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El mundo de la vida vs La teoría de los tres mundos

Pablo A. Rada Chavarría

pablorada.ch@gmail.com

Introducción.-

El presente trabajo pretende hacer, en primera instancia, una comparación entre el


mundo de la vida de Habermas y los tres mundos planteados por Popper; en segunda
instancia pretende, desde un análisis, proponer o concluir si esta primera teoría, como
se supone a sí misma, una superación de la segunda. Esta comparación responde a la
curiosidad que genera la crítica elaborada por Habermas en el libro “Teoría de la
acción comunicativa” sobre la teoría de Popper, aunque su propuesta del mundo de la
vida descanse en alguna forma en esta otra teoría

Popper, un filósofo científico, si cabe el término, en su extensa bibliografía relacionada


sobre todo con los problemas que suscita el conocimiento, es autor de una particular
terminología como de innovadoras concepciones o teorizaciones sobre distintos
problemas sociales y científicos. Aunque esta definición del filósofo puede generar la
idea de un pensador estricto y disciplinado, resalta la claridad del lenguaje con el que
se expresa en cada uno de sus textos. Se destaca en él su proceder y su preocupación
sobre la racionalidad, preocupación que extiende a todos los campos en los que se
adentra.

Por su parte Habermas, es reconocido como uno de los integrantes célebres de la


escuela de Frankfurt, en él se suelen distinguir dos etapas, la primera crítica y la
segunda sistemática y menos crítica. Es reconocible su tendencia político-social dentro
de la filosofía y sobre todo su influencia weberiana, donde los problemas de la
racionalidad, sobre todo en la sociedad, son sus más reconocidos intereses.

Por más que se pueda reconocer que entre estos dos filósofos existe el tema de la
racionalidad como factor común, usualmente se los considera como oponentes. Como
en el texto principal que servirá al análisis en este trabajo “Teoría de la acción
comunicativa” se puede observar una crítica a Popper, de igual manera en el breve
texto “Contra las grandes palabras” se puede ver la crítica de Popper a Habermas.
Estos precedentes alimentan la importancia que reviste este trabajo, ya que de
primera mano (en base a los textos) se puede hacer una comparación sobre dos
puntos particulares y en relación, donde uno de ellos no solo pretende hacer una
crítica al otro, sino que pretende superar dicha teoría proponiendo otra que se basa en
la primera.

Planteo así, que la teoría del mundo de la vida de Habermas se presenta como una
superación de la teoría de los tres mundos de Popper. Con fines distintos a los de
Habermas, Popper presenta sus tres mundos dentro del marco de la diferencia entre
cerebro y mente, los presenta como un instrumento para poder entender y dar
solución a este problema de la filosofía de la mente. En cambio, el mundo e la vida de
Habermas pretende dar un marco de referencia real donde se lleva a cabo la acción
comunicativa.
1. El mundo de la vida y lo relativo a este en Habermas:

El mundo de la vida en Habermas presenta diversas particularidades que deben ser


presentadas para poder entender la teoría en sí y a partir de ella poder seguir con el
análisis que persigue este trabajo. El mundo de la vida, de manera preliminar, es el
ámbito donde el entendimiento se gesta y desenvuelve y que por lo tanto está
estructurado en base a tres mundos que interactúan entre sí, el mundo objetivo, el
mundo subjetivo y el mundo social, partamos pues a analizar estos tres mundos.

1.1. Sobre los tres mundos:

“El mundo objetivo es supuesto en común, como totalidad de los hechos, significando aquí
«hecho» que el enunciado sobre la existencia del correspondiente estado de cosas puede
considerarse verdadero. Y todos presuponen también en común un mundo social como
totalidad de las relaciones interpersonales que son reconocidas por los integrantes como
legítimas. Por el contrario, el mundo subjetivo representa la totalidad de las vivencias a las que
en cada caso sólo un individuo tiene un acceso privilegiado. No obstante lo cual, la expresión
«mundo subjetivo» está justificada en la medida en que en este caso se trata de un concepto
abstracto que en forma de una presuposición compartida por todos los implicados deslinda
frente al mundo objetivo y al mundo social un ámbito de elementos no compartidos, un
ámbito de no-comunidad. El concepto de mundo subjetivo tiene un status parejo al de sus
conceptos complementarios. Lo cual queda también de manifiesto en que este concepto
puede ser analizado introduciendo otra actitud básica y su correspondiente pretensión de
validez.” (Habermas. 1999. 81-83pdf-)

