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Nº 1
Abril-Agosto
2007
Presentación
Un aporte a la revitalización de los estudios laborales
colombianos
Reseña
Formación y transformación de la cultura laboral cafetera
en el siglo XX
Edwin de los Ríos
© Revista Colombiana
de Estudios del Trabajo
Nº 1, abril a agosto de 2007
Director
Juan Carlos Celis Ospina
Comité Editorial:
Marleny Cardona Acevedo
Pompeyo José Parada Sanabria
Erico Rentería Pérez
Fernando Urrea Giraldo
Nelcy Yoly Valencia Olivero
Edgar Valero Julio
ISSN: En trámite
Contenido
Presentación
Un aporte a la revitalización de los estudios laborales colombianos . . 7
Reseña
Formación y transformación de la cultura
aboral cafetera en el siglo XX
Edwin de los Ríos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO
PRESENTACIÓN
Hace trece años, Fernando Urrea Giraldo, hacía un balance de los estudios
laborales en Colombia y en él estableció las siguientes líneas de investigación:
a) sindicalismo y conciencia obrera; b) mercados de trabajo y tipos de empleo y
formación profesional; c) historia y cultura empresarial, y formación de la cultura
obrera; d) cambios técnicos, nuevas tecnologías y procesos de trabajo; e) sociolo-
gía de las profesiones y trayectorias laborales; y, f) relaciones industriales y labo-
rales. Sin embargo, hoy es necesario hacer un nuevo balance para identificar la
dinámica construida desde entonces.
Este primer número de la Revista Colombiana de Estudios del Trabajo fue con-
cebida en el Seminario de la Red de Estudios del Trabajo, Los trabajos de la glo-
balización: La investigación sobre los trabajadores flexibles y deslaboralizados,
realizado en Medellín, a instancias de la Escuela Nacional Sindical, los días 23 y
24 de junio de 2004. De ese seminario surgieron la mayor parte de los textos de
esta revista, en los que se insinúan algunas variaciones novedosas en nuestro me-
dio sobre las líneas que desde los setenta han generado reflexión e investigación
alrededor de las problemáticas del trabajo.
Se presentan dos estudios desde la perspectiva de la subjetividad de los fenó-
menos de la empleabilidad y de las cooperativas de trabajo asociado, por parte de
los psicólogos sociales Erico Rentería y Sarita Judith Rodríguez; se suma a esto el
aporte de la también psicóloga social Magda Ortega, de la lectura de género de
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO
las relaciones laborales. La revista se cierra con el texto del sociólogo Juan Carlos
Celis, ubicado en la perspectiva sugerida por el norteamericano Daniel Cornfield:
la revitalización del sindicalismo.
Se realiza esta entrega después de realizado el IX Congreso Colombiano de
Sociología entre el 6 y el 9 de diciembre de 2006 en Bogotá, en cuya mesa de
“Trabajo, industria y sociedad” se inscribieron diecisiete ponencias, y en la antesa-
la del V Congreso de la Asociación Latinoamericano de Sociología del Trabajo, que
se llevará a cabo en Montevideo del 18 al 20 de abril de 2007.
Creemos que la edición de esta revista y el entusiasmo demostrado por la rea-
lización de esos dos eventos, puedan contribuir a revitalizar la Red de Estudios de
Trabajo de Colombia (que tiene una nueva cita para el 13 y 14 de julio en Cali, a
instancias del Seminario Permanente sobre Trabajo, Tecnología e Historia Empre-
sarial, de la Universidad Icesi) y con ello de la comunidad académica de los estu-
dios laborales en el país.
Juan Carlos Celis Ospina
Marzo de 2007
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO
conocidas en Colombia. En general, las se anota que las CTA crecieron a una
CTA, se constituyen en una de las for- tasa promedio de 144% entre el 2001
mas organizativas generadoras de tra- y el 2004; en el mismo período, el sec-
bajo en Colombia, dando respuesta, en tor cooperativo creció 8%. En la misma
la mayoría de los casos, a necesidades entrevista, se afirma que de acuerdo
de incremento de la productividad en con las cifras radicadas en la Superin-
las grandes empresas, delegando la tendencia de Economía Solidaria, en el
contratación y las compensaciones en último año se contabilizaron en el país
las CTA que se organizan con los mis- 1.460 CTA a las que están vinculados
mos trabajadores para que presten de alrededor de 140.000 trabajadores.
manera independiente los servicios que En este mismo orden de ideas, en
llevaban a cabo en las empresas de las relación con una empresa tradicional
que antes eran subordinados. (Dinero, 2000), la CTA se diferencia en
En relación con lo anterior, la Revista que es un grupo autogestionado de tra-
Dinero (2000), bajo la noción de “ries- bajo asociado, con un régimen tributa-
go compartido” titula un artículo, refi- rio especial, en la que los trabajadores
riéndose a las CTA, como organizacio- pasan de ser subalternos a ser empre-
nes de trabajo asociado (OTA) que han sarios. Esta última es una de las prin-
facilitado en las compañías, el paso de cipales características de este tipo de
contratos laborales a contratos comer- organización que, además y a propósito
ciales, posibilitando así la adaptación de paradojas y precarización
a las nuevas situaciones del mercado.
En el artículo se refieren las OTA como No paga impuestos de renta, patrimo-
grupos auto-regidos en los que los tra- nio ni complementarios ni está obliga-
y sus aportes económicos para la pro- servicios a terceros. Tampoco está obli-
gada a pagar impuestos parafiscales y,
ducción de bienes, ejecución de obras o
el subsidio familiar, que es opcional, se
prestación de servicios. Por su parte en
paga sobre aportes del 4% y no del 9%
el diario La República (24 de septiem-
como sucede en los otros regímenes.
bre, 2004) en entrevista realizada al
Además (…) en las OTA se obligan a to-
superintendente de economía solidaria,
mar el paquete completo de seguridad
guien que habla y alguien (otro) que es- el propósito de sistematizar el proceso
cucha, si no todos los otros que hablan de análisis de las prácticas discursivas
y que escuchan imaginariamente. Sobre en la búsqueda de aspectos formales
ese ángulo el diálogo se amplía a inter- de construcción lingüística, tanto de
locutores presentes y ausentes. Spink los repertorios utilizados en esa cons-
(1999) afirma, refiriéndose a la polisemia trucción como del diálogo implícito en
y a la multiplicidad de narrativas sobre la producción de sentidos. Los mapas
los eventos del mundo, que en un con- de asociación de ideas son instrumen-
texto de relación socialmente instituida, tos de visualización que se inician por
la argumentación tiende a ser afectada la definición de categorías generales, de
por la asimetría de la relación y por la naturaleza temática. En este caso par-
polisemia, afirmando que el sentido es ticular, se escogieron tres categorías: el
dado en función del contexto. trabajo como categoría genérica, el tra-
En el caso particular, para el análisis bajo en modalidad de trabajo asociado
de la información recogida en el estu- como forma particular de trabajar; y las
dio piloto para la interpretación de los razones por las cuales los entrevistados
datos obtenidos a partir de las entrevis- optan por una CTA. El cuadro 1 ilustra
tas, se realizaron los “mapas de asocia- el manejo de la información a través de
ción de ideas” (Spink, 1999) que tienen los usos de los mapas de asociación.
El trabajo asociado y las CTA se verá más adelante a través del análi-
En el contexto de discusión las or- sis de discurso de los entrevistados, es
ganizaciones de trabajo asociado se que entre las personas que hacen parte
crean de manera específica para ge- de estas organizaciones, el trabajo en
nerar y proporcionar trabajo a las per- la cooperativa se asocia más a la noción
sonas. Siendo las más conocidas las de labor y a las actividades necesarias
cooperativas. En su formación influ- para la existencia, que a la acción como
yeron teóricos como los llamados so- dimensión transformadora.
cialistas científicos con sus principales En Colombia las CTA se encuentran
representantes: Marx, Engels y Lenin reguladas por la Ley 79 de 1988 y es
no sólo con sus escritos e ideas, sino su artículo 70 el que las define y les
también con recomendaciones específi- otorga una naturaleza jurídica especial
cas para las cooperativas. Con base en e independiente de otro tipo de orga-
sus planteamientos, las cooperativas se nizaciones de trabajo, en los siguientes
propusieron como alternativa económi- términos: “Las Cooperativas de Trabajo
ca al modelo capitalista. La diferencia Asociado son aquellas que vinculan el
fundamental con otras empresas, radi- trabajo personal de sus asociados para
ca en que en el modelo cooperativo se la producción de bienes, ejecución de
propone la propiedad colectiva de los obras o la prestación de servicios”.
asociados sobre los medios de produc-
ción, la fuerza de trabajo ejercida por
Algunos principios
los mismos asociados (dueños del ca-
pital) y la participación colectiva en la cooperativos y su represen-
administración de la empresa (el cua- tación a partir de discursos de
dro 2 ilustra las principales diferencias asociados a una CTA
entre estos dos tipos de organizaciones Las CTA, según los acuerdos inter-
de trabajo). Esto supone desde la pers- nacionales, “tienen como objetivo crear
pectiva de Arendt (1993), la posibilidad y mantener puestos de trabajo susten-
de la acción, como consecuencia de la tables, generando riqueza, para mejo-
vida política de los seres humanos, lo rar la calidad de vida de los socios tra-
cual a su vez tiene que ver con la propia bajadores, dignificar el trabajo humano,
condición humana. Sin embargo, en la permitir la autogestión democrática de
práctica lo que puede observarse, como los trabajadores y promover el desarro-
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Cuadro 2. Diferencias esenciales entre las CTA y las empresas con ánimo de lucro.
