Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Materia: Economía
Fecha de entrega: 13/11
Alumno: Olivera, Leonel
Docente: Varela, Andrea
¿Cómo era la situación política y económica hacia 1958?
Frondizi presidente
Escenario político: Frondizi llega al poder condicionado, por un lado, por una
obligación contraída con Perón que necesariamente debía respetar para
viabilizar su gobernación y por el otro flanco por las Fuerzas Armadas artífices
de la Revolución Libertadora que se encargarían de reprimir cualquier intento de
acercamiento a tendencias peronistas y/o comunistas. Esta disyuntiva constituyó
el dilema fundamental en el cual el presidente electo debía desarrollar la gestión
de gobierno. Además se sumaban reclamos de otros sectores como la izquierda
que confrontaba al gobierno en el plano educacional en contra de la injerencia
clerical y la educación privada. El sector agropecuario, representado por la
Sociedad Rural, elevó sus reclamos por el rol secundario asignado en el plan de
desarrollo y hasta la Unión Industrial presentó resistencia al hecho de devolver
a los sindicatos el pleno ejercicio de sus derechos. La UCRP también se presentó
como una dura oposición al gobierno durante toda su gestión.
Modelo de gobierno
Sin embargo, lejos de abandonar el modelo ISI era necesario ampliar el ámbito
de la sustitución de importaciones al sector de la industria de base, es decir a
lograr una expansión vertical que integrara los procesos productivos de insumos
y bienes de capital a las ramas livianas ya desarrolladas. Para ello, el capital
extranjero desempeñaría un rol protagónico en la financiación y la dotación de
tecnologías de punta. El Estado debía ser el órgano que orientara la inversión
extranjera y proyectara la realización de obras de infraestructura y
comunicaciones. El objetivo prioritario de incrementar la producción de petróleo
y gas natural tendría un doble efecto, por un lado, reduciría las ataduras de las
importaciones de esos recursos y por otro lado estimularía la industria
petroquímica. La agricultura no figuraba dentro de la lista de prioridades puesto
que según la estrategia, la producción agrícola se beneficiaría de los avances
técnicos y la mecanización de sus actividades previo desarrollo de la industria
siderúrgica.
Era necesario, pues, virar el rumbo hacia la moderación de las políticas fiscales
y monetarias y, liberar las políticas cambiarias y de sector externo. El entonces
Ministro de Economía, Emilio Donato del Carril presentó con éxito, en
Washington, las políticas de estabilización y obtuvo el otorgamiento de un crédito
stand-by por 75 millones de dólares. Además se acordó junto con otros
prestamistas diversos préstamos que totalizaron la suma de 329 millones de
dólares. La estabilización de la economía se consideraba un requisito previo
para la atracción de las inversiones extranjeras que permitiría estimular y
modernizar el aparato productivo. El resultado macroeconómico de corto plazo
no fue estimulante. Para 1959 el producto bruto interno cayó 6,5% interanual, la
generación de empleo se estancó y se ampliaron las brechas entre los sectores
de mayores y menores ingresos. Se disparó la inflación minorista llegando a un
pico histórico del 129,5%. La devaluación, que había llevado al tipo de cambio a
rondar los 100 pesos por dólar, incitó a los particulares a deshacerse
rápidamente de pesos acentuando el aumento de precios. El salario real se
derrumbó casi un 20% comparado con 1957.
Con esta realidad se agitaron los ánimos sociales y el gobierno sufrió reclamos
gremiales y un sinfín de huelgas. Se puso en ejecución el plan CONINTES
(CONcomoción INTerna del EStado) y se declaró zona militar a La Plata y se
intervinieron varios gremios. También hubo levantamientos de las Fuerzas
Armadas, en junio y septiembre que mostraron su malestar. Para calmar los
ánimos se presentaron cambios en el gabinete presidencial, el 22 de junio se
designa Ministro de Economía y de Trabajo a Álvaro Alsogaray. El nuevo
encargado de la Cartera de Economía, agradable a los ojos militares, continuó
los lineamientos restrictivos y la política de austeridad. Apeló a la paciencia de
los distintos sectores e hizo célebre su frase: "hay que pasar el invierno". Se puso
énfasis en la reducción del déficit presupuestario, se disminuyó el aparato
estatal, se cancelaron los aumentos salariales.
La salud económica era endeble, Frondizi insistía con medidas drásticas para
salvar la economía y con ello la política. El mandatario apostó, en lo que sería
su última vez, al voto popular y habilitó al peronismo a participar políticamente
terminando con largos años de proscripción. La victoria del candidato peronista
Andrés Framini para la gobernación de Buenos Aires, el 18 de marzo de 1962,
resultó ser el golpe de knockout para sus aspiraciones de fortalecer la situación
política. El triunfo peronista disparó las alarmas de las Fuerzas Armadas.
Frondizi fue depuesto, por un nuevo golpe militar el 29 de marzo de 1962.
Conclusión
En total fueron 1428 días en los que, con aciertos y errores, se intentó llevar a
cabo un novedoso programa de desarrollo nacional que no pudo o no supo lograr
gran parte de sus objetivos. Pero que de no haber actuado bajo tantos
condicionamientos y finalmente derrocado, tal vez hubiera aproximado al país a
un nivel superior de desarrollo.
Bibliografía