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REVISTA COLOMBIANA DE

ESTUDIOS DEL TRABAJO 

Nº 1
Abril-Agosto
2007

Presentación
Un aporte a la revitalización de los estudios laborales
colombianos

Una aproximación a las concepciones y versiones de


trabajo en organizaciones de trabajo asociado
Sarita Judith Rodríguez Martínez y Erico Rentería Pérez

Empleabilidad: una lectura psicosocial


Erico Rentería Pérez

Cambios de género y discriminación laboral en el sector


financiero colombiano. El caso de Bancolombia
Magda Ortega

Tres dimensiones para pensar la organización de los


trabajadores más vulnerables tras la invasión neoliberal
Juan Carlos Celis Ospina

Reseña
Formación y transformación de la cultura laboral cafetera
en el siglo XX
Edwin de los Ríos
© Revista Colombiana
de Estudios del Trabajo
Nº 1, abril a agosto de 2007

Director
Juan Carlos Celis Ospina

Comité Editorial:
Marleny Cardona Acevedo
Pompeyo José Parada Sanabria
Erico Rentería Pérez
Fernando Urrea Giraldo
Nelcy Yoly Valencia Olivero
Edgar Valero Julio

Sitio para contactar la revista:


jcelisospina@yahoo.com.mx
www.uaq.mx/amet/

ISSN: En trámite
Contenido

Presentación
Un aporte a la revitalización de los estudios laborales colombianos . . 7

Una aproximación a las concepciones y versiones de trabajo


en organizaciones de trabajo asociado
Sarita Judith Rodríguez Martínez y Erico Rentería Pérez . . . . . . . . 9

Empleabilidad: una lectura psicosocial


Erico Rentería Pérez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Cambios de género y discriminación laboral en el sector


financiero colombiano. El caso de Bancolombia
Magda Ortega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

Tres dimensiones para pensar la organización


de los trabajadores más vulnerables tras la invasión neoliberal
Juan Carlos Celis Ospina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91

Reseña
Formación y transformación de la cultura
aboral cafetera en el siglo XX
Edwin de los Ríos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 

PRESENTACIÓN

Un aporte a la revitalización de los estudios


laborales colombianos

Hace trece años, Fernando Urrea Giraldo, hacía un balance de los estudios
laborales en Colombia y en él estableció las siguientes líneas de investigación:
a) sindicalismo y conciencia obrera; b) mercados de trabajo y tipos de empleo y
formación profesional; c) historia y cultura empresarial, y formación de la cultura
obrera; d) cambios técnicos, nuevas tecnologías y procesos de trabajo; e) sociolo-
gía de las profesiones y trayectorias laborales; y, f) relaciones industriales y labo-
rales. Sin embargo, hoy es necesario hacer un nuevo balance para identificar la
dinámica construida desde entonces.
Este primer número de la Revista Colombiana de Estudios del Trabajo fue con-
cebida en el Seminario de la Red de Estudios del Trabajo, Los trabajos de la glo-
balización: La investigación sobre los trabajadores flexibles y deslaboralizados,
realizado en Medellín, a instancias de la Escuela Nacional Sindical, los días 23 y
24 de junio de 2004. De ese seminario surgieron la mayor parte de los textos de
esta revista, en los que se insinúan algunas variaciones novedosas en nuestro me-
dio sobre las líneas que desde los setenta han generado reflexión e investigación
alrededor de las problemáticas del trabajo.
Se presentan dos estudios desde la perspectiva de la subjetividad de los fenó-
menos de la empleabilidad y de las cooperativas de trabajo asociado, por parte de
los psicólogos sociales Erico Rentería y Sarita Judith Rodríguez; se suma a esto el
aporte de la también psicóloga social Magda Ortega, de la lectura de género de
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las relaciones laborales. La revista se cierra con el texto del sociólogo Juan Carlos
Celis, ubicado en la perspectiva sugerida por el norteamericano Daniel Cornfield:
la revitalización del sindicalismo.
Se realiza esta entrega después de realizado el IX Congreso Colombiano de
Sociología entre el 6 y el 9 de diciembre de 2006 en Bogotá, en cuya mesa de
“Trabajo, industria y sociedad” se inscribieron diecisiete ponencias, y en la antesa-
la del V Congreso de la Asociación Latinoamericano de Sociología del Trabajo, que
se llevará a cabo en Montevideo del 18 al 20 de abril de 2007.
Creemos que la edición de esta revista y el entusiasmo demostrado por la rea-
lización de esos dos eventos, puedan contribuir a revitalizar la Red de Estudios de
Trabajo de Colombia (que tiene una nueva cita para el 13 y 14 de julio en Cali, a
instancias del Seminario Permanente sobre Trabajo, Tecnología e Historia Empre-
sarial, de la Universidad Icesi) y con ello de la comunidad académica de los estu-
dios laborales en el país.
Juan Carlos Celis Ospina
Marzo de 2007
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ESTUDIOS DEL TRABAJO 

Una aproximación a las concepciones


y versiones de trabajo en organizaciones de
trabajo asociado
Sarita Judith Rodríguez Martínez *
Erico Rentería Pérez **

Introducción surge en la medida en que se obser-


El presente artículo presenta algu- va que esta forma organizativa, cuyos
nas conclusiones generales de un estu- orígenes se remontan al siglo XIX, se
dio piloto realizado en una cooperativa retoma en la actualidad como una al-
de trabajo asociado de la ciudad de Cali, ternativa de reinstitucionalización del
con un grupo de asociados-trabajadores trabajo (en el sentido de mantenerlo
y fundadores de dicha cooperativa. El institucionalizado) en tanto la precari-
estudio buscaba identificar las repre- zación del mundo del trabajo (Antunes,
sentaciones que los asociados de esta 1999) ligado al empleo pleno, se hace
cooperativa tienen respecto al trabajo cada vez más evidente en Colombia al
y a su organización de trabajo asocia- igual que en otros países de Latinoamé-
do. El interés particular por abordar el rica y del mundo. Lo anterior se refle-
estudio piloto en el contexto específico ja, entre otras situaciones, en que cada
de una cooperativa de trabajo asociado, vez la consecución de empleo es más

* Sarita Judith Rodríguez Martínez. Trabajadora Social. Especialista en Procesos Psicosociales


para la Efectividad Organizacional. Estudios de Maestría en Psicología: énfasis en Psicología
Organizacional y del Trabajo. Miembro Grupo de Investigación en Psicología Organizacional y
del Trabajo de la Universidad del Valle, Cali, Colombia.
** Erico Rentería Pérez, profesor Área de Psicología Organizacional y del Trabajo, Instituto de
Psicología, Universidad del Valle, Cali-Colombia. Magíster en Psicología Social - Pontificia Uni-
versidad Católica de São Paulo PUC-SP y doctorando en Psicología Social - Universidad de São
Paulo. USP-SP São Paulo - Brasil.
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difícil teniendo en cuenta los cambios febrero el número de personas subem-


estructurales relacionados al fenómeno pleadas era de 6.191.000, registrando
y al desarrollo de nuevas tecnologías y una tasa de 30,4%, inferior a febrero de
la aceleración de procesos de globaliza- 2004, cuando estaba en 31,3%. Según
ción (Bridges, 1997). Una alternativa, el DANE (2005), si se realiza una com-
en muchos casos es la asociación para paración de los resultados de febrero
generar ingresos a partir de una empre- de 2005 con la cantidad de desocupa-
sa de propiedad de los propios trabaja- dos registrados en enero de este año,
dores y ligada a valores de cooperación en el país hay cerca de 287.000 nuevos
y solidaridad. desempleados.
En términos de Bridges (1997), cada Siguiendo con lo anterior y como se
vez el empleo pleno es menos corrien- anotó más arriba, una de las respuestas
te y está desapareciendo; es decir, el ante esta situación de precarización del
mismo trabajo que anteriormente exigía mundo del trabajo, sería el resurgimien-
la contratación de cien personas, hoy to de las organizaciones de trabajo aso-
se puede realizar con sólo cincuenta o ciado. Estas están referidas a aquellas
menos. Para el caso colombiano, según organizaciones que se crean con el pro-
datos del Departamento Administrati- pósito de dar respuesta a necesidades
vo Nacional de Estadísticas, (DANE), en colectivas de generación de ingresos;
febrero de 2005 la tasa de desempleo se sostienen porque quienes las gestan
nacional se ubicó en 14%, resultado in- proporcionan trabajo para sí mismos,
ferior en 1,4 puntos en relación con la de ahí que se refiera a estas personas
tasa presentada en el mismo mes de como los asociados-trabajadores. Tal es
2004. Sin embargo la tasa de las trece el caso en Colombia de las CTA que se
principales ciudades del país (entre las guían por valores y principios como la li-
que se encuentra Cali) se mantuvo en bre adhesión, la gestión democrática, la
16,1%. Se anota que aunque la tasa de formación y el interés por la comunidad,
desempleo bajó no se presentó mejo- entre otros. En este grupo de organi-
ría en la tasa de ocupación, la cual se zaciones de trabajo también se pueden
ubica en 51,6%, inferior en 0,3 puntos mencionar las empresas asociativas de
a la observada en febrero del año an- trabajo (EAT), las sociedades laboristas
terior. Así mismo, la tasa de subempleo y las que se crean como resultado de
sigue siendo elevada en todo el país. En los acuerdos sindicales, entre las más
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conocidas en Colombia. En general, las se anota que las CTA crecieron a una
CTA, se constituyen en una de las for- tasa promedio de 144% entre el 2001
mas organizativas generadoras de tra- y el 2004; en el mismo período, el sec-
bajo en Colombia, dando respuesta, en tor cooperativo creció 8%. En la misma
la mayoría de los casos, a necesidades entrevista, se afirma que de acuerdo
de incremento de la productividad en con las cifras radicadas en la Superin-
las grandes empresas, delegando la tendencia de Economía Solidaria, en el
contratación y las compensaciones en último año se contabilizaron en el país
las CTA que se organizan con los mis- 1.460 CTA a las que están vinculados
mos trabajadores para que presten de alrededor de 140.000 trabajadores.
manera independiente los servicios que En este mismo orden de ideas, en
llevaban a cabo en las empresas de las relación con una empresa tradicional
que antes eran subordinados. (Dinero, 2000), la CTA se diferencia en
En relación con lo anterior, la Revista que es un grupo autogestionado de tra-
Dinero (2000), bajo la noción de “ries- bajo asociado, con un régimen tributa-
go compartido” titula un artículo, refi- rio especial, en la que los trabajadores
riéndose a las CTA, como organizacio- pasan de ser subalternos a ser empre-
nes de trabajo asociado (OTA) que han sarios. Esta última es una de las prin-
facilitado en las compañías, el paso de cipales características de este tipo de
contratos laborales a contratos comer- organización que, además y a propósito
ciales, posibilitando así la adaptación de paradojas y precarización
a las nuevas situaciones del mercado.
En el artículo se refieren las OTA como No paga impuestos de renta, patrimo-

grupos auto-regidos en los que los tra- nio ni complementarios ni está obliga-

bajadores vinculan su trabajo personal do a hacer retención en la fuente sobre

y sus aportes económicos para la pro- servicios a terceros. Tampoco está obli-
gada a pagar impuestos parafiscales y,
ducción de bienes, ejecución de obras o
el subsidio familiar, que es opcional, se
prestación de servicios. Por su parte en
paga sobre aportes del 4% y no del 9%
el diario La República (24 de septiem-
como sucede en los otros regímenes.
bre, 2004) en entrevista realizada al
Además (…) en las OTA se obligan a to-
superintendente de economía solidaria,
mar el paquete completo de seguridad

. Véanse la nociones de “risk society” y de “indivi- social (Dinero, 2000: 54).


dualization” de Beck, 2002.
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De acuerdo con lo anterior, es impor- a la validez o no de las cooperativas de


tante anotar que se encuentran entre trabajo asociado, dedicadas a los tra-
las CTA constituidas, dos agrupaciones bajos temporales, la razón básica para
identificadas según su sentido; por un la realización del estudio es el aborda-
lado aquellas que son producto de pro- je psicosocial respecto a los procesos
yectos de trabajo solidario y colectivo de interacción entre las personas aso-
que buscan mejores niveles de desarro- ciadas trabajadoras y entre estas y su
llo a través del trabajo, y por otro aque- organización, a partir de las concepcio-
llas que responden a proyectos empre- nes y versiones que tienen del trabajo y
sariales “enmascaradas” en los procesos de su organización de trabajo. En este
solidarios; estas últimas son conocidas sentido, el contexto organizativo espe-
en algunos sectores en Colombia (en cífico de una CTA interesa de manera
particular en el de la economía solida- fundamental más por su desarrollo en
ria), como “falsas cooperativas” (“co- la acción cotidiana que por su carácter
opergatos” en Brasil), no porque posean jurídico. Es decir, vista como el lugar en
ilegalidad jurídica, sino por los motivos el cual las personas asociadas trabaja-
que llevan a crearlas y que difieren en doras, vivencian y construyen los pro-
el sentido filosófico cooperativo; este cesos de autogestión y autorregulación
tipo de cooperativas se presentan sobre en la organización, teniendo en cuenta
todo en el sector servicios y se asocian que estos son los elementos fundamen-
más a empresas temporales de trabajo. tales de la acción cooperativa del traba-
Esta aclaración resulta importante, en jo asociado. La CTA como el espacio de
tanto uno de los supuestos de los que trabajo donde las personas se recono-
se parte es que en estas empresas de cen como personas y trabajan (Spink,
tipo asociativo la lógica tradicional ca- 1996).
pital-trabajo se tendría que superar, lo En general, en el estudio se encontró
cual traería consecuencias en la dinámi- que los asociados no asumen la organi-
ca psicosocial de manera diferente en zación cooperativa como resultado de
este tipo organizaciones de trabajo a las una acción mancomunada, existe una
que se presentan en las empresas tra- representación del trabajo como empleo
dicionales. (Jahoda, 1987) en una organización que
Aunque es importante la discusión les posibilita “cierta continuidad y esta-
política, económica y filosófica respecto bilidad laboral” y de esa manera ellos
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se mantienen, aún cuando no se tenga retoman Luque, et al, (2000), la visión


claridad respecto a los fines o motivos del trabajo supone no restringirlo al des-
que acompañan las diferentes decisio- empeño individual de actividades con
nes que son tomadas en la cooperativa. contraprestaciones económicas. El tra-
Es decir las relaciones de poder y direc- bajo como realidad psicosocial es fruto
ción estarían en manos de unos pocos de la interacción de las personas que lo
y otros los seguirían. En el estudio en realizan en el seno de un contexto so-
mención, se reconoce en las versiones cial. De este modo, se tienen en cuenta,
cotidianas de los asociados-trabajadores entre otros, el significado y valor que se
cómo se “naturalizan” en la organización le da al trabajo según culturas y épocas
procesos, decisiones y procedimientos históricas específicas, la importancia del
de tipo económico y administrativo. Es trabajo como mecanismo de integración
decir, cómo se crean versiones entre los social, estratificación y asignación de
asociados trabajadores que les permi- roles y estatus a los diferentes miem-
ten aceptar o incorporar el sistema or- bros de la sociedad. El trabajo asociado
ganizativo de una cooperativa que fun- se convierte entonces en un esfuerzo
ciona y obliga a funcionar de la misma social por mantener institucionalizado el
manera que las empresas “tradicionales trabajo o por reinstitucionalizar formas
de tipo capitalista”, ante las cuales las de trabajo que ya no son los mismos
CTA serían una alternativa. en términos de “empleo pleno” (Blach,
Entre los asociados-trabajadores, se 1996; Bridges, 1997). Ese trabajo como
observa que su vinculación a la coope- actividad económico productiva, una vez
rativa, ya sea de manera voluntaria o institucionalizado es vivenciado como si
inducida, se presenta como una alter- fuera empleo. Si las condiciones no son
nativa de gestión económico-producti- “muy buenas” se viven como un empleo
va, diferente al empleo, que al mismo temporal, pero en cualquier caso en esa
tiempo le permite mantenerse en su forma de organización social para el tra-
representación del trabajo instituciona- bajo la persona encuentra una serie de
lizado; es decir, se posibilitan a sí mis- elementos económicos, socio políticos y
mos seguir considerándose con empleo psicosociales que le permiten reorgani-
y con ello, las implicaciones psicosocia- zarse personal y socialmente (Blanch,
les que lo acompañan. 1996).
Desde la perspectiva psicosocial que Ahora bien, cuando se trabaja en
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modalidad de empleo y este desapare- perspectivas entre la que encuentra la


ce, en las personas se vivencia la priva- psicosocial.
ción de dimensiones de vida facilitadas Por otra parte, el empleo ha sido con-
por el trabajo y se presenta un “deterio- siderado socialmente, a partir de la se-
ro psicológico”. En términos de Jahoda gunda mitad del siglo XX, (en el sistema
(1987), la situación de empleo satisface capitalista) como la actividad económi-
necesidades de diferentes dimensiones co-productiva por excelencia, lo cual se
como lo son la económica, social, polí- encuentra relacionado de cierta forma
tica y psicológica. Lo cual deja entrever con la dificultad que presentan algunas
que la motivación de las personas ha- personas para desempeñarse en activi-
cia esta actividad no es exclusivamente dades que suplan necesidades económi-
de tipo económico, como comúnmente cas, sociales y psicológicas por fuera de
se piensa. Sin desconocer la principal esta modalidad. De hecho, cuando las
función explícita y más visible del tra- personas quedan desempleadas tienden
bajo en modalidad de empleo, que es a seguir en un proceso de “búsqueda
lo económico, se ha encontrado que de empleo” como su única alternativa.
éste suple otras tantas necesidades de Situación difícil de volver a garantizar,
igual, o quizá mayor importancia que más aún teniendo en cuenta las nue-
la económica (Jahoda, 1987) entre las vas realidades del trabajo que plantean
que se encuentran la construcción de dentro de las posibilidades laborales,
la identidad, tener un estatus frente a una tendencia hacia la tercerización, el
la sociedad, trabajar en pro de alcanzar outsourcing, los servicios profesionales
objetivos comunes, entablar relaciones y el trabajo asociado (Rentería, 2001).
personales externas al núcleo familiar, Considerado lo anterior, las CTA
estructurar el tiempo de vida, entre como organizaciones de trabajo cuyos
otras. En consecuencia, cuando no se dueños (los asociados) son los mismos
cuenta “con un empleo” en el sentido trabajadores, plantearían relaciones di-
de trabajo como igual a empleo en tan- ferentes frente al trabajo en términos
to que representación social (Jahoda, de la dependencia y otras condiciones
1987); se presentan cambios en la vida derivadas de la figura de asalariados
de las personas que generalmente son cuando se está trabajando en modali-
desestabilizadores, y que por tanto me- dad de empleo. Sin embargo, el estudio
recen ser abordados desde diferentes muestra que al interior de este tipo de
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organizaciones se presentan contradic- vidad, de contratación y de manejo del


ciones y conflictos psicológicos que se tiempo, trae consigo cambios en el tipo
derivan, entre otras cosas, de la repre- de relación que se establece entre la
sentación que tienen las personas del persona y su propio trabajo, entre las
trabajo como empleo. A este respecto, personas trabajadoras y entre la per-
Sennett (2000) plantea la existencia de sona y la organización, representada
relaciones diferentes entre los indivi- muchas veces en quien lo contrata. Es
duos y las organizaciones, dado que el decir, hay una incidencia sobre los con-
conjunto de condiciones en que se mue- tratos psicológicos de los trabajadores
ve el mundo del trabajo provoca trans- entendidos en términos de Rousseau
formaciones también en las personas, (1994) como la creencia individual acer-
que van desde la concepción de la vida ca de los términos y condiciones de un
hasta la organización del tiempo donde intercambio recíproco acordado entre
lo que prima es el “corto plazo” produ- una persona y otra parte. Por su parte,
ciéndose una sensación de inseguridad, Schein (1982) relaciona el contrato psi-
de incertidumbre, que amenaza la ca- cológico con la aceptación mutua res-
pacidad de las personas de consoliden pecto a la relación entre el trabajador y
su carácter en narrativas duraderas la organización. Este se forma a través
de diversos tipos de eventos simbólicos
En la rebelión contra la rutina, la apa- y reales, en cual se define qué dará el
rición de una nueva libertad es enga- trabajador en forma de esfuerzo y con-
ñosa. En las instituciones, y para los tribución, a cambio de un trabajo esti-
individuos, el tiempo ha sido liberado mulante o recompensante, condiciones
de la jaula de hierro del pasado, pero de trabajo aceptables, recompensas
está sujeto a nuevos controles y a una organizacionales en forma de sueldos y
nueva vigilancia vertical. El tiempo de prestaciones y un futuro organizacional
la flexibilidad es el tiempo de un nuevo en forma de una promesa de promoción
poder. La flexibilidad engendra desor- u otras formas de desarrollo de carrera.
den, pero no libera de las restricciones Esto implica que el contrato es psicoló-
(Sennet, 2000). gico porque los términos reales quedan
implícitos; no se escriben en ninguna
Las transformaciones en el mundo
parte, pero las expectativas mutuas de
del trabajo, no sólo en el tipo de acti-
trabajador-empleador funcionan como
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un marco referencial tipo contrato. emprendimiento colectivo, por medio del


Por su parte, Malvezzi (2000), ba- cual las personas construyen los térmi-
sándose en las nuevas realidades del nos a partir de los cuales comprenden
trabajo se refiere a los contratos psico- y vivencian las situaciones y fenómenos
lógicos como un mecanismo del proceso de su cotidianidad. En esta perspecti-
de interacción que permite el control del va dar sentido al mundo es una fuerza
entorno y del futuro a través de la co- poderosa e inevitable de la vida en so-
operación entre las partes comprome- ciedad. Coherente con una perspectiva
tidas. Se constituye por cláusulas que psicosocial, Spink (1999) propone que la
administran el intercambio social reve- producción de sentidos no es una acti-
lando la existencia de un compromiso vidad cognitiva intraindividual ni pura,
estable, implícito y voluntario de coope- ni la simple reproducción de modelos
ración recíproca; esto es, obligaciones, predeterminados. Ella es una práctica
confianza, expectativas, sentimientos, social dialógica que implica el lenguaje
prioridades e identificación mutua entre en uso. La producción de sentidos es to-
personas y grupos. Esto supone prome- mada como un fenómeno sociolingüísti-
sas que no son verbalizadas ni escritas, co (una vez que el uso del lenguaje sus-
de aceptación y reciprocidad. Las par- tenta las prácticas sociales generadoras
tes conocen sus obligaciones y sus de- de sentido) y busca entender tanto las
rechos, por eso pueden controlar y de-
prácticas discursivas que atraviesan el
sarrollar su relación de reciprocidad.
cotidiano (narrativas, argumentaciones
Retomando el caso en referencia,
y conversaciones, por ejemplo), como
en el estudio piloto se evidenció que los
los repertorios utilizados en esas pro-
trabajadores-asociados le dan relevan-
ducciones discursivas.
cia a un discurso que les posibilita dar
En síntesis, en el contexto de las or-
sentido a su permanencia en la coope-
ganizaciones, esta lógica de las prácticas
rativa, privilegiándola como el lugar que
discursivas planteada por Spink posibilita
suple a la empresa tradicional en el as-
explorar cómo las significaciones consti-
pecto de brindar trabajo y con ello suple
tuyentes de una determinada visión del
su necesidad de emplearse.
mundo son articuladas en el discurso de
Siguiendo a Spink (1999), desde su
propuesta de las prácticas discursivas y quienes hacen parte de la organización

producción de sentidos en el cotidiano, como un todo. Los discursos desempe-


el sentido es una construcción social, un ñan un papel activo en la transición de lo
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subjetivo (las significaciones dadas por sación como participantes observables,


los actores organizacionales a los proce- subjetivamente coherentes en las líneas
sos y prácticas —gerenciales, producti- de historia producidas en conjunto. En
vas, administrativas, tecnológicas— y a esa interacción, se introducen perso-
la identidad de la organización) a lo obje- najes que aparecen en los relatos, en
tivo (el lenguaje escrito y hablado), que la historia de los problemas. Las con-
se torna en una rica fuente de conoci- cepciones que las personas tienen de sí
miento sobre el contexto organizacional mismas, son desarticuladas y localiza-
para la comprensión e intervención en das en una historia, su historia. De ahí
las organizaciones. que se hable de sus diferentes selves.
Las prácticas discursivas son activi- La multiplicidad de selves tiene que ver
dades cognitivas que están referidas a con las múltiples prácticas discursivas a
los acontecimientos sociales entendidas través de las cuales un individuo parti-
como construcción de la realidad. Ese cipa posicionándose y dándole sentido a
conocimiento es funcional y permite la partir de su historia particular. El análi-
producción de sentido. Retomando a Da- sis de la entrevista posibilita entonces el
vies & Harré, Spink (1999), define las entendimiento de ese posicionamiento,
prácticas discursivas como las diferentes identificando mejor cuáles son los sel-
maneras en que las personas, a través ves presentes en una situación, y cuáles
de los discursos, producen activamente son las coherencias y contradicciones
realidades psicológicas y sociales. presentadas.
Con base en lo anterior, la entre- Al relacionar prácticas discursivas con
vista es entendida entonces, como una producción de sentidos, se asume que los
interacción que se da en un cierto con- sentidos no están en el lenguaje como
texto, en una relación que es constan- materialidad, sino en el lenguaje como
temente negociada, es decir, según Da- construcción de la realidad. Una realidad
vies & Harré, (citados por Spink, 1999) polisémica y discursiva, inseparable de
el proceso discursivo, a través del cual la persona que la conoce. El sentido es
los selves son situados en una conver- producido de manera interactiva y en la
interacción presente no incluye sólo a al-
. “Yo” o “sí mismo” en la perspectiva de la psicolo-
gía. Se mantiene el plural en inglés ya que la re- En la perspectiva del interaccionismo simbólico el
ferencia utilizada desde una perspectiva interac- self (en singular) es una instancia auto-reflexiva
cionista no equivaldría a las teorías que utilizan el que se compone de un “yo” y un “mí”.
término ligadas al psicoanálisis ni al humanismo.
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guien que habla y alguien (otro) que es- el propósito de sistematizar el proceso
cucha, si no todos los otros que hablan de análisis de las prácticas discursivas
y que escuchan imaginariamente. Sobre en la búsqueda de aspectos formales
ese ángulo el diálogo se amplía a inter- de construcción lingüística, tanto de
locutores presentes y ausentes. Spink los repertorios utilizados en esa cons-
(1999) afirma, refiriéndose a la polisemia trucción como del diálogo implícito en
y a la multiplicidad de narrativas sobre la producción de sentidos. Los mapas
los eventos del mundo, que en un con- de asociación de ideas son instrumen-
texto de relación socialmente instituida, tos de visualización que se inician por
la argumentación tiende a ser afectada la definición de categorías generales, de
por la asimetría de la relación y por la naturaleza temática. En este caso par-
polisemia, afirmando que el sentido es ticular, se escogieron tres categorías: el
dado en función del contexto. trabajo como categoría genérica, el tra-
En el caso particular, para el análisis bajo en modalidad de trabajo asociado
de la información recogida en el estu- como forma particular de trabajar; y las
dio piloto para la interpretación de los razones por las cuales los entrevistados
datos obtenidos a partir de las entrevis- optan por una CTA. El cuadro 1 ilustra
tas, se realizaron los “mapas de asocia- el manejo de la información a través de
ción de ideas” (Spink, 1999) que tienen los usos de los mapas de asociación.

Cuadro 1. Ejemplo del uso de mapas


de asociación de ideas en el análisis del trabajo en una CTA.

Mediaciones de tipo económico en la CTA. Estudio piloto


Entrevistado Nº Cómo lo menciona Cómo lo describe Razones Qué dicen los otros

1 En realidad algunas CTA no


son cooperativas reales en su
En el 90% o más de estas CTA,
totalidad.
diría yo, los asociados no son
...Si uno lee bien la concepción
los dueños de los medios de
de CTA nosotros vamos a ser
producción.
gestores y autogestionarios y
como dueños de los medios de
producción vamos a producir
Hay mucha gente que uno
para crecer en el país para ser
le pregunta qué significa ser
un país solidario.
dueño de una CTA y no lo
sabe.

