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RESÚMENES DE PROYECTIVAS

TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA ENTREVISTA. SU APLICACIÓN EN PROCESOS


DIAGNÓSTICOS. VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DEL INSTRUMENTO. VECCIA

Introducción a la técnica

La entrevista es el más complejo y sofisticado de los instrumentos con que


cuenta el psicólogo para explorar, evaluar y operar en los distintos campos de aplicación
de su disciplina (sin embargo, no lo hace de igual manera en cada uno de ellos).

Entrevista
Según el Diccionario de la Real Academia Española (1992), el vocablo
“entrevista” significa la vista, concurrencia y conferencia de dos o más personas en
lugar determinado para tratar de resolver un negocio.
Y la acción de “entrevistar” es explicada como:
 Mantener una conversación con una o varias personas, sobre ciertos extremos,
para informar al público de sus respuestas.
 Tener una conversación con una o varias personas para un fin determinado.
Implica un intercambio presencial entre dos o más personas y una
direccionalidad o propósito planteado de antemano, con la consecuente expectativa de
resolución por parte de los actores involucrados.
Implica un intercambio presencial entre dos o más personas y una
direccionalidad o propósito planteado de antemano, con la consecuente expectativa de
resolución por parte de los actores involucrados.
Existe un común acuerdo entre las partes, un consentimiento recíproco por el
cual una de ellas puede preguntar y la otra responder. Este constituye una regla
implícita.
Se desarrolla en base a una estructuración constante entre dos roles: el de
Entrevistador y el de Entrevistado.
Finalmente, se señala el aspecto dialógico, el habla de la entrevista, y el
requerimiento de la participación real de las partes, es decir, su modalidad presencial.

Diagnóstico
Adquiere diferentes características según los objetivos y el contexto donde se
desarrolla. Si el objetivo es el diagnóstico de la personalidad pueden plantearse los
siguientes propósitos:
 Conocer el padecimiento actual del consultante.
 Relacionarlo y contextuarlo con el momento vital que atraviesa. Reconstruir con
él la historia de su padecimiento.
 Tener una visión probable de lo que podrá ocurrir en los primeros momentos de
la terapia.
Estos objetivos están al servicio de la investigación de la “dinámica” de la
personalidad del entrevistado. De acuerdo a su formulación en la Teoría Psicoanalítica,
implica la consideración de los fenómenos psíquicos como resultado del conflicto y la
oposición entre fuerzas de origen pulsional.
La “estructura”, en cambio, se refiere a la organización más profunda y estable
de sus componentes metapsicológicos. Inferimos la organización profunda de la
personalidad a partir de la observación y registro de los datos concretos y los
indicadores relevantes, en el desarrollo de la interacción con el entrevistado.
El término "diagnóstico" designó en sus orígenes los hechos y los actos de
reconocer y discernir, y configuró un campo significativo atinente a un modo de
conocer consistente en separar y discriminar las notas de lo cognoscible. Diagnosticar
era, en efecto, “discernir, esto es, conocer racionalmente de modo lúcido y perspicaz,
penetrando en lo cognoscible, y enjuiciarlo diciendo algo”.
Realizar un diagnóstico supone siempre partir de una cierta clasificación de
signos, con los que luego se edificarán categorías. Estas categorías no son más que
esquemas abstractos, que pretenden alcanzar un valor universal para que se entiendan
los especialistas y para operar con propósitos sanitarios relacionados con políticas
institucionales.
Aplicar aquí categorías tiene pues un límite, ya que el propio proceso de
personalización es abierto y cambiante. Por otro lado, no se puede prescindir de que
existe un diagnosticador que las aplica y de que la relación entre ambos, diagnosticador
y diagnosticado, desarrollada en un medio cultural que los determina, interviene en el
reconocimiento de las configuraciones de signos.

Pronóstico
Si diagnosticar implica por su propio origen semántico, discernir, no es menos
cierto que llevarlo adelante supone proceder de acuerdo a ese discernimiento, decidir, a
partir del reconocimiento de ciertos signos, si existe o no enfermedad y de qué
enfermedad se trata y establecer un pronóstico que, en el caso de la Psicología clínica,
consiste en una conjetura o predicción probabilística del curso que tomará la
perturbación y de las posibilidades de cambio a partir de la intervención terapéutica.
La tarea diagnóstica conlleva un “para qué”.
Si bien diagnosticar supone partir siempre de una clasificación de signos, debe
también incluir una consideración del funcionamiento total de la organización psíquica
del entrevistado que permita pronosticar sus posibilidades de cambio. Para ello, aquellos
“índices o indicadores” que se han separado en un primer momento, deberán volver a
reunirse e integrarse para dar cuenta de las conductas y comportamientos del
entrevistado, no solo de aquellas consideradas como “desviadas” de la norma sino
también de las que se ciñen a ella.
Esto permite trabajar la “hipótesis pronóstica” tomando en cuenta los recursos
del Yo (cognitivos, afectivos, del relacionamiento interpersonal), y las posibilidades de
cambio psíquico condicionadas por su historia y su estructura.
Pronosticar no es pues, adivinar, es abrir lo diagnosticado en tanto
reconstrucción de las huellas de lo vivido, desde el presente y de cara al futuro.

El estudio de la personalidad con fines diagnósticos y pronósticos, para la


indicación de un tratamiento, debe ofrecernos:
1. La descripción de la conducta normal y habitual junto con la más desviada o
anormal. Pero a ello debe agregarse
2. La explicación de los objetivos y consecuencias de dichas conductas. Se requiere
comprender los significados contextuales de las conductas,
3. No solo de las limitaciones del paciente, sino también sus posibilidades de
cambio.
4. Debe haber un marco teórico de referencias que sea capaz de explicar la
cohesión entre los distintos aspectos de la conducta del paciente, lo cual
significa partir de un modelo de la personalidad.
La entrevista diagnóstica como parte de un proceso

La entrevista debe estudiarse como unidad dentro de un proceso reflexivo


construido sobre la base de un vínculo entre consultante y consultor.
Ejes:
 La consideración de la entrevista como un instrumento propio del método
clínico que debía ser combinado con otros instrumentos (pruebas psicológicas)
para alcanzar un diagnóstico objetivo de la personalidad.
 La entrevista como parte de un proceso psicodiagnóstico, que se desarrolla en
etapas sobre la base del vínculo construido entre el entrevistador y el entrevistado,
en un contexto situacional específico: la “situación proyectiva”, que admite la
inclusión de otros intermediarios técnicos.