Diferencias esenciales
Empresas con ánimo de lucro Organización de trabajo asociado
• Accionistas • Asociados
• Accionistas con poder de decisión (trabajadores ajenos a este proceso) • Gestión democrática en la toma de decisiones
• Los trabajadores no participan de las ganancias • Excedentes distribuidos de acuerdo con la ley y los estatutos
llo comunitario y local” (OIT, 2004) Sin den manejar la empresa cooperativa
embargo en muchos casos en Colombia desde una perspectiva humana, esa es
estos principios parecerían estarse des- su ideología. Sin embargo, y ahí está la
viando, particularmente en las CTA que contradicción, no pueden escapar a la
tienen como actividad principal el “ma- lógica del capital que les pide que su
nejo de nómina”, este propósito se ve empresa crezca y ello sucede en la me-
reducido a una relación patronal y a una dida en que haya más asociados y esto
dinámica de “tercerización” simple bajo lo hacen buscando nuevas empresas
la figura de outsourcing. En el discurso que afilien a sus trabajadores, general-
de los entrevistados es clara la aprecia- mente por honorarios para que se vin-
ción que manifiestan a este respecto “Yo culen y puedan contar con la seguridad
lo tengo claro. Tengo claro qué es una social que exige la ley.
cooperativa. Pero la mayoría de los aso- Según lo anterior, el principio coope-
ciados no lo saben. Es importante que rativo de la adhesión libre y voluntaria
ellos conozcan […] que haya un proceso de sus socios, para aportar su trabajo
de educación e información”. personal y recursos económicos (que
En el caso particular de la cooperati- está condicionada a la existencia de
va que se aborda en este estudio piloto, puestos de trabajo) no se vive de esta
las personas entrevistadas manifiestan manera pues en la mayoría de los casos
el interés de informar a los asociados, a la cooperativa se llega por acuerdos
porque de alguna manera ellos preten- con los empresarios y los trabajadores
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ESTUDIOS DEL TRABAJO 19
da. Por tanto las personas tienen que perdamos un negocio, porque nuestros
ción reposa sobre una base imaginaria y o no ser hecho a la luz de los principios
simbólica formada a partir de la historia cooperativos en una organización que no
del grupo que define su percepción del deja de ser de trabajo.
mundo y las transformaciones que el
significado de cada evento gana en cada
contexto social. Como bases del proce- La “opción” por una CTA o el
so social que crean las cooperativas, se mantenerse en el mercado de
encuentra la acción cotidiana, los even- trabajo
tos del día a día, los modos de hacer El análisis de la información permite
que las personas experimenten en las observar que los entrevistados al refe-
prácticas y en las interacciones. Uno de rirse a la opción por una CTA, presentan
los asociados dice: razones económicas, socio-políticas y
subjetivas. En relación con lo económico
hay que generar en la gente autonomía,
y lo socio-político, se puede afirmar que
sentido de pertenencia al grupo y cam-
ante el panorama de la globalización de
biar el sentido de competencia frente al
la economía, muchos son los cambios
otro, por competencia frente al reto”.
rápidos que se suscitan en los diferen-
[Luego afirma:] “en relación con otras
tes escenarios, sobre todo en el pro-
empresas, en la CTA hay cambios, todo
ductivo, en el que cada vez es mayor el
está regulado por sí mismo, es una ma-
desempleo estructural (Bridges, 1997);
nera de hacer trabajo independiente.
por lo cual, se observa la aparición o
resurgimiento más frecuente de formas
En las organizaciones de trabajo aso-
de trabajo que permiten a las personas
ciado la práctica autogestionaria sobrepa-
suplir diferentes tipos de necesidades.
sa entonces el alcance de los presupues-
En ocasiones, las mismas personas se
tos obvios y de los objetivos oficiales. En
unen y conforman, desde una perspec-
el cotidiano de las prácticas se acciona
tiva solidaria, organizaciones de traba-
un proceso de producción y atribución
jo que ellos mismos lideran, como en
de sentido que se basa en el modo como
el caso de las personas entrevistadas:
las personas ven, interpretan, represen-
“al asociarse todos piensan, pensamos,
tan y construyen la realidad social; y la
que es la mejor opción porque solos no
manera como se negocia temporalmente
podemos salir de los problemas, sobre
lo que es o no cooperativa; lo que puede
todo si son económicos”.
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. “Coopergatos” en el Brasil
la filosofía cooperativa, pues ella es uno
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sin la otra. Es posible que existan trabajo asociativo, como por ejemplo, la
grandes diferencias en las empresas cooperación sin competición es lo que
desde la dimensión jurídica, econó- diferencia a estas organizaciones de otro
mica, antropológica e incluso social; tipo de empresas de trabajo con interés
sin embargo, a nivel psicológico, los personal. Con todo, las personas ha-
trabajadores vivencian procesos si- blan desde sus repertorios disponibles,
milares, producto de los conflictos y cargados de significados, de símbolos,
contradicciones internas de las orga- y eso se visibiliza en sus prácticas dis-
nizaciones que son trasladadas a los cursivas. En las empresas asociativas
individuos. las personas tienen explicaciones para
En general es posible tratar de con- su actividad laboral, pero pareciera que
cluir que las cooperativas son una for- hacen parte de unos repertorios cogni-
ma organizativa que se crea para res- tivos y comportamentales ligados a una
ponder a diferentes necesidades, de forma particular de trabajo, que icono-
manera fundamental a la del trabajo, gráficamente ha sido su representación
con sus implicaciones socio-económicas social desde la segunda mitad del siglo
y psicosociales de nuestra actual socie- XX (Jahoda, 1987), de lo que son los
dad capitalista. Dentro de esto es im- modelos de gestión empresarial y den-
portante aclarar que el trabajo asociado tro de ellos la forma de trabajo denomi-
no es una nueva forma de empleo, y las nada empleo.
cooperativas son sólo una de las moda- Hay una paradoja entre lo que las
lidades del tipo de organización de tra- personas crean como organización de
bajo basada en la asociación (modalidad trabajo y la manera como deberían
de trabajo asociado). funcionar por los presupuestos ideoló-
Cuando las personas deciden em- gicos. La manera como le dan vida con-
prender acciones asociativas, como tradice en ocasiones dichos presupues-
formas organizativas alternativas para tos, reproduciendo los esquemas para
el desempleo, se presupone que la em- los que se crea como una alternativa.
presa va a ser de tipo asociativo, y lo Sería importante analizar las diferentes
que se espera es que la asociatividad formas como las paradojas y contra-
esté presente no sólo en su origen, sino dicciones son asumidas en el día-a-día
también que funcione bajo todos los pues son espacios que cada vez más
presupuestos ideológicos y técnicos del van a ganar visibilidad e importancia
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en las nuevas realidades del mundo del (metanarrativas), las voces que parti-
trabajo para un grupo social que en tér- cipan de esos discursos. De aquí que
minos de Antunes (1995) representará también surja la inquietud sobre cuáles
la clase-que-vive-del-trabajo. Es decir son o cómo se configuran las diferentes
una problemática que afecta a todos narrativas utilizadas por las personas
los que viven de su fuerza de trabajo y para explicar
no solo la antigua “clase operaria” liga- Para finalizar, desde la perspectiva
da al sector industrial. de Bauman (2000) es de nuestro interés
Con base en lo anterior, si se crea proyectar una discusión sobre ¿cuál es
una forma organizativa asociativa con el sujeto posible en el momento actual
un fin, suponiendo unas formas de fun- en las Organizaciones de Trabajo Aso-
cionamiento particulares y alternativas ciado? Con base en el estudio realizado,
al modelo de gestión empresarial tra- en especial a partir de los contenidos
dicional, y en la práctica cotidiana se analizados es posible arriesgar algunos
reproducen esos mismos modelos de puntos de reflexión.
