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INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 1 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

CAPÍTULO IV
EQUIPOS DE COMBUSTIÓN
INSTALACIONES DE GAS

40. Combustibles. Recursos y Utilización en la República


Argentina. Producción, transporte y distribución de gas licuado y
natural. Sistema de grandes gasoductos. Redes de Distribución.

40.1. Introducción

En una vivienda la cocina, el calentador de agua (instantáneo o de


acumulación), los calefactores, etc., proveen energía térmica a lo largo de muchas
horas de funcionamiento diario. Este calor, por lo general, proviene de quemar algún
combustible y se obtiene aprovechando los efectos de un fenómeno que se llama
combustión.
Por otra parte, en casi todas las industrias, la combustión desempeña un
importante papel y la energía térmica consumida a lo largo del año es uno de los
mayores insumos de producción.
Los objetivos esenciales para una buena economía, tanto en el seno de la
vida familiar cuanto en la actividad industrial, son:
• Reducir el costo de la energía térmica.
• Utilizar el combustible más conveniente y de la manera más racional.
• Procurar que la combustión se realice de la manera más eficaz, con equipos
de elevado rendimiento.
Para abordar los siguientes puntos recordemos que la unidad de energía,
trabajo o cantidad de calor es el Joule (J), o sea el Newton por metro y que la
equivalencia con otras, fuera del Sistema Métrico Legal Argentino (SI.ME.L.A.), pero
que todavía se utiliza, es:

1 J = 0,0002389 kcal 1 kcal = 4186 J


La magnitud potencia o flujo energético debe expresarse en watt (W) en el
SI.ME.L.A. En instalaciones termomecánicas suele emplearse la kcal / h cuando se
quiere expresar flujo o caudal o gasto de calor:

1 W = 0,860 kcal / h 1 kcal / h = 1,163 W

40.2. Combustibles

Los combustibles son sustancias que pueden arder en determinadas


condiciones. Todas las sustancias combustibles están constituidas principalmente
por los elementos carbono e hidrógeno que al combinarse con el oxígeno del aire,
bajo ciertas condiciones, producen calor y llama.
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Desde el punto de vista de su procedencia, los combustibles se clasifican en


naturales, si se encuentran libremente en la naturaleza y pueden utilizarse sin
realizar ninguna transformación, o artificiales, si provienen de procesos físico-
químicos de transformación de otras sustancias.
Los combustibles, según el estado en que se encuentren, pueden ser:
sólidos, líquidos o gaseosos.

40.2.1. Poder calorífico de los combustibles

El poder calorífico es la energía térmica que se obtiene al quemar una


cantidad unitaria de combustible. Si el combustible es sólido (leña, hulla, etc.) o
líquido (gasoil, nafta, etc.), el poder calorífico se expresa en kJ/kg (kcal/kg) y, si es
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gaseoso (Gas Natural, Propano, Butano, etc.), en kJ/m (kcal/m ). Los metros
cúbicos son entendidos en condiciones normales de presión y temperatura, o sea:
0,1 MPa (760 mm de Hg) y 15 °C.

40.2.2. Combustibles sólidos

Son carbones fósiles minerales, ricos en carbono, formados por grandes


masas de material vegetal en antiguas eras geológicas, bajo elevadas presiones sin
entrar en contacto con el aire. Se pueden clasificar según el contenido de carbono,
partiendo de las que tienen mayor poder calorífico, en: turbas, lignitos, hullas,
antracitas. Otros constituyentes principales de estos son el hidrógeno y el oxígeno
que, combinados con el carbono forman los hidrocarburos. Además, existen el
coque y el carbón vegetal, que son productos elaborados, y la leña, que es un
producto natural.
El poder calorífico de la leña varía entre 10.080 kJ/kg y 15.540 kJ/kg (de
2.400 kcal/kg a 3.700 kcal/kg) y el de la hulla entre 21.000 kJ/kg y 33.600 kJ/kg (de
5.000 kcal/kg a 8.000 kcal/kg)

40.2.3. Combustibles líquidos

Son los derivados del petróleo. Se clasifican en:


1. Los extraligeros son utilizados para instalaciones centrales de calefacción
doméstica, sin calentamiento previo.
2. Los intermedios requieren calentamiento previo para quemarse
3. Los pesados deben ser precalentados para circular por tuberías y para ser
quemados.
Si los listamos por peso específico en forma creciente, quedan ordenados de
la siguiente manera: nafta, kerosén, gasoil, diesel-oil, fuel-oil.
El poder calorífico de los combustibles líquidos derivados del petróleo es del
orden de los 44.000 kJ/kg (aproximadamente 10.500 kcal/kg).

40.2.4. Combustibles gaseosos

Los gases combustibles son aquellos que se encuentran en ese estado en


condiciones normales de presión y temperatura. En el país utilizamos principalmente
gases naturales o gases de destilería de petróleo.
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Inicialmente, se usó el gas de alumbrado, resultante del destilado de


carbones minerales. Posteriormente, se comenzó a usar el gas proveniente del
petróleo, el primero fue el gas licuado llamado supergas. Y luego se comenzó a
utilizar el gas natural.

40.2.4.1. Gas natural

Así denominamos al gas que surge espontáneamente o naturalmente de


algunas perforaciones de petróleo, como así también de aquellas que contienen gas
natural solamente.
Su componente principal es el metano. Fue Volta quien inventó la palabra
"metano" en 1778 y señaló el origen del gas que se dio a llamar "gas de los
pantanos". Volta reconoció en el gas la misma sustancia gaseosa encerrada en las
cavidades de las vetas de carbón mineral; de allí que el gas natural se llame
también gas de las minas, grisú, formeno, protano, denominaciones que señalan
varios tipos y orígenes diferentes del gas natural.
El gas natural es un producto derivado de la descomposición de materias
orgánicas fósiles y contiene un 95 % de metano (CH4). Además, puede contener
ciertas cantidades de etano (C2H6), propano (C3H8), butano (C4H10) y vapores de
hidrocarburos normalmente líquidos a la temperatura ambiente como el pentano,
hexano, etc.
El metano y el etano son difícilmente licuables y por eso, mientras sean los
únicos componentes del gas natural, éste se dice "gas seco"; en cambio, si existen
cantidades apreciables de vapores de hidrocarburos normalmente líquidos, el gas
natural se dice "gas rico" o "gas húmedo".
Por lo anterior, es ventajoso distribuir "gas seco" con recuperación previa de
los vapores de hidrocarburos líquidos, siendo eliminables por: compresión y
enfriamiento, provocando la condensación de los vapores de los mismos. Se puede
obtener de dicho proceso hasta medio litro de "gasolina natural" (líquido recuperado)
de cada metro cúbico de gas húmedo.
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El gas seco tiene un poder calorífico de 39.000 kJ/m (aproximadamente
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9.300 kcal/m ) y su densidad relativa es 0,65. La propiedad de ser más liviano que el
aire (densidad relativa: 1, densidad absoluta: 1,3 kg/m3) lo hace apropiado para
utilizarlo como combustible para automotores (GNC: gas natural comprimido a 200
kg/cm2).

40.2.4.2. Gas licuado

Este gas también llamado “supergas” (por su elevado poder calorífico), gas
licuado, gas de petróleo, gas de destilería; es el gas combustible proveniente de la
destilación del petróleo.
En los procesos de refinación que sufre el petróleo en la primera etapa se
eliminan los gases que lleva disuelto: metano (CH4), propano (C3H8) y butano
(C4H10). En una segunda operación llamada "cracking", el primer residuo de la
primera destilación se transforma en productos más volátiles, produciéndose una
buena cantidad de gases. De estos productos, el propano y el butano se licúan con
sólo aumentar suficientemente la presión (no así el metano, principal componente
del gas natural, que es difícilmente licuable) y al final obtenemos dos productos que
son los que se comercializan en el país:
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1. El denominado Grado 1: mezcla principalmente formada por propano con un


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poder calorífico de 94.000 kJ/m (alrededor de 23.000 kcal/m ) y densidad
relativa de 1,5.
2. El Grado 3: donde predomina el butano con poder calorífico de 117000 kJ/
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m (del orden de 27.000 kcal/m ) y su densidad relativa es 1,9.

El gas licuado Grado 2 no se fabrica más y era una mezcla de propano y


butano.
Los poderes caloríficos del gas licuado por kilogramos y por litros son:

50.286 kJ/kg 25.543 kJ/dm3


Grado 1
(12.013 kcal/kg) (6.102 kcal/litro)
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49.721 kJ/kg 28.193 kJ/dm
Grado 3
(11.878 kcal/kg) (6.735 kcal/litro)

Sus densidades son superiores a la del aire, razón por la cual no se los utiliza
en los automotores pues ante posibles pérdidas tiende a acumularse, con el
consiguiente riesgo de que se produzcan chispas accidentalmente.

40.3. Recursos y Utilización en la República Argentina


40.3.1. Gas natural argentino: su ubicación en el mundo

El uso del gas natural en nuestro país, al igual que en otros países, se inició
con reducidos aprovechamientos ubicados en las zonas productoras. Actualmente
se proyectan compitiendo con el mismo petróleo.
Su industrialización comienza en 1856 con el "gas manufacturado" y se
habilita la primera usina productora en Retiro, provincia de Buenos Aires.
La producción de gas natural comienza en la zona de Comodoro Rivadavia
(Chubut) en la segunda década del siglo XX y se extendió posteriormente a
Neuquén y Mendoza.
Se usaba limitadamente de modo industrial y doméstico en las zonas
productoras, iniciándose su uso masivo a través de la construcción del primer
gasoducto Comodoro Rivadavia - Buenos Aires, con una longitud de 1605 km y 25,4
cm (10 pulgadas) de diámetro nominal, a partir de 1949.
En 1960 se habilita el Gasoducto Campo Durán - Buenos Aires. Hacia 1988,
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las reservas argentinas comprobadas son aproximadamente de 671.000 x 10 m ,
con expectativas de triplicar dicho valor con las reservas en estudio. Posteriormente,
se construyen los gasoductos Centro Oeste, Neuba I (Neuquén - Bahía Blanca) y
Neuba II.
Muchos kilómetros de conductos en forma de gasoductos troncales, ramales,
redes de captación se han habilitado con posterioridad al gasoducto de Comodoro
Rivadavia, confiriendo al país experiencia suficiente en las etapas de captación,
procesamiento y transporte del gas natural.
En 1990, las reservas mundiales de gas natural ascendían a 103.500 x 109
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m , equivalentes aproximadamente a 93 x 10 toneladas de petróleo, y las reservas
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de petróleo eran de 96 x 10 toneladas. Las reservas gasíferas representaban
entonces el 97 % de las reservas petrolíferas y tendían a igualarlas e incluso a
superarlas.
Por la misma fecha, las reservas comprobadas de gas natural en nuestro país
equivalían aproximadamente a 671 x 109 m3, ocupando así el vigésimo primer
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puesto entre los países productores, con una participación mundial del 0,7 %, siendo
las principales reservas: la ex Unión Soviética, Irán y Estados Unidos.