Para Bleger la entrevista constituye un campo específico de conocimiento en el


que juegan fuerzas en conflicto (dinámica) propias de la historia del entrevistado y de la
relación inaugurada con el entrevistador. Se refiere a los fenómenos transferenciales, la
actualización de pautas de conducta interpersonal, sentimientos e ideas inconscientes,
que se establecieron en el curso de su desarrollo y que el entrevistado vivencia y actúa
en relación al entrevistador. De acuerdo a ellos, le asigna roles al entrevistador y se
comporta en función de los mismos.
Por su parte, el entrevistador reacciona frente a dichas manifestaciones: estos
son los fenómenos contratransferenciales que constituyen el efecto que las antedichas
manifestaciones tienen sobre su propia organización de la personalidad.

Ocampo y Arzeno, definieron al psicodiagnóstico como un proceso desarrollado


en etapas y destinado a explicar, de acuerdo a la Teoría Psicoanalítica de M. Klein, la
dinámica del caso, integrándolo en un cuadro total que comprendiera aspectos enfermos
y adaptativos de la conducta del entrevistado, y abriendo de esta manera el camino para
elaboraciones y desarrollos posteriores. Diferenciaban la Entrevista Inicial (a la que
consideraban una técnica más y no “la” técnica por excelencia del método clínico), de
las Entrevistas “para” la administración de tests, y dentro de ellos consideraban las
Técnicas Proyectivas (TAT, TRO, Rorschach, Gráficos) como insustituibles a la hora de
llevar a cabo un diagnóstico y pronóstico del consultante.
El modelo de Entrevista Psicodinámica y semidirigida planteado por dichas
autoras se caracteriza por:
 Un momento inicial con técnica directiva para la presentación mutua,
aclaración del encuadre, registro de los datos de filiación, etc.
 Un segundo momento más libre, para que el entrevistado exprese su motivo de
consulta.
 Un momento final una vez agotado el discurso espontáneo del paciente, en el
que se direccionaban las preguntas, y/o los pedidos de aclaración o desarrollos sobre
temas inconclusos, de acuerdo a una guía temática que exploraba el funcionamiento
de la personalidad por áreas.
Esta entrevista inicial permite formular hipótesis a partir de la autopresentación
del consultante en respuesta a la consigna inicial: “Hábleme de usted/vos”, y del estudio
cualitativo de las respuestas a la exploración llevada a cabo en base a una “guía
temática” establecida de antemano. El estudio se centra en el Motivo de Consulta
(manifiesto y latente).
El objetivo es la apreciación del manejo de las ansiedades y defensas puestas en
juego al tener que estructurar o configurar el campo de la entrevista, y la capacidad del
entrevistado de establecer una “alianza de trabajo” necesaria para llevar adelante el
proceso. De modo que este modelo de ED apunta a describir, comprender y explicar la
dinámica intrasubjetiva.
A partir de sus primeras hipótesis, formuladas con los indicadores registrados
en la primera entrevista, el psicólogo diseña su estrategia y planifica la batería de
técnicas auxiliares que incluirá en cada caso en particular y de acuerdo a la demanda
planteada.

La entrevista, dentro de esta consideración es un paso previo a la


implementación de técnicas, pero el peso de la garantía científica del diagnóstico no
recae tanto en ella sino en la integración llevada a cabo entre ella y los resultados de los
tests, a partir de la implementación de una estrategia combinada.

Validez y confiabilidad de la entrevista

Cada entrevista es una unidad con apertura y cierre, pero pertenece a una cadena
secuencial de un proceso de desarrollo reflexivo que llevan a cabo una o más personas
con un profesional experto que la conduce para dilucidar en qué consiste el sufrimiento
de las mismas y cómo propender a la ampliación de su capacidad de autoconocimiento.

Cronbach, considera a la Entrevista y a las Técnicas Proyectivas como


instrumentos de “banda ancha”, por la gran amplitud y diversidad de datos que permiten
recoger en poco tiempo. En cambio, los tests de “banda estrecha” como los
cuestionarios y escalas, permiten medir rasgos concretos y específicos, y por lo tanto es
más fácil adecuarlos a los criterios psicométricos de validez y confiabilidad.

La validez no puede ser establecida con independencia de los siguientes


criterios:
 Los objetivos de la entrevista.
 El contexto en el que se realiza.
 El sistema teórico o marco referencial del investigador.

Es válido todo método que detecte lo que se pretende investigar. Pero si lo que
perseguimos es describir, comprender y explicar la dinámica y estructura de la
personalidad del entrevistado de acuerdo a la Psicología Psicoanalítica, los hechos no
son de observación simple sino que están determinados por la teoría, por lo tanto, para
que el método sea válido deberá ser consistente tanto con los hechos observados como
con la teoría en la que pretende apoyarse.
(El modelo psicoanalítico de la personalidad fue producto de la interacción entre
la observación clínica y la elaboración de la teoría)

(Liberman) El objetivo de las entrevistas iniciales era la formulación de las


hipótesis diagnósticas y las hipótesis predictivas, de modo de tener una visión probable
de lo que podría ocurrir en los primeros momentos de la terapia.
Es conveniente tener por lo menos dos entrevistas previas, porque en la primera
el paciente suele venir con una expectativa armada, y frente al impacto de ver frustrada
dicha expectativa se empobrece su repertorio habitual de respuestas frente a los
estímulos originados en la entrevista.
En síntesis, la validez de una ED aumenta con la aplicación de una
secuencia y la posibilidad de establecer cotejos entre distintas secuencias de una
misma unidad, así corno entre distintas unidades.

En el caso específico de la metodología psicodiagnóstica disponemos de una o


más entrevistas iniciales; entrevistas con inclusión de tests y técnicas psicométricos y
proyectivos; y entrevistas de cierre y síntesis al final del proceso.

En todas ellas se aplica el método de recurrencias y convergencias entre


indicadores con la finalidad de basar las hipótesis en suficiente evidencia.

En cuanto a la confiabilidad de un instrumento, ésta consiste en el grado de


identidad entre los distintos resultados al aplicarlo un mismo investigador (o varios
diferentes) en repetidas ocasiones sobre un mismo sujeto o situación. La confiabilidad
será alta si los resultados logrados son coincidentes o si los investigadores pueden dar
cuenta de las diferencias en forma consistente.
El problema radica en el sesgo causado por la visión propia de cada
entrevistador.
En este sentido los tests psicométricos y los cuestionarios por su carácter
extrínseco, serían más confiables pero menos válidos por su distancia con los hechos
clínicos. Las TP aumentan en algunos casos la validez pero resultan menos confiables.
Y la observación clínica directa resulta de alta validez clínica pero de confiabilidad
relativa, por ello se requiere mayor esfuerzo por dotarla de instrumentos conceptuales
que la vuelvan más confiable.

La modalidad de entrevistar y los objetivos que con ella se persiguen, dependen


del contexto y la demanda que da lugar a la evaluación.

