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CAPÍTULO IV
EQUIPOS DE COMBUSTIÓN
INSTALACIONES DE GAS
40.1. Introducción
40.2. Combustibles
Este gas también llamado “supergas” (por su elevado poder calorífico), gas
licuado, gas de petróleo, gas de destilería; es el gas combustible proveniente de la
destilación del petróleo.
En los procesos de refinación que sufre el petróleo en la primera etapa se
eliminan los gases que lleva disuelto: metano (CH4), propano (C3H8) y butano
(C4H10). En una segunda operación llamada "cracking", el primer residuo de la
primera destilación se transforma en productos más volátiles, produciéndose una
buena cantidad de gases. De estos productos, el propano y el butano se licúan con
sólo aumentar suficientemente la presión (no así el metano, principal componente
del gas natural, que es difícilmente licuable) y al final obtenemos dos productos que
son los que se comercializan en el país:
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 4 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006
Sus densidades son superiores a la del aire, razón por la cual no se los utiliza
en los automotores pues ante posibles pérdidas tiende a acumularse, con el
consiguiente riesgo de que se produzcan chispas accidentalmente.
El uso del gas natural en nuestro país, al igual que en otros países, se inició
con reducidos aprovechamientos ubicados en las zonas productoras. Actualmente
se proyectan compitiendo con el mismo petróleo.
Su industrialización comienza en 1856 con el "gas manufacturado" y se
habilita la primera usina productora en Retiro, provincia de Buenos Aires.
La producción de gas natural comienza en la zona de Comodoro Rivadavia
(Chubut) en la segunda década del siglo XX y se extendió posteriormente a
Neuquén y Mendoza.
Se usaba limitadamente de modo industrial y doméstico en las zonas
productoras, iniciándose su uso masivo a través de la construcción del primer
gasoducto Comodoro Rivadavia - Buenos Aires, con una longitud de 1605 km y 25,4
cm (10 pulgadas) de diámetro nominal, a partir de 1949.
En 1960 se habilita el Gasoducto Campo Durán - Buenos Aires. Hacia 1988,
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las reservas argentinas comprobadas son aproximadamente de 671.000 x 10 m ,
con expectativas de triplicar dicho valor con las reservas en estudio. Posteriormente,
se construyen los gasoductos Centro Oeste, Neuba I (Neuquén - Bahía Blanca) y
Neuba II.
Muchos kilómetros de conductos en forma de gasoductos troncales, ramales,
redes de captación se han habilitado con posterioridad al gasoducto de Comodoro
Rivadavia, confiriendo al país experiencia suficiente en las etapas de captación,
procesamiento y transporte del gas natural.
En 1990, las reservas mundiales de gas natural ascendían a 103.500 x 109
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m , equivalentes aproximadamente a 93 x 10 toneladas de petróleo, y las reservas
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de petróleo eran de 96 x 10 toneladas. Las reservas gasíferas representaban
entonces el 97 % de las reservas petrolíferas y tendían a igualarlas e incluso a
superarlas.
Por la misma fecha, las reservas comprobadas de gas natural en nuestro país
equivalían aproximadamente a 671 x 109 m3, ocupando así el vigésimo primer
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puesto entre los países productores, con una participación mundial del 0,7 %, siendo
las principales reservas: la ex Unión Soviética, Irán y Estados Unidos.
en cámaras reductoras a 0,15 MPa (1,5 kg/cm2), que es la presión a la que el gas
esta sometido en las redes de distribución urbana. Antiguamente las redes se
construían en acero, pero a partir de los años 90 toda obra nueva se realiza en
polietileno de alta densidad.
Luego, esta presión es reducida a 0,002 MPa (0,020 kg/cm2 = 200 mm de
c.a.) por medio de reguladores de presión que se encuentran en gabinetes ubicados
en el frente de cada propiedad. Esta es la presión con que se alimentan los
artefactos en el interior de las viviendas.
Toda la actividad está regulada por un organismo público nacional creado por
ley: el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS). Básicamente regula la
prestación de los servicios, posee el poder de policía y asume la protección del
usuario.
Respecto al cumplimiento del poder de policía, ENARGAS ha mantenido las
normas de seguridad de la empresa estatal Gas del Estado, que deben aplicarse en
todo el territorio nacional respecto al tipo de instalaciones domiciliarias e industriales
y se especifican en el “Reglamento de Disposiciones y Normas Mínimas para la
Ejecución de Instalaciones Domiciliarias de Gas”. Este reglamento debería
actualizarse y ordenarse ya que es un material fundamental para el trabajo
profesional.