gestión, el interrogante que surge es: Es posible que los asociados trabaja-
Si existe la intencionalidad de crearla dores encuentren sentido a su práctica
CTA, ¿Qué satisfacción adicional a la de asociativa y sean personas con capaci-
la necesidad económica, puede estar dad para fluir de acuerdo con los dife-
buscándose al crear la cooperativa? rentes escenarios del mundo del traba-
Cabe entonces preguntarse si ¿es jo, que sean flexibles ante las nuevas
posible encontrar las mismas versiones y diferentes situaciones y condiciones
del trabajo y del trabajo asociado en va- de la organización y del mercado, y que
rias organizaciones, de la misma mane- pueden pasar:
ra que se encontraron en los entrevis- • De lo morfostático a lo coyuntural
tados de la cooperativa, escogida para caracterizado por la velocidad, lo si-
este trabajo? En ese mismo orden de tuacional y lo emergente
ideas es importante identificar cómo las • De la subordinación-autoridad a la
personas explican su situación de tra- autonomía, autogestión y autorre-
bajo desde sus propios repertorios. Re- gulación
tomando la perspectiva de la psicología • Del lugar de trabajo a la actividad
discursiva es posible revisar los reper- del trabajo
torios, los procesos de interanimación • De las jerarquías racionales a prefe-
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ESTUDIOS DEL TRABAJO 35
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para poder moverse en un mundo en mann, 2001; y Rentería, 2001) y las exi-
cambio permanente donde “nadie tiene gencias ligadas a las rupturas, velocidad
el control” y donde las relaciones son y compresión del tiempo y del espacio
cada vez más mediadas simbólicamente traídas por la globalización, implican ne-
en espacios y tiempos “desestructura- cesariamente la consideración crítica de
dos”. En este orden de ideas es impor- las posibilidades y condiciones reales de
tante retomar a Malvezzi (2002) quien las personas en el mercado de trabajo.
plantea que la lógica de las nuevas rea- Si cada vez será más difícil “conseguir
lidades comienza con los cambios glo- un empleo”, cada vez más serán exigi-
balizados en el mundo de los negocios das nuevas condiciones y estrategias
y de los mercados, cuyos efectos pasan para mantenerse en el mercado de tra-
al mundo de las organizaciones para bajo. En este orden de ideas, las per-
posteriormente afectar el mundo de sonas deberán incorporar en su vida no
trabajo y finalmente a las personas que sólo los conceptos y contenidos especí-
trabajan (o no). Todas las esferas vie- ficos de su profesión u oficio sino que
nen siendo afectadas y la opción es po- deberían desarrollar estrategias y com-
der comprender las nuevas realidades petencias suficientes y necesarias para
como tejidos interactivos y complejos y afrontar su ingreso y permanencia en
no solamente como relaciones causales el mercado laboral. Ante esta situación,
dentro de la lógica de lo estable, está- la empleabilidad ya no estaría ligada a
tico y constante. Se trataría de conver- una organización en la cual se es se-
tirse en “agentes económico-reflexivos” leccionado para desarrollar una carrera
y no mantenerse en papel de “agentes hasta la jubilación. La empleabilidad es
de acciones” preestablecidas por otros una carrera de rupturas constantes, de
solamente. negociaciones y de marketing.
En el caso particular del mundo del
trabajo, la situación estructural de re-
ducción de cupos en el mercado del Aspectos psicosociales
empleo, la consolidación de otras mo- del trabajo como actividad
dalidades (Agudelo y Salazar, 1999; Al- económico-productiva
meida Dos Santos, 1997; Bauman, 1999 El trabajo en la sociedad occidental
y 2000a; Blanch, 1996; Bridges, 1997 y
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42 ESTUDIOS DEL TRABAJO
es uno de los principales marcos re- solidez y las relaciones que las personas
guladores a nivel temporal y espacial. puedan establecer en su interior. Ahora
Utilizamos más del 60% del tiempo de bien, ¿qué pasa cuando ese entorno pri-
vigilia en función del trabajo, igualmen- vilegiado cambia?
te los ciclos de vida representados en Luque, et al, (2000) presentan un
la infancia, la adolescencia, la juventud, panorama sobre la evolución reciente y
la adultez y la vejez, están claramen- las tendencias del mundo y las organi-
te marcados por la expectativa de que zaciones de trabajo destacando las si-
el trabajo sea la actividad principal en guientes:
la época de la adultez, identificada por a) Mercado dual: un estrato con exceso
algunos como edad económicamente de trabajo y otro que apenas y pre-
productiva. Si esto es así, pasamos la cariamente trabaja.
mayor parte de nuestras vidas (por lo b) Trabajos que requieren cada vez ma-
de un fenómeno social que tiene impli- c) Tareas cada vez más amplias y que
Relación de subordinación-autoridad
Escuela: Profesor-alumno.
Empleo: Jefe-subalterno.
Outsourcing: Ganar-ganar, disponibilidad permanente y organización propia.
Servicios profesionales: Ganar-ganar y ganar-perder simultáneamente. disponibilidad parcial y organización propia.
Trabajo asociado: Ganar-ganar y ganar-perder simultáneamente. disponibilidad parcial y organización propia.
Formas de compensación
Escuela: Periódica estable.
Empleo: Periódica estable.
Outsourcing: Pactada y revisada en función de las modificaciones permanentes a los procesos.
Servicios profesionales: Se hace negociación y se fija el paquete cada vez y por cada servicio.
Trabajo asociado: Se hace negociación y se fija el paquete cada vez y por cada servicio.
Watt, 1989. La empleabilidad como ca- nomía para separar los “aptos” de los
tegoría de inclusión ha sido asociada a “ineptos” teniendo como referencia, a
la de empleo en el sentido de trabajo pesar de todo, al individuo de manera
realizado en una organización concre- particularizante y en una relación ex-
ta y substancial y no necesariamente plicativa entre desempleo, dispositivos
ligada a otras formas de trabajo posi- de formación y estrategias individua-
bles que cada vez se consolidan más les (Hirata, 1987). En este orden de
y se ofrecen en el mercado de trabajo ideas, el constructo de empleabilidad
como es el caso de modalidades dife- tiene contornos claramente delineados
rentes a la empleo como los servicios que implican el paso de la situación del
profesionales independientes, el trabajo desempleo a la del empleo, la salida
asociativo, el outsourcing y la terceri- del desempleo y el ingreso al mercado
zación entre otros (Rentería, 2001). La de trabajo, la probabilidad de salir de
empleabilidad es entendida como “una desempleo, así como la capacidad para
condición de preparación para afrontar obtener un empleo o mantenerse en
demandas inmediatas o futuras del mer- el mercado de trabajo. Política e ideo-
cado de trabajo” (Casalli, et. al., 1997) lógicamente se encuentra ligado a los
que implica la aprehensión de objetivos criterios y prácticas de selección de los
móviles, así como aprender a aprender empleadores y más recientemente a la
y usar el conocimiento en el desarrollo transferencia de la responsabilidad de la
social y humano a través del trabajo. En propia contratación o no. Considerando
este orden de ideas, lo anterior, la empleabilidad de los pro-
fesionales parece ser una cuestión de
la empleabilidad es una construcción
estrategias más que de conocimientos
social evolutiva y dinámica y no una
particulares; es aquí donde radica la im-
atribución aislada y exclusiva de los in-
portancia de identificar las estrategias
dividuos; esa construcción emerge ínti-
de aprendizaje y los aprendizajes nece-
mamente ligada a otros requisito cada
sarios para la aprehensión de los crite-
vez más exigido: la calidad de vida y
rios y condiciones de empleabilidad que
del trabajo con derechos sustantivos”
faciliten la inclusión en el mercado de
(Casalli, et. al., 1997: 22).
trabajo y disminuya la exclusión pues
Históricamente el concepto de em- las implicaciones psicosociales y so-
pleabilidad ha sido tratado desde la eco- cioeconómicas son graves en términos
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ESTUDIOS DEL TRABAJO 47
construcción que se basa en la transfor- el trabajo, es cada vez más difuso, más
mación del tiempo y del espacio y que descentrado, menos concreto y más
tiene un impacto grande en el mundo abstracto. Es aquí donde la noción de
de las organizaciones y del trabajo. Sin mediación permite ilustrar como los sis-
embargo, y a pesar de los grandes de- temas de resolución de contradicciones
sarrollos, la tecnología no ha logrado y conflictos de intereses en el mundo
desplazar al hombre en aquellas cosas del trabajo continúan dando soporte a
que las máquinas no pueden “actuar”. la configuración de lógicas y racionali-
La creación de mundos virtuales requie- dades que legitiman las situaciones y
re de sistemas simbólicos creados por ante las cuales se exige del sujeto su
personas para personas. Esto significa adaptación.
la creación de otros significativos a los Adaptación implica una subjetividad
que les damos el valor de otros gene- totalmente dependiente. El aumento
ralizados y terminamos naturalizando del control sobre la situación por mayor
como “virtuales” por fuera de lo concre- conciencia —“reflexividad” (sea como
to de su origen. Self que se actualiza, como Metamorfo-
La posibilidad de estar en diferentes sis de identidades en evolución, o como
lugares al mismo tiempo implica nece- agente económico-reflexivo)— y re-
sariamente una transformación tecno- conocimiento de las redes y conjuntos
lógica que permite nuevas formas de de acción por parte del sujeto, puede
interacción y de relaciones tipo red con configurar nuevos marcos referencia-
mayor facilidad que en otras épocas. Es les por medio de los cuales los proce-
probablemente aquí que se encuentran sos de individualización, virtualización e
los aspectos de mayor dificultad para incertidumbre pueden ser manejados a
asimilar las nuevas realidades —la pér- manera de autores-actores y no sólo de
dida de lo concreto, tangible, presencial, individuos que actúan lo que otros (ge-
único—. Con todo y a pesar de esas po- neralmente invisibles) escriben como
sibilidades la construcción de lo subje- guión y ponen en práctica a partir de
tivo, del Self y de la identidad humana sofisticados sistemas de mediación en
sólo es posible a partir de una corpo- los cuales el responsable es el “sujeto
reidad que obliga a repensar las formas único” que se identifica como tal y no en
de significación de un sujeto que por lo situación y relación con otros en diver-
menos en el caso de las relaciones con sos contextos.