Fuente: Rodríguez (2004)


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El trabajo asociado y las CTA se verá más adelante a través del análi-
En el contexto de discusión las or- sis de discurso de los entrevistados, es
ganizaciones de trabajo asociado se que entre las personas que hacen parte
crean de manera específica para ge- de estas organizaciones, el trabajo en
nerar y proporcionar trabajo a las per- la cooperativa se asocia más a la noción
sonas. Siendo las más conocidas las de labor y a las actividades necesarias
cooperativas. En su formación influ- para la existencia, que a la acción como
yeron teóricos como los llamados so- dimensión transformadora.
cialistas científicos con sus principales En Colombia las CTA se encuentran
representantes: Marx, Engels y Lenin reguladas por la Ley 79 de 1988 y es
no sólo con sus escritos e ideas, sino su artículo 70 el que las define y les
también con recomendaciones específi- otorga una naturaleza jurídica especial
cas para las cooperativas. Con base en e independiente de otro tipo de orga-
sus planteamientos, las cooperativas se nizaciones de trabajo, en los siguientes
propusieron como alternativa económi- términos: “Las Cooperativas de Trabajo
ca al modelo capitalista. La diferencia Asociado son aquellas que vinculan el
fundamental con otras empresas, radi- trabajo personal de sus asociados para
ca en que en el modelo cooperativo se la producción de bienes, ejecución de
propone la propiedad colectiva de los obras o la prestación de servicios”.
asociados sobre los medios de produc-
ción, la fuerza de trabajo ejercida por
Algunos principios
los mismos asociados (dueños del ca-
pital) y la participación colectiva en la cooperativos y su represen-
administración de la empresa (el cua- tación a partir de discursos de
dro 2 ilustra las principales diferencias asociados a una CTA
entre estos dos tipos de organizaciones Las CTA, según los acuerdos inter-
de trabajo). Esto supone desde la pers- nacionales, “tienen como objetivo crear
pectiva de Arendt (1993), la posibilidad y mantener puestos de trabajo susten-
de la acción, como consecuencia de la tables, generando riqueza, para mejo-
vida política de los seres humanos, lo rar la calidad de vida de los socios tra-
cual a su vez tiene que ver con la propia bajadores, dignificar el trabajo humano,
condición humana. Sin embargo, en la permitir la autogestión democrática de
práctica lo que puede observarse, como los trabajadores y promover el desarro-
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18 ESTUDIOS DEL TRABAJO

Cuadro 2. Diferencias esenciales entre las CTA y las empresas con ánimo de lucro.

Diferencias esenciales
Empresas con ánimo de lucro Organización de trabajo asociado

• Accionistas • Asociados

• Acciones • Aportes (trabajo, dinero)

• Trabajadores no dueños • Trabajadores = dueños

• Accionistas con poder de decisión (trabajadores ajenos a este proceso) • Gestión democrática en la toma de decisiones

• Los trabajadores no participan de las ganancias • Excedentes distribuidos de acuerdo con la ley y los estatutos

• Regidas por los principios de la economía solidaria

llo comunitario y local” (OIT, 2004) Sin den manejar la empresa cooperativa
embargo en muchos casos en Colombia desde una perspectiva humana, esa es
estos principios parecerían estarse des- su ideología. Sin embargo, y ahí está la
viando, particularmente en las CTA que contradicción, no pueden escapar a la
tienen como actividad principal el “ma- lógica del capital que les pide que su
nejo de nómina”, este propósito se ve empresa crezca y ello sucede en la me-
reducido a una relación patronal y a una dida en que haya más asociados y esto
dinámica de “tercerización” simple bajo lo hacen buscando nuevas empresas
la figura de outsourcing. En el discurso que afilien a sus trabajadores, general-
de los entrevistados es clara la aprecia- mente por honorarios para que se vin-
ción que manifiestan a este respecto “Yo culen y puedan contar con la seguridad
lo tengo claro. Tengo claro qué es una social que exige la ley.
cooperativa. Pero la mayoría de los aso- Según lo anterior, el principio coope-
ciados no lo saben. Es importante que rativo de la adhesión libre y voluntaria
ellos conozcan […] que haya un proceso de sus socios, para aportar su trabajo
de educación e información”. personal y recursos económicos (que
En el caso particular de la cooperati- está condicionada a la existencia de
va que se aborda en este estudio piloto, puestos de trabajo) no se vive de esta
las personas entrevistadas manifiestan manera pues en la mayoría de los casos
el interés de informar a los asociados, a la cooperativa se llega por acuerdos
porque de alguna manera ellos preten- con los empresarios y los trabajadores
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 19

se vinculan para no perder su trabajo, cráticamente y son aceptados por los


más que como una opción pensada y asociados-trabajadores. A partir de los
elaborada respecto a la voluntad y de- discursos de los entrevistados se pue-
seo de hacer parte de un tipo de em- de deducir que los asociados que hacen
presa como ésta. Es decir, no cuentan parte de los organismos dirigenciales
con otra opción si quieren mantener su son generalmente los mismos, y estos
condición de empleabilidad en el merca- toman las decisiones fundamentales por
do de trabajo digno. Esto de hecho trae delegación de la mayoría de los asocia-
consecuencias psicológicas en las per- dos mediante el ejercicio democrático:
sonas tanto en la configuración de su un asociado tiene derecho a un voto
identidad alrededor del trabajo, como y tiene derecho a elegir y ser elegido
en otras dimensiones ligadas al tipo de para estos organismos de representa-
relaciones posibles, su estatus, etc. ción. Generalmente hay adhesión a lo
De la misma manera, la construc- realizado por los otros. Lo más impor-
ción de la relación del asociado-traba- tante es poder seguir trabajando para
jador con la cooperativa, no dista de la generar sus ingresos, de manera “inde-

que se vivencia en una modalidad de pendiente” a lo que pueda suceder al

empleo, esto es, de alguna manera el interior de la cooperativa. De nuevo, se


debe mencionar que la representación
trabajo se representa como “asalariado
social del trabajo asociado entre la ma-
dependiente convencional”. De ahí que
yoría de los asociados es la del empleo,
no haya una configuración simbólica de
por lo tanto los asociados-trabajadores
la organización como una empresa pro-
siguen buscando mantener los mismos
pia por la cual es necesario trabajar de
roles que en una entidad con ánimo de
manera mancomunada por ser de pro-
lucro en la que otros deben decidir por
piedad colectiva. Es importante recono-
ellos. Esto se presenta hasta tanto no
cer que los socio fundadores entrevis-
se plantee una reflexión diferente, pro-
tados, tienen esto claro y entienden la
ducto no sólo de su práctica discursiva
lógica, se resisten a ella, pero de alguna
individual si no también del colectivo re-
manera la reproducen en la práctica del
día-a-día de corte empresarial. . Los organismos dirigenciales son en el caso de
En una cooperativa la regulación in- las CTA el Consejo de Administración, la Junta de
Vigilancia, el Comité de Educación y los diferen-
terna se concreta de manera oficial por
tes comités de apoyo. La gerencia hace parte de
medio de regímenes concertados demo- la administración ejecutiva de la organización.
REVISTA COLOMBIANA DE
20 ESTUDIOS DEL TRABAJO

presentacional del cual hacen parte. mantenerse en el mercado cuando hoy


A nivel psicológico entre los asocia- las empresas en su mayoría te vincu-
dos se presentan contradicciones que lan por honorarios y si tú no tienes todo
tienen su origen en la confusión de su lo de ley, no te contratan”. En conse-
relación laboral, pues son asociados cuencia, el discurso de los entrevistados
de una empresa cooperativa que casi deja leer que ellos buscan hacer empre-
no conocen y trabajan respondiendo a sa cooperativa porque están pensando
“demandas patronales” en su lugar de en beneficios colectivos; sin embargo
trabajo. La cooperativa busca a través plantean la preocupación de no estar
de la información escrita, por lo general cumpliendo con todos los servicios que
en los desprendibles de pago, recordar quisieran ofrecer cuando los asociados

que son asociados de una cooperativa cuentan con prestaciones de ley de un


salario mínimo como base de liquidación.
de trabajo asociado.
Esto los obliga a pensar en acogerse a
En este sentido “el trabajo asociado”
“nuevos servicios” (para ellos mismos)
se convierte en el pilar del sistema de
que cubran lo que la seguridad social
mediación frente a las contradicciones
legal no cubre, como por ejemplo póli-
propias de las organizaciones de traba-
zas de seguro de vida. En el discurso de
jo, es decir, se posiciona en las perso-
los entrevistados, al igual que lo plantea
nas a través de la filosofía cooperativa y
Pagès (1993), se hace evidente que el
se traslada al discurso de los asociados,
espacio socio-mental es un sistema de
permitiendo mantener la contradicción
correspondencia entre las estructuras
sin que el conflicto aflore o estalle de una psicológicas y las estructuras sociales,
manera evidente. Un ejemplo de ello es articulando entre ellas las estructuras
que las conversaciones entre asociados- económicas, políticas, ideológicas y psi-
trabajadores incluyen las inconformida- cológicas. No se propone una dimensión
des, pero al mismo tiempo trasladan la sin la otra. Es posible que existan gran-
preocupación como un problema per- des diferencias en las empresas desde
sonal, de opción de permanencia en un la dimensión jurídica, económica, antro-
trabajo instituido; en este sentido hacer pológica e incluso social; sin embargo,
parte de una cooperativa de este tipo a nivel psicológico, los trabajadores vi-
pasa a ser una ventaja comparativa con vencian procesos similares, producto de
aquellos que aún no se han posiciona- los conflictos y contradicciones internas
do como empleables, ya que “es difícil de las organizaciones que son traslada-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 21

das a los individuos. mensión diferente de la de sólo lucrarse,


A continuación se recogen algunos “en el trabajo yo aporto desde lo que sé
apartes de los principales aspectos que hacer. A veces por ese trabajo nos pa-
se logran identificar a partir del análisis gan”; esto es posible en la medida en
del contenido de las entrevistas organi- que han tenido prácticas profesionales
zadas según los mapas de asociación de y académicas, que les permite decidir
ideas en los tres ejes temáticos de in- con conciencia, teniendo claro también,
terés propuestos anteriormente: el tra- que el fenómeno de la globalización se
bajo como categoría amplia, el trabajo encuentra íntimamente relacionado con
asociado como una forma particular de el auge de nuevas tecnologías las cua-
trabajar y finalmente la opción por el les inciden de manera significativa en
trabajo asociado en una CTA. el desempeño de ocupaciones ya exis-
tentes, en la creación de nuevos oficios,
profesiones y modalidades de traba-
Algunas versiones sobre
jo tendientes a administrar de mane-
el trabajo en el contexto ra efectiva dichas tecnologías y, en las
actual para los asociados- nuevas formas de orden social. Esta op-
trabajadores ción de repertorio, los lleva a considerar
Es importante aclarar que para el que esta realidad mundial parte de la
caso específico de los entrevistados dimensión económica pero se expande
la opción por una CTA es una decisión a otras esferas (la social, la histórica, la
buscada y reflexionada a partir de su tecnológica e incluso la individual). En
cercanía con el movimiento cooperativo, sus versiones sobre el trabajo, algunos
por lo cual sus versiones pueden distar entrevistados plantean que es un dere-
de alguna manera con las de otras per- cho constitucional, y que por lo tanto es
sonas cuya opción por una CTA sólo sea una obligación del Estado garantizarlo.
consecuencia de la tendencia a hacer Se observa en esta afirmación, la con-
parte de una cooperativa como obliga- tradicción permanente entre el asisten-
ción para mantenerse en el mercado de cialismo y la autogestión permeados por
trabajo aunque sea en condiciones cada el “recurso al derecho”.
vez mas precarias. Se destaca de alguna manera, la
Para los entrevistados, el considerar versión del trabajo diferenciándola del
la opción cooperativa, los lleva a una di- concepto de empleo, que generalmen-
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22 ESTUDIOS DEL TRABAJO

te es manejado como sinónimo. Pues obra “nos enfrentamos a un problema


su versión del trabajo está asociada a de mucho desempleo, ahora todas las
una necesidad a ser satisfecha y reali- empresas quieren todo lo bueno para
zada por los seres humanos. El traba- ellas y no piensan en las personas y
jo es visto desde la posibilidad de ser cada vez hay más máquinas reempla-
independientes como lo aclara un aso- zando la mano de obra”.
ciado-trabajador “el empleo tiene que En el discurso de los asociados, el
ver más con la dependencia”. En ellos el trabajo se entiende como un concepto
concepto de autogestión es clave para de transformación: “cambiar la reali-
su desenvolvimiento cotidiano. “No ne- dad, transformar un elemento, una si-
cesariamente dependo de un ente para tuación”, “para que la demanda laboral
trabajar”, “Yo puedo ir a mi finca y tra- sea satisfecha debería buscarse un de-
bajar día y noche”. El trabajo trasciende sarrollo sostenido”. Detrás de esas afir-
el espacio de lo económico, va más allá maciones hay una mirada alternativa al
y está anclado en la existencia del ser discurso hegemónico, que se relaciona
humano, le da sentido a su vida (Sen- directamente con la posibilidad de rea-
net, 2000). Pero al mismo tiempo, en lizar cambios como producto de su pro-
sus repertorios se da paso a la contra- pia gestión en el sentido de acción pro-
dicción: aunque se habla de la no de- puesto por Arendt (1993). De ahí que
pendencia, se refieren también a “si también eso esté asociado a los esfuer-
existiera una oferta laboral suficiente, zos “a nivel mental, a nivel de esfuerzo
que permita una salud mental de los físico”, “a los aportes que realizan en
ciudadanos”. En este sentido, retoman la cooperativa”; y que también se rela-
de manera implícita, la responsabilidad cione de manera directa con su sentido
estatal, en la protección del derecho a existencial de cambio personal “lo que
trabajar. En últimas es como si de todos pienso del trabajo ha ido cambiando con
modos, el trabajo asociado y la opción el tiempo”. El concepto está atravesado
de la autogestión estuvieran presentes, por la consolidación de discursos de indi-
dado el ausentismo del Estado. De aquí, vidualización (Beck & Beck, 2002) “ahora
que, en la tercera entrevista, se plantee creo que implica un riesgo, una ventura.
el ejemplo de la fábrica exportadora en Ahora el trabajo depende de mí”.
la que sólo tenían 80 trabajadores, con En el caso particular de los coope-
máquinas que reemplazan la mano de rativistas entrevistados los repertorios
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 23

derivados de la ideología, las creen- una vez institucionalizado es vivenciado


cias, los valores, los principios cobran como si fuera empleo. Si las condicio-
un lugar muy importante para llevar a nes no son “muy buenas” se viven como
cabo su práctica: “implica también una un empleo temporal, pero en cualquier
concordancia con Dios. Él me ayuda a caso la persona encuentra en esa forma
abrir el camino”. El trabajo no es sólo de organización social para el trabajo,
lo que de manera personal se pueda una serie de elementos económicos, so-
realizar o conseguir, tampoco es sólo lo cio-políticos y psicosociales que le per-
que el Estado provea; hay también una miten reorganizarse personal y social-
relación directa con una fuerza divina mente (Blanch, 1996).
(sus creencias religiosas), que ayuda a En las versiones sobre el trabajo
tomar decisiones, a llevar una carga, a asociado, los entrevistados coinciden
descubrir opciones. La afirmación impli- en que la unión es importante para ob-
ca un nivel de trascendencia que deja tener mejores resultados “la gente se
ver una búsqueda de coherencia con su une y desde lo cooperativo hay mayores
propio ser, con sus creencias y ayuda en resultados del trabajo de las personas”,
la aceptación de la situación de trabajo “el unir esfuerzos para tener mayor po-
ligada a lo asociativo, a lo que se está der, mayores beneficios económicos,
haciendo, y al contexto de trabajo y la mayores beneficios sociales, es decir,
manera como se está haciendo en ese en todo sentido”.
momento. El trabajo asociado es también vis-
to como una posibilidad de hacer frente
a las nuevas realidades laborales, que
El trabajo asociado
exigen de las personas movimientos rá-
como esfuerzo de pidos, visualizando nuevas formas de
institucionalización para los hacer las cosas, y sobre todo de “ga-
asociados-trabajadores narse la vida”, uniendo esfuerzos con
El trabajo asociativo es un esfuerzo otros. Uno de los asociados se refiere a
social por mantener institucionalizado el la importancia del trabajo asociado de
trabajo o reinstitucionalizar formas de la siguiente manera:
trabajo que ya no son las mismas en
términos de “empleo pleno”. Ese trabajo en nuestro medio, y dadas las condicio-

como actividad económico productiva, nes socio-laborales en las cuales esta-


REVISTA COLOMBIANA DE
24 ESTUDIOS DEL TRABAJO

mos inmersos, se han desvirtuado las aunque individualmente sea posible


condiciones de ingreso de los colombia- captar la inconformidad o la contradic-
nos, como también la protección refe- ción particular en dicho cotidiano.
rida a la seguridad social [...] De igual Es común encontrar versiones como
forma, y también como consecuencia las que presenta uno de los asociados
del desempleo, se ha incrementado, a al referirse a las CTA “que no respetan
niveles críticos, el trabajo informal [...] la filosofía cooperativa” y presenta un
Es entonces cuando surge la prestación ejemplo:
de servicios, la producción de bienes o
la ejecución de obras en forma auto- Estamos ahora negociando un paquete
gestionaria. en una empresa del Estado. El director
no quiere que la empresa pague la ad-
De acuerdo con lo anterior, según ministración, quiere que cada asociado
los planteamientos de Bauman (2000), asuma una cuota de administración. Y
si se quiere estar en el mercado de tra- la lucha en este momento es que ellos
bajo es necesario fluir, adaptarse a los como empresa entiendan que sus tra-
cambios; sin embargo los referenciales bajadores son personas y se les debe

de las personas siguen siendo de natu- respetar. Imagínate, eso no es legal y

raleza sólida, tangible, concreta y rígi- nosotros no lo podemos hacer aunque

da. Por tanto las personas tienen que perdamos un negocio, porque nuestros

crear, a partir de esos repertorios que principios cooperativos no nos lo per-

aun no son fluidos, una identidad que miten.

se vuelve natural en medio de discur-


sos “cooperativos” ligados al manejo de La práctica cooperativa proporciona
situaciones críticas de vida a través del los elementos con los cuales se pueden
trabajo. De esta manera la organización construir organizaciones durables, de
de trabajo asociado como construcción percepciones y conocimientos relativos
discursiva cotidiana reproduce un tipo a ciertos aspectos del mundo, constitui-
de organización a partir de alternativas dos por las representaciones sociales,
que son precisamente las que siempre un pensamiento, una estructura cog-
han conocido, o han primado hegemó- nitiva y un universo de informaciones,
nicamente como representaciones so- opiniones, creencias e imágenes (Mos-
ciales (Moscovici, 1978; Jodelet, 1988), covici, 1978, Jodelet, 1988). Esa produc-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 25

ción reposa sobre una base imaginaria y o no ser hecho a la luz de los principios
simbólica formada a partir de la historia cooperativos en una organización que no
del grupo que define su percepción del deja de ser de trabajo.
mundo y las transformaciones que el
significado de cada evento gana en cada
contexto social. Como bases del proce- La “opción” por una CTA o el
so social que crean las cooperativas, se mantenerse en el mercado de
encuentra la acción cotidiana, los even- trabajo
tos del día a día, los modos de hacer El análisis de la información permite
que las personas experimenten en las observar que los entrevistados al refe-
prácticas y en las interacciones. Uno de rirse a la opción por una CTA, presentan
los asociados dice: razones económicas, socio-políticas y
subjetivas. En relación con lo económico
hay que generar en la gente autonomía,
y lo socio-político, se puede afirmar que
sentido de pertenencia al grupo y cam-
ante el panorama de la globalización de
biar el sentido de competencia frente al
la economía, muchos son los cambios
otro, por competencia frente al reto”.
rápidos que se suscitan en los diferen-
[Luego afirma:] “en relación con otras
tes escenarios, sobre todo en el pro-
empresas, en la CTA hay cambios, todo
ductivo, en el que cada vez es mayor el
está regulado por sí mismo, es una ma-
desempleo estructural (Bridges, 1997);
nera de hacer trabajo independiente.
por lo cual, se observa la aparición o
resurgimiento más frecuente de formas
En las organizaciones de trabajo aso-
de trabajo que permiten a las personas
ciado la práctica autogestionaria sobrepa-
suplir diferentes tipos de necesidades.
sa entonces el alcance de los presupues-
En ocasiones, las mismas personas se
tos obvios y de los objetivos oficiales. En
unen y conforman, desde una perspec-
el cotidiano de las prácticas se acciona
tiva solidaria, organizaciones de traba-
un proceso de producción y atribución
jo que ellos mismos lideran, como en
de sentido que se basa en el modo como
el caso de las personas entrevistadas:
las personas ven, interpretan, represen-
“al asociarse todos piensan, pensamos,
tan y construyen la realidad social; y la
que es la mejor opción porque solos no
manera como se negocia temporalmente
podemos salir de los problemas, sobre
lo que es o no cooperativa; lo que puede
todo si son económicos”.
REVISTA COLOMBIANA DE
26 ESTUDIOS DEL TRABAJO

De igual manera existen otras orga- los empresarios, pero en detrimento de


nizaciones que son gestionadas como de los trabajadores. Es por eso que algu-
propiedad conjunta de los mismos tra- nos hablan de “cooperativas piratas”,
bajadores, pero que son lideradas por aunque ellas estén legalmente consti-
los empresarios como única forma de tuidas. Un entrevistado menciona, se-
reinstitucionalización del trabajo, una gún datos tomados de la prensa, que en
vez que son reestructuradas las gran- Colombia hay 70 cooperativas que son
des empresas, respondiendo a políticas producto de investigación. “Muchas CTA
de disminución de costos y optimización han sido mal orientadas y lo que tra-
de los procesos de producción. Como tamos en nuestra cooperativa es tratar
consecuencia de ello, las personas, en de no cometer esos mismos errores y
estas últimas, se alejan de los procesos diferenciarnos, teniendo claros los prin-
de autonomía, autogestión y autorre- cipios de una verdadera cooperativa,
gulación, y trasladan las relaciones de capacitándonos”.
dependencia con sus antiguos patrones. En varios apartes los entrevistados
Tal es el caso de lo que se viene de- hacen referencia a que es importante
nominando popularmente como “falsas la educación y la capacitación para los
cooperativas” o “cooperativas piratas” asociados. Según ellos, sin esto no es
Ante esta situación aparece en el posible el adecuado manejo de una em-
discurso de los entrevistados el plan- presa cooperativa. Esta afirmación lleva
teamiento que se expresa en esta fra- también a considerar que la necesidad
se: “que no quieren ser, ni operar de de educación cooperativa está directa-
la misma manera que las cooperativas mente relacionada con la poca informa-
que dicen serlo y en esencia no lo son”. ción y formación respecto a este tipo
Es importante anotar que en Colombia, de opción empresarial u opción de vida.
al igual que en otros países del mundo Por lo general, las personas llegan a ha-
como Brasil y España, por ejemplo, esta cer parte de estas organizaciones por
afirmación se origina en el hecho de que referencia de otros como una buena po-
están utilizando la opción del trabajo sibilidad o porque son obligados a ello.
asociado como una estrategia empresa- Por otro lado, si se mira desde un punto
rial para obtener mayores beneficios en de vista subjetivo, la educación y la ca-
términos de ganancia económica para pacitación también son obligaciones en

. “Coopergatos” en el Brasil
la filosofía cooperativa, pues ella es uno
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 27

de sus principios fundamentales. En va- tión de la competencia —en el sentido


rios comentarios dentro de las entrevis- de ser competentes y competitivos en
tas se dejan en claro que la opción coo- los nuevos roles del trabajo— asuntos
perativa tiene que ver con una opción que antes sólo pertenecían a los cua-
de vida en la que ellos quieren aportar dros gerenciales.
al mundo desde sus ideales solidarios y Al optar por conformar y hacer parte
de esta manera hacer un tipo de orga- de una cooperativa, ésta toma la forma
nización distinta. Así queda expresado de un lugar y cobra sentido en la medi-
en esta respuesta: “nosotros no somos da en que se convierte en un espacio de
sólo una empresa que maneja nómi- socialización; en un espacio en el que es
na como todas las demás. Aquí lo que posible compartir las dificultades diarias
buscamos es administrar y desarrollar de cada uno. Es una ubicación simbóli-
el talento humano, lograr mejores re- ca del tipo de organizaciones asociativas
laciones entre las empresas y nuestros existentes en tiempos pasados. Con base
asociados”. En este orden de ideas cabe en esto, se identifica una categoría espa-
la pregunta de si realmente ¿estamos cio-temporal en la relación de los coope-
preparados para asumir intempestiva- rados con su empresa, a partir de la cual
mente esta “nueva realidad” del trabajo se suplen ciertas necesidades psicológi-
en el sentido de demandas y exigen- cas, como por ejemplo, la seguridad que
cias, cuando nuestro sistema educativo se da a partir de la menor probabilidad de
nos formó particularmente para asumir ser excluido de su condición como traba-
el empleo como forma “por excelencia” jador, ya que su vínculo como asociado le
del trabajo? (Rentería, 2001). Para los permite “gobernar” en sí mismo los mo-
entrevistados, la opción cooperativa mentos de entrada y de salida. En estas
es una acción consciente y consisten- circunstancias pueden existir variaciones
te con su estilo de vida; sin embargo, en las explicaciones de los cooperados
es claro que la opción está asociada a en relación con las empresas asociati-
la búsqueda dentro del mercado de una vas, pues ellas permiten esos espacios
posibilidad empresarial que les permita en los que los trabajadores comparten la
sostener sus familias a nivel económico, reducción de la incertidumbre de estar
desde una perspectiva de reinstitucio- por fuera del mercado de trabajo, lo que
nalización y dignificación del trabajo, lo significa estar por fuera de los circuitos
cual necesariamente remite a la cues- de producción y le proporciona estatus,
REVISTA COLOMBIANA DE
28 ESTUDIOS DEL TRABAJO

cierta estabilidad económica, reconoci- social es importante reflexionar acer-


miento, seguridad en sí, la actividad en ca de la forma como una cooperativa
sí misma (Jahoda, 1987; Blanch, 1996). como organización de trabajo —como
Uno de los entrevistados lo define de la empresa— y como opción es percibida
siguiente manera: por sus socios, teniendo en cuenta tan-
to el contexto histórico de su formación
por pasar a estar vinculados con una como de las acciones de los agentes
CTA, como asociados, los trabajadores externos que promueven la creación de
se convierten en autogestores y su vin- cooperativas. Las diferencias que se en-
culación con la organización depende cuentren a partir de la práctica coope-
únicamente de su respuesta laboral, de rativa, de seguro podrían apuntar hacia
su cumplimiento sin que estén depen- aspectos psicosociales que vinculen las
diendo de recomendaciones, de organi- experiencias autogestionarias y las ac-
zaciones sindicales o de una respuesta ciones anteriores de asociación y opcio-
laboral de bajo perfil que le garantiza nes conjuntas, al mismo tiempo que la
ingresos. Desaparecen los condiciona- necesidad de nuevas prácticas sociales
mientos laborales y nacen nuevas pers- que ocupan “los espacios vacíos exis-
pectivas, proyecciones y beneficios que tentes en torno de otras prácticas van
por medio del empleador no se vislum- creando o recreando los múltiples mo-
braban. dos de existencia” a través del trabajo.

