comprensión. Nosotros sostenemos que no se trata de
que la institución no sirva, sino que los métodos que en ellas se aplican
son inadecuados. En su gran mayoría, las instituciones han trabajado bajo
un modelo burocrático, conservador, adialógico, que cristaliza las caren-
cias de sus privados de libertad al no satisfacer nunca sus demandas. La
verdad es que las más de las veces, no se preocupan por conocerlas. Su
efecto, entonces, es pernicioso: cuanto más tiempo permanece la persona
en ellas, más vejámenes y estigmatizaciones recibe, la cual produce una
mayor deficiencia en la integración de la personalidad y el consiguiente
resentimiento. Al no facilitarse un modelo de abordaje que permita a las
personas institucionalizadas ajustarse a la vida en comunidad, aumentan
su nivel de sugestionabilidad, evitando así la posibilidad de apropiarse
de un sistema de valores y, de esta manera, se ve también incrementada
su vulnerabilidad e imposibilitada su capacidad de cambio de autopercep-
ción.

Para concluir, es importante señalar que estos cuatro factores con


que trabajamos en la profundización de nuestro diagnóstico, no son exclu-
yentes entre sí. Podemos afirmar que siempre se dan dos o más de ellos en
forma simultánea, si bien con distinto grado de incidencia en la comisión
del delito. Nunca pensamos en términos de causa-efecto sino, en actos

74
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

sobredeterminados por diversas circunstancias de las cuales algunas serán


dominantes y otras subsidiarias, y eso es lo que nos interesa establecer en
nuestro trabajo para elaborar el programa de atención interdisciplinaria.

4. El principio de modulación de la pena

Al ser la inclusión social de la persona el objetivo último de la


pena, su modulación es el principio según el cual la pena debe poder mo-
dificarse de acuerdo con la transformación de la persona dentro de la ins-
titución que le proporciona la atención interdisciplinaria. Este principio
es el eje fundamental del sistema progresivo de tratamiento penitenciario,
sistema mediante el cual el privado de libertad avanza desde distintas eta-
pas, según su diagnóstico y clasificación, hasta la libertad en régimen de
prueba.

El sistema progresivo, con pruebas graduadas de libertad que ase-


guren una adecuada inclusión social, es la única alternativa viable en un
Estado que pretenda mantener en privación total de libertad a la menor
cantidad posible de personas. Sin poner en peligro la Seguridad Humana
de los Habitantes, el Estado de democracia social debe tratar de no menos-
cabar ni deteriorar la fuerza productiva de la población, la que debe, según
sus principios ideológicos, ser empleada en atender las necesidades de los
habitantes del país.

Por otro lado, el sistema progresivo de tratamiento penitenciario


es el único sistema que permite una participación activa del privado de
libertad en el proceso de inclusión a la comunidad, reconociendo sus po-
tencialidades y conflictos a la hora de convivir en sociedad.

A la luz de estas consideraciones generales, es evidente que pue-


de encararse la tarea desde las dos posiciones ya conocidas. El sistema
progresivo requiere de la evaluación de los privados de libertad para de-
terminar si éstos deben o no acceder a las diferentes etapas. La actitud
conservadora, en su afán no participativo hace de este sistema un modelo
mecanicista que evalúa a la persona desde la observación distante y el es-
tudio intensivo aunque de corta duración. Ciertamente, el estudio de eva-

75
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

luación debe realizarse según los reglamentos en momentos prefijados y


distanciados en el tiempo. La lógica operativa de esta actitud requiere del
ordenamiento y la inspección jerárquica la cual mediante una investiga-
ción que debe quedar plasmada en el papel y que es producto del momento
de la evaluación (tal vez dos horas de contacto con el interno), establece la
“verdad”.

Al convertirse el privado de libertad en objeto del conocimiento


de disciplinas técnicas se ve sometido a un despliegue de fuerza que se
realiza por parte del técnico, en el ejercicio de su poder basado en el saber.
Al hacer entrar la individualidad del sujeto en un campo documental, se
le convierte en un “caso” donde se codifican y determinan los comporta-
mientos, pero no sobre la base de las necesidades de la persona, sino sobre
las necesidades del “sistema”.

La verdad así establecida, en la cual el privado de libertad no tie-


ne ninguna participación, a pesar de que ella condiciona su situación de
privación de libertad, hace experimentar sentimientos de injusticia, pues
la persona se siente expuesta a sufrimientos que la ley no ha ordenado ni
previsto. Esta arbitrariedad de la administración le hace acusar a la propia
justicia, representada por los técnicos en la forma descrita.

Rescatando el sistema de progresividad para la modulación de la


pena, nuestra propuesta hace especial hincapié en los fenómenos de con-
vivencia evaluados mediante dinámicas grupales.

La dinámica grupal, en la cual participa todo el grupo de convi-


vencia (privados de libertad, técnicos, operadores penitenciarios, etc.) per-
mite el esclarecimiento constante de los conflictos y examina, permanen-
temente y en situaciones reguladas, la modificación de la autopercepción
que se va operando en la persona durante su permanencia en la institución.

El grupo de convivencia no sólo remite a un momento específico


de estudio, sino a todos los momentos en que la persona actúa dentro
de la institución (trabajo, recreación, educación, etc.). Por otro lado, la
participación del sujeto en el grupo le permite tomar conciencia de por qué

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

avanza o no en las distintas etapas del sistema progresivo, pues al ser sus
actos constantemente reflejados les encuentra significación y sentido. Al
mismo tiempo, en caso de disconformidad, el grupo le da la posibilidad de
expresarla y el derecho a exigir una explicación en cualquier caso, de las
razones por las cuales se tomó una decisión.

Si la esencia de la democracia está, como dice Jiménez de Asúa


en el derecho a disentir, en tanto y en cuanto esta disidencia se exprese
sin ejercer violencia innecesaria sobre los otros, tendremos que dejar es-
tablecido que estos grupos de convivencia se constituyen en un método
pedagógico y terapéutico para evaluar a los privados de libertad y en un
ámbito para la enseñanza de la democracia social.

5. El principio de trabajo

Nadie podría negar que el fin último del tratamiento penitencia-


rio es la inclusión social de la persona de manera que pueda, frente a sus
necesidades y las de su familia, proveer por sí mismo a la satisfacción de
las mismas, sin quebrantar las normas de convivencia social y los bienes
jurídicos que la legislación protege. Bajo la actitud conservadora de admi-
nistración penitenciaria, el trabajo, que entraña el poder del hombre para
lograr este objetivo, desaparece como tal.

El definir el trabajo como labor-terapia y no como fuerza produc-


tiva, dicha actitud considera únicamente los efectos que puedan ejercerse
sobre la mecánica humana. El trabajo es, entonces, concebido como si
fuera de por sí un instrumento que hace del privado de libertad, agitado
e irreflexivo, una pieza que desempeña su papel con una regularidad per-
fecta. Al inhibir la participación activa de la persona e imposibilitar su
recreación en el trabajo, el efecto que se produce es enajenante, pues este
carácter falso que se le imprime contribuye a la sensación de extrañamien-
to.

Sin embargo, cuando la burocracia está al frente de los programas


laborales de los centros penitenciarios, por su incapacidad y pereza hace
algo todavía peor. Por un lado, ocupa a los privados de libertad con el sólo

77
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

fin de “llenarles” el tiempo, los hace jugar a ser trabajadores, como “los de
afuera”. Pero, ni la significación del trabajo ni su remuneración permiten
considerar la tarea más allá del simple entretenimiento. Por otro lado, a
veces, se los “emplea” para cumplir funciones remuneradas, aunque sea
con sumas ridículas, para que estén tranquilos.

Al manejarse de esta manera, los presuntos hábitos que se favore-


cerían con la aplicación del modelo labor-terapia, producen exactamente
el efecto contrario. La utilidad del trabajo como elemento rehabilitador
desaparece bajo la forma burocratizada de los planificadores de los pro-
gramas laborales en la institución de la apariencia.

La presión de las crisis económicas, aparte de la ideología que le


da impulso a nuestras propuestas, avala nuestro modelo de trabajo peni-
tenciario como elemento de capacitación personal productiva en función
social y socializadora.

Este modelo recobra el carácter real del trabajo: fuerza productiva


con un valor individual y un significado social. El valor individual del
trabajo lo recobra al asegurar la justa compensación del esfuerzo de cada
uno; su significación social, al dignificar al trabajador mediante el recono-
cimiento que contribuye con su esfuerzo al mantenimiento y bienestar de
sus semejantes.

La actitud conservadora basa su modalidad en la existencia de un


presupuesto de gobierno gracias al cual se abastece de lo necesario para
su desempeño institucional, al mismo tiempo que le permite satisfacer las
necesidades materiales mínimas de los privados de libertad: alimentación,
utensilios de limpieza y hasta el dinero con que se les paga su “labor”.
Este criterio da al traste con cualquier intención de brindar tratamiento
penitenciario, pues se crea un ámbito donde la cuestión es la misma que
la del ocio en la sociedad: los privados de libertad tienen que vivir del
trabajo de los demás (y de las actividades ilícitas), pues no se mantienen
con el propio. Este hecho no sólo hace inoperante cualquier propuesta
transformadora, sino que incrementa el resentimiento social del resto de la
sociedad.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

La situación económica de los países en desarrollo hace que el


presupuesto ya no tenga el contenido necesario para ir cumpliendo las
exigencias de un sistema penitenciario que respete los derechos huma-
nos, dentro de la actitud conservadora. Lejos de solicitar presupuestos
extraordinarios, nosotros consideramos que, en cualquier caso e incluso
para cumplir con los programas que van a incluir socialmente a las per-
sonas privadas de su libertad, lo pertinente es continuar con las políticas
(ya iniciadas) de participar en el proceso productivo nacional mediante la
utilización racional de los recursos humanos y materiales con que cuenta
la institución.

Sus fincas, que podían ser más si se coordinan con las institu-
ciones atinentes, y sus talleres industriales, cuya relación con la empresa
privada y estatal puede generar sensibles ganancias, si se les administra
técnicamente y nunca al modo de la burocracia, pueden ser suficientes
tanto para alimentar a toda la población penal como para, a la manera de
un factor adicional de riqueza, satisfacer sus otras necesidades materiales.

En esta forma, la capacitación laboral del privado de libertad, ob-


jetivo último del trabajo que se realiza dentro de la institución, además de
los cursos específicos, se llevaría a cabo dentro de un marco de solidaridad
y eficiencia propio del Estado de democracia social. Este marco es el que
va a enseñar la responsabilidad social del trabajo y el concepto de “bien
común”, pues del trabajo de cada persona se satisfacen las necesidades de
la población y será la productividad del grupo la que proporcione a todos
y cada uno las normas de vida institucional más elevadas.

6. El principio de la educación

En primera instancia este principio es compartido por todos los


que de algún modo trabajan en el ámbito penitenciario. Sin embargo, el
problema de las actitudes y su trasfondo ideológico sigue vigente.

La actitud conservadora hace valer sobre este principio un criterio


reduccionista. Considera el aprendizaje según el modelo tradicional de
los Ministerios de Educación que imparten conocimientos con poca sig-

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

nificación para la integración activa de los educandos en el proceso pro-


ductivo del país. Como un elemento aislado de la realidad nacional y de
sus aspiraciones sociales y culturales, la educación dentro de los centros
penitenciarios se transforma en otra manera de llenar el tiempo. De este
modo, su incidencia transformadora desaparece y se separa radicalmente
del interno al no guardar ninguna correlación con su vida.

Al corresponderse esta actitud con la idea del hombre como ser


individual y no como ser social, la educación se percibe y se vive no como
una necesidad real, sino como una exigencia circunstancial.

Reducida a un ámbito excluyente y basada en el aprendizaje de


conocimientos generales de poco valor para insertarse en una praxis con-
creta, en una realidad socio-económica dada, la adquisición de conoci-
mientos conduce necesariamente a la desmotivación, el resentimiento, la
frustración y la ociosidad por parte de quienes la reciben.

Las personas encargadas de impartir esta educación se convierten


así en meros transmisores de datos frente a receptores pasivos. La trans-
formación que la educación lleva implícita, deja paso a la repetición de
conocimientos que serán valorados, no por el mejoramiento integral del
individuo o el desarrollo de su capacidad, sino con el examen de la memo-
rización o de la aplicación mecánica de los mismos. Sin embargo, el único
factor a considerar para creer en el éxito de los programas educativos es
el de la asistencia a los cursos. Como señalamos más arriba, en última
instancia su objeto es llenar el tiempo de los privados de libertad. Esta
actitud se refleja en los informes que son solicitados por las autoridades
penitenciarias al personal encargado de la educación. Si un tanto por cien-
to de la población penal asiste a los cursos, se dan por satisfechos. Nunca
se preguntarán si los internos asisten porque han encontrado necesidad
de educarse, único y último valor de la educación formal, o si lo hacen
porque esto podría significar la posibilidad de obtener un “informe” que
permita acceder a una etapa del sistema de mayor confianza. La gravedad
de esta situación, si lo último es el caso (que lo es), resulta obvia.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Por el contrario, la actitud progresiva frente a la educación preten-


de enseñar a la persona a aprender correctamente su realidad individual y
social por medio de una participación activa en el conocimiento la cual le
haga aspirar a su desarrollo integral: individual, social y cultural. Desde
esta perspectiva, la educación no se reduce a un ámbito exclusivo sino
que abarca la capacitación para el trabajo, para la recreación y para la
convivencia con sus semejantes. Los ejes fundamentales de la propuesta
son la participación que comprende el diálogo, la discusión y la acción, y
la aplicación integral de ella que incluye la adquisición de conocimientos
en las áreas señaladas. El objetivo es crear las condiciones que permitan al
educando detectar sus necesidades y adquirir los elementos conceptuales
e instrumentales para poder atenderlas. Estos elementos deben ser los ade-
cuados a la realidad del momento socio-económico que viva el país: edu-
car para el trabajo acorde con las necesidades y posibilidades que brinde
el proceso productivo nacional, educar para la recreación de manera que la
persona pueda hacer un uso provechoso y positivo del ocio, educar para la
convivencia, pues comprometiendo todos los otros ámbitos se educa para
la libertad, entendida como el logro de la responsabilidad autónoma de la
persona y su noción de respeto social.

Así se proporciona una instrucción escolar mediante cursos de


alfabetización, educación primaria y bachillerato por madurez. Estos de-
ben mantener, necesariamente, estrecha vinculación con los servicios la-
borales, industriales, agropecuarios, etc., de modo que se desarrollen las
aptitudes y se favorezca la capacitación.

En este marco, se organizan conferencias, charlas, actividades ar-


tísticas, culturales y deportivas cuyos objetivos son el mejoramiento de la
condición cultural y física de los privados de libertad. El proceso opera-
tivo de estas actividades, la interacción y la dinámica grupal, hacen que
se desarrolle la sensibilidad de los individuos por medio de la adquisición
consciente de los valores morales, culturales y sociales, del mismo modo
ello hace que se habitúen a las relaciones mediatizadas por normas y re-
glas de convivencia.

81
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

7. El principio del control técnico

El principio de corrección debe ser puesto en práctica a través de


recursos técnicos para el cambio de autopercepción de la persona, respe-
tando las diferencias. El control técnico es el único medio por el cual se
aseguran el cumplimiento del tratamiento penitenciario.

La evolución histórica de las instituciones penitenciarias muestra


dos momentos.

Un primer momento en que los privados de libertad son “atendi-


dos” con base en un personal de seguridad y administración, con la pre-
sencia de un asesoramiento religioso o espiritual, que convalida la creen-
cia clasista de la predeterminación del “delincuente”.

Un segundo momento en que aparece un control técnico propia-


mente dicho.

En la primera etapa se incorporan las figuras de las profesiones


tradicionales: médicos, abogados, maestros. Por este medio, se adecua la
institución penitenciaria a los esquemas ideológicos predominantes en la
época (el positivismo), donde la ciencia es el método del control social y
la predeterminación aparece como ligada a la naturaleza individual.

En la segunda etapa, se incorporan las profesiones de las ciencias


sociales: trabajadores sociales, psicólogos, antropólogos, etc. Con base
en la concepción del hombre como ser social y producto de esa ideología,
se buscan los caminos para lograr la inclusión social de los privados de
libertad.

La sola presencia de los técnicos en la institución no garantiza


el principio del control técnico ni mucho menos el progreso moral que el
tránsito histórico de lo administrativo a lo técnico debe definir en la ad-
ministración de Justicia. La llegada de las disciplinas propias de las cien-
cias del hombre, nacidas en razón del hombre y de su liberación, genera
una lucha interna por el poder institucional, la cual sólo puede resolver la
voluntad y la decisión política. La actitud conservadora de la burocracia

82
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

establecida, reacia a los cambios provenientes de la nueva orientación,


busca, dentro de su misma organización, la manera de mantener el control
institucional. El orden administrativo provee esta posibilidad por ser de su
competencia el manejo de los presupuestos y al ser su “administración”
la que define los caminos por los cuales la institución va a desarrollarse,
se esteriliza la actividad técnica al perder su carácter esencial y conver-
tirse en respuesta a exigencias de una ley económica que desconoce. La
institución que propicia esta práctica es la respuesta a las necesidades de
una administración cuya eficiencia y prestigio en los servicios públicos es
sinónimo de su capacidad de subutilizar (si esto es posible), el presupuesto
del organismo;sin ningún interés por acrecentar los recursos económicos
que posibiliten el desarrollo adecuado de una institución, cuyo objetivo
manifiesto es la inclusión social del privado de libertad, el modelo que
ellos producen parece más bien una empresa de capitales donde las perso-
nas son sólo un elemento más dentro de los cálculos presupuestarios. De
esa manera ahoga cualquier intento de renovación y reforma, al centrar
sus esfuerzos en algo que le impide tener una visión clara de los sistemas
de tratamiento y sus objetivos. En los hechos niegan lo técnico, aunque
su discurso diga lo contrario; son los avaladores del sistema burocrático
“anterior” y los líderes de la resistencia el cambio.

La actitud progresiva en la administración entrega el control insti-


tucional a los técnicos y centra su tarea en la planificación y ejecución de
su labor en función de los objetivos que aquellos le señalan; propiciando
la utilización racional de los recursos sin obstaculizar los requerimientos
de los técnicos, posibilita una mejor distribución de los presupuestos. De
esta manera, el técnico encuentra el ámbito apropiado para su labor, ya
que en la tarea interdisciplinaria que se realiza, conoce la realidad admi-
nistrativo - financiera de la institución. Lo anterior le facilita su partici-
pación en el manejo de la misma y le permite incorporar la problemática
de la institución, reflejo de la problemática del país, en el tratamiento de
inclusión de los privados de libertad.

Sin embargo, la actitud progresista en lo administrativo choca con


el control técnico que quiera sostener una posición conservadora buro-
crática. Contra lo que muchos creen, el problema de las actitudes también

83
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

está presente en los técnicos; encontramos técnicos que, por su actitud


conservadora, se transforman en verdaderos “burócratas de la margina-
lidad”, su función parece ser subordinar la ciencia a sus intereses, propi-
ciando una situación opuesta a los fines del Estado de democracia social,
pues el resultado de su acción es el marginar, aún más, a la marginalidad,
consolidando así su “fuente de trabajo”.

Coherente con las “instituciones de la apariencia” que propicia la


actitud conservadora en las autoridades penitenciarias, el técnico burócra-
ta trata de esconder los “síntomas” de los privados de libertad en lugar de
asistirlos. Así, denomina tratamiento al condicionamiento y a la modifica-
ción superficial de las conductas, de modo tal que sus efectos no alteren su
rutina laboral dentro de los Centros. Su tarea consiste fundamentalmente
en señalar, formal y casuísticamente, lo “anormal” a los efectos de ejercer
el control del cuerpo, de las acciones, y de la palabra para “normalizar”
por medio de castigos, al “interno delincuente”; tomándose a sí mismo
como parámetro de la conducta normal, evalúa al privado de libertad sin
tomar en consideración las propuestas del otro o sus necesidades.

El efecto inmediato será, como lo señalamos en el apartado sobre


el Principio de Corrección, el aniquilamiento de la persona como ser indi-
vidual, al ser reemplazada su elección por la elección del técnico; de ese
modo, se subsume al alojado en una masificación amorfa donde la creati-
vidad productiva y las aspiraciones personales, desaparecen.

Los efectos aquí descritos no responden a una planificación cons-


ciente en tal sentido, sino que son el resultado de la modalidad de acción
de la burocracia; como bien los describe el doctor Elías Neuman:

“Estos especímenes viven engolfados en sus propias esencias y


excrecencias detrás de sus escritos mientras la vida toda pasa por
delante de sus narices. Recuerdan bastante a esos penalistas dog-
máticos que hablan de delincuentes y perfeccionan el rigor penal
(o lo que es lo mismo, la ley) sin haber conocido a uno de ellos
personalmente y si acaso, por fotografía”4.
4
Neuman Elías, “Sobre la expresión preso residual”, Revista ILANUD al día Nro 8, San José, 1980.

84
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

La actitud burocrática rechaza el trabajo “cara a cara” con el pri-


vado de libertad; para evitar la confrontación que lo culpabiliza, pues eso
cuestionaría su gestión y el status adquirido por su función profesional,
pone la suficiente distancia ante la presencia cuestionadora de la persona,
que reclama derechos y plantea problemas válidos; no acepta realmente la
concepción del delito como respuesta individual a circunstancias sociales
sino que prefiere seguir viéndolo como fenómeno natural; permanece dis-
tanciado y escondido para no tener que resolver la contradicción que se le
genera entre el aspecto liberador de toda práctica científica bien fundada
y su función de profesional liberal, con el modelo y la actitud clasista que
de él derivan.

Los logros del privado de libertad no son, por estas razones, re-
sultado de la interacción técnica concreta, sino que aparecen como gracias
otorgadas por el profesional, que transforma así la labor técnica en benefi-
cencia.

El eje científico de su labor son las evaluaciones teóricas plas-


madas en informes, donde se une el ejercicio del poder y la forma de la
experiencia realizada, que se transforman en un despliegue de fuerza con
un criterio de verdad indiscutible; por lo repetido de su ejercicio, esos in-
formes cobran características de ritual estereotipado. Es en el momento de
la evaluación como bien lo aclaramos en el apartado sobre el Principio de
la Modulación de la Pena, cuando el privado de libertad cobra una dimen-
sión especial y diferente, pero siempre en forma de “caso”.

Como se desprende de lo expuesto, el control técnico en el mo-


delo conservador, se ejerce a través de una jerarquización verticalista y
rígida que excluye el diálogo y que favorece la arbitrariedad y discrecio-
nalidad en las decisiones. Al dejar de lado las necesidades básicas de los
privados de libertad por la creación de necesidades artificiales, se deter-
mina un ritmo institucional cuyo respaldo reposa en los privilegios que
se consolidan. Se genera un plus de poder subyacente que recae sobre los
últimos niveles de la jerarquía institucional: los operadores penitenciarios
y los privados de libertad. Esta circunstancia hace que la agresión que
se desprende del modelo se focalice y se exacerbe sobre los internos y

85
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

se ejerza por parte del personal de seguridad. Se favorece así una espiral
de violencia entre ambos grupos de la que permanecen alejados los otros
estamentos que, paradojalmente, son quienes mediante el cambio de mé-
todos, hubieran podido modificar la situación.

En nuestra propuesta, la metodología produce la ruptura de la ver-


ticalidad rígida y promueve situaciones dialógicas que permiten una disci-
plina permanente y cogestionaria. Para nosotros, que asumimos la actitud
progresista, este es el único y verdadero control técnico en una institución.
Modificamos el sentido de la institución al transformarla en un ámbito,
entre otros, pedagógico cuyo principio es, como lo postulaba Montecinos,
que a las cárceles entran hombres y el delito queda en la puerta.

El técnico que asume esta actitud se transforma, en su acción, en


un militante de la justicia social. Su relación de permanente convivencia y
su contacto cara a cara le permite entender la realidad del privado de liber-
tad, y busca modificarla junto con el mismo, en una verdadera cogestión.
Esta actividad modifica al profesional en forma simultánea, en una dialéc-
tica de aprendizaje que lo va tornando cada vez más útil para sí y para los
objetivos del Estado de democracia social. Se convierte en un verdadero
receptor de necesidades permitiendo la expresión de los síntomas de los
internos. Esos síntomas, lejos de ser tomados tan sólo como una forma
de atentar contra la institución, se constituyen en señales que permiten la
correcta lectura de las demandas, adecuar estas al principio de realidad y
devolverlas al sujeto que ha trasgredido la ley como acción posible. De
ese modo, la labor profesional, al convertirse en servicio, tiene un efecto
liberador. Este trabajo, sin embargo, no puede ser realizado por el técnico
en forma individual y aislada. Debe organizarse todo un sistema que le
permita entender y accionar en concordancia con el funcionamiento de la
institución como un todo. Para lograr este objetivo, nosotros planificamos
en conjunto las actividades que se desarrollan en cada ámbito, ofreciendo,
con esto, un marco de referencia permanentemente actualizado.

El análisis institucional, instancia organizativa que permite la lec-


tura de los acontecimientos ocurridos en una unidad de tiempo determi-
nada en los distintos campos de acción, es el instrumento por medio del

86
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

cual se ejerce el control técnico de la institución. Al integrar dentro de


nuestra metodología los distintos incidentes producto de la dinámica de
la privación de libertad (motines, fugas, agresiones, etc.) hacemos de los
síntomas índices evaluativos de la marcha de la institución. El análisis
institucional busca los focos de conflicto y analiza la etiología de los mis-
mos para elaborar una respuesta acorde con las demandas que pudieran
ser elementos causales de la actuación. Este análisis, en lugar de reprimir
(controlar) las manifestaciones de los privados de libertad, las toma como
indicadores que llevan a encontrar fenómenos estructurales que rompen
la secuencia normal y prevista del funcionamiento institucional. Así, el
control se ejerce sobre la interacción de las personas privadas de libertad
- institución, enmarcada en los principios técnicos y metodológicos de
nuestros programas, y no sobre las personas mismas, lo que no implica
negar el significado de la conducta a nivel individual o grupal.

La planificación necesaria para crear el sistema donde impera la


lógica operativa de nuestro tratamiento requiere, además, de la existencia
de un organismo de control y supervisión que continuamente verifique el
cumplimiento de los programas en cada unidad, incluso las más alejadas,
detectando necesidades y satisfaciendo demandas a nivel institucional.
Este organismo, integrado por los responsables de los diferentes ámbitos
operativos, técnicos, administrativos, de seguridad, etc., provee las bases
programáticas y materiales para el funcionamiento correcto de la institu-
ción, lo que redunda en un evidente y sensible mejoramiento en la aten-
ción de las personas alojadas en contexto de encierro.

8. El principio de las instituciones anexas

El Estado de democracia social crea instituciones cuyo objetivo es


promover, en sus diferentes aspectos, grupos humanos que han carecido,
en su crecimiento integral, de los beneficios a que tienen derecho como
integrantes de la sociedad. Como es lógico suponer, estas instituciones, al
tener como objetivo común la justicia social, deben complementarse en la
especificidad de su función.

87
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

El trabajo interinstitucional favorece en distintas áreas el proceso


de inclusión socio-comunitaria. Este principio procura una acción inte-
gradora de manera que todas estas instituciones permitan ejercer su efec-
to modificador complementario, al suplir las carencias materiales que el
sujeto puede tener, como producto de su situación social y la segregación
temporal que de hecho sufre durante la privación de libertad. Se garantiza
la orientación a la persona en contexto de encierro de modo que, mediante
los servicios de las instituciones estatales, mixtas o privadas, canalice la
atención de sus necesidades y las de sus familiares en salud, vivienda,
educación, trabajo, etc., en un proceso de autogestión personal.

En forma similar a lo expresado para los anteriores principios, la


actitud con la cual se trata de llevar adelante la coordinación interinstitu-
cional va a depender de las premisas ideológicas frente a los problemas
sociales.

En primer lugar, la posición conservadora pretendería disminuir


los programas de ayuda social y hacer que el “marginado” resuelva sus
problemas de modo totalmente individual; en el mejor de los casos busca
proporcionarle un trabajo, cualquiera que sea, dejando librado al azar su
futuro en los restantes aspectos.