40.4. Producción, transporte y distribución de gas licuado y natural.

40.4.1. Producción del gas natural

Dada la vinculación existente entre la producción de petróleo y la de gas, las


operaciones que involucran su captación y procesamiento en las áreas de
producción imponen tareas que, según las condiciones de explotación de los
yacimientos, pueden estar a cargo de distintas empresas.
Argentina cuenta con 24 cuencas sedimentarias de las cuales cinco son las
productivas: Neuquina, Austral, Noroeste, Golfo de San Jorge y Cuyana.
El gas producido en el país es captado en tres categorías, de acuerdo con su
presión de origen, definidas como etapas de baja presión, de 0 a 0,8 MPa (0 a 8
kg/cm2); media, entre 2 y 4,5 MPa (entre 20 y 45 kg/cm2), y alta, más de 6 MPa
(superior a 60 kg/cm2).

40.4.2. Transporte del gas natural

El gas producido en las cuencas es transportado a los centros de consumo


mediante gasoductos de variados diámetros que totalizan unos 12.000 km.
De acuerdo con el origen del gas, nuestro país puede clasificar su sistema de
transporte en tres grandes sistemas: Norte, Centro y Sur.
La presión oscila entre los 2 y 7 MPa (20 y 70 kg/cm2), manteniéndola a
través de plantas de recompresión o bombeo ubicadas cada 150 a 200 km. Luego
se deriva por gasoductos de aproximación, estaciones reductoras de presión y redes
de distribución en los centros de consumo.
El gas, antes de su distribución es sometido a un proceso de "odorización"
para advertir su presencia en el caso que se produzcan escapes o pérdidas. Es un
proceso que consiste en la incorporación de una pequeña proporción de ciertas
sustancias en una corriente de gas confiriéndole el olor característico.
Estas sustancias, conocidas como "odorantes", no son tóxicas y
generalmente contienen mercaptanes y sulfuros.
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La capacidad nominal de la red troncal de transporte de gas fue de 87,8 x 10
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m /día. Esta capacidad disminuye si no se realiza el mantenimiento y las inversiones
necesarias.

40.4.3. Distribución del gas natural

Las redes de distribución de gas natural de la Ciudad de Córdoba están


conectadas al gran gasoducto del Norte (Campo Durán - Buenos Aires) mediante
dos anillos de alimentación.
Uno de los anillos parte de barrio Yofre y, luego de rodear la ciudad, termina
en Ferreyra. El otro de los anillos parte desde las proximidades de la localidad de
Toledo hasta la Estación Generadora de EPEC Deán Funes.
Ambos anillos de alimentación terminan en plantas reductoras de presión de
6 a 2,5 MPa (60 a 25 kg/cm2) enlazadas por un gasoducto que rodea la ciudad y de
donde se alimentan los grandes consumidores (fábricas e industrias con consumos
de más de 200 m3/día) y los distintos barrios. Para los barrios se reduce la presión
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en cámaras reductoras a 0,15 MPa (1,5 kg/cm2), que es la presión a la que el gas
esta sometido en las redes de distribución urbana. Antiguamente las redes se
construían en acero, pero a partir de los años 90 toda obra nueva se realiza en
polietileno de alta densidad.
Luego, esta presión es reducida a 0,002 MPa (0,020 kg/cm2 = 200 mm de
c.a.) por medio de reguladores de presión que se encuentran en gabinetes ubicados
en el frente de cada propiedad. Esta es la presión con que se alimentan los
artefactos en el interior de las viviendas.

40.4.4. Producción del gas licuado

La producción de gas licuado tiene lugar en los yacimientos de petróleo. La


primera planta de gas licuado inició los procesos en 1932 y, debido a razones
comerciales, se lo denominó “supergas”.
Vimos que algunos gases pueden ser licuados, en condiciones de
temperatura y presión controladas. Estos hidrocarburos pueden ser distribuidos en
propanoductos, tanques, cilindros o en garrafas.

40.4.5. Transporte y distribución del gas licuado

La distribución puede realizarse: a granel, similar a los combustibles líquidos;


en recipientes de mayor o menor tamaño; en cilindros o tubos, o bien en
microcilindros o garrafas. También, vaporizado por redes de distribución.

40.4.5.1. Distribución a granel

Este modo de distribución se realiza en zonas en las cuales el abastecimiento


es factible, sobre todo en zonas próximas a la producción (destilerías) o de
almacenaje (depósitos de gas envasado). El gas es transportado en camiones y se
descarga en el depósito o zeppelín de cada usuario. Las capacidades de estos
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depósitos varían de 2 a 3 m , para uso residencial; de 200 a 300 m , para fábricas o
ciudades.

40.4.5.2. Distribución en cilindros

Esta distribución en cilindros puede hacerse en recipientes para instalaciones


fijas o bien para artefactos portátiles, como las denominadas garrafas.

40.4.5.3. Distribución de gas licuado vaporizado por redes

Esta distribución de gas licuado vaporizado por redes es la que se ha utilizado


en dos localidades de nuestra Provincia: Laboulaye y Carnerillo.
La infraestructura consiste en una planta de almacenamiento (zeppelín),
vaporización y de regulación; y en una red de distribución urbana, igual a la utilizada
para gas natural.
La red de distribución se calcula para gas natural, es decir que en la
determinación del caudal se tiene en cuenta el poder calorífico de este gas que es
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39.000 kJ/m (aprox. 9.300 kcal/m ), ya que los diámetros de las cañerías
calculadas con gas licuado serían menores por su mayor poder calorífico. De esta
manera queda prevista la red para una futura utilización de gas natural.
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Un camión tanque con características especiales para el transporte de


propano en estado líquido se abastece en los centros de almacenamiento (Planta de
Montecristo) y transporta el fluido hasta los centros de consumo. Allí trasvasa el gas
en estado líquido a el o los tanques de almacenamiento, con una presión del orden
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de los 2 MPa (20 kg/cm ).
A este gas líquido, en un sector específico de la planta, se lo vaporiza
mediante la modificación de la temperatura y la presión, y por último se lo regula a la
presión con la cual se hará la distribución en la red 0,4 MPa (4 kg/cm2).
El transporte puede ser también por ferrocarril y por transporte fluvial o
marítimo.
40.4.6. Marcos regulatorios de la industria del gas en la República Argentina
Existe, para el caso del gas natural, un marco regulatorio nacional aprobado
por la Ley Nacional 24.076 y sus decretos reglamentarios. Se trata de un servicio
público nacional que, a partir de 1993, se encuentra privatizado en sus etapas de:
producción, transporte y distribución.
La producción se encuentra desregulada y existen varias empresas privadas
productoras que abastecen el fluido a los sistemas de transporte. Están a cargo de
dos empresas privadas: Transportadora de Gas del Norte S.A. (TGN) y
Transportadora de Gas del Sur S.A. (TGS). (Gráfico 40.4.6.1)
El gas es transportado por dichas empresas hacia los centros de consumo,
los que se encuentran organizados en nueve jurisdicciones a cargo de empresas
distribuidoras que son:
Kilómetros de
Distribuidora Usuarios (*)
Redes (**)
Distribuidora de Gas Cuyana S.A 375.047 8.890
Distribuidora de Gas del Centro S.A.
452.864 12.402
Ecogas (Córdoba y otras)
Distribuidora de Gas Pampeana S.A. 970.129 18.056
Distribuidora Litoral S.A. 464.278 9.287
Distribuidora de Gas Norte S.A. 328.269 7.250
Distribuidora de Gas del Sur S.A. 444.081 12.945
Distribuidora Metrogas S.A. 1.963.802 15.774
Distribuidora de Gas Natural Ban S.A. 1.235.848 20.412
Distribuidora de la Novena Zona 25.089 2.020

Transportadora de Gas del Norte S.A. 5.484,9


Transportadora de Gas del Sur S.A. 7.380,1

(Fuente: Enargas. (*) Abril 2004 – (**) Informe Anual)


INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 8 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

(Fuente: Enargas Abril 2004)


Gráfico 40.4.6.1

Toda la actividad está regulada por un organismo público nacional creado por
ley: el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS). Básicamente regula la
prestación de los servicios, posee el poder de policía y asume la protección del
usuario.
Respecto al cumplimiento del poder de policía, ENARGAS ha mantenido las
normas de seguridad de la empresa estatal Gas del Estado, que deben aplicarse en
todo el territorio nacional respecto al tipo de instalaciones domiciliarias e industriales
y se especifican en el “Reglamento de Disposiciones y Normas Mínimas para la
Ejecución de Instalaciones Domiciliarias de Gas”. Este reglamento debería
actualizarse y ordenarse ya que es un material fundamental para el trabajo
profesional.
Por otra parte, ha encomendado a las Distribuidoras el control del
cumplimiento y observación de dicho reglamento, como también el trámite de
otorgamiento de la matrícula a los instaladores que actúen en esa jurisdicción. El
servicio de gas licuado, si es distribuido vaporizado por redes de distribución, queda
abarcado por el mismo marco regulatorio del gas natural.
Para el caso del servicio de gas licuado distribuido envasado en cilindros o
microcilindros, el régimen se encuentra enmarcado, controlado y regulado por la
Subsecretaría de Combustibles, dependiente de la Secretaría de Energía de la
Nación. Corresponde a ella la fiscalización y control de las instalaciones internas;
tareas que junto a la de aprobación de planos, otorgamiento de matrículas de
instalador, etc. son ejercidas por empresas privadas, especialmente habilitadas y
contratadas por dicha Subsecretaría.
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41. Combustión, aire para la combustión, evacuación de los


productos de la combustión. Riesgo de contaminación.
41.1. Combustión
El proceso mediante el cual utilizando un combustible obtenemos calor se
denomina combustión y lo definiremos como: una combinación rápida de un
elemento llamado combustible (leña, gas, etc.) con otro denominado comburente
(oxígeno del aire). El resultado de esta combinación será calor y luz, además de
cenizas y humo.
Todas las sustancias combustibles están compuestas principalmente por los
elementos C (carbono) e H (hidrógeno). El comburente aire está formado por una
mezcla de O (oxígeno) y N (nitrógeno). Como producto de la combustión se obtiene
principalmente CO2 y vapor de H2O, además de la liberación de todo el N del aire
porque es un gas inerte que no interviene en el proceso.
Al definir la combustión indicamos que es una combinación rápida para
diferenciarla de la oxidación, que es una combinación lenta, y de la explosión, que
es una combinación instantánea.
Esa combinación requiere de ciertas proporciones que, si son exactas,
permitirán que todo el combustible utilizado se combine con el comburente, sin
sobrantes ni residuos. De esta manera estaremos utilizando eficientemente el
combustible.
Para iniciar en un determinado ámbito la combustión de la mezcla
combustible - comburente, se requiere de una energía inicial externa o exotérmica
(chispa, llama).
El sitio donde se desarrolla la combustión se llama hogar y en el sentido más
amplio esta denominación alcanza tanto a la hornalla de la cocina doméstica, donde
arde la llama de un pequeño quemador de gas, como aquella parte de los enormes
generadores térmicos que se utilizan en la industria, por ejemplo, el hogar de un
generador de vapor como los que están instalados en la Central Termoeléctrica
Deán Funes de nuestra Ciudad.
Los combustibles sólidos requieren que el hogar comprenda una parrilla o
grilla de fundición, para soportar el lecho de combustible incandescente y permitir
que el aire ingrese por debajo del mismo y circule manteniendo la combustión.
Hogares más perfeccionados comprenden grillas mecánicas dispuestas como
cadenas de orugas sin fin y sopladores de aire para que la combustión sea lo más
completa posible. Se ha llegado a pulverizar finamente el carbón de piedra para
inyectarlo, mezclado con aire, dentro del hogar.
Los quemadores para gases son artefactos más o menos complejos, que
permiten la combustión de un fluido combustible gaseoso de la manera más
perfecta posible. Se produce en ellos una mezcla proporcionada de los elementos
necesarios para la combustión que, luego, pasan a la zona de combustión.
Excepcionalmente, los quemadores están dispuestos como en la hornalla de
la cocina, constituyendo un fuego abierto. Es más general el funcionamiento en un
hogar o cámara de combustión, que forma un recinto donde se alcanza una elevada
concentración térmica y contiene un intercambiador de calor, receptor o lugar de
aprovechamiento del calor, dispuesto en la forma más conveniente.
El hogar, por una parte, se comunica con el exterior para proveer la entrada
de aire a la combustión y, por otra, está conectada con una salida de los gases
quemados llamada chimenea, humero, conducto de humo o conducto para
evacuación de los productos de la combustión.
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La mezcla o proporción armónica de los elementos, con un rendimiento


calórico máximo y el menor residuo, será provista por los quemadores. Los hay de
muy variados diseños y usos, determinándose las características de cada uno en
función de la combustión necesaria.