De hecho lo que se puede estar ob-


A modo de conclusiones
servando es que la cooperativa ofrece
A continuación se ofrecen elemen-
otro tipo de satisfactores que no son sólo
tos de reflexión y futuros análisis para
de tipo económico, sino también psico-
la presente investigación y otras alrede-
lógico, ofreciendo en este caso estabili-
dor del trabajo asociativo y las CTA en
dad respecto al trabajo que le permite
particular:
suplir sus necesidades de carácter psi-
• Los asociados trabajadores son vis-
cosocial (Jahoda, 1987; Blanch, 1996);
tos desde su representación social
pues puede “estar seguro” que no va a
como empleados de la organización,
salir de “cualquier manera”, de un espa-
a pesar de “reclamar” en el discur-
cio laboral en el que se le reconoce.
so el rol de asociados gestores. En
Desde la perspectiva de la psicología
términos generales la representa-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 29

ción social del trabajo asociado con- manencia en un trabajo instituciona-


tinúa siendo el empleo, por tanto los lizado; en este sentido hacer parte
asociados trabajadores, siguen bus- de una cooperativa de este tipo es
cando mantener relaciones de de- una ventaja comparativa con aque-
pendencia y subordinación como si llos que aún no se han posicionado
fueran asalariados. como empleables.
• Al igual que en una multinacional los • Los principios y valores cooperati-
dirigentes y directivos de la CTA se vos son desconocidos por muchos
anticipan a los conflictos. Una de las de los asociados. En otros casos son
formas particulares de hacerlo es recitados y verbalizados sin haber
posibilitando servicios con los cuales sido elaborados en sus contenidos y
los asociados trabajadores se sientan prácticas específicas. Sin embargo,
parte de la empresa y ganen conti- ellos se convierten de alguna mane-
nuidad en la misma. Esto implica la ra en la lógica y derrotero de actua-
activación de sistemas simbólicos de ción que traslada a los asociados la
mediación, que en términos de Pa- necesidad y posibilidad de legitimar
gès (1993), no tienen otra función muchas de las políticas y prácticas
sino la de desplazar los conflictos y en recursos humanos. En este orden
naturalizar las explicaciones ante las de ideas se configuran elementos
contradicciones. para repertorios no críticos que per-
• El trabajo asociado se convierte en miten asumir lo asociativo como op-
el sistema de mediación frente a las ción “plena” y como alternativa para
contradicciones propias de las or- resolver un problema práctico que
ganizaciones de trabajo, es decir, de otra forma no permitiría ingreso
se posiciona en las personas a tra- a una forma organizativa como esa.
vés de la filosofía cooperativa y se • En las CTA el poder es visto como
traslada a su discurso, permitiendo una posibilidad de democratizar las
mantener la contradicción sin que el relaciones; pero esto se plantea en
conflicto aflore o estalle. Los asocia- última instancia, luego de procesos
dos conversan entre ellos acerca de de movilización de los asociados
las inconformidades, pero al mismo respecto a sus propias creencias y
tiempo trasladan la preocupación versiones que legitiman los poderes
como un problema personal, de per- establecidos. Como individuos vi-
REVISTA COLOMBIANA DE
30 ESTUDIOS DEL TRABAJO

vencian el poder en términos de una sión, aportando en la producción de


instancia que corresponde sólo a ideología, insinuando una ideología
aquellos que tienen la posibilidad de que le es propia y resolviendo a su
ocupar los cargos dirigenciales, o a manera las contradicciones entre la
quienes ocupan los cargos directivos ideología oficial y la de su experien-
de las empresas en las que prestan cia personal.
sus servicios. Hay miedos y angus- • En general, la estructura interna de
tias resultantes de sus historias de la cooperativa y su funcionamiento
vida laborales; por lo tanto temen se mantienen por la colaboración
perder estabilidad social y económi- psicológica de los trabajadores aso-
ca. Una vez obtenida alguna forma ciados que se ajustan al modelo so-
de estabilidad, aunque no sea en cio-económico y cultural planteado,
las condiciones deseadas (Sennet, ajustándose de igual manera a las
2000); una vez satisfechas algunas relaciones y a los procesos internos
dimensiones psicosociales ligadas que se producen en ella. Al mismo
al trabajo (Jahoda, 1987; Blanch, tiempo las estructuras personales se
1996), se estaría legitimando cual- alimentan de las vivencias y reper-
quier opción de manejo de poder torios anteriores propiciados por la
justamente para no regresar al pun- organización de trabajo y las formas
to anterior al ingreso o conformación como se ha trabajado. Se produce
de la cooperativa: la incertidumbre, sentido en doble vía: desde el dis-
la inestabilidad. curso de los asociados y desde el
• Entre las personas del equipo diri- discurso de la organización (el dis-
gencial hay una negación interna curso colectivo).
respecto a verse como patrones, • En el discurso de los entrevistados,
porque de alguna manera es lo que al igual que lo plantea Pagès, se hace
se representan a sí mismos, de ma- evidente que el espacio socio-mental
nera inconsciente. Socialmente se es un sistema de correspondencia
les otorga poder, tal como en una entre las estructuras psicológicas y
empresa con ánimo de lucro se le las estructuras sociales, articulando
confiere a los dueños y a los jefes. entre ellas las estructuras económi-
Como lo plantea Pagès (1993), el in- cas, políticas, ideológicas y psicoló-
dividuo colabora en su propia sumi- gicas. No se propone una dimensión
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 31

sin la otra. Es posible que existan trabajo asociativo, como por ejemplo, la
grandes diferencias en las empresas cooperación sin competición es lo que
desde la dimensión jurídica, econó- diferencia a estas organizaciones de otro
mica, antropológica e incluso social; tipo de empresas de trabajo con interés
sin embargo, a nivel psicológico, los personal. Con todo, las personas ha-
trabajadores vivencian procesos si- blan desde sus repertorios disponibles,
milares, producto de los conflictos y cargados de significados, de símbolos,
contradicciones internas de las orga- y eso se visibiliza en sus prácticas dis-
nizaciones que son trasladadas a los cursivas. En las empresas asociativas
individuos. las personas tienen explicaciones para
En general es posible tratar de con- su actividad laboral, pero pareciera que
cluir que las cooperativas son una for- hacen parte de unos repertorios cogni-
ma organizativa que se crea para res- tivos y comportamentales ligados a una
ponder a diferentes necesidades, de forma particular de trabajo, que icono-
manera fundamental a la del trabajo, gráficamente ha sido su representación
con sus implicaciones socio-económicas social desde la segunda mitad del siglo
y psicosociales de nuestra actual socie- XX (Jahoda, 1987), de lo que son los
dad capitalista. Dentro de esto es im- modelos de gestión empresarial y den-
portante aclarar que el trabajo asociado tro de ellos la forma de trabajo denomi-
no es una nueva forma de empleo, y las nada empleo.
cooperativas son sólo una de las moda- Hay una paradoja entre lo que las
lidades del tipo de organización de tra- personas crean como organización de
bajo basada en la asociación (modalidad trabajo y la manera como deberían
de trabajo asociado). funcionar por los presupuestos ideoló-
Cuando las personas deciden em- gicos. La manera como le dan vida con-
prender acciones asociativas, como tradice en ocasiones dichos presupues-
formas organizativas alternativas para tos, reproduciendo los esquemas para
el desempleo, se presupone que la em- los que se crea como una alternativa.
presa va a ser de tipo asociativo, y lo Sería importante analizar las diferentes
que se espera es que la asociatividad formas como las paradojas y contra-
esté presente no sólo en su origen, sino dicciones son asumidas en el día-a-día
también que funcione bajo todos los pues son espacios que cada vez más
presupuestos ideológicos y técnicos del van a ganar visibilidad e importancia
REVISTA COLOMBIANA DE
32 ESTUDIOS DEL TRABAJO

en las nuevas realidades del mundo del (metanarrativas), las voces que parti-
trabajo para un grupo social que en tér- cipan de esos discursos. De aquí que
minos de Antunes (1995) representará también surja la inquietud sobre cuáles
la clase-que-vive-del-trabajo. Es decir son o cómo se configuran las diferentes
una problemática que afecta a todos narrativas utilizadas por las personas
los que viven de su fuerza de trabajo y para explicar
no solo la antigua “clase operaria” liga- Para finalizar, desde la perspectiva
da al sector industrial. de Bauman (2000) es de nuestro interés
Con base en lo anterior, si se crea proyectar una discusión sobre ¿cuál es
una forma organizativa asociativa con el sujeto posible en el momento actual
un fin, suponiendo unas formas de fun- en las Organizaciones de Trabajo Aso-
cionamiento particulares y alternativas ciado? Con base en el estudio realizado,
al modelo de gestión empresarial tra- en especial a partir de los contenidos
dicional, y en la práctica cotidiana se analizados es posible arriesgar algunos
reproducen esos mismos modelos de puntos de reflexión.
gestión, el interrogante que surge es: Es posible que los asociados trabaja-
Si existe la intencionalidad de crearla dores encuentren sentido a su práctica
CTA, ¿Qué satisfacción adicional a la de asociativa y sean personas con capaci-
la necesidad económica, puede estar dad para fluir de acuerdo con los dife-
buscándose al crear la cooperativa? rentes escenarios del mundo del traba-
Cabe entonces preguntarse si ¿es jo, que sean flexibles ante las nuevas
posible encontrar las mismas versiones y diferentes situaciones y condiciones
del trabajo y del trabajo asociado en va- de la organización y del mercado, y que
rias organizaciones, de la misma mane- pueden pasar:
ra que se encontraron en los entrevis- • De lo morfostático a lo coyuntural
tados de la cooperativa, escogida para caracterizado por la velocidad, lo si-
este trabajo? En ese mismo orden de tuacional y lo emergente
ideas es importante identificar cómo las • De la subordinación-autoridad a la
personas explican su situación de tra- autonomía, autogestión y autorre-
bajo desde sus propios repertorios. Re- gulación
tomando la perspectiva de la psicología • Del lugar de trabajo a la actividad
discursiva es posible revisar los reper- del trabajo
torios, los procesos de interanimación • De las jerarquías racionales a prefe-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 33

rencias problemáticas • De tener mentalidad de empleado a


• Del planeamiento estratégico al pla- ser agente económico-reflexivo (Mal-
neamiento contingente (situacional) vezzi, 2000), en permanente forma-
• De propósitos ex-ante a ex-post ción, anticipación y conocimiento de
• De la verticalidad a la participación, lu- la sociedad actual y sus nuevas re-
cha por la asignación de significados glas, con capacidad para crear y co-
• Del control externo a personas y ordinar competencias (desarrollo de
procesos, al interno incorporado a nuevos recursos personales y colec-
procesos de autorregulación, como tivos; desarrollo del vínculo trabajo-
resultado de los procesos autoges- resultados); historia de realizaciones
tionarios profesionales personales y colecti-
• De la conservación de lo instituido a vas visibles.
la creatividad, la innovación, el cam- Para llegar a este “sujeto asociado”
bio posible, es importante primero conocer
• De la representación del empleo a lo que le impide o facilita tal construc-
la empleabilidad (en el mercado de ción, dentro de su realidad psicosocial
trabajo) en relación con el conjunto de dimensio-
• De la división del trabajo y especiali- nes (económica, social, política, cultural,
zación a la integración, polivalencia, ideológica) por las que atraviesa la vida
posiciones rotativas. de los seres humanos como individuos y
• De las relaciones complementarias como parte de una colectividad, en este
(tú das, la organización da) a reci- caso organizada en una forma empre-
procidad (qué doy, qué recibo: ayu- sarial, y tipificada en una organización
da mutua) de trabajo: las CTA.

Recibido el 2 de agosto de 2005 - Aceptado el 29 de septiembre de 2005.


REVISTA COLOMBIANA DE
34 ESTUDIOS DEL TRABAJO

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REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 37

Empleabilidad: una lectura psicosocial

Erico Rentería Pérez

El contexto y la tendencia actual manente más allá de las capacidades y


en el mundo globalizado y en el mer- formación específicas (Sennett, 2002;
cado de trabajo presentan característi- Bauman, 2000).
cas que hacen necesaria la adopción de Este ensayo presenta algunos apar-
estrategias variadas para el ingreso o tes ligados a la investigación doctoral
permanencia en el mercado de trabajo en curso sobre una lectura psicosocial
digno o pleno. De alguna manera esas de empleabilidad (Rentería, 2005), así
estrategias parecerían casa vez más como algunas reflexiones que hacen
aproximarse literalmente a las de lan- parte del avance de discusiones deri-
zamiento y consumo de productos te- vadas de un proyecto de investigación
niendo las personas que ajustarse a las sobre estrategias de aprendizaje y em-
reglas del mercado independientemen- pleabilidad (Enríquez y Rentería, 2005),
te de su proyecto y calidad de vida. El en curso en el grupo de investigación de
mercado de los servicios independien- Psicología Organizacional y del Trabajo
tes y el trabajo tercerizado confundi- del Instituto de Psicología de la Univer-
do con el outsourcing (en el sentido de sidad del Valle. En este orden de ideas,
alianzas estratégicas), crece de manera se incluyen aspectos ligados con las
acelerada mientras que el empleo dis- tendencias del mundo del trabajo en el
minuye estructuralmente. Sin embargo contexto globalizado del nuevo milenio
no todas las personas están prepara- y las exigencias de la llamada sociedad
dos para afrontar las nuevas realida- del conocimiento, así como las modali-
des del trabajo que implican contextos dades de trabajo y las implicaciones y
cambiantes, inciertos y con demandas exigencias psicosociales para las per-
de disponibilidad y de actualización per- sonas en cada una de ellas. Finalmente
REVISTA COLOMBIANA DE
38 ESTUDIOS DEL TRABAJO

se presenta el constructo de empleabi- que probablemente podría haberse im-


lidad como alternativa explicativa de pactado en los últimos treinta años.
carácter individualizante que se viene Esta situación se caracteriza entre
consolidando para explicar procesos de otras cosas, por una serie de paradojas
inclusión o exclusión social por el traba- de las cuales vale la pena destacar tan-
jo. Es de aclarar que las reflexiones que to los altos desarrollos tecnológicos que
se presentarán tienen como referente hacen que cada vez se requiera menos
la clase-que-vive-del-trabajo (Antunes, mano de obra en procesos de transfor-
1995) en la medida que se refiere a to- mación y de servicios como el aumento
dos aquellos que venden su fuerza de de la expectativa de vida por desarro-
trabajo —y no sólo a la antigua clase llos de conocimientos, que llevan a la
operaria del sector industrial— como invención de nuevos medicamentos y
medio principal de subsistencia y pro- tratamientos que permiten aumentar
yección de calidad de vida. la expectativa de vida de la población
en general. Paradójicamente, la dis-
minución de los cupos de empleo o la
Nuevo milenio y realidades dificultad para ingresar o mantenerse
globales en la sociedad del en los mercados de trabajo, hacen que
conocimiento las personas no puedan acceder a los
La entrada a un nuevo milenio pare- circuitos de producción y consumo, lo
ce haber significado no sólo el cambio de cual si bien, no necesariamente redu-
un siglo a otro, en el cual se esperaba ciría su expectativa de vida en años, sí
principalmente en la cultura occidental, afecta su calidad de vida. Alternativas
el cumplimiento de un presagio religioso para manejar las consecuencias de las
trágico de lo que sucedería “entre mil y situaciones anteriores, parecen alejarse
mil”; sino que también, ha representa- cuando emergen la velocidad, la fluidez
do la consolidación de un nuevo orden y la adaptabilidad como condiciones; lo
mundial construido por el hombre, pero que en términos de Bauman (2000) tipi-
no para todos de la misma manera. Las fica un estado de modernidad líquida y
transformaciones radicales del mundo no sólida, equilibrada y estable.
de los negocios, de las organizaciones Durante la segunda mitad del siglo
y del trabajo (Malvezzi, 1999) han afec- XX en el caso del mundo del trabajo, el
tado en menos de tres años más de lo empleo se convirtió en su representa-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 39

ción social (Jahoda, 1987) y la expectati- quiénes, en qué momento y en cuáles


va asociada estaba ligada a las caracte- situaciones y condiciones son emplea-
rísticas del mundo sólido. Sin embargo, bles o no.
ante la abrupta transformación del mun-
do de los negocios, otras modalidades
de trabajo han tenido mayor visibilidad Las nuevas realidades del
y se han convertido en la alternativa trabajo
para mantenerse en el mercado de tra- A lo largo de la historia, la categoría
bajo, sin que necesariamente los proce- trabajo ha sido tratada como un refe-
sos de formación y socialización para el rente dentro de otras de mayor cober-
mismo, hayan acompañado o facilitado tura reciente como la de organización.
que el nuevo trabajador pueda asumir La relación hombre trabajo ha sido es-
las exigencias de un mundo fluido que tudiada casi siempre en función de la
en términos económicos cambió mucho relación trabajador-empresa o mejor
más rápido que sus formas de significa- trabajador-empleo. Este marco referen-
ción y de respuesta controlada (Rente- cial se consolidó a través de la segunda
ría, 2001). mitad del siglo XX teniendo como re-
En este orden de ideas, nociones sultado que la representación social del
como empleabilidad y competencias trabajo en occidente se configuró en la
empiezan a ser discutidas como alter- figura del empleo, siendo ésta sólo una
nativas para mantenerse en el merca- de sus manifestaciones (Jahoda, 1987).
do de trabajo, tanto en la modalidad de La categoría trabajo ligada a nociones
empleo como en la de no empleo (ser- de actividad, identidad, mercado o em-
vicios profesionales independientes o pleabilidad ha sido más una cuestión de
trabajadores liberales (Malvezzi, 1999; la sociología, de la economía e inclusi-
Bridges, 1997), el outsourcing (Rothery ve de la antropología. Aproximaciones
& Robertson), 1996) u otras formas de desde la psicología son relativamente
tercerización y el trabajo asociativo. Sin recientes y tímidas, de allí la importan-
embargo, retomando la representación cia de que esta discusión se manten-
social del trabajo como empleo, cabe ga principalmente de cara a las nuevas
preguntarse de qué manera los múlti- realidades del siglo XXI. El trabajo es
ples actores implicados configuran las asumido aquí desde una perspectiva
versiones que les permiten significar psicosocial como
REVISTA COLOMBIANA DE
40 ESTUDIOS DEL TRABAJO

un conjunto de actividades que pueden subjetividades, así como en la mayoría


ser retribuidas o no, de carácter pro- de los casos implica un medio de sub-
ductivo y creativo, que mediante el uso sistencia y calidad de vida. Sin embar-
de técnicas e instrumentos, materiales go, tal como lo representamos hoy no
o informaciones disponibles, permi- necesariamente fue concebido ni conti-
te obtener, producir o prestar ciertos nuará siendo concebido en las siguien-
bienes, productos o servicios. En esa
tes décadas; de allí la necesidad de dis-
actividad la persona aporta energía,
cutir la manera cómo las personas se
habilidades, conocimientos y diversos
posicionan frente a ese fenómeno social
recursos, y obtiene algún tipo de com-
llamado trabajo que se da actualmente
pensación material, psicológica o social
en un mercado competitivo donde mu-
(Peiró citado por Blanch, (1996)).
chos pueden ofrecer la misma mercan-
cía: su fuerza de trabajo.
Sin embargo es importante espe-
Si aceptamos que las versiones y
cificar que como actividad económico
concepciones sobre el trabajo cambian a
productiva (Marx, 1980; Antunes, 1995;
lo largo de la historia, estamos entonces
(Lessa, 2002) complementaria a la di-
frente a un momento en el cual —por lo
mensión psicosocial se trata de una ac- que parece las prácticas y modelos de
tividad concreta realizada por personas, trabajo— cambiaron muy rápidamente
que se convierte en un eje vertebrador en razón de los avances tecnológicos y
de las realidades sociales caracterizado la globalización, sin que necesariamente
por el intercambio y obtención de co- haya habido un cambio de concepciones
sas valorizadas por múltiples propósitos que acompañen ese proceso y permitan
e intereses y que continúa siendo una el “ajuste” psicosocial de las personas
categoría central para la discusión como creando nuevos repertorios y posibi-
fenómeno fundante a nivel ontológico lidades de posicionamientos. Bauman
del ser humano en términos de relacio- (2000)) ilustra muy bien de qué manera
nes de personas, grupos y estructuras la lógica que él llama “modernidad líqui-
sociales. da” corresponde a los fluidos y no más
El trabajo como actividad se da en a los sólidos. Eso significa que adapta-
contextos específicos donde las per- bilidad, fluidez y velocidad son tres con-
sonas se reconocen y encuentran di- diciones para la vida, los negocios y el
ferentes referentes y repertorios para mercado de trabajo en esta época de-
construir parte de sus identidades y
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 41

bido a que allí estaría una de las claves 1998; Jahoda, 1987; Julio, 2002; Poch-
para poder moverse en un mundo en mann, 2001; y Rentería, 2001) y las exi-
cambio permanente donde “nadie tiene gencias ligadas a las rupturas, velocidad
el control” y donde las relaciones son y compresión del tiempo y del espacio
cada vez más mediadas simbólicamente traídas por la globalización, implican ne-
en espacios y tiempos “desestructura- cesariamente la consideración crítica de
dos”. En este orden de ideas es impor- las posibilidades y condiciones reales de
tante retomar a Malvezzi (2002) quien las personas en el mercado de trabajo.
plantea que la lógica de las nuevas rea- Si cada vez será más difícil “conseguir
lidades comienza con los cambios glo- un empleo”, cada vez más serán exigi-
balizados en el mundo de los negocios das nuevas condiciones y estrategias
y de los mercados, cuyos efectos pasan para mantenerse en el mercado de tra-
al mundo de las organizaciones para bajo. En este orden de ideas, las per-
posteriormente afectar el mundo de sonas deberán incorporar en su vida no
trabajo y finalmente a las personas que sólo los conceptos y contenidos especí-
trabajan (o no). Todas las esferas vie- ficos de su profesión u oficio sino que
nen siendo afectadas y la opción es po- deberían desarrollar estrategias y com-
der comprender las nuevas realidades petencias suficientes y necesarias para
como tejidos interactivos y complejos y afrontar su ingreso y permanencia en
no solamente como relaciones causales el mercado laboral. Ante esta situación,
dentro de la lógica de lo estable, está- la empleabilidad ya no estaría ligada a
tico y constante. Se trataría de conver- una organización en la cual se es se-
tirse en “agentes económico-reflexivos” leccionado para desarrollar una carrera
y no mantenerse en papel de “agentes hasta la jubilación. La empleabilidad es
de acciones” preestablecidas por otros una carrera de rupturas constantes, de
solamente. negociaciones y de marketing.
En el caso particular del mundo del
trabajo, la situación estructural de re-
ducción de cupos en el mercado del Aspectos psicosociales
empleo, la consolidación de otras mo- del trabajo como actividad
dalidades (Agudelo y Salazar, 1999; Al- económico-productiva
meida Dos Santos, 1997; Bauman, 1999 El trabajo en la sociedad occidental
y 2000a; Blanch, 1996; Bridges, 1997 y
REVISTA COLOMBIANA DE
42 ESTUDIOS DEL TRABAJO

es uno de los principales marcos re- solidez y las relaciones que las personas
guladores a nivel temporal y espacial. puedan establecer en su interior. Ahora
Utilizamos más del 60% del tiempo de bien, ¿qué pasa cuando ese entorno pri-
vigilia en función del trabajo, igualmen- vilegiado cambia?
te los ciclos de vida representados en Luque, et al, (2000) presentan un
la infancia, la adolescencia, la juventud, panorama sobre la evolución reciente y
la adultez y la vejez, están claramen- las tendencias del mundo y las organi-
te marcados por la expectativa de que zaciones de trabajo destacando las si-
el trabajo sea la actividad principal en guientes:
la época de la adultez, identificada por a) Mercado dual: un estrato con exceso
algunos como edad económicamente de trabajo y otro que apenas y pre-
productiva. Si esto es así, pasamos la cariamente trabaja.
mayor parte de nuestras vidas (por lo b) Trabajos que requieren cada vez ma-

menos como expectativa) en función yor preparación técnica y relacional.

de un fenómeno social que tiene impli- c) Tareas cada vez más amplias y que

caciones económicas, socio-políticas y exigen mayor responsabilidad.


d) Cambios turbulentos: continuos y
psicosociales. En el primer nivel se sitúa
recurrentes.
principalmente el acceso a circuitos de
Complementariamente estos autores
producción, distribución y consumo. En
resaltan el hecho de que estas nuevas
el segundo nivel se localizan las formas
realidades ligadas a flexibilidad, veloci-
de acción ciudadana, inclusión y exclu-
dad y precisión, tendrán efectos sus-
sión social. En el tercero, el psicosocial,
tanciales sobre los patrones de la vida
encontramos todos los referenciales
cotidiana de las personas en los mo-
para la estructuración de actividades,
mentos en los que se solicite una mayor
ubicación social, ampliación de experien-
dedicación al trabajo (sic) y terminan la
cias, socialización secundaria, obtención
reflexión cuestionando si las socieda-
de marcas y referenciales de identidad,
des modernas serán o no capaces de
desarrollo, aprendizaje, y percepción de
ajustar la relación personas-ofertas-es-
utilidad social entre otros. Todo esto se
tructuras socioeconómicas. Para estos
ha construido principalmente alrededor
autores, esta reflexión debe pasar ne-
de racionalidades que giran en torno de
cesariamente por la discusión sobre “el
la estabilidad de las organizaciones, su
empleo” como forma de trabajo.
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 43

Al asumir que el entorno del mundo valores compartidos. En este orden de


del trabajo está cambiando rápidamen- ideas la dimensión psicosocial no psi-
te cabe entonces preguntar: ¿qué pasa cologiza ni sociologiza el fenómeno del
cuando las marcas de identidad y cons- trabajo y lo sitúa en el plano de la cons-
trucción de subjetividades se pierden trucción social interactiva y simbólica,
pues el entorno organizacional y social localizada igualmente en contextos so-
que las proveía cambia más rápidamen- ciales concretos.
te que nuestra construcción simbólica De esta forma y teniendo en cuen-
alrededor de ello? ¿Qué pasa cuando las ta el propósito del ensayo se presenta
personas se ven enfrentadas a realida- la propuesta de Rentería (2001) en la
des que no obedecen más a la lógica cual se sitúan las características que ti-
de la certeza y de la dependencia? An- pifican una relación de trabajo en mo-
tes de pasar al siguiente aparte en el dalidad de empleo estable, su relación
que se tratará de explicar un poco esos con el modelo educativo tradicional en
cambios a la luz de las nuevas realida-
el cual se continúa la formación en Co-
des del mundo de trabajo, vale la pena
lombia y en América Latina y los reque-
presentar la posición de Luque, et al,
rimientos en el caso de modalidades de
(2000), sobre la perspectiva psicosocial
trabajo diferentes, como el outsourcing,
en la cual enfatizan las dimensiones y/
los servicios independientes y el traba-
o procesos que caracterizan al traba-
jo asociativo que implican formas que
jo como realidad social. Estos autores
afianzan cada vez más la flexibilización
ponen de relieve las funciones expresi-
y deslaborización de las relaciones de
vas del trabajo y su carácter personal
las personas con su trabajo. Para esto
al tiempo que colectivo que tiene lugar
en un contexto de carácter social. Para se tomará como referencia la localiza-

ellos, utilizando referencias de múltiples ción espacial del trabajo en un lugar, su

autores, la realidad psicosocial del tra- estructura temporal, la relación de sub-


bajo se fundamenta básicamente en la ordinación, la definición del contenido y
interacción social, la interpretación cul- la forma, la medición del rendimiento y
tural del mismo y en la construcción de sus resultados así como las formas de
símbolos que dan origen a creencias y a compensación.
REVISTA COLOMBIANA DE
44 ESTUDIOS DEL TRABAJO

Modelo educativo tradicional y su relación con elementos


definitorios de una relación contractual de trabajo tipo empleo

Lugar de estudio o trabajo


Escuela: Espacio físico y puesto estable y poco variable.
Empleo: Espacio físico y puesto estable y poco variable.
Outsourcing: Variable.
Servicios profesionales: Variable e inestable.
Trabajo asociado: Variable e inestable.

Estructura temporal-jornada de estudio o trabajo


Escuela: Horario de estudio y continuidad.
Empleo: Horario de trabajo y continuidad.
Outsourcing: Variable en función del proceso.
Servicios profesionales: Variable por servicio.
Trabajo asociado: Variable por objeto del contrato.

Relación de subordinación-autoridad
Escuela: Profesor-alumno.
Empleo: Jefe-subalterno.
Outsourcing: Ganar-ganar, disponibilidad permanente y organización propia.
Servicios profesionales: Ganar-ganar y ganar-perder simultáneamente. disponibilidad parcial y organización propia.
Trabajo asociado: Ganar-ganar y ganar-perder simultáneamente. disponibilidad parcial y organización propia.

Contenido y forma del trabajo


Escuela: Estable y programado con anticipación.
Empleo: Estable y programado con anticipación.
Outsourcing: Variable y negociado permanentemente.
Servicios profesionales: Una vez negociado se hace estable.
Trabajo asociado: Una vez negociado se hace estable.

Medición de rendimiento y resultados


Escuela: Cumplimiento de tareas regulares asignadas.
Empleo: Cumplimiento de tareas regulares asignadas.
Outsourcing: Acuerdo conjunto sobre efectividad de lo ejecutado.
Servicios profesionales: La organización contratante lo mide.
Trabajo asociado: La organización contratante lo mide.

Formas de compensación
Escuela: Periódica estable.
Empleo: Periódica estable.
Outsourcing: Pactada y revisada en función de las modificaciones permanentes a los procesos.
Servicios profesionales: Se hace negociación y se fija el paquete cada vez y por cada servicio.
Trabajo asociado: Se hace negociación y se fija el paquete cada vez y por cada servicio.