Por otra parte, ha encomendado a las Distribuidoras el control del
cumplimiento y observación de dicho reglamento, como también el trámite de
otorgamiento de la matrícula a los instaladores que actúen en esa jurisdicción. El
servicio de gas licuado, si es distribuido vaporizado por redes de distribución, queda
abarcado por el mismo marco regulatorio del gas natural.
Para el caso del servicio de gas licuado distribuido envasado en cilindros o
microcilindros, el régimen se encuentra enmarcado, controlado y regulado por la
Subsecretaría de Combustibles, dependiente de la Secretaría de Energía de la
Nación. Corresponde a ella la fiscalización y control de las instalaciones internas;
tareas que junto a la de aprobación de planos, otorgamiento de matrículas de
instalador, etc. son ejercidas por empresas privadas, especialmente habilitadas y
contratadas por dicha Subsecretaría.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 9 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006
El aire es una mezcla de gases que en peso contiene alrededor del 21% de
oxígeno y el 79% de nitrógeno. Mediante un análisis cuantitativo puede
determinarse cantidades de componentes del combustible. Al suministrarse la
cantidad justa de aire, o sea el oxígeno necesario y suficiente para que el
combustible se queme total y perfectamente, se dice que ocurrió una combustión
neutra o perfecta.
Este es un proceso ideal o teórico, que no ocurre en la práctica, sin embargo
su consideración (que se realiza aplicando las leyes de la Estequiometría: medida
de elementos) es fundamental para definir las características de las combustiones
reales.
Se comprende que cuanto más alejados estemos de la combustión neutra
menor es el aprovechamiento del combustible.
Definimos:
• Poder Comburívoro: Es la cantidad de aire necesaria y suficiente para
obtener la combustión neutra de una unidad de combustible.
Aproximadamente es del orden de un metro cúbico de aire por cada mil
kilocalorías de poder calorífico. Por ejemplo el gas natural tiene 9.300 kcal/m3
de poder calorífico, o sea que para quemar un metro cúbico de gas hace falta
3
9,3 m de aire.
• Poder Fumígeno: Es la cantidad de humo desprendido durante la
combustión neutra de una unidad de determinado combustible.
son perfectas, porque se trabaja con aire y los diseños de los quemadores
generalmente no permiten las combinaciones exactas.
La combustión da lugar a la generación de distintos productos. Gases que
interesa investigar pues de su análisis surgirán las medidas a adoptar para su
evacuación y el correcto diseño para tal fin.
Como ya vimos en el combustible participan: hidrocarburos, hidrógeno,
monóxido de carbono y otros componentes en menor proporción. El hidrógeno es un
gas liviano que forma agua combinado con el oxígeno; el hidrógeno no es un gas
venenoso, pero no es apto para la respiración. El monóxido de carbono (CO),
incoloro, inodoro e insípido, es muy venenoso; sustrae el oxígeno de la
oxihemoglobina de la sangre y se combina con la hemoglobina, haciéndola no apta
para absorber el oxígeno para la respiración. Una concentración de 0,1% de CO en
los gases de un ambiente puede provocar la muerte; sólo las concentraciones
inferiores a 0,04% no representan peligro.
Esto indica dos puntos importantes de estudio: la forma de eliminar esos
gases producidos por la combustión y la entrada de suficiente aire para la
combustión.
El chorro de gas, desde la salida del inyector, penetra en un tubo que tiene la
forma de un “Tubo Venturi”, con un tronco de cono convergente, luego una parte
central cilíndrica o garganta y finalmente otro tronco de cono divergente y de mayor
longitud que el primero, que se llama “tubo de mezcla”.
La base del cono convergente está abierta y bien centrada respecto del orificio
del inyector. Los cambios de sección del tubo Venturi provocan variaciones de
presión y de velocidad de la corriente del fluido. Así se obtiene la inducción del aire
primario, que es arrastrado por la corriente de gas, circulando con éste y
mezclándose, luego, en el cono divergente y “caño colector” que lo prolonga hasta la
cabeza del quemador, donde se encuentran los orificios de salida y aparece el "aire
secundario" que es el que rodea a la llama.
