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Índice
Gabriela Valiño (2011) afirma que “ se considera a una ludoteca como un espacio
para jugar con materiales y juegos diversos”
Crear instituciones para jugar en sociedades que viven en una crisis económica
permanente puede parecer un lujo superfluo. Este prejuicio ha llevado a menudo a
privar de juegos a los niños que más los necesitan, cuando en realidad la actividad
lúdica, por la interacción que supone entre comunicación y expresión creativa,
libertad y autodisciplina, es de un valor inestimable para el desarrollo infantil y la
futura integración sociocultural.
1
Dinello, R. (1991) Las ludotecas en América Latina, en Revista El Correo de la Unesco mayo
1991
2
Raimundo Dinello, uruguayo, es profesor de sociología de la educación Especialista en
orientación educativa y en formación de recursos humanos, ha sido consultor pedagógico
de varias universidades europeas y latinoamericanas y ha participado en congresos y
reuniones internacionales sobre temas de su especialidad. Entre sus publicaciones recientes
cabe mencionar Psicopedagogía intercultural (Neuchâtel, 1987) y Expresión lúdico-creativa
(Montevideo, Nordan, 1989).
En primer lugar, en el Capítulo referido a la Educación Inicial de la Ley de
Educación Nacional 26.206/2006 se propone como uno de sus objetivo: “Promover
el juego como contenido de alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, afectivo,
ético, estético, motor y social.
Porque no cumple con las condiciones mínimas de espacio y tiempo para que
sucedan experiencias lúdicas particulares. Alentamos y valoramos la inclusión de
estos momentos y lugares para jugar. Sabemos que suman en oportunidades para
enriquecer el aprendizaje y desarrollo de los niños pero también defendemos la
creación de lugares especialmente armados y pensados para que sucedan
experiencias de juego particulares tal como lo plantean las ludotecas en los
términos en los que las estamos pensando.
Por otra parte nos preguntamos por qué está bien pensar que esta experiencia no
reúne las condiciones para considerarla una ludoteca. De este modo,
colaboramos con el reconocimiento de la necesidad de generar un espacio
particular propio de la ludoteca entendida como se define y caracteriza al inicio.
También consideramos que las tres variables claves: espacio, tiempo y objetos
con potencial lúdico asumen definiciones particulares.
Para responder a esta pregunta nos pronunciaremos en relación con las diferentes
variables o dimensiones claves que caracterizan toda situación educativa:
espacio, tiempo y grupos entre otras . En el caso de la ludoteca los objetos y
materiales resultan fundamentales en tanto son promotores de diversas acciones
por eso merecen ser analizados y cuidados especialmente. Luego
estableceremos algunas condiciones mínimas y máximas para ubicar a cada
experiencia dentro de lo que consideramos ludotecas escolares.
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Goicochea, P. (2016) “Moverse con otros en la ludoteca escolar. Los universos
lúdicos en la escuela”. Ponencia presentada en el IX Encuentro Internacional OMEP
Este espacio “habitado”, al decir de Bachelard, es un “no yo” que protege al “yo”.
Lo aloja y lo ampara. Un refugio que da seguridad, confianza.
En este espacio, habitado por los jugadores, es maravilloso verlos guardar, caos
que vuelve el espacio a su punto inicial, despidiendo las huellas de todo lo
sucedido durante este modo, único e irrepetible de habitarlo.
Se despiden, sabiendo que van a volver a construir estos mundos breves, ficticios
y verdaderos. Se van con la memoria de lo vivido, y con la certeza de que lo que
terminó hoy vuelve a empezar, al volver a cruzar el umbral que separa y une a la
ludoteca del resto de la institución escolar.
“La posibilidad de lo imposible, los sueños, las ilusiones, son los temas de mis
novelas”, decía Saramago. Podríamos nosotros afirmar, parafraseando sus
palabras que la posibilidad de lo imposible, los sueños, las ilusiones, son los
temas de los juegos de los niños. Por eso, pueden construir sus mundos posibles.
El tiempo del juego y del jugar es un tiempo diferenciado del tiempo escolar,
aunque suceda en la escuela. “Quiero tiempo pero tiempo no apurado”, dice Osías
en la canción de María Elena Walsh. Podemos pensar con ella sobre este tiempo.
No es detenido ni lento por no ser “apurado”, sino pleno y placentero y, sobre todo,
“no enjaulado adentro de un despertador”, aunque los tiempos escolares son
pautados y consensuados para permitir la organización institucional. El juego
sucede en un tiempo pautado externamente, pero no se reduce a él. En este
sentido, es considerado como juego en el contexto escolar. Es una temporalidad
subjetiva, intensa, una experiencia de tiempo pleno que constituye al sujeto en su
transcurrir. Es el tiempo que da lugar al misterio, al enigma y sus mútiples
sentidos.
Desde lo planteado en este escrito podríamos pensar que la Ludoteca tal como la
estamos caracterizando en el presente documento conformaría una propuesta que
ofrece a los niños y niñas participantes el mayor grado de libertad por eso se
complementa con otras propuestas lúdicas presentes en la Escuela
Según Patricia Goicochea (2016) la ludoteca es una voz que se suma a otras
voces todas promoviendo el juego pero con distintos grados de libertas/
direccionalidad externo. Lo que tiene que tener la ludoteca es una voz diferente a
incluirse en el coro de las voces que enseñan y promueven el juego.
Parecería que depende de cual sea el objetivo del docente, ambas propuestas
dirigidas o más o menos libres pueden resultar adecuadas según sean los
contenidos a enseñar. Lo que aun queda por dilucidar es si las actividades
dirigidas se las considera juegos. Los juegos tradicionales , reglados son juegos y
los modos de actuar están definidos por las reglas. Desde esta mirada entonces
armar el barrilete podría ser un juego de construcción de juguetes para hacer
volar.
Por último veamos lo propuesto para la Sala de 5 años en relación con el área de
la Educación lúdica. Sus objetivos de aprendizaje son:
Bibliografía:
Almeira de Gargiulo, H. (1987) Folklore para jugar. Estudios del folklore aplicados.
Bs. As. Plus Ultra.
Bordes, Juan. (2012) Historia de los juguetes de construcción. Madrid. Ed.
Cátedra.
Chanan G. Y Hazle, F.(1984) Juegos y juguetes de los niños del mundo, Paris,
Serbal UNESCO
Glanzer, Martha (2000) El juego en la niñez. Un estudio de la cultura ludica infantil.
Ed. Aique. Bs. As.
Sarlé,P. (2006) Enseñar el Juego y Jugar la Enseñanza. Ed. Paidos. Bs. As.
Ullúa, J. (2008) Volver a jugar en el Jardín. Una visión de educación infantil natural
personalizada. Rosario. Ed. Homo Sapiens.
Valiño, G. (2011) Ludotecas escolares para el Nivel Inicial. Fundamentación
pedagógico y aspectos organizativos. Ministerio de Educación. Presidencia de la
Nación.
Disponible en: http://www.sipi.siteal.org/sites/default/files/sipi_intervencion/1-
ludotecas.pdf