. Entiéndase por “escuela” en este caso la institución educativa escolar en cualquiera de


sus manifestaciones tradicionales.
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 45

Como se puede apreciar, la relación cuados para asegurar el aprendizaje y


entre el modelo educativo empleado tí- desarrollo de competencias para la em-
picamente en América Latina y el tra- pleabilidad por modalidades o para asu-
bajo en modalidad de empleo es muy mir el mercado de trabajo en cualquiera
fuerte, dando lugar a cuestionamientos de ellas? ¿Cuáles son las implicaciones o
sobre un posible desfase entre los per- particularizaciones de las funciones psi-
files reales de las personas y las exigen- cosociales en cada caso?
cias del mercado de trabajo. Este des-
fase hace que sea necesaria una mirada
crítica a las condiciones reales de em- La empleabilidad como
pleabilidad pues además de la academia constructo para explicar las
y quienes emplean hay otra serie de ac- realidades del trabajo
tores sociales, incluyendo las agremia- La empleabilidad emergió como una
ciones y las propias personas que deben alternativa para dar cuenta de todo
participar de esta discusión. El trabajo aquello que permite que las personas
en modalidad de empleo ya no es mas permanezcan o no en el mercado de tra-
“hegemónico” (al parecer nunca lo fue bajo. Es un constructo y no un concepto
por fuera de las sociedades occidenta- en el sentido que corresponde a una se-
les industrializadas). Sin embargo y por rie de afirmaciones y acepciones que no
haberse consolidado como su represen- configuran todavía un corpus concep-
tación hace parte de un imaginario y de tual que facilite su aprehensión y discu-
una serie de prácticas sociales organi- sión teórica (Ayerbe, et al, 2002; Mal-
zadoras y legitimadoras que igualmente vezzi, 2002; Arthur y Rousseau, 1996;
deben ser revisadas. Bruttin, 2003; Casali, et al, 1997; Case,
Ante este panorama surgen tres et al, 1997; OIT, 2001; Torres, 2000; y
cuestionamientos claves: ¿Cuáles son
los perfiles de empleabilidad necesa- utilizados por los grupos sociales con los cuales
rios según las modalidades de trabajo se relacionan. Igualmente se toma en el sentido
de “empleador” o sea, que usa o contrata los ser-
que se emplean en el sector producti- vicios de personas o grupos sociales para dar
vo? ¿Cuáles serían los parámetros ade- cuenta de su misión u objetivos. No olvidemos
que en América Latina el estado es uno de los
. Entiéndase (como fue discutido por la AUIP) por mayores “empleadores” si se hace una compara-
sector productivo tanto el privado como el públi- ción proporcional con los otros gremios por sepa-
co. Productivo se usa en términos de resultados rado.
REVISTA COLOMBIANA DE
46 ESTUDIOS DEL TRABAJO

Watt, 1989. La empleabilidad como ca- nomía para separar los “aptos” de los
tegoría de inclusión ha sido asociada a “ineptos” teniendo como referencia, a
la de empleo en el sentido de trabajo pesar de todo, al individuo de manera
realizado en una organización concre- particularizante y en una relación ex-
ta y substancial y no necesariamente plicativa entre desempleo, dispositivos
ligada a otras formas de trabajo posi- de formación y estrategias individua-
bles que cada vez se consolidan más les (Hirata, 1987). En este orden de
y se ofrecen en el mercado de trabajo ideas, el constructo de empleabilidad
como es el caso de modalidades dife- tiene contornos claramente delineados
rentes a la empleo como los servicios que implican el paso de la situación del
profesionales independientes, el trabajo desempleo a la del empleo, la salida
asociativo, el outsourcing y la terceri- del desempleo y el ingreso al mercado
zación entre otros (Rentería, 2001). La de trabajo, la probabilidad de salir de
empleabilidad es entendida como “una desempleo, así como la capacidad para
condición de preparación para afrontar obtener un empleo o mantenerse en
demandas inmediatas o futuras del mer- el mercado de trabajo. Política e ideo-
cado de trabajo” (Casalli, et. al., 1997) lógicamente se encuentra ligado a los
que implica la aprehensión de objetivos criterios y prácticas de selección de los
móviles, así como aprender a aprender empleadores y más recientemente a la
y usar el conocimiento en el desarrollo transferencia de la responsabilidad de la
social y humano a través del trabajo. En propia contratación o no. Considerando
este orden de ideas, lo anterior, la empleabilidad de los pro-
fesionales parece ser una cuestión de
la empleabilidad es una construcción
estrategias más que de conocimientos
social evolutiva y dinámica y no una
particulares; es aquí donde radica la im-
atribución aislada y exclusiva de los in-
portancia de identificar las estrategias
dividuos; esa construcción emerge ínti-
de aprendizaje y los aprendizajes nece-
mamente ligada a otros requisito cada
sarios para la aprehensión de los crite-
vez más exigido: la calidad de vida y
rios y condiciones de empleabilidad que
del trabajo con derechos sustantivos”
faciliten la inclusión en el mercado de
(Casalli, et. al., 1997: 22).
trabajo y disminuya la exclusión pues
Históricamente el concepto de em- las implicaciones psicosociales y so-
pleabilidad ha sido tratado desde la eco- cioeconómicas son graves en términos
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 47

de calidad de vida y desarrollo cuando sentado por el nombre propio a partir


no es posible acceder o estar en el mer- de una designación externa que denota
cado de trabajo en condiciones dignas una sustantividad, un trazo que nos de-
(Antunes, 1995; Offe, 1995). fine permanentemente”. Es decir, nues-
tra tendencia ha sido a cristalizar las
relaciones y la realidad probablemente
Sobre la construcción de porque era necesario dentro del pro-
identidades y marcas de yecto de la modernidad que promulga-
ba el desarrollo continuo y la estabilidad
referencia
como dos de los bastiones. Dentro de
Tanto nuestras prácticas de actuación
esta lógica, marcas de identidad ubica-
como de interpretación ligadas al mun-
das espacio-temporalmente eran nece-
do del trabajo y las organizaciones se sarias para la configuración del campo
dieron en su mayoría al lado de hechos psicosocial y permitían la construcción
concretos y de explicaciones causales de proyectos de vida estables y lineales
lineales que, a su vez, nos permitieron tanto para las personas como para las
la construcción de repertorios comparti- organizaciones que conformaban.
dos para dar cuenta de los eventos, las Las nuevas realidades y principal-
relaciones y las condiciones a partir de mente las de carácter virtual y de teji-
la experiencia de trabajo entre otras. dos o redes, nos remiten necesariamen-
Como se anotó antes, las nuevas reali- te a la revisión de la construcción de
dades nos exigen asumir lo intangible, lo referenciales psicosociales cristalizados
que pierden la opción de cambio o de
incierto y apropiarlo con velocidad para
metamorfosis por razón de la expecta-
poder “mantenernos” o adaptarnos al
tiva de regularidad. La identidad como
mundo del trabajo y los nuevos órdenes
metamorfosis propuesta por Ciampa
sociales, o sea, para no ser excluidos.
permitiría en parte, por estar ligada a
Ciampa, (1987), en su libro A estória
nociones como actividad y conciencia,
do Severino e a história da Severina. Um complementar los postulados de Bau-
ensaio de psicología social presenta una man en relación con la necesidad de
discusión importante que puede ayu- fluidez y adaptabilidad permanentes re-
dar en la manera como representamos querida en la “modernidad líquida”. De
y construimos la dimensión subjetiva. esta forma, el individuo puede reconfi-
Dice Ciampa que: “generalmente ve- gurar sus sistemas de significación del
mos la identidad como estática —repre- mundo y construir identidades y no más
REVISTA COLOMBIANA DE
48 ESTUDIOS DEL TRABAJO

una identidad cristalizada que dificulta de identidades y metamorfosis de selfs.


la fluidez que le es exigida. Sin embargo como lo plantea Ciampa el
De esta forma y sin tratarse de un problema no está en la opción, sino en
proceso “psicótico”, el individuo puede la manera como tradicionalmente repre-
aceptar que está inmerso en nuevas sentamos nuestras identidades a partir
realidades tipo red que implican marcas de racionalidades consolidadas dentro
variables de identidad que se actualizan, de las lógicas de la razón iluminista o
cambian o se recrean en la relación con instrumental. Dentro de la lógica eco-
otros según el contexto. En esta parte nómica “self e identidad” se construyen
la propuesta de Schiebe (1995) en su de manera relativamente consistente,
libro The Psychology of Self and Identity el problema es que esta misma lógica
puede ayudarnos a configurar las con-
parecería estar exigiendo algo diferente
diciones situacionales de construcción
actualmente, por lo menos en relación
subjetiva requerida para afrontar las
con el mundo del trabajo. De esta for-
nuevas realidades del mundo del traba-
ma la pregunta ¿quién soy? implica la
jo y la organizaciones. Es decir, poder
construcción de referenciales interac-
afrontar las realidades paradójicas man-
cionales y concretos en el nuevo mun-
teniendo la singularidad de los sujetos.
do del trabajo. El sujeto ya no es más
Para Scheibe el self y la identidad
un “sujeto” en calidad de actor. Ahora
son dos abstracciones en constante flu-
es “sujeto” al cual se le exige participar
jo y movimiento. La relación entre ellos
del guión que actúa, de la construcción
equivale a un “ser localizado en un lu-
constante y cambiante de su identidad
gar” a través de marcas de identidad
que sirven como coordenadas y orienta- y de sus modelos de subjetividad. Para

ciones para las personas en su relación ello se le permite intervenir en cualquier


con el contexto y su campo psicológico. dimensión que aumente su eficacia, sin
Tiempo y lugar se convierten en las dos que pueda participar realmente de la
principales dimensiones de referencia determinación de los motivos o causas.
para la consolidación o transformación La tendencia esperada de las nuevas
realidades globalizadas y de alto impac-
. Se conservará el término Self en inglés pues to tecnológico parece obligar la configu-
para el interaccionismo simbólico, fuente de don- ración de sujetos ampliados y cada vez
de se toma en este caso, no es equivalente al yo
más “difusos” y multifacéticos. La vir-
de algunas teorías dinámicas, ni al sí-mismo de
otras humanistas. tualidad asociada a globalización es una
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 49

construcción que se basa en la transfor- el trabajo, es cada vez más difuso, más
mación del tiempo y del espacio y que descentrado, menos concreto y más
tiene un impacto grande en el mundo abstracto. Es aquí donde la noción de
de las organizaciones y del trabajo. Sin mediación permite ilustrar como los sis-
embargo, y a pesar de los grandes de- temas de resolución de contradicciones
sarrollos, la tecnología no ha logrado y conflictos de intereses en el mundo
desplazar al hombre en aquellas cosas del trabajo continúan dando soporte a
que las máquinas no pueden “actuar”. la configuración de lógicas y racionali-
La creación de mundos virtuales requie- dades que legitiman las situaciones y
re de sistemas simbólicos creados por ante las cuales se exige del sujeto su
personas para personas. Esto significa adaptación.
la creación de otros significativos a los Adaptación implica una subjetividad
que les damos el valor de otros gene- totalmente dependiente. El aumento
ralizados y terminamos naturalizando del control sobre la situación por mayor
como “virtuales” por fuera de lo concre- conciencia —“reflexividad” (sea como
to de su origen. Self que se actualiza, como Metamorfo-
La posibilidad de estar en diferentes sis de identidades en evolución, o como
lugares al mismo tiempo implica nece- agente económico-reflexivo)— y re-
sariamente una transformación tecno- conocimiento de las redes y conjuntos
lógica que permite nuevas formas de de acción por parte del sujeto, puede
interacción y de relaciones tipo red con configurar nuevos marcos referencia-
mayor facilidad que en otras épocas. Es les por medio de los cuales los proce-
probablemente aquí que se encuentran sos de individualización, virtualización e
los aspectos de mayor dificultad para incertidumbre pueden ser manejados a
asimilar las nuevas realidades —la pér- manera de autores-actores y no sólo de
dida de lo concreto, tangible, presencial, individuos que actúan lo que otros (ge-
único—. Con todo y a pesar de esas po- neralmente invisibles) escriben como
sibilidades la construcción de lo subje- guión y ponen en práctica a partir de
tivo, del Self y de la identidad humana sofisticados sistemas de mediación en
sólo es posible a partir de una corpo- los cuales el responsable es el “sujeto
reidad que obliga a repensar las formas único” que se identifica como tal y no en
de significación de un sujeto que por lo situación y relación con otros en diver-
menos en el caso de las relaciones con sos contextos.
REVISTA COLOMBIANA DE
50 ESTUDIOS DEL TRABAJO

Falacias, realidades y inclusión en el mercado de trabajo de-


cuestionamientos actuales de penderá cada vez más de las estrategias
usadas por las personas en sistemas de
los discursos sobre mercado
redes cada vez más difusos y virtua-
de trabajo y empleabilidad les y cada vez menos dependientes de
La situación estructural de la reduc- estructuras organizacionales y sociales
ción de cupos de trabajo en la modali- que aunque rígidas eran estables. Sin
dad de empleo y las exigencias ligadas embargo, es necesario no olvidar que
a rupturas, velocidad y compresión del como en cualquier otro caso de inter-
tiempo y del espacio traídas por la glo- cambios sociales, se pasa por cuestio-
balización, implican necesariamente la nes éticas que deben ser consideradas
consideración crítica de las posibilidades buscando no caer en una “guerra” de
y condiciones reales de las personas en competencias sin observar las implica-
el mercado de trabajo. ciones para las personas y su calidad
Si cada vez será más difícil “conse- de vida.
guir un empleo”, cada vez más serán Finalmente, no debemos olvidar que
exigidas nuevas estrategias para man- en las nuevas realidades del mundo del
tenerse en el mercado de trabajo. La trabajo al igual que en cualquier otra
cuestión clave estaría en el desarrollo época, las personas juegan un papel
de una “actitud” crítica, una autoper- importante en la delimitación, repre-
cepción ligada a posibilidades concre- sentación, aceptación, incorporación y
tas y a la incidencia en los criterios de naturalización de tendencias y que fi-
empleabilidad; y no sólo en el nivel del nalmente las sugerencias y cuestiones
deseo o voluntad individual (como se presentadas a lo largo del texto pue-
propone en muchas revistas y libros den ser consideradas como una de las
“especializados”). opciones en el intento por reflexionar
En el caso de la empleabilidad se trata y aportar elementos para asumir estas
de atribuciones simbólicas que marcan nuevas realidades que en últimas pre-
la diferencia en el mercado de trabajo y tenden estrategias (y no sólo tácticas
hacen parte de la escogencia de los que astutas) de posicionamientos diferentes
“emplean”. Se vende una “imagen” que para que haya participación e inclusión
otros reconocen y valoran. En un mun- social a través del trabajo pues “no hay
do “individualizante” como el actual, la vacantes para todos”.

Recibido el 31 de julio de 2005 - Aceptado el 28 de septiembre de 2005.


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ESTUDIOS DEL TRABAJO 55

Cambios de género y discriminación laboral


en el sector financiero colombiano. El caso de
bancolombia
Por: Magda Ortega*

Es frecuente la afirmación según que más ha evolucionado con la globa-


la cual, las mujeres han sido las más lización es el sector financiero, dando
beneficiadas con la globalización de la paso a grandes transformaciones en el
economía por cuanto ha crecido la de- campo del trabajo, lo que ha conduci-
manda de su participación laboral. Sin do a trastocar los tradicionales patrones
embargo, lo que algunos estudios han de género, no solo en la composición de
evidenciado es que esta mayor incor- la fuerza laboral ante la mayor incor-
poración no ha estado precedida de la poración femenina, sino en los supues-
igualdad laboral que las mujeres recla- tos que desde siempre han estado pre-
man y menos aún, que el trabajo repro- sentes en la participación laboral de las
ductivo como elemento fundamental de mujeres, que ahora toman otras formas
la desigualdad se haya cuestionado am- de expresión, cambiando en los méto-
pliamente para ser intervenido por par- dos pero manteniendo las bases de la
te de las empresas o los Estados, a fin discriminación.
de que no continúe sobre las mujeres El presente artículo busca hacer evi-
de manera desproporcionada, el peso dente, que el aumento de la inserción
de su ejecución. femenina en el sector financiero colom-
Unos de los sectores de la economía biano ha sido parte de un proyecto cal-

* La autora es lidereza sindical del sector financiero, Psicóloga Social, Master en estudios de
Mujer Género y Desarrollo.
REVISTA COLOMBIANA DE
56 ESTUDIOS DEL TRABAJO

culado por los empleadores, como una cuales reflejan una dicotomía empresarial
forma de utilizar en su beneficio las cons- al “necesitar” de ciertas características
trucciones sociales de género, haciendo maternales que como la paciencia, dul-
de las características “naturales” de las zura, comprensión, capacidad para ense-
mujeres y los atributos construidos como ñar, les sirven para ciertos cargos, pero
femeninos, parte del valor agregado en a su vez, desconocen el reconocimiento
el trabajo, del cual además, esperan sa- en el avance de derechos que la protejan
car ganancias en el mercado. más allá de la legislación. No obstante lo
A partir de un estudio de caso reali- anterior las trabajadoras son tratadas “en
zado en el sector financiero, a una de igualdad” a sus pares masculinos, para la
las empresas más modernas, que se exigencia en cuanto a productividad que
han adaptado para las nuevas condi- supone el cumplimiento de metas, con
ciones que exige la internacionalización largas y extenuantes jornadas laborales,
de la economía a los distintos agentes desconociendo la carga que implica en el
económicos como es el caso de Banco- caso de las madres el trabajo doméstico,
lombia, eje de uno de los grupos econó- que todavía recae mayoritariamente so-
micos nacionales más consolidados, se bre las mujeres.
analizaron las construcciones de género Igualmente en la ubicación en los
que se expresan en los procesos de se- cargos de la estructura ocupacional se
lección e ingreso del personal femenino, reproducen patrones y estereotipos cul-
el papel que juega la cultura organiza- turales de género, con los cuales se asig-
cional como el eje con el cual se articu- nan mayoritariamente a las mujeres los
lan todos los procesos administrativos cargos más bajos de la pirámide que a
y la forma como se proyectan hacia los su vez son el eje sobe el cual se sopor-
clientes y usuarios, en la búsqueda de ta la actividad bancaria. La competen-
un mejor posicionamiento del banco en cia que suscitó en el sector financiero
la economía nacional e internacional. la apertura a la economía internacional,
En contraste con la mayor vinculación puso en las consideradas cualidades
de personal femenino se encuentran las femeninas sus más altas expectativas
atribuciones que toma la maternidad, las para remozar su imagen, proyectar los
cambios y mejorar las utilidades.
. El Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) an-
El estudio en el que se basa este ar-
tes llamado Grupo Suramericana o Sindica-
to Antioqueño. tículo “Negociación colectiva y relacio-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 57

nes laborales con enfoque de género”, güedad, de vinculación a cada uno de


se realizó entre septiembre de 2004 y los bancos fusionados y al nuevo Banco-
febrero de 2005 en Fabricato (empresa lombia, estado civil, número de hijos e
del sector textil) y Bancolombia (em- hijas, edad de los/las mismos/mismas,
presa del sector financiero) para el pro- afiliación sindical, y diferencia de cargos
yecto USDOL/OIT, denominado “Para el que incluyó asesoras comerciales, se-
mejoramiento de las relaciones labora- cretarias, cajeras, analistas, asistentes
les”. Luego para la tesis de maestría de de personal y gerentes de cuenta. Tam-
la autora (Ortega 2005) titulada “Géne- bién se realizaron entrevistas individua-
ro Trabajo y Negociación Colectiva en el les a gerentes de zona, de oficina, de
Sector Financiero Colombiano. El caso cuenta, analistas, auxiliares y asesoras
de Bancolombia” se profundizó el caso comerciales. Para efectos del presente
de Bancolombia. artículo sólo se toman en cuenta las re-
La metodología combinó el método laciones laborales y algunas expresiones
cuantitativo y cualitativo. Se aplicó una que han tomado los cambios de género
encuesta con igual formato tanto a la específicamente en Bancolombia.
empresa como a los sindicatos para ad- Por limitaciones de tiempo el estudio
quirir información estadística que luego no incluyó el análisis de las identidades

de ser analizada se profundizó con en- de género masculinas. Por tratarse de un

trevistas individuales y grupales que se estudio de caso no contiene un análisis


comparativo, además no existen investi-
realizaron al gerente de recursos huma-
gaciones anteriores sobre este tema en
nos del banco y la gerente nacional de
el sector, salvo el estudio exploratorio
selección de personal y a los miembros
realizado por Castillo y Barrera (2000)
de la dirección nacional de los dos sindi-
el cual se toma como referente.
catos. Se realizaron entrevistas grupales
a trabajadoras que incluyeron variables
como las diferencias de edad, de anti- ¿Es el trabajo reproductivo
un problema de y para las
. En Bancolombia existen dos sindicatos, mujeres?
Sintrabancol y Uneb, producto de la fusión El trabajo posee una naturaleza y
del Banco de Colombia con el Banco Indus-
trial Colombiano, que tenían cada uno, su
un significado distinto en cada socie-
propio sindicato. dad. Según Comas (1995) por trabajo
REVISTA COLOMBIANA DE
58 ESTUDIOS DEL TRABAJO

se pueden entender cosas diferentes, su ejecución. Dentro de una visión más


incluso en algunas lenguas esta palabra amplia, Comas plantea que, “cuando
ni siquiera existe. Palh (citado por Co- hablamos de trabajo expresamos sin-
mas, 1995) refiriéndose a la producción téticamente el conjunto de actividades,
plantea que trabajo no es solo lo que relaciones sociales, saberes y represen-
hace la gente sino que, también tiene taciones que se ponen en contribución
que ver con las relaciones sociales que para producir y distribuir bienes y servi-
establecen y con lo contextos sociales cios y para reproducir el proceso mismo
donde se concretan. por el que se crean y distribuyen, tales
Para Godelier (citado por Sarmiento bienes y servicios” (1995: 33). Al in-
y Vargas, 2000) el trabajo como una ac- cluir las actividades de la reproducción
tividad puramente económica no existe, como parte del proceso del trabajo, se
sino que es un acto de carácter múltiple establece la relación que existe entre
compuesto por las fuerzas y relaciones la esfera productiva y la reproductiva.
sociales de producción y por las relacio- La distinción entre estas dos esferas y
nes sociopolíticas, jurídicas, culturales e la asignación separada que se hace de
ideológicas que entran en relación con cada una de ellas a los sexos ubicando
él. Para ambos autores las relaciones el trabajo que se hace en la esfera pro-
sociales que se establecen por fuera del ductiva como masculino y el trabajo que
circuito productivo se incorporan como se hace en la esfera reproductiva como
parte del trabajo, considerando éste no femenino, es lo que da origen a la lla-
solo como el proceso que se da en el mada división sexual del trabajo, por el
momento mismo de la producción para cual, cada sociedad asigna a hombres y
el mercado, sino identificando a los su- mujeres labores diferenciadas que con-
jetos sociales que intervienen en él y el llevan a valoraciones desiguales de lo
contexto dentro del cual se estructuran que hacen y son cada uno de los sexos
dichas relaciones. en la sociedad.
Al analizar el trabajo como parte de Según Comas (1995) la división
un proceso más amplio que no se cir- sexual del trabajo existe en todas las
cunscribe únicamente al circuito de la sociedades y se basa en un principio
producción se involucran otros aspec- de complementariedad; aunque pueden
tos sociales y humanos, como parte del existir tareas intercambiables, la mayo-
proceso reproductivo que necesita para ría son asignadas de forma exclusiva a
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 59

hombres o a mujeres. Esto se evidencia cuando se expresan en el mercado don-


con más fuerza en economías de sub- de los agentes económicos y sociales se
sistencia, donde está más demarcada la relacionan. Al respecto Fabiola Campillo
segregación entre actividades masculi- (1998) sostiene que la economía real se
nas y femeninas y donde influye el ar- mueve en dos ámbitos: el de la produc-
gumento de que cada persona depende ción y el de la reproducción. El primero
de otra de distinto sexo para poder sub- está dado por las relaciones del merca-
sistir. Entre tanto, la división sexual del do —oferta y demanda— y las relaciones
trabajo es un rasgo universal inherente sociales que las implican, de dominio ma-
a todas las sociedades, aunque varía la yoritariamente masculino, y el segundo,
forma como se presenta y los mecanis- el de la reproducción, lo vincula con la
mos a través de los cuales se expresa economía del cuidado, la reproducción y
en cada una de ellas, por tanto no pue- el bienestar de las personas, que en su
den buscarse causas únicas sino que mayoría lo realizan mujeres. Analizando
éstas deben analizarse con referencia a este mismo aspecto Diane Elson (citada
los contextos en los cuales se producen. por Campillo, 1998) plantea el funciona-
No obstante no es la división del traba- miento de dos economías: una en que
jo la que crea relaciones sociales, por las personas reciben salarios por pro-
el contrario son las relaciones sociales ducir lo que venden en los mercados,
las que concretan determinadas mane- considerada la economía de los bienes,
ras de distribuir el trabajo y definen o llamada comúnmente la “economía pro-
señalan el desarrollo de las relaciones piamente dicha” y la otra es una econo-
sociales, siendo así, que la división del mía oculta, invisible, porque se desarro-
trabajo es un punto de llegada que con- lla preferencial aunque no únicamente,
tiene dos aspectos: por un lado es el en el espacio privado y doméstico del
resultado de un determinado estado de hogar, la “economía del cuidado”. La di-
las fuerzas productivas y por el otro, es ferencia entre estas dos formas de eco-
producto de las relaciones sociales que nomía esta en que la primera, la de la
le son inherentes (Comas, 1995). producción, tiene reconocimiento social
Estas formas de división del traba- y económico, es remunerada y pertene-
jo han sido estudiadas también desde ce al espacio público, considerado cultu-
la economía feminista, analizando las ralmente como el espacio natural de los
características económicas que toman hombres, trasladándose este reconoci-
REVISTA COLOMBIANA DE
60 ESTUDIOS DEL TRABAJO

miento a las personas que lo realizan. lo cual no tiene reconocimiento econó-


En cambio la segunda, la economía del mico. (Campillo, 1998).
cuidado, que es realizada preferencial- El trabajo doméstico que está aso-
mente por mujeres, casi siempre en el ciado con la maternidad y por lo tanto
espacio privado del hogar, no constitu- con las mujeres, ha llevado a través de
ye trabajo remunerado ni se contabiliza importantes estudios a establecer dis-
en las cuentas nacionales, por lo tanto tinciones entre actividades domésticas
se considera que no genera riqueza a la económicas, cuando éstas pueden ser
economía. La interrelación entre estas realizadas por una tercera persona: “Si
dos economías afecta de manera dife- una actividad del hogar puede y es de-
renciada-desigual a hombres y a muje- legada a un trabajador o trabajadora
res, y tiene efectos sociales desiguales asalariado, debe considerarse econó-
para los dos sexos. micamente productiva” (Margaret Reid
Diversos estudios sobre la división citada por Campillo, 1998: 99). Esta de-
sexual del trabajo coinciden en señalar finición no toma en cuenta el valor que
tres elementos que caracterizan al tra- pueda tener el servicio o el bien que se
bajo doméstico: la invisibilidad al consi- genere para resolver necesidades, que
derar que las actividades que se realizan es como se mide el valor de las mercan-
en el hogar son la expresión natural por cías en el mercado, pues se centra en
extensión de la función reproductiva fe- el enfoque de que lo económicamente
menina: procrear, dar a luz y amaman- productivo es lo que se monetiza.
tar. Está en relación con el cuidado de Las diferencias entre trabajo produc-
la familia y su reproducción social. La no tivo y reproductivo no se refieren úni-
contabilidad ya que no produce riqueza camente a la ausencia de remuneración
y no se registra como parte del proceso del trabajo reproductivo, sino también a
económico. Los sistemas contables incor- la naturaleza y forma que asume, el lu-
poran unidades típicamente económicas, gar donde se realiza y las condiciones en
en tanto el propósito es la producción de que se efectúa, sin que pase por el mer-
bienes y servicios transables en los mer- cado. Todaro y Gálvez (citadas por Cam-
cados. La no remuneración tiene que ver pillo, 1998) advierten que no tiene una
con las dos anteriores, pero además no división fija de tareas, sus secuencias y
tiene connotación de trabajo porque no horarios son flexibles de acuerdo al ma-
se hace para un patrón o empleador, por nejo del tiempo y gustos de quienes lo
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 61

realizan y no existe estandarización del El aporte del trabajo


proceso y el producto, caracterizándolo reproductivo a la economía y
como trabajo artesanal. Para Campillo
a la riqueza del país
(1998) no hay división técnica, puesto
Fabiola Campillo (1998) plantea que
que la persona que lo realiza no está
la economía se favorece con el trabajo
separada de los medios de producción,
reproductivo que hacen las mujeres, al
tampoco tiene un campo de acción de-
contrario de lo que pasa en la vida de
terminado, pues en algunos momentos
ellas y en sus condiciones económicas y
el trabajo se confunde con expresiones
sociales. A través de las diferentes for-
de afecto y valores como solidaridad, al-
mas en que asume este trabajo se pue-
truismo y protección a los más frágiles y
den analizar cuatro aspectos centrales:
necesitados, mostrando vínculos ideoló-
• Subsidia la producción para el mercado:
gicos con la economía de mercado.
al producirse transferencia de va-
Según Harris y Young (citados por
lor de la economía de la casa a la
Comas, 1995) el trabajo reproductivo
economía de mercado, se produce
tiene tres significados distintos: la repro-
subvención del trabajo doméstico al
ducción humana o biológica, por medio
sector empresarial. En el hogar se
de la cual a través de la relación sexual
realizan labores que contribuyen a la
en el espacio privado hombres y muje-
producción, unas veces como servi-
res reproducen la especie; la reproduc-
cios sociales de cuidado que deben
ción de la fuerza de trabajo, consideran-
ser asumidos por los agentes econó-
do que en el hogar se alimentan, nutren
micos y otras como trabajo informal
y reponen sus condiciones anímicas los
que absorbe en el seno de lo privado
sujetos del trabajo y la reproducción so-
aspectos laborales no reconocidos,
cial o sistémica, por medio de la cual se
como la seguridad social, el trabajo
mantienen en el tiempo las costumbres,
de menores (niños y niñas) o de los
valores, actitudes y comportamientos
adultos mayores que viven en el ho-
que hacen a la formación de los indivi-
gar. Este trabajo extra que se realiza
duos. Este trabajo recae fundamental-
en el seno familiar y la ausencia de
mente en las mujeres, asignado como
protección a los servicios sociales bá-
parte de la maternidad social, naturali-
sicos, no se visibilizan ni contabilizan
zada culturalmente.
en las cuentas nacionales, existiendo
REVISTA COLOMBIANA DE
62 ESTUDIOS DEL TRABAJO

