JESUS ES LA SOLUCIÓN PARA CREER: 1. Según Marcos 3:18 y Lucas 6:15 era un discípulo.
LA INCREDULIDAD DE TOMÁS 2. Estuvo presente en la resurrección de Lázaro (Juan 11:16).
OBJETIVO: Mostrar que Dios es el único que puede
ayudarnos a dejar de lado la incredulidad y creer plenamente en
el.
LECTURA: Mateo 10:3; Juan 11:16; Juan 14:5; Juan 20:24-29
Hechos 1: 13,14.
INTRODUCCIÓN:
-¿Qué tan difícil es para ti creer en un Dios al que no has visto?
-¿Qué tan importante es tener fe? ¿Qué es la fe?
-¿Eres un hombre de fe? ¿Alguna vez le has pedido a Jesús que
aumente tu fe?
-La palabra de Dios explica que para poder agradar a Dios es
necesario tener fe: Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible
agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
-El libro de Hebreos donde se encuentra el salón de la fama de
Dios (Cap. 11), podemos descubrir la vida de muchas personas
que fueron victoriosas. Una de las características de esas
personas exitosas es la fe.
-Por esta razón esta noche vamos a estudiar la vida de una
persona que tuvo el inmenso privilegio de andar con Jesús y sin
embargo en algunos momentos de su vida fue un incrédulo.
¿Quien era Tomas?
3. Fue el discípulo que le pidió a Jesús que le mostrara el
camino al cielo (Juan 14:5)
I. Estuvo en el momento y lugar equivocado
-San Juan 20:19-22 explica que el domingo después de la
muerte de Jesús, los discípulos estaban reunidos por miedo de
los judíos. Los discípulos tenían las puertas de la casa cerradas.
Y las puertas cerradas no fueron un obstáculo para que Jesús
penetrara allí y trajera paz, esperanza y gozo al corazón de sus
discípulos.
-El ser humano reacciona ante el miedo. Los discípulos se
encerraron en una casa. Tomas probablemente también por
miedo no asistió a la reunión con los demás discípulos.
¿Cómo reaccionas tú ante el miedo? ¿No asistes a la iglesia por
miedo de lo que diga la gente?
-La asistencia a la iglesia es importante porque aquí se
desarrolla la fe al escuchar la palabra de Dios (Romanos 10:17)
-Lo cierto es que el miedo también afecto a Tomas y no estuvo
en el lugar donde debería de estar y por ende se perdió la
bendición de ver a Jesús resucitado y recibir la paz el maestro
impartió a los demás discípulos.
II. Tomas no creyó
Las sagradas escrituras relatan que Tomas no estaba
presente cuando Jesús apareció la primera vez a sus discípulos
después de la resurrección. Así que los discípulos le
informaron: “Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor
hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de
los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y
metiere mi mano en su costado, no creeré” (Juan 20:25).

1. Tomas no le creyó a los discípulos.
2. Tomas no creyó en el. Después de lo que había vivido con
Jesús
3. No creyó en Jesús
Tomas sabia del poder de Jesús. Había visto muchos de sus
milagros, había visto la resurrección de Lázaro, etc. Pero
decidió no creer.
Cuántos de nosotros vemos las evidencias delante de nosotros y
no queremos creer. Cuantas veces Dios ha obrado milagros en
nuestra vida y todavía cerramos nuestro corazón al poder del
Espíritu Santo.
Aun en medio de la incredulidad humana y la dureza de
corazón Dios va más allá de la que debe ir con el fin de
rescatarnos de nuestra incredulidad. Dios desea que seamos
cristianos llenos de fe y no incrédulos.
¿Hasta donde Dios tiene que ir para salvarte? ¿Cuál es la
prueba que tú necesitas para creer?
III. Jesús aparece por segunda vez y habla con Tomas
Jesucristo en su gran amor no quiso que Tomas se perdiera. Y
entonces decidió aparecer una segunda vez a sus discípulos
para hablar con Tomas.
Querido amigo y amiga que me escuchas, Jesús hará todo para
que tú también te salves. Dios está dispuesto a darte una
segunda oportunidad para que creas en el así como lo hizo con
Tomas.
La Santa Biblia dice que ocho días después de la primera
aparición Jesús se apareció otra vez a los discípulos y ahora
Tomas si estaba presente.
Tomas había aprendido la lección, estaba en el lugar y el
momento correcto.
Jesús le hizo un pedido especial a Tomas: “Pon aquí tu dedo, y
mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y
no seas incrédulo, sino creyente” (Juan 20:27).
Jesucristo le dio el enorme privilegio a Tomas de tocar las
heridas en sus manos y en su costado. Todo con el fin de que
no fuese un incrédulo sino un hombre lleno de fe.
¡Cuan importante fue para Cristo que su discípulo creyera en el
al grado de permitirle tocar sus heridas!
Dios también quiere que tú seas un creyente. Que dejes todo
aquello que te impide creer en él. Puedes estar seguro que Dios
hará todo lo que está de su parte para que seas un hijo fiel.
¿Te gustaría decirle a Jesucristo que crees en él? ¿Realmente
crees que Jesús murió en la cruz por ti? ¿Crees que nuestro
Dios estuvo dispuesto a sufrir las heridas en sus manos y en sus
pies para que tengamos vida eterna?
“Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios
mío!” (Juan 20:28).
-¡Ahora no había nada que le impidiera a Tomas creer en el hijo
de Dios!
La exclamación de Tomas denota una total convicción y
entrega de parte del discípulo.
Dios también espera de nosotros una total entrega y confesión
pública. Nosotros confesamos a Dios cuando nos entregamos a
el por medio del bautismo. En el bautismo cristiano que es por
conversión los cristianos confesamos a Cristo como nuestro
Señor y Salvador.

IV. Una promesa y una bendición que nos alcanza a todos

Después de la confesión y entrega de Tomas, nuestro Señor

Jesucristo lanza una frase que abarca a los cristianos de todos
los tiempos: “Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás,
creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”.

Hay una bendición muy especial para aquellos que no vimos al

Señor cara a cara pero creemos en él. El Señor dijo que
seriamos bienaventurados, es decir que Dios nos daría
felicidad.
¿Te gustaría ser parte de ese pueblo que vive en los últimos
días de la historia de este mundo y que creen en Jesucristo
como su salvador personal?
¿Si hay una lucha en tu mente sobre creer o no creer, te gustaría
pedirle a Jesús que aparte la incredulidad de ti y ponga en tu
corazón fe?
-Si tu vida se parece a la vida de Tomas, el señor te invita a
creer en el.
¿Estás dispuesto a entregarle tu vida a Jesús y aceptarlo como
tu Dios y salvador como lo hizo Tomas? No tardes más, ven a
Jesús, el es la solución a tu incredulidad.
Si es así ponte de pie conmigo y oremos.