REVISTA COLOMBIANA DE
50 ESTUDIOS DEL TRABAJO
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REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 53
* La autora es lidereza sindical del sector financiero, Psicóloga Social, Master en estudios de
Mujer Género y Desarrollo.
REVISTA COLOMBIANA DE
56 ESTUDIOS DEL TRABAJO
culado por los empleadores, como una cuales reflejan una dicotomía empresarial
forma de utilizar en su beneficio las cons- al “necesitar” de ciertas características
trucciones sociales de género, haciendo maternales que como la paciencia, dul-
de las características “naturales” de las zura, comprensión, capacidad para ense-
mujeres y los atributos construidos como ñar, les sirven para ciertos cargos, pero
femeninos, parte del valor agregado en a su vez, desconocen el reconocimiento
el trabajo, del cual además, esperan sa- en el avance de derechos que la protejan
car ganancias en el mercado. más allá de la legislación. No obstante lo
A partir de un estudio de caso reali- anterior las trabajadoras son tratadas “en
zado en el sector financiero, a una de igualdad” a sus pares masculinos, para la
las empresas más modernas, que se exigencia en cuanto a productividad que
han adaptado para las nuevas condi- supone el cumplimiento de metas, con
ciones que exige la internacionalización largas y extenuantes jornadas laborales,
de la economía a los distintos agentes desconociendo la carga que implica en el
económicos como es el caso de Banco- caso de las madres el trabajo doméstico,
lombia, eje de uno de los grupos econó- que todavía recae mayoritariamente so-
micos nacionales más consolidados, se bre las mujeres.
analizaron las construcciones de género Igualmente en la ubicación en los
que se expresan en los procesos de se- cargos de la estructura ocupacional se
lección e ingreso del personal femenino, reproducen patrones y estereotipos cul-
el papel que juega la cultura organiza- turales de género, con los cuales se asig-
cional como el eje con el cual se articu- nan mayoritariamente a las mujeres los
lan todos los procesos administrativos cargos más bajos de la pirámide que a
y la forma como se proyectan hacia los su vez son el eje sobe el cual se sopor-
clientes y usuarios, en la búsqueda de ta la actividad bancaria. La competen-
un mejor posicionamiento del banco en cia que suscitó en el sector financiero
la economía nacional e internacional. la apertura a la economía internacional,
En contraste con la mayor vinculación puso en las consideradas cualidades
de personal femenino se encuentran las femeninas sus más altas expectativas
atribuciones que toma la maternidad, las para remozar su imagen, proyectar los
cambios y mejorar las utilidades.
. El Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) an-
El estudio en el que se basa este ar-
tes llamado Grupo Suramericana o Sindica-
to Antioqueño. tículo “Negociación colectiva y relacio-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 57
las posibilidades para el ingreso masivo estado civil soltero. Según Tenjo (2000)
cambiar el perfil del nuevo trabajador dio de edad femenina para el ingreso al
con el propósito de abrirse a la compe- trabajo estaba entre los 21 y los 30 años
sidades del sector privado, por medio un relevo generacional con orientación
de las cuales seleccionan a estudiantes hacia la mayor participación femenina.
observados previamente como los que Otro aspecto relevante es el estado
reúnen los requisitos solicitados por el civil asociado con la edad y la presen-
banco. Es decir, cuando la persona acu- tación personal. Aunque la mayoría del
de a la entrevista, ya se ha surtido un personal es soltero, las mujeres ocupan
primer proceso de selección por parte el 69% de esta tendencia y aunque no
de la institución educativa que indica es requisito “ser bonitas” se considera
que tiene potencialmente las cualidades que la presentación personal es impor-
requeridas por la entidad. tante. Bancolombia lo corrobora, cuan-
En cuanto a la edad se evidencia un do dice que para un cliente es mejor es-
cambio en todo el sector financiero ha- tar atendido por una mujer que por un
cia personal más joven, encontrando hombre, aunque matiza esta afirmación
que en Bancolombia el mayor número de planteando que este criterio no se toma
trabajadores y trabajadoras se encuen- en forma absoluta. Estos rasgos son
tra entre los 26 y 35 años que corres- presentados como neutros pues la em-
ponden al 38% del total del personal, presa no reconoce inclinación en ellos
de los cuales el 54% son mujeres. Esta o que muestre tendencias por este tipo
franja muestra el cambio de tendencia, de características, sino que los plantea
pues a partir de allí, hacia abajo se en- como lo que está ocurriendo en todo el
cuentra el rango más joven, que está sector. Ese es el tipo de trabajador ac-
entre los 18 y 25 años, que correspon- tual, que sin embrago, responde a un
den a su vez al 15% del total del per- estereotipo creado como el rasgo dis-
sonal, dentro de los cuales las mujeres tintivo que caracteriza al nuevo trabaja-
son el 70%, lo que muestra una mayor dor-trabajadora del sector financiero.
inclinación hacia la contratación femeni-
Aunque esto es una política incorpo-
na en los últimos tiempos. Entre 36 y 45
rada en el sector financiero acentuada a
años de edad se encuentra el 26% del
partir de la década del ochenta cuando
personal de los cuales las mujeres son
se crearon las corporaciones de aho-
el 47%, finalmente con más de 46 años
rro y vivienda, en donde fue visible la
hay un 21% del personal, siendo el 38%
demanda de trabajo femenino de pre-
mujeres. Se aprecia la tendencia hacia
. Bancolombia, entrevista al gerente de Re-
. Encuesta banco, octubre 2004. cursos Humanos, Diciembre, 2004.
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 71
sexual del trabajo aparece como baja, terios definidos para la evaluación del
las pautas generales son masculinas por desempeño, los métodos que se imple-
lo cual “aparecen como antidiscriminato- mentan para el otorgamiento de pre-
rias”, porque no existen pautas diferen- mios, las actividades de capacitación y
ciales explícitas entre hombres y muje- la promoción ascendente, garantizando
res, resultando muy difícil de identificar así que los empleados “encajen con la
entre otras cosas, porque los patrones cultura”. Adicionalmente esto se refuer-
de comportamiento se presentan a tra- za “premiando” a quienes la acogen y
vés de normas informales. “castigando” a quienes se oponen a ella.
De acuerdo con estas autoras “la cul- Para Castillo y Barrero (2000) la
tura organizacional designa un sistema cultura organizacional es un marco de
REVISTA COLOMBIANA DE
72 ESTUDIOS DEL TRABAJO
loración positiva del trabajo de las mu- capacidad física, fortaleza de carácter
jeres, “mayor flexibilidad, facilidad para para enfrentar situaciones problemá-
adaptarse a innovaciones y rapidez en ticas, la rigurosidad y la agilidad para
el aprendizaje de nuevos procedimien- cambiar. Entre los defectos o actitudes
tos, compromiso con el trabajo y pun- negativas se encuentran el desorden, la
tualidad (Todaro y otros, 2001: 42), en falta de prolijidad y tosquedad, la im-
contraste arroja una percepción nega- pulsividad y baja tolerancia a trabajos
tiva del interés que tienen éstas en su rutinarios o que requieren permanecer
capacitación, por carecer de ambiciones en el mismo lugar varias horas, menor
en el poder. capacidad de concentración y de “pen-
Es el orden de género socialmente sar en varias cosas a la vez” (como
construido el que asigna verdaderos te- las mujeres), menor responsabilidad y
rritorios masculinos o femeninos en el compromiso con los objetivos de la em-
mundo del trabajo, estableciendo atri- presa, rigidez que dificulta la adaptabili-
buciones a uno u otro sexo por contras- dad en ciertas ocasiones y expresiones
te u oposición. Entre las “virtudes” que de agresividad en los grupos de trabajo
le atribuyen al trabajo de las mujeres se masculinos.
destacan su asociación con “el orden,
prolijidad y delicadeza, disciplina, tole-
rancia a trabajos rutinarios, eficiencia, ¿Es la maternidad funcional
concentración y responsabilidad, adap- para la empresa?