un subregistro del trabajo realizado trabajadoras no pagadas e invisibles,


en el espacio privado y, por lo tan- (Barbieri citada por Campillo, 1998)
to, no es medido ni reconocido como los salarios serán regulados por la
aporte a la riqueza de un país. oferta y la demanda del trabajo que
• En el mercado laboral se asume que se realiza fuera del hogar, sin que
las mujeres que trabajan no reali- sea posible establecer una interde-
zan tareas del hogar, como si por el pendencia entre las dos formas de
hecho de estar allí, las labores do- trabajo.
mésticas dejaran de asignárseles, Estos efectos se hacen más gravosos
cuando lo que en realidad sucede en el caso de las mujeres jefas de hogar o
es todo lo contrario. Esto establece de los sectores más empobrecidos o con
una disyunción entre trabajo y empleo, menor preparación para el trabajo. Adicio-
—trabajo remunerado y no remunera- nalmente el trabajo doméstico no remune-
do—, por lo cual las mujeres se ven rado que realizan las mujeres se convierte
abocadas a dobles y hasta triples en un colchón que amortigua las crisis del
jornada, en el caso de quienes rea- capital y contribuye en su proceso de acu-
lizan otra actividad. mulación y reacomodación.
• Amortiguador de las crisis. Las amas de Según Rosario Otegui (2001) la forma
casa en períodos de crisis refuerzan como las sociedades estructuran las re-
la intensidad del trabajo doméstico laciones de género se asienta sobre una
para atenuar las pérdidas del poder base ideológica a través de la cual se des-
adquisitivo de los salarios. Esto ele- pliegan una serie de dispositivos socia-
va su tiempo de trabajo a la vez que les que “naturalizan” una predisposición
recorta derechos sociales que antes en las mujeres para estar preparadas y
asumía el Estado, lo que implica de- asumir todo lo concerniente a la crianza
dicar tiempo al cuidado de enfermos, de los menores, el cuidado de otros, la
niños/as, ancianos/as y mayores realización de lo doméstico-reproducti-
desplazamientos con el fin de bajar vo, que es definido como lo femenino por
costos de transportes o dedicar más antonomasia. Entre esta ideología y las
tiempo a la preparación de alimentos relaciones socio-económicas de la socie-
que antes no se hacían en el hogar. dad industrial se ha dado una articula-
• Efectos depresores sobre los salarios. ción que consiste en utilizar la mano de
Mientras existan contingentes de obra invisibilizada y no remunerada que
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 63

realiza el trabajo reproductivo-femenino, categoría de análisis y principio básico


para poder vincular a bajo costo la fuerza de la organización social, que nos per-
de trabajo femenina a la industria. Esta mite analizar los niveles de producción
tajante división entre trabajo remunera- y reproducción material de cada socie-
do y ámbito público como espacio de la dad, en un momento histórico dado, y
masculinidad preferentemente, y ámbito que por lo tanto, nos sirve para obser-
doméstico y privado como espacio pri- var lo que pasa en el proceso de globa-
mordial de la feminidad, es considerada lización, surgido en el último cuarto del
importante para la reproducción de unas siglo XX y que se puede apreciar como
especiales relaciones económicas, las del un fenómeno económico, político, social
capitalismo industrial (Otegui, 2001: 37). e informacional.
Este fenómeno ha sido especialmente No obstante haberse convocado un
relevante actualmente en el contexto mayor número de mujeres al trabajo,
de la globalización de la economía, en el no han habido cambios en los roles de
cual el trabajo y las relaciones sociales género que se desarrollan al interior
que las enmarcan, han tomado nuevas del hogar ni en el lugar que ocupan las
expresiones. mujeres en el conjunto de la sociedad.
Siendo el trabajo uno de los aspectos Aunque individualmente algunas hayan
de mayor impacto dentro de los cambios podido ascender en la pirámide ocupa-
propiciados por el modelo globalizador, cional, y hayan accedido a cargos de
es en esta esfera donde se han eviden- poder y decisión, lo que se percibe en
ciado transformaciones importantes, general es que el modelo económico no
que han trastocado, entre otros, el or- cuestiona los patrones culturales por
den de género establecido culturalmen- los que las mujeres están subordina-
te y que se expresa cada vez con más das y discriminadas en la sociedad y en
fuerza en el mundo del trabajo. Esta re- el trabajo. Por el contrario, la pérdida
lación entre el orden económico y el or- de la función social del Estado ha traí-
den de género en las relaciones labora- do como consecuencia que se afecte la
les reproduce las asignaciones sociales vida familiar y en particular el bienestar
que los sujetos del trabajo —hombres y y el nivel de vida de la mayoría de mu-
mujeres— experimentan en la sociedad. jeres trabajadoras, al tener que asumir
Paloma de Villota (2001), propone intro- en el hogar aspectos sociales que antes
ducir el concepto de género como una atendía el Estado como el cuidado de
REVISTA COLOMBIANA DE
64 ESTUDIOS DEL TRABAJO

menores y personas de la tercera edad en Colombia” se muestra el aumento de


o adultos mayores, las mayores cargas su participación laboral en las últimas
que implica el desempleo masculino y tres décadas. Cada vez más tienden a
la jefatura de hogar femenina, que en convertirse en las principales proveedo-
ocasiones conlleva al cambio de roles ras del ingreso de los hogares, la mayoría
entre el hombre y la mujer. de las veces en condiciones inestables y
Los hombres producto del desempleo precarias, registrándose la llamada fe-
también se ven afectados con la altera- minización del mercado laboral. La re-
ción de los roles de género en la familia, estructuración de la economía convirtió
al tener que asumir labores que antes no el trabajo femenino en objetivo estra-
realizaban al verse abocados a realizar tégico para disminuir costos laborales,
trabajos en condiciones de precariedad, flexibilizar los contratos y las jornadas
como el de maquilas, pues este siempre de trabajo en la búsqueda de elevar la
se consideró apropiado para las madres, competitividad y las ganancias.
en razón al tiempo que demandaba el Según Luz Gabriela Arango (2001)
cuidado de los hijos y las hijas menores con los cambios en la década de los no-
de edad. Como plantean Otegui (2001) y venta las mujeres perdieron participa-
De Villota (2001), la ausencia de valora- ción en la Industria Manufacturera en
ción al trabajo reproductivo que realizan cerca de cinco puntos aumentando su
las mujeres le ha permitido al capitalis- participación en sectores como el co-
mo industrial, a partir de los dispositivos mercio, servicios y financiero. En 1992,
de género, construir unas especiales re- en las cabeceras municipales, el 41%
laciones de cada uno de los sexos con de las mujeres estaban empleadas en
la producción, para reproducir unas con- la rama de los servicios y el 30% en
diciones económicas especiales que han el comercio; hacia el 2001 aumenta li-
sido agravadas con la globalización. geramente la participación femenina en
las dos ramas. Por el contrario la indus-

La década de los noventa: tria que ocupaba para 1992 el 20% de


mujeres, bajó su participación al 16%
algunos cambios en el trabajo
hacia el 2001. Aunque en éste período
femenino las cifras muestran recuperación de la
En el análisis de Sarmiento y Vargas presencia laboral femenina en el sector
(2002) sobre el “Trabajo de las Mujeres industrial, éstas obedecen a una sobre-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 65

representación en el empleo temporal. las cabeceras municipales tenían ingre-


Según el Departamento Nacional de Es- sos inferiores al salario mínimo respec-
tadísticas entre el 2003 y el 2004 la tasa to al 41% de los hombres; en contraste
de crecimiento del empleo masculino en el porcentaje de mujeres con ingresos
el sector industrial fue del 5% mientras superiores a cuatro salarios mínimos
la del femenino fue del 1%, mostrando era del 3% respecto al 8% de los hom-
nuevamente tendencia a la baja. bres. Aunque las brechas salariales han
No obstante la participación cada vez tendido a la nivelación, ésta se ha dado
mayor de las mujeres en el mercado la- por la caída general de los salarios, en-
boral, las inequidades de género siguen contrando que “los ocupados de ambos
estando presentes. Según esta autora sexos se concentran en forma aplastan-
(2001) la jefatura de hogar femenina te en los ingresos más bajos; las muje-
aumentó, en el período 1997-2003, del res en mayor proporción que los hom-
25,8% al 30,9%, con la particularidad bres, (92% con menos de un salario
de que sólo el 10% de las mujeres ca- mínimo frente al 81% de los hombres)”
beza de hogar tenían cónyuge; mientras (Arango, 2001). Las distancias salariales
que la jefatura de hogar masculina bajó entre los sexos se reducen hacia abajo,
en el mismo período del 74,2% al 69,1% al deteriorarse el empleo formal y cre-
y en el 85% de estos hogares están los cer el independiente e informal.
dos cónyuges. Esta situación refuerza Las últimas décadas registran ma-
negativamente la jornada laboral de las yor participación femenina en la educa-
mujeres jefas de hogar, al mantener- ción. Para Arango (2004) actualmente
se como las mayores responsables del hombres y mujeres muestran los mis-
cuidado y sobrevivencia de las familias, mos niveles educativos y en algunos ca-
responsables del trabajo doméstico, por sos, como en la educación secundaria,
lo cual se desmejora ostensiblemente la presencia femenina es ligeramente
su salud, su nutrición y sus posibilida- más numerosa (40%) frente a la de los
des de descanso, recreación y partici- hombres (38%). La educación superior
pación ciudadana. también refleja cambios, las profesiona-
Al comparar los niveles de ingresos les con estudios universitarios comple-
por sexo en 1992, el 62% de mujeres en tos muestran altas tasas de participa-
ción laboral, en el 2001 son del 90%;
. Departamento Nacional de Estadística
Dane, Boletín oficial, diciembre 2004. les siguen las mujeres con estudios uni-
REVISTA COLOMBIANA DE
66 ESTUDIOS DEL TRABAJO

versitarios incompletos o con educación yéndose la participación femenina uno


secundaria completa representando el de los cambios de mayor visibilidad y
63%. No obstante la mayor preocupa- variabilidad, al aumentar la proporción
ción de las mujeres en su formación pro- de mujeres de 43,8% en 1991 a 52,4%
fesional para mejorar sus condiciones en en 1999 (Tenjo, 2000).
el mercado laboral, se considera (sobre Aunado al mayor ingreso laboral fe-
todo en la formación superior) que no menino, también se producían otros
tiene el mismo ciclo de retorno que para cambios importantes y significativos
los hombres, es decir, no se traduce en como el requerimiento del nivel educa-
igualdad de ingresos respecto a los mis- tivo, de la edad y del estado civil. Efec-
mos años invertidos en educación. tivamente fue notorio el cambio de un
tipo de trabajador/trabajadora con ba-
chillerato (algunas veces sin terminar)
Sector financiero: crece la para hacerse importante y necesario que
demanda de trabajo femenino fuese profesional con carrera terminada
Desde la década de los ochenta em- o por terminar, estudios de postgrado y
pezó a cambiar el enfoque que tradicio- conocimiento de inglés preferiblemente.
nalmente había tenido el sector financie- Al tiempo fue bajando el promedio de
ro hacia el trabajo masculino, ampliando edad y la preferencia por personal de

las posibilidades para el ingreso masivo estado civil soltero. Según Tenjo (2000)

de mujeres. Paralelamente empezó a a finales de los años noventa el prome-

cambiar el perfil del nuevo trabajador dio de edad femenina para el ingreso al

con el propósito de abrirse a la compe- trabajo estaba entre los 21 y los 30 años

tencia nacional e internacional y se com- y las masculina entre 31 y 40, bajan-


do hasta los 18 años de edad, como se
plementó con los cambios tecnológicos
muestra en la actualidad, que el prome-
y administrativos asumidos en relación
dio de edad para ingreso se encuentra
directa con las transformaciones de la
entre los 18 y 25 años. Iguales cambios
economía mundial. Según estadísticas
del DANE en la década de los noventa el . El actual estudio realizado en Bancolombia
sector financiero fue uno de los más di- muestra esta tendencia, siendo las mujeres
námicos en la generación de empleo al el 70% del personal situado en la franja en-
tre 18 y 25 años que constituye el 15% del
pasar del 7,54% del empleo urbano to-
total del personal. Fuente: encuesta banco,
tal en 1990 a 9,42% en 1999, constitu- octubre, 2004.
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 67

se han experimentado en la estructura cisamente complementar comercial y


ocupacional al existir cargos y funcio- financieramente un proyecto económico
nes consideradas de “naturaleza” fe- de largo alcance que le permitiera llegar
menina y otros operativos considerados a un mercado y a un público hasta ahora
como masculinos. Aunque la inclinación desconocido. Se posiciona actualmente
apuntó al crecimiento de la participa- como uno de los bancos más sólidos en
ción femenina, los salarios no tuvieron el país en activos y patrimonio y uno de
un comportamiento equivalente, encon- los más grandes, profundizando su pro-
trándose que en el sector a finales de ceso al realizar una nueva fusión en el
la década de los noventa, los hombres 2005 con otras dos entidades del mismo
ganaban en promedio 34% más, que las grupo: Conavi y Corfinsura.
mujeres (Tenjo, 2000). A través de la cultura organizacio-
nal el banco proyecta su mayor venta-
ja competitiva buscando en el personal
Perfil del nuevo Bancolombia sentido de pertenencia que contribu-
El surgimiento de Bancolombia en ya a generar compromiso en el traba-
1998 es el resultado de la fusión entre jo, esperando como resultado solidez y
el Banco de Colombia y el Banco Indus-

posicionamiento dentro del sector. Los
trial Colombiano, dos entidades con de-

criterios de la cultura organizacional se
sarrollos diferentes, con lo cual el grupo aplican en todos los procesos, buscando
económico que lo adquiría buscaba pre- que se desarrolle en las relaciones labo-
rales y comerciales. En el primer caso,
. Surgido en 1875 para fomentar el ahorro, el de las relaciones laborales, esta se
logró posicionarse como un banco masivo encuentra en los criterios para la selec-
de cobertura nacional. Al momento de la
ción e ingreso del personal, en los pro-
fusión tenía 264 oficinas y 5.200 trabaja-
dores y trabajadoras. Fuente: Sintrabancol, gramas de formación y capacitación, en
documento inédito. la evaluación del desempeño lo que in-
. Surge en 1945, fundado por un grupo de terfiere en la movilidad y ascensos, y en
empresarios de Antioquia, con perfil de
banca corporativa. De este grupo de em-
los métodos de concesión de premios,
presarios surge el Grupo Empresarial Sura- que inciden en las políticas de salarios
mericana, hoy grupo GEA. En el momento a través de las llamadas bonificaciones
de la fusión contaba con 3.000 trabajado-
—reconocimiento económico al plus va-
res y trabajadoras y 100 oficinas. Fuente
Bancolombia, documento inédito. lor del trabajo que se impone a través
REVISTA COLOMBIANA DE
68 ESTUDIOS DEL TRABAJO

de las metas— son parte de los meca- comportamientos. La cultura dominante


nismos mediante los cuales la empresa es la que expresa los valores básicos que
busca que el personal encaje dentro de comparte la mayoría, y esta macro-visión
la cultura organizacional. De esa ma- de la cultura, es la que le da a la orga-
nera se establecen las reglas de juego, nización su personalidad distintiva. Efec-
donde el dominio se encuentra de ma- tivamente para Bancolombia los valores
nera exclusiva en el banco. que definen la cultura organizacional y
En el segundo caso, el de las rela- que infunde en las relaciones de perso-
ciones comerciales, se supone que la nal son la integridad, confianza, respe-
interiorización de estas normas van en to, responsabilidad social, transparencia,
correspondencia directa con las formas eficiencia y espíritu emprendedor. Para
como el personal debe asumir las pro- mantenerlo vivo y presente con frecuen-
yecciones entre el banco y los clientes cia (una o dos veces por semana) se rea-
y usuarios en la oferta de productos y lizan reuniones en todas las dependen-
servicios, que implica conocimiento del cias a fin de ir evaluando y ajustando los
portafolio que ofrece a través de aseso- procesos en todos los campos. Esto no
ría comercial integral, buen trato y ex- significa que no puedan existir subcultu-
celente imagen personal y empresarial, ras dentro de una cultura determinada,
buscando un mejor posicionamiento las cuales reflejan situaciones, experien-
dentro del sector financiero y la econo- cias o problemas comunes de los inte-
mía nacional. grantes de los grupos que los conforman
Como lo plantean Hola y Todaro (Hola y Todaro, 2004).
(1994) lo que buscan las empresas mo- Precisamente este último elemento
dernas con la cultura organizacional es es uno de los rasgos distintivos que se
transmitir un sentido de identidad a sus da entre las trabajadoras, encontrán-
miembros de tal forma que facilite le dose subculturas no explícitas entre
creación de un compromiso individual las cuales las más identificadas con la
que sea algo más amplio que los intere- cultura organizacional son las vincula-
ses personales. Esto ayuda a mantener das directamente al nuevo Bancolombia
unida a la organización al proporcionar a partir de la fusión en 1998. Se trata
normas adecuadas de lo que deben ha- del grupo de trabajadoras más jóvenes,
cer y decir los empleados, controlando, la mayoría estudiantes universitarias o
guiando y modelando sus actitudes y con carreras terminadas, quienes con-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 69

sideran tener muy buenos salarios, una cultura organizacional. La selección se


importante posición laboral (sea cual basa en el modelo de competencias y se
sea el cargo que desempeñen) y pro- fundamenta en la búsqueda de un perfil
yecciones dentro de la empresa. El otro individual que se encuentre en concor-
grupo de mayor identificación con la dancia con los requerimientos asignados
cultura organizacional es el de las eje- para cada cargo, desde el más alto hasta
cutivas, quienes además de practicarla el más bajo. A través de la entrevista de
la irradian, son las que se encargan de selección se indaga por las competencias
que los trabajadores y trabajadoras a de la persona y se orientan para que es-
su cargo la cumplan. La identidad que tén en concordancia con las que se han
posiciona la cultura organizacional del identificado como necesidades del car-
banco en este grupo está dada por el go. Así se busca garantizar el máximo
nivel del cargo y la posición que ocu- de identificación entre los intereses y las
pan dentro de la empresa, pues algunas capacidades individuales de la persona
vienen de los anteriores bancos y otras, con las exigencias del cargo.
están vinculadas directamente al nuevo Otros aspectos como el nivel socio-
Bancolombia. Por el contrario entre la económico, edad, estado civil y la pre-
mayoría de trabajadoras provenientes sentación personal, también entran en
del anterior Banco de Colombia, que vi- juego mostrando un riguroso proceso
vían un proceso laboral diferente, aún de “depuración” en la escogencia del
mantienen vivas sus identidades en un personal. En el caso del nivel socio-eco-
intento de resistirse al cambio, teniendo nómico, la tendencia en la demanda se
la oportunidad de comparar las diferen- inclina hacia personas de estratos me-
cias que encuentran entre las anterio- dio hacia arriba, a través de convenios
res condiciones de trabajo y las que les que el banco tiene establecidos con
ofrece el nuevo Bancolombia. instituciones de secundaria y univer-

. Esta tendencia se da en general en todo el


Selección e ingreso: cultura sector financiero, y se viene extendiendo
desde la década de los ochenta cuando las
organizacional e intereses de empresas del sector incorporaron el factor
género humano a la competitividad. En el caso de
Bancolombia la escogencia se hace entre
En los procesos de selección del per-
los estratos tres y cuatro. Entrevista al ge-
sonal toman forma los principios de la rente de Recursos Humanos.
REVISTA COLOMBIANA DE
70 ESTUDIOS DEL TRABAJO

sidades del sector privado, por medio un relevo generacional con orientación
de las cuales seleccionan a estudiantes hacia la mayor participación femenina.
observados previamente como los que Otro aspecto relevante es el estado
reúnen los requisitos solicitados por el civil asociado con la edad y la presen-
banco. Es decir, cuando la persona acu- tación personal. Aunque la mayoría del
de a la entrevista, ya se ha surtido un personal es soltero, las mujeres ocupan
primer proceso de selección por parte el 69% de esta tendencia y aunque no
de la institución educativa que indica es requisito “ser bonitas” se considera
que tiene potencialmente las cualidades que la presentación personal es impor-
requeridas por la entidad. tante. Bancolombia lo corrobora, cuan-
En cuanto a la edad se evidencia un do dice que para un cliente es mejor es-
cambio en todo el sector financiero ha- tar atendido por una mujer que por un
cia personal más joven, encontrando hombre, aunque matiza esta afirmación
que en Bancolombia el mayor número de planteando que este criterio no se toma
trabajadores y trabajadoras se encuen- en forma absoluta. Estos rasgos son
tra entre los 26 y 35 años que corres- presentados como neutros pues la em-
ponden al 38% del total del personal, presa no reconoce inclinación en ellos
de los cuales el 54% son mujeres. Esta o que muestre tendencias por este tipo
franja muestra el cambio de tendencia, de características, sino que los plantea
pues a partir de allí, hacia abajo se en- como lo que está ocurriendo en todo el
cuentra el rango más joven, que está sector. Ese es el tipo de trabajador ac-
entre los 18 y 25 años, que correspon- tual, que sin embrago, responde a un
den a su vez al 15% del total del per- estereotipo creado como el rasgo dis-
sonal, dentro de los cuales las mujeres tintivo que caracteriza al nuevo trabaja-
son el 70%, lo que muestra una mayor dor-trabajadora del sector financiero.
inclinación hacia la contratación femeni-
Aunque esto es una política incorpo-
na en los últimos tiempos. Entre 36 y 45
rada en el sector financiero acentuada a
años de edad se encuentra el 26% del
partir de la década del ochenta cuando
personal de los cuales las mujeres son
se crearon las corporaciones de aho-
el 47%, finalmente con más de 46 años
rro y vivienda, en donde fue visible la
hay un 21% del personal, siendo el 38%
demanda de trabajo femenino de pre-
mujeres. Se aprecia la tendencia hacia
. Bancolombia, entrevista al gerente de Re-
. Encuesta banco, octubre 2004. cursos Humanos, Diciembre, 2004.
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 71

ferencia joven, resulta importante pre- de significados compartidos entre los


guntarse a qué obedece este fenómeno, miembros produciendo un entendimien-
cuáles fueron los criterios que tuvieron to común sobre lo que es un comporta-
en cuenta los empleadores para tomar miento correcto y significativo. Esto dis-
esta decisión, qué valoración tienen del tingue una organización de otra” (Hola
trabajo de hombres y mujeres y a qué y Todaro, 1994: 126). Estos sistemas de
responde la incorporación creciente de significados compartidos moldean con-
este personal. ductas, por lo cual se espera que los in-
Como plantean Hola y Todaro (1994) dividuos de una organización estén en
no basta con decir que la discriminación distintos niveles o tengan diferente for-
existe al interior de la organización, es
mación, describan la cultura en térmi-
importante identificar los mecanismos a
nos semejantes. Ésta, se puede pensar
través de los cuales se reproduce y mirar
como un sistema de control social po-
cómo se conjugan los factores propios
tencial, por tanto, entre más fuerte sea,
de la empresa con factores de las per-
menos necesidad tiene de crear normas
sonas y las relaciones que se establecen
y reglas formales, ya que las pautas ha-
entre ambos. De esta manera la cultura
brán sido interiorizadas, es decir, la cul-
organizacional se convierte en un indica-
tura define las reglas de juego.
dor a través del cual se puede observar
Una vez establecida, la cultura orga-
la situación laboral de las mujeres y dar
nizacional busca conservarse mediante
ideas de los cambios que se vislumbran
prácticas de manejo de personal como
en las empresas consideradas moder-
nas o avanzadas. Cuando la segregación son los procesos de selección, los cri-

sexual del trabajo aparece como baja, terios definidos para la evaluación del
las pautas generales son masculinas por desempeño, los métodos que se imple-
lo cual “aparecen como antidiscriminato- mentan para el otorgamiento de pre-
rias”, porque no existen pautas diferen- mios, las actividades de capacitación y
ciales explícitas entre hombres y muje- la promoción ascendente, garantizando
res, resultando muy difícil de identificar así que los empleados “encajen con la
entre otras cosas, porque los patrones cultura”. Adicionalmente esto se refuer-
de comportamiento se presentan a tra- za “premiando” a quienes la acogen y
vés de normas informales. “castigando” a quienes se oponen a ella.
De acuerdo con estas autoras “la cul- Para Castillo y Barrero (2000) la
tura organizacional designa un sistema cultura organizacional es un marco de
REVISTA COLOMBIANA DE
72 ESTUDIOS DEL TRABAJO

referencia compartido, son los valo- frecuente encontrar más hombres


res aceptados por el grupo de trabajo que mujeres ejerciendo cargos de
que indican cuál es el modo esperado autoridad.
de pensar y actuar frente a situaciones • División espacial por sexos en tér-
concretas. Esta señala las prioridades y minos de distribución del poder y
preferencias globales que orientan los las funciones; los asuntos importan-
actos en la organización. Esta cultura tes de las empresas que son el cen-
organizacional se forma a través de los tro del poder, son del interés de los
esquemas culturales, las ideas, los va- hombres y decididos por ellos; la fa-
lores, creencias y pautas de conducta, chada o apariencia, es el espacio de
propiciando una interacción entre cultu- las mujeres, la periferia o las márge-
ra organizacional e instituciones de la nes.
sociedad como la familia, la educación, • Relación trabajo productivo y repro-
la religión, entre otras. ductivo, las mujeres siguen siendo las
Se establece entonces una interac- principales responsables del cuidado
ción entre las relaciones de género que de los hijos y las hijas y del trabajo
se expresan en la sociedad, y la cultura doméstico. Luego de una jornada la-
que se da al interior de las organizacio- boral similar a la de los hombres, las
nes. El género atraviesa la estructura mujeres continúan con otra jornada
de las organizaciones, sus prácticas y laboral no paga en sus hogares.
políticas. En su estudio los autores iden- • El acoso sexual, es un ejemplo cla-
tifican cinco elementos sobre cómo ac- ro de las relaciones de poder entre
túa la dimensión de género en las orga- hombres y mujeres en el espacio la-
nizaciones: boral. Es una forma de control que
• La división sexual del trabajo que enfrentan con más frecuencia las
se reproduce formal e informalmen- mujeres, siendo obligadas a realizar
te al interior de las organizaciones, acciones que no desean, por el te-
presentando inclusión y exclusión mor a perder el empleo.
de hombres y mujeres en trabajos y Para Castillo y Barrero (2000) el gé-
cargos. Como resultado se producen nero atraviesa la estructura de las orga-
categorías de ocupaciones femeni- nizaciones, sus prácticas y políticas, a la
nas y masculinas. vez que se erige como una barrera para
• División sexual de la autoridad es propiciar los cambios y lograr la equi-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 73

dad entre los sexos en el trabajo. No es acatamiento de órdenes. En el caso de


suficiente con centrar las estrategias en Bancolombia desde hace algunos años
el número o que las mujeres se ubiquen se ha venido analizando que las muje-
en cargos altos o estén en cargos con- res son más dóciles para seguir órde-
siderados no tradicionales del trabajo nes, organizadas y concentradas, “se
femenino, eso es solamente parte del les pone una tarea y la cumplen” al con-
proceso. Uno de los aspectos de cam- trario de los hombres que son más dis-
bio en el sector financiero para la mayor persos y ponen más problemas, en una
incorporación de mujeres al trabajo es alusión que puede entenderse que con
la supuesta habilidad atribuida a éstas ellos no es posible una mayor exigencia,
para desarrollar el área comercial, en- que sí lo es puede con mayor facilidad
contrando “condiciones naturales” entre con ellas.
el sexo femenino para las relaciones pú- En un estudio en diferentes empresas
blicas y la venta de nuevos productos, de la producción y los servicios (Todaro
para los cuales se requiere seducción, y otros) que indaga por la percepción
paciencia, amabilidad y cortesía entre y la opinión que tienen los empresarios
otros, perfilando a las mujeres en los sobre el desempeño laboral de hombres
puntos de contacto con el público. y mujeres, se constata que más allá del
Otro aspecto que ha sido tomado sector productivo, del tamaño de las
como parte de las “condiciones propias empresas, del porcentaje de mujeres
de la naturaleza femenina” es una su- incorporadas al trabajo,
puesta idoneidad para el ejercicio de
algunos cargos propios de la cuestión […] lo que más puede explicar la opinión
negativa o positiva, favorable o desfa-
financiera donde se requiere honradez.
vorable de los empresarios respecto a
El esencialismo según el cual las muje-
las mujeres es una definición previa de
res son más honestas y se involucran las características de las distintas ocu-
menos en hurtos de dinero, es la razón paciones, que tiene poco qué ver con
por lo cual se les encarga del manejo sus elementos técnicos u organizativos,
y sí con el carácter masculino o feme-
de asuntos delicados, propios del nego-
nino socialmente atribuido a estas ocu-
cio. Otro aspecto que también es tenido
paciones (2001: 38).
en cuenta es la mayor disponibilidad, el
cual es asumido como mayor compro- El estudio encuentra que en el sec-
miso de las mujeres, responsabilidad y tor financiero en Chile se tiene una va-
REVISTA COLOMBIANA DE
74 ESTUDIOS DEL TRABAJO