Al mismo tiempo la actitud conservadora dentro de las institucio-


nes anexas, hace de las mismas compartimentos estancos donde cada cual
queda sumergida en su propia dinámica, al margen del funcionamiento y
de las necesidades de las otras instituciones. Parcela su fin último, y, los
objetivos que constituyen el fundamento de su creación, quedan desvirtua-
dos, pues la institución se transforma en una entidad cuyo fin es sostener
el aparato que genera su actividad. Este fenómeno que corre paralelo al
crecimiento de la burocracia, determina que la acción interinstitucional se
vea entorpecida o tenga como única expresión, las reuniones interinstitu-
cionales y la creación de coordinadoras inoperantes. El mantenimiento de
estos pequeños “feudos”, hace que no exista ni sea posible un verdadero
trabajo mancomunado.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Este se percibe como una “distracción de recursos de la función


específica”, que racionalizan de este modo, el verdadero extrañamiento
de los objetivos para los que fueron creadas. Cuando la presión política
las obliga a asumir responsabilidades, su acción se ve entorpecida por la
pseudoformalidad que encubre el “tortuguismo”, el ocultamiento de in-
formación y el resto de fenómenos propios de la resistencia al cambio que
paralizan la tarea o la tornan estéril. Para las Buenas Prácticas Penitencia-
rias estos hechos imposibilitan el cambio de autopercepción adecuado e
integral del sujeto que ha sido sometido a un trabajo de inclusión socio-
comunitaria, lo que favorece, en muchos casos, entre otros factores, a lo
comúnmente llamado reincidencia. Se convierten así en un obstáculo para
los objetivos específicos de la institución penitenciaria de una democracia
social.

Cuando se tiene claro que la creación de la institución obedece a


un planteo político general y que su objetivo fundamental es la prestación
de servicios para combatir la desigualdad social, lo que sólo reconoce una
actitud progresista, entonces la organización interinstitucional es total-
mente distinta.

Se busca una programación conjunta de las diferentes institucio-


nes para evitar las desviaciones del logro del objetivo político, la inne-
cesaria y antieconómica duplicidad de funciones y concretar su acción
positiva. Es necesario señalar que nuestra experiencia fue realizada en
un momento en que la actitud conservadora enmarcaba toda la actitud
interinstitucional. A pesar de que se pudieron establecer significativos
avances en la planificación conjunta en el ámbito de la inclusión social, la
resistencia al cambio proveniente de los sectores burocráticos no permitió
alcanzar las metas que nos habíamos propuesto.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

IV. Política criminal y Constitución: una relación democrática

Por: Liliana Rivera Quesada

Sumario

1. ¿Qué es la política criminal? 2. Lo penitenciario es parte de un sistema.


3. ¿La política criminal es coherente con la Constitución? 4. Una política
criminal integral. 5. A manera de conclusión: política criminal democráti-
ca sustentada en la Constitución.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

IV. Política criminal y Constitución: una relación democrática*

Por: Liliana Rivera Quesada

La Constitución Política de un Estado define su actuación y la de


cada uno de los órganos que lo integran; en consecuencia, si la Política
Criminal es quehacer estatal, debe estar regida por las normas y principios
constitucionales.

1. ¿Qué es la política criminal?

La noción de política criminal, su campo de acción y su relación


con la dogmática penal, ha variado en el tiempo, pero siempre se hace
referencia, de un modo u otro, a la actividad estatal relacionada con la
criminalidad, ya sea para prevenirla o para reprimirla.

Si tomamos en cuenta que las normas jurídicas nacen por una de-
cisión política, debemos indicar que en el fondo, en la política criminal
encontramos una labor estatal de gobierno o administración de los instru-
mentos existentes para combatir el delito. Desde este punto de vista, la po-
lítica criminal, se convierte en elemento de guía, pero también de crítica,
de las acciones que se lleven a cabo.

Una de las preguntas que debemos hacernos es cuál debe ser el


objetivo o misión de una política criminal; la respuesta a esta pregunta no
es simple ni tampoco es neutra, porque cualquiera sea la respuesta que se
obtenga, ésta será ideológicamente comprometida. La Política Criminal
no es ideológicamente neutra.

Desde esta perspectiva es completamente diferente el rasgo ideo-


lógico de quienes sostienen la necesidad de implementar políticas crimi-
nales duras (hoy llamadas de “tolerancia cero”) y de aquellos que propug-
nan por una utilización mínima del derecho penal.
* Ponencia presentada en el Seminario Internacional “Derecho y Administración Penitenciaria: Fun-
damentos de la Reforma”, el día martes, 04 de junio de 2013 en el Teatro Universitario de la Univer-
sidad Central del Ecuador.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Un mismo instrumento o concepto del sistema penal puede ser


usado de manera democrática, o de forma autoritaria.

Es relevante tener conciencia de este carácter de la política crimi-


nal, porque es un insumo de enorme valor crítico. A manera de ejemplo,
no podemos sustentar que la política criminal es de corte republicano de-
mocrático si tenemos normas o actuaciones de corte autoritario. La impor-
tancia de reconocer la existencia de una definición ideológica es actuar de
manera coherente con ella.

Es habitual que se produzcan críticas acerca de las decisiones de


política criminal que se toman, especialmente aquellas referidas a que no
existe tal política. Salvo excepciones, no encontramos estudios de política
criminal que sustenten las decisiones, las que con mayor frecuencia res-
ponden a demandas coyunturales.

Ante la ausencia de una política criminal estructurada apropia-


damente (recordemos que la ausencia de una política de este tipo es una
política), se presenta el aumento de penas, junto a medidas procesales
usualmente referidas a la prisión preventiva, como la respuesta usual a la
criminalidad. Una posición de “mano dura” con frecuencia reemplaza en
nuestro medio a la reflexión reposada e integral que requiere la política
criminal.

Nos topamos con una realidad en que la opinión pública, bajo el


influjo de los medios de comunicación, clama por determinadas medidas
que no siempre están sustentadas en datos reales, sino basadas en una
“realidad” construida, y que con frecuencia no ofrecen ninguna respuesta
al problema que dicen atacar. Al órgano creador de las leyes le es muy
difícil apartarse del clamor popular, por el costo político que ello supone.

Así las cosas, la política criminal parece limitarse a la pena y con-


cretamente, en el contexto de una ideología de seguridad ciudadana, ba-
sada en la alarma social provocada por campañas de ley y orden; de esta
manera, se produce una cadena de manipulación que conduce a la toma de
decisiones legislativas carentes -en no pocos casos- de sustento técnico.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

La reducción de las decisiones de política criminal al aumento de


la pena privativa de libertad, manifiesta la ausencia de reflexión sobre la
prevención, debido al absoluto apego a la represión; en este sentido, es po-
sible detectar una carencia de análisis de las causas del delito, para efectos
de diseñar estrategias de prevención con efectos reales y duraderos.

Tampoco hay un estudio sobre las consecuencias de la toma de


esta clase de decisiones de aumento de la pena de prisión, especialmente
las referidas a su repercusión penitenciaria; en efecto, la larga duración
de las condenas, así como un uso inapropiado de la prisión preventiva,
produce una acelerada multiplicación de la población penitenciaria y el
consecuente problema de hacinamiento que causa graves violaciones a los
derechos humanos.

Y menos aún encontramos una valoración de las consecuencias


del delito para las víctimas, pese a que constituyen el instrumento de le-
gitimación más utilizado para dar validez a las actuaciones del sistema
penal; en tanto no se analiza cómo les afectan las decisiones políticas que
se tomen, especialmente las que referidas a la prevención, esto es, una
política criminal adecuada tendría como consecuencia una reducción del
riesgo de ser víctima del delito, así como una disminución del riesgo de
ser criminalizado.

Es así como puede llegar a afirmarse que el encierro es el eje


principal de una política criminal de aquietamiento, esto es, la implemen-
tación de medidas que se sabe no tendrán efectos beneficiosos para nadie,
pero que acallará el clamor popular al menos por un tiempo.

2. Lo penitenciario es parte de un sistema

El sistema penitenciario o de encarcelamiento (cualquiera sea la


denominación oficial que reciba) es un componente del sistema penal, esto
es, un eslabón más del control social formal ejercido. Esto no es ninguna
novedad, es cierto, pero paradójicamente es algo que olvidamos con inusi-
tada frecuencia.

95
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Efectivamente, es común ignorar u olvidar que el componente pe-


nitenciario, por ser el último sector del sistema penal, recibe la influencia
del funcionamiento del resto del sistema; esto es, si el componente poli-
cial es eficiente en su accionar y si la esfera judicial brinda un servicio de
calidad, es claro que se está brindando un servicio público eficiente, pero
también es cierto que el sistema penitenciario recibirá mayor cantidad de
personas.

Es por ello que cada vez que se aumenta el número de policías en


las calles o se crean nuevos tribunales, por ejemplo, se reduce la impuni-
dad, pero también se incrementa la población penitenciaria, lo que se agra-
va si junto a ello se hace un uso indiscriminado de la prisión preventiva.

La política criminal ignora lo penitenciario. Las políticas en este


sector, si existen, usualmente se limitan a desarrollar y aumentar la in-
fraestructura. Y es que la preocupación por la infraestructura es válida
y necesaria, pero no es suficiente; el avituallamiento necesario, alimen-
tación, servicios médicos, servicios educativos y técnicos son elementos
que carecen de una apropiada planificación y sufren con mayor intensidad
la carencia de recursos; igualmente, es común que se olvide la necesidad
de que haya una adecuada relación entre la cantidad de personas privadas
de libertad y el personal técnico y de seguridad.

Esta invisibilización tiene consecuencias perversas en los siste-


mas penitenciarios, los que recurrentemente enfrentan condiciones en ex-
tremo adversas de funcionamiento, en detrimento no solo de la calidad de
vida de las personas privadas de libertad, sino también de los funcionarios
que sufren también el impacto de la prisionización.

Infraestructura insuficiente o en mal estado, pocos recursos huma-


nos, escasos o inexistente recursos materiales, deficientes servicios bási-
cos, constituyen la realidad que se deben enfrentar cotidianamente en las
prisiones.

Es claro, entonces, que la política criminal ha apostado a la repre-


sión, como única opción frente a los problemas de seguridad; sin embargo,
no se ha invertido lo suficiente en el sistema penitenciario, de forma tal

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

que tenga la capacidad de soportar más personas y por más tiempo en pri-
sión. Encerrar es caro y el Estado que opta por el encierro debe preguntar-
se si tiene la capacidad económica de financiarlo de manera que se brinde
las condiciones mínimas que todo ser humano, por su sola condición de
tal, requiere; a ello debemos agregar la eterna invisibilización de lo peni-
tenciario antes apuntada.

En la medida en que no se planifique el impacto que tiene en el


sistema penitenciario cada una de las decisiones que se tomen en el res-
to de los componentes del sistema, no habrá capacidad de enfrentar los
aumentos en el número de personas privadas de libertad que usualmente
éstas provocan.

No es casualidad, entonces, que la mayor parte de los países de


América Latina presenten altas tasas de hacinamiento carcelario.

3. ¿La política criminal es coherente con la Constitución?

La libertad para tomar decisiones de política criminal no es irres-


tricta, está limitada por las normas y principios constitucionales, así como
por los instrumentos internacionales que protegen los derechos humanos;
dentro de estos últimos destacan por su especificidad Las Reglas Mínimas
de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos y las Reglas
de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no
privativas de la libertad para las mujeres delincuentes (Reglas de Ban-
gkok).

Tratándose de un Estado Republicano y Democrático de Derecho,


la Constitución es un instrumento de aplicación cotidiana, tanto en la toma
de decisiones de política criminal como en cada una de las actuaciones de
los actores de cada uno de los sectores del sistema penal.

En un esquema republicano, tal como el que está plasmado en


el artículo primero de la Constitución de la República del Ecuador, todo
el quehacer estatal debe estar al servicio de los seres humanos. Desde
esta perspectiva, la actividad punitiva solo se justifica si tiene como fin el
facilitar la convivencia humana o proteger bienes jurídicos de personas
concretas.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

En un sistema democrático de derecho penal, no tienen cabida


las manifestaciones de peligrosidad social, tan propias de las propuestas
autoritarias, ni tampoco se permiten las violaciones -por más “justifica-
das” que parezcan- a las garantías, tanto materiales como procesales; no
es posible, tampoco, configurar normas que traducen un derecho penal de
autor, delitos de peligro abstracto o inversiones de la carga de la prueba,
en claro detrimento del Principio de inocencia. Es principio de inocencia,
se cambió la palabra culpabilidad

El Principio de Legalidad se constituye en una fuente de seguri-


dad jurídica, al limitar legalmente el ejercicio del poder punitivo; el admi-
nistrado sabe mediante normas legales hasta dónde puede llegar el poder
del castigar del Estado y cuáles son las circunstancias que le acarrean
responsabilidad. Esto tiene particular significado en la creación de tipos
penales.

Particular atención merece el principio de humanidad y dignidad


humana, vinculado, especialmente, al ámbito penitenciario.

Es indudable que el hacinamiento que sufren los sistemas peniten-


ciarios de la región, produce una seria erosión al principio de humanidad;
este principio exige el tener al ser humano como centro de la actividad
estatal, ello implica que las personas privadas de libertad no pueden ser
tratadas como un objeto bajo ninguna circunstancia, ni siquiera como de-
rivación de la pena.

Desde esta perspectiva, debe tomarse en cuenta que la pena de


prisión afecta de manera directa únicamente a la libertad de tránsito, sin
tocar para nada la dignidad y los otros derechos fundamentales de la per-
sona condenada; de esta manera, la sobrepoblación penitenciaria implica
la ampliación de los alcances de la sanción, la cual, en la práctica va mu-
cho más allá de la privación de la libertad, lo que afecta la dignidad de las
personas presas.

Los efectos negativos del hacinamiento no deben utilizarse como


un castigo adicional a la pena legalmente impuesta, tal como lo reclama
-con inusitada frecuencia- la opinión pública.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Pero lo cierto es que si el ser humano es el centro del quehacer del


Estado y, en este caso, el fin mismo de la sanción penal, no puede acep-
tarse que existan penas que menoscaben de alguna manera o algún grado
dicha condición, ya sea por sus condiciones de ejecución o por su sola
duración.

Además, un Estado que tutele los valores fundamentales que per-


tenecen al ser humano por su sola condición de tal, pierde toda legitimidad
al convertirse en el más organizado violador de tales derechos a través del
sistema penal.

Frente a las demandas de la opinión pública, los postulados de un


derecho penal democrático y republicano son usualmente impopulares, de
ahí que siempre se produzca un pulso entre las garantías y la ampliación
del poder de castigar.

El desarrollo de la cárcel como mero depósito de seres humanos


-en abierta violación al principio de humanidad- no es ajeno a este fenó-
meno y por eso, las personas que están privadas de libertad no son merece-
doras de un trato individualizado que les permita comprender las razones
de su actuar delictivo y así tener bases más sólidas para tomar decisiones
vitales, esto, claro está, en el supuesto de que existan opciones u oportuni-
dades para elegir.

En contraposición, en un esquema republicano democrático la


cárcel debe ser la última opción de sanción penal, por sus efectos deterio-
rantes en las personas condenadas y por no poseer ninguna consecuencia
positiva, ni para la víctima, ni tampoco en materia de prevención.

Ciertamente, la cárcel produce un deterioro importante en el ser


humano, en términos de la disminución que se produce en la capacidad
individual para vivir en libertad. El convertir al privado de libertad en un
objeto de sumisión, ciertamente también dibuja un trato degradante para
cualquier ser humano.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

No menos importante en este campo del principio de dignidad hu-


mana es la disciplina dentro de las prisiones; es en esta instancia donde se
puede apreciar con mayor rigor el control del Estado, el más puro ejercicio
de poder, al dirigir la vida de las personas privadas de libertad, hasta en sus
detalles más ínfimos.

Muchas teorías se han elaborado acerca del fin de la pena y de


cómo puede ser alcanzado a través de la sanción penal, especialmente a
través de la pena de prisión; nos encontramos en este campo la teoría de la
prevención general y la teoría de la prevención especial, con sus respecti-
vas derivaciones positivas o negativas.

Una de las más utilizadas es la prevención general negativa, según


la cual, la amenaza de una pena de prisión, provocará un efecto disuasorio
en quienes pensaban en cometer un delito; tal efecto, no se ha alcanzado
hasta ahora, o al menos no se ha demostrado así, sin embargo, y pese a la
ausencia de comprobación de éxito, continua siendo una de los fines de la
pena más populares, particularmente para la opinión pública.

Otra de las teorías a las que se apuesta fuertemente es la preven-


ción especial positiva, incluso a nivel normativo, tanto en legislación in-
terna como la internacional; acá ubicamos a todas las ideologías re (re-
habilitación, reeducación, resocialización), usando palabras de Zaffaroni,
que tanto usamos en nuestro campo penitenciario.

Una de las mayores inconsistencias de la política criminal es


enunciar un fin rehabilitador de la pena y no proveer de los instrumentos y
condiciones para alcanzar dicho fin, o con penas de duración excesiva.

Salvo algunos pocos esfuerzos, no se busca que quien ha delin-


quido tome conciencia de los motivos por los cuales cometió el delito,
sino que simplemente se busca que se someta a las reglas y normas; es
así como el “buen privado de libertad” es aquel que “[…] tiene una buena
conducta, que manifiesta interés en ser resociabilizado, cuando muestra su
capacidad de obediencia y sumisión a la autoridad absoluta del Estado di-
rectamente delegada en el funcionario, y haciendo patente el atractivo que
le supone ser elemento obediente en el ámbito laboral y social” (Ferrajoli).

100
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Por otra parte, según sea su contenido, el tratamiento penitencia-


rio, en sí mismo considerado, puede constituir un trato cruel y degradante
-con lo que estaríamos ante otra afectación del principio de humanidad-
por afectar el espíritu de los condenados, en el sentido de que si está o no
diseñado para anular la autonomía de la voluntad; un ejemplo de ello es la
educación o el trabajo obligatorio, no como una opción y menos aún como
un derecho.

De esta manera, aunque fundamentado en las mejores intencio-


nes, el tratamiento penitenciario produce una involución en el ser huma-
no, en la medida en que invierte su proceso de maduración y autonomía,
adiestrándolo para la obediencia y para el encierro, disminuyendo así su
capacidad y habilidades para vivir en libertad.

Desde una óptica más democrática y republicana, el Estado tiene


la obligación de ofrecer a las personas privadas de libertad el acceso a to-
dos aquellos derechos que no se ven afectados por la pena; en este sentido,
la posibilidad de participar en procesos educativos, procesos terapéuticos,
capacitación, trabajo o la autorización de la visita íntima, nunca pueden
ser vistos como un premio al buen preso o presa, sino como una oportuni-
dad a la que se debe tener acceso en las dimensiones apropiadas del caso
concreto.

Así las cosas, seguimos el siguiente planteamiento de Ferrajoli


sobre el único objetivo de la sanción penal conforme al principio de hu-
manidad:

“Excluida cualquier finalidad de enmienda o disciplinaria, lo úni-


co que se puede y se debe pretender de la pena es que [...] no ree-
duque pero tampoco deseduque; que no tenga una función correc-
tiva pero tampoco una función corruptora; que no pretenda hacer
al reo mejor pero tampoco lo haga peor. Mas para tal fin no se
precisan actividades específicas diferenciadas y personalizadas.
Es necesario sobre todo que las condiciones de vida dentro de la
cárcel sean para todos lo más humanas posible y lo menos aflicti-
vas que se pueda; que en todas las instituciones penitenciarias esté

101
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

previsto el trabajo –no obligatorio, sino facultativo– junto al ma-


yor número posible de actividades colectivas, de tipo recreativo y
cultural; que en la vida carcelaria se abran y desarrollen espacios
de libertad y de sociabilidad mediante la más amplia garantía de
todos los derechos fundamentales de la persona; que, en fin, se
promueva la apertura de la cárcel [...] no mediante la distribución
de premios y privilegios sino con la previsión de derechos iguales
para todos”.

Pareciera, entonces, que la cárcel no tiene la capacidad estruc-


tural de lograr alguno de estos fines de la pena; no es un problema de
cantidad de pena, si no de su naturaleza. Paradójicamente, este fracaso
no ha provocado que se apuesta a nuevas formas de sanción, sino que por
el contrario, lo que se produce es un aumento de su uso, bajo el discurso
de la necesidad del aumento de penas; nos aferramos a un mecanismo que
históricamente no nos ha servido, y apostamos a aumentar su dosis (au-
mento de penas) en vez de buscar alternativas.

Desde hace décadas que se habla de la necesidad de establecer


penas alternativas a la prisión, ante el poco éxito que ésta tiene.

Muchas son las dificultades que se enuncian ante la propuesta de


la instauración, como su elevado costo, por ejemplo; pero el mayor obs-
táculo por enfrentar es el discurso de mayor represión, frente a un sistema
de penas alternativas que siempre se presenta como un castigo blando.

Los discursos populistas de mano dura, cualquiera sea su presen-


tación y al amparo de los medios de comunicación, presionan para seguir
apostando al encierro carcelario como única sanción penal, negando así
toda posibilidad de plantear alternativas que podrían producir mejores re-
sultados que la cárcel; no hemos sido capaces de tomar la decisión -con
el costo político que ello conlleva- de cambiar la estrategia que tan pocos
frutos nos ha dado.

Las penas alternativas se presentan como una opción de represión


penal, que podría solventar las condiciones de hacinamiento carcelario
que se presentan en América Latina, difíciles de revertir por otro medio.

102
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Siempre desde la óptica del principio de humanidad y dignidad,


en vinculación con el principio de igualdad, poco se hace con la crimina-
lización de poblaciones especiales.

Así como ocurre en la sociedad, las poblaciones especiales pasan


desapercibidas en el conglomerado general, lo que implica que sus nece-
sidades específicas son ignoradas sistemáticamente.

Adultos mayores, personas con discapacidad, niños, niñas y ado-


lescentes, y muy especialmente las mujeres, son grupos que se diluyen
entre la generalidad poblacional que existe en nuestras cárceles.

Si, tal como hemos afirmado antes, no es usual encontrar políticas


para el sector penitenciario, mucho más difícil aún es encontrar alguna
política específicamente dirigida a estos grupos minoritarios.

Usualmente se alega que estas personas son tan poquitas, que no


es posible invertir recursos en su atención diferenciada; lo cierto es que
el principio de igualdad nos obliga a dar trato igual en condiciones de
igualdad, pero también nos obliga a dar trato desigual en condiciones de
desigualdad; desde este Principio Constitucional la discriminación positi-
va se impone.

4. Una política criminal integral

Para un Estado republicano y democrático de derecho, su


quehacer,hemos dicho, debe estar dirigido a satisfacer las necesidades del
ser humano, de cada una de las personas que integran un determinado
grupo social; el Estado siempre debe estar al servicio de sus habitantes.

Desde esta posición, se hace necesario que el objeto de protección


sean las personas y sus intereses, mientras que el Estado debe protegerse
solo en la medida necesaria para cumplir sus funciones; así, la preocupa-
ción por la seguridad nacional o el orden público debe pasar a un segundo
plano.

103
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Es por ello, que más que hablar de la seguridad en términos del


Estado, debemos ver la seguridad relativa a las personas, esto es, la segu-
ridad humana. Si concentramos toda la atención en la seguridad ciudadana
o, lo que es aún peor, en la seguridad nacional, estamos dejando de lado la
importancia que tiene el construir un clima de seguridad interna de cada
uno de los habitantes, en un clima de paz y de desarrollo integral (educa-
ción, salud, medio ambiente, trabajo, entre otros) al que tenemos derecho
los seres humanos.

Cuando usamos la expresión seguridad humana, aludimos a un


enfoque de la actuación estatal: “La seguridad humana significa proteger
las libertades vitales. Significa proteger a las personas expuestas a ame-
nazas y a ciertas situaciones, robusteciendo su fortaleza y aspiraciones.
También significa crear sistemas que faciliten a las personas los elementos
básicos de supervivencia, dignidad y medios de vida. La seguridad huma-
na conecta diferentes tipos de libertades: libertad frente a las privaciones,
libertad frente al miedo y libertad para actuar en nombre propio.” (Com-
mission on Human Security, 2003).

El eje central de la seguridad humana es el respeto a los derechos


humanos; ello supone, necesariamente, un enfoque integral de protección
a las personas, pero no solo se trata de protección, sino también de pro-
piciar (potencializar) la realización de sus aspiraciones, de su proyecto
de vida; desde esta perspectiva, las estrategias de seguridad deben ser
comprensivas de todas aquellas áreas que potencien el desarrollo humano
(educación, salud, no discriminación, trabajo, entre otros).

Desde el punto de vista de quienes estudiamos el ejercicio estatal


del poder punitivo, es clara la idea de la que mejor política criminal es una
buena política social: “El eterno enfrentamiento entre represión y libertad,
entre criminalización y descriminalización, siempre surge el principio de
que la mejor política penal, es un política social. La falta de solidaridad
social, la gradual desaparición de una racionalidad compartida y su susti-
tución por una racionalidad individual, el debilitamiento de las políticas
sociales, convierte la represión en una respuesta simplista, inhumana y
engañosamente eficaz”.

104
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

5. A manera de conclusión: política criminal democrática sus-


tentada en la Constitución.

El objetivo esencial de una política criminal republicana y de-


mocrática debe ser el cumplimiento efectivo de las normas y principios
constitucionales.

Se trata, entonces, de que la política criminal y el derecho penal


se nutran mutuamente, con apoyo en estudios criminológicos, de forma
tal que las reglas dogmáticas y procesales sean producto de una decisión
política basada en criterios técnico-criminales, sustentados a la vez en un
análisis de la normativa penal y, especialmente, en datos de realidad serios
y confiables.

También se indica que la política criminal no debe limitarse a la


represión de la criminalidad, sino que debe avocarse también a la preven-
ción del delito, lo que debe tratarse desde otra área que no sea la punitiva,
puesto que caeríamos en la trampa de tratar de prevenir con mayor repre-
sión.

En consecuencia, la propuesta sería que la política criminal reto-


me el objetivo esencial que debe tener: facilitar la convivencia humana y
asegurar el libre ejercicio de los derechos inalienables de cada ser huma-
no. Es muy probable que esta posición suponga un retomar una serie de
principios dogmáticos y procesales que hoy se consideran “pasados de
moda”, tales como la necesaria tutela de bienes jurídicos (con la conse-
cuente erradicación de los delitos de peligro abstracto), la distinción entre
autoría y participación, así como evitar la tentación de invertir la carga de
la prueba (especialmente aquella que se procura desde la construcción de
los tipos penales).

Desde la política criminal también se deben diseñar los controles


sobre el ejercicio del poder punitivo y de manera particular los controles
que deben existir sobre el quehacer de las autoridades que ejecutan la
pena.

105
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Es indudable que ante un poder tan amplio y discrecional deben


existir controles, propios además de cualquier ejercicio de poder público,
como forma de impedir actuaciones ilegales o arbitrarias; pero ello no
implica, dejar de observar que los jueces también ejercen poder, y que lo
pueden hacer de manera excesiva o arbitraria.

De manera tal que el reto es encontrar un equilibrio entre las po-


testades de jueces y autoridades administrativas.

En definitiva, la política criminal debe estar al servicio del ser hu-


mano y evitar que el poder de castigar sea ejercido de manera autoritaria.
Con clara consciencia del poder absoluto del castigo penal, su uso debe ser
el más racional posible y en el marco de la Constitución.

106
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

V. Situación penitenciaria en El Salvador en el contexto de los


Derechos Humanos

Por: Nelson Rauda Portillo

Sumario

1. Discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho y Admi-


nistración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, el día martes, 04
de junio de 2013.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

V. Situación penitenciaria en El Salvador en el contexto de los


Derechos Humanos*

Por: Nelson Rauda Portillo

1. Introducción

Para describir la situación penitenciaria salvadoreña basta echar


un vistazo a los datos de sobrepoblación o hacinamiento de las cárceles
del país, que en muchas sobrepasa el ochocientos por ciento, además de
la escases de personal y el poco, con que se cuenta, se encuentra bastante
desmotivado y muy proclive a actos de corrupción bien sea por la tenta-
ción del dinero fácil o por coacción de grupos delincuenciales.

Sumado a todo lo anterior la poca e inadecuada infraestructura


con que se cuenta, que dibuja con bastante realismo un fenómeno que ha
sucedido en varias partes del mundo, se improvisa adaptando instalacio-
nes que han sido diseñadas y construidas para otros fines diferentes al de
mantener a personas privadas de libertad, y, que esta además permita no
solo contenerles, ahí sino además facilite los procesos de reeducación y
reinserción social.