tabilidad y capacidad de establecer rela- Aunque la mayor incorporación de
ciones humanas, honradez, compromiso mujeres al trabajo pareciera dejar im-
y lealtad” (Todaro y otros, 2001: 52). En plícita la idea de igualdad entre los gé-
sentido opuesto señalan como defectos neros y a pesar de que las empresas
la debilidad física, el abuso de su ima- modernas demandan cada vez más el
gen de debilidad en ciertas ocasiones, trabajo femenino, se advierten inmo-
la conflictividad, la competitividad y la dificables las nociones generales que
violencia solapada entre mujeres. siempre han estado en la base de las
Igualmente sucede con el trabajo discriminaciones que se ejercen contra
masculino al que le asignan caracterís- las mujeres, unas veces soportadas en
ticas de fortaleza y debilidad. Entre las la idea de mayores costos debido a la
virtudes que le atribuyen se encuentran maternidad, otras veces como factor
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 75
las que están obligadas a cumplir con neral no aclara cual es la normatividad a
toda la responsabilidad familiar, en lu- la cual se refiere ni cómo le dará cumpli-
gar de comprometerse con el ejercicio miento, dando paso a la interpretación
de una paternidad integral y responsa- individual de los funcionarios encarga-
ble (Gómez, 2001). dos de su aplicación ante la ausencia de
En cuanto al reconocimiento de de- políticas que orienten las formas de su
rechos por maternidad Bancolombia se aplicación. Pero además, la amplitud en
considera respetuoso de la ley y las nor- la redacción plantea otro elemento más
mas internacionales, sin asumir compro- preocupante por cuanto de acuerdo a la
misos mayores que los otorgados por la experiencia con las continuas reformas
legislación. Como lo plantea Otegui: laborales realizadas a fin de adecuar el
trabajo a los requerimientos del capi-
[…] mientras este trabajo de crianza de tal, puede darse el caso de retroceder
los hijos y cuidado de los mayores y lo en materia del reconocimiento de de-
doméstico no sea reconocido en todo su rechos que protejan la maternidad, lo
valor y desgenerizado, cualquier nor- que contribuye a los propósitos de los
mativa jurídica que se apruebe no hará empleadores en que sean las trabajado-
más que consolidar la discriminación ras quienes asuman individualmente la
femenina en la medida en la que facili- carga que ella implica.
tará, con unas medidas aparentemen- El banco considera suficiente reco-
te proteccionistas, la incorporación en nocimiento la licencia por maternidad,
términos de desigualdad de las mujeres aunque no deja de considerarla un trau-
al trabajo remunerado (2001: 39). matismo, si se trata de trabajadoras
con rango medio o alto. Al respecto,
En efecto, la única norma que existe cuando en la negociación colectiva, se
en la convención colectiva dice, “El ban- plantea aumentarla en algunos días, o
co dará aplicación a la normatividad que reconocer la hora de lactancia por seis
se encuentre vigente en materia de pro- meses luego de reintegrada la trabaja-
tección a la mujer embarazada, en los dora al cargo, responde con un no ro-
términos de la Constitución Política y la tundo, al considerar que si se aumentan
Ley aplicable”.11 Este enunciado tan ge- los costos laborales de las trabajadoras,
tendrían que tomar medidas en contra
11. Artículo 29, Convención Colectiva, 2001-
de su contratación, en una actitud de
2003.
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 77
que todas las mujeres son madres y por de trabajo. De cualquier modo la ma-
lo tanto, cada una es un costo en po- ternidad se convierte en un instrumento
tencia o bien, de que el banco les da para el banco, pues muestra una incli-
empleo a las mujeres pero sin que esto nación hacia la contratación femenina y
se convierta en un costo mayor para la más hacia las mujeres cabeza de fami-
empresa. En todo caso existe una va- lia buscando el compromiso con el tra-
loración desvirtuada de la mujer en el bajo en las condiciones que les exijan.
trabajo, porque se pretende que el ser También es beneficiosa la contratación
mujer es sinónimo de ser madre y por lo femenina pues aunque no acepta la am-
tanto de mayores costos para la empre- pliación de derechos que reconocen la
sa, y por otro lado, el de que ser mujer función social de la maternidad ni pro-
equivale a aceptar el trabajo en las con- teja a los menores, utiliza estas necesi-
diciones que ofrezca el empleador, que dades para presionar el trabajo de las
implica que la maternidad para la mujer mujeres en las condiciones que se le
es sancionada, sin tener en cuenta que impongan.
su función reproductiva está aportando Igualmente sucede con la jornada
un beneficio a la sociedad. laboral. La exigencia de metas de pro-
En cuanto a la hora por lactancia, ductividad se da por igual para hom-
se advierte el desconocimiento de este bres y mujeres, sin tomar en conside-
derecho por parte de la administración ración los cambios que se producen en
pues plantea que “se debe estar cum- la vida de las mujeres y sus familias con
pliendo”. No obstante el banco sugiere la maternidad: doble jornada de tra-
que se haga en los tiempos muertos, bajo al duplicarse el trabajo doméstico
que son aquellos cuando la trabajado- con la atención de los/as menores, cri-
ra termina su labor y le quedan unos sis ocasionadas por su nueva condición
momentos para revisar el programa de maternal, cuidado de otros hijos e hi-
capacitación virtual que debe seguir a jas menores, atención a los maridos y
través de la red, u otros en que la acti- en ocasiones se complementa con los
vidad del banco baja considerablemen- estudios. El regreso a la productividad
te. En todo caso, la empresa trata que produce alteración en los ritmos de vida
este derecho no le cueste nada o que personales, sin que el banco ofrezca al-
sea la trabajadora la que lo resuelva por ternativas donde se reconozcan las di-
su cuenta sin afectar el tiempo normal ficultades que causa en las mujeres la
REVISTA COLOMBIANA DE
78 ESTUDIOS DEL TRABAJO
relación entre trabajo productivo y re- tran obstáculos para combinar trabajo,
productivo. El trabajo remunerado en- estudio y familia, pero en las vacacio-
cuentra su máxima dificultad para las nes logran compensar con un tiempo de
mujeres en la compatibilización con el disfrute familiar. Las trabajadoras con
trabajo doméstico o reproductivo y la hijos o hijas mayores encuentran en
falta de reconocimiento social y econó- ellos apoyo y comprensión aunque se
mico de éste en la sociedad. La dinámica manifiestan en permanente deuda con
que se establece entre las necesidades ellos y ellas ante la falta de tiempo, por
de las mujeres y sus deseos se convier- lo cual prefieren en los pocos momen-
te en una trampa que es aprovechada tos libres que les queda, “disfrutarlos”
por los empleadores para manipular sus cocinándoles y atendiendo a sus hijos
condiciones en el trabajo, que hacen que e hijas y maridos, para compensarlos.
las mismas trabajadoras no asuman la Las que presentan mayor desgaste y di-
dimensión económica y social que toma ficultades son las mujeres con hijos e
debido a la asociación establecida entre hijas menores de edad, quienes tienen
maternidad, reproducción y feminidad, que recurrir a diversas estrategias para
que lo hacen aparecer como natural. su atención y no disponen de tiempos
Esta situación tiende a ser más difícil en libres para su descanso personal y re-
el caso de las mujeres jefas de hogar composición de la fuerza de trabajo.
por cuanto están más agobiadas por su En estos casos se dan diferencias en
situación. razón con el nivel socio-económico para
De otra parte la relación entre tra- la búsqueda de soluciones al problema
bajo productivo y reproductivo y tiempo que ocasiona en la vida de las mujeres
de descanso o de ocio para la trabajado- la asociación entre trabajo productivo y
ra, varían según la edad, el estado civil, reproductivo. La mayoría recurren a las
el número de hijos e hijas, la realización mamás o suegras para apoyarse en el
de estudios y la variación del cargo. No cuidado y crianza de los y las menores.
obstante que para todas las trabajado- Las ejecutivas tienen mayor posibilidad
ras el trabajo es intenso, exigente y des- de contratar una empleada para el tra-
gastante y las jornadas laborales exce- bajo doméstico, mientras que para las
sivas, no todas lo viven de igual manera trabajadoras de nivel bajo o las cabeza
o se afectan por igual. La mayoría de las de hogar es más difícil, lo que las coloca
trabajadoras jóvenes y sin hijos encuen- en situación de tener que recurrir a los
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 79
jardines infantiles, al apoyo de vecinas dice que “no existen cargos que impidan
o amigas, lo que se traduce en mayores o limiten el acceso a ellos de mujeres
niveles de angustia con la jornada labo- casadas o con hijos”. Si bien, las tra-
ral, imposibilidad de adelantar estudios, bajadoras también advierten estas dife-
participar en capacitaciones laborales rencias en su vida laboral y admiten que
por fuera del horario normal o tener se les presentan, tampoco asumen que
tiempo de ocio para su crecimiento y esto puede cambiar y por el contrario lo
desarrollo personal. aceptan aunque les genere frustración.