loración positiva del trabajo de las mu- capacidad física, fortaleza de carácter
jeres, “mayor flexibilidad, facilidad para para enfrentar situaciones problemá-
adaptarse a innovaciones y rapidez en ticas, la rigurosidad y la agilidad para
el aprendizaje de nuevos procedimien- cambiar. Entre los defectos o actitudes
tos, compromiso con el trabajo y pun- negativas se encuentran el desorden, la
tualidad (Todaro y otros, 2001: 42), en falta de prolijidad y tosquedad, la im-
contraste arroja una percepción nega- pulsividad y baja tolerancia a trabajos
tiva del interés que tienen éstas en su rutinarios o que requieren permanecer
capacitación, por carecer de ambiciones en el mismo lugar varias horas, menor
en el poder. capacidad de concentración y de “pen-
Es el orden de género socialmente sar en varias cosas a la vez” (como
construido el que asigna verdaderos te- las mujeres), menor responsabilidad y
rritorios masculinos o femeninos en el compromiso con los objetivos de la em-
mundo del trabajo, estableciendo atri- presa, rigidez que dificulta la adaptabili-
buciones a uno u otro sexo por contras- dad en ciertas ocasiones y expresiones
te u oposición. Entre las “virtudes” que de agresividad en los grupos de trabajo
le atribuyen al trabajo de las mujeres se masculinos.
destacan su asociación con “el orden,
prolijidad y delicadeza, disciplina, tole-
rancia a trabajos rutinarios, eficiencia, ¿Es la maternidad funcional
concentración y responsabilidad, adap- para la empresa?
tabilidad y capacidad de establecer rela- Aunque la mayor incorporación de
ciones humanas, honradez, compromiso mujeres al trabajo pareciera dejar im-
y lealtad” (Todaro y otros, 2001: 52). En plícita la idea de igualdad entre los gé-
sentido opuesto señalan como defectos neros y a pesar de que las empresas
la debilidad física, el abuso de su ima- modernas demandan cada vez más el
gen de debilidad en ciertas ocasiones, trabajo femenino, se advierten inmo-
la conflictividad, la competitividad y la dificables las nociones generales que
violencia solapada entre mujeres. siempre han estado en la base de las
Igualmente sucede con el trabajo discriminaciones que se ejercen contra
masculino al que le asignan caracterís- las mujeres, unas veces soportadas en
ticas de fortaleza y debilidad. Entre las la idea de mayores costos debido a la
virtudes que le atribuyen se encuentran maternidad, otras veces como factor
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 75

de mayores obstáculos para la realiza- parte de los empleadores”, lo cierto es


ción de la labor o para la aceptación de que este tipo de trabajo se le ofrece a
nuevas responsabilidades. No obstante, las mujeres cabeza de familia que care-
éstas no son las únicas consideraciones cen de otro ingreso laboral o familiar y,
que se tienen en cuenta a la hora de por lo tanto, no hacen parte de la pro-
optar por el trabajo femenino. Muchas tección a la maternidad, ni del reconoci-
veces la maternidad se convierte en un miento a la función social de ésta.
instrumento que le facilita a las empre- Como lo plantea Gómez (2001): la
sas contratar mano de obra mal remu- oferta de trabajo a tiempo parcial para
nerada, dócil y por lo tanto, de mayor las mujeres madres, contribuye a la
productividad. perpetuación de los roles domésticos
Este último es percibido como uno como femeninos, lo que supone la mar-
de los aspectos de mayor consideración ginación de las mujeres de los cargos
para Bancolombia y se hace evidente a de poder que exigen dedicación plena
la hora de definir la incorporación fe- porque sus cargas domésticas se lo im-
menina. Es el enfoque de que las nece- piden, pero además, las alejan de los

sidades que la maternidad crea en las cargos mejor remunerados al no poder


acceder a los más altos en la estruc-
mujeres, el banco las considera precisa-
tura organizacional, lo que posibilita la
mente como un elemento que las hace
discriminación salarial. Se imponen me-
más responsables a la hora de asumir
diante esta lógica mecanismos de re-
el trabajo por la presión que ejercen las
forzamiento del papel subordinado de
obligaciones familiares. Precisamente
las mujeres en el trabajo producto de
por esa consideración, es que han veni-
su función reproductiva y la utilización
do pensando a futuro en ofrecer trabajo
de esta condición social en función del
a mujeres cabeza de familia con hora-
mejoramiento de la productividad y las
rios de tiempo parcial para que “ven-
utilidades por parte de la empresa. Adi-
gan a trabajar y se comprometan con
cionalmente, continúa la autora, estos
el banco”.10 Aunque el trabajo a tiempo
comportamientos de las empresas ter-
parcial siempre se ha querido mostrar
minan por reforzar campos simbólicos
como una conquista de las mujeres y como la cada vez mayor irresponsabi-
un “reconocimiento a la maternidad por lidad masculina con la paternidad, al

10. Bancolombia, entrevista gerente de Recur-


“oficializar”, que son las mujeres con el
sos Humanos, diciembre, 2004. trabajo precario y las jornadas flexibles,
REVISTA COLOMBIANA DE
76 ESTUDIOS DEL TRABAJO

las que están obligadas a cumplir con neral no aclara cual es la normatividad a
toda la responsabilidad familiar, en lu- la cual se refiere ni cómo le dará cumpli-
gar de comprometerse con el ejercicio miento, dando paso a la interpretación
de una paternidad integral y responsa- individual de los funcionarios encarga-
ble (Gómez, 2001). dos de su aplicación ante la ausencia de
En cuanto al reconocimiento de de- políticas que orienten las formas de su
rechos por maternidad Bancolombia se aplicación. Pero además, la amplitud en
considera respetuoso de la ley y las nor- la redacción plantea otro elemento más
mas internacionales, sin asumir compro- preocupante por cuanto de acuerdo a la
misos mayores que los otorgados por la experiencia con las continuas reformas
legislación. Como lo plantea Otegui: laborales realizadas a fin de adecuar el
trabajo a los requerimientos del capi-
[…] mientras este trabajo de crianza de tal, puede darse el caso de retroceder
los hijos y cuidado de los mayores y lo en materia del reconocimiento de de-
doméstico no sea reconocido en todo su rechos que protejan la maternidad, lo
valor y desgenerizado, cualquier nor- que contribuye a los propósitos de los
mativa jurídica que se apruebe no hará empleadores en que sean las trabajado-
más que consolidar la discriminación ras quienes asuman individualmente la
femenina en la medida en la que facili- carga que ella implica.
tará, con unas medidas aparentemen- El banco considera suficiente reco-
te proteccionistas, la incorporación en nocimiento la licencia por maternidad,
términos de desigualdad de las mujeres aunque no deja de considerarla un trau-
al trabajo remunerado (2001: 39). matismo, si se trata de trabajadoras
con rango medio o alto. Al respecto,
En efecto, la única norma que existe cuando en la negociación colectiva, se
en la convención colectiva dice, “El ban- plantea aumentarla en algunos días, o
co dará aplicación a la normatividad que reconocer la hora de lactancia por seis
se encuentre vigente en materia de pro- meses luego de reintegrada la trabaja-
tección a la mujer embarazada, en los dora al cargo, responde con un no ro-
términos de la Constitución Política y la tundo, al considerar que si se aumentan
Ley aplicable”.11 Este enunciado tan ge- los costos laborales de las trabajadoras,
tendrían que tomar medidas en contra
11. Artículo 29, Convención Colectiva, 2001-
de su contratación, en una actitud de
2003.
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 77

que todas las mujeres son madres y por de trabajo. De cualquier modo la ma-
lo tanto, cada una es un costo en po- ternidad se convierte en un instrumento
tencia o bien, de que el banco les da para el banco, pues muestra una incli-
empleo a las mujeres pero sin que esto nación hacia la contratación femenina y
se convierta en un costo mayor para la más hacia las mujeres cabeza de fami-
empresa. En todo caso existe una va- lia buscando el compromiso con el tra-
loración desvirtuada de la mujer en el bajo en las condiciones que les exijan.
trabajo, porque se pretende que el ser También es beneficiosa la contratación
mujer es sinónimo de ser madre y por lo femenina pues aunque no acepta la am-
tanto de mayores costos para la empre- pliación de derechos que reconocen la
sa, y por otro lado, el de que ser mujer función social de la maternidad ni pro-
equivale a aceptar el trabajo en las con- teja a los menores, utiliza estas necesi-
diciones que ofrezca el empleador, que dades para presionar el trabajo de las
implica que la maternidad para la mujer mujeres en las condiciones que se le
es sancionada, sin tener en cuenta que impongan.
su función reproductiva está aportando Igualmente sucede con la jornada
un beneficio a la sociedad. laboral. La exigencia de metas de pro-
En cuanto a la hora por lactancia, ductividad se da por igual para hom-
se advierte el desconocimiento de este bres y mujeres, sin tomar en conside-
derecho por parte de la administración ración los cambios que se producen en
pues plantea que “se debe estar cum- la vida de las mujeres y sus familias con
pliendo”. No obstante el banco sugiere la maternidad: doble jornada de tra-
que se haga en los tiempos muertos, bajo al duplicarse el trabajo doméstico
que son aquellos cuando la trabajado- con la atención de los/as menores, cri-
ra termina su labor y le quedan unos sis ocasionadas por su nueva condición
momentos para revisar el programa de maternal, cuidado de otros hijos e hi-
capacitación virtual que debe seguir a jas menores, atención a los maridos y
través de la red, u otros en que la acti- en ocasiones se complementa con los
vidad del banco baja considerablemen- estudios. El regreso a la productividad
te. En todo caso, la empresa trata que produce alteración en los ritmos de vida
este derecho no le cueste nada o que personales, sin que el banco ofrezca al-
sea la trabajadora la que lo resuelva por ternativas donde se reconozcan las di-
su cuenta sin afectar el tiempo normal ficultades que causa en las mujeres la
REVISTA COLOMBIANA DE
78 ESTUDIOS DEL TRABAJO

relación entre trabajo productivo y re- tran obstáculos para combinar trabajo,
productivo. El trabajo remunerado en- estudio y familia, pero en las vacacio-
cuentra su máxima dificultad para las nes logran compensar con un tiempo de
mujeres en la compatibilización con el disfrute familiar. Las trabajadoras con
trabajo doméstico o reproductivo y la hijos o hijas mayores encuentran en
falta de reconocimiento social y econó- ellos apoyo y comprensión aunque se
mico de éste en la sociedad. La dinámica manifiestan en permanente deuda con
que se establece entre las necesidades ellos y ellas ante la falta de tiempo, por
de las mujeres y sus deseos se convier- lo cual prefieren en los pocos momen-
te en una trampa que es aprovechada tos libres que les queda, “disfrutarlos”
por los empleadores para manipular sus cocinándoles y atendiendo a sus hijos
condiciones en el trabajo, que hacen que e hijas y maridos, para compensarlos.
las mismas trabajadoras no asuman la Las que presentan mayor desgaste y di-
dimensión económica y social que toma ficultades son las mujeres con hijos e
debido a la asociación establecida entre hijas menores de edad, quienes tienen
maternidad, reproducción y feminidad, que recurrir a diversas estrategias para
que lo hacen aparecer como natural. su atención y no disponen de tiempos
Esta situación tiende a ser más difícil en libres para su descanso personal y re-
el caso de las mujeres jefas de hogar composición de la fuerza de trabajo.
por cuanto están más agobiadas por su En estos casos se dan diferencias en
situación. razón con el nivel socio-económico para
De otra parte la relación entre tra- la búsqueda de soluciones al problema
bajo productivo y reproductivo y tiempo que ocasiona en la vida de las mujeres
de descanso o de ocio para la trabajado- la asociación entre trabajo productivo y
ra, varían según la edad, el estado civil, reproductivo. La mayoría recurren a las
el número de hijos e hijas, la realización mamás o suegras para apoyarse en el
de estudios y la variación del cargo. No cuidado y crianza de los y las menores.
obstante que para todas las trabajado- Las ejecutivas tienen mayor posibilidad
ras el trabajo es intenso, exigente y des- de contratar una empleada para el tra-
gastante y las jornadas laborales exce- bajo doméstico, mientras que para las
sivas, no todas lo viven de igual manera trabajadoras de nivel bajo o las cabeza
o se afectan por igual. La mayoría de las de hogar es más difícil, lo que las coloca
trabajadoras jóvenes y sin hijos encuen- en situación de tener que recurrir a los
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 79

jardines infantiles, al apoyo de vecinas dice que “no existen cargos que impidan
o amigas, lo que se traduce en mayores o limiten el acceso a ellos de mujeres
niveles de angustia con la jornada labo- casadas o con hijos”. Si bien, las tra-
ral, imposibilidad de adelantar estudios, bajadoras también advierten estas dife-
participar en capacitaciones laborales rencias en su vida laboral y admiten que
por fuera del horario normal o tener se les presentan, tampoco asumen que
tiempo de ocio para su crecimiento y esto puede cambiar y por el contrario lo
desarrollo personal. aceptan aunque les genere frustración.
Otro aspecto que afecta la vida labo- Como una manera de “manejar” estas
ral de las mujeres en la relación entre lo situaciones, prefieren no postularse
productivo y lo reproductivo es su mo- cuando se promocionan vacantes.
vilidad laboral para traslados y ascen-
sos. Bancolombia acepta que las muje-
res no se postulan para algunos cargos Ubicación ocupacional por
por motivos relacionados con el estado sexo
civil y número de hijos. Sin embargo lo En las entidades del sector finan-
ve como algo normal y aunque expresa ciero, así como en otras organizacio-
que “es una situación que le correspon- nes, existe segregación ocupacional por
de resolver a la trabajadora” acepta que sexo: es decir, hay cargos que tradi-
los hombres no tienen ningún inconve- cionalmente han sido asignados para
niente porque “ellos pueden aceptar mujeres y otros para hombres. Dentro
cargos que implican alejarse de la casa de las nuevas valoraciones que se han
por motivos de viaje, lo que se conside- hecho para demandar más trabajo fe-
ra como lo socialmente aceptable”, evi- menino, las “cualidades” de las mujeres
denciando la ausencia de compromiso para el área comercial ocupan un lugar
como empresa para ofrecer igualdad de primordial, haciendo funcionales a los
condiciones a las trabajadoras. Para el intereses de la empresa los atributos
banco es suficiente con que no existan físicos, la juventud, la belleza, las exce-
normas explícitas que indiquen que las lentes relaciones humanas y la facilidad
mujeres no pueden presentarse a un para seguir órdenes, entre otras carac-
ascenso o aspirar a un traslado por ra- terísticas. “Hay una relación armónica
zones de estado civil, edad o número de entre los valores y creencias sociales y
hijos o hijas, y así lo manifiesta cuando la distribución de funciones, jerarquiza-
REVISTA COLOMBIANA DE
80 ESTUDIOS DEL TRABAJO

ción, criterios de ascenso y ubicación en denuncian exceso de trabajo, presión


la estructura organizacional practicados por el cumplimiento de metas, jornada
por el sector financiero” (Castillo y Ba- laboral extensa y extenuante. Adicional-
rrero, 2000: 52). Se cree por ejemplo mente sienten que cuando un cliente se
que las mujeres proyectan una mejor queja del servicio, no son escuchadas
imagen del banco, son buenas vendedo- ni atendidas, dejando menoscabada su
ras, se relacionan con más facilidad, son autoestima y en peligro su estabilidad
organizadas, ejecutan órdenes, asimilan laboral.
mejor la información y no se dispersan Otro cargo con alta concentración
como los hombres. de personal femenino es el de auxiliar
Efectivamente en Bancolombia hay integral de servicios, considerado como
una participación femenina bastante la columna vertebral de la oficina por
alta en cargos comerciales que son el las gerentas, (442 puestos), de los cua-
soporte de la actividad financiera, ubi- les el 63% son ocupados por mujeres y
cados actualmente como el área más el 37% por hombres. A través de estos
importante y de cuidado, que implican cargos se produce la primera aproxima-
la venta de productos, asesoría integral ción de los clientes con el banco, el co-
al cliente, cobranzas y servicios, entre nocimiento de los productos que ofrece
otros. Dentro de los cargos escalafo- y las posibilidades de consumo. Precisa-
nados (el 70%) a los cuales pertenece mente son estas características las que
el personal de la base en la estructura propician una competencia desmedida
piramidal, el que presenta mayor con- entre las trabajadoras y los trabajado-
centración es el cargo de asesores y res en la disputa por los clientes, lo que
asesoras (621 cargos), de los cuales el lleva a personalizar el trabajo y a reali-
68% están ocupados por mujeres y el zar diversas estrategias por ganar más
32% por hombres. Estos cargos exigen usuarios, olvidando a veces la jornada
un excelente manejo de las relaciones laboral, el cumplimiento de procesos,
personales y comerciales con el cliente, afectando las relaciones laborales y per-
conocimiento amplio de los intereses del sonales y en ocasiones, la estabilidad.
banco y de su portafolio de servicios, Existen otros cargos como el de eje-
para ofrecer asesoría en las inversiones cutivo júnior, que es considerado como
que se requieran. Las trabajadoras que el de un “pequeño gerente” que se en-
se encuentran ubicadas en este cargo carga de mantener la relación directa
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 81

con un grupo de clientes y se encarga dores y trabajadoras, correspondiendo


de que consuman los productos que in- a las mujeres el 56% de dicha concen-
novan o que, de acuerdo a un estudio tración. El cargo de auxiliar de banca
permanente del cliente, pueden servir- de supermercado12 tiene 76 puestos,
le. Uno solo de estos cargos atiende un el 67% son ocupados por mujeres y el
promedio de 280 clientes. En este cargo 33% por hombres. El cargo de auxiliar
se ubican 127 empleados, de los cuales de cobranzas tiene 61 puestos, el 72%
el 69% son mujeres y el 31%, hombres. está ocupado por mujeres y el 28% por
En el cargo de gestor comercial que es hombres. El de auxiliar de comercio in-
considerado como un relacionista públi- ternacional III tiene 39 cargos, el 64%
co, porque debe salir a buscar los clien- está ocupado por mujeres y el 36%
tes, éste ofrece los productos del banco por hombres y en el cargo de auxiliar
y busca su consumo. En el se encuen- de ventas tiene 24 puestos, el 67% son
tran 123 empleados y empleadas, de mujeres y el 33% hombres.
los cuales el 63% son mujeres y el 37% La ubicación ocupacional está direc-
hombres. A pesar de encontrarse den- tamente relacionada con la discrimina-
tro del escalafón (que equivale a decir, ción salarial de las mujeres, al quedar
en la base de la pirámide ocupacional), ubicadas en los cargos más bajos de
son de mucha importancia para la ofi- la pirámide ocupacional. En efecto, en
cina y tienen una alta responsabilidad Bancolombia se constata que el perso-
que cumplir, por lo cual se trabaja en nal femenino es el 56% del total y que
estrecha relación con la gerencia, que ocupan los cargos escalafonados, los
los hace sentir como ejecutivos y mere- cuales son los que se encuentran en la
cedores de toda la confianza, lo que, a base, pero los que a su vez, demandan
su vez, les exige alta productividad en de mucho compromiso y cuidado en su
el cumplimiento de metas y disponibili- realización porque son los que sirven de
dad permanente con la empresa. atracción y afianzamiento del servicio.
El primer cargo del escalafón es el En la forma como están ubicadas las
de auxiliar, es el más bajo de la pirá-
mide ocupacional y es con el que inicia 12. Segmentos del banco que funcionan dentro
la carrera el que ingresa al banco,. En de los grandes almacenes de cadena, con
trabajadores y trabajadoras polifuncionales
este cargo existen 42 denominaciones
que realizan venta de productos y labores
y una concentración de 1.568 trabaja- de caja.
REVISTA COLOMBIANA DE
82 ESTUDIOS DEL TRABAJO

mujeres se refleja sobre representación de género, el cual supone que entre las
en los cargos más bajos de la pirámide características femeninas está el desa-
ocupacional y por lo tanto de la escala rrollo de unas aptitudes o capacidades
salarial, mostrando la reproducción de naturales para realizar ciertas labores.
la segmentación vertical, por medio de A su vez Hola y Todaro (1994: 131)
la cual, las mujeres se ubican mayorita- afirman que “las mujeres necesitan en-
riamente en la base, donde se devengan contrar la utilidad de su trabajo para
los salarios más bajos y están ausentes otros, lo que las hace desarrollar un
de los cargos de poder y decisión. sentido más profundo de compromi-
Aunque Bancolombia se proyecta so y disminuye la necesidad de reglas
como una empresa moderna a través explícitas y de controles estrictos”. No
de la cultura organizacional sin embar- obstante no todas las trabajadoras ven
go reproduce las simbologías de géne- con buenos ojos esta situación. Las más
ro, al hacer funcionales a sus intereses conformes son las que recién ingresan,
los aspectos que tradicionalmente han pues creen que tienen en sus manos la
estado en la raíz de la discriminación de oportunidad de demostrarle al banco
las mujeres en el trabajo. Para algunas sus capacidades, que complementadas
trabajadoras recién ingresadas al cargo con el estudio, les darán la oportunidad
de auxiliares, es motivo de satisfacción de ascender a cargos de mayor remune-
y orgullo el creer que el banco les tiene ración y poder. Este supuesto, aunque
confianza porque les entrega muchas a veces funciona, es parte de las es-
responsabilidades en su trabajo cuando trategias individuales de las trabajado-
prácticamente acaban de ingresar. Pero ras y no constituye ni una política de la
se trata es de que por un salario muy empresa ni una actitud colectiva de las
bajo, están asumiendo grandes respon- mujeres. Por su parte las más antiguas
sabilidades, en desmedro de su estabili- no tienen esas expectativas, pues creen
dad laboral, de su jornada de trabajo, de que en el banco es difícil ascender y que
su salud (pues tienen mayores niveles por más resultados que muestren, las
de estrés), sin la compensación econó- posibilidades son sólo para unos pocos.
mica justa de acuerdo a su labor. Como A medida que aumenta la posición del
lo plantea Garmuca Gómez (op, cit,) la cargo en la pirámide ocupacional, baja la
segregación ocupacional está fuerte- representación femenina, aunque en los
mente condicionada por el simbolismo cargos comerciales sigue siendo alta. A
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 83

nivel de gerencias, los cargos del primer 38% por mujeres y el 62% por hombres.
nivel, son ocupados mayoritamente por En general de los 45 cargos que se en-
hombres. De un total de 124 puestos, el cuentran en los cuatro primeros niveles
60% están ocupados por hombres y el que conforman la jerarquía del banco,
40% por mujeres. La representación fe- las mujeres son el 26% y se encuen-
menina es más alta en las gerencias de tran solo a partir del tercero y cuarto
sucursales, siendo mínima la diferencia rango de jerarquía, mientras los hom-
en cuanto a la participación masculina: bres representan el 74% de los mismos
de 306 cargos, el 53% los ocupan mu- y ejercen los cargos de poder y decisión
jeres y el 47% hombres. En la geren- dentro de la empresa.
cia de moneda extranjera, que tiene 24
puestos, el 75% son ocupados por mu-
jeres y el 25% por hombres; igualmen- Conclusiones
te sucede con la gerencia comercial de Si bien el sector financiero en Co-
filiales en el exterior, donde sólo son 10 lombia se ha abierto a la mayor vincu-
cargos, y el 80% está ocupado por mu- lación femenina, lo que se evidencia no
jeres y el 20% por hombres. es un cambio en las concepciones de
Sin embargo, en los cargos más al- género respecto del trabajo de las mu-
tos donde se encuentran los de poder jeres, sino que, muy por contrario las
y decisión dentro de la estructura del empresas acuden a las características
banco, la participación femenina baja atribuidas como “naturales” de la condi-
ostensiblemente. La presidencia y los ción femenina para obtener ventajas en
nueve cargos de las vicepresidencias, los mercado como una forma de asumir
son todos ocupados por personal mas- la competencia.
culino. A partir de la gerencia regional, Bancolombia se posiciona como
que es el tercer cargo en jerarquía, la una de las empresas más competitivas
proporción de mujeres es minoritaria a del sector financiero, en el marco de
la de los hombres. De nueve cargos de la globalización de la economía que se
gerencia regional que existen, el 22% ha adaptado rápidamente a los reque-
son mujeres y el 78% hombres. En las rimientos del mercado internacional,
gerencias de zona que es el cargo de para lo cual desarrolla diversas estra-
cuarto nivel en la jerarquía, se encuen- tegias que se combinan entre sí. Las in-
tran veintiséis puestos, ocupados en un novaciones tecnológicas que mejoran la
REVISTA COLOMBIANA DE
84 ESTUDIOS DEL TRABAJO

calidad de los servicios que ofrece, se igualdad de éstas en el trabajo: igual-


complementan con el perfil de un nue- dad como sujeto social con los hombres,
vo trabajador y una nueva trabajadora e igualdad como sujeto de contrato en
que proyectan la imagen de una empre- condiciones de libertad y autonomía
sa renovada. Para lograrlo combina la para actuar y decidir. Esta ha sido una
imagen de empresa moderna y flexible forma tradicional de condicionar y con-
en todos sus procesos, con el desarro- trolar el trabajo femenino, a mayores
llo de políticas de personal tradicionales niveles de necesidades familiares, ma-
implementadas a través de la cultura yores niveles de compromiso laboral y
organizacional. asunción de tareas pesadas, horarios
A las características en la demanda extenuantes sin jornada definida y ma-
del trabajo femenino: juventud, estado yores responsabilidades con poco reco-
civil preferiblemente solteras, excelente nocimiento económico y social.
presentación personal y estudios pro- Los estereotipos de género condi-
fesionales o en perspectiva, se agrega cionan las posibilidades de hombres y
la concepción sobre las necesidades fe- mujeres en el trabajo al considerar que
meninas, al orientar la demanda hacia tanto ellos como ellas están dotados de
mujeres cabeza de familia que involu- características naturales para cumplir
cran a la tradicional discriminación de con tareas y funciones específicas. En la
género, otro factor de inequidad social ubicación ocupacional por sexos se repro-
y pretende generar vínculos de gratitud ducen los estereotipos de género pre-
y dependencia. Esto sitúa a las muje- sentes en la división sexual del trabajo
res en mayores niveles de desigualdad, pues agrupan la mayor participación fe-
reafirmando lo que tradicionalmente los menina en el área comercial, soporte de
estudios de género han mostrado sobre la actividad financiera y una de las áreas
la ausencia de construcción de identidad de mayor productividad. Esta forma de
como sujetos sociales del trabajo, que división de tareas y funciones reproduce
les impide identificar la discriminación y la segregación vertical, pues el mayor por-
reconocerse como sujetos de derechos. centaje de mujeres está en los niveles
La relación que se pretende esta- inferiores de la pirámide ocupacional.
blecer entre necesidades económicas Este porcentaje va disminuyendo lenta-
de las mujeres y compromiso laboral, mente hacia los cargos de nivel medio
desvirtúa la posibilidad de relaciones de y medio alto, haciendo menor su pre-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 85

sencia a medida que la representación rado a través de la posición que ocupan


y el poder del cargo se hacen mayores en la pirámide ocupacional, al encon-
y, por último en los niveles altos, no hay trarse una franja muy baja de mujeres
ninguna participación. representadas en los cargos ejecutivos y
A través de la segregación ocupa- de poder. Además llevan implícitas otras
cional se expresan otras formas de re- diferencias/desigualdades que como las
producción de la discriminación. De un de clase, se hacen presentes para re-
lado, hay discriminación salarial indirecta forzar entre mujeres los patrones de la
pues las mujeres están ubicadas en su discriminación.
mayoría en los cargos bajos de la pi- En cuanto a movilidad y ascensos las
rámide ocupacional y, por lo tanto, son dificultades que presentan las trabaja-
las de menor remuneración; por otro doras para aceptar ciertos cargos que
lado, por posición, al bajar la presencia demandan mayor dedicación en tiempo
a partir de los cargos medios y altos en o nueva ubicación geográfica, por razo-
la escala jerárquica. Este factor ha sido nes de estado civil, número de hijos e
denominado como el techo de cristal ya hijas y su edad, son indicativo del peso
que impide, mediante mecanismos invi- diferenciado que tiene la familia para las
sibles, que la posición de las mujeres en mujeres y los hombres. Mientras para
las empresas llegue hasta los espacios los hombres ésta se convierte en sopor-
de poder más altos de la pirámide ocu- te de su trabajo al tener quien se ocupe
pacional. de la familia, siendo además signo de
Aunque es evidente que las mayo- estatus y responsabilidad social, para
res exigencias por un perfil más alto en las mujeres la mayoría de las veces es
cuanto a nivel de estudios y prepara- una limitación. Situación ésta que es re-
ción para el trabajo ha contribuido en conocida por el banco, aceptada como
la formación profesional de las mujeres lo que es “socialmente correcto”, refor-
en el trabajo y particularmente en el zando los patrones de discriminación de
sector financiero, mejorando sus condi- la sociedad al no desarrollar estrategias
ciones de vida, esto solo favorece a un que contribuyan a superarla, dejándolo
reducido grupo de ellas, por cuanto no como un problema “individual” a resol-
está asociado con políticas públicas que ver por las trabajadoras.
ofrezcan posibilidades a todas por igual La jornada laboral y la intensidad del
y tampoco se refleja en el retorno espe- trabajo que se realiza con la exigencia
REVISTA COLOMBIANA DE
86 ESTUDIOS DEL TRABAJO

de metas de productividad también tie- de los estamentos e instituciones de la


nen significado diferenciado en la vida sociedad.
de hombres y mujeres. Mientras para Las empresas son agentes económi-
los primeros, las exigencias en el tra- cos que se encuentran en el ámbito de
bajo cesan con la terminación de la la producción, su función es productiva
jornada laboral, para las segundas, la y su acción se orienta a la ganancia y a
combinación del trabajo productivo con la creación de riqueza. Como plantean
el reproductivo implica el desarrollo de Castillo y Barrero (2000) las entidades
una doble jornada laboral, que expone del sector financiero no son las que
su salud a mayores tensiones agrava- crean las inequidades de género entre
das según la composición del núcleo fa- hombres y mujeres, pero sí las repro-
miliar y las condiciones socio-económi- ducen y mantienen. No obstante, hace
cas, siendo más difícil en el caso de las parte de un sistema normativo especí-
mujeres cabeza de familia. fico que debe observarse en su acción
La maternidad es reconocida como un y que igualmente se encuentra inmerso
“derecho legal” centrada en el otorga- dentro de una sociedad, lo que le de-
miento a la licencia por parto, pero aún manda compromisos de orden social
no logra ser desarrollada dentro de una con ella.
concepción integral que incluya los sig- Aunque el sector financiero valora la
nificados del cuidado y crianza de hijos importancia de la vinculación femenina
e hijas como parte integrante de ésta, y en este caso Bancolombia lo asume
para el reconocimiento eficaz y oportu- como una política de personal, ésta no
no de la hora de lactancia, que hasta se proyecta en la perspectiva de con-
ahora es asumida de manera acceso- tribuir a transformar las construcciones
ria por la empresa y las trabajadoras, y sociales que subordinan y discriminan a
los permisos para la atención y cuidado las mujeres en el trabajo, como corres-
de los menores. Estas situaciones de- ponde a una institución del Estado que
rivadas de la reproducción, son vistas debe comprometerse en la superación
como problemas de las familias y en la de las desigualdades (en este caso las
mayoría de los casos de las mujeres, y de género), para posibilitar que hombres
tampoco son asumidas como parte de y mujeres disfruten de las mismas posi-
la función social de la maternidad, que bilidades en igualdad de condiciones en
requiere de un compromiso por parte el empleo. Por el contrario, la empresa
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 87

analiza los comportamientos laborales condiciones económicas de las mujeres


de las trabajadoras para beneficiarse cabeza de familia, proyecta hacia futuro
de ellas y asume una postura de “res- ofrecer trabajo a este segmento de la
peto” a la legislación para evadir com- población para flexibilizar aún más sus
promisos y responsabilidades sociales. condiciones laborales, haciéndolas más
En contraste, siendo consciente de que productivas para la empresa y contri-
su actitud puede ser profundizada como buyendo a la precarización del trabajo
consecuencia del agravamiento de las femenino.