Encuadre de la entrevista

Otro problema referido a la práctica con entrevistas es el del encuadre, muy


distinto en el ámbito privado y en las instituciones. Al respecto podríamos diferenciar al
menos tres variables del encuadre que adoptan características distintivas según el
ámbito de que se trate:
 Lugar
En cuanto al lugar o espacio físico en el que se desarrolla la entrevista, un
consultorio privado ofrecerá en principio un marco de mayor intimidad, una
ambientación con pocos muebles (escritorio, sillas, sillones y/o diván) será suficiente y
unas luces tenues no perturbadoras. Todo ello en función de la moderación de los
estímulos que coadyuva para que sea el paciente quien estructure el campo de la
entrevista.
Deberán evitarse todo tipo de interrupciones, llamadas telefónicas, teléfonos
celulares, etc.
La institución pública, por caso el hospital, mostrará un encuadre más plástico.
El paciente deberá atravesar diversos lugares. Recorrer la institución y tratar
probablemente con empleados administrativos antes de llegar al consultorio del
Psicólogo. Generalmente los consultorios están pegados unos a otros y a veces
separados sólo por tabiques delgados, con lo cual la intimidad ofrecida será menor.
Además, pueden ocurrir interrupciones.
Una Entrevista psicológica clínica es una situación de campo en la que influyen
múltiples factores. Si se desarrolla en un consultorio privado, la idealización y
desplazamientos del entrevistado se dirigen a la persona y personalidad del
Entrevistador, y al escenario de su consultorio, no importa la escuela en que aquél se
haya formado. La transferencia es de persona a persona. Si se desarrolla en el
consultorio de una institución privada o pública. La transferencia es también
institucional. El Entrevistador puede resultar un individuo anónimo para el entrevistado.
 Tiempo (duración / frecuencia)
En cuanto al tiempo de duración lo ideal serían entrevistas iniciales de alrededor
de una hora a hora y media ya que es mucha la información a recabar y el trabajo de
observación. La duración estimativa de las entrevistas, incluso las iniciales, deben
comunicarse al entrevistado desde el inicio para que él disponga de las prevenciones
necesarias. Cuando se trata de un Psicodiagnóstico con inclusión de pruebas
psicológicas también deberá explicitarse la posibilidad de que dicho tiempo se vea
aumentado. Cuanto más explícito es el encuadre mayor es la posibilidad de investigar la
variable dependiente y la adaptabilidad del consultante al mismo.
En las instituciones esto no siempre es posible dada la gran cantidad de personas
que generalmente acuden.
La frecuencia en el caso de las entrevistas diagnósticas no debe ser inferior a una
por semana ya que es necesario valorar los cambios en el entrevistado durante un lapso
razonable de tiempo. Cabe agregar que en el caso de la consulta privada los horarios
pueden ser arreglados con mayor flexibilidad por parte del profesional, no así en la
institución ya que allí una ausencia o demora por ejemplo, perjudica a varias personas a
la vez.
 Honorarios
El costo de las ED o de las de un Psicodiagnóstico debería ser mayor. En primer lugar,
porque generalmente el profesional debe trabajar con una también mayor exigencia:
invertirá más horas de trabajo a posteriori de las ED para la interpretación cuali-
cuantitaviva de los datos e indicadores obtenidos y deberá elevar un informe diagnóstico
fundamentado en muy breve tiempo. La mayor dedicación en el tiempo profesional
supone por supuesto que se quita tiempo para otras tareas. Por otro lado, al comienzo,
desconocemos el grado de compromiso y motivación de los consultantes por lo tanto la
dedicación implica mayor riesgo. Hasta aquí lo ideal cuando del profesional
independiente se trata. La realidad indica que muchas veces el psicólogo fija sus
honorarios de acuerdo a la demanda y sacrifica en aras de ejercer su profesión la
valoración correcta de su capital de conocimientos y de la responsabilidad que supone la
tarea diagnóstica en sí misma.
Además, las instituciones, pobladas de recursos humanos ad-honorem han ido
devaluando progresivamente el trabajo profesional.
En los hospitales y centros públicos de atención, el arancel lo fija y lo cobra la
institución quien además sostiene un staff mínimo de profesionales rentados y una gran
mayoría de recursos humanos gratuitos a los que se les paga con el solo reconocimiento
de su concurrencia.

El rol del entrevistador


El psicólogo clínico es un observador participante, su sola presencia modifica el campo
de observación. Debe ser especialmente consciente de esta participación y de las
variables que introduce y que son parte de su personalidad.
Para operar con mayor eficacia existe un mecanismo llamado “disociación
instrumental” que significa que se identifica parcialmente con el entrevistado,
comprende su situación empáticamente. Pero a la vez se mantiene como observador del
consultante, de sí mismo y del vínculo que se va construyendo entre ambos, con el fin
de mantener el ejercicio de rol que es una de las variables fijas del encuadre.
El entrevistador acomete varias tareas simultáneas: escucha y observa mientras
en el fondo de su mente aparecen asociaciones, pensamientos, fantasías, recuerdos,
relacionados con lo que manifiestan los entrevistados. Aspectos de su experiencia
profesional general y experiencias personales.
Este proceso es en parte activo: observa-escucha, elabora síntesis, construye
hipótesis provisionales, formula nuevas preguntas para comprobar las hipótesis,
modificarlas o desecharlas. Y en parte pasivo ya que deja evolucionar y desplegar el
discurso, tolera la ansiedad, mantiene una actitud receptiva.
Aquí el concepto de escucha debe ser considerado en un sentido diferente a una
mera actitud pasiva, ya que ella debe permitir la intervención oportuna del psicólogo.
No decimos o devolvemos todo al entrevistado sino sólo aquello que creemos le va a
servir para favorecer su proceso elaborativo.

De acuerdo a nuestra propia experiencia y marco teórico diríamos que en la


práctica del psicodiagnóstico la atención del entrevistador se concentra en:
1. El contenido y la forma manifiesta del discurso, lo que dice el paciente, cómo lo
dice, su conducta, lo que expresa gestualmente,
2. El contenido latente que subyace al texto manifiesto, y que corresponde a las
fantasías inconscientes de relaciones de objeto y
3. La interacción entre ambos.

Perfil del experto


Un experto integrado es aquel que puede ejercer el libre albedrío. Es decir, que a
la capacitación correspondiente puede agregar una síntesis de modalidad conveniente
para su propia organización de personalidad, e imprimirla al desarrollo del proceso de
entrevistar.

Las tareas de diagnóstico y psicoterapia no son excluyentes y es deseable que un


buen psicólogo clínico reciba entrenamiento en ambas.