Otro aspecto que afecta la vida labo- Como una manera de “manejar” estas
ral de las mujeres en la relación entre lo situaciones, prefieren no postularse
productivo y lo reproductivo es su mo- cuando se promocionan vacantes.
vilidad laboral para traslados y ascen-
sos. Bancolombia acepta que las muje-
res no se postulan para algunos cargos Ubicación ocupacional por
por motivos relacionados con el estado sexo
civil y número de hijos. Sin embargo lo En las entidades del sector finan-
ve como algo normal y aunque expresa ciero, así como en otras organizacio-
que “es una situación que le correspon- nes, existe segregación ocupacional por
de resolver a la trabajadora” acepta que sexo: es decir, hay cargos que tradi-
los hombres no tienen ningún inconve- cionalmente han sido asignados para
niente porque “ellos pueden aceptar mujeres y otros para hombres. Dentro
cargos que implican alejarse de la casa de las nuevas valoraciones que se han
por motivos de viaje, lo que se conside- hecho para demandar más trabajo fe-
ra como lo socialmente aceptable”, evi- menino, las “cualidades” de las mujeres
denciando la ausencia de compromiso para el área comercial ocupan un lugar
como empresa para ofrecer igualdad de primordial, haciendo funcionales a los
condiciones a las trabajadoras. Para el intereses de la empresa los atributos
banco es suficiente con que no existan físicos, la juventud, la belleza, las exce-
normas explícitas que indiquen que las lentes relaciones humanas y la facilidad
mujeres no pueden presentarse a un para seguir órdenes, entre otras carac-
ascenso o aspirar a un traslado por ra- terísticas. “Hay una relación armónica
zones de estado civil, edad o número de entre los valores y creencias sociales y
hijos o hijas, y así lo manifiesta cuando la distribución de funciones, jerarquiza-
REVISTA COLOMBIANA DE
80 ESTUDIOS DEL TRABAJO
mujeres se refleja sobre representación de género, el cual supone que entre las
en los cargos más bajos de la pirámide características femeninas está el desa-
ocupacional y por lo tanto de la escala rrollo de unas aptitudes o capacidades
salarial, mostrando la reproducción de naturales para realizar ciertas labores.
la segmentación vertical, por medio de A su vez Hola y Todaro (1994: 131)
la cual, las mujeres se ubican mayorita- afirman que “las mujeres necesitan en-
riamente en la base, donde se devengan contrar la utilidad de su trabajo para
los salarios más bajos y están ausentes otros, lo que las hace desarrollar un
de los cargos de poder y decisión. sentido más profundo de compromi-
Aunque Bancolombia se proyecta so y disminuye la necesidad de reglas
como una empresa moderna a través explícitas y de controles estrictos”. No
de la cultura organizacional sin embar- obstante no todas las trabajadoras ven
go reproduce las simbologías de géne- con buenos ojos esta situación. Las más
ro, al hacer funcionales a sus intereses conformes son las que recién ingresan,
los aspectos que tradicionalmente han pues creen que tienen en sus manos la
estado en la raíz de la discriminación de oportunidad de demostrarle al banco
las mujeres en el trabajo. Para algunas sus capacidades, que complementadas
trabajadoras recién ingresadas al cargo con el estudio, les darán la oportunidad
de auxiliares, es motivo de satisfacción de ascender a cargos de mayor remune-
y orgullo el creer que el banco les tiene ración y poder. Este supuesto, aunque
confianza porque les entrega muchas a veces funciona, es parte de las es-
responsabilidades en su trabajo cuando trategias individuales de las trabajado-
prácticamente acaban de ingresar. Pero ras y no constituye ni una política de la
se trata es de que por un salario muy empresa ni una actitud colectiva de las
bajo, están asumiendo grandes respon- mujeres. Por su parte las más antiguas
sabilidades, en desmedro de su estabili- no tienen esas expectativas, pues creen
dad laboral, de su jornada de trabajo, de que en el banco es difícil ascender y que
su salud (pues tienen mayores niveles por más resultados que muestren, las
de estrés), sin la compensación econó- posibilidades son sólo para unos pocos.
mica justa de acuerdo a su labor. Como A medida que aumenta la posición del
lo plantea Garmuca Gómez (op, cit,) la cargo en la pirámide ocupacional, baja la
segregación ocupacional está fuerte- representación femenina, aunque en los
mente condicionada por el simbolismo cargos comerciales sigue siendo alta. A
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 83
nivel de gerencias, los cargos del primer 38% por mujeres y el 62% por hombres.
nivel, son ocupados mayoritamente por En general de los 45 cargos que se en-
hombres. De un total de 124 puestos, el cuentran en los cuatro primeros niveles
60% están ocupados por hombres y el que conforman la jerarquía del banco,
40% por mujeres. La representación fe- las mujeres son el 26% y se encuen-
menina es más alta en las gerencias de tran solo a partir del tercero y cuarto
sucursales, siendo mínima la diferencia rango de jerarquía, mientras los hom-
en cuanto a la participación masculina: bres representan el 74% de los mismos
de 306 cargos, el 53% los ocupan mu- y ejercen los cargos de poder y decisión
jeres y el 47% hombres. En la geren- dentro de la empresa.
cia de moneda extranjera, que tiene 24
puestos, el 75% son ocupados por mu-
jeres y el 25% por hombres; igualmen- Conclusiones
te sucede con la gerencia comercial de Si bien el sector financiero en Co-
filiales en el exterior, donde sólo son 10 lombia se ha abierto a la mayor vincu-
cargos, y el 80% está ocupado por mu- lación femenina, lo que se evidencia no
jeres y el 20% por hombres. es un cambio en las concepciones de
Sin embargo, en los cargos más al- género respecto del trabajo de las mu-
tos donde se encuentran los de poder jeres, sino que, muy por contrario las
y decisión dentro de la estructura del empresas acuden a las características
banco, la participación femenina baja atribuidas como “naturales” de la condi-
ostensiblemente. La presidencia y los ción femenina para obtener ventajas en
nueve cargos de las vicepresidencias, los mercado como una forma de asumir
son todos ocupados por personal mas- la competencia.
culino. A partir de la gerencia regional, Bancolombia se posiciona como
que es el tercer cargo en jerarquía, la una de las empresas más competitivas
proporción de mujeres es minoritaria a del sector financiero, en el marco de
la de los hombres. De nueve cargos de la globalización de la economía que se
gerencia regional que existen, el 22% ha adaptado rápidamente a los reque-
son mujeres y el 78% hombres. En las rimientos del mercado internacional,
gerencias de zona que es el cargo de para lo cual desarrolla diversas estra-
cuarto nivel en la jerarquía, se encuen- tegias que se combinan entre sí. Las in-
tran veintiséis puestos, ocupados en un novaciones tecnológicas que mejoran la
REVISTA COLOMBIANA DE
84 ESTUDIOS DEL TRABAJO
buena parte del siglo XIX; sin embargo avances civilizadores que proporciona
Robert Castel nos hace notar una sutil el status de ciudadanía hoy, para redi-
diferencia entre la vulnerabilidad de los señarlos y adaptarlos a las condiciones
trabajadores de esos tiempos y la de los dinámicas de las economías internacio-
crecientes segmentos de los de hoy. La nalizadas altamente competitivas. De
condición de vulnerabilidad de hoy se no intentarse este camino en una corre-
plantea en relación a un contexto de pro- lación de fuerzas bastante desfavorable
tecciones anteriores y aún paralelas a la al movimiento de los trabajadores, la
estabilidad y la conservación de algunas situación de aquellos que aún conser-
regulaciones y conquistas laborales de van algunas garantías laborales estaría
un importante núcleo de trabajadores; amenazada y la misma sociedad vería
en otras palabras, la vulnerabilidad en debilitar sus apoyos cívicos y solidarios
la actualidad es definida y vivida sobre (Alonso, 2000: 232).
un fondo de garantías construidas por Los procesos de flexibilización, des-
cerca de un siglo y medio, a raíz de las laboralización y precariedad que se pre-
luchas del movimiento obrero, durante sentan hoy como tendencias fuertes en
los cuales éste fue uno de los principa- el mundo del trabajo, se correlacionan
les motores de la construcción de la ciu- con problemas de cohesión social, des-
dadanía. Es entonces una vulnerabilidad igualdad y movilización en torno a par-
que produce una incertidumbre frente ticularismos. Por lo tanto se fortalecen
al futuro muy distinta a la que durante las tendencias de desmovilización y apa-
siglos acompaño a los que en aquellos tía social entre los más vulnerables del
tiempos se denominaban como “el pue- tejido productivo mientras que los que
blo” (Castel, 1997: 14). se encuentran integrados por un em-
El fondo de regulaciones y protec- pleo estable, se enfrentan al terror del
ciones que como experiencia biográfica mercado como dispositivo de discipli-
o referencia histórica acompañan a los namiento en el trabajo, que se traduce
trabajadores que han sido arrojados al como crecientes franjas de producción
vórtice de la alta rotación de los pues- y territorio, en los que el conflicto la-
tos de trabajo, la deslaboralización, la boral y social asume formas desinstitu-
precariedad laboral y hasta la exclusión cionalizadas caracterizados por algunos
social que significa el desempleo por como el resurgir del conflicto anómico
largo tiempo, posibilita reivindicar los (Alonso, 2000: 223).