Ante esa realidad se plantea innegablemente las siguientes pre-


guntas ¿Qué hacer?, ¿Cómo enfrentar ese problema?, ¿En qué se beneficia
la sociedad de atender necesidades de individuos que han causado daño
a la sociedad y consecuentemente al Estado?; ante esos cuestionamientos
la respuesta más acertada, desde mi perspectiva, es hacer una reforma al
sistema penitenciario.

2. Desarrollo

Primero agradecer a nuestros hermanos ecuatorianos por la invi-
tación que me hicieron de estar acá, me honra tremendamente y luego una
confesión, que me han dejado un reto muy grande, me pusieron la estándar
* Ponencia presentada en el Seminario Internacional “Derecho y Administración Penitenciaria: Fun-
damentos de la Reforma”, el día martes, 04 de junio de 2013 en el Teatro Universitario de la Univer-
sidad Central del Ecuador.

109
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

de salto alto, muy alto, quien sabe que llegue a la altura de los que me han
precedido, pero tengo una ventaja, ya los agarro cansados, es como entrar
al ring en el décimo round así que eso ya juega a favor mío.

Como punto de partida debemos considerar que todo proceso de


reforma se debe hacer partiendo de un análisis lo más honesto con la reali-
dad, de ahí que no se puede obviar el contexto político, económico, social,
cultural y la propia delincuencia del país, y que además esa gestión debe
hacerse respetando los derechos humanos de las personas privadas de li-
bertad.

Cuando uno enfrenta una reforma tiene que estar dispuesto a pa-
gar los costos, no puede ser un cobarde que se ponga encima una reforma
porque el embate de los medios lo va a acobardar o lo va a afirmar, una
reforma penitenciaria suele ser atacada casi tan ferozmente como una re-
volución, a ese nivel llega la agresividad, porque el sistema penal y pe-
nitenciario en su vertiente de opinión pública refleja la conflictividad de
la sociedad con las personas privadas de libertad. El conflicto no resuelto
socialmente y que buscamos una respuesta barata, meter a la cárcel al
agresor, años después sigue estando latente, por eso ustedes vean, pien-
sen rápidamente en un caso importante de acá del Ecuador y pregúntense
si esa persona sale en libertad el día de hoy y lo vuelven a poner en los
medios, les garantizo en un 99% que tendrá el mismo nivel de rechazo
que hace quince, diez o veinte años que haya ocurrido el delito, porque el
conflicto sigue estando ahí, entonces uno tiene que ser congruente que si
se va a montar en una reforma tienen que tener el valor de afrontarla y el
valor de afrontarla en el contexto propio de ese país, las condiciones cultu-
rales, políticas, económicas y sociales del Ecuador son las condiciones del
Ecuador, no pueden ser las del Salvador, no son las de Costa Rica, no son
las de Francia, son las del Ecuador, por ello ustedes tienen que hacer un
repaso de a qué medida y hasta dónde pretenden llevar la reforma del sis-
tema penal y penitenciario, en síntesis la forma de cómo van a administrar
el conflicto delito-sociedad y hasta donde piensan llegar en la administra-
ción de la justicia penal.

En ese contexto desde Junio de 2009, que se inicia un proceso de


reforma al sistema penitenciario salvadoreño, el cual parte reconociendo
que dadas las condiciones de hacinamiento existentes y las circunstancias

110
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

de la infraestructura con que se cuenta en el país, el sólo ingreso de una


persona en calidad de privado o privada de libertad constituye ya de por
sí una violación a los derechos humanos, como por ejemplo la dignidad
humana entre otros. En ese sentido la reforma centra su mirada al tema del
hacinamiento como uno de los factores más determinantes a enfrentar por
la administración penitenciaria, pero se trata de evitar caer en el simplis-
mo que éste se resuelve con la ampliación, adecuación o en el mejor de los
casos construcción de nuevas instalaciones.

Ante la situación histórica de la gestión penitenciaria en El Salva-


dor, se adopta como primer paso y por ser una exigencia de la democracia,
la creación de una política penitenciaria que por primera vez en nuestro
país es pública, en la que se detalla las estrategias que serían implementa-
das, entre ellas se destaca que para atacar el hacinamiento penitenciario es
indispensable hacer una reforma de los mecanismos que desde el modelo
de administración de la justicia penal se usan para tratar de contener el
fenómeno delincuencial, que para el caso de nuestro país estaba llegando
a números verdaderamente preocupantes, incluso llegamos a ser uno de
los países con mayores tasas de homicidios por cada cien mil habitantes,
es decir, una revisión integral e integradora del modelo de justicia penal.

Consecuentemente con esa revisión de modelo se propuso el uso


de nuevos mecanismos de control de personas en conflicto con la ley,
como son las pulseras electrónicas1, la dinamización de los procesos de
progresión de las diferentes fases del sistema progresivo de manera que
quienes ya hayan cumplido los requisitos legales para optar a las fases de
confianza y semilibertad, avancen a un régimen diferente al ordinario, es
decir, al régimen abierto, ya que como todos sabemos la construcción de
instalaciones para este tipo de condiciones es mucho más barato que los
requeridos para fase ordinaria y más aún para seguridad2, por ello el régi-
men cerrado debe estar siempre reservado para quienes presenten mayores
niveles de riesgo delictual.
1
Este es un proyecto para personas de baja peligrosidad delictual. Normalmente la prisión termina
teniendo efectos más nocivos que positivos en ellos; actualmente ya fue presentado a la Asamblea
Legislativa el proyecto de Ley para regular este tipo de medida.
2
Con ello no se quiere decir que se renuncia a este tipo de medidas, que por cierto, son muy necesarias
en las condiciones actuales de la delincuencia de El Salvador, pero debemos tener claro que ello debe
ser el núcleo duro para individuos que aún en privación de libertad siguen representando un grave
peligro para la sociedad o siguen siendo totalmente inadaptados al modo de convivencia carcelaria.

111
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Con esta idea lo que se busca es que al dinamizar las fases del
sistema progresivo se evacúe de los centros penitenciarios a personas que
bien por condiciones de humanidad o bien debido a que han demostrado
avances significativos en su desarrollo personal o estén próximos a recu-
perar su libertad definitiva, dejen los centros ordinarios y pasen a granjas
penales, en las que por un lado se vive en condiciones totalmente dignas,
bajo un régimen abierto y sin hacinamiento, además con cero ocio carce-
lario, lo cual al bajar la cantidad de privados de libertad en centros ordina-
rios se gozaría de más espacios.

Lo anterior evidentemente impacta en cuanto al hacinamiento re-


duciendo la lesión a la dignidad humana por la forma y condiciones de
vivencia en que un ser humano cumple una sanción penal, además me-
joran aspectos como la salud, y la violencia interna ya que al reducir la
ratio de internos versus personal penitenciario, se mejora sustancialmente
el control que la administración penitenciaria puede y debe tener sobre la
población reclusa, redundando en mejoras a la seguridad de la integridad
física y la vida de quienes guardan prisión.

Estas ideas sobre las granjas penales no sólo ayudan al tema del
hacinamiento carcelario, sino que a su vez hacen girar el núcleo de la
concepción de la pena privativa de libertad, ya que se busca un modelo
congruente con la dignidad humana, se evita el ocio carcelario como uno
de los principales males de la prisión, sino además se forma hábitos de tra-
bajo en los privados de liberad, la clave en este modelo es la identificación
de labores de tipo formativo, labor terapia y trabajo calificado, ya que las
dos primeras puede no recibir un pago como contraprestación a sus servi-
cios, mientras que en la última necesariamente se debe pagar ya que de lo
contrario habría una violación a disposiciones constitucionales referentes
al trabajo.

Cuando Liliana habló de los efectos del mano durismo y del ol-
vido en términos de la atención del sistema, noten en el Salvador desde
el año 92 lo que parece la geografía del Ecuador, es el crecimiento de la
población de privados de libertad y lo que parece la pampa Argentina lo

112
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

que está abajo es el personal penitenciario, ven un punto de inflexión en


el año 98, en el 2000 comienza en una perspectiva ascendente y perma-
nente, esto quiere decir, lo que Liliana les dijo en términos del enfoque
doctrinario, aquí ustedes tienen un dato de la realidad, el manodurismo, la
tolerancia cero; cuando ampliamos el espectro del derecho penal eviden-
temente que siempre estas personas irán a parar en nuestras prisiones, pero
este es como un primer esbozo, la reforma ustedes tienen que tener claro
sobre qué es, en que va a versar, porque uno no puede caer en la trampa de
llamarle reforma penitenciaria a la construcción de nuevas instalaciones,
porque eso es remozar instalaciones no es reformar el sistema penitencia-
rio de ningún país.

El otro aspecto importante es a quienes dirijo la reforma; es una


decisión de política criminal y evidentemente se sabe que estas reformas
por impopulares no generan rating de votantes en el ámbito político parti-
dario, es más, normalmente son atraídas en la discusión al ámbito político
partidario para degradar al partido que gobierna en un determinado país y
hacer de este un tema político electoral, aunque todos sabemos que tarde o
temprano esos argumentos se le van a revertir a quién los esté esgrimiendo
en contra de quién gestiona la violencia en ese momento.

En El Salvador tenemos por ejemplo un 90,16% de personas pri-


vadas de libertad hombres y un 9,84% mujeres, pero aquí a pasado un
fenómeno muy importante y con Liliana, frecuentemente discutimos esto,
el papel de la mujer en el tratamiento de la justicia penal es el apropiado
o no, dentro de una estructura como las pandillas, en El Salvador, yo les
anticipo ya no, se trata igual a la persona, mujer que tiene un rol meramen-
te marginal a quien estrictamente dirige el cómo y el cuándo del delito,
sin mayores separaciones, entonces habría que pensar si esa es la forma
justa de administrar la justicia respecto de las mujeres que tienen roles no
determinantes, no de decisión en las estructuras delincuenciales; otro as-
pecto también es que tenemos un 73% de condenados y un 26,54% de no
condenados, este dato podría ser halagador porque estamos dentro de los
estándares y todo lo demás, ojo aquí hay trampas, el sistema penal nuestro
también es un reflejo de la conflictividad social.

113
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Recién El Salvador ha salido de ser el segundo país con la mayor


tasa de homicidios en el mundo, teníamos casi 70 homicidios por cada
100.000 habitantes, eso hasta el año 2011, una tasa de homicidios impre-
sionante, pero el clamor popular y fíjense este hecho es interesante, decía
el sistema judicial, los jueces, la policía, no hacen nada no sirven, habría
que quitarles a todos, y miren el primer delito por el cual hay más conde-
nas en el sistema penitenciario es justamente el homicidio, entonces eso
significa que la administración de justicia está siendo bastante congruente
con esa realidad, pero mediáticamente no parece ser así, lo que Liliana
refirió, el uso de la opinión pública en términos adversos a la adminis-
tración, además todos sabemos que las personas privadas de libertad son
primordialmente jóvenes.

Para el logro de los fines propuestos en nuestra política peniten-


ciaria se deben enumerar algunas claves, a saber, en primer término la
creación de un sistema informático que permitiera tener identificada la po-
blación de privados de libertad, pero a su vez produjera información vital
y clave para la gestión de un sistema penitenciario tan complejo como el
de El Salvador.

La innovación tecnológica que además de ser congruente con los


derechos de las personas privadas de libertad y de quienes ingresan a los
recintos penitenciarios ya sea en calidad de visitas o de trabajadores del
propio sistema, brinda una mejora sustancial en términos de control de la
población penitenciaria, ya que por ejemplo el uso de escáner de cuerpo
entero evita el uso de cacheos para ingresar o salir de las instalaciones pe-
nitenciaria y demás de brindar certeza de si una persona tiene adherido o al
interior de su cuerpo objetos ilícitos para ingresar o evacuar los mismos,
es menos invasivo a la intimidad de las personas.

En El Salvador creamos lo que nosotros denominamos el siste-


ma de información penitenciaria, que cuando estuve como Director hace
un par de días lo puse a disposición de nuestros hermanos ecuatorianos,
porque es una herramienta de bajo costo, está hecha a base de software li-
bre, pero no tenemos que estar comprando licencias software a compañías
transnacionales que cada año se vuelve más caro, porque uno cae en la

114
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

trampa que uno compra un software, que al año siguiente tiene que estar
comprando las actualizaciones, las licencias y el costo va en una escala de
aumento permanente.

Alrededor del 79% de las personas privadas de libertad en El Sal-


vador, me atrevería a decir en el Ecuador no debe ser tan distinto, son
personas entre los 18 y 45 años de prisión, otro dato importante hemos
también hablado que el delito también toca en una de sus aristas la margi-
nalidad y la exclusión social, pero noten que entre analfabetos, ojo en el
rango de la primaria no estamos diciendo que la hayan completado sino
que están dentro de ese rango, de secundaria tenemos alrededor de un 77%
de personas privadas de libertad en el país, si ese censo lo levantamos en el
Ecuador sería datos tan distintos, me pregunto, o andaríamos bastante cer-
ca, esto nos marca también por donde voy hacer una gestión y luego cómo
priorizo porque tenemos pocos recursos y suele suceder porque nosotros
hicimos un sistema que cuando uno carece de información suele recurrir al
método intuitivo, cómo forma de guiar las decisiones de política criminal o
las decisiones de gestión que uno hace. Cómo no tengo datos me parecería
y por ahí vamos en base al tanteo y al error y vamos reorientando sobre
la marcha, esto nos permite tener una planificación más estratégica de lo
que voy hacer, porque si tengo individuos que tienen una pena de hasta
cinco años, son analfabetas y son jóvenes, eso me impone desde ya una
obligación de trabajar con ese segmento y puedo priorizar el enfoque, no a
los que tienen cuarenta, cincuenta años, dicho sea de paso son muy pocas
las penas en El Salvador a ese nivel, pero puedo también focalizar la es-
trategia de intervención; además en el régimen abierto, vean en el régimen
cerrado hay dieciocho mil personas y solo ochocientos sesenta y tres en
el régimen abierto, esto también dibuja cuáles son los problemas, en el
régimen abierto la reincidencia se reduce drásticamente cuando uno lo
compara con el régimen cerrado, y esto hay datos estadísticos con núme-
ros puros y duros cuando uno tiene que enfrentar una reforma y tiene que
enfrentar la opinión pública.

Hay que tener datos para poder defender lo que uno está haciendo
y por aquello que uno cree, una de las trampas que hay en el tema de la
detención provisional es el cumplimiento de los plazos, y ya lo mencionó

115
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Liliana, cuando se utiliza la detención provisional como un mecanismo


de neutralización temporal, por ejemplo la policía dice este individuo,
cualquier cosa mala que pase en el barrio fue él, no tiene ninguna prueba
pero el método de la expresión empírica le dice que es él, y es al primero
que van y cogen y lo llevan y el juez que también es congruente con esa
percepción, dice, hasta tiene la cara de malo, cierto, entonces la deten-
ción provisional casi que está solo más pendiente de la firma del auto que
decreta la detención provisional, ahí dentro de seis meses vemos si este
sujeto es culpable, y esos seis meses suele suceder que el fiscal dice no por
aquello de las dudas de que pueda encontrar algo por ahí, no tiene nada
pero podría llegar a encontrar algo, pide ampliación del caso, solicita la
ampliación otros seis meses de prorroga y por ahí si se lo sobresee, porque
hay que garantizarnos, no vaya ser que me quieran despedir porque no
interpuse el recurso a tiempo, vean cuantas personas a junio del 2012 en
términos de la detención provisional en El Salvador no estoy hablando en
el caso del Ecuador, pues asumo que tienen unas realidades diferentes que
no incumplen plazos y que todo va bien.

El hacinamiento en sí mismo es una violación a la dignidad huma-


na, miren en el Salvador como estamos. Una instalación para mujeres fue
diseñada para doscientas veinte y tiene mil novecientas sesenta y ocho,
y esto ha sido congruente con el enfoque de cero tolerancia o de mano
dura, porque entonces reducimos la prisión, no es centro de rehabilitación
sino simples puras y llanas bodegas humanas, mi problema es capturarlos,
nada más sacarlos de circulación y meterlos ahí, ese es el enfoque, si ese
va hacer el enfoque acepten el costo de que eso también sea así porque
el bumerán, no se les olvide siempre vuelve, porque acá, cómo vamos a
evitar el contagio criminal el que me lo diga casi que resolvió el enigma
de quien fue primero la gallina o el huevo, acá no hay manera cuando se
tienen estos niveles de hacinamiento, hay muy poco control, grandes pro-
blemas de salud, grandes problemas de violaciones de derechos humanos
al interior de la prisión, pero ojo, no son solo para los privados de libertad
sino también para las personas que trabajan ahí; porque suelen correr la
misma suerte, califica la ciudadanía de porquería el sistema penitenciario,
pero también lo calificaron así a quienes trabajaron allí, y para mí eso es
una total grosería porque son personas que desde mi perspectiva se mere-
cen mi mayor respeto.

116
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Además de los avances tecnológicos, la formación de personal y


la depuración de éste, se convierten en uno de los factores más sensibles
y claves para el logro de la misión emprendida, ya que éste determina el
éxito en términos de seguridad, por cuanto en vez de ser un aliado de los
grupos de delincuencia que operan desde la prisión, debe ser un aliado
de la institucionalidad, y de esa forma, respetando la dignidad de los pri-
sioneros, sea capaz de identificar la suya y mantenga un comportamiento
según los estándares éticos; se requiere hagan cumplir la ley dentro de
esos parámetros, por ello es menester mantener un programa de forma-
ción y/o capacitación permanente para mantenerles motivados; además de
procesos de vigilancia permanentes para depurar a aquellos que infrinjan
sus deberes legales. Cómo motivar al personal, uno debe estar a la par
de ellos, el personal debe sentir que soy capaz de hacer lo mismo que él
o ella hace en determinadas horas, debo sentir qué es estar al medio día
haciendo un trabajo, debo sentir a qué huele el interno cuando estoy cara a
cara; pero tenemos que vivirlo, porque si no nuestro lenguaje de dignidad
es totalmente incongruente con nuestras acciones.

Esto evidentemente requiere de una escuela penitenciaria fuerte


en su estructura administrativa y técnica, además del diseño de mallas
curriculares apropiadas para esos fines, y contar con instalaciones apro-
piadas para el desarrollo de los procesos de formación y/o capacitación.

Cuando hablamos por ejemplo de cómo está la población, vayá-


monos complicando un poco más, la radiografía de mi país, tenemos lo
que llamamos población común un 58,46% esto que es un fenómeno muy
particular, las pandillas un 12,69% que corresponden a la pandilla 18,
la Mara Ms un 15,83%, que yo también debo entender, que trabajar con
estos grupos segmentarios es un verdadero reto, porque estos son capaces
de amedrentar a cualquiera, imagínense ustedes que tienen frente a frente
a un individuo que lo único que le van a reconocer es lo blanco de los
ojos y de los dientes, por lo demás tiene tatuada toda su cara, de qué ha-
blamos, una persona a quien yo le puedo decir yo tengo las herramientas
legales para hacerte daño, el populismo penal con ello, le van a decir como
le dicen en las instituciones bancarias a uno, tome un número, y espere,
porque a estos los quieren matar la pandilla contraria, lo quiere matar la

117
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

delincuencia común, lo quiere matar su propia pandilla para hacer el rele-


vo, pueden morirse por las zonas donde viven, pueden morirse porque no
reciben asistencia médica apropiada, porque todos los hospitales se quie-
ren deshacer de ellos lo antes posible, ahora díganme los asusté con el sis-
tema penal; además para nosotros el uso de la fuerza es una potencialidad,
para ellos el uso de la fuerza es su vida diaria, cuántos que son policías
pueden decir yo he matado a cinco con la mayor naturalidad del mundo,
y un pandillero le puede dar un número más grande sin ningún problema;
cuando hacemos la tolerancia cero y hacemos la represión, resolvemos
incluso problemas que tiene la pandilla, porque por ejemplo, si mi per-
cepción es que acá a que pandillero vamos a capturar y toda su pandilla
o disque organización, imaginémonos que un miembro de los que está en
primera línea lo tengo identificado, viene la policía y lo captura a todos
por asociación ilícita, pero mientras me los llevo a todos a la comisaría,
detención provisional para todos, porque mientras averiguamos sea o no
cierto que son, van todos a un centro penitenciario, los que no eran que
creen que va a pasar, se hacen, le resolví el problema de reclutamiento, se
los puse a disposición ya por una medida de carácter populista, luego hay
que entender cuál es la estructura.

3. Conclusión

Si uno quiere saber qué es lo que pasa en su sociedad en términos


de delincuencia, les aseguro que en un centro penitenciario, ahí lo saben
todo, ahí podrían decirles quienes son los que roban acá en la esquina,
hasta los conocen saben quiénes son, entonces hay que hacer ese trabajo,
hay que conocer su estructura, ¿conocen ustedes las estructuras de una
pandilla?, de la delincuencia que ustedes enfrentan, ¿cómo están estructu-
rados?, es lo mismo, parece lo mismo, como ¿qué lenguaje utilizan?, por-
que si usted no lo entiende es cómo que me empiecen hablar en un idioma
que no conozco, por ejemplo, cuando asumí la Subdirección del Sistema
Penitenciario en el 2009, estaba junto a un director que llega donde un
interno y le dice, fíjese que me vine para acá porque me acaban de dar el
pase, entonces vamos a revisar tu expediente, este individuo no estaba en-

118
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

tendiendo que lo que le acababan de decir era que lo estaban condenando


a muerte, ahora la pregunta es ¿Estaba apto para ser Director?, para mí la
respuesta es que no, porque si no entiende el lenguaje mínimo, no pue-
de gestionar un centro donde están privados de libertad tantas personas,
cómo se comunican, de qué forma, cómo están organizados, cuáles son los
códigos de la población, porque no es cierto que una población carcelaria
es anárquica, el que crea eso ya comete un error grave; años de investiga-
ciones nos dicen que están muy bien estructurados, todo lo que hacemos
nosotros desde el ámbito estatal, de repercusiones, ellos dan respuestas y
se adaptan, ¿qué estrategias de investigación tenemos para monitorear los
planes dentro de la prisión?, fuera de la prisión, hay que definir el modelo
de intervención con este tipo de personas, si me voy al modelo represivo
total, téngalo por seguro que va haber una escalada de violencia, eso es
así, ha sido así en El Salvador, ha pasado lo mismo en Honduras, en Gua-
temala y en todos los lugares en donde se han establecido planes de agresi-
vidad contra la delincuencia, esto normalmente ha derivado en situaciones
de mayor violencia y delincuencia, solo vean lo que son capaces de hacer
y cómo podemos todavía respetar los derechos humanos, siendo eficaces
en lo que hacemos, esto es cómo estaban introduciendo chips, en un centro
de pandillas obligaron a una mujer que tragará quince chips de teléfonos,
y al interior de la prisión toman agua con sal para provocar regurgitación
y extraer los chips, como esta señora falló, tres semanas después fue ase-
sinada, de eso es lo que estamos hablando; miren cómo reducen el dinero,
sesenta dólares reducidos a una pulgada, esto evidentemente se lo intro-
ducen en las cavidades anales o vaginales las mujeres, luego eso explica
porque por ejemplo los centros penales son una de las instituciones más
demandadas ante la Procuraduría de Derechos Humanos al menos en El
Salvador; tienen que saber cuál es el mapeo de los líderes de las pandillas
y en dónde están sus centros, porque él que es líder sigue ejerciendo su
poder aún dentro de la prisión, entonces el cuidado que uno debe tener es
que si uno de ellos cae detenido usted se lo lleva a la zona de donde él es,
le ha facilitado la vida y hasta se lo va agradecer, porque él va a tener un
control del perímetro del centro penal, eso evidentemente hace más fácil
el trasiego de ilícitos y el control sobre el comercio de drogas, teléfonos
celulares, todo lo ilícito que pueda haber al interior de una cárcel.

119
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Cómo podemos ser respetuosos de los Derechos Humanos aún en


ese contexto tan difícil, hay un libro de las notas orientativas de Andrew
Coyle, demostramos que el uso de la violencia genera violencia y empíri-
camente en El Salvador se está demostrando que siendo respetuoso de los
derechos humanos, interactuando hasta el límite de la ley, uno puede tener
una respuesta diferente, porque miren nuestros presos saben perfectamen-
te cuál es el límite de la ley en su accionar diario, ellos saben que si la po-
licía los captura hasta donde está permitido el uso de la fuerza, y nuestros
agentes de seguridad pública se ven fuertemente tentados a que una vez
neutralizado, todavía quieren dar un poquito más, eso pasa en mi país, es
una tentación que se tiene, pero el preso, el privado de libertad sabe hasta
dónde, y si lo tratamos más allá también lo cobran, en una estructura tan
grande como las pandillas.

La reforma en El Salvador comienza a partir de la escuela, con la


currícula para que tengamos personas que sientan, vean y actúen de ma-
nera distinta a como se ha venido haciendo históricamente, pero además
nuestro personal, el personal debe sentirse orgulloso, no puedo hablar de
derechos humanos solo de privados de libertad y olvidarme de quienes
trabajan conmigo, yo debo ser congruente, que ellos también tienen un
marco de derechos humanos que hay que respetarlos, que hay que poten-
ciarlos y hay que exigirle respeto a la dignidad también para ellos; además
qué mecanismo de diálogo permanente tengo con los privados de libertad,
no es nada fácil interactuar porque el privado de libertad cree que tiene
todos los derechos suyos, personalísimos, pero nunca reconoce los de la
colectividad y nunca menos los límites de la administración o las limi-
tantes de la administración, él no entiende el problema y ustedes lo van
a enfrentar en la visita, hay diez mil personas y tenemos un espacio para
dar visita a cien, no sé, cuando le toca, a mí lo que me interesa es que el
día viernes me den mí visita y el resto ocúpense ustedes, esa es la forma
y la lógica de interacción o de actuación de muchos de nuestros privados
de libertad; hay que tener un mecanismo de diálogo para entendernos,
nosotros a ellos y ellos también entender cuál es el marco de actuación
de la administración, luego salud, educación; también está probado que
cuando en estos parámetros se mejoran en la prisión se tiene un ambiente
mucho más seguro, más relajado al interior de la cárcel, y quiero hacer

120
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

un énfasis muy particular en lo que nosotros llamamos el modelo “yo


cambio”, es una marca que nosotros creamos en El Salvador, sustentada
en lo que son los modelos de justicia restaurativa, pero miren esto fue
una experiencia muy particular, grata por cierto, porque nosotros cuando
abogamos tendemos hacer unas argumentaciones fenomenales, nadie las
entiende pero son fenomenales, decíamos que la justicia es restaurativa y
recitábamos cualquier cantidad de argumentos, un publicista me destrozó,
me dijo disculpe, y eso cómo se come o se fuma porque aún yo que tengo
ciertas herramientas de interpretación no lo comprendo, y como preten-
de que un preso lo entienda, porque uno no se compromete con aquellas
cosas que no es capaz de comprender, estamos hablando de una gran re-
forma y de una gran transformación y de muchas cosas, y qué es eso, que
representa en mi día a día en mi vida , por ello este publicista nos ayudó
y nos creó el “Yo cambio”, yo es la fuerza de mi voluntad, de mi plan de
vida, el yo cambio, voy a cambiar para qué en sentido de qué, y los valores
son compenso, trabajo y ayudo a construir una sociedad mejor que son los
enunciados como principales de los modelos de justicia restaurativa y ahí
tenemos cinco componentes que son las granjas penitenciarias, el apoyo a
la comunidad, pintando la libertad, trabajo penitenciario y cooperativas de
solidaridad.

Como condición necesaria de todo ese esfuerzo, debe ponerse a


la cabeza de un proceso semejante a personas que no sólo tengan la capa-
cidad profesional para llevar a cabo estos cambios, sino más importante
aún, que tengan la valentía para impulsarlos e implementarlos, ya que al
iniciar algo semejante seguramente traerá una serie de ataques de índole
política, y si no es lo suficientemente valiente, ni se tiene el apoyo político
necesario, la reforma penitenciaria como tal estará en riesgo.

121
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

VI. La rehabilitación social y su contribución a la seguridad


ciudadana

Por: Johana Pesántez Benítez

Sumario

1. Discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho


y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, el
día miércoles, 05 de junio de 2013.

