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Introducción
- Anunciar el tema – título
- Dar crédito a Gabriel Covarrubias.
- Razones para estudiar esto:
o Cantar nos gusta mucho.
o Cantar es parte vital de la adoración
congregacional
o La música cristiana es motivo de
controversia
o Conectar con el tema de la adoración
(semana pasada)
- Bosquejo: 1) Historia de la relación entre
la música y la fe. Contestar preguntas
clave como 2) ¿Por qué cantamos en la
iglesia? 3) ¿Qué es lo que se debería y
no se debería cantar en la iglesia? 4)
¿Cómo debemos cantar a Dios?, 5) ¿Qué
debemos tomar en cuenta al escoger las
alabanzas que vamos a cantar en la
iglesia?
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I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA MÚSICA
EN LA IGLESIA.
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e. Porque cantar alabanzas es la primera
evidencia de la llenura del Espíritu. Ef
5.18-19
Efesios 5:18-19 Y no os embriaguéis
con vino, en lo cual hay disolución, sino
sed llenos del Espíritu, 19 hablando
entre vosotros con salmos, himnos y
cantos espirituales, cantando y
alabando con vuestro corazón al Señor.
“La primera consecuencia de la vida
llena del Espíritu mencionada por Pablo
no fue tener una fe que mueve
montañas, algún tipo de experiencia de
éxtasis espiritual, capacidad para
hablar con dinamismo ni otra cosa de
ese estilo. Fue simplemente tener un
corazón que canta.” (John MacArthur).
Este pasaje dice que claramente que
“entre vosotros”, es decir, el canto de
alabanza es expresión para la iglesia
no para los incrédulos (evangelismo).
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Ej. un cantante se ha autodenominado
“embajador del evangelio” con su
música, pero la Biblia llama a los
evangelistas así (2 Cor. 5:20). Lo que
hacen es entretener al incrédulo y
acostumbrar a la iglesia a los ritmos
novedosos y a veces sensuales.
III. ¿QUE DEBEMOS CANTAR? EF. 5.19, COL.
3.16
Cantar en la iglesia no debería ser lo
mismo que cantar a fuera de la iglesia. no
toda la música cristiana califica para ser
entonada en un culto de alabanza a Dios.
Es común que programamos cantos solo
porque nos gusta su ritmo,
instrumentación o interpretación. Pero la
Biblia nos da otros criterios para saber el
tipo de canciones que deberíamos elegir
para alabar a Dios.
a. Salmos. Los salmos eran alabanzas
acompañadas con instrumentos de
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cuerda, y aquí se refiere a los salmos
de la Biblia. Son cantos de alabanza a
Dios que hablan y magnifican la
naturaleza y obras de Dios en la vida
de los creyentes.
b. Himnos. No eran los himnarios
bautistas. Eran otros cantos dirigidos a
Dios o a Cristo además de los salmos.
c. Cánticos espirituales. Cantos
provocados (no inspirados como la
Escritura) por el Espíritu Santo
(incluyendo “canto espontáneos” 1 Cor.
14:15) acerca de otras verdades
además de Dios y de Cristo. cp. 1 Cor.
14:26
IV. ¿CÓMO DEBEMOS CANTAR?
a. Con el corazón. Con gozo, con regocijo,
con emoción, con entendimiento.
b. Con la voz y cuando sea posible con
instrumentos (o grabaciones).
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c. Con vigor. ¿Cantamos con el mismo
vigor para Dios con el qué cantábamos
para el mundo? Algunos todavía cantan
para el mundo y lo hacen con vigor,
pero cuando llegan a la iglesia se
intimidan de cantar con vigor al Señor.
d. Con el entendimiento. 1 Cor. 14.15
1 Cor. 14:15 Entonces ¿qué? Oraré con
el espíritu, pero también oraré con el
entendimiento; cantaré con el espíritu,
pero también cantaré con el
entendimiento.
V. ¿QUÉ DEBEMOS TOMAR EN CUENTA AL
ELEGIR LOS CANTOS DOMINICALES?