REVISTA COLOMBIANA DE
96 ESTUDIOS DEL TRABAJO
De entre los vacíos dejados por el dadano y trabajador se rompe ante las
debilitamiento del movimiento obrero y diversas formas de empleo, desempleo,
que no han sido ocupados por otros mo- contratación y subcontratación que pro-
vimientos sociales ni asociaciones ciu- duce un mercado de trabajo cada vez
dadanas, surgen identidades colectivas más heterogéneo. En consecuencia es
apresadas en los miedos e incertidum- necesario levantar discursos de ciuda-
bres actuales, de las que surgen a su danía como respuesta solidaria a los
vez los denominados antimovimientos movimientos regresivos y autoritarios,
sociales expresados en los nacionalis- y además como propuesta de relanza-
mos agresivos, los fascismos de dife- miento de los derechos sociales y labo-
rentes expresiones (xenofobia, bandas rales.
de limpieza social, obsesión por la se- Frente a la amplia diferenciación y
guridad, etc.) y las diferentes formas de diversificación de sujetos y formas de
guerras comunitarias. “Antimovimientos vida que concurren en las sociedades
sin más proyecto de identidad que ne- contemporáneas, es necesario pensar
gar la identidad de los otros, sin poder en un tipo de solidaridad que trascienda
salir de la aporía del nosotros (lo segu- las políticas sectoriales y las situaciones
ro, lo puro, lo respetable) frente a los locales, que reconozca la sociodiversi-
otros (lo peligroso, lo contaminado, lo dad, y ayude a gestionar un estado de
denigrable)” (Alonso, 2000: 224). bienestar más descentralizado en el que
De otro lado, los movimientos que se dé la posibilidad de encontrar víncu-
se resisten al neoliberalismo, se han los sociales cada vez más espontáneos
enfocado contra las privatizaciones y el pero con garantías, que combinen la
desmantelamiento de las regulaciones distribución económica con desarrollo
y protecciones sociales y laborales, ha- local y regional.
ciendo a un lado propuestas alternati- Desde el movimiento sindical las
vas de organización económica, social y pautas de comportamiento mayorita-
de convivencia. En otras palabras antes rio siguen teniendo como referente los
que propugnar por un proyecto de fu- acuerdos fordistas o corporativos, se-
turo, sólo se propone la defensa de un gún el caso, aunque en la realidad se
modelo del pasado. han reconfigurado —tema que no es del
Esta situación se produce en mo- caso tratar aquí—. De esta forma las
mentos en que la identidad entre ciu- reformas propuestas a los Estados si-
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 97
dema, Mauá, Ribeirão Pires e Rio Grande do la formación profesional de sus em-
da Serra), el gobierno del Estado de São pleados, y de paso se ha encaminado
Paulo, el conjunto de los parlamentarios una política que busca la integración de
de la región en el nivel municipal, esta- los trabajadores a la ciudad, abarcando
dual y federal, el Foro de la Ciudadanía dimensiones extralaborales tales como
del Gran ABC, gremios empresariales, la vivienda y el acceso a los servicios
organizaciones de los trabajadores (no públicos domiciliarios y el equipamiento
sólo sindicatos) y entidades civiles or- urbano (De Castillo, 2003: 195-214).
ganizadas. Su misión en un principio era Se pueden mencionar también las
enfrentar la crisis económica y social propuestas como las de la garantía di-
producto de la reestructuración produc- námica del empleo y las comunidades
tiva, agenciada por fuerzas externas, y de bienestar. Estas buscan que los tra-
expresada en altas tasas de desempleo bajadores despedidos por los ajustes
y una crisis de identidad económica de de las empresas al mercado, tengan
la región, ha derivado hacia la negocia- garantizada la recalificación y la reubi-
ción con las ETN de su responsabilidad cación laboral, constituyéndose así un
social, laboral y medio ambiental con la amplio pacto social que involucra tanto
región (Leite, 2000: 92). a los trabajadores como a los empre-
También en Brasil, en Recife las ad- sarios, las universidades, los gobiernos
ministraciones municipales en cabeza locales y otros actores sociales. Para las
del Partido de los Trabajadores desde la comunidades de bienestar, se propone
década de los noventa hasta el presente, una alternativa reflexiva a las distancias
han construido espacios que en el terri- y burocratismos de los antiguos esque-
torio buscan vincular trabajo, ciudadanía mas de Estado de bienestar, para que se
e integración socio-espacial con institu- exprese un cara-a-cara en la construc-
ciones como las Unidades Productivas ción de las políticas públicas que lleve a
Comunitarias y los Centros Públicos de la participación de los ciudadanos en la
Promoción del Trabajo y la Renta. En el definición del mismo concepto de bien-
fomento del turismo, por ejemplo, se ha estar, que encierra matices particulares
buscado regular la alta rotación en el tanto un lugar como en otro.
trabajo y los bajos salarios en los hote- Para el ángulo de análisis de la frag-
les, como política orientada a mejorar mentación de la producción y su exten-
el servicio, a la vez que se ha impulsa- sión en el territorio se vienen levantando
REVISTA COLOMBIANA DE
100 ESTUDIOS DEL TRABAJO
una serie de experiencias, que de ma- reivindicativo barrial, entre otras), asu-
nera tentativa hemos denominado como miendo la organización y potenciación
sindicalismo territorial. Algunas de ellas de las demandas de ambos (entrevista
como el sindicalismo territorial en Chi- a Pablo Masciangelo; Rauber, 2003; Iñi-
le que agremia no sólo a trabajadores, go & Cotarelo, 2000).
sino también a amas de casa, desem- Las experiencias mencionadas pue-
pleados, jóvenes tiene reivindicaciones den ser leídas como demarcaciones de
salariales y hace demandas sobre al ca- vivencias de unos derroteros conforma-
lidad de vida y el medio ambiente en dos entre determinados parámetros de
un territorio específico (Guattari, 1994: tiempo y espacio, que, desde el presente
54); otras hacen alianzas entre movi- pueden o no abrirse a otras trayectorias
miento sindical y ambiental como ocu- (Zemelman, 1995: 24). En estos casos
rre en distintas regiones de los Estados la articulación que hacen los sindicatos
Unidos (O’Connor, 1999); el control so- entre producción y sociedad, se realiza
bre el pago de impuesto por parte de las a través del territorio, y sus demandas
empresas al fisco municipal, realizado abarcan además del salario, la calidad
por los sindicatos en Porto Alegre Brasil de vida y el medio ambiente.
en el marco de los procesos de presu- Avanzando en el estudio de estas
puesto participativo (Genro, 2000: 44); experiencias hemos identificado cinco
la afiliación directa de los trabajadores dimensiones de la acción de los sindica-
a la Central de Trabajadores de Argenti- tos desde lo local: la globalización de la
na y la instalación de las sedes de ésta acción sindical local; el involucramiento
en los barrios, abriéndose no sólo a los en procesos de concertación desde las
trabajadores, desempleados y pensio- localidades de las inversiones extranje-
nados, sino también a los pobladores y ras; la generación de propuestas alter-
sus múltiples formas organizativas (co- nativas de poder local; la articulación
operadoras escolares, de costura, coo- con movimientos medioambientalistas;
perativas para hacer pan, guarderías, y la vinculación dentro de su programa
comedores escolares, centros de salud y accionar de la organización y defen-
comunitarias, asociaciones de mujeres sa de los derechos de los trabajadores
contra la violencia, grupos comunita- terciarizados, precarios y deslaboraliza-
rios de asistencia, comunidades eclesia- dos. E incluso para el caso colombiano
les de base, organizaciones de carácter hemos identificado en algunos casos
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 101
bajadores por un mayor control de los les de los años cincuenta. En otras pala-
procesos productivos y con ello de sus bras ha perdido fuerza de centralización
propias vidas. el trabajo industrial taylorista y fordista,
La forma de organización tiene que y se ha aumentado la heterogeneidad
ver consecuentemente con la constitu- ocupacional de los trabajadores.