Placa
Pantalla Radiante
Reflectora
Malla
Metálica
Venturi y
Mezclador
Cámara
de Mezcla
Aire Primario
Gas
Quemador de rayos infrarrojo o Pantalla Infrarroja
La cabeza del quemador puede tener forma de aro o de tubo o puede estar
construida por un disco de material refractario y poroso o por una grilla metálica de
cromo y níquel especial para la irradiación del calor con poca luz visible, tal como
ocurre con los denominados “quemadores infrarrojos”. Este tipo de quemador es el
conocido como pantalla, que llevan una malla difusora aumentando la difusión de
rayos infrarrojos, reduciendo algo las emanaciones de la combustión.
La entrada de aire primario puede regularse operando sobre registros
dispuestos en los orificios para la entrada del mismo. Esta regulación tiene gran
importancia porque los defectos que pueden señalarse en el funcionamiento de un
quemador provienen de una dosificación inadecuada de los componentes de la
mezcla gas-aire. Los inconvenientes son:
• El levantamiento de la llama: se aleja de la cabeza del quemador y pierde
estabilidad, con tendencia a extinguirse. Puede obedecer a una excesiva velocidad
de salida del gas y a una insuficiente proporción de aire primario, de modo que es
posible corregir el defecto permitiendo una mayor entrada del mismo o cambiar el
pico del inyector por otro con orificio más pequeño.
• El retroceso de la llama hacia el orificio del inyector: está provocado por un
exceso de aire primario, que se corrige cerrando un poco la entrada de aire por los
orificios.
• La llama amarilla: denuncia combustión incompleta por insuficiencia de
oxígeno; va acompañado por depósitos carbonosos (hollín), también en este caso
se debe abrir un tanto las entradas de aire primario y eventualmente reducir el
orificio del inyector.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 16 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006
La llegada del gas a los quemadores se realiza a través de una llave de paso
de operación manual o automática y el encendido se logra aproximando la llama de
un fósforo o mediante una chispa de un encendedor eléctrico.
En otros casos, junto al quemador principal está dispuesto un pequeño pico
de gas que se denomina piloto y permite mantener una breve llama vigía para
asegurar el encendido del quemador principal. El dispositivo comprende una llave de
paso general, una derivación de pequeño diámetro hacia el piloto y luego dos llaves
en paralelo: una sobre este tubo y otra sobre la alimentación del quemador principal.
Las llaves de paso en paralelo tienen un dispositivo de enclavamiento que no
permite abrir el conducto hacia el quemador principal, mientras no se haya abierto el
paso hacia el piloto y encendido el piloto.
Puede observarse que esta disposición permite un funcionamiento automático
del quemador principal. El funcionamiento automático de un quemador tiene un
doble objetivo:
• Regula el paso de gas.
• Proporciona un funcionamiento seguro del quemador para las personas y los
artefactos.
Interesa en primer lugar que el sistema de automatismo brinde absoluta
seguridad y para esto es indispensable que se cierre el paso del gas hacia el
quemador cuando la llama del quemador o del piloto se haya extinguido por
accidente.
En consecuencia, los dispositivos de automatismo comprenden, en primer
término, un sistema de detección de la llama; luego, un órgano para el cierre o
apertura del paso del gas y, finalmente, un sistema de vinculación entre aquel
dispositivo que imparte una orden y éste que la ejecuta. Esta vinculación puede ser
directa o indirecta y en el último caso comprende el auxilio de una energía exterior al
sistema puesta en juego por el fenómeno de la combustión, que puede ser energía
eléctrica, hidráulica o neumática.
Los sistemas para la detección de la llama se fundan en varios principios,
dando lugar al empleo de otros elementos de distintas características:
42.3.1. Termostatos
42.3.2. Termocuplas
A lo largo del siglo XX, los aparatos de gas se han perfeccionado, habiéndose
producido avances, sobre todo en el desarrollo de distintos quemadores.
Merece destacarse un concepto aplicado a los artefactos de calefacción que
es la combustión catalítica.
Un catalizador es un cuerpo que afecta la velocidad de la reacción y todavía
se mantiene inalterable cuando la reacción ha terminado. Por ejemplo, el oxígeno y
el hidrógeno no reaccionan a temperatura ambiente, pero en presencia de un
catalizador (de metal noble, por ejemplo el platino) reaccionan a velocidad creciente.