41.1.1. Combustión neutra

El aire es una mezcla de gases que en peso contiene alrededor del 21% de
oxígeno y el 79% de nitrógeno. Mediante un análisis cuantitativo puede
determinarse cantidades de componentes del combustible. Al suministrarse la
cantidad justa de aire, o sea el oxígeno necesario y suficiente para que el
combustible se queme total y perfectamente, se dice que ocurrió una combustión
neutra o perfecta.
Este es un proceso ideal o teórico, que no ocurre en la práctica, sin embargo
su consideración (que se realiza aplicando las leyes de la Estequiometría: medida
de elementos) es fundamental para definir las características de las combustiones
reales.
Se comprende que cuanto más alejados estemos de la combustión neutra
menor es el aprovechamiento del combustible.
Definimos:
• Poder Comburívoro: Es la cantidad de aire necesaria y suficiente para
obtener la combustión neutra de una unidad de combustible.
Aproximadamente es del orden de un metro cúbico de aire por cada mil
kilocalorías de poder calorífico. Por ejemplo el gas natural tiene 9.300 kcal/m3
de poder calorífico, o sea que para quemar un metro cúbico de gas hace falta
3
9,3 m de aire.
• Poder Fumígeno: Es la cantidad de humo desprendido durante la
combustión neutra de una unidad de determinado combustible.

Por lo tanto advertimos que:

• Mediante un estudio estequiométrico, se pueden hallar las características de


una combustión partiendo del conocimiento de los productos de la
combustión.
• Recíprocamente, conociendo las características del combustible y
comburente y de las proporciones en que intervienen, se puede determinar a
priori la composición de los productos de la combustión.

En esto se funda el empleo de los analizadores de gases de la combustión


(Aparato de Orsat), que determinan el porcentaje de CO2, O2, CO y N2.

41.2. Evacuación de los productos de la combustión


41.2.1. Necesidad de evacuación de los gases quemados

Si hubiera combustiones perfectas, los hidrógenos de los hidrocarburos


combinados con el oxígeno darían vapor de agua y los carbonos con ese mismo
comburente producirían dióxido de carbono. Pero normalmente las combustiones no
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son perfectas, porque se trabaja con aire y los diseños de los quemadores
generalmente no permiten las combinaciones exactas.
La combustión da lugar a la generación de distintos productos. Gases que
interesa investigar pues de su análisis surgirán las medidas a adoptar para su
evacuación y el correcto diseño para tal fin.
Como ya vimos en el combustible participan: hidrocarburos, hidrógeno,
monóxido de carbono y otros componentes en menor proporción. El hidrógeno es un
gas liviano que forma agua combinado con el oxígeno; el hidrógeno no es un gas
venenoso, pero no es apto para la respiración. El monóxido de carbono (CO),
incoloro, inodoro e insípido, es muy venenoso; sustrae el oxígeno de la
oxihemoglobina de la sangre y se combina con la hemoglobina, haciéndola no apta
para absorber el oxígeno para la respiración. Una concentración de 0,1% de CO en
los gases de un ambiente puede provocar la muerte; sólo las concentraciones
inferiores a 0,04% no representan peligro.
Esto indica dos puntos importantes de estudio: la forma de eliminar esos
gases producidos por la combustión y la entrada de suficiente aire para la
combustión.

41.2.2. Forma de eliminar los gases producidos. Conductos de evacuación de


gases quemados

Dos razones primordiales son las que ordenan el proceso de eliminación de


los gases de la combustión: seguridad y rendimiento. La primera, por el peligro
que significa para la salud y la segunda, para el mejor aprovechamiento de la
combustión.
Es indispensable prever un sistema adecuado para la evacuación de los
gases que se producen durante la combustión. Dicho sistema tiene que asegurar la
comunicación permanente entre la cámara de combustión de los artefactos y la
atmósfera libre. El sistema de evacuación depende del tipo de artefacto y del
consumo.
Los artefactos de tiro balanceado, cuya cámara de combustión es hermética
respecto al ambiente donde están instalados, deben estar dispuestos para evacuar
los gases quemados directamente a través del muro hacia el exterior o a un
conducto único.
Los artefactos semiherméticos y abiertos deben evacuar el anhídrido
carbónico y el vapor de agua producido hacia el exterior por medio de un conducto
único o colectivo.
Los conductos deben rematar a los cuatro vientos en la parte superior del
edificio y, en el remate, llevaran un sombrerete especial. Pueden reunirse los
remates de varios conductos agrupados, hasta 9 tubos, mediante un sombrerete
múltiple especial aprobado.
Generalmente el diámetro de los conductos es 0,100 m, que es el mínimo
exigido por la norma. Para casos especiales se requiere el cálculo técnico. Las
dimensiones de estos conductos no deben alejarse de un cálculo técnico, ya que, si
son de grandes proporciones, reduce la velocidad de salida y, si es de reducida
sección, aumenta la velocidad de salida que quita calor útil al proceso. Debe
observarse que los gases que evacuamos están a una cierta temperatura, la que
deberemos aprovechar al máximo en procesos industriales.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 12 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

Se puede admitir que la velocidad de salida de los gases v es igual a la


velocidad adquirida por un cuerpo que cayera al vacío desde una altura h, igual al
tiraje de la chimenea.
v = 2.g.h
2
El tiraje de la chimenea “h” (kg de aire y gases evacuados por m de sección
de chimenea) se puede obtener de tablas en función de la temperatura media de los
gases, en ºC y la altura del conducto "H".

Temperatura media (ºC) Tiraje en kg / m2 (h)


175 ºC a 200 ºC 0,40 H
250 ºC 0,50 H
275 ºC 0,55 H

Para cálculos aproximados de dimensiones de conductos, podemos estimar


la velocidad de salida como equivalente a un décimo de la altura del conducto:
Velocidad = 0,1 H
y luego calcular la sección del conducto con:
Sección = Q / Velocidad
También se puede utilizar la siguiente tabla:

Gas Sección cm2 /m3/ hora


Envasado Grado 1 22
Natural Mendoza 100
Metano 122
Propano 58
Natural 11,2

41.2.3. Suficiente aire para la combustión

Evidentemente, así como es necesario evacuar los productos de la


combustión, hay que tener presente la suficiente alimentación con aire nuevo para
que esta combustión se realice normalmente.
Si los artefactos son herméticos, el aire de la combustión proviene totalmente
del exterior. En tal caso pueden tomar el aire directamente a través del muro o
mediante conductos.
Si los artefactos son de hogar semihermético o abierto, el aire debe ingresar y
egresar del ambiente donde se hallan instalados por dos orificios practicados en las
paredes exteriores: uno de ingreso de aire a no más de 30 cm del nivel de piso (la
parte superior) y otro preferentemente opuesto al anterior a más de 1,80 m del nivel
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 13 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

de piso (la parte inferior), para la salida de los productos de la combustión y


provistos de rejillas (ventilaciones permanentes reglamentarias).
Como los orificios de entrada y salida no necesariamente son iguales, la
Norma ofrece tablas de cálculo. Esto ocurre porque el orificio de alimentación de
aire puede servir para más de un artefacto y de salida solo para uno de ellos (es el
caso de una cocina y un calentador instantáneo de cámara abierta en un mismo
local). Estos orificios contarán en sus extremos con rejilla tipo persianas, para evitar
la obstrucción, y se ubicarán de manera tal que no puedan ser tapados con
muebles, hojas de puertas, etc.
Por último, las dimensiones del ambiente deben guardar relación con el
consumo máximo de los artefactos y, como se había indicado anteriormente, se
3 3
puede calcular que la combustión requiere 1 m de aire por cada 4.186 kJ/m (1.000
3
kcal/m ) de poder calorífico que posea el gas utilizado.

42. Quemadores: distintos tipos; circuito eléctrico, elementos de


protección. Montaje y mantenimiento. Seguridad de presencia de
llama: termostatos, termocuplas, ionización de la llama, radiación
de la llama.
42.1. Definición
Son elementos diseñados para llevar a cabo la combustión, con el objetivo de
acercarse a la combustión perfecta o completa con fines higiénicos y de mayor
aprovechamiento del combustible, por medio de una mezcla de gas y aire. O sea,
son dispositivos para el acondicionamiento del combustible y la conducción a la
zona de combustión.
Se fabrican con diversos materiales, especialmente de hierro fundido, de
aluminio torneado o fundido, de bronce y caños de hierro negro soldados.

42.2. Distintos tipos


Los quemadores se pueden dividir en dos grupos: con o sin mezcla previa.

28.2.1. Sin mezcla previa

Obtienen el aire del entorno del


Aire Secundario
quemador; directamente de la atmósfera
circundante. Se los llama también
Gas
quemadores de llama blanca o de llama
amarilla, puede llegar a ser una llama
anaranjada. Provee la mezcla por difusión Quemador de llama amarilla o sin mezcla previa
progresiva del gas en el aire, que es un
proceso de combustión más lento que el
tipo con mezcla previa.
Son muy simples y comprenden una a varias bocas para la salida del gas que
se denominan inyectores, construidos de metal, cerámica refractaria o esteatitas,
con secciones y forma apropiadas para el empleo previsto. La buena combustión
requiere la constancia de la presión de gas a la entrada del quemador, lo cual se
logra con un regulador, y que la llama no tome contacto directo con las paredes,
porque llegaría a enfriarse formando depósitos de hollín y desprendimiento de
humo negruzco.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 14 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

Tiene la ventaja, para ciertas aplicaciones, de que la llama transmite buena


parte del calor en forma de radiación. Durante mucho tiempo se emplearon
quemadores de este tipo para la iluminación a gas; actualmente se aplican poco.
Hay artefactos domésticos, como ciertos modelos de estufas, que combinan las
características de la llama radiante y luminosa que proporcionan.
En las aplicaciones industriales se emplean donde el aire - comburente - es
fuertemente calentado antes de ser introducido al hogar y cuando es necesario
obtener llama larga, adaptada a ciertas formas de cámaras de combustión o a
modos particulares de calentamiento.