123
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

VI. La rehabilitación social y su contribución a la seguridad


ciudadana*

Por: Johana Pesántez Benítez

1. Discurso

La violencia y el delito han sido problemas que aquejan a la so-


ciedad desde la más remota antigüedad y que siguen vigentes en la ac-
tualidad y forman parte de las inquietudes cotidianas de todos los países
del mundo. En Ecuador, la inseguridad, y la percepción de inseguridad
se han incrementado en los últimos años y requieren de políticas que den
respuestas adecuadas. Por esta razón, los problemas de seguridad ciuda-
dana forman parte del Plan Nacional de Seguridad Integral del Gobierno
Nacional.

Según el Plan referido, la seguridad con enfoque integral, es la


condición que tiene por finalidad garantizar y proteger los derechos hu-
manos y las libertades de las personas, la gobernabilidad, la aplicación de
la justicia, el ejercicio de la democracia, la solidaridad, la reducción de
vulnerabilidades, la prevención, protección, respuesta y remediación ante
riesgos y amenazas.

A diferencia de los conceptos tradicionales de seguridad, cuya ra-


zón de ser era el Estado, este nuevo enfoque sitúa al ser humano como
eje principal y transversal, incorporando a la ciudadanía como actor pro-
tagónico de los procesos de seguridad individual y colectiva. Vista así, la
seguridad es un derecho fundamental, y el Estado, es responsable de su
pleno ejercicio. La seguridad no es un fin en sí mismo, sino un medio para
conseguir un fin: el Sumak Kawsay.

La violencia en el Ecuador ha dejado de ser un problema aislado o
externo. Por el contrario, los estudios demuestran que el Ecuador perdió la
situación de aparente tranquilidad con que era conocido1. Efectivamente,
*Transcripción del discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho y Administración
Penitenciaria:Fundamentos de la Reforma”, el día miércoles, 05 de junio de 2013 en el Teatro Univer-
sitario de la Universidad Central del Ecuador.
1
Palomeque Vallejo, Edison, “Diagnóstico sobre seguridad ciudadana en el Ecuador”.

125
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

según las estadísticas oficiales, los homicidios y asesinatos, prácticamente


se han duplicado en la última década, elevándose de alrededor de 1.500
en el año 2000, a cerca de 3.000 en el año 2010; así mismo, los asesinatos
han ido superando a los homicidios, lo cual ha generado una preocupación
en las autoridades y la sociedad. Actualmente, la tasa de homicidios es de
casi 19 por cada 100.000 habitantes, que sin ser la más alta de la región, no
deja de ser preocupante. Las provincias donde más homicidios se produ-
cen son Guayas, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos
y Sucumbíos.

El robo o asalto a personas se ha incrementado en más del 50% en


la última década. Las provincias con mayores índices de estos delitos son
Pichincha, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Guayas. Los
robos de vehículos y motos se han triplicado en la última década, pasando
de menos de 3.000 en el año 2000, a más de 10.000 en el año 2010. Estos
delitos se han dado principalmente en la costa, en las fronteras y en las
comunidades de la Sierra Central2.

Ahora bien, ¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo que
influyen en el incremento de la violencia en el Ecuador?

Debemos diferenciar, en primer lugar, las causas estructurales, de


los factores de riesgo. Las primeras son las que se conforman y se man-
tienen en el largo plazo, y cuya solución requiere de cambios a nivel de la
sociedad en su conjunto. Los factores de riesgo, en cambio, son aspectos
y características demedio social, del entorno físico y del sistema institu-
cional, que aumentan la probabilidad de surgimiento u ocurrencia de un
delito o de un acto violento.

Entre las causas estructurales tenemos, por ejemplo, el desempleo


y subempleo, la desigualdad de los ingresos, la marginación, la impuni-
dad, la crisis de valores en la familia, y la debilidad y falta de confianza
institucional.

En los factores de riesgo, podemos mencionar la inasistencia de


niños y jóvenes a escuelas y colegios, lo que ocasiona bajos niveles de
educación y tiempo libre no dedicado a actividades positivas; el abuso
2
Datos obtenidos del Plan Nacional de Seguridad Integral.

126
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

de drogas o alcohol que, a más de deteriorar la salud física y mental, crea


afectaciones en los entornos sociales, lo cual puede aumentar la posibili-
dad de que ocurran otros delitos relacionados; falta de espacios de recrea-
ción, integración y deporte; espacios públicos deteriorados y descuidados,
entre otros.

Si la criminalidad, como lo afirma el profesor Francisco Muñoz


Conde, es inevitable y hasta cierto punto se puede considerar como algo
normal en cualquier sociedad, la reacción social frente a la misma no pue-
de ser la de su total eliminación, sino su reducción a unos límites soporta-
bles para la convivencia. Justamente, existen dos tipos de propuestas para
enfrentar el problema de la seguridad ciudadana. Una, busca la prevención
desde el diseño de políticas sociales y urbanas que se orienten hacia la
protección del ciudadano; la otra, tiene que ver con medidas de control,
prevención y represión del delito.

En cuanto a las políticas sociales, que son precisamente aquellas


que tienden a atacar las causas estructurales del delito, a las que nos referi-
mos anteriormente, cabe mencionar que en el año 2012, la inversión social
representó el 28% del presupuesto del Estado, del cual el 53% se destinó
al sector de Educación, el 23% a Salud y el 16% a Bienestar Social3.

Debemos recalcar también que gracias a la inversión del Estado


en los últimos 6 años, la pobreza por ingresos se ha reducido de 37,6 a
27,3%, y la extrema pobreza, de 16,9 a 11,2%. Así mismo, la tasa de des-
empleo descendió al 4,1%4.

Si bien estas medidas de prevención que, como vimos, impiden o


imponen barreras para la aparición de conductas violentas o delictivas, o
disminuyen las posibilidades de su aparición, son de fundamental impor-
tancia para cumplir el deber de garantizar a los habitantes el derecho a una
cultura de paz y a la seguridad integral, proclamado en la Constitución de
la República; son las medidas de represión del delito las que abordaremos
con mayor profundidad el día de hoy.
3
Información obtenida del Boletín de Ejecución Presupuestaria Número 08, Octubre – Diciembre
2012, Ministerio de Finanzas.
4
Datos extraídos del Discurso de Posesión Presidencial, Quito, 24 de mayo de 2013.

127
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

El funcionamiento de la sociedad es conceptualizado en la mo-


dernidad en los términos Rousseaunianos del contrato social y, por tanto,
el delito es visto como la violación de ese contrato. El Estado, desde su
existencia como forma de organización social, se ha apropiado del poder
punitivo o IUS PUNIENDI, de otra manera reinaría la venganza privada
o la ley del más fuerte en caso de agresiones al derecho ajeno. El poder
estatal regula las sanciones, las cuales, en un Estado de derecho, no deben
ser arbitrarias ni deben ser impuestas sin que medie un proceso en el que
el acusado haya tenido la posibilidad de defenderse legítimamente.

Partiendo entonces del postulado de Beccaria, según el cual una


administración de justicia penal certera, proporcionada y capaz de actuar
con rapidez, es un mecanismo eficaz para prevenir el delito, podemos afir-
mar que la pena es la principal forma de reacción frente al delito.

Diversas teorías y opiniones científicas se han desarrollado en tor-


no a la pena y su función.

Las teorías retributivas no le asignan a la pena otra finalidad que


la reacción punitiva en sí misma, es decir, no es más que una consecuencia
directa del delito.

Las teorías preventivas, en cambio, atribuyen a la pena la posibi-


lidad y la tarea de evitar que en el futuro se cometan nuevos delitos. Estas
teorías se desarrollan a su vez en dos niveles:

• Uno consiste en la “prevención general”, dirigida a la totalidad


de los ciudadanos, esperando que la imposición de la pena sirva,
por un lado, para impedir que los potenciales delincuentes infrin-
jan las normas de convivencia social y, por otro, para incrementar
la confianza en el Derecho y el sistema de justicia.

• El otro, se refiere a la “prevención especial”, orientada a quien


recibió efectivamente una pena por el cometimiento de un deli-
to, al delincuente en concreto, pretendiendo que la pena tenga un
efecto de aseguramiento, pero sobre todo, resocializador.

128
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Como vemos, y siguiendo a Muñoz Conde, para la teoría retribu-


tiva o absoluta, la pena se fundamenta en una idea de Justicia, mientras
que para las teorías preventivas, la pena se basa en la necesidad de inhibir
la inclinación del hombre a atacar los derechos de sus semejantes y de
corregir dicha inclinación a través de la resocialización y del correspon-
diente tratamiento.

La existencia de la prisión y de la privación de la libertad, se fun-


da más allá que en la simple venganza; se basa, citando a Foucault, en su
papel de aparato capaz de transformar a los individuos.

La teoría de la prevención especial ha influido en la configuración


normativa de las finalidades de la pena, tanto en el ámbito internacional,
como en nuestro país. El número 3 del artículo 10 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, por ejemplo, dispone que “El régimen
penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la
reforma y la readaptación social de los penados”; igualmente, el número
6 del artículo 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
establece que “Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad
esencial la reforma y la readaptación social de los condenados”.

Nuestra Constitución de la República, por su parte, dispone en el


artículo 201 que “El sistema de rehabilitación social tendrá como finalidad
la rehabilitación integral de las personas sentenciadas penalmente para
reinsertarlas en la sociedad, así como la protección de las personas priva-
das de libertad y la garantía de sus derechos”.

Bajo estas disposiciones normativas, la pena se vuelve útil tanto


para la sociedad como para el delincuente; es útil para el delincuente ya
que una vez que se ha sometido al sistema de rehabilitación y ha cumplido
con todos los requisitos establecidos, puede volver a vivir en sociedad; y
es útil para la sociedad, en tanto se beneficia por reducir la tasa de reinci-
dencia, y con ello, la inseguridad a largo y mediano plazo.

Pero, es innegable que hasta hace unos años, los problemas que
anegaban al sistema de rehabilitación social provocaban que las personas
sentenciadas por la comisión de un delito, regresen a la sociedad sin un
proyecto de vida, sin una opción de trabajo y de reinserción.

129
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Efectivamente, hasta antes de que el Ministerio de Justicia asuma


la rectoría del sistema de rehabilitación social, la infraestructura vetusta
y deficiente, la sobrepoblación, la falta de atención permanente a la salud
de las personas privadas de libertad y el consecuente contagio y propaga-
ción de enfermedades graves, la mala alimentación, el trato abusivo por
parte del personal penitenciario, la violencia, la inexistencia de progra-
mas educativos y laborales, además de la total despreocupación histórica
del Estado por mejorar esta situación, eran algunos de los problemas que
imposibilitaban la rehabilitación de las personas y, por ende, causaban el
incremento de la criminalidad e inseguridad.

Por eso, como se evidenció anteriormente, el sistema de rehabi-


litación social es uno de los actores fundamentales en la seguridad ciuda-
dana, pues debe facilitar los servicios para el control, la custodia de las
personas privadas de libertad y la ejecución de programas que garanticen
la rehabilitación de las personas.

Es indiscutible que en la actualidad el régimen penitenciario y los


sistemas de tratamiento de las personas privadas de libertad han cambiado
sustancialmente.

La incorporación de instrumentos técnicos y tecnológicos ha


reemplazado antiguos métodos de vigilancia y control que atentaban con-
tra la integridad y dignidad de las personas; y, las antiguas cárceles subte-
rráneas y construidas sin ningún tipo de consideración humana, han sido
sustituidas por edificaciones más habitables y funcionales.

La adopción de instrumentos internacionales relativos al trato que


deben recibir las personas privadas de libertad por parte de un Estado,
influyen también en la gestión y administración penitenciaria. En el caso
ecuatoriano, la Constitución del 2008, presenta importantes avances en
relación a las Cartas Magnas de los países de la región, así como del resto
del mundo, pues constitucionaliza los derechos de las personas privadas
de libertad, incluye a este grupo en los considerados de atención priorita-
ria, prohíbe el aislamiento como sanción disciplinaria, y hace énfasis en

130
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

la obligación del Estado de proveer recursos humanos y materiales para la


atención médica, educativa, laboral, alimenticia y cultural, con miras a la
efectiva rehabilitación y reinserción social.

Concomitantemente, el Gobierno Nacional, por primera vez en


la historia, ha asumido su rol de garante de derechos humanos, generan-
do políticas públicas específicas para la población privada de libertad del
país, encaminadas a su atención prioritaria y especializada.

Por eso, el proceso de reestructuración del sistema de rehabilita-


ción social se fundamenta en la reforma del marco normativo que regula
la organización y el funcionamiento del sistema, la optimización y ra-
cionalización del talento humano, la adopción de un modelo de gestión
penitenciaria que posibilite el ejercicio de derechos, el mejoramiento de la
infraestructura de los centros de privación de libertad y la creación de la
Escuela de Formación Penitenciaria.

En lo relativo al modelo de gestión penitenciaria y la reforma le-


gal, estos se fundamentan en la realidad ecuatoriana, proponiendo un ma-
nejo innovador para los centros de privación de libertad a través de una
apropiada clasificación de las personas en máxima, mediana y mínima se-
guridad, una correcta aplicación del sistema progresivo en el cumplimien-
to de la pena y, sobre todo, un esmerado tratamiento penitenciario a través
de la formulación y ejecución de un plan de vida que incentive el cero
ocio, y de un plan de salida que cristalice un trabajo post penitenciario de
reinserción e inclusión, con el objetivo de cumplir con las expectativas de
seguridad ciudadana, a través de la reducción del índice de reincidencia,
pero, primordialmente, de lograr una verdadera rehabilitación social. Para
este efecto, se han planteado los siguientes ejes de la rehabilitación:

1. Acceso a la salud integral, mismo que se fundamenta en el


diagnóstico del estado de salud física y mental de la persona pri-
vada de libertad, el tratamiento de los problemas de salud, el se-
guimiento del estado de salud orientado a la prevención y curación
y, la adopción de medidas de tratamiento y control de consumo de
alcohol y sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

131
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

2. Trabajo, orientado a la ejecución de actividades de formación


y capacitación, el cumplimiento de actividades comunitarias rea-
lizadas en el centro de privación de libertad, y de emprendimien-
tos laborales o actividades productivas que, mediante un sistema
de administración de la remuneración, permitan indemnizar los
daños y perjuicios establecidos en sentencia, la atención de las
necesidades familiares, la adquisición de bienes de consumo y
uso personal complementarios, y la formación de un fondo de
ahorro propio que permita su reinserción laboral una vez recupe-
rada su libertad. En esta área, el Ministerio de Justicia, Derechos
Humanos y Cultos, ha instalado en los centros de privación de
libertad, talleres de producción a gran escala para que, a través de
programas como “Hilando el Desarrollo”, las personas privadas
de libertad confeccionen uniformes para escuelas públicas de zo-
nas rurales del país o incluso, para la Policía Nacional; así mismo,
la implementación de talleres de carpintería, ha permitido que las
personas elaboren muebles y productos en madera que los comer-
cializan por medio de asociaciones de familiares y a través de las
ferias ciudadanas que el Gobierno Nacional organiza en todo el
país.

3. Educación, cultura y deporte, organizados de tal forma que


las personas alcancen las titulaciones de educación básica, se-
cundaria y universitaria correspondientes, participen en cursos,
seminarios, talleres, desarrollen actividades físicas y deportivas,
y realicen actividades relacionadas al arte o la cultura. Debemos
señalar algunos logros que, en este ámbito, se han alcanzado. Gra-
cias a los convenios que el Ministerio de Justicia ha gestionado
con otras entidades del Estado, hemos logrado que, por prime-
ra vez, las mujeres privadas de libertad asistan a la Universidad
y se beneficien de un régimen de becas que les permita acceder
a una carrera universitaria; igualmente, hemos instalado a nivel
nacional, cabinas radiales en las que, mujeres y hombres priva-
dos de libertad realizan actividades de comunicación y conducen
programas en los que se abordan temas de interés nacional; para
este efecto, las personas reciben preparación permanente en te-
mas como locución, elaboración de guiones, edición, producción
y manejo de equipos.

132
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

4. Preservación del vínculo familiar, que busca el fortalecimien-


to de los lazos familiares y de las relaciones sociales de las per-
sonas privadas de libertad para lograr su reinserción familiar y
apoyo durante el cumplimiento del plan de vida.

Así mismo, se han planteado las siguientes herramientas de reha-


bilitación:

1. El plan de vida, que consiste en una serie de metas concertadas


con la persona privada de libertad que le permitirán involucrarse
activamente en los programas del centro, para el desarrollo de sus
capacidades y la superación de los problemas de exclusión que
influyeron en el cometimiento del delito. El plan de vida se desa-
rrollará de manera individual para cada persona, considerando las
exclusiones sociales, familiares, económicas, educativas, labora-
les y de salud, e identificando las capacidades, destrezas, aptitudes
y vocación de la persona privada de libertad; de esta forma se
establecerán las metas y objetivos en los aspectos educativos, fa-
miliares, laborales, culturales y de salud, así como los plazos para
avanzar en el sistema progresivo.

2. La progresividad, que busca incentivar la rehabilitación inte-


gral de las personas privadas de libertad a través de la evaluación
del cumplimiento y desempeño de la persona en las actividades
del centro, así como del cumplimiento de las normas de compor-
tamiento y convivencia.

3. La reinserción y acompañamiento, que busca la preparación


de la persona para el acceso a regímenes de mayor libertad me-
diante la eliminación de problemas de adicción, el mejoramiento
de las habilidades sociales, el restablecimiento de las relaciones
familiares, y la inserción y promoción laboral; igualmente, se de-
sarrollan programas de apoyo a liberados mediante la creación de
albergues, programas de microcrédito y la conformación de un
banco de empleos.

133
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Dentro del sistema progresivo, se establecen diferentes regímenes


que contribuirán con la rehabilitación y la reinserción de la persona priva-
da de libertad.

Este sistema permitirá la ocupación completa del tiempo de las


personas privadas de libertad, de forma que facilite el retorno a la sociedad
enmarcado en el ejercicio de los derechos humanos y el cumplimiento de
las obligaciones.

En cuanto a la creación de la Escuela de Formación Penitenciaria,


en la reforma del sistema de rehabilitación social, se ha priorizado tam-
bién la formación y capacitación del personal encargado del tratamiento
y custodia de las personas privadas de libertad, sobre todo en el ámbito
de los derechos humanos. Por esta razón se ha creado la Escuela de For-
mación Penitenciaria, con los objetivos de formar y cualificar a las y los
servidores públicos que se integran como personal al servicio del sistema
de rehabilitación social, organizar un sistema de formación inicial y per-
manente para todos los servidores del sistema de rehabilitación social, y
promover, desarrollar y difundir la investigación en el ámbito criminoló-
gico y penitenciario en el Ecuador, a través de la edición de publicaciones
científicas.

Otro de los aspectos fundamentales en la reforma del sistema de


rehabilitación social, es la optimización y racionalización del talento hu-
mano, para este efecto se ha llevado a cabo la evaluación de desempeño y
análisis de los perfiles requeridos para la aplicación del modelo de gestión
y la incorporación de equipos técnicos y profesionales para fortalecer la
atención a las personas privadas de libertad; adicionalmente, en el área de
talento humano se ha previsto incrementar el personal de los centros de
privación de libertad, con énfasis en personal de seguridad y vigilancia;
igualmente, se está buscando obtener una escala remunerativa propia del
sistema de rehabilitación social con mejor calificación.

Por último se ha previsto el mejoramiento de la infraestructura de


los centros de privación de libertad, con la finalidad de ejecutar políticas
de atención en los ámbitos educacionales, ocupacionales, de salud, re-
creación y vínculos familiares, pero sobre todo, cumplir con lo dispuesto

134
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

en los instrumentos internacionales de derechos humanos relativos a las


personas privadas de libertad, mejorando las áreas de talleres de carpinte-
ría, metalmecánica, costura, aulas para educación, bibliotecas, áreas para
atención médica, odontológica y psiquiátrica, áreas de circulación y espa-
cios para personas con discapacidad, entre otras. También se construirán
nuevos centros de privación de libertad a nivel nacional, como el de Gua-
yas, Azuay, Pichincha, entre otros.

Esta profunda transformación que se está llevando a cabo en el


país, pensada para conseguir la resocialización del delincuente condenado
a una pena privativa de libertad, propone que el tiempo que la persona
deba estar privada de libertad no sea un tiempo vano, sino productivo
para sí misma y para la sociedad, con la finalidad de cumplir la función
de prevención especial de la pena, y coadyuvar a reducir los índices de
reincidencia y, por tanto, garantizar la seguridad ciudadana.

Seguramente en este momento, la mayoría de ustedes se estará


preguntando si es viable que todas las personas sometidas al sistema, al-
cancen una verdadera rehabilitación y reinserción efectiva.

Ciertamente, es posible que se presenten casos en los cuales to-


das las estrategias planteadas no logren la rehabilitación esperada y que,
una vez cumplida la pena de privación de libertad, la persona regrese a la
sociedad sin las herramientas adecuadas para convivir armónicamente y
contribuir de manera positiva a la comunidad.

Si tomamos como punto de referencia el modelo de gestión peni-


tenciaria de República Dominicana, que ha sido el referente para la refor-
ma emprendida en el Ecuador, y que cuenta con el aval de la Organiza-
ción de las Naciones Unidas, pues allí funciona el Centro de Excelencia
Penitenciaria para la ONU, estos casos son aislados y no representan un
número significativo, de hecho, este país registra un índice de reincidencia
menor al 2,3%.

Sin embargo, diversos países del mundo han incorporado en sus
legislaciones las medidas de seguridad, y concretamente para el caso plan-

135
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

teado, la medida de seguridad de libertad vigilada; este sistema se funda-


menta en que la pena y la medida seguridad se complementan y permiten,
en esta dualidad, combatir al delito de manera integral.

La libertad vigilada consiste en el sometimiento de la persona que


ha sido condenada por el cometimiento de un delito, a la vigilancia una
vez cumplida la pena privativa de libertad, sometiéndola a una serie de
obligaciones jurídicas que permitan a la sociedad tener la certeza de que la
persona se encuentra bajo la supervisión del Estado y de la justicia.

En Inglaterra, por ejemplo, se establece la figura de la “extended


sentence”, en virtud de la cual se somete a la persona culpable de un delito
violento o de un delito sexual, a un período de seguridad después de cum-
plida la pena privativa de libertad.

Igualmente, la legislación penal noruega, contempla la “preven-


tive detention”, en razón de la cual se puede mantener privada de liber-
tad a una persona cuando existan motivos para considerar que su libertad
constituye una amenaza para la ley, el orden o la unidad o integridad de la
nación.

En Ecuador, la legislación penal vigente, establece la sujeción a


la vigilancia especial de la autoridad de la persona condenada después de
cumplida la pena privativa de libertad, según la cual la persona debe pre-
sentarse de manera periódica ante la autoridad competente del lugar de su
residencia.

Por primera vez en la historia del país, un gobierno con visión de


inclusión social, mira con claridad y toma como prioridad dentro de las
políticas sociales y de seguridad ciudadana, al ámbito penitenciario. El
trabajo desarrollado por el Gobierno de la Revolución Ciudadana en el
sistema de rehabilitación social, misión final y fundamental del Ministerio
de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, marca un hito en la administra-
ción penitenciaria en el Ecuador y, a través del nuevo modelo de gestión
penitenciaria, pretende convertirse en un ejemplo y referente regional en
esta materia.

136
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Recordemos, sin embargo, que si bien la rehabilitación social


contribuye a reducir la probabilidad de reincidencia, disminuir los índices
de criminalidad e incrementar la seguridad ciudadana, ésta no se alcanzará
con esfuerzos aislados, sino que exige el compromiso de todos los ciuda-
danos para crear una cultura de paz orientada a obtener una vida libre de
violencia y alcanzar la sana convivencia.

137
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

VII. La seguridad penitenciaria en el contexto de los Derechos


Humanos

Por: Marco Fuentes Mercado

Sumario

1. Gendarmería de Chile. a. Objetivos. b. Objetivos y productos estratégi-


cos institucionales. c. Orgánica de Gendarmería de Chile. 2. Temas relati-
vos a la exposición “Seminario Internacional: Derecho y Administración
Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma”. a. Hitos de transformación
institucional. b. Nueva política penitenciaria. c. Cuadro esquemático: po-
lítica de modernización. d. Cuadro esquemático: “Los 10 ejes de trans-
formación de la nueva política penitenciaria”. e. Modernización Escuela
de Formación. f. Avances en materia de derechos humanos. g. Avances
Institucionales en Materia de Derechos Humanos. 3. Desafíos de la Uni-
dad de Protección y Promoción de los Derechos Humanos. a. Propuesta de
modificación del régimen disciplinario. b. Informe Anual de cumplimien-
to de planes y programas. c. Capacitación de los monitores locales de De-
rechos Humanos. d. Publicación del Manual de Derechos Humanos de la
Función Penitenciaria. e. Encuesta nacional de Derechos Humanos de los
privados de libertad. f. Diseño de indicadores de satisfacción de derechos
de las personas privadas de libertad. g. Implementación del plan piloto de
mediación penitenciaria. h. Implementación de plan de eliminación y uso
racional y proporcional de las celdas de aislamiento. i. Fondo de proyec-
tos en materia de derechos humanos. j. Política penitenciaria con enfoque
de género. 4. Ejemplos a compartir. 5. Palabras finales.

139
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

VII. La seguridad penitenciaria en el contexto de los De-


rechos Humanos *

Por: Marco Fuentes Mercado

1. Gendarmería de Chile

Gendarmería de Chile es un servicio público dependiente del Mi-


nisterio de Justicia, que tiene por finalidad atender, vigilar y contribuir a
la reinserción social de las personas que por resolución de autoridades
competentes, fueren detenidas o privadas de libertad y cumplir las demás
funciones que le señala la ley (Art. 1° del Decreto Ley N° 2.859, Fija Ley
Orgánica de Gendarmería de Chile).

Su misión es “Contribuir a una sociedad más segura, garantizando


el cumplimiento eficaz de la detención preventiva y de las condenas que
los Tribunales determinen, proporcionando a los afectados un trato digno,
acorde a su calidad de persona humana y desarrollando programas de rein-
serción social que tiendan a disminuir las probabilidades de reincidencia
delictual”.

a. Los objetivos relevantes, asociados al Ministerio de Justicia


son:

1. Contribuir de manera efectiva en materia de seguridad ciuda-


dana, a través del establecimiento de un nuevo sistema de penas
sustitutivas, de modificaciones en materias de prisión preventiva,
del endurecimiento tanto de las penas por el delito de manejo en
estado de ebriedad, como de las penas para reincidentes del delito
de robo por sorpresa. A su vez, también potenciar la generación
de mecanismos de rehabilitación y reinserción destinados a las
personas que cometan algún tipo de delito.

2. Mejorar el actual modelo de cárceles en el país, a objeto de


superar su déficit y avanzar en el incremento de las plazas dispo-
nibles en los recintos penitenciarios.
* Ponencia presentada en el Seminario Internacional “Derecho y Administración Penitenciaria: Fun-
damentos de la Reforma”, el día miércoles, 05 de junio de 2013 en el Teatro Universitario de la Uni-
versidad Central del Ecuador.

141
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

3. Perfeccionar el sistema de persecución criminal, mediante la


revisión de Ley de Responsabilidad Penal Adolescente y la reac-
tivación de la Comisión Coordinadora de la Reforma Procesal
Penal.

4. Reforzar el control de aquellos que se encuentren gozando de


beneficios alternativos a la privación de libertad.

5. Mejorar las condiciones de vida de las personas privadas de li-


bertad y evitar el contagio criminógeno a través de la segregación
del sistema penitenciario, resguardando su dignidad y favorecien-
do su rehabilitación y reinserción social y laboral.

b. Objetivos y productos estratégicos institucionales: los obje-


tivos estratégicos de la Institución, son:

1. Garantizar el cumplimiento eficaz de la detención preventiva y


de las condenas que los Tribunales determinen, previniendo con-
ductas y situaciones que pongan en riesgo el cumplimiento de este
objetivo.

2. Proporcionar atención a la población penal puesta bajo la custo-


dia del servicio y a la ciudadanía de manera eficiente y oportuna;
considerando para la población penal la entrega de prestaciones
básicas tales como infraestructura, alimentación, vestuario, sa-
lud, entre otras y las condiciones para el ejercicio de sus derechos
mientras se encuentren recluidos; y para la ciudadanía la entrega
oportuna de la información solicitada bajo la ley 19.880 y 20.285
de Acceso a la información pública.