El catalizador reduce la energía de activación requerida para empezar la
reacción química de la combustión, la que tiene lugar a una menor temperatura y a
mayor velocidad con las consecuentes ventajas. De este modo, el catalizador
favorece el paso desde el estado energético inicial a la etapa final, sin alterar la
energía liberada por la reacción.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 20 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006
43.1. Introducción
Los artefactos para la utilización del gas combustible son de varias clases y,
dentro de cada una de ellas, la industria ofrece numerosas variantes y una extensa
gama de capacidades.
Una primera clasificación distingue tres clases de artefactos, basándose
simplemente en el ramo de actividades de los usuarios, o sea en el tipo de
operaciones que se realizan en los locales donde se instalan tales artefactos:
• Artefactos de uso doméstico
• Artefactos comerciales
• Artefactos industriales
Desde el punto de vista de la relación entre el aire del local donde están
instalados los artefactos y la cámara de combustión donde se encuentran los
respectivos quemadores, podría hacerse una clasificación que responde a un criterio
técnico razonable y, sobre todo, higiénico y de seguridad para las personas.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 21 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006
• Artefactos con circuito de aire totalmente relacionados con el aire del local
(Hogar abierto)
• Artefactos con circuito de aire en cierta relación con el local (Hogar
semiherméticos)
• Artefactos con circuito de aire totalmente independiente del local (Hogar
hermético)
En las instalaciones domiciliarias, que es motivo de este punto, podemos
clasificarlos más específicamente en: artefactos de hogar abierto, semihermético y
hermético.
Son aquellos que toman el aire necesario para la combustión del ambiente y
descargan los gases y el calor directamente al mismo. Son ejemplo de este tipo de
artefacto: cocinas y estufas sin tiraje.
Dependen totalmente del aire del ambiente (por ejemplo, cocinas
domésticas), toman lo necesario y desprenden dentro del mismo todos los productos
de la combustión (anhídrido carbónico, agua, etc.) que puede contener. Se libera,
entre otros gases peligrosos, el monóxido de carbono. El funcionamiento prolongado
y la falta de las ventilaciones reglamentarias, que vimos con anterioridad,
significarían para los ocupantes la muerte por anoxia (déficit de oxígeno en el aire).
Además, el ambiente se satura de humedad y por ello deberá considerarse
los límites del porcentaje de humedad, que son admisibles en un ambiente.
Son los que toman el aire necesario para la combustión del ambiente del local
donde se encuentran; descargan los gases al exterior y el calor directamente al
ambiente (convectores) o indirectamente calentando el agua (termotanques o
calentadores instantáneos).
Aunque el oxígeno necesario proviene del local, los productos de la
combustión son evacuados al exterior. Esta es una situación intermedia entre los
otros tipos de artefactos. Se produce, entonces, una circulación de aire: local al
hogar y finalmente a la chimenea. Esto implica que se deberá proveer un ingreso de
aire al local por orificios de ventilación con las dimensiones de norma e indicadas
anteriormente.
44.1. Introducción
Se entiende por instalaciones domiciliarias de gas al conjunto de tuberías,
aparatos, accesorios y artefactos colocados en forma permanente en un edificio,
con el fin de permitir la utilización normal de este combustible, es decir, en
condiciones de eficiencia y seguridad para las personas y las cosas.
Forman parte de las instalaciones, los locales técnicos para el alojamiento de
los equipos y ciertos espacios técnicos que deben preverse en la obra con vistas a
los requerimientos de canalizaciones y conductos de circulación de gases.
2
Por cada cilindro se requiere un mínimo de cielo abierto de 3 m y se toman
distancias mínimas a aberturas del edificio y a fuegos abiertos de conformidad al
número total de cilindros (uso y reserva). Esos valores están tabulados en la norma.
2
Si se instala en terraza, se requiere un mínimo de 2 m de cielo abierto por cilindro.
Como mencionamos, toda batería de cilindros debe dividirse en dos grupos
(uso y reserva). Entre cada grupo se dejará un espacio mínimo de 0,60 m para
permitir llegar al regulador y para poder efectuar la renovación de los cilindros.
44.3.2.2. Medidores
2
= 0,02 kg/cm ), que es la presión de trabajo de los artefactos de uso domésticos.
Esta presión de trabajo está enmarcada en la denominación de baja presión.