28.2.1.1. Con mezcla previa

En ellos diferenciaremos aire primario y secundario; el primero se utiliza para


una premezcla antes de la combustión y el segundo proviene del ambiente
circundante del quemador. Se los Aire Secundario Llama
llama también quemadores de llama
azul. Aire Primario
Los conocidos quemadores tipo
Bunsen fueron los primeros con Gas Mezcla
mezcla previa de aire.
Perfeccionamientos sucesivos
fueron ofreciendo una cantidad de Quemador atmosférico o con mezcla previa
variantes con nombres de patentes
particulares.
Destacaremos dentro de este grupo a: quemadores atmosféricos y
quemadores forzados, estos últimos pueden ser con aire insuflado o con gas y aire a
sobrepresión.

• Quemadores atmosféricos: el gas sale a la presión de servicio de la cañería


y el aire, a la presión atmosférica.
• Quemadores forzados con aire insuflado: el aire sale a mayor presión que
la atmosférica por al empleo de un ventilador, que también suele llamarse
"soplador”. En general, se dice que son quemadores tipo "aire - gas".
• Quemadores forzados con gas y aire a sobrepresión: ambos fluidos son
comprimidos a presión relativamente elevada antes de salir y arder.

Además existen otros quemadores para


aplicaciones industriales, mediante los cuales se
quema simultáneamente gas y fuel–oil y aún
combustibles sólidos finamente pulverizados. Son los Aire Secundario
quemadores mixtos que, únicamente, se emplean en
ciertos potentes generadores de vapor.
Los quemadores atmosféricos de tipo Bunsen, Inyector
como aquellos que se aplican a los artefactos
domésticos, comprenden un inyector de bronce o acero
Aire Primario
usinado con un pequeño orificio para la salida del gas.
De acuerdo a la Norma IRAM 2.701: “todos los
Gas
inyectores tendrán un orificio de inyección no regulable
y serán fácilmente accesibles para su reemplazo”.
Quemador atmosférico tipo Bunsen
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 15 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

El chorro de gas, desde la salida del inyector, penetra en un tubo que tiene la
forma de un “Tubo Venturi”, con un tronco de cono convergente, luego una parte
central cilíndrica o garganta y finalmente otro tronco de cono divergente y de mayor
longitud que el primero, que se llama “tubo de mezcla”.
La base del cono convergente está abierta y bien centrada respecto del orificio
del inyector. Los cambios de sección del tubo Venturi provocan variaciones de
presión y de velocidad de la corriente del fluido. Así se obtiene la inducción del aire
primario, que es arrastrado por la corriente de gas, circulando con éste y
mezclándose, luego, en el cono divergente y “caño colector” que lo prolonga hasta la
cabeza del quemador, donde se encuentran los orificios de salida y aparece el "aire
secundario" que es el que rodea a la llama.

Placa
Pantalla Radiante
Reflectora

Malla
Metálica
Venturi y
Mezclador
Cámara
de Mezcla

Aire Primario

Gas
Quemador de rayos infrarrojo o Pantalla Infrarroja

La cabeza del quemador puede tener forma de aro o de tubo o puede estar
construida por un disco de material refractario y poroso o por una grilla metálica de
cromo y níquel especial para la irradiación del calor con poca luz visible, tal como
ocurre con los denominados “quemadores infrarrojos”. Este tipo de quemador es el
conocido como pantalla, que llevan una malla difusora aumentando la difusión de
rayos infrarrojos, reduciendo algo las emanaciones de la combustión.
La entrada de aire primario puede regularse operando sobre registros
dispuestos en los orificios para la entrada del mismo. Esta regulación tiene gran
importancia porque los defectos que pueden señalarse en el funcionamiento de un
quemador provienen de una dosificación inadecuada de los componentes de la
mezcla gas-aire. Los inconvenientes son:
• El levantamiento de la llama: se aleja de la cabeza del quemador y pierde
estabilidad, con tendencia a extinguirse. Puede obedecer a una excesiva velocidad
de salida del gas y a una insuficiente proporción de aire primario, de modo que es
posible corregir el defecto permitiendo una mayor entrada del mismo o cambiar el
pico del inyector por otro con orificio más pequeño.
• El retroceso de la llama hacia el orificio del inyector: está provocado por un
exceso de aire primario, que se corrige cerrando un poco la entrada de aire por los
orificios.
• La llama amarilla: denuncia combustión incompleta por insuficiencia de
oxígeno; va acompañado por depósitos carbonosos (hollín), también en este caso
se debe abrir un tanto las entradas de aire primario y eventualmente reducir el
orificio del inyector.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 16 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

42.3. Seguridad de presencia de la llama. Automatismo del


funcionamiento de los quemadores

La llegada del gas a los quemadores se realiza a través de una llave de paso
de operación manual o automática y el encendido se logra aproximando la llama de
un fósforo o mediante una chispa de un encendedor eléctrico.
En otros casos, junto al quemador principal está dispuesto un pequeño pico
de gas que se denomina piloto y permite mantener una breve llama vigía para
asegurar el encendido del quemador principal. El dispositivo comprende una llave de
paso general, una derivación de pequeño diámetro hacia el piloto y luego dos llaves
en paralelo: una sobre este tubo y otra sobre la alimentación del quemador principal.
Las llaves de paso en paralelo tienen un dispositivo de enclavamiento que no
permite abrir el conducto hacia el quemador principal, mientras no se haya abierto el
paso hacia el piloto y encendido el piloto.
Puede observarse que esta disposición permite un funcionamiento automático
del quemador principal. El funcionamiento automático de un quemador tiene un
doble objetivo:
• Regula el paso de gas.
• Proporciona un funcionamiento seguro del quemador para las personas y los
artefactos.
Interesa en primer lugar que el sistema de automatismo brinde absoluta
seguridad y para esto es indispensable que se cierre el paso del gas hacia el
quemador cuando la llama del quemador o del piloto se haya extinguido por
accidente.
En consecuencia, los dispositivos de automatismo comprenden, en primer
término, un sistema de detección de la llama; luego, un órgano para el cierre o
apertura del paso del gas y, finalmente, un sistema de vinculación entre aquel
dispositivo que imparte una orden y éste que la ejecuta. Esta vinculación puede ser
directa o indirecta y en el último caso comprende el auxilio de una energía exterior al
sistema puesta en juego por el fenómeno de la combustión, que puede ser energía
eléctrica, hidráulica o neumática.
Los sistemas para la detección de la llama se fundan en varios principios,
dando lugar al empleo de otros elementos de distintas características:

• Calor de combustión: acompañado con aumento de la temperatura y


dilatación de ciertos elementos termosensibles (punto 42.3.1).
• Efecto Peltier y aplicación de termocuplas (punto 42.3.2).
• Propiedades eléctricas de la llama, que constituye un medio gaseoso
ionizado (punto 42.3.3).
• Propiedades radiantes de la llama y empleo de elementos sensibles a las
radiaciones (punto 42.3.4).

42.3.1. Termostatos

El termostato es un dispositivo destinado a accionar mecánica y/o


eléctricamente, una vez alcanzados los valores de regulación, a algún componente
del sistema, como puede ser un ventilador, el paso de gas al quemador, etc.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 17 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

El empleo de elementos dilatables es el procedimiento más simple y más


conocido para aplicar el automatismo térmico.
Se puede emplear elementos de varios tipos para la detección de la llama,
pero actualmente se utiliza únicamente las biláminas, constituidas por dos chapas
de metales con diferentes coeficientes de dilatación, sólidamente unidas entre sí,
que se deforman originando esfuerzos más o menos importantes.
También se usan los tubos dilatables, que comprenden un tubo de metal
fácilmente deformable, sólidamente unido a un tramo o a una varilla de metal poco
deformable que corre por el interior de aquél.
Si el esfuerzo de deformación es suficiente, puede transmitir, por un sistema
mecánico que comprende pequeñas palancas, engranajes o resortes, hasta el
vástago para el accionamiento de una válvula de paso de gas. En tal caso, se tiene
un termostato de acción directa.
Si la válvula exige mayor esfuerzo para su accionamiento, se apela a un
servomecanismo tal como un solenoide que forma parte de una válvula
electromagnética dispuesta sobre un circuito de corriente eléctrica sobre la cual está
montado un interruptor "a gota de mercurio". Este consiste en un pequeño tubo de
vidrio cilíndrico con los extremos cerrados, en cuyo interior se ha hecho el vacío;
puede bascular alrededor de un eje perpendicular a las generatrices y el pequeño
esfuerzo para variar su posición puede provenir del elemento dilatable. En el interior
del tubo, sobre un extremo, hay dos electrodos que toman contacto por medio de
una gota de mercurio que se desplaza según la posición del tubo. En tal caso, se
tiene un termostato de acción indirecta porque para la "transmisión de orden" entre
el órgano de comando y el órgano de ejecución es necesario emplear un
"servomotor" formado por el solenoide y su contactor a mercurio.

42.3.2. Termocuplas

Son dispositivos mecánicos y/o eléctricos que habilitan o no el paso de gas.


Son elementos que aprovechan el efecto Peltier, por el cual se genera una
corriente eléctrica entre dos conductores metálicos diferentes, con sus extremos
soldados cabo a cabo y formando un circuito cerrado, si entre las dos soldaduras se
mantiene cierta diferencia de temperatura.
El fenómeno es reversible y se observa que se produce una diferencia de
temperatura entre los bordes de una termocupla, cuando por ella se hace circular
una corriente eléctrica continua.
La corriente eléctrica provocada por la diferencia de temperatura entre la
soldadura caliente y la soldadura fría es de naturaleza continua y acusa muy
reducida fuerza electromotriz, en consecuencia, por lo general no se aplica
directamente al accionamiento de válvulas electromagnéticas, sino a través de un
relé que establece automáticamente la conexión del electroimán con la corriente de
línea.
No obstante, en muchos equipos de combustión para artefactos domésticos
se ha difundido el empleo de la válvula de seguridad a termocupla, que satisface
perfectamente los objetivos cuando se trata de quemadores de reducida potencia.
La soldadura caliente de la termocupla está colocada bajo la influencia de la
llave vigía. La corriente eléctrica producida, aunque débil, es suficiente para accionar
un electroimán que basta para sostener atraído el vástago de una válvula
comprendida en el cuerpo de la válvula de seguridad y que actúa tanto sobre la
salida de gas hacia el piloto, como hacia el quemador principal.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 18 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

42.3.3. Ionización de la llama

Los gases incandescentes que forman la llama se encuentran en estado de


ionización y son buenos conductores de la electricidad, en cambio, una corriente de
gas frío es aislante.
Esta propiedad permitió realizar un dispositivo para detección de llama
mediante un circuito de corriente eléctrica continua que se cierra a través de la
propia llama entre dos electrodos: uno está formado por la masa del propio
quemador y otro por una varilla metálica sumergida en la llama. Mediante un relé se
comanda el circuito eléctrico de una válvula solenoide para gas que permanecerá
abierta únicamente mientras el gas arde.
El sistema fue abandonado porque no ofrecía seguridad positiva, ya que
depósitos carbonosos o agua alojada entre los electrodos podrían llegar a disminuir
la resistencia y simular la presencia de llama, provocando la apertura de la válvula
automática.
Sin embargo, se han puesto a punto otros sistemas, fundados en las
propiedades eléctricas de la llama, que ofrecen seguridad positiva. En efecto, si se
suministra una corriente alternada de ionización entre dos electrodos sumergidos en
la llama, ésta actúa como un rectificador de corriente y el electrodo de mayor
superficie forma el polo positivo.
Mediante un amplificador de corriente continua alimentado por la corriente
rectificada por la llama, se puede hacer funcionar un relé para comandar con la
corriente de línea una válvula solenoide de paso de gas. La corriente de ionización
es del orden de 2 a 15 micro - amperios según el tipo de amplificador que puede ser
una "lámpara termoiónica" o un amplificador magnético.
La seguridad es positiva porque, si se produce un defecto de aislación que
simule la presencia de llama, aunque puede cerrarse el circuito de corriente alterna,
no se producirá el efecto rectificador necesario para alimentar con corriente continua
el relé que comanda la válvula automática de gas.