La flexibilidad en los procesos de pensamiento y empatía resultan indispensables


para este perfil profesional, la rapidez de las síntesis y la capacidad de análisis, la
habilidad verbal para registrar el código particular del examinado y usar metáforas,
analogías, expresiones y giros verbales que tornen comprensibles sus señalamientos, su
actitud atenta pero no reconcentrada o evasiva, permite al entrevistado ir
experimentando la confianza básica y el rapport necesarios.
El entrevistador debe brindar una imagen de estabilidad. Las primeras
entrevistas son siempre exploratorias en un doble sentido: el/los entrevistado/s exploran
también cómo somos, quieren descubrir nuestros códigos, qué aprobamos y qué no,
cuales son nuestros valores, etc.

Formación del experto:


Las condiciones para elaborar informes útiles sobre la organización de
personalidad del entrevistado o del grupo evaluado son:
 Psicoterapia personal.
 Conocimientos y formación teórica-práctica actualizada y constante.
 Training especializado.
 Práctica en investigación con lo distintos modelos de instrumento.
 Supervisión de los casos.
A las habilidades generales mencionadas, se agrega el conocimiento del propio
perfil, es decir, de las características personales del entrevistador.
Dentro del perfil personal incluye variables tales como los modos o funciones
de la comunicación que se manifestarían a través de diferentes dimensiones. Las de
mayor relevancia para la tarea psicodiagnóstica son:
 Función Instruccional: referida a las acciones que fijan los alcances y límites de
la relación establecida con el paciente, la distancia entre ellos y los intercambios
considerados legítimos dentro de esa relación. Sus dimensiones relevantes son:
Rigidez versus flexibilidad; Asimetría marcada versus asimetría moderada.
 Función Atencional: tradicionalmente llamada función de escucha, para la que el
autor contempla las siguientes dimensiones: activa versus receptiva; concentrada
versus abierta.
1. Función Operativa: son las acciones llevadas a cabo para cumplir con el
plan de tareas. El estilo personal influye en el cumplimiento de las mismas
de manera diversa: directivo versus persuasivo; lógico (literal) versus
retórico (figurado).
2. Función de compromiso vincular, abierta en dos direcciones:
a) Compromiso interpersonal: se manifiesta en dos extremos que son
Proximidad versus Distancia.
b) Compromiso intrapersonal: se trata del compromiso que el profesional
experimenta con su trabajo en relación con el resto de las áreas de su vida, y
puede describirse como focalizado versus extendido. En el primer caso el
profesional involucra pocos aspectos de su vida personal en términos de
tiempo, relaciones familiares y personales, expectativas económicas y de
prestigio personal, etc.

Distintos tipos y modelos de entrevista

Ávila Espada considera que la entrevista es el eje de toda estrategia diagnóstica


con adultos y brinda cinco variantes de la misma. Tornaremos su propuesta y la iremos
ampliando según nuestra propia experiencia clínica:
 La entrevista de “evaluación o diagnóstico”: sus principales objetivos son la
categorización, clasificación o valoración, que permita tomar decisiones.
 La entrevista de “consejo u orientación”: puede ser la única intervención y sus
características estarán determinadas por el contexto o la clase de orientación
focalizada en las necesidades del consultante.
 La entrevista “terapéutica”: el objetivo es la aplicación del tratamiento y se lleva
a cabo mediante un proceso de entrevistas.
 La entrevista de “investigación”: funciona para la recogida de información,
contexto en el que se efectúan observaciones, o introducen tratamientos
experimentales sometiendo a control simultáneo variables del comportamiento. Aquí
la entrevista es una técnica dentro de un diseño experimental.
 La entrevista “focalizada”: en ella existe un foco de interés que guía la
exploración, puede tratarse de una evaluación, de un pronóstico en situaciones de
urgencia o crisis.

La semi-dirección de una entrevista supone momentos de mayor y menor


estructuración y tácticas específicas, pero no llega a ser un interrogatorio con preguntas
cerradas.
Las preguntas e intervenciones son semi-estructuradas, mantienen un nivel
bastante amplio de generalidad o ambigüedad.

La primera fase de la exploración comienza con el contacto previo telefónico, el


pedido de consulta, y la primera exposición del motivo de consulta.
Esta primera exploración se centra en los aspectos verbales y no verbales del
discurso del entrevistado: cómo es, cómo se presenta, su vestimenta, gestos, mirada,
silencios. Por dónde empieza su autopresentación, en quién la centra, en sí mismo o en
otros. Si habla de su presente o de su pasado qué temáticas aborda y cómo lo hace. Si
relata síntomas, vivencias, con qué lenguaje, si busca ser comprendido por el
entrevistador, si empieza por el cuerpo, la mente, sus relaciones con otros. Qué
personajes aparecen en su relato y cómo los trata, como los define.

Para el estudio de los desórdenes de la personalidad:


 Evaluación de la situación habitual del paciente y sus rasgos de personalidad.
 La información acerca de las relaciones interpersonales.
 Interrogatorio de las actividades habituales.
 Evaluación del estado financiero o legal.
 ¿Por qué ahora?

La evaluación de la estructura de la personalidad debe complementarse con


la historia de modificaciones y cambios en el entrevistado para prever sus
posibilidades de cambio psíquico y su accesibilidad terapéutica.

A partir de las intervenciones del entrevistador puede evaluarse la capacidad


terapéutica del entrevistado: la forma en que los entrevistados reciben nuestras hipótesis
y lo que hacen con ellas, el interés que puedan movilizar por los fenómenos relacionales
y emocionales, los giros favorables en la relación de objeto a lo largo de la entrevista
son indicadores de su capacidad para aprovechar la experiencia, evolucionar, tolerar la
ansiedad, de la elasticidad o rigidez de sus defensas, de su estructura, etc. Todo lo cual
orienta en el pronóstico.

Ningún esquema rígido es positivo en la Entrevista.

Debe ser lo suficientemente abierta y libre como para que el otro pueda
mostrarse y verse, y lo suficientemente cerrada y dirigida como para no perder los
límites del encuadre y los propósitos de la misma.

La pregunta del entrevistador, si está bien instrumentada puede ser un puente en


la relación que se busca establecer con el Entrevistado.

En los procesos diagnósticos en base a entrevistas, y entendiendo que el método


psicodiagnóstico sería un caso especial dentro de ellos, podrían discriminarse las
siguientes fases o momentos:
1. Primera entrevista de apertura y recolección de datos.
2. Elaboración de los datos obtenidos y apertura de nuevos datos.
3. Reelaboración combinatoria.
4. Entrevista final de síntesis y cierre.
Las técnicas auxiliares deben ingresar solamente cuando se requiera precisar
alguna información que la propia entrevista no alcanza a aclarar, y siempre teniendo en
cuenta que ingresan en la fase de apertura de nuevos datos.