3. Fomentar conductas, habilidades, destrezas y capacidades que


incrementen las probabilidades de reinserción social de la pobla-
ción penal, involucrando en este proceso a sus familias, institucio-
nes, empresas y comunidad en general.

142
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Los productos estratégicos de la Institución, son:

1. Vigilancia: Acción ejercida por la Administración Penitencia-


ria que implica la observación activa, atenta y personalizada de
la conducta de las personas puestas a su disposición, en cualquier
condición, con el fin de prevenir toda acción que pueda atentar
contra el deber institucional de hacerlas cumplir con la pena im-
puesta; de ponerlas oportunamente a disposición de los tribunales
cuando éstos lo soliciten. En el caso de la población penal con me-
didas alternativas a la reclusión o con beneficios intrapenitencia-
rios, la vigilancia adquiere el carácter de control del cumplimiento
de las medidas restrictivas de libertad.

2. Atención: Acción, a través de la cual el servicio, directamente


o a través de terceros, proporciona a las personas recluidas, un
conjunto de condiciones básicas en materia de: infraestructura, hi-
giene ambiental, alimentación, vestuario personal y ropa de cama,
aseo personal, atención de salud, facilidades de comunicación,
atención espiritual, acceso a la educación, al trabajo, a la cultura,
a la información, al deporte y recreación, de las que ha sido pri-
vada como consecuencia de la reclusión, de manera de aminorar
el deterioro físico y psicológico de ella, evitar causar daños in-
necesarios y facilitar el ejercicio de los derechos no restringidos
por la reclusión. Desde la perspectiva ciudadana, se entiende por
atención la entrega de información en los plazos legales, así como
la entrega de las respuestas de las solicitudes de información bajo
las leyes 19.880 y 20.285 de acceso a la información pública.

3. Asistencia: Acción a través de la cual el servicio, directamente


o través de terceros, estimula el desarrollo de condiciones indivi-
duales de las personas condenadas durante el período de perma-
nencia en el sistema penitenciario, de manera de lograr la modi-
ficación de conductas y motivaciones que inciden en la génesis
de los actos delictivos y en la preparación del individuo para su
incorporación activa en el medio libre.

143
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Nuestros principales clientes

1. Población penal del subsistema cerrado y del subsistema se-


miabierto;
2. Familiares de la población penal;
3. Población penal del subsistema abierto;
4. Población con apoyo post-penitenciario;
5. Sistema de administración de justicia;
6. Carabineros de Chile;
7. Policía de Investigaciones de Chile; y,
8. Comunidad nacional.

c. Orgánica de Gendarmería de Chile

Director Nacional

Unidad de
Planificación y Unidad de
Auditoría Interna Gabinete
Control de Gestión

Unidad de Unidad de Atención


Ayudantía Comunicaciones Ciudadana

Direcciones Escuela de Subdirección de


Regionales Gendarmería de Administeción y Subdirección Subdirección
Chile del
Finanzas Operativa Técnica
(15) Gral. Manuel Bulnes P.

Inspectoría Unidad de
Departamento de Operativa Estadísticas
Logística

Departamento de Departamento de
Seguridad Reinserción Social
Penitenciaria en el Sistema Cerrado
Unidad de Protección y
Departamento de Promoción de los
Recursos Humanos Derechos Humanos

Departamento de Departamento de
Investigación y Análisis Reinserción Social
Penitenciario en el Sistema Abierto
Departamento de
Contabilidad y
Presupuesto

Departamento de Departamento
Tecnovigilancia y Postpenitenciario
Radiocomunicaciones
Departamento de
Jurídico

Departamento de Departamento de
Control Monitoreo
Penitenciario Telemático
Departamento de
Informática

Departamento de
Infraestructura

Departamento de
Salud

144
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

2. Temas relativos a la exposición “Seminario Internacional:


Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la
Reforma”

a. Hitos de transformación institucional

Plan de 11 Medidas: Dentro de los compromisos asumidos por


el actual gobierno del Presidente Sebastián Piñera Echeñique, particular-
mente en aquellos vinculados al acceso a la justicia y de combate de la
delincuencia, se encuentra aquel de mejorar la dignidad de las condiciones
de privación de libertad así como el hecho de facilitar la rehabilitación y la
reinserción social de aquellos que están privados de libertad.

El hacinamiento y sobrepoblación, las deficiencias de los servicios


básicos, las fallas de infraestructura, los problemas de acceso a la atención
de salud básica y de especialidades, la aplicación de un modelo educativo
no acorde a las especiales características de los jóvenes privados/as de
libertad, la falta de un proceso continuo y permanente de capacitación
laboral, no sólo han perjudicado la calidad de vida de los/as jóvenes, sino
que han complejizado los procesos de responsabilización y de integración
social.

Fue así que, el año 2010, ante la necesidad de mejorar la crítica


realidad del sistema penitenciario chileno, el Presidente de la República
instó al Ministerio de Justicia y Gendarmería de Chile a elaborar un diag-
nóstico y una proposición sobre las medidas de mejoramiento urgentes
que debían adoptarse. Conscientes de que una solución definitiva requiere
un trabajo de largo plazo, y un sustancial cambio tanto cultural como de
infraestructura penitenciaria, se elaboró un Plan que incluye 11 medidas
de corto y mediano plazo, que buscan mejorar las actuales condiciones de
alimentación, habitabilidad y seguridad de los centros, fijando un estándar
de calidad respecto de la intervención de salud, capacitación laboral, edu-
cación y especialización de los funcionarios. Estas 11 medidas son:

1. Colchones, frazadas y literas;


2. Mejoras en la alimentación de condenados e imputados (2010 =
$ 1.006 / 2012 = $ 1.730. Aumento de un 71,97%);

145
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

3. Mejoramiento en materia sanitaria y sistema de luminarias;


4. Aumento en las horas de desencierro;
5. Cuidado y salud en situaciones de emergencia;
6. Mejoras en el procedimiento de registro corporal a internos;
7. Mejoras al sistema de visitas;
8. Fortalecimiento de la asesoría espiritual;
9. Mejorar condiciones de liberación;
10. Potenciamiento de centros de educación y trabajo (CET); y,
11. Seguridad al interior de los penales.

b. Nueva política penitenciaria



Durante el año 2011, el entonces Ministro de Justicia, confirmó
que una de las principales motivaciones para el Ministerio de Justicia y
por ende para Gendarmería de Chile, era la puesta en marcha de acciones
para implementar mejoras en el sistema carcelario, en algo que él mismo
definió como una “nueva política penitenciaria”, debido a que el sistema
existente no sólo privaba de libertad a los internos, sino que también de su
dignidad, cuyas tasas de reincidencia era aproximadamente un 60%. Por
lo tanto, se orienta la nueva política a un uso más racional de las cárce-
les para que quienes por primera vez infringen la ley por temas menores,
no vayan a las cárceles, sino que tengan otras medidas de cuidado como
los brazaletes electrónicos, trabajos comunitarios, entre otros. Asimismo,
fortalecer el sistema penitenciario de manera que quienes vayan a prisión
tengan posibilidades efectivas de educación, trabajo y segmentación

Es así que, al presente año se han destinado cerca de 24 mil millo-


nes de pesos para dotar de elementos y equipos de seguridad e infraestruc-
tura a los establecimientos penitenciarios. Se creó la Unidad de Derechos
Humanos y se dictó un instructivo que regula el uso de las celdas de ais-
lamiento y se logró mejorar la utilización de las plazas penitenciarias. Se
construirán centros modelo de educación y trabajo, fundados en la necesi-
dad de enfatizar la reinserción de los internos por medio de la entrega de
competencias laborales y trabajo en el Maule y en Copiapó, cuyos diseños
se licitarán 2013-2014. Igualmente, se implementarán de diversas polí-
ticas como por ejemplo, la tramitación y modificación de distintas leyes
para fomentar el uso racional de las cárceles, la creación del estatuto labo-
ral y de formación para el trabajo penitenciario de los internos y la firma

146
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

de tratado sobre traslado de personas condenadas entre Chile y Perú, y a


la puesta en marcha de una política penitenciaria con enfoque de género
destinada especialmente a la reinserción y mejora de las condiciones de
las mujeres privadas de libertad.

c. Cuadro esquemático: política de modernización

FORMACION DEL Reforma curricular en Escuela de


RECURSO HUMANO Formación AAOO y GGAA

Políticas de operación
MODERNIZACIÓN GESTION, OPERACIÓN Y
PROCEDIMIENTOS Gestión e Indicadores de
PENITENCIARIA Resultado

Optimización y racionalización
INFRAESTRUCTURA Ampliación de Plazas
Construcción de Recintos Modelo

d. Cuadro esquemático: “Los 10 ejes de transformación de la


nueva política penitenciaria”

147
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

e. Modernización Escuela de Formación

El Plan de Modernización de Gendarmería de Chile establece,


dentro de sus lineamientos de acción, la actualización del proceso de for-
mación; esto conlleva a la definición de un reglamento orgánico de fun-
cionamiento para la Escuela, un nuevo plan de estudio de formación y un
reglamento de evaluación. Lo anterior permite: mejorar la eficiencia del
proceso de selección del alumnado, mejorar las características del alum-
no seleccionado, respondiendo a las exigencias establecidas en el nuevo
perfil académico, mejorar las condiciones físicas, espaciales y tecnológi-
cas del régimen de formación, estandarizar la planificación presupuestaria
asociada al gasto anual.

Escuela de Formación de Suboficiales de Gendarmería, actualiza-


ciones relevantes en materia de formación penitenciaria 2012-2013:

1. Reglamento orgánico de funcionamiento;

2. Plan de estudios: actualización malla curricular, que incorpo-


ra específicamente un módulo de derechos humanos cuyo objeto
principal es “Comprender los derechos humanos desde una pers-
pectiva interdisciplinaria y valórica aplicados al cumplimiento de
las funciones laborales y actividades personales y sociales de los
gendarmes alumnos”; y,

3. Reglamento de evaluación.

f. Avances en materia de derechos humanos

Los derechos humanos siempre han configurado una temática que


ha acompañado a la labor institucional. Esto principalmente porque es en
situaciones de encierro y de privación de libertad en que se ven vulneradas
gran parte de los derechos y garantías reconocidos tanto nacional como
internacionalmente. Por lo pronto, la libertad ambulatoria se ve afectada
en atención a la sanción impuesta por un tribunal con sede en lo penal, a su
vez también, otros derechos como el de integridad física y psíquica, vida,

148
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

igualdad, pueden verse amenazados no sólo por la acción de los propios


internos, sino que también por hechos excepcionales cometidos por el per-
sonal penitenciario.

Esta situación se ha representado por diversos informes emanados


de instituciones académicas y organismos de la administración del Estado.
Basta recordar las observaciones hechas a la actividad de Gendarmería de
Chile de la Universidad Diego Portales, la Fiscalía Judicial de la Corte
Suprema y el Instituto Nacional de Derechos Humanos, entre otros.

En este contexto, nuestra Institución, como ente rector de la ac-


tividad penitenciaria a nivel nacional, decidió seguir un camino que se
enmarcará dentro de la nueva política penitenciaria seguida por el actual
gobierno, y que relevará la situación de los derechos humanos al interior
de Gendarmería de Chile, todo esto con la finalidad de mejorar los están-
dares de atención, custodia, habitabilidad y seguridad con que la pobla-
ción penal debe contar para cumplir sus condenas privativas de libertad de
manera digna y humanitaria. No puede dejar de mencionarse que la nece-
sidad urgente de contar con este trabajo se hizo más explícita con la trage-
dia ocurrida el 08 de Diciembre del año 2010 en el Centro de Detención
Preventiva de San Miguel, incendio que le quitó a la vida a 81 internos de
esa Unidad.

En atención a esto, pasamos a revisar los avances que, durante


esta administración, se han realizado con miras a mejorar las condiciones
de trato digno de la población penal.

g. Avances Institucionales en materia de derechos humanos

1. Mejoras en materia de seguridad tendientes a evitar incendios


al interior de los establecimientos;

2. Mejoramiento del sistema de visitas a la población penal.

3. Uso racional y eficiente de la infraestructura penitenciaria.

149
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

4. Medidas legislativas que promueven la reinserción de las per-


sonas condenadas.

5. Creación de la Unidad de Protección y Promoción de los Dere-


chos Humanos.

6. Capacitaciones regionales en derechos humanos.

7. Actividades de discusión relativas (seminarios nacionales e in-


ternacionales) a los derechos humanos de la población penal.

8. Convenios con instituciones de la comunidad civil

3. Desafíos de la Unidad de Protección y Promoción de los De-


rechos Humanos

a. Propuesta de modificación del régimen disciplinario

Durante el año 2012 se conformó una mesa de trabajo (con pro-


fesionales de las tres subdirecciones) con la responsabilidad de entregar
una propuesta de modificación al Decreto Supremo N°518 que aprueba
el Reglamento de Establecimientos Penitenciarios. En este contexto, la
Unidad de Protección y Promoción de los Derechos Humanos propondrá
una modificación al régimen sancionatorio, con el objetivo de hacer co-
herente la normativa interna del servicio con los tratados internacionales
que regulan la materia y que han sido suscritos por el Estado de Chile, esta
propuesta contempla un especial énfasis en el uso racional de las celdas de
aislamiento preventivo.

b. Informe anual de cumplimiento de planes y programas



De acuerdo a lo establecido en la Resolución Exenta N° 5712 del
11 de Junio de 2012, dentro de las tareas específicas que se fijan a la Uni-
dad de Protección y Promoción de los de Derechos Humanos, se establece
la elaboración de un informe anual del cumplimiento de planes y progra-
mas.

150
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

c. Capacitación de los monitores locales de derechos humanos

Con el objeto de instalar dentro de los establecimientos peniten-


ciarios una cultura de respeto y promoción de los derechos humanos,
durante el año de 2013 se nombrarán mediante Resolución Exenta del Di-
rector Nacional, monitores locales de derechos humanos, los cuales serán
capacitados a través de una modalidad de e-learning, con certificación de
una institución de educación superior.

d. Publicación del Manual de Derechos Humanos de la Fun-


ción Penitenciaria

La finalidad de contar con un manual en esta materia, es propor-


cionar información acerca de las normas de derechos humanos que guar-
dan relación con el trabajo de los funcionarios penitenciarios, y de esta
manera sensibilizarlos acerca de su rol particular en la promoción y la
protección de los derechos humanos, y su propio potencial para influir en
los derechos humanos en su labor cotidiana.

e. Encuesta nacional de derechos humanos de los privados de


libertad

La encuesta nacional de derechos humanos busca conocer la per-


cepción que tienen los privados de libertad sobre sus derechos humanos.
Su aplicación periódica contribuirá a identificar y reconocer variables e
incidentes en materia de derechos humanos en el sistema penitenciario,
permitiendo de esta manera identificar los temas y acciones de interven-
ción relevantes para el mejoramiento de las condiciones de cumplimiento
de los privados de libertad.

f. Diseño de indicadores de satisfacción de derechos de las per-


sonas privadas de libertad

Los indicadores de satisfacción de derechos de las personas pri-


vadas de libertad, es una herramienta de utilidad para un diagnóstico más
certero de las necesidades y expectativas de la población penal y la pos-

151
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

terior toma de decisiones orientada a la satisfacción de áreas críticas que


requieren ser abordadas en forma integral por nuestra institución. Por tan-
to, se propone incorporar dentro del sistema de indicadores de gestión de
la institución, la medición de indicadores vinculados al cumplimiento de
estándares internacionales en materia de derechos humanos.

g. Implementación del plan piloto de mediación penitenciaria

La práctica de la mediación, a cualquier nivel de las relaciones


humanas, supone un aprendizaje y un adiestramiento en la resolución po-
sitiva de conflictos. Tiene mucho que ver con la educación para la paz,
puesto que cuando solucionamos un conflicto adquirimos la capacidad de
solucionar conflictos futuros, sea de la misma temática o de otra diferente.
En este contexto, este plan piloto busca llevar todas las aristas positivas
de este mecanismo de resolución de conflictos a los establecimientos pe-
nitenciarios, para así buscar una reducción de los desórdenes y problemas
que los internos viven al interior de los establecimientos. El plan piloto
contemplaría el CDP Puente Alto, CCP Colina II y CPF Santiago.

h. Implementación de plan de eliminación y uso racional y


proporcional de las celdas de aislamiento

Se está implementado un plan piloto de eliminación, en 16 esta-


blecimientos penitenciarios de las celdas de castigo como sanción, promo-
viendo para el caso de faltas graves el traslado de internos a otros estable-
cimientos que reúnan mayores niveles de seguridad penitenciaria.

Establecimientos donde se implementará el plan piloto:

CDP San Miguel CCP Rengo CDP Quirihue CDP Curacautín


CCP Colina I CDP Bulnes CDP San Carlos CDP Traiguén
CDP Illapel CDP Yumbel CDP Villarrica CCP Victoria
CCP San Felipe CDP Yungay CDP Pitrufquén CDPAngol

152
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

i. Fondo de proyectos en materia de derechos humanos

Gendarmería dispuso para el presente año la creación de un fondo


de DD.HH. de 30 millones de pesos, para el concurso de iniciativas que
presenten las unidades penales, y que se adjudicará a aquellas que junto
con los internos, propongan los mejores proyectos de mejoramiento de la
unidad penal; por ejemplo transformación de celdas de castigo en venus-
terios.

j. Política penitenciaria con enfoque de género

Especial reconocimiento a la Ministra de Justicia Sra. Patricia Ca-


rolina Pérez Goldberg, por liderar este nuevo y necesario enfoque peniten-
ciario. Siendo Subsecretaria de la cartera, presidió una mesa multidiscipli-
naria, (Fiscalía Judicial de la Corte Suprema, Defensoría, DDHH, centros
académicos y de estudios, fundaciones, Gendarmería y otros organismos
vinculados en la materia, con el fin de lograr que esta visión, se transfor-
me en una política de estado, que contribuya tanto con la prevención del
delito como en la reinserción social de las mujeres privadas de libertad.

En Chile, tal como ocurre a nivel mundial, se ha experimentado


un aumento de la población penal femenina:

• 46,3% posee educación básica; 47,9% educación media; 3,4%


educación superior y 2,1% no posee instrucción;

• 71,8% corresponde a condenadas; 28% a imputadas y 0,2% a


procesadas;

• 42,4% el delito está asociado a drogas; 16,3% robos y 11%,


hurtos; y,

• Aproximadamente 140 mujeres residen con sus hijos en los es-


tablecimientos penales.

153
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

4. Ejemplos a compartir

• Reinserción social: confianza y oportunidad, es la base del nue-


vo Centro de Educación y Trabajo (CET) femenino Talita Kum
(Mujer Levántate), que se inauguró en el mes de marzo de 2013
en el edificio del ex juzgado de menores de la comuna de San Joa-
quín ubicado en calle Llico con Canadá y cuya inversión alcanzó
los U$600.000 ($300 millones de pesos chilenos). El proyecto be-
neficiará a 50 internas.

• Incorporación de buenas prácticas: la instalación de teléfonos


públicos al interior de las secciones; incorporación de la educa-
ción técnico superior, incorporación de las funcionarias de trato
directo en las sesiones de consejo técnico; incremento de sueldos
a las internas; autorización especial por pérdida de familiar direc-
to; protocolos de notificación de beneficios; reunión de las áreas
con la red de apoyo de las internas beneficiarias de salida domi-
nical; visitas al interior de la sección para población especial; red
comunitaria de salud al beneficio de los lactantes hijos de internas
de la sección materno-infantil y control niño sano y de urgencias
de menores en movilización especial a cargo de personal de vigi-
lancia.

• Fomento a centros de educación y trabajo: a través de la crea-


ción de 16 unidades de negocios, entre las cuales se encuentran:
costuras/básica, alta costura y confección; aluminios; válvulas de
gas; armado de cajas de copas; embazado de pernos; repostería;
montado y pegado de mechas; prestadores de servicios: maquila.

• Histórica inversión en redes húmeda y seca en penales:


Aproximadamente U$34.000.000 ($17 mil millones de pesos chi-
lenos) se han destinado desde 2011 a la fecha, para el mejoramien-
to e implementación de redes anti incendio; cifra que demuestra la
preocupación e importancia de la Dirección Nacional de Gendar-
mería y el Gobierno, en mejorar los estándares de seguridad tanto
de los funcionarios como de la población penal.

154
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

5. Palabras finales:

Los cambios radican en las personas, en materia de derechos hu-


manos, nuestra preocupación como institución es trabajar y fortalecer la
formación y desarrollo de nuestros actuales y futuros funcionarios, así
como su aplicación en la administración de nuestra población penal, en
aras de la reinserción social, mejorando la calidad de vida de los funciona-
rios de nuestro país.

155
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

VIII. La función social del Modelo de Gestión Penitenciaria en


el Ecuador

Por: Teresa Coba Gómez

Sumario

1. Discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho y Admi-


nistración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, el día jueves, 06
de junio de 2013.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

VIII. La función social del Modelo de Gestión Penitenciaria en


el Ecuador*

Por: Teresa Coba Gómez

1. Discurso

Es necesario partir de la idea de que la cultura jurídica de la que


actualmente somos parte hoy en día, nace de la transformación del dere-
cho natural al positivismo jurídico en el siglo de las luces; donde nace el
denominado “Ius puniendi” o derecho a castigar, que sin embargo forma
parte de una discusión bastante acalorada por parte de los doctrinarios
desde la época de la ilustración.

Dentro del derecho penal no han cesado los afanes de justificación


de las teorías de la pena, ya lo hemos visto con los anteriores expositores
en estos últimos tres días que hemos estado en el seminario, en el que se
han esbozado varias teorías que han pretendido buscar cuál es el fin de la
pena, lo cual es de fundamental importancia en el momento de justificar
el castigo penal. Lastimosamente, los doctrinarios se han visto en un es-
cenario bastante oscuro al momento de llegar a conclusiones, sobre todo
porque en el momento de aterrizar y poner en práctica todas esas teorías de
la pena, resulta que han llegado a la conclusión, de que el derecho penal,
no ha sido objetivamente positivo en el momento de la práctica, y basta
darnos cuenta en el estado que se encuentran las prisiones, no en el Ecua-
dor, a nivel mundial.

Se puede decir entonces que ha habido, por decirlo ligeramente


un leve fracaso de la fundamentación de la teoría de la pena, esto se debe
a que podemos mirar todos, cual es el contenido, cual es la esencia misma
de la prisión y nos damos cuenta que no tiene un sentido positivo para el
ser humano.

* Transcripción del discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho y Administración Pe-


nitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, el día jueves, 06 de junio de 2013 en el Teatro Universitario
de la Universidad Central del Ecuador.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

La teoría de la pena que se tenga para justificar el castigo penal es


de trascendental importancia al momento de elaborar las políticas públicas
del Estado. Quisiera repasar, cuáles han sido las teorías de la justificación
de la pena, un poco para aterrizar en lo que nosotros estamos planteando
como modelo de gestión penitenciaria.

Se divide a las teorías de la pena en tres grandes grupos: las teo-


rías absolutas de la pena, las teorías relativas de la pena y las teorías mix-
tas o eclécticas de la pena. La teoría absoluta de la pena por excelencia es
la retribución, aquello que nosotros llamamos el ojo por ojo o diente por
diente y que en los días anteriores del seminario se ha determinado que el
afán de la retribución es la búsqueda de la justicia. Kant y Hegel que son
los filósofos que por excelencia han sostenido la teoría retribucionista, de-
termina que la pena no tiene ningún otro fin que la restitución del derecho
lesionado.

Dentro de las teorías relativas de la pena, encontramos a las teo-


rías preventivas, Feuerbach que ha sido su principal expositor, determina,
a la prevención general, como una coacción psicológica de intimidación y
nacen con estas dos exposiciones las teorías mixtas o eclécticas de la pena
cuyo principal expositor y ustedes deben conocerlo, quienes se dedican al
derecho penal, es Claus Roxin, que básicamente lo que hace es una fusión
entre la retribución y las teorías preventivas de la pena, él determina que
el límite máximo de la pena debe ser la retribución, el límite mínimo de la
pena debe ser la prevención general y debe haber un espacio en ese fluc-
tuante, debe primar la prevención especial positiva.

La teoría ecléctica que plantea Roxin, es la teoría de la pena que
más ha sido utilizada a nivel mundial hoy por hoy para poder justificar el
castigo penal, me atrevería a decir que en el Ecuador nos pasa esto a pesar
de que tenemos una exposición expresa en la Constitución, que determina,
que el fin de la pena es la rehabilitación social; esto quiere decir que sigue
una teoría preventiva especial positiva; sin embargo nunca me aparto de
determinar que la pena implica una retribución, o si no pierde su razón
de ser, la pena busca el resarcimiento de la víctima a través de la justicia,
por ello la pena no se puede entender sin un contenido retribucionista o
aislado.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Dentro de las teorías preventivas existen varias; la teoría preventi-


va general y la teoría preventiva especial, dentro de las teorías preventivas
generales encontramos la teoría preventiva general positiva, la cual deter-
mina que la pena lo que busca es la vigencia de la norma, esto es lo que
muchos de ustedes tal vez que se dedican al derecho penal, han tomado al
doctrinario Günther Jakobs para sustentar su derecho penal del enemigo,
valiéndose también de teorías sociológicas como constituye el fusionalis-
mo sistémico con los autores Nicolas Luhmann, Talcott Parsons, mientras
tanto la teoría preventiva general negativa lo que busca es generar un po-
der de intimidación para que la sociedad no delinca, a través de mostrar
lo que se hace al momento de que el delincuente ha cometido un delito;
mientras tanto las teorías preventivas especiales negativas y positivas, la
negativa lo que busca es la neutralización del delincuente con un con-
tenido peligrosista siempre, el contenido peligrosista que heredamos del
positivismo criminológico y que fue reforzado con la teoría de la defensa
social también en la criminología positivista; mientras tanto la teoría pre-
ventiva especial positiva, que es lo que tenemos en la constitución, busca
la rehabilitación, la reinserción del privado de libertad, del delincuente; es
lo que mantenemos en nuestra constitución expresamente.

Dentro de la exposición teórica de lo que son las teorías de la


pena, me pareció importante tomar en consideración en esta exposición,
porque si uno no entiende el fundamento del castigo penal no sabe dónde
orientar un modelo de gestión penitenciaria; los centros penitenciarios que
es en donde vamos a ubicar a quienes castigamos penalmente, partiendo
de esta justificación, de esta exposición de motivos de la pena, podemos
decir que, a pesar de los esfuerzos que se han dado para justificar la pena
,no ha existido un criterio unificado.

Hay que partir en este seminario y es lo que han venido expo-
niendo los compañeros en las jornadas anteriores, de que la pena tiene un
contenido, la prisión tiene un contenido netamente negativo para el ser
humano, el ser humano no nació para vivir en cautiverio, el ser humano
nació para vivir libre, sin embargo no hemos encontrado una solución,

161
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

ningún doctrinario que a pesar de lo minimalista, evolucionista de lo que


se pretenda, ningún doctrinario ha podido esbozar una teoría que propon-
ga una solución alternativa a la pena privativa de libertad, por lo tanto con
eso tenemos que lidiar.

La pena privativa de libertad, el encierro, deteriora los sentidos


del ser humano, daña el oído, la vista, el gusto, el tacto, el olfato; sin em-
bargo, lastimosamente, no existe una solución alternativa.

La prisión, lo que tenemos hoy en día como prisión, a pesar de lo


que muchos creemos no tiene más de tres siglos de existencia, antes lo que
teníamos era depósitos de carne, lugares de tránsito, que lo que buscaban
era únicamente un paso para la imposición de penas como la tortura, el
castigo físico; entonces en todo este panorama que ha sido la prisión his-
tóricamente, que tenemos hace tres siglos desde su aparición en Inglaterra,
nos damos cuenta que no ha servido, eso nos reafirma también porque
fue utilizada de una manera macabra en el Tercer Reich de Hitler, que sin
embargo fue un momento histórico de quiebre para lo que tenemos hoy en
día.

Luego de la segunda guerra mundial y de las atrocidades come-


tidas en esta época de la historia, nace La Declaración Universal de los
Derechos Humanos en 1948, lo cual marca un importante inicio para la
consideración del ser humano como un ser con dignidad intrínseca.