42.3.4. Radiación de la llama

Las radiaciones electromagnéticas de la llama de gas abarcan el campo


visible, ultravioleta y, sobre todo, infrarrojo.
Estas radiaciones pueden detectarse mediante varias clases de elementos
que en general reciben el nombre de “células o tubos”. Allí las radiaciones producen
diversos efectos aprovechables en ciertas condiciones, desde que se traducen en
corrientes eléctricas capaces de accionar un relé mediante el cual se alimenta con la
corriente de línea una válvula electromagnética de paso de gas.
Entre estos elementos electrónicos, los más utilizados en sistemas de
automatismo para los equipos de combustión, son:

42.3.4.1 Células fotoconductoras

Constituidas por ciertos cristales de elementos semiconductores que, bajo la


acción de un flujo luminoso, aumentan la conductividad eléctrica.
Se tiene así resistencias eléctricas variables en función de la iluminación, que
permiten el paso de una corriente, suficiente como para alimentar un relé sin
necesidad de amplificación. Son células fotoconductoras de este tipo, las que se
aplican también en los aparatos llamados "fotómetros" o "exposímetros" y aún en
ciertas cámaras fotográficas que llevan incorporado este elemento auxiliar.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 19 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

42.3.4.2 Tubos de descarga y los contadores Geiger – Müller

Comprenden un ánodo y un cátodo encerrados en un tubo de cuarzo lleno de gas a


pequeña presión. Son alimentados con corriente continua de alta tensión y, bajo el
efecto de las radiaciones ultravioletas, producen descarga de electrones a partir del
ánodo. Estos elementos se aplican generalmente en quemadores de tipo industrial.

42.4. Válvula automática de los calentadores de agua


Además de la seguridad, el automatismo de los equipos de combustión tiene
por objeto la regulación del funcionamiento según condiciones preestablecidas sin la
necesidad de la intervención del usuario.
Un ejemplo es el calentador instantáneo de agua; donde, en presencia de
una llama vigía, el quemador principal debe funcionar únicamente mientras se hace
uso del agua caliente. Para cumplir con este propósito comprende otro tipo de
válvula automática que permite el paso del gas cuando exista circulación de agua. El
principio se basa en la deformación que un desequilibrio de presiones provoca sobre
un diafragma de material elástico, montado en el interior de una cápsula metálica, la
cual separa en dos cámaras comunicadas con la tubería de agua (ver también
calentadores instantáneos en el capítulo de Instalaciones Sanitarias).
El diafragma, además tiene en su centro una placa rígida con forma de disco
que está solidariamente unida a una varilla, esta última controla una válvula de gas.
Mientras no se consume agua caliente, la presión sobre ambas caras del
diafragma será la misma (posición de equilibrio) y la válvula de gas permanecerá
cerrada. Al iniciarse el consumo de agua, se produce una pérdida de carga que
disminuye la presión sobre una de las caras, vaciándose la cámara comunicada al
consumo, originando el movimiento del vástago que produce la apertura de la
válvula de gas. Esta válvula de presión recibe el nombre de válvula presostática o
presostato simplemente.
Una caldera de calefacción por agua caliente puede llevar una válvula con un
elemento termostático sensible a la variación de temperatura denominado
acuastato. Otro dispositivo es el cronóstato que puede provocar el encendido
automático a una hora prefijada.

42.5. Combustión catalítica.

A lo largo del siglo XX, los aparatos de gas se han perfeccionado, habiéndose
producido avances, sobre todo en el desarrollo de distintos quemadores.
Merece destacarse un concepto aplicado a los artefactos de calefacción que
es la combustión catalítica.
Un catalizador es un cuerpo que afecta la velocidad de la reacción y todavía
se mantiene inalterable cuando la reacción ha terminado. Por ejemplo, el oxígeno y
el hidrógeno no reaccionan a temperatura ambiente, pero en presencia de un
catalizador (de metal noble, por ejemplo el platino) reaccionan a velocidad creciente.
El catalizador reduce la energía de activación requerida para empezar la
reacción química de la combustión, la que tiene lugar a una menor temperatura y a
mayor velocidad con las consecuentes ventajas. De este modo, el catalizador
favorece el paso desde el estado energético inicial a la etapa final, sin alterar la
energía liberada por la reacción.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 20 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

La combustión catalítica no tiene llama y es lograda a una temperatura de


alrededor de 400 ºC, mientras que la temperatura requerida para una combustión
normal con llama es del orden de los 850 ºC.
El aumento de velocidad debido al catalizador favorece la combustión
completa, disminuyendo considerablemente la formación de monóxido de carbono.
La energía liberada en forma de calor es idéntica a la producida en una
combustión a alta temperatura, ya que, como se mencionó, la energía liberada
depende de los pasos de reacción inicial y final. El catalizador sólo modifica la forma
en que pasa de una a otra.
Esta forma de combustión ha permitido a la industria ofrecer, para su
comercialización masiva, calefactores construidos de forma tal que la combustión de
hidrocarburos en presencia de un panel catalítico se produce sin llama en contacto
con el oxígeno del aire y a la temperatura de 400 °C antes mencionada. Los
calefactores cuentan también con un comando piezo-eléctrico para su encendido; es
una válvula de seguridad que actúa rápidamente en caso de que se apague el
calefactor y puede tener o no un piloto sensor de ambiente que interviene en caso
de que el mismo se hubiese cargado de anhídrido carbónico.
Para su instalación debe tenerse especialmente en cuenta que los
calefactores por combustión catalítica que poseen piloto sensor de ambiente deben
instalarse como calefactores de cámara abierta con evacuación de los gases de
combustión al exterior y, para aquellos que no poseen piloto sensor de ambiente, su
instalación responderá a lo reglamentado para calefactores infrarrojos, o sea que
para ambos casos los locales en que se instalen deben estar ventilados
permanentemente. Está expresamente prohibida su instalación en baños y
dormitorios.

43. Artefactos: de hogar abierto, semiherméticos y herméticos o de


tiro balanceado.

43.1. Introducción

Los artefactos para la utilización del gas combustible son de varias clases y,
dentro de cada una de ellas, la industria ofrece numerosas variantes y una extensa
gama de capacidades.
Una primera clasificación distingue tres clases de artefactos, basándose
simplemente en el ramo de actividades de los usuarios, o sea en el tipo de
operaciones que se realizan en los locales donde se instalan tales artefactos:
• Artefactos de uso doméstico
• Artefactos comerciales
• Artefactos industriales
Desde el punto de vista de la relación entre el aire del local donde están
instalados los artefactos y la cámara de combustión donde se encuentran los
respectivos quemadores, podría hacerse una clasificación que responde a un criterio
técnico razonable y, sobre todo, higiénico y de seguridad para las personas.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 21 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

• Artefactos con circuito de aire totalmente relacionados con el aire del local
(Hogar abierto)
• Artefactos con circuito de aire en cierta relación con el local (Hogar
semiherméticos)
• Artefactos con circuito de aire totalmente independiente del local (Hogar
hermético)
En las instalaciones domiciliarias, que es motivo de este punto, podemos
clasificarlos más específicamente en: artefactos de hogar abierto, semihermético y
hermético.

43.2. Artefacto de hogar abierto (sin tiraje)

Son aquellos que toman el aire necesario para la combustión del ambiente y
descargan los gases y el calor directamente al mismo. Son ejemplo de este tipo de
artefacto: cocinas y estufas sin tiraje.
Dependen totalmente del aire del ambiente (por ejemplo, cocinas
domésticas), toman lo necesario y desprenden dentro del mismo todos los productos
de la combustión (anhídrido carbónico, agua, etc.) que puede contener. Se libera,
entre otros gases peligrosos, el monóxido de carbono. El funcionamiento prolongado
y la falta de las ventilaciones reglamentarias, que vimos con anterioridad,
significarían para los ocupantes la muerte por anoxia (déficit de oxígeno en el aire).
Además, el ambiente se satura de humedad y por ello deberá considerarse
los límites del porcentaje de humedad, que son admisibles en un ambiente.

43.3. Artefacto con hogar semihermético (tiro natural)

Son los que toman el aire necesario para la combustión del ambiente del local
donde se encuentran; descargan los gases al exterior y el calor directamente al
ambiente (convectores) o indirectamente calentando el agua (termotanques o
calentadores instantáneos).
Aunque el oxígeno necesario proviene del local, los productos de la
combustión son evacuados al exterior. Esta es una situación intermedia entre los
otros tipos de artefactos. Se produce, entonces, una circulación de aire: local al
hogar y finalmente a la chimenea. Esto implica que se deberá proveer un ingreso de
aire al local por orificios de ventilación con las dimensiones de norma e indicadas
anteriormente.

43.4. Artefacto con hogar hermético (tiro balanceado)


Estos artefactos toman el aire necesario para la combustión del exterior y
descargan los gases al exterior. Entregan calor directamente al ambiente (estufa o
convector de tiro balanceado) o indirectamente calentando agua (calefones de tiro
balanceado).
Están conectados a una canalización para la entrada de aire exterior a los
fines de la combustión y a otra para la salida hacia el exterior de los productos de la
combustión.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 22 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

En estas condiciones, el hogar o cámara de combustión es completamente


hermética respecto al ambiente donde funciona el artefacto y se eliminan los riesgos
de enrarecimiento del aire, como el peligro de contaminación provocado por los
gases quemados. Estos artefactos pueden instalarse en cualquier ambiente,
evitando así tomar precauciones especiales para la renovación del aire de los
mismos (ambiente).

44. Instalaciones domiciliarias. Disposiciones y normas. Gas


envasado: equipo individual, batería de cilindros.

44.1. Introducción
Se entiende por instalaciones domiciliarias de gas al conjunto de tuberías,
aparatos, accesorios y artefactos colocados en forma permanente en un edificio,
con el fin de permitir la utilización normal de este combustible, es decir, en
condiciones de eficiencia y seguridad para las personas y las cosas.
Forman parte de las instalaciones, los locales técnicos para el alojamiento de
los equipos y ciertos espacios técnicos que deben preverse en la obra con vistas a
los requerimientos de canalizaciones y conductos de circulación de gases.