Recibido el 20 de junio de 2006 - Aceptado el 2 de agosto de 2006.


REVISTA COLOMBIANA DE
88 ESTUDIOS DEL TRABAJO

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REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 89

Tres dimensiones para pensar la organización


de los trabajadores más vulnerables tras la
invasión neoliberal
Juan Carlos Celis Ospina*

Presentación pero sin que una fuerza sociopolítica de


Las características principales de las alcance internacional se configure como
transformaciones sociales contemporá- una alternativa viable.
neas que se vienen registrando desde De cara a enfrentar la invasión neo-
hace poco más de dos décadas tanto liberal, es preciso pensar el papel de las
en los países de capitalismo avanzado organizaciones de los trabajadores y en
como en América Latina, son: el papel especial quienes se encuentran some-
que cumple el Estado como agente re- tidos a la alta rotación del empleo y a
mercantilizador de servicios sociales y la deslaboralización, como una de tan-
territorios y el refuerzo de sus compo- tas tácticas que deben implementarse.
nentes policiales y penales; la desregu- A la vez que el bombardeo mediático y
lación de los flujos financieros, la flexi- político ha logrado hacer desaparecer
bilización del mercado laboral y de las del imaginario colectivo el referente de
relaciones de trabajo, la reducción de “trabajador” y reemplazarlo por el de
las protecciones sociales y la celebra- “consumidor”, ha crecido un conjunto
ción moralizante de la responsabilidad borroso y desolador de sujetos vulnera-
individual. Hoy la experiencia de estas bles despojados de las garantías labora-
transformaciones, que Pierre Bourdieu a les y de otras posibilidades de integra-
denominado la invasión neoliberal, están ción social.
cultural y políticamente desacreditadas En este texto no pretendemos plan-

* Candidato a doctor en Estudios Laborales de la Universidad Autónoma Metropólitana – Unidad


Iztapalapa.
REVISTA COLOMBIANA DE
90 ESTUDIOS DEL TRABAJO

tear caminos de problematización tenta- con las potencialidades que encierran


tivos (y a menudo especulativos) sobre los sujetos que tienen como centro el
estos temas. Para poder tener enfoques trabajo.
y propuestas mejores y más completos, El movimiento social de los trabaja-
basados en las experiencias y realida- dores, y dentro de éste el sindical, no es
des concretas de los trabajadores, es sólo una mera agrupación de personas
necesario investigar mucho más de lo identificadas en torno a unas caracterís-
realizado hasta ahora por la comunidad ticas comunes, como es el caso de las
académica, y construir referentes teóri- asociaciones, sino que además se iden-
cos más complejos. tifica porque lucha contra la subordina-
Partimos de considerar que ese sin- ción, la dependencia, la sumisión y por
dicalismo que hemos conocido hasta el control de los procesos tanto de tra-
ahora centrado en las luchas por el sa- bajo como productivos en conjunto. El
lario y el empleo, se encuentra en crisis conflicto estructurado por el control de
y se hace insostenible frente a los pro- los procesos productivos entre capital y
cesos de flexibilización de los mercados trabajo significa, desde la perspectiva
laborales y las relaciones de trabajo, así de los trabajadores, la lucha por el con-
como frente a la gran movilidad de ca- trol de las propias vidas, la resistencia a
pitales que buscan mejores condiciones la heteronimia de las estructuras de do-
para las empresas por toda la geografía minación y explotación, impulsadas por
terráquea, amparados en la fragmen- las necesidades radicales de libertad y
tación de los procesos productivos y la felicidad.
subcontratación. Pero esta crisis de una El ángulo de análisis de la lucha por
configuración histórica particular del el control del proceso productivo y de
sindicalismo no significa necesariamen- las vidas al interior de las sociedades
te su fin. Este ensayo se orienta pues capitalistas, nos permite visualizar la
a proponer, de acuerdo a las experien- fragmentación del proceso productivo y
cias y a las dimensiones identificadas la flexibilidad del mercado laboral y las
del rastreo teórico, las reconfiguracio- relaciones de trabajo como estrategias
nes del accionar sindical y de otras or- empresariales para individualizar a los
ganizaciones de los trabajadores que se trabajadores y minar su capacidad de
conformarían, teniendo en cuenta las resistencia y construcción alternativa de
restricciones estructurales en tensión sociedad basados en la democratización
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 91

del modo en que se produce. su trayectoria productiva.


Para dar cuenta de este enfoque Es necesario tener presente que las
presentaré de forma breve —pues ya causas fundamentales de la crisis del
de hecho las ponencias que me ante- taylorismo desde la década de los se-
cedieron lo trataron con mayor exten- senta, especialmente en Europa occi-
sión— las transformaciones de las em- dental y Estados Unidos, se han rela-
presas tayloristas y fordistas hacia las cionado con la renovación de las formas
empresas red y la individualización del de resistencia obrera en los lugares de
trabajo de la mano de la flexibilidad y producción. Estas cuestionaron la legi-
la deslaboralización, luego señalaré las timidad del autoritarismo propio del ta-
tres dimensiones para repensar la or- ylorismo y del fordismo que organiza-
ganización de los trabajadores, como la ron el proceso de trabajo con base en
tensión entre ciudadanía y mundo del la separación entre concepción y ejecu-
trabajo, procesos de trabajo y territo- ción haciéndolo repetitivo, jerarquizado
rio, y la organización en red, y cierro y monótono.
el ensayo con algunas propuestas a la El taylorismo entra en una crisis lar-
hora de fomentar la organización de los vada de unos tres lustros, al hacerse so-
trabajadores bajo condiciones de flexi- cialmente inviable como forma de orga-
bilidad, deslaboralización y desempleo. nización del trabajo. No se trató de una
crisis tecnológica sino de una contesta-
ción al poder jerárquico de las cadenas
1. Los trabajadores en de producción. Tanto el gran volumen
la fragmentación de los de huelgas, como sus contenidos reivin-

procesos productivos y dicativos en contra de las insoportables


condiciones de trabajo, así como los
las dimensiones para su
comportamientos individuales generali-
constitución como sujetos
zados de apatía al trabajo, entre los que
Nos interesa resaltar a los trabaja-
se cuentan el ausentismo y el sabotaje,
dores vinculados a la producción a tra-
que se denominaron alergia al trabajo o
vés de la fragmentación de los procesos
rechazo al trabajo, propiciaron la gesta-
de trabajo en las denominadas empre-
ción de nuevas formas de organización
sas red y a las que se definen por la
del trabajo.
alta rotación de puestos de trabajo en
Desde mediados de los años sesenta
REVISTA COLOMBIANA DE
92 ESTUDIOS DEL TRABAJO

en Suecia, en la planta de la Volvo en del trabajo y ciudadanía. En este punto


Kalmar, se ensayó una concepción del debemos tener en cuenta que si bien
management donde el trabajo resultara en los años sesenta la Volvo no contaba
aceptable para una mano de obra más con emigrantes dentro de las fronteras
escolarizada y calificada. Se buscó de suecas para hacer funcionar sus cade-
esta forma reducir el abismo entre la nas, el intenso proceso de internacio-
formación recibida y la requerida para nalización de los procesos productivos
los puestos y sistemas de producción, desde principios de los años setenta, se
una de las razones fundamentales para ha apoyado, entre otros factores, en el
el descontento obrero según algunos desigual avance de la ciudadanía laboral
estudios contratados por las empresas. de los países de capitalismo avanzado
Para una corriente de analistas las frente a los de menor desarrollo eco-
respuestas a la crisis del taylorismo en nómico, en los que los trabajadores no
países como los de Europa occidental, alcanzaron el poder de resistencia y de
hacia principios de la década de los se- conquistas que sí tuvieron aquellos. En
tenta, se orientan “a difuminar la distin- los que además se logran reunir otras
ción entre la situación del trabajador y condiciones (infraestructura, fuerza de
la del ciudadano o del consumidor, y ha- trabajo suficientemente calificada, me-
cer menos intolerables condiciones de nor protección al medio ambiente, entre
trabajo que no han seguido la progre- otras) que permiten producir a menor
sión de las condiciones de vida” (Casti- costo, con una calidad semejante a la
llo, 2000: 52). del lugar de origen de la planta matriz
Sin entrar en más detalles sobre los y con baja resistencia de los trabajado-
orígenes de las nuevas formas de or- res.
ganización de la producción, podemos

De esta manera nos encontramos
deducir una primera dimensión para la con que las nuevas formas de organiza-
conformación de sujetos del trabajo y ción de la producción, tienen, como una
de posibilidades para la acción, que se de sus principales características, haber
constituye en la tensión entre mundo generado las condiciones técnicas y or-
ganizativas para la fragmentación de los
. Que también tienen causas en problemas procesos productivos, propiciando una
de ineficiencia de la producción en masa y
de las mayores tendencias de la rees-
la vulnerabilidad a los sabotajes de los tra-
bajadores, entre las más relevantes. tructuración productiva, denominada
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 93

deslocalización productiva o descentra- nueva división del trabajo entre empre-


miento productivo, que conjuga un con- sas, en la que el trabajo ha pasado del
junto complejo de transformaciones en estado sólido de la gran fábrica al estado
las que aún nos encontramos imbuidos: fluido de la empresa red. Esto significa
basadas en innovaciones organizativas que se ha vuelto más difícil reconocer
del trabajo en grupo; en las posibili- quién hace qué o quién diseña, fabrica
dades en las nuevas tecnologías de la o construye un determinado bien o ser-
información disponible; en la gran rele- vicio. Los procesos productivos al frag-
vancia que hoy juegan el diseño de pro- mentarse se disuelven y extienden en
ductos, bienes y servicios; en una vin- el territorio, entre regiones y naciones,
culación casi directa entre producción, haciéndose invisible el trabajador colec-
distribución y consumo; y en el objetivo tivo, el trabajo vivo de los procesos de
de destruir la figura del obrero-masa de trabajo y producción. Siguiendo a Juan
la gran fabrica (Castillo, 2000: 55). José Castillo, para encontrar el trabajo
La fragmentación del proceso pro- perdido, se hace necesario cambiar de
ductivo se traduce en la transición de enfoques y procederes analíticos.
la gran fábrica hacia las pequeñas uni- De esta forma nos encontramos con
dades productivas independientes pero otra dimensión para la construcción de
coordinadas. Aunque los procesos de sujetos trabajadores y definición de sus
trabajo sean controlados por pequeños
y medianos empresarios y aún por los
. Para caracterizar ese trabajo perdido, es
trabajadores, subcontratados por las preciso conocer cómo éste es vivido por los
grandes firmas, son éstas las que se re- trabajadores invisibilizados. Castillo propo-
servan la centralización de las funciones ne como alternativa de investigación volver
a ese estado de trabajo fluido, en el que se
del control de proceso de valorización
construyen y reconstruyen dinámicamente
y con el del proceso productivo en su las experiencias de vida de los trabajado-
conjunto. res. En este orden, propone trabajar a par-
Desde finales de los años noventa se tir del concepto de intensificación del traba-
jo, es decir, la economía interior del tiempo
viene identificando el resultado del pro- de trabajo, las capacidades requeridas de
ceso que comenzara a finales de los se- las personas, las nuevas disposiciones ge-
senta, y que empieza a ser reconocido neradas por los nuevos complejos sistemas
de producción, el simple trabajar más, con
como la nueva organización industrial o
más desgaste en el mismo tiempo, que no
empresa red, y que se concibe como una es más que la famosa producción ligera.
REVISTA COLOMBIANA DE
94 ESTUDIOS DEL TRABAJO

posibilidades de acción, cual es la ten- dimensiones y otras que se vayan es-


sión entre procesos de trabajo y terri- tableciendo, y las configuraciones que
torio. se puedan formar en la interacción de
Una de las características que hace éstas. Pasemos a presentar las tres di-
de los territorios grandes talleres de mensiones identificadas.
producción de bienes y servicios es la
capacidad del trabajo flexible para bo-
rrar las fronteras entre el lugar del ocio, 2. Ciudadanía y mundo del
la residencia, el intercambio y el trabajo, trabajo
por efecto de las funciones que han sido La mirada en perspectiva de varios
expulsadas de las empresas a través de autores (Castel, 1997; Cocco, 2000;
la subcontratación. Flexibilidad externa, Alonso, 2000) sobre las trasformaciones
que junto a la flexibilidad interna y la del mundo del trabajo, plantean que hoy
alta rotación de la fuerza de trabajo en ya no es la inserción productiva la que
las empresas contemporáneas, erosiona legitima la ciudadanía, sino que es esta
la solidaridad y la ciudadanía. Salta aquí última la que podría hacer posible la in-
la pregunta por las formas organizativas serción productiva. Desde este ángulo
de esos trabajadores que han sido arro- de reflexión cabría proponer la recon-
jados a la flexibilidad del mercado labo- ceptualización de las políticas públicas
ral y de aquellos que se encuentran en sociales y los proyectos alternativos de
condición de deslaboralización, frente a sociedad, que serían discutidos no sólo
lo cual las experiencias, teorizaciones y por el movimiento sindical, sino también
sistematizaciones de movimientos so- por el conjunto de los movimientos so-
ciales actuales nos indican la dimensión ciales y las agrupaciones políticas. De
de la organización en red, como proce- otra parte nos posibilitaría preguntarnos
der adecuado para canalizar el aglutina- por las potencialidades de construcción
miento, la acción y la reivindicación de de sujetos en torno al trabajo.
derechos de los trabajadores a los que Son muchos los analistas que creen
nos venimos refiriendo. que con la flexibilidad del mercado la-
La búsqueda de salidas para la orga- boral y de las relaciones de trabajo se
nización de los trabajadores tras la in- retrocede hacia los tiempos de la revo-
vasión neoliberal, significa estar abier- lución industrial y de las sociedades li-
tos a enfrentar el debate sobre estas berales europeas y norteamericanas de
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 95

buena parte del siglo XIX; sin embargo avances civilizadores que proporciona
Robert Castel nos hace notar una sutil el status de ciudadanía hoy, para redi-
diferencia entre la vulnerabilidad de los señarlos y adaptarlos a las condiciones
trabajadores de esos tiempos y la de los dinámicas de las economías internacio-
crecientes segmentos de los de hoy. La nalizadas altamente competitivas. De
condición de vulnerabilidad de hoy se no intentarse este camino en una corre-
plantea en relación a un contexto de pro- lación de fuerzas bastante desfavorable
tecciones anteriores y aún paralelas a la al movimiento de los trabajadores, la
estabilidad y la conservación de algunas situación de aquellos que aún conser-
regulaciones y conquistas laborales de van algunas garantías laborales estaría
un importante núcleo de trabajadores; amenazada y la misma sociedad vería
en otras palabras, la vulnerabilidad en debilitar sus apoyos cívicos y solidarios
la actualidad es definida y vivida sobre (Alonso, 2000: 232).
un fondo de garantías construidas por Los procesos de flexibilización, des-
cerca de un siglo y medio, a raíz de las laboralización y precariedad que se pre-
luchas del movimiento obrero, durante sentan hoy como tendencias fuertes en
los cuales éste fue uno de los principa- el mundo del trabajo, se correlacionan
les motores de la construcción de la ciu- con problemas de cohesión social, des-
dadanía. Es entonces una vulnerabilidad igualdad y movilización en torno a par-
que produce una incertidumbre frente ticularismos. Por lo tanto se fortalecen
al futuro muy distinta a la que durante las tendencias de desmovilización y apa-
siglos acompaño a los que en aquellos tía social entre los más vulnerables del
tiempos se denominaban como “el pue- tejido productivo mientras que los que
blo” (Castel, 1997: 14). se encuentran integrados por un em-
El fondo de regulaciones y protec- pleo estable, se enfrentan al terror del
ciones que como experiencia biográfica mercado como dispositivo de discipli-
o referencia histórica acompañan a los namiento en el trabajo, que se traduce
trabajadores que han sido arrojados al como crecientes franjas de producción
vórtice de la alta rotación de los pues- y territorio, en los que el conflicto la-
tos de trabajo, la deslaboralización, la boral y social asume formas desinstitu-
precariedad laboral y hasta la exclusión cionalizadas caracterizados por algunos
social que significa el desempleo por como el resurgir del conflicto anómico
largo tiempo, posibilita reivindicar los (Alonso, 2000: 223).
REVISTA COLOMBIANA DE
96 ESTUDIOS DEL TRABAJO

De entre los vacíos dejados por el dadano y trabajador se rompe ante las
debilitamiento del movimiento obrero y diversas formas de empleo, desempleo,
que no han sido ocupados por otros mo- contratación y subcontratación que pro-
vimientos sociales ni asociaciones ciu- duce un mercado de trabajo cada vez
dadanas, surgen identidades colectivas más heterogéneo. En consecuencia es
apresadas en los miedos e incertidum- necesario levantar discursos de ciuda-
bres actuales, de las que surgen a su danía como respuesta solidaria a los
vez los denominados antimovimientos movimientos regresivos y autoritarios,
sociales expresados en los nacionalis- y además como propuesta de relanza-
mos agresivos, los fascismos de dife- miento de los derechos sociales y labo-
rentes expresiones (xenofobia, bandas rales.
de limpieza social, obsesión por la se- Frente a la amplia diferenciación y
guridad, etc.) y las diferentes formas de diversificación de sujetos y formas de
guerras comunitarias. “Antimovimientos vida que concurren en las sociedades
sin más proyecto de identidad que ne- contemporáneas, es necesario pensar
gar la identidad de los otros, sin poder en un tipo de solidaridad que trascienda
salir de la aporía del nosotros (lo segu- las políticas sectoriales y las situaciones
ro, lo puro, lo respetable) frente a los locales, que reconozca la sociodiversi-
otros (lo peligroso, lo contaminado, lo dad, y ayude a gestionar un estado de
denigrable)” (Alonso, 2000: 224). bienestar más descentralizado en el que
De otro lado, los movimientos que se dé la posibilidad de encontrar víncu-
se resisten al neoliberalismo, se han los sociales cada vez más espontáneos
enfocado contra las privatizaciones y el pero con garantías, que combinen la
desmantelamiento de las regulaciones distribución económica con desarrollo
y protecciones sociales y laborales, ha- local y regional.
ciendo a un lado propuestas alternati- Desde el movimiento sindical las
vas de organización económica, social y pautas de comportamiento mayorita-
de convivencia. En otras palabras antes rio siguen teniendo como referente los
que propugnar por un proyecto de fu- acuerdos fordistas o corporativos, se-
turo, sólo se propone la defensa de un gún el caso, aunque en la realidad se
modelo del pasado. han reconfigurado —tema que no es del
Esta situación se produce en mo- caso tratar aquí—. De esta forma las
mentos en que la identidad entre ciu- reformas propuestas a los Estados si-
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ESTUDIOS DEL TRABAJO 97

guen siendo pensadas en clave fordista so, y se desconoció la dimensión de la


o corporativa, desconociendo de paso producción; es decir del qué y cómo se
la formación de otras subjetividades y produce, del control de proceso de tra-
reivindicaciones que desde mediados de bajo y de producción, lo que significó un
los años sesenta se han nucleado alre- monopolio del discurso de la producción
dedor del medio ambiente, la calidad de por parte de las derechas, sin que se
vida, el sistema de relaciones humanas, pudiera incidir en el diseño de los dife-
el derecho a la ciudad, etc. rentes sistemas de organización del tra-
Es necesario que la estrategia del bajo, y se abrieran paso las estrategias
movimiento de los trabajadores tenga que han conllevado a la fragmentación
en cuenta al menos dos elementos al de los procesos productivos. Por eso
momento de plantearse en términos planteamos la necesidad de que una de
programáticos: la propuesta de una las banderas fundamentales de los tra-
alternativa de sociedad que tenga en bajadores sea la invasión de la demo-
cuenta las deficiencias en la construc- cracia en los procesos de trabajo y de
ción de los pactos que sustentaron las esta forma posibilitar la alianza entre
diferentes configuraciones de Estado de trabajadores y movimientos medioam-
bienestar, y por otra parte, el hecho de bientalistas.
que el sindicalismo y los conflictos que El significado de una multiplicidad
se forman en torno a las relaciones so- de sujetos llamados a construir una al-
ciales de producción ya no son centrales ternativa basada en la noción del pacto
y que se ha ido consolidando una mul- social y de la ciudadanía social y labo-
tiplicidad de movimientos sociales que ral, es que se tienen objetivos mundia-
expresan un amplio conjunto de necesi- les a la vez que se construyen formas
dades y demandas sociales no articula- de gestión y participación localizadas y
das entre sí de antemano. cercanas a los ciudadanos, creando es-
En el siglo XX hasta la década de los pacios concretos, e integrando al pacto
setenta, al constituirse las diferentes a los sujetos sociales que han emergido
configuraciones de Estado de bienestar, en las últimas décadas (ecologistas, fe-
los sindicatos y las izquierdas que parti- ministas, minorías étnicas, movimiento
ciparon en esos procesos, centraron el comunitarios, consumidores, franjas de
discurso en el espacio de la circulación: edad laboralmente sacrificadas, peque-
salario, empleo y distribución del ingre- ños y medianos empresarios, etc.). Una
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98 ESTUDIOS DEL TRABAJO

reconstrucción del pacto social debe de las regiones en plataformas econó-


procurar recoger en él la heterogenei- micas, en las que se instalen las empre-
dad de los trabajadores (Alonso, 2000: sas multinacionales —ETN— y asuman
31). unas cuantas responsabilidades con los
Esta dimensión que surge de la ten- territorios que las acogen.
sión entre la ciudadanía y el mundo del En las localidades y las regiones,
trabajo se ubica en el plano programá- eslabones claves de las estrategias de
tico, donde el trabajo ocupa un lugar acumulación capitalista en la actuali-
modesto pero fundamental al momento dad, es donde se vive con dramatismo
de reconstruir una ciudadanía que en- la desregulación social, debido al trasla-
frente el peligro de reducción de todos do de responsabilidades en servicios y
los vínculos sociales a una especie de políticas públicas sociales desde los ma-
mercado total. A su vez esta reflexión yoritariamente débiles estados locales.
nos conecta con la dimensión que se Pero bajo la acción de sujetos sociales
establece entre procesos de trabajo y con proyectos alternativos a la globali-
su inscripción en el territorio, que trata zación neoliberal, se pueden reconstruir
de ser invisibilizada por los ideólogos de alianzas de las formas concretas de tra-
la globalización neoliberal, pues se pre- bajo y vida en los territorios. “La región
tende disolver el poder social del traba- que viene no se puede construir sólo
jo y la capacidad institucional y social perfilada por el mundo económico mer-
de los territorios. cantil (para atacar o defenderse en él),
sino que está llamada a ser un anclaje
para la nueva constitución de una ciu-
3. Procesos de trabajo y territorio dadanía que suponga una nueva visibili-
Para una reconstrucción de la ciuda- zación del trabajo” (Alonso, 2000: 32).
danía en los términos en que venimos Podemos enumerar varias experien-
exponiéndolo, se hace necesario pensar cias y propuestas en esta perspectiva:
y concretar acciones que vayan más allá La Cámara Regional del Gran ABC en
de la mera integración al mercado la- Brasil, que reúne a diversos actores
boral, pasando a una integración más desde 1996 con la participación de las
efectiva, en otros campos tales como el prefecturas municipales del Gran ABC
socioespacial. Para ello es preciso trazar de Sao Paublo (São Bernardo do Campo,
otras alternativas a la simple conversión Santo André, São Caetano do Sul, Dia-
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ESTUDIOS DEL TRABAJO 99

dema, Mauá, Ribeirão Pires e Rio Grande do la formación profesional de sus em-
da Serra), el gobierno del Estado de São pleados, y de paso se ha encaminado
Paulo, el conjunto de los parlamentarios una política que busca la integración de
de la región en el nivel municipal, esta- los trabajadores a la ciudad, abarcando
dual y federal, el Foro de la Ciudadanía dimensiones extralaborales tales como
del Gran ABC, gremios empresariales, la vivienda y el acceso a los servicios
organizaciones de los trabajadores (no públicos domiciliarios y el equipamiento
sólo sindicatos) y entidades civiles or- urbano (De Castillo, 2003: 195-214).
ganizadas. Su misión en un principio era Se pueden mencionar también las
enfrentar la crisis económica y social propuestas como las de la garantía di-
producto de la reestructuración produc- námica del empleo y las comunidades
tiva, agenciada por fuerzas externas, y de bienestar. Estas buscan que los tra-
expresada en altas tasas de desempleo bajadores despedidos por los ajustes
y una crisis de identidad económica de de las empresas al mercado, tengan
la región, ha derivado hacia la negocia- garantizada la recalificación y la reubi-
ción con las ETN de su responsabilidad cación laboral, constituyéndose así un
social, laboral y medio ambiental con la amplio pacto social que involucra tanto
región (Leite, 2000: 92). a los trabajadores como a los empre-
También en Brasil, en Recife las ad- sarios, las universidades, los gobiernos
ministraciones municipales en cabeza locales y otros actores sociales. Para las
del Partido de los Trabajadores desde la comunidades de bienestar, se propone
década de los noventa hasta el presente, una alternativa reflexiva a las distancias
han construido espacios que en el terri- y burocratismos de los antiguos esque-
torio buscan vincular trabajo, ciudadanía mas de Estado de bienestar, para que se
e integración socio-espacial con institu- exprese un cara-a-cara en la construc-
ciones como las Unidades Productivas ción de las políticas públicas que lleve a
Comunitarias y los Centros Públicos de la participación de los ciudadanos en la
Promoción del Trabajo y la Renta. En el definición del mismo concepto de bien-
fomento del turismo, por ejemplo, se ha estar, que encierra matices particulares
buscado regular la alta rotación en el tanto un lugar como en otro.
trabajo y los bajos salarios en los hote- Para el ángulo de análisis de la frag-
les, como política orientada a mejorar mentación de la producción y su exten-
el servicio, a la vez que se ha impulsa- sión en el territorio se vienen levantando
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una serie de experiencias, que de ma- reivindicativo barrial, entre otras), asu-
nera tentativa hemos denominado como miendo la organización y potenciación
sindicalismo territorial. Algunas de ellas de las demandas de ambos (entrevista
como el sindicalismo territorial en Chi- a Pablo Masciangelo; Rauber, 2003; Iñi-
le que agremia no sólo a trabajadores, go & Cotarelo, 2000).
sino también a amas de casa, desem- Las experiencias mencionadas pue-
pleados, jóvenes tiene reivindicaciones den ser leídas como demarcaciones de
salariales y hace demandas sobre al ca- vivencias de unos derroteros conforma-
lidad de vida y el medio ambiente en dos entre determinados parámetros de
un territorio específico (Guattari, 1994: tiempo y espacio, que, desde el presente
54); otras hacen alianzas entre movi- pueden o no abrirse a otras trayectorias
miento sindical y ambiental como ocu- (Zemelman, 1995: 24). En estos casos
rre en distintas regiones de los Estados la articulación que hacen los sindicatos
Unidos (O’Connor, 1999); el control so- entre producción y sociedad, se realiza
bre el pago de impuesto por parte de las a través del territorio, y sus demandas
empresas al fisco municipal, realizado abarcan además del salario, la calidad
por los sindicatos en Porto Alegre Brasil de vida y el medio ambiente.
en el marco de los procesos de presu- Avanzando en el estudio de estas
puesto participativo (Genro, 2000: 44); experiencias hemos identificado cinco
la afiliación directa de los trabajadores dimensiones de la acción de los sindica-
a la Central de Trabajadores de Argenti- tos desde lo local: la globalización de la
na y la instalación de las sedes de ésta acción sindical local; el involucramiento
en los barrios, abriéndose no sólo a los en procesos de concertación desde las
trabajadores, desempleados y pensio- localidades de las inversiones extranje-
nados, sino también a los pobladores y ras; la generación de propuestas alter-
sus múltiples formas organizativas (co- nativas de poder local; la articulación
operadoras escolares, de costura, coo- con movimientos medioambientalistas;
perativas para hacer pan, guarderías, y la vinculación dentro de su programa
comedores escolares, centros de salud y accionar de la organización y defen-
comunitarias, asociaciones de mujeres sa de los derechos de los trabajadores
contra la violencia, grupos comunita- terciarizados, precarios y deslaboraliza-
rios de asistencia, comunidades eclesia- dos. E incluso para el caso colombiano
les de base, organizaciones de carácter hemos identificado en algunos casos
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 101