Estos reguladores admiten presiones de entrada variables - dentro de ciertos
límites - dando como resultado una presión de salida constante o regulada. La
regulación se cumple a partir de la presencia de un diafragma que acciona sobre
una válvula de aguja y efectúa la regulación.
Los diafragmas son generalmente de gomas sintéticas (neopreno o similares)
con alma de nylon. Este diafragma es de mayor resistencia a la acción de los
hidrocarburos.
El regulador se especifica por el caudal de gas que debe suministrar y las
presiones antes y después.
Una instalación de cierta importancia, con un caudal de gas apreciable, puede
requerir el montaje de más de un regulador; en este caso se conectan en paralelo y
se instalan en un pequeño espacio técnico con tapa y llave cuadro o cuadrada,
dispuesto en la fachada.
45.5. Medidores
Los consumos de una vivienda son controlados y aforados por medidores,
que miden caudales. Pueden ser medidores volumétricos y en otros pueden ser del
tipo Venturi.
Según el caudal que puedan medir se los puede clasificar en:
Después del medidor encontramos la cañería interna, que según vimos opera
en 2 kPa (200 mm de c.a = 0,02 kg/cm2). La misma alimenta los artefactos
instalados en el edificio que deberán ser aprobados y se especifican
convenientemente.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 29 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006
45.6.1. Pruebas
En las instalaciones de gas es de especial importancia las pruebas que deben
realizarse, a fin de garantizar su correcto funcionamiento y su estanquidad, ya que
las fugas pueden causar efectos nocivos para la salud de las personas – tan nocivos
que, en algunos casos, han provocado la muerte de los ocupantes de una vivienda –
o generar explosiones, ya que la acumulación de gas en determinadas proporciones
con el aire puede dar lugar a mezclas explosivas.
Otro aspecto a considerar es que, durante el almacenamiento o la ejecución
de los trabajos en obra, puede suceder que penetren dentro de las cañerías
elementos que luego las obstruyan u, otras veces, se colocan en los extremos de
ellas trapos o papeles con la finalidad, precisamente, de evitar esas obstrucciones y
luego se olvida de retirarlos.
La normativa vigente habla sintéticamente de la hermeticidad y obstrucciones
(o mejor deberíamos denominarla desobstrucción de la cañería) sin indicar el
momento ni la forma de realizar estas verificaciones. A continuación se desarrolla el
procedimiento a seguir.
Una vez ejecutada la cañería y antes de cubrirla, se debe proceder de la
siguiente manera:
2
La cañería debe probarse con aire a presión de 0,2 Kg/cm , utilizándose una
bomba neumática de mano (inflador) o un compresor, si la instalación es de gran
tamaño, y un manómetro.
Se retiran todos los tapones, se cierran todas las llaves de paso terminales y
se abren las intermedias, si las hubiera. Para asegurarse de que se ha cumplido con
tal requisito es necesario recorrer toda la instalación. La limpieza se practica
fácilmente teniendo la línea llena de aire a la presión de prueba, abriendo una tras
otra las llaves y cerrándolas enseguida. De esta forma, cualquier impureza existente
dentro de la cañería será arrastrada por el aire. Al abrir cada grifo debe percibirse la
salida del aire con una intensidad proporcional a la presión que aún mantiene la
línea. Las pruebas de no obstrucción se harán soplando desde distintos puntos de la
instalación y verificando si el aire recorre toda la instalación y sus ramales.
Luego se procede a realizar la prueba de hermeticidad:
1. El manómetro debe ser de gran sensibilidad y su diseño debe permitir que las
pequeñas variaciones de presión aseguren un recorrido suficientemente
amplio de la aguja sobre el cuadrante, para que puedan ser apreciadas sin
esfuerzo por el operador. Un manómetro adecuado será uno de 100 mm
diámetro del cuadrante, con aguja céntrica, con vidrio irrompible, hermético al
agua y al polvo, y para una presión máxima de 1 Kg/cm2, para los ensayos de
baja presión, y de 5 Kg/cm2, para media presión.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 30 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006
2
La presión de prueba para gas a baja presión será de 0,2 Kg/cm .
En las prolongaciones para gas a media presión, la prueba se efectuará a 4
2
Kg/cm .
2. Se debe verificar que, durante un tiempo mínimo de 15 minutos, la cañería no
presenta pérdidas, lo que se verifica si la aguja del manómetro no tiene
variaciones de la posición inicial.