44.2. Disposiciones y normas

Lo mismo que para las instalaciones sanitarias domiciliarias, las de gas,


natural o envasado, tienen su reglamento dictado por el Ente Nacional Regulador
del Gas (ENARGAS), quien tiene el poder de policía sobre estos aspectos de
seguridad y que lo ejerce a través de las distribuidoras de gas de cada región.
El reglamento se presenta bajo el título de “Disposiciones y Normas Mínimas
para la Ejecución de instalaciones Domiciliarias de Gas”, denominado NAG 200
(Norma Argentina de Gas 200).
El mismo debe ser observado con sumo cuidado, ya que trata sobre el
manipuleo de una sustancia verdaderamente peligrosa.

44.3. Gas envasado

Vimos que, bajo determinadas condiciones de temperatura y presión, ciertos


gases pueden ser licuados y, en tales condiciones, envasados y distribuidos para su
consumo.
También recordemos que se comercializan dos tipos de gases envasados y
que se denominan Grado 1 y Grado 3.
• El grado 1 es una mezcla de hidrocarburos constituida principalmente por
propano.
• El grado 3 es una mezcla de hidrocarburos constituida principalmente por
butano.
Sus principales características las observamos en la tabla Nº 7 del Apéndice
de la Norma.
La forma más corriente en que se comercializa el gas envasado es en
cilindros de 45 kg y en microcilindros o garrafas de 10 y 15 kg.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 23 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

Los microcilindros no exigen instalaciones propiamente dichas. Requieren un


adecuado uso, para lo que se debe observar una correcta conexión al artefacto al
cual están destinados, la ubicación en lugares convenientemente ventilados y la
precaución de evitar su exposición al sol, dado que la presión interior, que es del
2
orden de los 10 kg/cm , va creciendo con el aumento de la temperatura.
Los cilindros, como el gas natural, requieren de instalaciones domiciliarias
específicas y exigen la participación de un profesional matriculado especialmente en
las Empresas designadas por la Subsecretaría de Combustibles dependiente de la
Secretaría de Energía de la Nación, en el proyecto y ejecución de la instalación,
hasta su habilitación.
Se deben presentar y diligenciar planos normalizados ante la Empresa. En
definitiva, se debe preparar, para esta parte de la obra, un sublegajo técnico que
contiene:
1. Planos
2. Pliego de Especificaciones Técnicas
3. Cómputo
4. Presupuesto

44.3.1. Equipo Individual

En una residencia para una única familia, la instalación comprende lo que el


reglamento llama equipo individual, el que consta normalmente de:

• dos cilindros (uno en uso y otro de reserva)


• un regulador de presión aprobado, con sus accesorios

Para proteger los cilindros de la corrosión, motivada por la presencia de agua


o tierras húmedas, se los coloca sobre una base de material incombustible
(hormigón pobre o mampostería con terminación cementicia) con una altura de 5 a
10 cm sobre el nivel del piso.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 24 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

Para resguardo de los cilindros y el regulador se los ubica en el interior de un


gabinete construido de material incombustible. Siendo sus medidas interiores
mínimas: ancho: 0,90 m; fondo: 0,50 m y alto: 1,45 m
Las puertas de cierre rápido y fácil, construidas de material incombustible,
tendrán ventilación superior e inferior, con una superficie mínima de 150 cm2 cada
una.
En el interior del gabinete se dispone un soporte o grapa desmontable para
fijar el regulador o retirarlo en caso de desperfecto.
En el tramo de salida hacia los artefactos se coloca una llave de paso para
aislar la instalación y, después, una te taponada que recibe el nombre de te de
prueba, ya que permite realizar la prueba de hermeticidad de la instalación.
El equipo debe ubicarse en lugares perfectamente abiertos como patios,
jardines, terrazas (accesibles con montacargas). La reglamentación fija la superficie
2
mínima de cielo abierto para un equipo de dos cilindros en 6 m y frente al mismo
debe quedar un espacio libre no menor a 0,80 m para permitir la reposición y retiro
de los cilindros. Si se dispone de más de un equipo, se adicionará a los 6 m2 del
primero, 4 m2 por cada uno que se agregue; por ejemplo: 3 equipos 6 m2 + 2 x 4 m2
= 14 m2.
La Norma define también cómo proceder en el caso de existir galerías, aleros,
escaleras en espacios abiertos (figuras 2-3 a 2-5).
Dadas las características generales del gas licuado, especialmente su
densidad mayor a la del aire, es necesario tomar precauciones por eventuales fugas
de gas. Así, por ejemplo, el equipo deberá hallarse a más de 1 m de toda abertura
del edificio (puertas, ventanas, respiraderos, piletas de desagüe siempre que no
posean sifón, etc.). Por razones de posibles chispas, todo artefacto eléctrico deberá
colocarse como mínimo a 2 m del equipo (figuras 2-6 y 2-7).
Se admite reducir las distancias mínimas de 1 y 2 m, si se coloca un caño de
ventilación de 6 mm de diámetro, que parta de la descarga de la válvula de
seguridad y se eleve a más de 0,80 m del equipo y cuyo extremo termine en un
codo invertido, que deberá quedar a más de 1,50 m de toda abertura y a más de
2,50 m de toda boca eléctrica.
La Norma también fija la distancia mínima a todo fuego abierto (horno,
quemador y chimenea) en 2 m. Todo conductor eléctrico debe guardar una distancia
mínima de 15 cm del equipo.

44.3.2. Batería de cilindros

Se denomina batería de cilindros al conjunto de estos elementos para uso y


reserva, agrupados en un solo equipo y destinados a satisfacer las necesidades de
uno o más usuarios. Este último caso es el de las casas de departamentos (figuras
2-8a, 2-8b, 2-9a, 2-9b, 2-9c y 2-9d).
El número de cilindros que forman una batería se calcula, según lo establece
la norma, atendiendo a:

a) Cantidad de gas que puede vaporizar un cilindro en las condiciones


ambientales de las distintas zonas del país.
b) El consumo horario efectivo de la instalación, teniendo en cuenta los
factores de simultaneidad y utilización.
c) Una reserva adecuada para abastecer el consumo de, por lo menos, 15
días.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 25 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

2
Por cada cilindro se requiere un mínimo de cielo abierto de 3 m y se toman
distancias mínimas a aberturas del edificio y a fuegos abiertos de conformidad al
número total de cilindros (uso y reserva). Esos valores están tabulados en la norma.
2
Si se instala en terraza, se requiere un mínimo de 2 m de cielo abierto por cilindro.
Como mencionamos, toda batería de cilindros debe dividirse en dos grupos
(uso y reserva). Entre cada grupo se dejará un espacio mínimo de 0,60 m para
permitir llegar al regulador y para poder efectuar la renovación de los cilindros.

Las baterías se protegerán por un tinglado, construido con material


incombustible techado y cerrado en todo su perímetro. Como mínimo, en dos lados
se colocará un alambre tejido de una altura 90 cm colocado en la parte inferior para
permitir su correcta aireación.
La entrada al recinto se hará por medio de puertas formadas por marcos de
planchuelas de hierro o perfiles. La hoja tendrá, en los 90 cm inferiores, alambre
tejido y, en la parte superior, chapa.
Dado que los cilindros de una batería trabajan con un regulador o con varios
colocados en paralelo, los envases deben conectarse entre sí, lo que se hace por
medio de caños y accesorios capaces de soportar una presión de 2,94 MPa (30
kg/cm2). Para ese caño colector se colocaran grapas de sujeción en la pared o en el
techo del local.
Sobre la tubería de salida del local hacia los artefactos se colocará una llave
de paso aprobada y, a continuación, la te de prueba.
En los extremos de los caños colectores pueden colocarse llaves de bloqueo
para facilitar el recambio de cilindros.

44.3.2.1. Batería simplificada

Para un máximo de 6 cilindros por batería se puede prescindir del colector en


alta presión, reemplazado por flexibles de cobre.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 26 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

44.3.2.2. Medidores

La utilización de medidores para el control de consumos es optativa y se los


aloja en recintos dispuestos reglamentariamente. Su utilización es del todo
conveniente en el caso de varios usuarios a los fines del pago de los servicios.

44.4. Distribución a granel, gas licuado vaporizado por redes

Esta distribución adoptada generalmente para pequeñas comunidades,


cuenta con una planta de almacenamiento de gas licuado, vaporización y
regulación, que alimenta una red de distribución.
La planta deberá contar con el terreno suficiente para dichas instalaciones y
las maniobras del vehículo que provee el gas.
Se estima que las reservas deberán ser suficientes para 45 días, ya que los
plazos para la reposición del combustible son no menores a 30 días, quedando así
una reserva de 15 días.
Ahora, en el caso de alimentación no interrumpible, como es el servicio
residencial, deberá instalarse un segundo tanque que viene a cumplir las funciones
de reserva ante posibles reparaciones. En este caso se podría calcular cada tanque
para un máximo de 30 días de consumo.
La ubicación de dichos tanques podrá ser superficial o enterrada,
prefiriéndose en la superficie para evitar los problemas de corrosión. En general,
alrededor del tanque deberán quedar libres unos tres metros o más para las
maniobras del vehículo proveedor. Si el tanque supera los 5.000 litros la distancia se
aumentará a 7,50 metros.
En todos los casos, se rodeará este predio con alambrado olímpico con
postes de hormigón armado y alambre tejido.

45. Gas por redes: cañería mayor, prolongación domiciliaria,


reguladores de presión, medidores, artefactos, ventilaciones

45.1. Cañería mayor

El conducto de distribución que forma parte del servicio público se denomina


cañería mayor y corre enterrada bajo la vereda. Está constituida por caños de
polietileno o acero. Su presión es de 0,147 MPa o 0,392 MPa (1,5 kg/cm2 ó 4
kg/cm2). Estos valores de distribución corresponden a media presión. Citamos
anteriormente que la presión de transporte de 5,88 MPa (60 kg/cm2) corresponde al
rango de alta presión.
En general, podemos considerar que las partes que componen las
instalaciones destinadas al aprovechamiento del gas son:
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 27 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

45.2. Conexión o servicio domiciliario

Es el tramo de cañería desde la cañería mayor hasta 20 cm antes de la línea


municipal (L.M.), desde donde comienza la parte de la cañería interna que se
denomina "Prolongación domiciliaria". Este tramo es perpendicular a la L.M. ya que
esta disposición impide la utilización de piezas especiales o el doblado del servicio.
Entre el Servicio y la Prolongación Domiciliaria se coloca una llave de
vereda, que es una válvula de bloqueo tipo esférica de ¼ de vuelta que se
maniobra con elementos especiales y que permite habilitar o interrumpir el servicio.
En caso de incendios y derrumbes, lo primero que hay que hacer es cerrarla.
Una campana esférica protege la llave y el conjunto, impidiendo que la tierra
u otros elementos puedan afectarla. Se aloja dentro de un espacio normalizado, en
cuya parte superior se encuentra una tapa con bisagra, la cual llevará la
denominación “GAS” para facilitar su rápida localización.
Para diámetros pequeños y de un solo usuario, la llave de vereda es
remplazada por una llave candado, que se ubica sobre la fachada del edificio junto
con el medidor y el regulador, en un pequeño nicho o caja de chapa Nº 18 con tapa,
cuyas dimensiones son: 60 cm de alto, 40 cm de ancho y 30 cm de profundidad.
La tapa cierra con llave cuadro o cuadrada y deberá contar con ventilaciones
2
tipo persiana, practicadas en la parte superior e inferior de la misma de 10 cm cada
una, de modo tal que se produzca una correcta circulación que arrastre cualquier
eventual fuga de gas.