Dificultades comunes en la práctica de la entrevista durante el período de


entrenamiento

Inquietudes expresadas por los entrenados:


 Dificultades en la administración y conducción de una entrevista diagnóstica:
respecto de las intervenciones y respecto de la planificación del proceso diagnóstico
cuando incluye auxiliares técnicos.
 Tiempos ideales versus tiempos reales institucionales para fijar la duración de la
entrevista.
 Dificultades para fijar los honorarios de la entrevista.
 Dificultades para sistematizar criterios de interpretación.
 Cómo integrar los distintos tipos de hipótesis que se pueden formular a partir de
la entrevista: sobre defensas; relaciones objetales; evolutivo (crisis vitales); de
reconstrucción histórico-genética; psicodinámicas.
 Dificultades para detectar e integrar variables transferenciales.
 ¿Es posible un diagnóstico de la personalidad sólo en base a unas pocas
entrevistas?

Recomendaciones:
 Respecto del registro, es conveniente escribir libremente todo lo ocurrido en ella
con lenguaje sencillo y correlacionar esta producción con los otros registros
obtenidos a fin de:
 Revisar aspectos transferenciales y contratransferenciales.
 Detectar qué intervenciones se hicieron y por qué.
 Cuáles se omitieron y por qué.
 Cuál ha sido el tipo de intervención más usada y en relación a qué conductas o
fragmentos del discurso del paciente.
 Con qué recursos comunicacionales se ha conseguido mejor relación y por qué.
 Organizar los datos hasta aquí obtenidos y elaborados en relación a:
Características del motivo de consulta. Conflictos. Síntomas. Características de
personalidad.

Luego de organizar los datos, conceptuar de acuerdo al marco teórico referencial


correlacionando el resultado con los datos anteriores y viendo dónde aparecen
ambigüedades, proyecciones parciales, datos insuficientes o poco claros, etc.
Tratar de diferenciar los distintos niveles de profundidad de las interferencias
que se han podido establecer.

Poder elaborar un informe para sí mismo que permita establecer correlaciones


empíricas y objetivas evitando la sola intuición como parámetro.

Entrevista estructural según Kernberg

Intento de articular tres desarrollos teóricos diferentes pero según él,


complementarios:
1. Teoría de los instintos o pulsiones (Freud)
2. Teoría de las relaciones objetales (Klein)
3. Psicología psicoanalítica del Yo (Hartmann)

Su objetivo es el diagnóstico de la organización estructural intrapsíquica, y


busca establecer diagnósticos diferenciales entre las estructuras neurótica, psicótica y
borderline.
Se realiza enfocando la relación o interacción experto-paciente en el aquí y
ahora de la entrevista.
Se investigan tres características estructurales:
1. Presencia o ausencia de prueba de realidad.
2. La identidad y su difusión.
3. Las operaciones defensivas.
Combina la modalidad del examen tradicional con una entrevista orientada
psicoanalíticamente.

Fases:

 Fase Inicial
La investigación de los síntomas, dejando a cargo del paciente la descripción de
sus sufrimientos o problemas.
En esta primera etapa explora la prueba de realidad y la conciencia de
enfermedad. Se interroga sobre los motivos de consulta, dificultades, problemas. Si se
tiene información de otras fuentes se lo hace saber al paciente en forma indirecta
pidiéndole aclaración sobre éstos temas.
Objetivo: evaluar la conciencia de enfermedad, la necesidad real o manifiesta de
tratamiento, las expectativas reales o fantaseadas de tratamiento, las posibles reacciones
del paciente frente a una recomendación terapéutica.
El primer paso del test de realidad consiste en detectar si habla libremente o no,
tiene habilidad para recordar, preguntar y responder, sensorio claro, buena memoria y
adecuado nivel de inteligencia. La exploración se dirige a evaluar cómo se describe el
paciente o describe su personalidad.
En esta fase aparece un nuevo nivel del interrogatorio que lleva a que el paciente
se exprese en forma auto-reflexiva: que hable acerca de los sentimientos sobre sí
mismo, que describa sus propios comportamientos en áreas importantes de su vida.
Si no puede estructurar e integrar estos temas: aparecen rasgos alterados de la
personal dad, dificultades en el contacto interpersonal, defensas primitivas.
(En este punto se comparten las impresiones con el paciente y se le pregunta si
puede percibir lo que el entrevistador ha experimentado como extraño o desafiante. Este
es un nuevo indicador de la prueba de realidad.)
Si no aparece pérdida de la prueba de realidad se pasa a la segunda fase.

 Fase Media
En la segunda fase la consigna es: “Ahora me gustaría saber más de usted como
persona, la forma en que se percibe usted mismo, y cómo piensa que lo perciben los
demás” Explorando los rasgos de carácter y sus posibles patologías.
Los pacientes con organización neurótica conservan la prueba de Realidad,
tienen una identidad integrada, y mecanismos de defensa centrados en la represión.
No tienen conductas, afectos o pensamientos bizarros (psicosis) tienen un
sensorio normal memoria conservada y un nivel de inteligencia acorde (no hay
síndrome cerebral orgánico).
Son fácilmente comprendidos, pueden hablar extensamente de sus dificultades,
responder a las variaciones sutiles del interrogatorio, y proveer información adecuada
para que el examinador tenga una imagen completa de ellos.
Desde este momento comienzan a investigarse los rasgos patológicos del
carácter.
En esta etapa se pretende conocer más al paciente como persona: cómo se
percibe y cómo siente que lo ven los otros significativos.
No se espera una total armonía pero sí una integración subjetiva adecuada.
Se evalúa la integración de la identidad del Self, y del Self y los objetos.
Se valora la difusión de la identidad y el tipo de relaciones objetales
predominantes (criterio histórico-longitudinal) para clarificar el proceso. El grado o
capacidad para la introspección emocional del paciente.
Se explora la interacción entrevistador-entrevistado.
Las defensas elevadas se infieren de los temas discutidos. Las primitivas del
aspecto interaccional con el terapeuta.

 Fase Final. Terminación


En la tercera etapa aborda la investigación de los vínculos que estableció y
establece el entrevistado con su entorno humano, los otros significativos: “Me gustaría
que me diga algo sobre las personas más importantes en su vida”.
Esta fase comprende un aspecto sincrónico ligado a la integración de las
relaciones objetales vs. desintegración (difusión de la identidad). Y un aspecto
diacrónico que profundidad en la naturaleza y desarrollo de las relaciones de objeto.
Después de la tercera fase se aborda la investigación de puntos adicionales. Su
pregunta es: “¿qué piensa usted que yo debería haberle preguntado y no lo he hecho
todavía?”. Esta es la fase de terminación. Aquí el paciente puede dar nueva información
que considere importante o bien, aportar mayores reflexiones sobre temas ya
explorados.
En este diseño interviene la consideración sistemática de la variable
transferencial en el “aquí y ahora” de la interacción entre entrevistado y entrevistador.