Al no evidenciarse otra forma de resolver los conflictos que la


sociedad califica como delitos, toma fuerza el derecho penal liberal, como
instrumento para delimitar el uso del poder punitivo del Estado, nuestra
Constitución, cabe destacar, parte de la consideración del fin de la pena
como un fin preventivo especial positivo, esto quiere decir rehabilitar al
delincuente, y para eso, nos expone el artículo 201 el cual literalmente
determina que el sistema de rehabilitación social tendrá como finalidad la
rehabilitación integral de las personas sentenciadas penalmente para rein-
sertarlas en la sociedad, así como la protección de las personas privadas
de libertad y la garantía de sus derechos; el sistema tendrá como prioridad
el desarrollo de las capacidades de las personas sentenciadas penalmente
para ejercer sus derechos y cumplir con sus responsabilidades al recuperar
su libertad.

162
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Si la cárcel es a todas luces un lugar perjudicial y que deteriora


los sentidos, pero que sin embargo no existe otra alternativa que pueda
solucionar los conflictos penales, es deber del Estado generar las políticas
públicas correctas para que estos espacios sean espacios que generen, en
la medida de lo posible un desarrollo humano, y eso es lo que plantea
la reforma penitenciaria que está emprendiendo el Ecuador con dos ejes
fundamentales; la capacitación penitenciaria a través de la creación de una
escuela penitenciaria , con la ayuda de República Dominicana a través de
la Procuraduría General de República Dominicana, para que esta reforma
penitenciaria empiece a tener vigencia en el Ecuador; luego de la visita
que emprendió la Ministra de Derechos Humanos y Cultos, la Doctora
Johana Pesántez Benítez con la firma de un acuerdo de cooperación con la
Procuraduría General de República Dominicana, se empieza a implemen-
tar en el Ecuador una reforma penitenciaria, tomando en consideración
que la base principal de esta reforma es la capacitación del personal peni-
tenciario a través de la creación de una escuela penitenciara y también con
la implementación de un nuevo modelo de gestión penitenciaria, que lo
que busca es la organización administrativa de los centros penitenciarios,
pero sobre todo la atención integral al privado de libertad.

La implementación del modelo de gestión penitenciaria, hoy por


hoy, ya no constituye un plan abstracto en papel sino que está siendo evi-
denciado en los nuevos pabellones del centro de rehabilitación social de
varones Guayaquil número uno.

Este modelo de gestión penitenciaria nos obliga a nosotros como
operadores de justicia y sobre todo como operadores de justicia peniten-
ciaria a asumir dentro de todo ese panorama lo que implica la privación
de libertad; es necesario ser lo menos perjudicial posible, cumpliendo con
lo que justamente Liliana nos mencionaba el día martes en su exposición,
es necesario generar una política integral que facilite las condiciones de
vida de los habitantes, en este caso, de los privados de libertad, y cabe
decir que a pesar de todas las situaciones que se han dicho, tenemos la
voluntad política de implementar esta reforma; quisiera aclarar algo que
Nelson manifestaba en su exposición, una reforma penitenciaria no im-

163
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

plica únicamente la construcción de nuevos centros penitenciarios, pero


la inversión en infraestructura forma parte de un proceso de reforma, no
podemos deslindarnos de tener un espacio adecuado para poder ejercer
políticas públicas en favor de cumplir con los derechos de los privados de
libertad.

Para el planteamiento de este nuevo modelo de gestión peniten-


ciaria el equipo de trabajo que se formó en el Ministerio de Justicia, Dere-
chos Humanos y Cultos se realizó varias preguntas, en dónde se discutie-
ron varias inquietudes de que es lo que se quiere para iniciar este proyecto,
esta reforma. Primeramente asumir que el privado de libertad no es el
otro, no tomarlo como lo expone Günther Jakobs en el derecho penal del
enemigo como el otro, es un ciudadano más que tiene derechos y también
debe cumplir con obligaciones, y si trabajamos, y si el objetivo princi-
pal y la razón de ser en su mayoría del Ministerio de Justicia, Derechos
Humanos y Cultos es la atención al privado de libertad, porque somos el
órgano rector de las políticas públicas en materia penitenciaria, lo menos
que debemos hacer es considerar al privado de libertad no como otro sino
como un ciudadano más.

Partiendo de lo anterior, el privado de libertad consideramos es


un sujeto con una historia de vida, somos lo que hicieron de nosotros, nos
hemos dado cuenta que en la práctica, entrando a los centros penitencia-
rios, el privado de libertad, como todos nosotros, tiene una historia de vida
atrás, uno de los claros ejemplos y es necesario poner a consideración, los
abusadores sexuales, los victimarios de abuso sexual, muchas veces, la
gran mayoría, fueron víctimas de abuso sexual, una historia de vida que se
debe considerar dentro de un tratamiento penitenciario.

El objetivo del modelo de gestión penitenciaria, que es lo que


queremos lograr con la implementación de un sistema organizado dentro
de los centros de rehabilitación social, es que estos no sean lugares don-
de se embodeguen personas que han cometido delitos, es un lugar que
va ayudar a neutralizar la “peligrosidad” del delincuente; llegamos a la
conclusión de lo que queremos es crear un espacio adecuado para que el
privado de libertad se desarrolle integralmente.

164
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Partimos de la idea que tenemos el trabajo más difícil dentro de


los centros penitenciarios, el personal penitenciario es el personal con el
más duro trabajo a ejecutar, entrar a un centro penitenciario no es nada fá-
cil y nuestros agentes de tratamiento penitenciario llamados guías peniten-
ciarios, históricamente, tienen una ardua labor porque resulta que trabajan
con aquellos seres humanos con quienes todos los subsistemas han fraca-
sado, el subsistema de salud, el de vínculos familiares, el de educación,
el laboral, por lo tanto, es necesario atender integralmente al privado de
libertad.

El modelo de gestión penitenciaria, se basa en la política del plan


nacional para el buen vivir que tiene por objetivo impulsar un sistema de
rehabilitación social que posibilita el ejercicio de derechos y responsabi-
lidades de las personas privadas de libertad; este modelo de gestión peni-
tenciaria es un texto que nace conceptualmente pero que ya se halla siendo
aplicado.

El personal penitenciario es lo que más nos interesa en este mo-


mento; el Ministerio de Justicia está apuntando a generar en el personal
penitenciario una vocación de trabajo penitenciario, un afán de querer re-
formar, de cambiar las cosas. Este modelo de gestión penitenciaria, parte
de varios principios; el principio de la titularidad de derechos y dignidad,
consideramos que todas las personas privadas de libertad conservan la
titularidad de sus derechos reconocidos en la Constitución y en los ins-
trumentos internacionales de derechos humanos y que podrán ejercerlos
con las limitaciones propias que implica la privación de libertad; también
consagramos dentro de este modelo de gestión penitenciaria el principio
de legalidad que determina que las restricciones a los derechos que se
impongan a las personas privadas de libertad deberán ser conformes al
principio de legalidad; el principio de normalidad, el régimen de priva-
ción de libertad debe procurar reducir las diferencias que existen entre
la vida en privación de libertad y la vida en un medio libre; el principio
de separación, consideramos que es necesario que exista una separación
entre los privados de libertad hombres, mujeres, mayores de edad, meno-
res de edad, para lo cual inclusive tenemos un sistema de clasificación;
el principio de individualización del tratamiento que lo que busca es la

165
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

elaboración de un plan de vida personalizado dentro del centro de priva-


ción de libertad; el principio de cumplimiento de sentencia, una vez que
ha cumplido la sentencia el privado de libertad tiene que inmediatamente
salir del centro de privación de libertad; el principio de administración
única, el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, según lo
establece la Constitución y las leyes referentes, es el único organismo que
tiene la rectoría en asunto de rehabilitación social; el principio de integra-
lidad que lo que busca es que la atención del privado de libertad tenga un
carácter multidisciplinario; el principio de la convivencia no violenta que
lo que busca es que se mantengan las relaciones de cordialidad, no vio-
lentas, dentro de los centros penitenciarios, motivando para esto también
al personal penitenciario; el principio de responsabilidad y transparencia
que lo que busca es que el sistema de rehabilitación sea responsable por
las acciones u omisiones; el principio de atención prioritaria que también
se encuentra consagrado y parte de lo que determina la Constitución de la
República del Ecuador, los privados de libertad forman parte de un grupo
de atención prioritaria; y, el principio de igualdad y equidad que determina
que no habrá discriminación de ninguna naturaleza dentro de los centros
de privación de libertad.

Dentro del modelo de gestión penitenciaria, justamente hemos te-


nido para aterrizar, que pasar por situaciones difíciles dentro de lo que im-
plica la implementación de una nueva reforma; imagínense lo que es para
el privado de libertad la penitenciaria, que tenía una vida desorganizada
y todas la cosas que ustedes se pueden imaginar en su cuarto: televisores,
aire acondicionados, etc., situaciones ilegales ilícitas como el manejo de
dinero, la compra venta de sustancias estupefacientes; trasladarlos a un
nuevo modelo de gestión penitenciaria, a una nueva infraestructura peni-
tenciaria con un régimen organizado.

Empezamos a hacerlo con doscientos privados de libertad, los
menos problemáticos; al momento del traslado y las primeras dos sema-
nas fueron realmente complicadas para sostener este modelo de gestión,
complicadas desde el punto de vista que significa imponer un horario, un
sistema de obligaciones al privado de libertad que tenía un vida desorde-
nada; en la penitenciaria, implementando figuras para impedir el manejo

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

de dinero como nuestra figura del economato, y que es una réplica del mo-
delo de gestión de República Dominicana, una tienda de abarrotes para los
privados de libertad que busca que se impida el manejo de dinero dentro
del centro, el privado de libertad accede a estos productos a través de un
sistema de ticket, de esta manera también evitamos que se den situaciones
de corrupción, el manejo de dinero, siempre trae consigo problemas y
conflictos dentro de los centros penitenciarios.

En el papel, el modelo de gestión penitenciaria suena bastante lla-


mativo, bastante interesante, pero al momento de aterrizar es una situación
complicada; pero creemos positivamente que no es una tarea imposible
de realizar y tenemos los primeros resultados en estos pabellones, casi
seiscientos privados de libertad se encuentran ya en este nuevo régimen y
creemos firmemente que los resultados positivos que ha tenido este nuevo
modelo se debe a la atención integral basada en que el modelo de gestión
penitenciaria está obligado a cumplir una función social con el privado de
libertad.

Dentro del modelo de gestión penitenciaria para ejecutar las polí-


ticas que plantea se determina que es necesaria una adecuada clasificación
del privado de libertad; en la idea de un régimen progresivo el privado de
libertad ingresa al centro penitenciario, pasa por una etapa de observa-
ción que dura de 15 a 30 días, en esa etapa de observación el privado de
libertad es clasificado en máxima, mediana o mínima seguridad; para la
clasificación existe un grupo de trabajo técnicamente especializado, esta-
mos capacitando continuamente al equipo de trabajo que está laborando
en los nuevos pabellones y este modelo pretende ser replicado en la nueva
infraestructura y de acuerdo al régimen en donde se encuentre se elabora
el plan de vida que debe cumplir, aquí radica específicamente la función
social del modelo de gestión penitenciaria, el equipo de observación que
es el responsable de la elaboración del plan de vida con la persona privada
de libertad, lo que hace es analizar los antecedentes médicos, personales,
familiares y penales del privado de libertad, para sí determinar el área
donde debe el privado de libertad cumplir con su pena, elabora además en
esta etapa un plan de tratamiento y educación individualizado que consiste
en el diagnóstico y la identificación de las áreas de intervención.

167
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

El modelo de gestión penitenciaria lo que propone es que quien


lidere este tratamiento penitenciario, quién lidere esta atención al privado
de libertad sea un equipo psicosocial, un equipo de profesionales en psi-
cología, en trabajo social un abogado, un médico, una persona encargada
del área laboral y una persona encargada del área educativa; el plan de
tratamiento y educación es la base para construir el plan de vida que eje-
cutará el privado de libertad; con todos estos elementos lo que se hace es
verificar cuales son las características del privado de libertad para explotar
sus aptitudes, que le permita desarrollar todas esas capacidades durante el
cumplimiento de su pena privativa de libertad.

Durante este periodo de observación se mantiene a las personas


obviamente en habitaciones separadas, preferiblemente, para que el equi-
po de tratamiento dé una atención integral, en este punto, se estigmatiza
mucho la palabra tratamiento dentro de la jerga penitenciaria, se dice que
es invocar mucho teorías positivistas criminológicas y que implica tratar
al privado de libertad como un enfermo social, sin embargo nos hemos
dado cuenta, en la práctica, que la atención al privado de libertad no puede
deslindarse de un apoyo psicológico y de un trabajo social.

El derecho penal liberal pretende que exista una justicia penal de


acto y no de autor, pero el momento que nosotros como operadores de
justicia penitenciaria asumimos el deber de administrar los centros peni-
tenciarios y tenemos al privado de libertad con una serie de problemas;
hagan de cuenta ustedes que todos sus compañeros de la primaria, los
más indisciplinados de la clase, y unir esos con los de sus primos, tíos,
padres, en un solo lugar, esos son los centros penitenciarios para personas
conflictivas por esencia; lo que se debe hacer es brindarles una atención
integral a través de un tratamiento, palabra que ha sido estigmatizada por
muchos doctrinarios, pero que consideramos no debe haber un divorcio en
la atención psicológica y de trabajo social al privado de libertad.

El plan de vida de la persona privada de libertad, tiene los siguien-


tes elementos: el análisis de las exclusiones sociales, familiares, econó-
micas, educativas, laborales y de salud; las capacidades y destrezas de
las personas privadas de libertad; las aptitudes y vocación de la persona

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

privada de libertad; las metas, objetivos y plazos de cumplimiento del plan


de vida, en los aspectos educativos, familiares, económicos, laborales, de
salud, culturales y otros.

Existen plazos y actividades para avanzar en el sistema progresi-


vo; el sistema progresivo lo que consagra es que si un privado de libertad
entra en una etapa de máxima seguridad, donde tiene algunas restriccio-
nes, puede pasar en virtud de su buena conducta a una mediana seguridad,
luego de esa mediana seguridad a una mínima seguridad donde tiene más
posibilidades de desarrollo, también sin embargo, contemplamos un sis-
tema regresivo, consideramos que dentro de un régimen de privación de
libertad, los privados de libertad deben saber que tienen derechos pero que
también deben cumplir con ciertas obligaciones, este sistema regresivo lo
que hace es, el privado de libertad colocado en un área de mediana seguri-
dad, en base a su conducta puede regresar a un área de máxima seguridad,
en referencia a informes que tengan relación a su desenvolvimiento dentro
del centro penitenciario.

Otras de las funciones que cumple este modelo de gestión peni-


tenciaria, es que por primera vez, se tiene pensado un tratamiento post-
penitenciario, un plan de salida.

El equipo de profesionales de la coordinación de inclusión social


dentro de los centros de privación de libertad debe realizar las gestiones
necesarias para hacer efectiva las metas planificadas tales como la obten-
ción de créditos, el financiamiento para emprendimiento productivos de
empresas y demás; esto ya se tiene en planteamientos post penitenciarios
en Guayaquil; la atención del privado de libertad es una atención indivi-
dual, los centros de privación de libertad generalmente no han contado
con un equipo de tratamiento que se dedique a cumplir con los derechos
del privado de libertad, a dar un tratamiento al privado de libertad, y lo que
se pretende es hacer esto, dar una atención individual; en los pabellones,
hemos tenido acercamientos familiares, hemos acercado el tratamiento de
vínculos familiares a través del reforzamiento del rol de la trabajadora
social, es así que una vez que ha salido la persona privada de libertad del
centro penitenciario, lo que hace este programa post penitenciario es fa-

169
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

cilitar su reinserción social, para que el choque que implica estar privado
de libertad y reincorporarse nuevamente a un medio libre, sea lo menos
dificultoso para el privado de libertad; esto no puede ser posible, sin duda
alguna, sin una atención multidisciplinaria al privado de libertad, hacien-
do énfasis en el tema psicológico, en el tema de trabajo social, por eso des-
tacamos que las trabajadoras sociales dentro de los centros penitenciarios,
según propone el nuevo modelo, deben cumplir con varias actividades
respecto del protocolo correspondiente al área de trabajo social.

El modelo de gestión penitenciaria tiene varios protocolos de ac-


tuación, lo que pretendemos es establecer una guía dentro de lo que tiene
que hacer la actuación del personal penitenciario; llegar también a un se-
guimiento de las consultas diarias de actividades que se realicen en el área
de trabajo social, dar seguimiento sobre el medio social y familiar de la
persona privada de libertad, informar a los familiares, amigos y al aboga-
do del privado de libertad en que centro se encuentra la persona privada de
libertad; en caso de que las personas privadas de libertad sean extranjeras
éste tomará contacto con el correspondiente consulado, también realizará
el debido proceso de inducción sobre las normas, reglamentos, deberes
y derechos sobre las personas privadas de libertad, sugiere también a la
junta de tratamiento, que es un organismo dentro del funcionamiento del
modelo de gestión penitenciaria, donde tiene que ser ubicado el privado
de libertad; tenemos privados de libertad que tienen doble vulnerabilidad,
son discapacitados muchas veces, lo que se pretende con esto es facilitar
la condición de vida del privado de libertad en esas condiciones, eso es
ubicándolo en un espacio, por ejemplo, que no sea en un segundo piso sino
que ocupe el pabellón de la planta baja, situaciones que a veces parecie-
ran no ser tan complicadas, pero que nunca se las han ejecutado; también
coordinar las áreas de tratamiento y ejecución en el tema de consultas
individuales y grupales, realizar el seguimiento de las visitas familiares,
íntimas y de cultos; planificar, coordinar y ejecutar programas de preven-
ción e intervención socio familiar; planificar, coordinar y ejecutar progra-
mas dirigidos al establecimiento de vínculos familiares; organizar, coor-
dinar la implementación y adecuación del área infantil; ofrecer atención

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

e información oportuna a las personas privadas de libertad y familiares;


dar seguimiento a las personas privadas de libertad que se encuentren en
hospitales y casas de salud; elaborar y entregar informes en relación a
todas las cosas que se están planteando anteriormente; trabajar de manera
coordinada y multidisciplinaria con las áreas de tratamiento y educación;
brindar el asesoramiento técnico a los profesionales del centro de rehabili-
tación social; y, motivar y mantener una comunicación fluida y buen trato
inclusive con el personal penitenciario, estas son las funciones determina-
das en el área de trabajo social.

El área de psicología lo que pretende es brindar una atención psi-


cológica a las personas privadas de libertad; coordinar con las áreas de
tratamiento y ubicación en programas laborales, educativos y terapéuti-
cos; realizar las consultas individuales y grupales; organizar y realizar el
seguimiento a las visitas familiares, íntimas y de cultos; planificar, coordi-
nar y ejecutar programas dirigidos al restablecimiento de los vínculos fa-
miliares; dar seguimiento a las personas privadas de libertad que también
se encuentren en las casas de salud, todo esto conjuntamente con el área de
trabajo social; programar intervención para las personas privadas de liber-
tad que tienen trastornos psicológicos conjuntamente con las demás áreas;
realizar una interconsulta con el psiquíatra en casos de que así lo requiera;
manejar los datos e información de las personas privadas de libertad de
manera confidencial; coordinar con el Ministerio de Salud el desarrollo de
las políticas públicas en salud mental para implementarlas en los centros;
elaborar y entregar informes en la junta de tratamiento y educación; tra-
bajar de manera coordinada y multidisciplinaria con las otras áreas en el
tratamiento y educación de las personas privadas de libertad; y, coordinar
con los Ministerios y Direcciones relacionadas con el área de salud de
inclusión social, el desarrollo de políticas públicas en el centro de rehabi-
litación social.

El objetivo de este modelo de gestión penitenciaria es bastante


ambicioso, consideramos firmemente como Ministerio de Justicia, Dere-
chos Humanos y Cultos que si se puede ejecutar un programa de este
nivel, hemos visto la experiencia de República Dominicana que ha tenido
resultados bastante positivos.

171
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Antes de terminar quisiera leerles un poema que tiene Eduardo


Galeano y que constituye para las personas que formamos parte de la uni-
dad de reforma penitenciaria, siempre una motivación importante para tra-
bajar por los privados de libertad, que son aquellos seres que se encuen-
tran excluidos de la sociedad, se llama los “nadies”:

“Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies


con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la bue-
na suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena
suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita
cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie
derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. Los nadies:
los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos,
los ninguneados, corriendo la Liebre, muriendo la vida, jodidos,
rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino
dialectos. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican
cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos
humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre,
sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la
crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos
que la bala que los mata”.

172
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

IX. Cero ocio

Por: Roberto Santana

Sumario

1. Discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho y Admi-


nistración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, el día jueves, 06
de junio de 2013.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

IX. Cero ocio*

Por: Roberto Santana

1. Discurso

Muy buenas noches, quiero en primer lugar agradecer la invita-


ción que hemos recibido de parte del Ministerio de Justica y del equipo
que le acompaña para esta actividad tan importante, para la sensibilización
sobre el tema penitenciario en la sociedad ecuatoriana, en la sociedad la-
tinoamericana; y, el seguimiento que ha dado el Ministerio y su equipo a
las experiencias que se producen en la región y en el mundo para traer a su
Ecuador que es casi mi Ecuador.

Vengo a hablarles a nombre del Centro de Excelencia que es un


Organismo Regional de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito
en materia de reforma penitenciaria, no quiero que se abrumen ustedes o
que haya alguna confusión en el sentido de lo que señaló la distinguida
persona que intervino antes de mí, no vayan a creer que todas esas cosas
las estoy haciendo ahora, o sea ahora yo no soy profesor, decano, no, eso
fue en diferentes momentos, ahora yo soy un jubilado; me quiero dirigir
con muchísimo respeto a este público y muy especialmente a los funcio-
narios universitarios que están aquí, a los profesores a los cuales admiro
desde mi ámbito, desde mi ocio creativo, y sé lo que están haciendo y los
comprendo y les exhorto a que sigan así hasta que llegue el momento de
la jubilación, por igual a los funcionarios del Ministerio de Justicia y otras
dependencias, abogados y profesionales de diferentes áreas del conoci-
miento, y por igual a estudiantes.

El Centro de Excelencia de que se ha hablado de un nombre muy


largo de Naciones Unidas, es un organismo que trata de trabajar en la
región para el mejoramiento penitenciario, el desarrollo de modelos re-
gionales de reforma penitenciaria, estamos trabajando en la misma Re-
* Transcripción del discurso presentado en el Seminario Internacional “Derecho y Administración Pe-
nitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, el día jueves, 06 de junio de 2013 en el Teatro Universitario
de la Universidad Central del Ecuador.

175
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

pública Dominicana en la misma Centro América, estamos ayudando en


El Salvador, aquí en Ecuador y en otros lugares. El objetivo nuestro es
el intercambio de experiencias y que se pueda llevar adelante la reforma
penitenciaria, tomando en cuenta que la reforma penitenciaria no es sim-
plemente una reforma, es una modalidad de reforma educativa, reformar
desde el punto de vista educacional a aquellas personas que no tuvieron
determinado tipo de oportunidades, que son las personas privadas de liber-
tad que alrededor del mundo son once millones de personas, las cuales en
su abrumada mayoría, en más del 90% son pobres, entonces trabajar con
ese tipo de personas; tengo el deber por el reglamento del contrato que ten-
go con Naciones Unidas de decirles que el centro está a sus órdenes, que
está a la orden del Gobierno del Ecuador y que estamos a su disposición
y que tenemos una página web y que cualquier cosa que necesite Ecuador
estamos a la orden.

Bueno entonces rápidamente, quiero colocar en pantalla algo, eso


que ustedes ven en aquella pantalla es lo que yo tengo que asegurarme de
hablar con ustedes en esta tarde, y las últimas dos líneas es de lo que yo
tengo que asegurarme de que no puede dejarse de hablar; las personas que
ya vamos avanzando en el tiempo tenemos que asegurarnos de las cosas
porque al final, después que nos sentamos, empezamos a pedir la palabra
y decimos se me quedó tal cosa, yo tengo que hablarles de todo eso que
está ahí y lo coloqué ahí para revisar, haber si lo hice o no lo hice, vamos
a continuar con el tema.

Voy a hablar del tema “Cero Ocio y Tratamiento”, bueno ustedes


dirán por qué hay que hablar de ese ocio, todavía más por qué cero ocio,
si el ocio es bueno en general, por ejemplo el ocio creativo es bueno, sin
embargo, en el tema de los centros correccionales el problema reside en
que la ocupación principal de los privados de libertad en las prisiones del
mundo, cuál es, el ocio, esa es su ocupación principal, no hacen nada,
total en una buena parte de las prisiones del mundo la gente está trancada
día y noche, los sacan una hora o media hora, los sacan dos veces a la se-
mana y ahí ellos se encargan de cocinarse, verdad, de aprender cosas que
no aprendieron antes; los primarios, los que llegaron de manera primaria,
se convierten en expertos, y los expertos se convierten en doctores, y los

176
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

doctores, en post doctores; esa es la realidad del mundo penitenciario. En-


tonces una de las primeras cosas que hay que atacar es que hay que ocupar
a esas personas, ahora en que los vamos a ocupar, tenemos que ocuparlas
en otras cosas, porque cuando yo les dije que estaban ocupados en el ocio
no vayan ustedes a creer que es un ocio inocuo, es ocio para nosotros, pero
es aprendizaje para ellos, tenemos que sacarlos de aquel ocio y ponerlos
en un tipo de actividad, y cómo hay que denominar de alguna manera
el tema yo dije vamos a poner “Cero Ocio”; que quiere decir que ellos
no van a desarrollar su vida de encerramiento bajo cualquier modalidad,
máxima, mediana, mínima, no, lo van a desarrollar según su libre criterio,
sino que las autoridades penitenciales, los funcionarios penitenciarios los
van acompañar hacia una nueva oportunidad por la vía de los programas
de habilitación, no dije rehabilitación, dije habilitación, entonces quiero
cerrar ese tema de lo del ocio, sabiendo científicamente que, aquí tenemos
psicólogos, verdad, que el ocio creativo es parte de las actividades huma-
nas, el ocio de los artistas cuando se sientan a crear o de pie también pue-
den crear etc., entonces queremos convertir a los centros penitenciarios, a
los centros correccionales, en lugares de actividades, programas positivos,
educativos, transformadores, me van a decir eso no se puede, es imposible
ponerles actividades a tres mil personas, yo digo, no es verdad que no
es posible, porque cuando se dice por ejemplo que en tal país solo hay
un 4% de desempleo, por ejemplo, si tiene veinte millones de habitantes,
eso quiere decir que hay una cantidad de millones, la mayoría que tienen
actividad que hacer, entonces si podemos con tantos millones, yo creo que
si podemos con veinte mil, con quince mil personas, buscarles actividad,
todavía más hay que siempre buscar los ejemplos empíricos, los ejemplos
del día a día que me los puede dar, me los puede dar el camarógrafo cual-
quier persona me lo puede dar.

A usted me lo dejaron en la casa con dos de sus niños, ateniendo


a los dos niños, y usted a la vez tiene que hacer un documento, y los mu-
chachos son terribles, voltean un vaso o abren la nevera, prenden la estufa,
etc., usted tiene que buscar unas actividades a esos benditos muchachos,
para usted poder hacer su documento, usted no puede decir; mira la casa
cogió fuego porque no puede controlar a los muchachos, entonces es po-
sible hacer programas inclusivos de participación todo el tiempo para los

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

privados de libertad, para eso naturalmente tiene que haber una noción
de qué es lo que son las prisiones, qué deben ser la prisiones. Primero la
prisión es un lugar donde las personas están en contra de su voluntad, es
un lugar de violencia, de acuerdo para los que creen que ahora hay una
nueva modalidad, no hay ninguna nueva modalidad; el encerramiento es
una vulneración al segundo motivo de la existencia del ser humano, el
primer motivo es la vida, el segundo motivo es el libre albedrio.

La vida de las personas y el encerramiento violenta el libre albe-


drio, no porque él es muy pobre, si tú lo dejas ahí, él se queda, nadie se
queda, te tengo la comida, mira te tengo un traje, etc., nada y entonces
para que decidas si te quedas aquí o te vas por esa puerta, se va, no ter-
mina de que tú hables se va, y es lo lógico, es correcto, está en el código
histórico de la vida del ser humano de los seres vivos, entonces tenemos la
obligación de determinar que, en ese lugar de violencia, donde se sujeta a
las personas, porque la sociedad no los puede tener, aceptémoslo, así en el
medio libre, no se puede decir medio, en el ámbito de la libertad, verdad,
entonces cómo a esas personas usted las puede tener ahí y construir a par-
tir de esa situación especial.