3. Con la ejecución de los pasos anteriores hemos verificado que la cañería es
hermética hasta la llave de paso y que ésta cumple su función de cerrar
completamente el paso del gas.
4. Falta ahora probar el tramo de cañería que va desde la llave de paso hasta el
lugar donde se conectará el artefacto. Se procede a abrir todas las llaves de
paso y colocar los tapones en los lugares en donde se ha previsto conectar
algún artefacto y se repiten los pasos indicados.
45.7. Ventilación
Se aplican a artefactos que toman el aire del exterior y expulsan los productos
de la combustión al exterior a través de dos conductos distintos que pueden ser
concéntricos o verticales en “U”. Los detalles particulares dependen de cada marca,
pero en todos los casos serán aprobados. La Norma establece las disposiciones
generales a observarse tanto para conductos horizontales como para verticales en
“U” (figuras 7-7 y 7-8).
46.2. Tendido
1/2
malla mínimo = 30cm
1/2
asiento
46.2.2. Embutido
46.2.3. A la vista
Este es uno de los modos menos conflictivo para la instalación, pero deberá
cuidarse al extremo la seguridad. Sobre paredes irán firmemente aseguradas con
grapas, libres de todo movimiento. Sobre techos estarán firmemente aseguradas,
apoyando sobre pilares separados 2 m entre sí, perfectamente engrapadas.
En todos los casos, el tendido lleva gas a los artefactos de consumo y en
cada uno de ellos, como en los futuros a instalar, deberá colocarse una llave de
paso de 1/4 de vuelta certificada y aprobada (con estampilla). Deberá cuidarse tanto
su integridad como su buen funcionamiento.
En la unión de la cañería con los artefactos se utiliza pasta no fraguante o
teflón (mínimo 8 vueltas) para mantener su operatividad.
Las pruebas de hermeticidad como las pruebas con agua jabonosa
proporcionan información sobre la presencia o no de pérdidas.
El trazado, en todos los casos, debe guardar las condiciones de la norma y
además las de fijación de toda la instalación, para evitar posibles pérdidas por
movimientos u otras causas.
La cañería de gas no podrá estar en contacto con ningún conductor o
artefacto eléctrico y, en los cruces con conductores o caños de electricidad, se
deberá interponer entre ellas un material aislante perfectamente asegurado
(amianto, porcelana, cerámica, etc.).
46.4. Dimensionamiento
46.5. Mantenimiento
Una apropiada ejecución de los trabajos por parte del instalador y su
habilitación por parte de ECOGAS, garantiza el correcto funcionamiento y ejecución
de las instalaciones de gas, exigiendo de parte de los usuarios un mínimo
mantenimiento.
Corresponderá tener de parte de los usuarios, a quienes el instalador deberá
brindar un adecuado asesoramiento, una vigilante atención de las instalaciones y
sus correspondientes artefactos, complementada por una eficiente conservación.
Deberá verificarse el perfecto cierre de las llaves de los artefactos y la
posición correcta de estas.
En el caso en que al pretenderse poner en funcionamiento algún artefacto se
percibiese olor a gas, es indispensable previamente proceder a ventilar el ambiente
donde se encuentra el mismo.
Para que los artefactos rindan el máximo de eficiencia, es necesario efectuar,
de manera periódica, un prolijo lavado de los mecheros o quemadores.
Si se observan inconvenientes o desperfectos en la instalación o artefactos,
debe de inmediato cerrarse la llave de paso principal o de bloqueo y dar aviso a
ECOGAS.
Para verificar los escapes nunca debe utilizarse fósforos o encendedores, por
el peligro de la explosión del gas acumulado, se debe emplear una solución de agua
jabonosa que permitirá localizar la pérdida por la formación de burbujas.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 36 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006
Bibliografía
• Li Gambi José A.; Gallo, Juan Daniel. "Cañerías en los Edificios: Instalaciones
de gas". Revista Propiedad Horizontal de la Cámara de la Propiedad Horizontal
de la Provincia de Córdoba Año 9 - N° 46 - Córdoba 2.002.
• Li Gambi José A.; Gallo, Juan Daniel. "Artefactos a gas: Ventilaciones". Revista
Propiedad Horizontal de la Cámara de la Propiedad Horizontal de la Provincia
de Córdoba N° 52 y 53 - Año 2.004; y Nº 54 – Córdoba 2005.