ción de redes, en parte yuxtapuestas Sin embargo, la amplia heterogenei-
a las empresas red. Es una búsqueda dad de las posiciones ocupacionales de
de las bases de agrupación local fun- los trabajadores no autoriza para pos-
cionando a nivel global; engendrando tular la fragmentación absoluta como
mecanismos de conexión e interrelación lo hacen algunos posmodernos, al igual
(Ronda, 2002: 25). que no se podría anteponer una ima-
La posibilidad de concebir una for- gen de un agente unificado y homogé-
ma de organización en red parte de en- neo, que por lo demás nunca ha existi-
tender que las grandes corporaciones do (Hyman, 1996: 16). Pero a partir de
no han desaparecido en los tiempos los estratos fosilizados de las culturas
de creciente flexibilidad externa y que populares se pueden formar solidari-
las pequeñas y medianas empresas se dades e identidades entre sujetos que
han convertido en subcontratistas de se constituyen en el mundo del traba-
aquellas con condiciones de trabajo di- jo en la lucha por la consecución y de-
ferentes a las de las grandes. Mientras fensa de estándares mínimos laborales
que en éstas últimas la introducción de y otros derechos, e incluso entre estos
formas de organización del trabajo con- y sujetos que se constituyen frente a
templan el involucramiento negociado o la reivindicaciones medio ambientales,
no de los trabajadores en el proceso la- de discriminación racial, asimetrías de
boral, en las pequeñas y medianas em- género, mejoramiento de la calidad de
presas, en casos como el colombiano, vida, etc.
priman las relaciones laborales de tipo De otro lado los movimientos socia-
autocráticas (López, 1999: 215-216). les contemporáneos cuestionan la fata-
Además en los países de América Latina lidad del individualismo, que para Clauss
se extienden con vigor los trabajos pre- Offe se basa en la fragmentación de los
carios y no estructurados, así como el mundos de la vida de los trabajadores
autoempleo, que en Colombia ya tiene y la pérdida de importancia del mundo
una historia que se remonta desde fina- del trabajo en la conformación de sub-
REVISTA COLOMBIANA DE
104 ESTUDIOS DEL TRABAJO
Offe, Clauss, (1992), La sociedad del trabajo. Subjetividad: umbrales del pensamiento so-
Problemas estructurales y perspectivas de cial, Barcelona, Anthropos, pp. 21-35.
futuro, Madrid, Alianza, 431 p. Zibechi, Raúl, (2003), “Los movimientos sociales
Rauber, Isabel, (2003), La Argentina de los pi- latinoamericanos: tendencias y desafíos”,
quetes. Cerrar el paso abriendo caminos, Observatorio Social de America Latina, N° 9,
Bogotá, Ediciones Desde Abajo, 52 p. Buenos Aires, CLACSO, enero, pp. 185-188.
Ronda, Col-lectiu, (2002), “El futuro del movi- Entrevista
miento obrero”, en: Betiko Fundazioa, Anua- Pablo Masciangelo: Dirigente de Central de Tra-
rio de movimientos sociales. El futuro de la bajadores de Argentina (CTA) en la provincia
Red,. Barcelona: Icaria editorial, pp. 15-25. de Buenos Aires (Porto Alegre el 24 de enero
Zemelman, Hugo, (1997), “Sujetos y subjetivi- de 2003).
dad en la construcción metodológica”, en:
Emma León y Hugo Zemelman, (coord.),
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 111
RESEÑA
A nuestro juicio el prologo que reali- Dos son las razones que nos llevan a
zase para la publicación de este texto el sostener esta idea; la primera de ellas
profesor Mauricio Archila se queda corto tiene que ver con nuestra considera-
ante los valiosos e importantes aportes ción de este trabajo no como “uno más”
que realiza a través de este trabajo el sobre la caficultura colombiana como
profesor Enzo Ramírez Bacca respecto lo sostiene –no sin cierta ligereza- el
a la configuración socio histórica de la profesor Archila; y la segunda, -y como
cultura laboral cafetera en el siglo XX en sostén de la idea anterior-, es justamen-
Colombia; aportes que por lo demás no te la de considerar la novedad del texto
solo son pertinentes a la historia como respecto a la temática abordada, en la
disciplina -por ser el campo de formación manera en la que el autor logra abor-
profesional del cual el autor proviene-, sino darla valiéndose de la combinación de
que incluso abarca referentes metodo- técnicas tradicionales de investigación
lógicos potencialmente fecundos para de archivo, con técnicas de entrevistas
las ciencias sociales en general, y en es- de tipo conversacional.
pecífico para los estudios en historia y Y es que es justamente la implemen-
cultura de las relaciones sociolaborales tación de la entrevista en el proceso de
en Colombia. investigación escogido por el profesor
Bacca y las implicaciones ético políticas que definió para describir los procesos
que del uso de estas técnicas se des- de formación y transformación de la
prende, lo que permite identificar en el cultura laboral cafetera en el siglo XX
transcurso de la exposición en el texto, en Colombia ; es así como haciendo de
el sello metodológico que esta técnica le la historia local su recurso descriptivo ,
imprime a su investigación y que permi- y estableciendo las razón por la cual ha
te considerar este trabajo del profesor definido referirse al caso de la Hacienda
Baca, como un importante logro del au- cafetera la Aurora, ubicada en el Munici-
tor al diseñar una estrategia novedosa pio del Líbano Tolima, expone su cuerpo
de investigación para abordar el fenó- temático de interés en las implicaciones
meno de la caficultura en Colombia no que habrían de jugar los roles y las re-
solo desmarcándose de los parámetros laciones familiares en la cultura laboral
tradicionales de la disciplina histórica cafetera de la región, incluyendo los ro-
en Colombia y de su legado positivista, les característicos constituidos por las
sino además, atreviéndose a operar de relaciones de género; el tipo de cultura
manera creativa, con una articulación e identidad laboral que constituyeron el
de técnicas de indagación lo suficiente- despliegue de esta actividad agrícola;
mente sugerentes, como para suscitar las estructuras de socialización y de dis-
interesantes discusiones en el campo ciplinamiento en y para el trabajo , y las
de las ciencias sociales en Colombia, y a implicaciones mutuas entre las relacio-
su interior, entre las distingas iniciativas nes socioculturales y socioproductivas
de indagación acerca del cultivo del café en la actividad caficultora dadas en la
en Colombia y de las múltiples disposi- localidad como entorno de la hacienda
ciones y configuraciones socioculturales la Aurora .
que han entramado históricamente esta El estudio histórico desde los inicios
actividad en el país. de la actividad cafetera en el Tolima, y
Llama la atención el que el autor an- específicamente en la hacienda la Au-
tes de iniciar la exposición de su investi- rora, le permite describir a los empre-
gación incluya en una breve introducción sarios y a los comerciantes como los
no solo los objetivos de su investigación, pioneros de esta actividad en la región
sino que además de ello manifieste de a través de los intentos por constituir
manera clara y evidente el conjunto de las primeras fincas experimentales de
categorías y de referentes de análisis cultivo de café, lo que los constituye no
REVISTA COLOMBIANA DE
ESTUDIOS DEL TRABAJO 113
solo en pioneros de este tipo de fincas del estudio de las relaciones sociolabo-
experimentales para el cultivo, sino que rales características de la finca cafetera
además lo son en cuanto configuran una tradicional, así como de las relaciones
incipiente cultura laboral cafetera (que sociolaborales características de la fuer-
no existía antes en la región), logrando za laboral doméstica, para identificar en
la adaptación de las técnicas de culti- las implicaciones entre la hacienda y las
vo y producción del café, a la cultura familias campesinas, los fundamentos
rural reinante en la región; adaptación de la identidad laboral y cultural de los
que en el transcurrir del tiempo y con trabajadores y los empresarios en esta
el despliegue de esta actividad agrícola, región a lo largo del periodo de estudio
constituiría una nueva forma de capaci- de esta actividad agrícola (desde prin-
dad cultural y laboral más especializa- cipios del siglo XIX hasta la década de
da, y que sería transmitida por meca- los noventa en el siglo XX, pasando por
nismos de socialización inmersos en el el periodo de auge cafetero de los años
sistema hacendatario, implicando tanto 70).
a núcleos sociales (como por ejemplo En el transcurso de su exposición el
las familias campesinas) como a otras autor da cuenta de la familia campesi-
instituciones, que posteriormente se na caficultora en periodos previos e in-
convertirían en reproductores de la he- mediatamente posteriores a la bonanza
rencia cultural laboral y agrícola en el cafetera, como escenario de socializa-
área de incidencia de la hacienda. ción, de diferenciación de roles y de
^PDos son los objetivos trazados por disposición sociocultural (los roles fami-
el autor en la investigación, los cuales liares por ejemplo) y socio productiva (
hace manifiestos en el texto: el primero el aprendizaje de la actividad agrícola),
de ellos, el de estudiar lo que considera que implicaba las relaciones sociopro-
como la evolución de la cultura laboral ductivas que demandara y requería la
de hombres y mujeres del sector cafe- hacienda para el despliegue de su acti-
tero en el siglo XX, interpretando los vidad productiva con el cultivo del café.
orígenes y las transformaciones de los Ambos escenarios, el de la hacienda y
hábitos laborales constituidos alrededor el de la familias compartían a su vez un
de la hacienda la Aurora como una de tipo de relaciones socioculturales comu-
las más emblemáticas y de mayor pro- nes a ambos, y constituidas por régi-
ducción en la región; para esto se vale men patriarcal tradicional religioso, las
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