Lo primero que hay que definir es qué es lo que no debe ser una
prisión; una prisión no es una fábrica, no es un cuartel ni militar, ni poli-
cial, una prisión no es zoológico, no es un manicomio; una prisión es un
centro de educación social, es un centro en el que luego de que el juez,
la autoridad judicialmente competente dijo usted es inocente o culpable
tiene que estar en control de la autoridad; usted a partir de ese momento,
queda en manos de un equipo multidisciplinario que le ayuda a llevar la
vida ahí, y que tiene la responsabilidad de devolverlo a la calle sano física
y mentalmente; no por una razón humanitaria, si no por una razón de res-
ponsabilidad social.

Entonces, si eso es lo que pensamos respecto de las personas pri-


vadas de libertad, y de lo que hay que hacer con ellas, hay que construir
un modelo en consecuencia; si lo que queremos es construir un centro
de educación social para educar a esas personas, darle herramientas, des-
trezas y demás para la convivencia social, entonces debemos tener las

178
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

herramientas para eso, no podemos resolver eso con un bate de violencia,


un palo, correcto, pero no es un palo, es un libro, no es un insulto, es un
acompañamiento, no estás ante un objeto inanimado, estás ante un ser
humano, tienes que acompañarlo; pero esas razones básicas y de valor,
porque hay razones utilitarias y no utilitarias, negativamente, sino utilita-
rias verdaderamente.

En mi país existen veinte cuatro mil personas privadas de liber-


tad, aquí en Ecuador hay veinte dos mil y así por el estilo, en Brasil hay
medio millón, en Estados Unidos hay casi tres millones, etc. Estamos aquí
en Ecuador cuántas personas hay en este salón, quinientas, setecientas,
ochocientas, esta cantidad no es nada comparable con los internos que han
cometido delitos y que van para la calle los próximo años, son más de los
que están aquí, o no, qué van hacer cuando salgan, van a pasar por su lado,
no tiene un letrero, le va a saludar, usted lo va a saludar, va a pasar por el
lado de su hijo, de su hija, cuando salen de la escuela; esas mil personas
que van a salir el próximo año, le interesa a usted entonces saber que va
a pasar con esas personas, le interesa saber si esas personas van a hacer
daño o no, le interesa saber en consecuencia qué se puede hacer con esas
personas antes de que salgan a la calle; es importante saber eso o no nos
importa, yo creo que nos importa; con ese argumento convencimos a los
empresarios de República Dominicana y Panamá cuando dijeron no esos
son delincuentes, no voy a invertir un solo centavo, le dijo la Ministra de
Justicia de Panamá, atención, en los próximos dos años van a salir cinco
mil delincuentes a la calle desde las prisiones y ustedes saben para donde
van, y dijeron los empresarios vamos a repensar el tema entonces, verdad,
porque una parte de esas personas van para las calles, para nuestro barrios
y para nuestros vecindarios, entonces no digamos no me importa, no es mi
familia, no importa.

Hace unos días estuvo aquí un argentino, Carlos Domínguez,


tiempo atrás él y yo estábamos en Buenos Aires y me dice Director, salió
de aquí, de esta prisión un panóptico de principios del siglo pasado, es una
persona extremadamente peligrosa, el tiempo pasó, un día yo voy a la es-
cuela donde está mi hija, cuando la estoy esperando, me pasa una persona
con un maletín y yo lo veo, sale con su traje, se monta en su auto, y cuando

179
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

le digo a mi hija tú conoces a ese señor que va ahí, ella me dice sí él es


mi profesor de informática, ese era el que estaba preso; era profesor de mi
hija, después que salió, o sea pensemos lo que hacemos, de acuerdo con
los privados de libertad, esto no es un juego, en el caso de las prisiones, en
consecuencia de las prisiones en general en el mundo, son lugares de se-
gunda oportunidad, he quitado el re de rehabilitación y hasta voy a quitar
el re de reinserción, porque en nuestras sociedades en general esconden
su responsabilidad, lo vienen haciendo muchos siglos desde antes de la
revolución industrial, donde bajo una modalidad de igualdad se nos quiso
emparejar a todos, para arrodillarnos a todos los esclavos, modernos ver-
dad y en el contexto de lo que son las prisiones llevadas al tiempo de hoy,
es indiscutible, que observar las prisiones de una manera agresiva, de una
manera punitiva lo que origina es una duplicación de la violencia original.

Las prisiones del mundo están recibiendo uno, y están originando


dos de violencia, con esa actitud de desentendimiento de las sociedades y
de creación de nuevos delincuentes, inducidos por las sociedades, prote-
gidos y pagados por las sociedades, porque las sociedades pagan ese tipo
de prisiones, las sociedades pagan para que los que no son delincuentes se
vuelvan delincuentes en las cárceles, pagan para que eso suceda ahí, pues
cuando las sociedades actúan de esa manera dicen no, vamos a rehabilitar-
los, y cuándo los habilitaron, porque quien se rehabilita es porque estuvo
habilitado antes, y cómo se habilita socialmente, una persona, con una
familia, verdad, con educación, con empleo, con un ambiente cultural y
comunitario digno, amigable de buen vivir, pero si a esa persona nunca se
le protegió a la familia, se le dio educación, no existió un ambiente favora-
ble para él, etc., se le habilitó, y si no se le habilitó, entonces cómo me va
a decir ahora que lo va a rehabilitar; es posible que usted este escondiendo
que no hizo su trabajo primero, usted no lo hizo, no me venga a pedir a
mí que soy empleado penitenciario, no me venga a encargar a mí la tarea
que no hizo, y decirme algo que no cumplió, dígamelo claramente, mira
Roberto tu trabajas en el área penitenciara, quiero decirte sinceramente
que a mí me tocaba encargarme de estas personas y no les di empleo, es-
taba encargado de proteger a esa familia y no la protegí, estaba encargado
de tener un ambiente barrial digno y lo no cree, etc., por eso y por mis
disculpas te estoy mandando esta persona ahí, por favor hazme el gran

180
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

favor, que puedes hacer con esa persona, devuélvemelo bien; así es que
tiene que actuar la sociedad, de una manera responsable, no por un tema
temporal, porque la sociedad dañada que tenemos ahora o que yo tengo
en República Dominicana, la que está en Panamá, o que tenemos ahora,
no la dañó Teresa, porque Teresa llegó ahora, la dañé yo; como me dijo un
grupo de muchachos allá en la universidad cuando yo tenía tres meses de
rector, oye Roberto, con esa biblioteca llena de libros viejos, y les digo o
sea que fui yo que los puse viejos, yo llegué ahora, esos libros están viejos
desde antes que yo llegará, díganme que busque otros libros, pero no que
puse los libros viejos, es decir no fue que el presidente mío o el de aquí,
Correa, bueno todo estaba bien desde que llegó Correa, entonces llenó las
cárceles de delincuentes; atención encontramos esta situación, vamos a
ver como entre todos la resolvemos eso es actuar responsablemente.

Entonces, es el mismo tema de la reinserción social, que los va-


mos a reinsertar, y cuándo estuvieron insertados esa gente, cuándo, todavía
más él que está escuchándome aquí lo sabe, y las salas de las provincias
saben lo que estoy diciendo; cada vez que sale una persona de una prisión,
aunque sea preventivo, aunque sea procesado es decir no condenado y
toca la puerta de una empresa y dice yo soy plomero o sé un oficio, de dón-
de tu vienes, ha bueno yo vengo de por ahí, no, dime de dónde tú vienes,
bueno usted sabe, no dime, bueno yo estaba en la prisión, bueno entonces
vuelve después, no es así que dice la sociedad, o le abre las puertas, hay
mijo qué bueno que llegaste ven, no, entonces no me hablen de reinser-
ción social, cuando la sociedad ni los habilitó primero, ni después quiere
aceptarlos tampoco, entonces para dónde se van a ir, para la luna se van a
ir, entonces de quién es la responsabilidad, es de todos, atención, porque
siempre se anda buscando un culpable, no, los culpables son esos em-
pleados penitenciarios que dejan a todo el mundo, que están cogiendo los
celulares; nosotros llegamos ahora, nosotros estamos recibiendo lo que tú
mandaste, nosotros estamos recibiendo el fracaso de las escuelas, estamos
recibiendo el fracaso del ambiente laboral, el fracaso del ambiente social,
el fracaso de los típicos bandidos en este mundo, en esta región a través
de los años, entonces no sé si bandido es una palabra fuerte, pero es una
palabra académica, que está en el diccionario.

181
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Que nadie sabe dónde está el dinero que le correspondía a todos,


para educar, para dar casa, para que se casaran los muchachos y tuvie-
ran una casa y un empleo; entonces imprescindiblemente tenemos que
crear un modelo comprensivo, y atención a la sociedad, de un modelo
de respeto al personal penitenciario, atención a los que somos profesores
universitarios, que me imagino que tiene que haber una veintena de profe-
sores universitarios, nosotros los exitosos profesores universitarios, muy
bien, dicen que no, que somos exitosos los profesores universitarios, uno
con maestría, doctorado, el nivel de grado, pero que es lo que recibimos
nosotros los profesores universitarios en las aulas, con los muchachos per-
fumaditos que llegan del empleo, que llegan de su casa diciendo me voy a
estudiar, me voy a graduar, entonces así ustedes, el muchacho saca cien o
A y se le gradúa.

Ahora yo quiero preguntarles a mis colegas profesores que están


aquí, ese es el éxito que tenemos, con éxito de los estudiantes que van a
nuestra aulas, muy bien, y yo les pregunto, cómo se mediría el éxito de
un profesor con cincuenta delincuentes, ese es un profesor si logra sacar
esos cincuenta delincuentes adelante, ese es un profesor bueno, de décima
categoría, o es un gran profesor; entonces yo no acepto que el personal
penitenciario es un personal de segunda categoría o de tercera o cuarta,
es un personal que está trabajando hasta donde fracasamos nosotros los
profesores universitarios, de acuerdo, y cuando usted logra que un ladrón
común y toda la tipificación de los delitos, logre y se reinserte con su
familia, y se reinserte con su barrio, y logre una licenciatura, y en base a
valores rehaga su vida, el profesor que logró eso es un súper profesor, no
me vengan a decir que entonces los penitenciarios somos personas que
tenemos que vivir escondidos, yo tengo una doble vida, claro porque estoy
metido en el tema penitenciario, porque los Estados a través del tiempo
han olvidado tanto el tema penitenciario, que las personas que están en el
tema penitenciario, ellos mismos tienen que esconder donde trabajan.

En una buena parte del mundo, poco a poco, a medida que los sis-
temas penitenciarios son responsables, se vuelven visibles y dan la pelea
contra todo el mundo, prensa y todo el mundo, y la que no es prensa que es
la chismosería familiar en las sobre mesas, acabando con todo el mundo, y

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

la pregunta es mire Javi dónde trabaja usted, yo trabajo por ahí, pero cómo
por ahí, no yo tengo un trabajo por ahí, por cierto es un trabajo transitorio,
porque tengo una mejor oferta, pero cuál es la que tienes ahora, no quiere
decir que trabaja en una prisión, porque si dice que trabaja en un prisión,
eso es en general en el mundo, una de las opciones, es que le digan pero
cómo llegaste ahí, cómo llegaste a eso, pero tú no preferiste mejor quedar-
te sin empleo, ese es el nivel de consideración; entonces hay que cambiar
la historia, hay que cambiar la página, los centros de corrección hay que
convertirlos en centros educativos, y no en cualquier tipo de centros edu-
cativos, centros educativos especiales integrados por unas personas con
un perfil especial, que se encarguen de arreglar lo que otros no pudieron
arreglar, y retornarlos a esas personas cómo personas útiles; el personal
penitenciario no va a acabar con la delincuencia, no, ellos no van acabar
con la delincuencia; la delincuencia en verdad la va a liquidar la equidad
social, la inclusión social; los penitenciarios se van a encargar de trabajar
con el producto que llegó ahí; pero con el que nunca debe llegar tiene
que ocuparse las políticas sociales, por eso Noruega, para decir un lugar,
lo que se llama el coeficiente de Gini y la violencia versus los niveles de
aprisionamiento, mientras más niveles de inclusión y equidad menos vio-
lencia y presos hay, es raro eso, no es raro, porque ninguna persona tiene
que salir a robar, como diría, una lata de leche para llevárselo a su hijo, o
una persona que entra en un lugar a robar violentamente en una pequeña
tienda, porque no tiene para comprar el ataúd de su hijo de dos años que
murió

Entonces es un tema de equidad social, la equidad social dismi-


nuirá en niveles significantes la delincuencia y la violencia social, porque
la mayor parte de la violencia y delincuencia social es el resultado de la
falta de oportunidades, de la violencia social originaria, porque la violen-
cia social común, es una violencia subsidiaria, la violencia original viene
de los que lo tienen todo y no quieren dejar nada para que los otros vivan,
entonces los demás buscan alguna manera de sobrevivir porque desde que
ya nacieron tienen que vivir, usted por lo tanto es un delincuente, como
dice Víctor Hugo en el libro los miserables, “quienes son los pecadores,
quienes son los culpables, quiénes son, los que pecan en la oscuridad o los
que hacen la oscuridad”.

183
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Entonces tenemos la obligación de trabajar con el tema de darle


educación, formación, a las personas que están ahí; esa es nuestra obliga-
ción, si no hacemos eso no estamos haciendo nada, las prisiones se van a
reducir simplemente a un trabajo de seguridad, y por eso es que en la ma-
yoría de las prisiones en el mundo, el tema es el de la seguridad, y resulta
que desde el punto de vista real, correlacional de la educación, de la edu-
cación para cambiar a esas personas, el tema de seguridad es simplemente
de aseguramiento, un tema accesorio, no cualquier tipo de tema accesorio,
porque es con personas que tienen hasta tres o cuatro generaciones hacien-
do lo mismo en el delito, entonces usted tiene que cuidarse, usted tiene que
cuidar la sociedad, usted tiene que respetar la decisión del juez; pero usted
tiene junto con eso que saber cuál es la herramienta, cuál es el botón que
usted tiene que tocar para que eso cambie, y que yo sepa en ninguna so-
ciedad del mundo un fusil o un policía, para decirlo de una mejor manera,
o una acción violenta contra una persona la hace mejor persona.

Entonces en las prisiones lo que se necesita es maestros, es edu-


cadores, son personas que acompañen, tiene que haber una seguridad para
que acompañe a eso, ahora que tipo de seguridad, una seguridad como las
que yo encontré en una de las islas del Caribe que me invitaron porque se
fugaron doscientos cincuenta una noche, y entonces, los de seguridad dije-
ron que se fugaron porque ellos estaban estudiando demasiado, porque eso
de profesor de estar dictando clases, ellos le perdieron el rastro los pro-
fesores, dicen que el trabajo de ellos es educar, el de los administradores
es administrar, los de seguridad dijeron no, lo mío es estar aquí, entonces
con un equipo así, tenía que haber resultados de esa manera, entonces los
centros penitenciarios, los centros correccionales, tienen que ser centros
integrales donde el maestro tiene que estar acompañado por el de seguri-
dad, el de seguridad es un educador con su ejemplo, con su vestimenta,
con su actitud, con sus palabras, no es una persona que tiene un palo o un
fusil y un uniforme intimidante, y por igual el administrativo también,
en mi país, en un momento le dijimos al personal, no de seguridad, les
decimos miren vamos a darles un entrenamiento en seguridad a ustedes,
al personal que no es de seguridad, es decir a los médicos, los psicólogos,
vamos a enseñarles este tema porque les puede servir en la calle, pero les
puede servir desde aquí, desde el punto de vista práctico.

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Lo cierto es que era necesario eso, porque si algún interno o inter-


na, principalmente interno o grupo de ellos se violentaba, o hasta hacían
un motín ustedes saben que eran los principales aliados, consientes, por-
que creaban un alboroto terrible el personal técnico, hay un cuchillo, hi-
rieron a uno, y los primeros que creaban un bullicio tratando de salir eran
los médicos, los profesores; bueno a esta gente hay que formarla, también
para que entre todos acompañemos este proceso, para que todos asuma-
mos la responsabilidad; dijo la odontóloga entonces a mi me van a dar
un revolver en un momento de necesidad, no te vamos a dar un revolver,
lo que queremos es que no seas parte del problema cuando ocurra algo,
entonces este personal tiene que actuar como equipo, sabiendo que está
en una escuela para cambiar personas, no cualquier tipo de persona, sino
aquellas que tienen la cabeza de este auditorio, porque el que esta privado
de libertad tiene la cabeza del tamaño de este auditorio, un día está bien
otro día está mal, un día saluda otro día cuando te mira te quiere matar con
la mirada, esos son los estados de ánimo cambiantes del que está privado
de libertad.

Les hablé del tema de la federación de estudiantes y ustedes saben


lo que está de por medio, de hecho estuve en Chile con un dirigente de
aquí de Ecuador y otro de Guatemala, y cuando volvieron aquí, al de aquí
lo mataron y al de Guatemala también, busquen el nombre, un dirigente
estudiantil ecuatoriano, entonces cuando yo les digo que estuve en la Fe-
deración de Estudiantes, que bueno Roberto, cuántos discursos, yo estuve
setenta y dos veces preso, una de las veces dos años, el equitativo del juez
dijo si, está bien Roberto tus muchachos intelectuales, etc., entonces dos
años para él, o sea de lo que yo estoy hablando, yo sé, yo no estoy hablan-
do de oído o porque lo leí en un libro, si Roberto vete, límpiala bien para
cuando vuelves, entonces cuando hablamos aquí de que tenemos que darle
actividad a todos, es imprescindible formar adecuadamente el personal,
todo personal, antes de ir a uno de los penitenciarios tiene que pasar por
una academia, hay que formarlo, y si es el caso del equipo de tratamien-
to, hay que convocarlos, estoy hablando con la experiencia de Repúbli-
ca Dominicana, con concurso público, hay que darle un diplomado, hay
que darle formación continua, hay que animarlos que se involucren en
las maestrías; a los profesionales de la educación, psicología, psiquiatría,

185
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

trabajo social, derecho, medicina, odontología, a todos, a los choferes hay


que pasarlos por la escuela, primero a las cocineras, a los encargados de
mantenimiento, ustedes dicen no Roberto, eso no es importante, mentira,
si es importante, es un equipo integral que debe trabajar de manera inte-
gral; un chofer lleva a treinta internos en un autobús hacia el tribunal en el
marco de un día caluroso, para decir algo, sudando copiosamente, él dice,
el murmura, pero lo escuchan, miren en que ha terminado mi vida, yo de
chofer de todos estos ladrones, todos estos delincuentes, entonces ellos lo
escuchan y dicen, pero el psicólogo, esta gente no cree en nosotros, ningu-
no, mira lo que está diciendo el chofer, el psicólogo lo que trata de hacer es
lavarnos el cerebro, de acuerdo, entonces hay que formarlos a todos, a los
choferes, a las que cocinan, a todos, para que tengan una actitud uniforme,
correcta, digna respecto a los privados de libertad y puedan estar en una
actitud de involucrarlos permanentemente en las actividades.

Para eso hay una estructura en la cual, en la última línea de abajo


dice que el equipo es lo mismo, que los equipos técnicos, el jurídico, salud
física, mental, asistencia social, educación y producción; cuántos orga-
nismos, debe haber cuarenta o cincuenta organismos que participan en el
tema; allá preside el patronato que ayuda al tema; eso que yo les dije de
los empresarios cuando les explicamos que iban a salir tres mil el próximo
año o algo así, que ellos sabían para donde era que iban, entonces dijeron
no, nosotros queremos colaborar, entonces hicimos un patronato y eso es
una organización civil de gente de buena voluntad, metimos a los empre-
sarios a las universidades a los deportistas, a los periodistas.

En la sociedad actual no se puede trabajar sin los medios de co-


municación, porque si usted no trabaja con los medios de comunicación,
ellos no saben lo que está pasando, es decir lo que ellos entiendan o lo que
les llegue, pero si usted los informa de los que está pasando, una parte va
a decir lo que es, otros pueden decir lo que no es, pero saben lo que es, y
otros se quedarán callados, no se puede trabajar en las sociedades abier-
tas horizontales de hoy, sin los medios de comunicación, redes sociales,
etc.; entonces ahí tenemos muchos, todos esos que ustedes ven ahí, está la
gente de agricultura, los deportistas, los organismos que hacen prestamos;
porque cuando los internos salen a la libertad, una parte de ellos no tiene

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Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

dinero, o si tiene, posee muy poco dinero, entonces tiene que hacer un
pequeño préstamo, etc.; entonces trabajamos con todo esto, en manos de
quién se pone los centros, en manos de la comunidad.

Ningún gobierno puede con un sistema penitenciario, ningún go-


bierno puede solo, la sociedad tiene que estar ahí acompañando porque
en esa prisión hay una cantidad de personas de esos alrededores, organice
los alrededores, hable con esos alrededores, ahí está la mamá, los tíos, los
que le prestaban, los compañeros de estudio si estudiaba, organice a esa
gente, y póngalos a vigilar el centro, y póngalos a vigilar el personal, en el
mejor sentido; esa misma comunidad es la que le dice mire, ahí una parte
de ese personal que usted cree que está haciendo el trabajo, esos salen a
media mañana y entran en tal sitio y hacen tal cosa, hay que estar en la
comunidad, el Estado solo no puede a un tema que no es solo del Estado,
es un tema importantísimo tomarlo en cuenta.

Entonces el resultado de la gestión de un centro será evaluada


positivamente en la medida que todos los integrantes de los equipos, en-
foquen sus esfuerzos en el cumplimiento de los programas de tratamiento,
es decir, un tema concreto; las clases, primarias, secundaria, universidad,
alfabetización; cuando los internos van, salen de sus alojamientos, celdas,
etc.; porque hay una clase en un aula, ¿van solos?, se supone que no van
solos, y si no llegan o si no llegan de quién depende, de la seguridad;
entonces la seguridad tiene que contribuir con la educación, si los llevan
al médico, si los llevan a cualquier programa, entonces eso quiere decir,
que todos los sectores del sector administrativo, del sector de seguridad y
del sector de tratamiento forman parte de una sola finalidad pedagógica y
acompañamiento a los privados de libertad.

Bueno cómo se ejecuta eso, se ejecuta con un horario regimental,


los privados de libertad tienen que estar la mayor parte del tiempo, absolu-
tamente la mayor parte del tiempo, fuera de sus alojamientos, porque hay
que reproducir en la prisión en la medida de lo posible, las condiciones
más parecidas a la calle; hay modelos que todos los conocemos, los bue-
nos, los malos, los anteriores en el mundo; donde tiene a los alojamientos,
y frente al alojamiento, frente a la cama, tiene ahí un comedor, ahí mismo

187
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

tiene la silla de cemento, y tiene también como una mesa de cemento, bue-
no, pero en la realidad debe ser así, la gente tiene la cama y el comedor en
el mismo sitio, pues no haga eso en la prisión, porque son seres humanos
no son animales, es decir no es un granja de chivos o de cerdos, por Dios,
son seres humanos.

Entonces tratas de reproducirle espacios de alojamiento, espacios


de actividades, educativas, recreativas, lúdicas, y demás, entonces para
eso debe haber un horario regimental, y ese horario regimental es el que
garantiza que a lo largo del día los internos, desde la mañana hasta la tar-
de, están en diferentes actividades, o están estudiando, o están laborando,
o están contribuyendo a la limpieza y funcionamiento del centro, o están
en actividades religiosas, conyugales, o están recibiendo a sus niños, o a
sus abogados, o están haciendo cualquier actividad; una batería de treinta,
cuarenta actividades, si usted tiene un batería de treinta o cuarenta activi-
dades, no hay posibilidad de que una persona se quede en su alojamiento;
pero dirán Roberto cómo es eso, porque si es horario, eso es obligatorio,
pues sí es obligatorio, a pero eso vulnera los derechos humanos; no vul-
nera ningún derecho humano, y si usted quiere saber si vulnera derechos
humanos o no, en la casa suya que trabaja usted y que trabaja su mujer,
a los que están casados, dígale no yo me voy a quedar aquí, levántate y
eso si no te descuenta ese día el sueldo, es como dijo Engels, el trabajo
se ha convertido en una parte, no únicamente sociológicamente sino es su
desarrollo antropológico de la disciplina, de vida del ser humano.

Entonces tiene que levantarse, no es que yo no me cepillo, usted


no se cepillaba en la cárcel, porque por cada vez que usted no se cepilla
usted tiene una muela mala y nosotros tenemos que pagar todo eso; ahora
tiene que ir a estudiar, no que yo no quiero ir a estudiar, es un tema que
está en debate ahora mismo en muchos centros penitenciarios del mundo,
no porque eso vulnera la libertad de decisión del interno, el interno dice
yo lo que soy es un ladrón y yo no voy a estudiar, yo viene aquí hacer mi
cárcel; le dijimos tú no viniste te trajeron, y otro de los problemas es que
la ley dice que por lo menos la alfabetización es obligatoria, pues yo no
voy a estudiar, a mí las letras no me entran, a no te entran las letras, bue-
no le decimos entonces mira, le dice a la psicóloga le vamos a ver para

188
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

que te concentres en el orden inmediato, vamos a desconectarte de ese


mundo de allá fuera, no vas a tener llamadas telefónicas, eso es opcional,
de acuerdo a la ley tú tienes derecho hacer una llamada, esto es el caso
según la legislación de República Dominicana, cuando eres apresado tiene
derecho hacer una llamada para decir estoy en tal sitio, de ahí en adelante
haya teléfono o no haya teléfono eso es otra cosa, bueno dice entonces
quítenme todo teléfono que yo no voy a estudiar, está bien no hay ningún
problema, cuando pasan dos o tres emanas viene la trabajadora social y
le trae a la familia y le dicen que estudie, y continua en la negativa de no
estudiar, bueno decimos entonces tenemos otra cosa, aquí es que nosotros
vamos a faltar si no te alfabetizamos, te ponemos un tutor a ti solo, es una
cosa difícil; bueno no se resuelve definitivamente el problema, entonces
dice la psicóloga aplíquenle el plan B, se lo cita, aquí está la junta de trata-
miento, a partir de este mes tú no tienes visita conyugal, el hombre con eso
ya está estudiando al otro día, no hubo que darle palo, ahí está el equipo
acompañándolo, como debe ser, la sociedad que le falló a esa persona, en
la mayor parte de los casos, porque hay otro tipo de delitos que nosotros
lo sabemos, entonces se trabaja de esa manera donde todo el mundo tiene
que hacer algo, a lo largo del día.

Para poder hacer eso, el equipo de tratamiento tiene que tener una
matriz anual de trabajo, que hay que supervisarlo, porque dentro de los
profesionales, todos los profesionales, voy a empezar conmigo, yo soy
politólogo, yo estudié ciencias políticas, entre nosotros los profesionales
hay una cantidad de filósofos que se las saben todas, específicamente para
no hacer el trabajo, entonces hay que tener una matriz de rendimiento y
todas las semanas tiene que reunirse un informe del trabajador social, del
psicólogo, etc., de qué pasó con sus internos, qué hicieron si una persona
no fue un día a la escuela, bueno entonces se elabora un informe de por
qué no fue ese día, es decir el cero ocio no es algo espontáneo, todos a
trabajar, es un proceso complicado; el eje de todos los planes de trata-
miento; a través de lo que cambian todos los seres humanos, a través de
la educación, entonces ese es el fundamento del tratamiento penitenciario,
la educación es el fundamento de cualquier modelo de gestión penitencia-
ria; el fundamento de la gestión penitenciaria no es ni la seguridad, ni la

189
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

administración, ni los edificios buenos o malos, es la educación, así como


dice en la Biblia “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”, solo se
puede llegar al conocimiento por las vías de la educación.

Las diferentes modalidades de la educación, pues puede haber


computadoras como no puede haber computadoras para que haya educa-
ción, lo único que debe haber es la modalidad escolarizada, es que haya
un profesor y unas personas que quieran aprender, y hay muchísimas mo-
dalidades de educación en las que la gente aprende, de la vida misma, y
aprenden bien; en qué consiste la educación en los centros correccionales,
aumentar las oportunidades, disminuir el ocio y educar para la libertad,
para el buen vivir, para vivir correctamente; no es formar técnicos ladro-
nes o ladrones técnicos, es formarlos en valores y darles las destrezas téc-
nicas, ahí están entonces los indicadores para medir el tema de la educa-
ción, porque no es educarlos simplemente, sino educarlos de acuerdo con
las características de ese establecimiento para obtener unos determinados
resultados, y ahí está.