45.3. Prolongación domiciliaria

Desde los 0,20 m antes de la L.M. hasta el medidor, se encuentra el tramo


que se denomina prolongación domiciliaria.
Se utilizará caño de hierro negro (ASTM-A53 SCHEDULE 40) con
revestimiento EPOXI y estará convenientemente alejado de las conexiones de agua,
cloacas, electricidad y desagües pluviales (figuras 3-2 a 3-4).
Para una única vivienda, el diámetro es de 19 mm, pero para un edificio se
calcula en función del número de medidores y de la longitud de la prolongación (ver
Tabla II de la Norma).
La Norma establece una serie de consideraciones a tener en cuenta en
cuanto a su disposición.
Entre la llave de vereda o la válvula esférica, según corresponda, y el
regulador se coloca una cupla aislante o brida dieléctrica para aislar eléctricamente
(teflón, etc.). También se utilizan conexiones dieléctricas para medidores.
En las uniones de cañerías y accesorios de esta parte de la instalación, no se
utiliza pasta de litargirio y glicerina, sino teflón por ser la primera conductora.
También se utiliza baquelita líquida, goma laca disuelta en alcohol, etc.
Estos tramos de media presión deberán soportar sin pérdida una presión
2
neumática manométrica de 0,392 MPa (4 kg/cm ) durante un mínimo de 15 minutos
(prueba neumática o de hermeticidad).

45.4. Reguladores de presión

Seguidamente a la prolongación domiciliaria y antes del medidor de caudal,


continúa el regulador de presión, donde la presión se rebaja a 2 kPa (200 mm de c.a
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 28 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

2
= 0,02 kg/cm ), que es la presión de trabajo de los artefactos de uso domésticos.
Esta presión de trabajo está enmarcada en la denominación de baja presión.
Estos reguladores admiten presiones de entrada variables - dentro de ciertos
límites - dando como resultado una presión de salida constante o regulada. La
regulación se cumple a partir de la presencia de un diafragma que acciona sobre
una válvula de aguja y efectúa la regulación.
Los diafragmas son generalmente de gomas sintéticas (neopreno o similares)
con alma de nylon. Este diafragma es de mayor resistencia a la acción de los
hidrocarburos.
El regulador se especifica por el caudal de gas que debe suministrar y las
presiones antes y después.
Una instalación de cierta importancia, con un caudal de gas apreciable, puede
requerir el montaje de más de un regulador; en este caso se conectan en paralelo y
se instalan en un pequeño espacio técnico con tapa y llave cuadro o cuadrada,
dispuesto en la fachada.

45.5. Medidores
Los consumos de una vivienda son controlados y aforados por medidores,
que miden caudales. Pueden ser medidores volumétricos y en otros pueden ser del
tipo Venturi.
Según el caudal que puedan medir se los puede clasificar en:

a) Medidores de uso doméstico, para los de menor caudal (hasta 10 m3).


b) Medidores industriales, para grandes caudales, uso industrial u otros
procesos, hospitales, sanatorios, educativos, etc.

Si el edificio tiene varias unidades de vivienda, habrá un medidor para cada


una de ellas y su ubicación facilitará las lecturas por el personal de la empresa
distribuidora.
Generalmente, los medidores se agrupan formando una batería que se aloja
en un pequeño local técnico, construido en un lugar de uso común del edificio y
preferentemente abierto (figuras 3-10, 3-12, 4-3, 4-7-3, 4-7-4, 4-7-5).
También se pueden disponer encolumnados, en un local con aspecto de
pasadizo, que corre verticalmente por el edificio en altura, habiendo en cada piso
una puerta de acceso a los medidores que corresponden a los departamentos de
ese nivel. Evidentemente esas puertas darán a espacios comunes.
Los locales técnicos, si se ubican en lugares cerrados, deberán ventilarse por
conducto al exterior; dicho conducto tendrá un diámetro normalizado y saldrá desde
la parte superior del local y comunicará con un espacio abierto pudiendo terminar en
una rejilla. La puerta del local poseerá aberturas u orificios practicados en la parte
inferior para facilitar la circulación del aire.

45.6. Cañería interna. Artefactos

Después del medidor encontramos la cañería interna, que según vimos opera
en 2 kPa (200 mm de c.a = 0,02 kg/cm2). La misma alimenta los artefactos
instalados en el edificio que deberán ser aprobados y se especifican
convenientemente.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 29 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

Se deberá asegurar la independencia de todos los consumos y el control de


todos los artefactos, o sea cada artefacto deberá tener su llave de paso, tipo cónica
de ¼ de vuelta con tope, llamada llave macho.
Aguas abajo de la llave de paso se colocará una unión doble de asiento
cónico, para permitir su desvinculación, y forma parte de los artefactos aprobados.
Estos tramos de baja presión soportarán, sin pérdida, una presión neumática
manométrica de 20 kPa (0,2 kg/cm2) durante un mínimo de 15 minutos (prueba
neumática o de hermeticidad).
La Norma establece prolijamente la forma de conexión, disposición y demás
consideraciones a tener en cuenta para la instalación de artefactos alimentados a
gas.

45.6.1. Pruebas
En las instalaciones de gas es de especial importancia las pruebas que deben
realizarse, a fin de garantizar su correcto funcionamiento y su estanquidad, ya que
las fugas pueden causar efectos nocivos para la salud de las personas – tan nocivos
que, en algunos casos, han provocado la muerte de los ocupantes de una vivienda –
o generar explosiones, ya que la acumulación de gas en determinadas proporciones
con el aire puede dar lugar a mezclas explosivas.
Otro aspecto a considerar es que, durante el almacenamiento o la ejecución
de los trabajos en obra, puede suceder que penetren dentro de las cañerías
elementos que luego las obstruyan u, otras veces, se colocan en los extremos de
ellas trapos o papeles con la finalidad, precisamente, de evitar esas obstrucciones y
luego se olvida de retirarlos.
La normativa vigente habla sintéticamente de la hermeticidad y obstrucciones
(o mejor deberíamos denominarla desobstrucción de la cañería) sin indicar el
momento ni la forma de realizar estas verificaciones. A continuación se desarrolla el
procedimiento a seguir.
Una vez ejecutada la cañería y antes de cubrirla, se debe proceder de la
siguiente manera:
2
La cañería debe probarse con aire a presión de 0,2 Kg/cm , utilizándose una
bomba neumática de mano (inflador) o un compresor, si la instalación es de gran
tamaño, y un manómetro.
Se retiran todos los tapones, se cierran todas las llaves de paso terminales y
se abren las intermedias, si las hubiera. Para asegurarse de que se ha cumplido con
tal requisito es necesario recorrer toda la instalación. La limpieza se practica
fácilmente teniendo la línea llena de aire a la presión de prueba, abriendo una tras
otra las llaves y cerrándolas enseguida. De esta forma, cualquier impureza existente
dentro de la cañería será arrastrada por el aire. Al abrir cada grifo debe percibirse la
salida del aire con una intensidad proporcional a la presión que aún mantiene la
línea. Las pruebas de no obstrucción se harán soplando desde distintos puntos de la
instalación y verificando si el aire recorre toda la instalación y sus ramales.
Luego se procede a realizar la prueba de hermeticidad:
1. El manómetro debe ser de gran sensibilidad y su diseño debe permitir que las
pequeñas variaciones de presión aseguren un recorrido suficientemente
amplio de la aguja sobre el cuadrante, para que puedan ser apreciadas sin
esfuerzo por el operador. Un manómetro adecuado será uno de 100 mm
diámetro del cuadrante, con aguja céntrica, con vidrio irrompible, hermético al
agua y al polvo, y para una presión máxima de 1 Kg/cm2, para los ensayos de
baja presión, y de 5 Kg/cm2, para media presión.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 30 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

2
La presión de prueba para gas a baja presión será de 0,2 Kg/cm .
En las prolongaciones para gas a media presión, la prueba se efectuará a 4
2
Kg/cm .
2. Se debe verificar que, durante un tiempo mínimo de 15 minutos, la cañería no
presenta pérdidas, lo que se verifica si la aguja del manómetro no tiene
variaciones de la posición inicial.
3. Con la ejecución de los pasos anteriores hemos verificado que la cañería es
hermética hasta la llave de paso y que ésta cumple su función de cerrar
completamente el paso del gas.
4. Falta ahora probar el tramo de cañería que va desde la llave de paso hasta el
lugar donde se conectará el artefacto. Se procede a abrir todas las llaves de
paso y colocar los tapones en los lugares en donde se ha previsto conectar
algún artefacto y se repiten los pasos indicados.

En esta etapa de la obra y cumplidos los requisitos se deja la instalación lista


para que los otros gremios de la construcción puedan intervenir sin dificultades ya
que el instalador actuará nuevamente colocando los artefactos, cuando la obra esté
prácticamente terminada.
Cuando comenzamos este escrito colocamos la palabra pruebas, en plural,
ya que cuando estén colocados los artefactos deberán abrirse las llaves de paso y,
con los robinetes de los artefactos cerrados, se comprobará la hermeticidad de
éstos de la misma forma que para la cañería.

Pérdidas en las instalaciones

Si al efectuar la prueba se aprecia en el manómetro una caída de presión,


será necesario localizar la pérdida. Para ello hay que cerciorarse primero de que la
línea esté bien cerrada con sus correspondientes tapones o que no se haya dejado
ninguna llave abierta. Se prepara una solución de agua jabonosa y con un pincel se
aplica en todas las conexiones, manteniendo entretanto la presión en la cañería.
Donde la solución jabonosa comience a burbujear, hay que efectuar la reparación.
Para detectar las pérdidas debe procederse en forma sistemática,
comenzando desde el inicio y siguiendo hacia el lugar donde se colocarán los
artefactos, sin pasar por alto ninguna conexión, válvula, etc. Identificada la pérdida,
debe desarmarse la cañería en el lugar que sea necesario para retirar la parte que
corresponde a la unión defectuosa y, si la pérdida se produce en el enroscado, debe
limpiarse y hacerse una nueva aplicación de litargirio y glicerina. Si ajustada
nuevamente la pieza y al efectuarse la prueba con presión se vuelve a producir el
escape en el mismo lugar, debe cambiarse la parte afectada.
Siempre que se corrija alguna pérdida o defecto en la instalación deberá
efectuarse la prueba nuevamente.
Notará las ventajas que tiene realizar la primera prueba de hermeticidad y
desobstrucción antes de cubrir la cañería.
Las pruebas deben realizarse con aire a presión, ya que está prohibido
efectuar cualquier clase de pruebas con oxígeno u otros gases.