Se proponen claramente ciertas intervenciones:


 Clarificaciones de aspectos confusos o poco desarrollados del discurso del
paciente.
 Confrontaciones entre aspectos contradictorios.
 Interpretaciones, en los exclusivos momentos en que sean necesarias y siempre
sobre la relación transferencial establecida.

Llegados a este punto, puede decidir que necesita más tiempo para discutir
recomendaciones terapéuticas, o bien, que ya conoce lo suficiente de su entrevistado
como para tomar una decisión al respecto. Incluso puede desear obtener información de
otras fuentes. Aquí entran en juego las técnicas auxiliares.

Reserva para el diagnóstico tres tareas simultáneas


 Explorar el mundo interno del entrevistado.
 Observar la conducta e interacción del entrevistado con él.
 Usar sus propias reacciones afectivas hacia el entrevistado para clarificar la
naturaleza de la relación de objeto subyacente activada.

Finalmente evaluará en todo momento la capacidad del entrevistado para la


introspección o insight.
El proceso de toma de decisión debe compartirse con el paciente.

En la presencia recíproca de entrevistado y entrevistador, se produce el


fenómeno de la transferencia.
El origen de las manifestaciones transferenciales es inconsciente y no es
controlable.

El método psicodiagnóstico consiste en una sucesión de entrevistas semi-


dirigidas. En las fases de apertura y cierre el diálogo entre entrevistador y entrevistado
se lleva a cabo sin intermediarios, mientras que en el desarrollo de las etapas medias la
técnica se adaptará al uso de instrumentos auxiliares combinados. En ambos casos el
estímulo más importante es el psicólogo quién deberá observar la interacción y
observarse él mismo en ella, para poder registrar y conocer las manifestaciones
transferenciales.

PHILIPSON: “UNA BREVE INTRODUCCIÓN AL TEST DE RELACIONES


OBJETALES”

La principal ventaja del TAT (test de apercepción temática) reside en que el material
pictórico y la producción de historias están directamente vinculados con las relaciones
entre personas y por lo tanto proveen al sujeto y al psicólogo de un medio de
comunicación directa sobre las maneras en que el sujeto percibe las situaciones de
relaciones humanas.
Análisis formal y de contenido.

La principal ventaja del método de Rorchach radica en el énfasis puesto en las


idiosincrasias contenidas en la percepción del sujeto frente al material que se le
presenta.
Análisis más formal.

El TRO (técnica de las relaciones objetales) es un intento de avanzar un paso hacia la


aplicación de ciertos conceptos unificadores en la construcción de test y en el análisis e
interpretación del material proyectivo.

Descripción del material del TRO

El test se compone de 3 series de cuatro láminas cada una, más una lámina en blanco.
En cada una de las series se muestran situaciones unipersonales, bipersonales,
tripersonales y grupales con variación en la cantidad de detalles y grados de
estructuración en el ambiente físico y en el clima emocional. Las figuras humanas
fueron dibujadas en forma tal que resultaran ambiguas, brindando la oportunidad para
ligar las idiosincrasias perceptuales con las de caracterización y tema.
Cada lámina tiende a evocar temas de relaciones humanas conflictivas.

SERIE A:
 Las figuras humanas están vagamente delineadas.
 El ambiente y las figuras están dibujadas en sombreado claro.
 Hay pocos o ningún elemento ambiental identificable que proporcione un
escenario para las situaciones de relaciones humanas.

SERIE B:
 Las figuras y el ambiente están dibujados con trazos definidos y silueta muy
oscura, enfatizando el contraste blanco – negro.
 El ambiente contiene objetos del mundo físico de estructura definida y permite
muy poco margen para su interpretación.

SERIE C:
 Las relaciones de las situaciones humanas son presentadas en forma algo más
realista que en las series A y B.
 El ambiente es más rico en detalles.
 La presentación es mucho menos definida, para ofrecer libertad en la
interpretación.
 Incluye el uso de color (en algunos casos con una clara, y a veces, incongruente
“intrusión” de un elemento de color y en otros con la inclusión m´s suave del
color en la situación, como desafío emocional).

Fundamentación del test

La suposición básica es que la forma característica en la que una persona percibe el


mundo que la rodea tiene congruencia dinámica con su forma de manejar las relaciones
humanas en cualquier situación con que se enfrente. La resultante o producto de
cualquier interacción con su medio reflejará los procesos dinámicos por medio de los
cuales expresa y regula las fuerzas conscientes e inconscientes que operan en su manejo
de los temas de relaciones objetales inherentes a esa situación.
Este supuesto deriva de la teoría psicoanalítica, en particular de la teoría de Klein y
Fairbairn. De acuerdo con esta teoría, la forma com una persona maneja su relación con
las otras es el producto de una larga historia de aprender a manejar relaciones que deriva
de sus relaciones con objetos más tempranos de los que dependía para la satisfacción de
sus necesidades biológicas y psicológicas primarias.
Por lo tanto, podemos postular un grado de isomorfismo entre la manera como se llevan
a cabo las relaciones objetales y la forma en que el individuo se expresa en su
interacción con otros elementos de su mundo.

La manera con la que un individuo se relaciona con la gente y las cosas, representa un
intento de reconciliar dos sistemas de relaciones:

 Formas inconscientes reprimidas de relacionarse que fueron fantaseadas como


medios de gratificación o ataque, cuando en sus primeros años el individuo era
frustrado por encima de su tolerancia.
Estas formas están continuamente activas

 La experiencia de relaciones acumuladas más conscientemente.

Métodos de administración
Es necesario brindar al sujeto una oportunidad para conversar con el psicólogo, de
manera que pueda expresar los motivos (conscientes o inconscientes) de la consulta y
para “probarse” en su relación con el psicólogo antes de la iniciación del test.
Se le pide al sujeto que cuente brevemente al psicólogo cuáles son sus principales
intereses en la vida, enfatizando aquellas cosas que le resulten más satisfactorias y
también aquellas que le son difíciles o que tiende a evitar.

La instrucción es: “Le mostraré algunas láminas. Desearía que viera cada una cuando la
reciba y trate de imaginar qué puede representar. En la medida en que usted le vaya
dando vida en su imaginación, construya una breve historia al respecto. En primer lugar,
deberá decir cómo se imagina que surgió esta situación (esto lo puede hacer en una o
dos ocasiones). Luego imagine qué es lo que esta sucediendo en la situación y
cuéntemelo con más detalles. Finalmente, imagine qué sucede luego o cómo termina
(esta parte también la puede hacer en una o dos frases). El relato debe hacerse en tres
partes: el comienzo, la parte del medio (que será más detallada) y el final. Podríamos
hacer una como ejemplo, usted me podrá preguntar sobre ella y yo le diré si está bien”

Datos normativos

Los datos normativos se basan principalmente sobre la experiencia que el psicólogo


tenga con la técnica. El psicólogo aprende a dejar de lado sus propias impresiones
subjetivas y puede entonces juzgar en qué medida es común una respuesta, de acuerdo
con su adecuación a las propiedades del estímulo.

