Sunteți pe pagina 1din 5

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA MEDELLÍN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN


HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA

Un Plan para todos

Por

Adriana Fajardo
UN PLAN PARA TODOS

El estado Colombiano dentro de sus programas educativos viene realizando


proyectos para el mejoramiento y la calidad de la educación, para ello se ha basado en el
Plan Decenal de Educación, con el cual espera obtener resultados de la labor académica,
pero quedan en tela de juicio si se han tenido en cuenta las necesidades de la población o
simplemente se trata de una política educativa.

A lo largo de la historia de la educación Colombiana, han sido muchos los


paradigmas que ha tenido que enfrentar el sector educativo, partiendo de la diversidad
cultural y de las necesidades sociales, es muy poco lo que se puede decir en cuanto a una
educación con calidad, aquellos sectores alejados donde no existe la infraestructura
requerida para desarrollar un proceso educativo, son los más afectados, ya que no se les ha
tomado participación y siguen a la sombra de todo aquello que se decreta.

Sin entrar en consideraciones de lo que significa para un indígena abandonar sus


costumbres y adaptarse a un estilo de vida diferente, donde a nivel educativo tiene que
renunciar a su lengua, pues en la escuela no encuentra la calidad docente que reconozca su
cultura y así mismo la fortalezca con un nuevo aprendizaje, es la realidad de un estudiante
excluido, por la inequidad, por la incapacidad y por la homogeneización de la educación.

De esta manera, la participación en el plan decenal de educación está teniendo en


cuenta a quienes pudieron opinar, quienes tenían las posibilidades de hacerlo, se habla de
igualdad, pero igualdad para quienes, solo para los que tuvieron voz, que hay de aquellos
que por sus desigualdades sociales no tuvieron acceso a ello, la Constitución Política
Colombiana en los derechos fundamentales decreta: “Art. 7. El Estado reconoce y protege
la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana.”(1991)

A este propósito de proteger la diversidad étnica y cultural se le suma la educación


indígena y de los sectores vulnerados, a razón de qué, se han quedado en una investigación
social y no en la reclamación de un derecho que por ley les corresponde,

Art. 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que


tiene función social: con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a
la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura. Constitución Política
Colombiana (1991).

Precisamente por ese derecho a la educación es que hay que generar una
movilización nacional, para que las problemáticas sociales sean tenidas en cuenta a la hora
de evaluar los procesos educativos, pues el sistema de educación a su vez se propone
obtener los mismos resultados, sin considerar que la igualdad de la evaluación no es
equivalente a la igualdad de la enseñanza.
En este punto hay que referirse al sistema evaluativo, las pruebas masivas arrojan
evidencias que son utilizadas para seguir constatando los últimos lugares que ocupa la
educación en Colombia, en efecto no todos los estudiantes aprenden de la misma manera,
pero si tienen una evaluación homogénea, entonces porqué no evaluar en contexto,
ciertamente las pruebas deberían plantearse desde el lugar donde se está produciendo la
enseñanza, para así garantizar de alguna manera la igualdad de derechos.

Es interesante también preguntarse por la finalidad de la educación, la pertinencia


en el desarrollo de las competencias requiere de escenarios de aprendizaje, no solo para
llevar determinados procesos y actividades, sino para comprender el contexto y los
recursos de los que se vale el maestro a la hora de contribuir en el mejoramiento de
actitudes y aptitudes en el conocimiento.

De igual forma el educar desde diferentes perspectivas académicas, concibiendo la


uniformidad de los objetivos a evaluar conlleva a la creación de desniveles intelectuales,
pues los grupos con el poder de adquisición son los dominantes frente a los que estudian
bajo la diversidad de las necesidades sociales educativas, la creencia que se tiene de la
evaluación como generadora de cambios, no corresponde a la función que se le delega.

Si bien, no se puede estar ajeno de lo que ocurre en esta problemática, necesita verse
desde todos los contextos, la educación se mueve dominada por los hilos de la política y
solo una movilización donde todos los entes inmersos en ella se manifiesten, puede iniciar
un cambio que con persistencia llegue al campo administrativo de la educación.