Resulta muy conveniente que el instalador notifique previamente al


profesional director técnico de la obra sobre la realización de las pruebas, debido a
que legalmente él también es responsable del correcto funcionamiento de la
instalación.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 31 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

45.7. Ventilación

Las ventilaciones o conductos para la evacuación de los productos de la


combustión de los artefactos completan el sistema de instalación de gas.
La Norma agrupa los sistemas de evacuación en:

45.7.1. Sistema para artefactos no conectados a conductos

Estos sistemas son de aplicación a aquellos artefactos que no tienen


conducto de alimentación de aire ni salida de los productos de la combustión, como
las cocinas por ejemplo. En este caso se dejan en el ambiente dos aberturas al
exterior, una de ingreso y otra de egreso de aire, preferentemente opuestas (figuras
7-5-1 a 7-5-3). La abertura de salida puede ser a un conducto que sirva a varias
unidades de vivienda.
La Norma establece las secciones mínimas de entrada y salida y las
características de los conductos (Tablas 7-5-1 y 7-5-2).

45.7.2. Sistemas conectados a conductos individuales para artefactos con


cámara de combustión abierta

Se aplican a aquellos artefactos que toman el aire para la combustión del


ambiente y expelen hacia el exterior, mediante conductos, los productos de la
combustión. La Norma establece las disposiciones generales que deben observarse.

45.7.3. Sistemas conectados a conductos individuales para artefactos con


cámara de combustión estanca (tiro balanceado)

Se aplican a artefactos que toman el aire del exterior y expulsan los productos
de la combustión al exterior a través de dos conductos distintos que pueden ser
concéntricos o verticales en “U”. Los detalles particulares dependen de cada marca,
pero en todos los casos serán aprobados. La Norma establece las disposiciones
generales a observarse tanto para conductos horizontales como para verticales en
“U” (figuras 7-7 y 7-8).

45.7.4. Sistemas con conductos colectivos para artefactos con cámara de


combustión abierta

Se denomina conducto único en derivación a todo conducto colectivo


instalado en un edificio de varias plantas que evacua los productos de la combustión
de un o, eventualmente, dos artefactos de cámara abierta a través de ramales
secundarios (figuras 7-9 a 7-23).
La Norma establece las disposiciones generales, elementos, materiales y
secciones mínimas de los conductos. Así también el procedimiento de cálculo de las
secciones.
Se deberá complementar este tema estudiando el capítulo VII de la Norma -
Evacuación de productos de combustión.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 32 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

46. Tubería Interna: materiales, protección anticorrosiva, tendido,


ejecución de trabajos. Mantenimiento.

46.1. Materiales. Protección anticorrosiva


Las cañerías utilizadas en las instalaciones internas son de hierro negro con
revestimiento epóxico como forma de protección anticorrosiva del material
componente de la cañería. Éste es realizado en la misma fábrica de caños bajo
procedimientos certificados por norma. Se comercializa en tiras de 6,40 m con el
sello de “aprobadas”.
Es muy común que en el proceso de instalación se desprenda este
recubrimiento y por ello se utilizan pinturas epoxi que recubren el área dañada. Así
mismo, esta pintura debe aplicarse finalmente a todas las uniones terminadas y a
toda pieza que no la tenga. Se utiliza además recubrimiento con polietileno extruido.
Las cañerías deberán cumplir con la Norma IRAM nº 2.502 y, en lo referente
al revestimiento anticorrosivo (espesor: 300 micrones), con la Norma G.E. Nº 1 –
108 y ampliatoria 2002-01/88.
Las piezas accesorias, como codos, curvas, piezas en te, cuplas, piezas en
cruz, son de fundición maleable con recubrimiento epoxi. Además, se debe preferir
que estas piezas tengan un borde (redondo o europeo) y que cumplan con la Norma
IRAM nº 2.509 y 2.548.

46.2. Tendido

El tendido de las cañerías de gas puede realizarse bajo tierra, embutido o a la


vista.

46.2.1. Bajo tierra

En la Norma se indican dos alternativas. La primera es a una profundidad


mínima de 30 cm desde la parte superior de la cañería hasta el nivel de piso; esta
profundidad está pensada en función de proteger al tendido de esfuerzos en el
terreno por la circulación de vehículos u otras cargas elevadas.
Generalmente, este modo se lleva a cabo en jardines, patios o zonas de la
vivienda sin construcciones. Es por ello recomendable colocar la cañería sobre un
lecho de ladrillos y rodeada por arena; en caso que el terreno sea inestable o no
resistente, se desarrollará sobre un lecho de hormigón pobre que cuide la
estabilidad de la misma.
A media altura es muy conveniente colocar una malla de advertencia (hay
muchas en el mercado) que indica, inequívocamente, la presencia de una red de
gas, así evitaremos peligrosos accidentes. En algunas prácticas comunes y a menor
escala, como puede ser en una vivienda familiar, se pueden colocar ladrillos sobre la
cañería a modo de advertencia.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 33 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

1/2
malla mínimo = 30cm
1/2

asiento

46.2.2. Embutido

Se realiza tallando una canaleta en la mampostería, tomada con grapas “Ω” y


atornilladas a taco fisher. Se deberá cuidar el cruce con otras instalaciones, como la
eléctrica, aislándola adecuadamente, si no queda otra alternativa. En caso de
atravesar o tender esta cerca de chimeneas o conductos de calefacción, se deberá
aislar térmicamente la cañería de gas. No está permitido que atraviesen chimeneas
o conductos de calefacción.

46.2.3. A la vista

Este es uno de los modos menos conflictivo para la instalación, pero deberá
cuidarse al extremo la seguridad. Sobre paredes irán firmemente aseguradas con
grapas, libres de todo movimiento. Sobre techos estarán firmemente aseguradas,
apoyando sobre pilares separados 2 m entre sí, perfectamente engrapadas.
En todos los casos, el tendido lleva gas a los artefactos de consumo y en
cada uno de ellos, como en los futuros a instalar, deberá colocarse una llave de
paso de 1/4 de vuelta certificada y aprobada (con estampilla). Deberá cuidarse tanto
su integridad como su buen funcionamiento.
En la unión de la cañería con los artefactos se utiliza pasta no fraguante o
teflón (mínimo 8 vueltas) para mantener su operatividad.
Las pruebas de hermeticidad como las pruebas con agua jabonosa
proporcionan información sobre la presencia o no de pérdidas.
El trazado, en todos los casos, debe guardar las condiciones de la norma y
además las de fijación de toda la instalación, para evitar posibles pérdidas por
movimientos u otras causas.
La cañería de gas no podrá estar en contacto con ningún conductor o
artefacto eléctrico y, en los cruces con conductores o caños de electricidad, se
deberá interponer entre ellas un material aislante perfectamente asegurado
(amianto, porcelana, cerámica, etc.).

46.3. Ejecución de trabajos


Las uniones entre caños y accesorios se harán por roscado cónico con filetes
bien tallados, que se confeccionan con terrajas provistas de dientes en buen estado
para que no dañen la cañería en preparación. Además se utilizarán morsas para la
sujeción de la misma, banco para elevarla y realizar un trabajo cómodo, sierra, llave
de fuerza, etc.
Es importante mencionar que el número de filetes a tallar en las roscas se
encuentra tabulado en la Norma, en función del diámetro nominal de la cañería.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 34 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

En las uniones se utilizará pasta fraguante de litargirio y glicerina o sellador


para roscas de gas aprobado sobre la pieza con rosca macho, solamente a fin de
evitar que penetre en la cañería; no se permitirán las uniones con cáñamo y pintura,
porque se considera que es atacable por el gas; menos aún con cinta de teflón.
Describimos a continuación, sintéticamente, los nombres y usos de los
accesorios:

Curva: modifica la dirección de un trazado, las hay de 90 y 45 grados.


Además se los denomina hembra - hembra (rosca interior en ambos
extremos), macho - hembra, etc.

Codos: también cambian la dirección de un trazado, pero en un


menor ángulo (curvatura más cerrada) por lo que son de mayor
pérdida de carga. También reciben denominaciones de hembra -
hembra, etc. Estos accesorios deben preferirse en la unión o en el
tramo final de unión con un artefacto.

Piezas en Te: permiten derivaciones, son de rosca hembra (rosca


interior); las hay con empalme curvo, con doble empalme curvado y
normales.

Cuplas: son para unión de cañerías; son de rosca


hembra; generalmente se venden junto con la cañería, colocada en
uno de sus extremos (caños con rosca y cupla). También las hay de
reducción.

Bujes: son de función parecida a la cupla, pero la diferencia está en


que la rosca de mayor diámetro es macho y la menor es hembra.

Niples: sirven para la unión de dos roscas hembras.


Es sencillamente un tramo pequeño de caño roscado
por ambos extremos (macho).

Conexiones: están compuestos por un niple,


una cupla y una tuerca. Se emplean para empalmar dos tramos
de cañerías que son indesplazables.

Unión doble: se usa para la conexión de


artefactos y su fácil retiro, debe llevar una tuerca
para garantizar la cantidad que ingresó cada rosca. Aquí se exige
rosca con asiento cónico (mayor superficie de contacto implica
mayor protección a las fugas de gas).
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 35 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

46.4. Dimensionamiento

El diámetro de la cañería de gas debe ser el necesario para suministrar el


máximo caudal de gas requerido en la instalación. El diámetro depende de:

• El caudal máximo de gas a suministrar;


• La longitud de la cañería, número y tipo de accesorios (long. real +
long. equivalente);
• La pérdida de carga a lo largo de la cañería (inferior a 10 mm de c. de
a.);
• La densidad del gas;
• El factor de simultaneidad (uso doméstico = 1, otros se consultan con
la Oficina Técnica).

Con relación al dimensionamiento, se desarrollarán los conocimientos y


procedimientos en la Guía de Trabajo Práctico adjunta y en el dictado del mismo.

46.5. Mantenimiento
Una apropiada ejecución de los trabajos por parte del instalador y su
habilitación por parte de ECOGAS, garantiza el correcto funcionamiento y ejecución
de las instalaciones de gas, exigiendo de parte de los usuarios un mínimo
mantenimiento.
Corresponderá tener de parte de los usuarios, a quienes el instalador deberá
brindar un adecuado asesoramiento, una vigilante atención de las instalaciones y
sus correspondientes artefactos, complementada por una eficiente conservación.
Deberá verificarse el perfecto cierre de las llaves de los artefactos y la
posición correcta de estas.
En el caso en que al pretenderse poner en funcionamiento algún artefacto se
percibiese olor a gas, es indispensable previamente proceder a ventilar el ambiente
donde se encuentra el mismo.
Para que los artefactos rindan el máximo de eficiencia, es necesario efectuar,
de manera periódica, un prolijo lavado de los mecheros o quemadores.
Si se observan inconvenientes o desperfectos en la instalación o artefactos,
debe de inmediato cerrarse la llave de paso principal o de bloqueo y dar aviso a
ECOGAS.
Para verificar los escapes nunca debe utilizarse fósforos o encendedores, por
el peligro de la explosión del gas acumulado, se debe emplear una solución de agua
jabonosa que permitirá localizar la pérdida por la formación de burbujas.
INSTALACIONES EN EDIFICIOS I 36 MATERIAL DE ESTUDIO - 2006

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