Lámina en blanco: se le pide al sujeto que imagine qué clase de escena podría estar
representada en la lámina, su descripción, y luego la historia como en las láminas
anteriores.
La figura y la historia que el sujeto imagine informan sobre el tipo de mundo que aquel
construiría para sí mismo a efectos de lograr el máximo de gratificación en sus
relaciones objetales y un mínimo de frustración y ansiedad.

Método para analizar los datos

El método se ajusta a las dimensiones de la técnica, prestando atención a cuatro


dimensiones (que se superponen y se suplementan; todas muestran cómo se despliegan
en la tarea presente las experiencias del sujeto respecto de situaciones RO específicas).

1) Percepción

Lo que es visto, omitido, agregado; lo que es enfatizado o minimizado, y la dirección en


que es hecho, y una anotación especial de las percepciones inusuales, en los tres
componentes de la situación de la lámina (figuras humanas – contenido de la realidad –
contexto emocional).

2) Apercepción

Cuál es el tema adjudicado a la situación de RO; cuán inusual es con respecto a la


información normativa; si está dentro de la gama de interpretación dada comúnmente
por los sujetos; si no lo está, cuán desviado es y en qué dirección.
3) El contenido de RO

- Qué clase de personas son vistas, omitidas, introducidas;


- En qué grado y cómo están diferenciadas como personas;
- En qué grado y de qué manera se desarrolla la interacción;
- Cuál es el tema de RO inconsciente;
- Cuáles son las principales ansiedades asociadas a estas relaciones fantaseadas, cómo
se expresan o evitan.

4) La estructura de la historia

Interesa la producción de la historia como trabajo. Las motivaciones para ajustarse a los
requerimientos de la consigna están influenciadas no solo por las relaciones sujeto
psicólogo, sino también por la oportunidades creativas o defensivas inherentes a la
situación de RO de la lámina que se le ha presentado.

La construcción del test hace conveniente registrar el análisis de los datos en una tabla
de tres por cuatro que representa las situaciones de una, dos, tres personas y grupales en
las tres series A, B y C. La tabulación permite el rápido reconocimiento de las
principales características de la percepción, relaciones interpersonales y estructura de la
historia con respecto a las situaciones de RO.

Al intentar una interpretación, es importante tener presente el componente


psicoanalítico de la fundamentación de la técnica.

Técnicas de interrogatorio y examen de límites

El objetivo de esta parte de la prueba es doble:


1) Permite al psicólogo asegurarse con mayor precisión la forma como ha utilizado
el sujeto la situación-estímulo; buscar evidencias sobre qué elementos y
determinantes fueron utilizados; identificar las figuras humanas vistas y sus roles
en las historias; aclara el significado de las palabras o ideas introducidas en la
historia.
2) Comprobar hasta qué punto y en qué dirección el sujeto puede variar su
percepción interacción de RO y estructura de la historia.

Este interrogatorio es esencial para encarar un análisis de la producción. Se realiza


después de que todas las historias hayan sido dadas. Puede no ser necesario en todas las
láminas. No tomará más de diez minutos.

El uso de la técnica dentro de un marco no clínico

Esta técnica ha sido utilizada en trabajo de selección de personal. Dentro de este marco,
son apropiadas algunas modificaciones de la técnica. Casi siempre se emplean seis u
ocho láminas y l lámina en blanco.

La aplicación de la técnica

Utilidad y aplicación de la técnica: para sujetos de 14 años y más. Para sujetos normales
o especialmente dotados, puede llegarse hasta los 10 años.
PHILIPSON: “ENCUADRE PARA EL USO TERAPÉUTICO DE LOS
MÉTODOS PROYECTIVOS”

De la investigación y experiencia e el uso de técnicas proyectivas y su aplicación a la


psicoterapia surgen dos hallazgos:
 La importancia de la experiencia interpersonal (consciente e inconsciente) en
cuanto influye en la situación de test, y los intentos de conceptualizar esta
influencia en términos psicodinámicos. La experiencia interpersonal tiene una
influencia preponderante en gran parte de la conducta y de los procesos de
aprendizaje.
 La investigación del proceso y el resultado de la psicoterapia. Apunta a la
importancia de la motivación en el paciente y el terapeuta para trabajar juntos en
un marco de referencia interpersonal, que incluya la experiencia y la
comunicación transferencial – contratransferencial.

Supuesto básico:
El individuo se convierte en persona y mantiene o extiende su personalidad a través de
su inexperiencia con los demás.
Psicológicamente, los rasgos predominantes de cualquier ambiente son sus aspectos
interpersonales. Por ejemplo, las cuestiones interpersonales problemáticas para el
paciente pueden estar representadas en la situación más amplia en la cual se da el
encuadre entre el paciente y el psicólogo (en su relación y el valoe estímulo que
adquiere la tarea).

El psicólogo constituye el valor estímulo más importante. Su relación con el paciente es


el epicentro alrededor del cual se organizan las aspiraciones, temores y ansiedades y los
recursos más positivos del paciente.
Así la técnica proyectiva fundamental consiste en el manejo profesional de esta
relación.
Pero el paciente puede alcanzar o extender este límite con un sentimiento de seguridad
cuando el método empleado en las técnicas es relevante a su problema. Otro requisito es
que en la experiencia interpersonal de la entrevista puedan abordarse algunas de las
ansiedades que traban la autoexpresión.

La entrevista inicial

Importancia de una fase inicial previa al uso de los tests proyectivos, como un medio de
demostrarle al paciente las motivaciones del psicólogo y examinar juntos el marco de
referencia interpersonal dentro del cual sus problemas pueden ser entendidos.
En el contacto inicial y durante la entrevista el psicólogo es el estímulo propiamente
dicho.
Luego la entrevista pasa a una fase de indagación en la que se busca obtener más
información en las áreas de experiencia. Más adelante se inicia una fase de prueba de
límites que se le piden al paciente elaboraciones específicas y se cubren posibles
omisiones.
Luego podrí centrarse en un examen del ciclo vital total del paciente y de su grado de
compromiso, su asunción de roles, sus logros.
Doble propósito:
 Comprender el grao de compromiso y los logros de paciente en su gama de
actividades.
 Formular áreas de dificultad que en los subsiguientes encuentros pueda
expresarse en forma más completa.