Los CCR’S, en el caso de República Dominicana, todos son reco-


nocidos como escuelas por el Ministerio de Educación, diligenciado por
nosotros, por lo tanto no están reconocidos solo como dependientes de la
Procuraduría, se trata de centros educativos certificados por el Ministerio
de Educación, y para que eso suceda tiene que haber una determinada
calidad ahí adentro; en nuestro país existe lo que son las llamadas pruebas
nacionales, el cual es un examen del Estado al final de la primaria, al final
de la secundaria, para todo el mundo; antes de ir a la secundaria hay un
examen del Estado, no de las escuelas, del Estado, para todos los estu-
diantes, y al final de la secundaria otro antes de ir a la Universidad, allá
el promedio, son dos oportunidades, en la primera oportunidad reprueban
más del 73% en el país, en el segundo momento solo reprobó el 23%, esto
quiere decir el 76% aprueba las pruebas nacionales; nosotros tenemos seis
años, el modelo tiene nueve, pero participando para pruebas nacionales
para diez, tenemos seis años y en esos seis años tenemos dos personas
reprobadas, a qué se debe, al acompañamiento de los profesores.

190
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

La alfabetización, nosotros tenemos cero analfabetismo, por lo


que yo explique, después de lo que usted llega, ahí a los seis meses usted
ejecuta eso que dice que está alfabetizado, la educación formal; la educa-
ción universitaria la tenemos en siete de los centros penitenciarios, no en
todos, para que haya educación universitaria tiene que haber bachilleres
graduados, y hay una parte que no tiene bachilleres graduados, educación
técnico vocacional, idiomas, esto no es ninguna exageración, simplemente
yo tengo tres alemanes presos y les pongo a enseñar a toda esa gente en el
penal, eso también es parte de la terapia del cero ocio; informática con una
institución del Estado, cada vez que inauguramos un centro tenemos tres
salas de informática; la educación especial para los internos con discapa-
cidades de aprendizaje, educación en valores, eso sí, yo para finalizar daré
lectura, “está presente como ejes transversales en todas las modalidades
educativas, es el punto de partida de lo educativo en nuestros centros,
todo curso, taller, entrenamiento, capacitación, toda asignatura teórica o
práctica incluye una acción pedagógica básica sobre los valores morales
patrióticos, familiares; incluye referencias puntuales a la corrupción, a las
drogas, al ambiente y al género”.

Las actividades laborales y productivas, como terapia ocupacio-


nal, como aporte al auto sostenimiento del centro, como una actividad
lucrativa para generar riqueza material, apoyar a la familia.

Punta Cana es un centro turístico de República Dominicana, y


bueno, todo el que va a Punta Cana come ensalada de espinacas, esa se
produce el 100% en los centros correccionales de República Dominicana,
la van a buscar en camiones refrigerados, y por qué esa empresa tiene esa
predilección, porque es más barata, se venden las espinacas más baratas,
el impacto del área de la salud física en los centros de corrección es una
manera de ocuparles el tiempo a ellos, tienen que ir al médico, tienen que
ir al psicólogo, al psiquiatra, salud física, etc.; la educación física, de-
porte y recreación; para completar la educación física, es importantísimo,
ustedes lo ven, está en el horario regimental, el tema de los deportes por
igual, se hacen torneos permanentemente, aunque a la mayoría lo que les
gusta es el dominó, influencia de la familia, pero la familia influye en el
tema también del cero ocio; nosotros tenemos diferentes tipos de visitas

191
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

familiares, visitas de los familiares directos, de los indirectos, visita de los


niños, y cosas por el estilo, y todo eso le va ocupando el tiempo al interno
de eso se trata; asistencia social, el trabajo social, los aspectos esenciales,
dice que el fortalecimiento del núcleo familiar en el cero ocio, la visita
de los niños, las actividades especiales de los días especiales, actividades
litúrgicas, los destinos, los internos indigentes y los permisos de salida,
todo eso contribuye al cero ocio

Ustedes dirán cómo puede ser cero ocio si hay bastantes activida-
des para ponérselas a ellos de manera constructiva, los destinos hablan de
involucrarlos a ellos en actividades de mantenimiento del centro, en tema
de autodisciplina, además, sería absolutamente inmanejable, por ejemplo,
un centro para tres mil personas y tenderles las camas a todas, no señor,
que lo hagan ellos como parte de su auto disciplina; las visitas conyuga-
les contribuyen de manera muy grande a la eliminación del cero ocio, a
la estabilidad emocional de los internos, es una terapia tremenda para la
estabilidad, de hecho, tanto la parte que esta fuera de la prisión como las
que están en la prisión abogan por los programas de tratamiento; tenemos
un programa de evaluación y clasificación de conducta que permite en
cada celda calificar la conducta de cada cual, al estar eso publicado con su
nombre enfrente del alojamiento, el que tiene la conducta roja para donde
tiene que coger, para la amarilla, y el que está en la amarilla y el que está
en la verde no quiere bajar de verde, porque eso va para el juez; después,
y entonces eso ha dado una tranquilidad, el tiempo de vigencia son tres
meses, dice que el verde de julio a septiembre, el 83% de los internos están
en verde, que quiere decir muy buena, óptima; dice que en amarilla existe
el 14%; y, en roja esta el 3%; de octubre a diciembre en zona amarilla un
16%; y resulta que ese 2.3%, que quiere decir, regularmente entre más
o menos, entre uno y medio o dos, los toca meter en aislamiento porque
agreden al personal, o porque hacen episodios de abstinencia, y entonces
hay que tenerlos aislados, no aislados mal, sino para poder estar encima
de ellos permanentemente, y eso resulta que coincide con la tasa de rein-
cidencia nuestra, que es menos que un 3%, nosotros tenemos problemas
alrededor de un 2%. Muchas Gracias.

192
DISCURSO DE CLAUSURA
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Carmen Simone Lasso


Viceministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos*

La pena es sin duda uno de los conceptos más debatidos y ana-


lizados durante los últimos doscientos años, si bien se la han atribuido
diferentes funciones como el constituir un resarcimiento por el daño cau-
sado o el de prevenir futuros ilícitos, en el Ecuador, desde la carta política
de 1998, pero aún mayor énfasis en la Constitución del 2008, la función
primordial que cumple la pena es la rehabilitación integral de quien es en-
contrado culpable del cometimiento de un ilícito, con miras a conseguir su
reinserción social; más pese a esta declaración presente en nuestra historia
constitucional de hace casi quince años, hasta hace poquísimo tiempo,
fruto del desinterés estatal y de la partida de distintos gobiernos que se
han sucedido en el poder, el Ecuador no contaba con un auténtico sistema
de rehabilitación social, muy por el contrario, las cárceles en este país se
administraban con una visión casi retaliativa, fundada en una aparente
proporcionalidad que debía existir entre el daño producido y el castigo que
estaba llamado a infringirse al delincuente, para nadie es ajeno el hecho
de que las personas privadas de libertad lidiaban diariamente con la inco-
modidad, el hacinamiento, la insalubridad el trato inhumano, la carencia
de estrategias ocupacionales, la inexistencia de tratamientos psicológicos,
y la ausencia de políticas eficaces de re adaptación; señales todas del evi-
dente abandono en que estaba sumido el sistema.

Las páginas de nuestra historia están repletas de dolorosos relatos


de personas que consumieron sus vidas tras las rejas, despojados de sus
más elementales derechos, vejados, degradados y sencillamente olvidados
por un sistema, al que le irritaba el simple hecho de su existencia; grata-
mente esta realidad ha empezado a cambiar, y hoy como Estado nos plan-
teamos la vigencia de una pena estructurada a modo de una restricción de
derechos personales contemplada en la ley, y puesta siempre por un órga-
no jurisdiccional a través de un debido proceso; asistimos a una humaniza-
ción de la pena, motivada desde diferentes formas normativas y a un surgi-
* Discurso de clausura pronunciado el día jueves, 06 de junio de 2013 en calidad de Viceministra de
Justicia, Derechos Humanos y Cultos en funciones, período agosto 2012 - junio 2013, como cierre del
Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma en el
“Teatro Universitario” de la Universidad Central del Ecuador.

195
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

miento de nuevas concepciones dentro del derecho penal ecuatoriano, con


el decisivo apoyo gubernamental que ha venido acompañado de una gran
dosis de voluntad política; el gobierno de la revolución ciudadana se ha
propuesto transformar la lacerante realidad del antiguo sistema carcelario,
impulsando una dura pero necesaria reforma hacia la consecución de un
verdadero sistema de rehabilitación social, esta reforma descansa sobre
varios ejes, en primer lugar una propuesta normativa en torno al régimen
penitenciario contenida en el proyecto de Código Orgánico Integral Penal,
que ha sido presentada por el ejecutivo a la Asamblea Nacional, proyecto
en el que se ha tomado las nuevas corrientes filosóficas y criminológicas
respecto de la pena y su función social, sin descuidar por supuesto la fa-
ceta pragmática del sistema penitenciario, la coordinación de políticas pú-
blicas relacionadas con el sistema en un trabajo directo y mancomunado
con los operadores de justicia y primordialmente con fiscales, defensores
y jueces.

La renovación y capacitación permanente del personal peniten-


ciario, no solo de aquel encargado de la seguridad, sino también de quie-
nes realizan tareas de índole administrativo y docente; el diseño de me-
canismos que garanticen los derechos humanos de las personas privadas
de libertad, la difusión de su respeto por parte del Estado, pero también
entre las sociedad civil; el debate académico con las socialización de la
reforma a través de la cooperación y coordinación con expertos nacionales
e internacionales, que han servido para mejorar el proyecto, enriquecer su
discusión, y reafirmar conceptos y visiones de otras latitudes que apor-
tan en el continuo mejoramiento de nuestra propuesta, a fin de concretar
el último de esos ejes, pensadores, tratadistas y doctrinarios del derecho
penal en general, y con reconocidos expertos en materia penitenciaria, es-
tos espacios de expresión, discusión y reflexión se tornan imprescindibles
para conseguir que la sociedad en su conjunto comprenda y aprenda la
necesidad y los beneficios de este proceso.

Durante los cuatro días precedentes este escenario ha sido tes-


tigo de uno de esos espacios de rico intercambio de experiencias y con-
cepciones, este seminario internacional sobre “Derecho y Administración
Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma”, ha tenido como empeño pri-

196
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

mordial el de socializar los contenidos y alcances de la reforma peniten-


ciaria emprendida en nuestro país, contrastándola con procesos similares
que países hermanos han impulsado en el pasado dentro de los esfuer-
zos que impulsamos desde el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos
y Cultos como ente rector de la rehabilitación social en el país; durante
la administración de la Dra. Johana Pesántez Benítez hemos venido lle-
vando a cabo una serie de seminarios internacionales con la presencia de
connotados profesionales y que continúan implementando con análogos
propósitos; esta semana hemos podido escuchar Alejandro Marambio de
Argentina, asesor de Consejo de Ministros de Justicia de Ibero América,
quien expuso el tema “Análisis Criminológico del Sistema Progresivo”,
expresando las falencias de los sistemas penitenciarios de Latino Améri-
ca, y señalando como el sistema progresivo contribuye en el tratamiento
y la efectiva rehabilitación de las personas privadas de libertad; Florence
Fitte-Vallee, de Francia, magistrada integrante de la Escuela Nacional de
la Magistratura de ese país, nos ilustró sobre el rol de los jueces en garan-
tías penitenciarias, compartiéndonos las experiencias y las buenas prác-
ticas que en materia de rehabilitación y reinserción se han alcanzado en
Francia con la intervención del juez de la ejecución de penas y su facultad
para controlar el cumplimiento de las mismas; Juan Carlos Domínguez de
Argentina, miembro del Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas
para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente ILANUD,
con su ponencia titulada “Escenas temidas dentro de los centros peniten-
ciarios”, se refirió a los conflictos y a los miedos del privado de libertad en
los centros penitenciarios, con la finalidad de identificar causas, efectos y
posibles tratamientos para conseguir una objetiva rehabilitación; Liliana
Rivera del Ministerio de Justicia de la República de Costa Rica, a tra-
vés de su ponencia titulada “Política criminal y constitución”, departió
en torno a la interrelación entre normas y principios fundamentales y las
delicadas decisiones de política criminal; Nelson Rauda, Catedrático de
la Universidad Politécnica del Salvador expuso sobre el tema “Cultura de
Paz y Organizaciones Criminales Juveniles”, aludiendo al enorme reto de
la gestión de derechos humanos en un ambiente de personas privados de
libertad altamente complejo, como son los adolescentes; Marco Antonio
Fuentes, miembro de la Gendarmería Chilena en su ponencia titulada “La
seguridad Penitenciaria en el contexto de los Derechos Humanos” nos dio

197
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

a conocer que la seguridad va ligada al ejercicio de los derechos humanos


y refirió como el uso progresivo y adecuado de la fuerza no debe deslin-
darse de las garantías y prerrogativas fundamentales de las personas priva-
das de libertad; Roberto Santana, director de la Escuela Nacional Peniten-
ciaria de República Dominicana en su ponencia sobre “Cero Ocio”, el día
de hoy nos orientó sobre como emplear constructivamente el tiempo de la
persona privada de libertad a través de programas culturales, deportivos,
intelectuales, entre otros, siempre con el propósito de potenciar sus capa-
cidades y a sus vez generar herramientas que posteriormente permitan su
reinserción en la sociedad; así, mismo con el fin de compartir los logros
y los retos de la reforma que ha emprendido nuestro país, Teresa Coba,
asesora de la Ministra de Justicia y Coordinadora de Unidad de Reforma
Penitenciaria se refirió a la función Judicial del modelo de gestión peni-
tenciaria en el Ecuador, mismo que identifica los principales aspectos del
régimen de privación de libertad para lograr una correcta gestión por parte
de los operadores del sistema, en procura del buen vivir; finalmente la
doctora Johana Pesántez Ministra de Justicia Derechos Humanos y Cultos
abordó el tema de la rehabilitación social y su contribución a la seguridad
ciudadana, analizando las causas estructurales y los factores de riesgo que
influyen en el incremento de la violencia en el Ecuador, análisis crimino-
lógico que muestra la necesidad de la rehabilitación social y cómo este
elemento contribuye a reducir los índices de reincidencia, garantizando así
la seguridad ciudadana y afianzando la labor del Estado como garante de
los derechos de las y los ciudadanos.

A nombre del Gobierno de la Revolución Ciudadana quiero agra-


decer a todos y cada uno de los invitados especiales que participaron en
este espacio académico como expositores y ponentes, gracias por aportar
con sus conocimientos y experiencias a formar los conocimientos funda-
mentales y sustento doctrinario que justifican y otorgan contenido acadé-
mico a la reforma del sistema de rehabilitación social en nuestro país.

Hago extensivo de igual manera mi agradecimiento a todas y cada


una de las coordinaciones zonales del Ministerio de Justicia, Derechos
Humanos y Cultos y a las diferentes casas legislativas de la Asamblea

198
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Nacional del Ecuador, que permitieron la trasmisión del evento académi-


co a través de videoconferencia, a las provincias de Guayas, Pichincha,
Manabí, Los Ríos, Azuay, Tungurahua, Chimborazo, Santo Domingo de
los Tsáchilas, Cotopaxi, Imbabura, Santa Elena, Carchi, Bolívar, Cañar y
Morona Santiago; con esta oportunidad quiero agradecer también a todos
ustedes por su presencia en este auditorio, por la gran acogida que ha te-
nido este evento entre los operadores del sistema judicial, pero sobre todo
entre los operadores del sistema penitenciario.

Desde el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos esta-


mos convencidos que ninguno de nuestros emprendimientos tiene sentido
si es que la sociedad en su conjunto no despierta un interés auténtico en el
proceso de reforma que ha comenzado en el sistema penitenciario, estado
y sociedad debemos transitar juntos en este difícil pero gratificante cami-
no hacia la revolución penitenciaria.

Aprovechando la oportunidad me es grato anunciar el lanzamiento


del libro, “Memorias del Segundo Seminario Internacional sobre Preven-
ción del Delito y Derecho Penal” que tuvo lugar en este mismo auditorio
en el mes de septiembre del 2012, publicación que ponemos a disposición
de la ciudadanía para su difusión y análisis como parte del compromiso al
aporte de la cultura jurídica que tiene esta cartera de estado.

El libro contiene entre otros interesantes trabajos de reconocidas


figuras del pensamiento mundial como Antonio Henrique Graciano Sux-
berger miembro del Ministerio Fiscal de la ciudad de Brasilia, que en su
ponencia “Política Criminal y Reforma Penal” plantea algunas reflexio-
nes sobre el sistema de justicia penal y la necesidad de convertirlo en un
sistema más justo; Samuel González, experto de la oficina de las Nacio-
nes Unidas para las Drogas y el Delito quien con su ponencia “Hiperga-
rantismo e impunidad” postula que la justicia y la seguridad deben ser
entendidas como cuestiones distintas pero inmediatamente relacionadas;
Francisco Muñoz Conde, profesor de la Universidad Pablo de Olavide
de Sevilla, en su artículo “Las relaciones entre el sistema penal y otras
formas de control social”, explica que la prevención general positiva es
asumible siempre que el sistema penal afirme y asegure los otros sistemas

199
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

de control social y coincida sustancialmente con ellos; Edgardo Donna,


profesor argentino en su ponencia “Los delitos de peligro sus problemas
en la dogmática actual”, señala de manera acertada que en la dogmática
actual el derecho penal no es necesariamente la solución para los conflic-
tos en la sociedad de riesgo y trabajo; la doctora Johana Pesantez Ministra
de Justicia, quien expuso sobre las medidas de seguridad con carácter post
delictual y en particular de las medidas de seguridad de libertad vigilada,
como una herramienta político criminal que permite combatir el delito y
sobre todo prevenir.

Al finalizar esta exitosa jornada de capacitación felicito a la Sub-


secretaría de Desarrollo Normativo del Ministerio de Justicia, Derechos
Humanos y Cultos y a todo su personal por la organización de este evento,
a la par que agradezco a la Asamblea Nacional del Ecuador, a la Coopera-
ción Regional Francesa para los Países Andinos, a la Universidad Central
y a la Universidad Internacional SEK, por coparticipar con esta Cartera de
Estado en esta iniciativa.

Como colofón solo quiero compartir con ustedes una última re-
flexión, el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos y todos
quienes formamos parte del mismo, estamos absolutamente consientes
que aún nos queda muchísimo camino por recorrer para conseguir nues-
tros propósitos en materia de rehabilitación social, sabemos que el trabajo
que nos espera es arduo, conocemos que los obstáculos son grandes, pero
nuestra voluntad y nuestro optimismo al igual que el compromiso de cam-
bio siguen siendo inquebrantables, por lo que les instamos a seguir parti-
cipando activamente en este proceso de transformación. Muchas Gracias.

200
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

Nota biográfica de autoras y autores

Alejandro Marambio Avaria (Argentina): Abogado de la facultad de


Derecho de la Universidad de Buenos Aires, con especialización en De-
recho Penal. Maestría en Derecho Penal, Universidad Torcuato Di Tella.
Docente de Filosofía del Derecho, Facultad de Derecho de la Universi-
dad de Buenos Aires. Docente de Derechos Humanos de la Universidad
Nacional de Lanús. Organizador y disertante del II Seminario Regional
Latinoamericano de la Asociación Internacional de Correccionales y Pri-
siones (ICPA) 2010. Disertante en el Seminario internacional “Acroosthe
legal age, Young adultsinthe criminal Area, organizado por el Ministerio
de Justicia de Italia, 2010. Entre sus publicaciones se destacan El futuro
de las prisiones, Revista Zettel, año V, número 5 (2005) y Revista Pensa-
miento Penal del Sur, nro. 2, año 2006. Consideraciones sobre los medios
de impugnación en la etapa de ejecución penal, Revista de Derecho Penal
y Procesal Penal, nro. 16, diciembre de 2005, Ed. LexisNexis.

Florence Fitte Valle (Francia): Máster en Derecho privado de la Univer-


sidad de Ciencias Humanas y Sociales de Perpignan (Francia). Participó
en la misión en México sobre el tema de la ejecución de penas y de la
aplicación de penas. Participación en las simulaciones en la sede de la
IEJ en la Universidad Burdeos. Juez de aplicación de penas y apoyo del
puesto de la sede penal 1er Grado ENM Burdeos. Entre sus publicaciones
se destacan La Liberación Condicional en CANADA-QUEBEC.Las Uni-
dades hospitalarias Especialmente Adaptadas y la Creación de la Unidad
de Hospitalización especialmente adaptada (U.H.S.A DE CADILLAC).
Experiencia en materia penitenciaria. Formadora sobre el fuero penal y la
aplicación de Penas (2012). Realizó un viaje de estudio con los auditores
(REJ).

Juan Carlos Domínguez (Argentina): Psicólogo Clínico de la Univer-


sidad Nacional de la Plata. Licenciado en Psicología de la Universidad
de Costa Rica. Profesor Titular Universidad Nacional de Buenos Aires.
Actual representante del ILANUD en Argentina por medio del convenio
entre dicho organismo y el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Pro-

201
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

vincia de Buenos Aires.Ponente al Seminario de Posgrado “Criminología


y seguridad Humana, Facultad de Psicología UNLP. Fue catedrático de
Psicología Forense Facultad de Psicología Universidad Nacional de La
Plata. Asesor del Ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires
y director a cargo del programa ILANUD. Director del Programa de se-
guridad Humana Cátedra Latinoamericana de Criminología y Derechos
Humanos AlessandroBaratta, Universidad para la cooperación Internacio-
nal Costa Rica. Profesor y Director Programas Académicos. Universidad
para la Cooperación Internacional Costa Rica. Entre sus publicaciones se
destacan El Derecho a ser joven. Vulnerabilidad psico-social del niño y
adolescente en riesgo, publicación del P.I.F.A.T.A.C.S. Director del Pro-
grama: “Abordaje comunitario de la Restitución del Derecho a la Educa-
ción de los niños y adolescentes vulnerables”, entre otras.

Liliana María Rivera Quesada (Panamá): Licenciada en Derecho de la


Universidad de Costa Rica. Máster en Ciencias Penales. Docente de Dere-
cho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica.Par-
ticipó en el “Internacional VisitorLeadershipProgram”, del Departamento
de Estado de los Estados Unidos de N orteamérica: Drug Con-
trol Policy and DemandReductionEfforts in the US. Actual Viceministra
de Justicia en asuntos penitenciarios. Ha asistido a diversas actividades,
talleres y seminarios, relacionados con, Justicia Constitucional, Derecho
Procesal Penal, Política Criminal, Sistemas Penitenciarios, Penas Alterna-
tivas, Narcotráfico, Derecho Internacional Humanitario, así como diver-
sos cursos sobre técnica legislativa y procesos de creación de ley. Entre
sus publicaciones se destacanEl delito de relaciones sexuales remunera-
das con personas menores de edad.OIT/IPEC, 2006.El fin de la política
criminal en un Estado Republicano de Derecho. Humanismo y Derecho
Penal, San José, Editorial Jurídica Continental, 2007. Lo invisible de la
Política Criminal: el sector penitenciario (En prensa), 2011.

Nelson Rauda Portillo (República del Salvador): Licenciado Juris-


prudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de Sonsonate. Director
General de Centros Penales. Fue Jefe para el Desarrollo Penal y Crimi-
nológico, departamento de Prueba y Libertad Asistida, Corte Suprema de
Justicia. Catedrático de las materias de Criminología, Derecho Penal y

202
Memorias del Seminario Internacional Derecho y Administración Penitenciaria: Fundamentos de la Reforma

procesal Penal, Universidad Politécnica de El Salvador. Ponente al Se-


minario Internacional “Derecho y Administración Penitenciaria repúbli-
ca del Ecuador”. Realizó capacitaciones para abogados sobre el Código
Procesal Penal aprobado y pendiente de entrar en vigencia. Documentos
elaborados destacados Artículo sobre Punibilidad (Que forma parte del
módulo de Derecho Penal). Coautor de la política penitenciaria imple-
mentada en el Salvador.

Johana Pesántez Benítez (Ecuador): Doctorado en leyes máster en


Ciencias Políticas y Administración Pública Pontifica Universidad Cató-
lica del Ecuador (PUCE). Doctorado en Problemas Actuales del Derecho
Penal y de la Criminología, Universidad Pablo de Olavide, España. Fue
asistente en la investigación y seguimiento de varios procesos judiciales
en la sala de lo Penal de la ex Corte Suprema de Justicia. Participó en la
etapa de modernización de la Función Judicial. También colaboró en la
Dirección Nacional de Asesoría Jurídica de la Presidencia de la Repúbli-
ca, Rafael Correa. Sus primeros pasos en su carrera los dio en los Con-
sultorios Jurídicos Gratuitos de la PUCE, en calidad de Asistente Legal.
Fue Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de la República del
Ecuador. Fue catedrática en la PUCE, Universidad de las Américas, Uni-
versidad Tecnológica Indoamérica de Ambato y de la Universidad Técnica
Particular de Loja. Ha publicado textos de análisis sobre la explotación se-
xual infantil, segunda evaluación del sistema procesal penal y un análisis
sobre el atentado al pudor, difundido en la Revista Novedades Jurídicas,
entre otras.

Marco Antonio Fuentes Mercado (Chile): Oficial de Gendarmería de


Chile, Servicio Público dependiente del Ministerio de Justicia. Diplo-
mado en Gestión Pública, Universidad de Chile. “Planificador Social”,
Universidad de Los Lagos. Dirección Nacional de Gendarmería de Chile.
Dirección Nacional de Gendarmería de Chile. Fue Director Regional de
la Araucanía. Fue Alcalde de la Unidad, Centro de Cumplimiento Peni-
tenciario de Puerto Montt. Asistió Segundo Encuentro de Directores Re-
gionales Año 2012, Gendarmería de Chile. Seminario de Oportunidades
Estratégicas, Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos
(2012). Primer Encuentro Directores Regionales Año 2012.Segundo En-
cuentro de Directores Regionales Año 2011.

203
Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos

Teresa Coba (Ecuador): Licenciada en Ciencias Jurídicas y abogada,


Pontifica Universidad Católica del Ecuador. Candidata a la especialización
en Derecho Penal y Criminología, Universidad de Buenos Aires. Forma
parte del grupo de investigadores “UBA: Derecho, Ciencia y Tecnología”.
Participó en la Reunión de Expertos de Alto Nivel en Reglas Mínimas
para el Tratamiento de los Reclusos realizado en el 2012 en República Do-
minicana, y fue invitada a conocer el sistema penitenciario de Nebraska.
Fue asesora de la Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos para
la creación de la Escuela Penitenciaria y elaboración del Nuevo Modelo
de Atención Integral para privados de Libertad.

Roberto José Santana Sánchez (República Dominicana): Politólogo.


Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Vicepresidente
de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL).  Profesor
de las Cátedras de Desarrollo Político, Ciencias Políticas, Historia de las
Ideas Políticas y Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo
(UASD).Profesor del Instituto Militar de Estudios Superiores. Profesor del
Instituto de Altos Estudios Estratégicos de las Fuerzas Armadas. Profesor
del Instituto Dominicano de Capacitación de Empresas (INDOCADE).
Director de Planificación  y Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas
y Políticas. Asesor del Procurador General de la República y  Fundador
y Miembro Fundador  del Departamento de Prevención de la Corrupción
Administrativa. Consultor Académico de la Universidad Iberoamericana
(UNIBE). Presidente del Instituto Dominicano de Capacitación de Empre-
sas (INDOCADE). Director de la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP).
Coordinador Nacional del Modelo de Gestión Penitenciaria de la Repúbli-
ca Dominicana. Profesor de la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP).
Conferencista y participante en intercambios sobre temas educativos y/o
penitenciarios en el hemisferio americano, Europa y Asia.

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Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos
Subsecretaría de Desarrollo Normativo

ISBN: 978-9942-07-589-5
Diseño y diagramación: Gráficas Ayerve C. A.
Impreso por: Gráficas Ayerve C. A.
1ra. Edición: 2014
Quito - Ecuador

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