Pero la escuela hoy sigue de espaldas a la realidad, pero más que eso, ese
cuerpo que es la escuela es un cuerpo que tiene los ojos vendados, es un
cuerpo que tiene la boca sellada, es un cuerpo con las manos atadas y es un
cuerpo con los oídos tapados. Tiene los ojos vendados con la venda que se
llama programas curriculares, planes de estudios rígidos, acartonados,
anacrónicos, que no dan cuenta de lo que es la realidad, sino que extrañamente
como que quisieran ocultar para en su lugar dar cuentas de temas que, si bien
son interesantes y necesarios a la luz del desarrollo del pensamiento científico
y a la luz de la razón occidental, pudieran parecer temas aislados del mundo
real de la vida cotidiana y por lo tanto esta escuela estaría con los ojos
vendados frente a esa realidad y a los sujetos que la habitan. (Aguilar J. 1998)

Las políticas educativas han evadido la realidad de la educación, se plantean


estamentos con los cuales el maestro debe regir su labor, todo en pro de crear individuos
para la producción económica del país y en dónde ha quedado el ser humano, desde que
perspectivas se enseña en la universidad, qué valor tienen entonces las humanidades, si
son la orientación social necesarias para el desarrollo integral de la persona.

En este sentido, el plan decenal de educación debe ser pertinente en la investigación


directamente elaborada en los lugares más aislados del país, estructurar un sistema en el
cual estén contempladas todas las manifestaciones culturales, desde los parámetros de la
inequidad social, fortalecer las diferentes formas de comunicación para poder hablar de
logros en la evaluación cognitiva.

En las instituciones escolares y en sus directivas, se debería tener un plan con el cual
salirse de los requerimientos curriculares para dedicarse a la formación integral del
educando, como estudiante, compañero, ciudadano y principalmente como ser humano;
está visto que se le da más importancia a aquello que ya está elaborado como los conceptos
académicos, aunque son la base del conocimiento, también es necesario dedicarle tiempo a
aquello que conviene a todos, maestros, alumnos y la parte administrativa de la educación.

En esta práctica cotidiana de laborar en las aulas de clase reluce la falta de recursos,
las pocas posibilidades que tienen los estudiantes pobres de obtener una educación, el
aumento del analfabetismo en el campo y en la ciudad; es en esos contextos de violencia en
donde el maestro realiza su práctica y es de esta misma situación de la que se debe valer,
para crear alternativas con las cuales buscar una solución, recurriendo a la investigación
como práctica pedagógica.

Entonces, el interrogante es si tiene sentido evaluar según lo mencionado


anteriormente, porque si la finalidad de la educación es la formación de seres integrales
desde lo humano, las pruebas masivas solo se empeñan en demostrar la veracidad de una
dimensión del ser humano, obstaculizando el pensamiento evitando reconocer los diferentes
ámbitos del conocimiento.

De alguna manera los propósitos del docente no se deben alejar de su función como
orientadores del saber, de su actitud y eficacia en los procesos educativos depende también
la revolución educativa, está visto que el estado hace caso omiso a las necesidades sociales,
pero el maestro, que está inmiscuido desde su labor pedagógica, no puede evadir la
responsabilidad que acarrea el enseñar.

Todos los responsables de la educación, el estado, la sociedad y la familia


constituyen el desarrollo de un pueblo, para el surgimiento de nuevas propuestas
educativas participativas, hay que empezar por implicarse en los diferentes proyectos y
sobre todo identificar las carencias para exigir los derechos de los cuales se está siendo
privado.

Esta sociedad necesita personas que produzcan conocimiento pero, también esta
urgida de seres humanos que se solidaricen con el otro y que desarrollen planes con los
cuales se proyecten labores sociales, para el mejoramiento de la calidad de vida en las
poblaciones más vulneradas de la sociedad, por estar en ese revuelo de conocimientos, las
personas han dejado que el mundo se vaya destruyendo y que hoy por hoy sean pocas
personas las que se preocupen por lo que queda de sociedad.
Referencias

Aguilar J. 1998 Convivencia escolar enfoques y experiencias. Medellín.


Consejo editorial.

Andrade, E. La evaluación como medición. En revista Horizontes Pedagógicos No.3


Bogotá. Publicación Noviembre de 2001

Constitución Política Colombiana. 1991. De los derechos fundamentales

Pinilla, A. 2008. El Plan Decenal de Educación 2006-2016: entre la ofensiva


neoliberal y la movilización social por la educación. Educación y Cultura

Sánchez C. 2008.La evaluación y la autonomía curricular para una educación de


calidad. Educación y Cultura.

S-ar putea să vă placă și