(Sintraemcali, Sintracarbón, Sintraina- solidaridades; capacidad de formar sus


gro, Intersindical del Sur e Intersindical propios intelectuales; empoderamiento
del Norte en el Valle de Aburrá) la pre- de la mujeres; preocupación por la or-
sencia de varias de estas dimensiones ganización del trabajo y la naturaleza;
y sus distintas formas de articulación, y formas autoafirmativas de lucha que
en las que se generan configuraciones hacen visibles los rasgos de identidad y
de un eventual proyecto de sindicalismo solidaridad de estos movimientos.
territorial. Entre las características enuncia-
Lo territorial es asumido como re- das, Zibechi destaca el territorial como
sistencia y actitud propósitiva frente a el rasgo diferenciador más importante,
las territorializaciones propuestas por la que les estaría permitiendo revertir la
globalización neoliberal, como búsqueda derrota estratégica. Es una respuesta a
de apropiación y construcción del espa- la crisis de la territorialidad de la fábrica
cio de producción de la vida. Esta pers- y de la hacienda, recuperando o con-
pectiva de construcción dentro del movi- quistando espacios a través de largas
miento de los trabajadores coincide con luchas abiertas o subterráneas. Desde
los caminos que están recorriendo los los territorios donde se construye co-
movimientos sociales contemporáneos lectivamente organización social, donde
en América Latina, que se han alejado se instituyen los sujetos apropiándose
en su caracterización tanto de los vie- del espacio material y simbólicamente,
jos movimientos sindicales como de los los movimientos en cuestión enarbolan
denominados desde hace tres décadas proyectos de largo aliento, entre los que
como nuevos movimientos sociales. se destaca la capacidad de producir y
Los movimientos indígenas y cam- reproducir la vida, a la vez que se esta-
pesinos en distintas latitudes, los pique- blecen alianzas con otras fracciones de
teros argentinos y los diferentes movi- los sectores populares y capas medias
mientos de pobladores, marcan el paso (Zibechi, 2003: 185ss). En términos del
a las movilizaciones sociales en Amé- movimiento de los trabajadores, es de
rica Latina, tienen según Raul Zibechi especial interés reconocer el aporte de
(2003) al menos siete características en los piqueteros argentinos.
común: arraigo territorial; autonomía de El movimiento de los trabajadores
los estados y partidos; revalorización de desempleados argentinos denomina-
la cultura y afirmación de identidades y do “piqueteros”, toma su nombre de su
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forma de lucha fundamental, el piquete, viven los desocupados, subocupados o


que se refiere a un corte de ruta de im- trabajadores en extremas condiciones
portantes autopistas metropolitanas. La de precariedad. Reivindicación que bus-
palabra piquete que en el lenguaje sin- ca contrarrestar la individualización de
dical se refiere al grupo que bloquea la los Planes Trabajo, y organizar de for-
producción en una protestas o huelgas ma colectiva y autónoma la producción
dentro de la fábrica, es ahora resignifi- de subsistencia, que apalancan con los
cado para bloquear la producción que recursos que negocian con el Estado, y
se ha extendido por el territorio, y ge- sin dejar de plantearse proyectos de so-
nerar de esta forma de condiciones de ciedad de mayor alcance.
negociación. La relevancia de lo territorial necesita
El movimiento piquetero que hizo su ser viabilizada por formas organizativas
aparición en 1996, hunde sus raíces en acordes a las dinámicas y subjetividades
la resistencia obrera a la reestructura- de los movimientos y las estructuras con
ción productiva que de forma autorita- las que se enfrentan, asunto que hemos
ria se abrió camino desde finales de los asumido proponiendo la dimensión de la
años setenta, y ha venido resignificando organización en red.
conceptos a tono con las reestructura-
ciones productivas, como el de convenio
colectivo multisectorial o territorial, que 4. Organización en red
se firmó en el Palacio Municipal, en La El reto que enfrenta el movimien-
Matanza, con la presencia de la Minis- to de los trabajadores es integrar una
tra de Trabajo y cerca de medio millar pluralidad de realidades y de relaciones
de dirigentes sociales, el 23 de mayo de individuales y colectivas de trabajo que
2001. El conflicto que concluyó con el están dispersas en las redes de los te-
convenio colectivo territorial, tuvo ori- rritorios bajo una economía cada vez
gen en un corte de ruta el 6 de mayo del más integrada, que va formando a su
2001, tuvo como reivindicación hacerse vez denominadores comunes de ines-
cargo de los otorgamientos, control y tabilidad e incertidumbre, y desde los
utilización de los Planes Trabajo (moda- que se vienen gestando luchas por la
lidad de subsidio de desempleo), para consecución de derechos laborales y
la mejoría y desarrollo de las condicio- humanos mínimos y se pueden vislum-
nes de vida de los asentamientos donde brar búsquedas particulares de los tra-
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bajadores por un mayor control de los les de los años cincuenta. En otras pala-
procesos productivos y con ello de sus bras ha perdido fuerza de centralización
propias vidas. el trabajo industrial taylorista y fordista,
La forma de organización tiene que y se ha aumentado la heterogeneidad
ver consecuentemente con la constitu- ocupacional de los trabajadores.
ción de redes, en parte yuxtapuestas Sin embargo, la amplia heterogenei-
a las empresas red. Es una búsqueda dad de las posiciones ocupacionales de
de las bases de agrupación local fun- los trabajadores no autoriza para pos-
cionando a nivel global; engendrando tular la fragmentación absoluta como
mecanismos de conexión e interrelación lo hacen algunos posmodernos, al igual
(Ronda, 2002: 25). que no se podría anteponer una ima-
La posibilidad de concebir una for- gen de un agente unificado y homogé-
ma de organización en red parte de en- neo, que por lo demás nunca ha existi-
tender que las grandes corporaciones do (Hyman, 1996: 16). Pero a partir de
no han desaparecido en los tiempos los estratos fosilizados de las culturas
de creciente flexibilidad externa y que populares se pueden formar solidari-
las pequeñas y medianas empresas se dades e identidades entre sujetos que
han convertido en subcontratistas de se constituyen en el mundo del traba-
aquellas con condiciones de trabajo di- jo en la lucha por la consecución y de-
ferentes a las de las grandes. Mientras fensa de estándares mínimos laborales
que en éstas últimas la introducción de y otros derechos, e incluso entre estos
formas de organización del trabajo con- y sujetos que se constituyen frente a
templan el involucramiento negociado o la reivindicaciones medio ambientales,
no de los trabajadores en el proceso la- de discriminación racial, asimetrías de
boral, en las pequeñas y medianas em- género, mejoramiento de la calidad de
presas, en casos como el colombiano, vida, etc.
priman las relaciones laborales de tipo De otro lado los movimientos socia-
autocráticas (López, 1999: 215-216). les contemporáneos cuestionan la fata-
Además en los países de América Latina lidad del individualismo, que para Clauss
se extienden con vigor los trabajos pre- Offe se basa en la fragmentación de los
carios y no estructurados, así como el mundos de la vida de los trabajadores
autoempleo, que en Colombia ya tiene y la pérdida de importancia del mundo
una historia que se remonta desde fina- del trabajo en la conformación de sub-
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jetividades (Offe, 1992: 17-51). Incluso tas, también encontramos estrategias


en las empresas red, donde se descen- empresariales que procuran el involu-
traliza la producción a través de redes cramiento de los trabajadores en los
de subcontratistas, el control sobre la objetivos de las empresas, en tanto
coordinación del proceso productivo por productividad y calidad, recurriendo a
parte de la gran empresa, significa que la formación de identidad colectiva, cul-
hay articulaciones muy precisas entre tural y de articulación de mundo pro-
empresas por la vía de los sistemas de ductivo con los ámbitos de reproducción
“justo a tiempo”, lo que se convierte en externa de los trabajadores como la fa-
una oportunidad para la acción sindical milia, la religión, el ocio, el consumo,
y/o de organización de los trabajado- etc. Este intento de los empresarios por
res. articular espacios que no lo están de
En las redes de subcontratación que forma estructural, están signados por la
implican autoempleo, se pueden abrir incertidumbre, pues se postulan como
los espacios de lucha por mejorar las potencialidades para la intervención or-
condiciones precarias de trabajo, que ganizada de los trabajadores y de los
pueden nuclearse alrededor de cambios sindicatos allí donde existan.
legislativos, que encontrarán referen- Hoy los sindicatos ubicados funda-
tes en convenciones y resoluciones de mentalmente en el sector estructurado
la OIT como la Convención 177 sobre de la economía, están ante la alternati-
trabajo a domicilio, y las recomendacio- va de aliarse con la empresa para en-
nes 184 sobre trabajo a domicilio y 189 frentar a la competencia en el mercado,
sobre empleo en pequeñas y media- o formar bloques con los más precarios
nas empresas, así como la SA 8000 de del sector no estructurado. En la prime-
responsabilidad social empresarial. En ra opción se encaminarían hacia un cor-
la misma dirección las relaciones des- porativismo de fábrica, mientras que la
iguales entre empresas crean las posi- segunda alternativa al no concebir la re-
bilidades para alianzas entre trabajado- lación capital-trabajo en su inmediatez,
res con sus pequeños empresarios, en se propone un desarrollo equilibrado y
procura de vínculos justos y equitativos sustentable en contravía al neoliberalis-
con los grandes consorcios (De la Gar- mo (De la Garza, 2001: 28).
za, 2003). Entre los mismos procesos de rees-
En los modelos productivos toyotis- tructuración productiva, se encuentran
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 105

nuevas tecnologías, formas de organi- hacia sujetos trabajadores leídos como


zación del trabajo y relaciones laborales informales. En otros casos asumen la
y culturales, que abren un amplio cam- tarea de autogestionar pequeñas y me-
po de incertidumbres y posibilidades dianas empresas abandonadas por sus
para la acción viable de las organizacio- dueños, y también se vienen gestando
nes de los trabajadores, para la nego- redes de trabajadores en procesos de
ciación del orden. En la configuración de producción de bienes y servicios a lo
estos espacios y ante las nuevas y más largo y ancho del planeta.
extendidas heterogeneidades, desarti- El caso del Self Employed Women
culaciones y gobalizaciones es preciso Assossiation, SEWA (Asociación de mu-
pensar en organizaciones en red, don- jeres autoempeladas) de la India y el
de se desarrollen acciones múltiples, sin Self Employed Women Union, SEWU
vanguardismos de determinados sujetos (Sindicato de Mujeres Autoempleadas)
sociales, con un despliegue ágil, multi- de Suráfrica, son dos casos de orga-
forme, rearticulable en forma diversa nización de las trabajadoras del sector
de los movimientos, donde se entienda no estructurado, que retan a la imagi-
que no siempre van a participar los mis- nación de los y las líderes sindicales de
mos sujetos. nuestras latitudes. La SEWA fue funda-
También se pueden tomar en cuen- da como sindicato en 1971 para agrupar
ta las experiencias de los movimien- a mujeres del llamado sector informal,
tos altermundistas, en cuanto a su uso por unas mil trabajadoras, que busca-
creativo de los medios masivos de co- ban defenderse de los atropellos de la
municación, desde el internet hasta policía, la violencia de badas, que las
la televisión; creando unos símbolos y expropiaban de sus mercancías y suje-
discursos seductores de subjetivida- taban a su dominio. En sus inicios ex-
des ávidas de que sus demandas sean ploraron recursos jurídicos para lograr
traducidas en mensajes frescos (De la su independencia.
Garza, 2003: 36). Para 1974 fundaron un banco co-
Las experiencias que se han venido operativo, y ya contaban para entonces
agenciando en esta dirección desde el con 4.000 afiliadas. El banco se dedi-
movimiento de los trabajadores, parten ca desde entonces a otorgar créditos a
fundamentalmente desde los sindicatos mujeres pobres, con el objeto de que
y se orientan en la mayoría de los casos comiencen su propia actividad económi-
REVISTA COLOMBIANA DE
106 ESTUDIOS DEL TRABAJO

ca; se fomenta la cultura del ahorro, se alojamientos, seguridad y guarderías.


imparte ayuda técnica y asesoría en la Además han logrado conquistar progra-
gerencia de la producción, el almacena- mas de alfabetización y formación para
je, la prestación de servicios y el mer- el trabajo, así como la promoción en
cadeo; se contribuye a recuperar bienes campañas de prevención del SIDA.
de casas de empeño, y se recogen aho- La CUT en Brasil ha creado una Agen-
rros a diario en los lugares de trabajo y cia de Desarrollo Solidario para el sec-
las viviendas. tor informal, para apoyar fundamental-
La SEWA se ha trazado como meta mente a los trabajadores del sector no
empoderar a las mujeres para que utili- estructurado, y el Sindicato de Trabaja-
cen todos los recursos a su alcance con dores en la Economía Informal. Aunque
eficacia. Han utilizado las herramientas reconocen que las estrategias y las polí-
tradicionales de lucha del movimiento ticas para ello están muy incipientes, sí
sindical, y en regiones donde no existe empiezan a discutirse propuestas para
autoempleo han procurado formar coo- el caso de Sao Pábulo, como la formula-
perativas de producción. da por las Incubadoras Universitarias de
Hoy SEWA cuenta con 220.000 afi- Cooperativas Populares, en el sentido
liadas, 372 grupos de producción y 72 de crear una cooperativa que reúna a
cooperativas, entre las que se cuentan todos o a la mayoría de los vendedores
las dedicadas a la salud y al cuidado de ambulantes, para tratar de distribuir de
los niños. forma racional los espacios de la ciudad,
La experiencia del sindicato indio ha sin impedir la circulación de los clientes
empezado ha ser replicado desde 1993 potenciales; organizar en asocio con el
en Sudáfrica por el SEWU. Este sindi- poder público (hoy en cabeza del Mar-
cato agrupa a las vendedoras ambulan- tha Suplicy del PT), los comercios po-
tes, a las mujeres que trabajan desde la pulares y hasta desarrollar nuevas acti-
casa, incluso el tele-trabajo, las campe- vidades para ocupar a los trabajadores
sinas de subsistencia y las recicladoras. excedentes.
Su principal actividad consiste negociar La última experiencia que nos pare-
con las autoridades municipales y regio- ce importante reseñar es la Union Net-
nales las mejoras en baños, agua lim- work International, (UNI), creada en el
pia, un techo sobre el puesto de ventas, 2000 y que reúne a mil sindicatos de
lugares para almacenar las mercancías, 150 países con un total de quince mi-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 107

llones de trabajadores del comercio, la des mundiales de sindicatos al interior


banca, informática, correos, call center, de las ETN que viene fomentando el
industria gráfica, medios de comunica- Observatorio Social de la CUT Brasil y
ción y otros sectores unidos en el de- el Programa de Vigilancia Social de las
nominado Global Unios (Sindicato Glo- ETN de Plades en Perú; las redes de re-
bal en el sentido que impulsa la CIOLS). cuperación de fábricas en Argentina; la
Resulta de especial interés las campa- Asociación Nacional de los Trabajadores
ñas internacionales que realizan alrede- en Empresas Autogestionarias y Patici-
dor de los derechos de los trabajadores pación Accionaria, ANTEAG, en Brasil;
de los call center (centros de llamadas), las redes de mujeres sindicalistas en
pues hacen un trabajo en red, en el México; las redes de sindicatos contra
que utilizan los mismos instrumentos la tercerización en Perú; así como las
informáticos con los que trabajan para redes a nivel mundial de ONG de apoyo
denunciar y presionar desde diferentes a organizaciones de trabajadores y de-
partes del mundo a las ETN. Esto vie- fensa de los derechos laborales (Fiaet,
ne ocurriendo desde el 2003 en Sintel, Global Network, Global Police Network),
que sólo por mencionar a Panamá viola son iniciativas que se vienen tejiendo
los más mínimos derechos laborales en desde hace menos de diez años y que
las instalaciones de su empresa Cable son la base para proyectos de organiza-
& Wireless, y presiona a las empresas ción y defensa de derechos del conjunto
que subcontrata para que sus trabaja- heterogéneo trabajadores inmersos en
dores no se organicen en sindicatos, o la flexibilización del mercado laboral y
se afilien a los ya existentes. Además la deslaboralización de las relaciones de
UNI viene promoviendo desde el 2001 trabajo.
una campaña mundial de denuncia de Con esta presentación de dimen-
la violación del derecho a la privacidad siones y experiencias esperamos haber
en el trabajo de los call center, que se expuesto algunos planteamientos tácti-
hace a través de sofisticados medios de cos frente a la invasión neoliberal, que
supervisión electrónica e identificación en el debate y la acción concreta de los
biométrica. sujetos y bajo el filtro de su adaptación,
Experiencias como las enunciadas, inventiva y creatividad podrán enrique-
y otras que por tiempo de exposición cer o no a un movimiento como el de
no hemos reseñado tales como las re- los trabajadores que tras más de siglo y
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108 ESTUDIOS DEL TRABAJO

medio de sucesivas mutaciones, puede buscamos alentar un engañoso optimis-


asumir con serenidad uno de sus perio- mo, sino que simplemente asumimos la
dos de mayores dificultades y crisis, así máxima gramsciana del pesimismo de
como de adversarios más fuertes. No la razón y el optimismo de la voluntad.

Recibido el 30 de junio de 2004 - Aceptado el 26 de septiembre de 2005.


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ESTUDIOS DEL TRABAJO 109

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ESTUDIOS DEL TRABAJO 111

RESEÑA

Formación y transformación de la cultura laboral


cafetera en el siglo XX

Renzo Ramírez Bacca, La carreta editores, Colección la


carreta histórica, Medellín Colombia, 2004

Edwin de lor Ríos*

A nuestro juicio el prologo que reali- Dos son las razones que nos llevan a
zase para la publicación de este texto el sostener esta idea; la primera de ellas
profesor Mauricio Archila se queda corto tiene que ver con nuestra considera-
ante los valiosos e importantes aportes ción de este trabajo no como “uno más”
que realiza a través de este trabajo el sobre la caficultura colombiana como
profesor Enzo Ramírez Bacca respecto lo sostiene –no sin cierta ligereza- el
a la configuración socio histórica de la profesor Archila; y la segunda, -y como
cultura laboral cafetera en el siglo XX en sostén de la idea anterior-, es justamen-
Colombia; aportes que por lo demás no te la de considerar la novedad del texto
solo son pertinentes a la historia como respecto a la temática abordada, en la
disciplina -por ser el campo de formación manera en la que el autor logra abor-
profesional del cual el autor proviene-, sino darla valiéndose de la combinación de
que incluso abarca referentes metodo- técnicas tradicionales de investigación
lógicos potencialmente fecundos para de archivo, con técnicas de entrevistas
las ciencias sociales en general, y en es- de tipo conversacional.
pecífico para los estudios en historia y Y es que es justamente la implemen-
cultura de las relaciones sociolaborales tación de la entrevista en el proceso de
en Colombia. investigación escogido por el profesor

* En la actualidad realiza la monografía para optar al título de sociólogo de la Universidad de Antioquia.


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112 ESTUDIOS DEL TRABAJO

Bacca y las implicaciones ético políticas que definió para describir los procesos
que del uso de estas técnicas se des- de formación y transformación de la
prende, lo que permite identificar en el cultura laboral cafetera en el siglo XX
transcurso de la exposición en el texto, en Colombia ; es así como haciendo de
el sello metodológico que esta técnica le la historia local su recurso descriptivo ,
imprime a su investigación y que permi- y estableciendo las razón por la cual ha
te considerar este trabajo del profesor definido referirse al caso de la Hacienda
Baca, como un importante logro del au- cafetera la Aurora, ubicada en el Munici-
tor al diseñar una estrategia novedosa pio del Líbano Tolima, expone su cuerpo
de investigación para abordar el fenó- temático de interés en las implicaciones
meno de la caficultura en Colombia no que habrían de jugar los roles y las re-
solo desmarcándose de los parámetros laciones familiares en la cultura laboral
tradicionales de la disciplina histórica cafetera de la región, incluyendo los ro-
en Colombia y de su legado positivista, les característicos constituidos por las
sino además, atreviéndose a operar de relaciones de género; el tipo de cultura
manera creativa, con una articulación e identidad laboral que constituyeron el
de técnicas de indagación lo suficiente- despliegue de esta actividad agrícola;
mente sugerentes, como para suscitar las estructuras de socialización y de dis-
interesantes discusiones en el campo ciplinamiento en y para el trabajo , y las
de las ciencias sociales en Colombia, y a implicaciones mutuas entre las relacio-
su interior, entre las distingas iniciativas nes socioculturales y socioproductivas
de indagación acerca del cultivo del café en la actividad caficultora dadas en la
en Colombia y de las múltiples disposi- localidad como entorno de la hacienda
ciones y configuraciones socioculturales la Aurora .
que han entramado históricamente esta El estudio histórico desde los inicios
actividad en el país. de la actividad cafetera en el Tolima, y
Llama la atención el que el autor an- específicamente en la hacienda la Au-
tes de iniciar la exposición de su investi- rora, le permite describir a los empre-
gación incluya en una breve introducción sarios y a los comerciantes como los
no solo los objetivos de su investigación, pioneros de esta actividad en la región
sino que además de ello manifieste de a través de los intentos por constituir
manera clara y evidente el conjunto de las primeras fincas experimentales de
categorías y de referentes de análisis cultivo de café, lo que los constituye no
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ESTUDIOS DEL TRABAJO 113

solo en pioneros de este tipo de fincas del estudio de las relaciones sociolabo-
experimentales para el cultivo, sino que rales características de la finca cafetera
además lo son en cuanto configuran una tradicional, así como de las relaciones
incipiente cultura laboral cafetera (que sociolaborales características de la fuer-
no existía antes en la región), logrando za laboral doméstica, para identificar en
la adaptación de las técnicas de culti- las implicaciones entre la hacienda y las
vo y producción del café, a la cultura familias campesinas, los fundamentos
rural reinante en la región; adaptación de la identidad laboral y cultural de los
que en el transcurrir del tiempo y con trabajadores y los empresarios en esta
el despliegue de esta actividad agrícola, región a lo largo del periodo de estudio
constituiría una nueva forma de capaci- de esta actividad agrícola (desde prin-
dad cultural y laboral más especializa- cipios del siglo XIX hasta la década de
da, y que sería transmitida por meca- los noventa en el siglo XX, pasando por
nismos de socialización inmersos en el el periodo de auge cafetero de los años
sistema hacendatario, implicando tanto 70).
a núcleos sociales (como por ejemplo En el transcurso de su exposición el
las familias campesinas) como a otras autor da cuenta de la familia campesi-
instituciones, que posteriormente se na caficultora en periodos previos e in-
convertirían en reproductores de la he- mediatamente posteriores a la bonanza
rencia cultural laboral y agrícola en el cafetera, como escenario de socializa-
área de incidencia de la hacienda. ción, de diferenciación de roles y de
^PDos son los objetivos trazados por disposición sociocultural (los roles fami-
el autor en la investigación, los cuales liares por ejemplo) y socio productiva (
hace manifiestos en el texto: el primero el aprendizaje de la actividad agrícola),
de ellos, el de estudiar lo que considera que implicaba las relaciones sociopro-
como la evolución de la cultura laboral ductivas que demandara y requería la
de hombres y mujeres del sector cafe- hacienda para el despliegue de su acti-
tero en el siglo XX, interpretando los vidad productiva con el cultivo del café.
orígenes y las transformaciones de los Ambos escenarios, el de la hacienda y
hábitos laborales constituidos alrededor el de la familias compartían a su vez un
de la hacienda la Aurora como una de tipo de relaciones socioculturales comu-
las más emblemáticas y de mayor pro- nes a ambos, y constituidas por régi-
ducción en la región; para esto se vale men patriarcal tradicional religioso, las
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114 ESTUDIOS DEL TRABAJO

cuales a su vez también se hallaban trabajadores para la actividad. De esta


configurando los tipos de relaciones so- manera entonces, el profesor Bacca ex-
cioproductivas que se tejían y se habían plica y analiza el conjunto de circunstan-
tejido en la cultura laboral particular de cias que hicieron posible la formación y
esta actividad agrícola. la evolución empresarial y cultural de
El segundo de los objetivos trazados, la hacienda cafetera, el por qué de los
y ya de manera más específica, lo cons- cambios culturales y laborales tanto del
tituye el interés por estudiar la trans- empresario cafetero local como de los
formación de las relaciones de género trabajadores, y el papel que jugó la fa-
en el marco de esta actividad tanto en milia campesina en todos este proceso
el núcleo familiar tomado como núcleo a lo largo del sigo XX en el norte del
de configuración sociocultural atado a la Tolima.
hacienda, como en el régimen hacen- Una mirada sugerente y revitaliza-
datario como núcleo de configuración dora para el estudio de las relaciones
socioprodctiva en tanto allí (desde un sociolaborales en la hacienda cafetera,
enfoque estructural, e identificando lois que establece en el análisis un entre-
mecanismos internos de la hacienda) se cruzamiento entre la formación y evo-
pueden identificar tanto el tipo de cul- lución de la socialización de la hacienda
tura laboral que es definido desde la cafetera, con la evolución y las carac-
hacienda, como el tipo de socialización terísticas de la cultura laboral cafetera,
que su régimen realiza en el proceso de identificando lo que denomina como la
constitución de la cultura laboral cafe- transformación sociocultural de la in-
tera, y de disciplinamiento de las y los dustria cafetera en el Norte del Tolima.

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