El uso de las pruebas de inteligencia

La segunda entrevista puede comenzarse invitando al paciente a que exprese sus


pensamientos y reacciones respecto de la sesión anterior.
El uso de pruebas de inteligencia requiere que el psicólogo conozca la fundamentación
del tipo de tarea inherente a dichas pruebas y del valor estímulo de los ítems
individuales, en términos de su posible significación interpersonal.
La tarea que se le pide al paciente es equivalente a la tarea que se requiere de él al
desarrollar su relación con el psicólogo.
Puede pedirse elaboraciones alternativas a ítems que presenten dudas o a ítems que
representan aspectos interpersonales reconocidos como problemáticos en la
conversación previa.
Luego se puede iniciar una fase de prueba de límites, repitiendo las preguntas. Puede
adoptar la forma de una interpretación transferencial directa o de un comentario más
superficial.

El uso de las técnicas proyectivas

Las técnicas proyectivas propiamente dichas comienzan a usarse en una tercera o cuarta
entrevista.
El psicólogo ha de elegir la técnica proyectiva que asegure un equilibrio entre los
objetivos diagnósticos y terapéuticos que se propone alcanzar.

Resumen del proceso

El objetivo global del procedimiento es poner a prueba al máximo la capacidad del


paciente para desarrollar la motivación para trabajar sobre sus problemas en una
experiencia interpersonal directa y para aprender de ella.

1- Desarrollar la participación activa y el compromiso emocional del paciente.


2- Demostrar la relevancia de lo que el psicólogo hace y de los test que emplea con
respecto a los problemas del paciente.
3- El pasaje gradual desde el contenido y el desafío conocidos y familiares de la
entrevista a una penetración más profunda de la personalidad.
4- Utilizar los datos de forma tal que muestren su incidencia directa sobre el aquí y
ahora de la relación con el psicólogo.
5- Tratar de optimizar las reciprocidades y complementariedades entre el rol
científico profesional del psicólogo y el rol del paciente.
6- Intentar una integración más completa de los componentes diagnósticos y
terapéuticos del procedimiento.
Maladesky: “Test de apercepción infantil” (CAT-A / CAT-S)
Autor: Bellak

Naturaleza

El material del CAT-A consiste en 10 láminas, dos de ellas son escenas genuinas, las
demás están ligeramente antropomorfizadas. El CAT-S que es el suplemento, también
son 10 láminas, numeradas del uno al 10 con escenas de animales que tienen distinto
grado de antropomorfización.
Ambos son métodos proyectivos que estudian el sentido dinámico de las iferencias
individuales en la percepción de n estímulo estándar.
No están comprometidos por pautas culturales.
Es útil para revelar la dinámica de las relaciones interpersonales, las constelaciones de
impulsos y la naturaleza de las defensas contra ellos.

Objetivos

Permiten la vinculación del niño con sus figuras más importantes y sus tendencias.
El CAT-A investiga las dificultades en la alimentación (orales), complejo de Edipo,
rivalidad, escena primaria, masturbación, agresión, culpa y castigo, etc.
El CT-S explora determinadas situaciones conflictivas que si bien no son tan generales
resultan frecuentes: como accidentes, situaciones traumáticas, intervenciones
quirúrgicas, problemas de aprendizaje, etc.
Averiguan el comportamiento aperceptivo y expresivo. El primero abarca el qué se ve,
mientras que el segundo cómo se ve o se piensa.

Administración

Se administran a niños de ambos sexos entre 3 y 10 años, luego de los test gráficos,
nunca como primera técnica de la batería.

Consigna original: “Jugaremos a contar cuentos, tú los contarás mirando unas láminas y
nos irás qué sucede, qué están haciendo los animales”. En el momento oportuno se le
preguntará: “¿qué sucedió antes? Y ¿qué sucederá después?”

En nuestra asignatura no se utiliza esta consigna porque:


a) el niño pide al psicólogo que él relate también cuentos.
b) No se tiene en cuenta qué siente, qué piensa y qué fantasea el personaje.

Consigna propuesta: “Te voy a mostrar algunos dibujos, desearía que hagas un cuento
con cada uno, donde me digas qué pasó antes, qué pasa ahora y qué pasará después”

Se puede elegir las láminas del CAT-S que agregamos al administrar el CAT-A según el
caso.

Cuando administramos el CAT-S como técnica de juego en un psicodiagnóstico lo


utilizaremos solo con niños muy pequeños o con niños bastante perturbados que tienen
dificultad en armar relatos.
TAT TRO RORSCHACH
Dramatización/ Sugiere mediante alto Concilia ambas Presenta manchas de
neutralidad grado de dramatización tendencias. absoluta neutralidad.
lo que explora cada
lámina.
Temporal/ Pone énfasis en la Interesa lo temporal y Esta centrado en el aquí
percepción secuencia temporal del la percepción. y ahora. No pide
drama. historia.
Movimiento Sugiere en alto grado el No sugiere el
movimiento humano. movimiento humano
pero permite
proyectarlo.
Figuras El contenido humano Las figuras humanas No sugiere directamente
humanas está caramente están sugeridas. Hay figuras humanas. Si
presentado. Es imposible distintos graos de logra, se toma como
no ver figuras humanas, humanización. indicador diagnóstico y
pronóstico significativo.
Grado de Utiliza en la mayoría de Nivel de Utiliza un estímulo no
estructuración las láminas un estímulo estructuración variable estructurado pero sí
del E. francamente estructural. del estímulo (según la fácilmente estructurable
serie) por la mayoría de los
sujetos.
Grado de Es el de menor Alto grado de Es el test que posee el
saturación. saturación proyectiva. saturación proyectiva mayor grado de
Da lugar al uso frecuente pero menos que en el saturación proyectiva.
de historias cliché. Rorscharch. Los bloqueos provienen
del impacto de las
cualidades formales de
las manchas.
Test de Es predominantemente Interesa el contenido y Es un test de forma. Lo
contenido/ un test de contenido. la forma. Se pregunta que determina la
forma Interesa más el drama por ambas. proyección del paciente
que la percepción es el interjuego de
misma. factores formales.
Test Es un test dramático. Es un test dramático y Es un test dinámico.
dramático/ dinámico.
dinámico
Cómo recoge la Recoge la proyección a Recoge la proyección Recoge la proyección a
proyección través de la fantasía a través de la fantasía través de la percepción.
puesta en marcha por la y la proyección.
consigna.
Láminas El autor acepta la Tiene un orden, una Coincide con el TRO.
selección de láminas y la secuencia que no
elección de la secuencia cambia. Es para todos
de acuerdo con el igual.
criterio del psicólogo.
Lámina en Presenta lámina en Presenta lámina en No presenta lámina en
blanco blanco. Murray la eligió blanco. Es la última. blanco.
por la recolección del Para ver la
material sobre la prospección.
relación transferencial y
por eso decidió colocarla
en el medio de la
segunda serie.
Consigna En relación a la consigna Interesa lo perceptual La consigna apunta a la
(perceptual/ se tienen en cuenta los y lo temporal (énfasis organización
temporal) tres componentes de la en el presente para ver perceptual.
secuencia temporal. el pasado y el futuro).

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