Este primer esbozo de los tres mundos, nos presenta que la interrelación entre
mundos se encuentra en un plano abierto, con esto quiero decir que interactúan entre
sí. El mundo social parte del supuesto de un reconocimiento intersubjetivo, para lo que
el mundo subjetivo y la relación con el mundo objetivo debe desarrollarse sobre la
base de un entendimiento. A pesar de esta interacción, los tres mundos quedan
claramente identificados, sin permitir ser confundidos entre sí. Aún con esta
demarcación, el mundo subjetivo parece presentar un problema o por lo menos una
mayor complejidad, por lo que se desarrollará cada mundo para que cada concepto
quede clarificado.
Sobre el mundo social: “En los procesos de entendimiento partimos hoy de
aquellas presuposiciones formales de comunidad o intersubjetividad que nos son menester
para referirnos a algo en el mundo objetivo, idéntico para todos los observadores, o a algo en
nuestro mundo social, que es un mundo intersubjetivamente compartido. …y la rectitud que
una acción pretende tener en relación con un contexto normativo vigente significa que la
relación interpersonal contraída merece reconocimiento como ingrediente legítimo del mundo
social.” (Habermas. 1999. 79-81pdf-)

Los presupuesto de los que parte “comunidad e intersubjetividad”, son en primera


instancia validaciones del mundo social en sí porque como dice, la objetividad del
mundo no puede ser caracterizada por un producto social. La comunidad o la
intersubjetividad consisten en el relacionamiento de individuos que comparten un
entendimiento, pero que sobre todo, para Habermas, es fuente de coerción y
corrección.

La legitimidad de la que hace mención, refiere no solo al reconocimiento factico de


otro sujeto dentro de una colectividad. Sino que la legitimidad parte de que el
entendimiento de unos con otros conlleva una normativa que se demuestra en el
reconocimiento que es en sí normado y en su comportamiento.

Sobre el mundo objetivo: “El desarrollo cognitivo en sentido estricto se refiere a las
estructuras de pensamiento y de acción que el niño adquiere constructivamente en activo
enfrentamiento con la realidad externa, es decir, con los procesos que tienen lugar en el
mundo objetivo.” (Habermas. 1999. 102-104pdf-)

Este ejemplo sirve para ilustrar lo que el autor entiende por mundo objetivo. Este
mundo no solamente es el que se encuentra efectivamente fuera del individuo, sino
que es un mundo donde lo real sufre cambios, no es estático. Se asemeja al mundo
físico del que hablan otros filósofos cuando se refieren a mundo objetivo, pero para
poder ser experimentado, es necesario para Habermas, que sea objeto de
entendimiento.
Sobre el mundo subjetivo: “El concepto de mundo subjetivo nos permite
distinguir del mundo externo no solamente nuestro propio mundo interno, sino también los
mundos subjetivos de los otros.” (Habermas. 1999. 103-105pdf-)

Los mundos social y objetivo, se expresan como una exterioridad, se puede decir que
como un hecho, pero en cambio el mundo subjetivo no lo hace de igual manera. Se
puede decir que el mundo subjetivo se manifiesta ante otros sujetos y estos lo
reconocen como una interioridad individual. El mundo subjetivo puede entenderse
como las experiencias vividas por cada uno ante los otros dos mundos.

Los tres mundos, un sistema de referencias: “Sólo a medida que se


diferencia el sistema formal de referencia que constituyen los tres mundos puede formarse un
concepto reflexivo de mundo y con ello obtenerse acceso al mundo a través del medio que
representan esfuerzos comunes de interpretación en el sentido de una negociación
cooperativa de definiciones de la situación.” (Habermas. 1999. 103-105pdf-)

La acción comunicativa que propone Habermas se realiza o se pone en ejercicio en el


mundo, entendido este como un amplio concepto englobante de una triada de
mundos. Este mundo en grande es donde los otros tres mundos interactúan en una
acción comunicativa de significación y por tanto de entendimiento.

La reflexión, estrechamente ligada a la racionalidad en que para el autor se


desenvuelven estos mundos, no puede significar más que una acción colectiva. Sería
erróneo pensar en que un individuo solo pueda proponer un sistema o entendimiento
sin que esté relacionado con otros, social y subjetivamente, en un mudo objetivo,
porque el entendimiento que se basa en la significación sólo puede lograrse en la
interacción de estos tres mundos. De esta manera la acción comunicativa se refleja en
la cooperación de significaciones que permiten el entendimiento y comprensión de
este mundo amplio.
1.2 El mundo de la vida:

El mundo de la vida, compuesto por estos tres mundos de manera activa, posee otro
elemento fundamental para ser comprendido correctamente. Este elemento que se
puede resumir como el logro o resultado de la intersubjetividad, es el entendimiento.

Sobre el entendimiento: “Todo acto de entendimiento puede entenderse como parte de un


proceso cooperativo de interpretación que tiene como finalidad la obtención de definiciones
de la situación que puedan ser intersubjetivamente reconocidas.” (Habermas. 1999. 103-
105pdf-)

El individuo que se desarrolla o existe vitalmente en la interrelación de los tres mundos


ya mencionados, generan en el mundo social la condición del entendimiento. Dicho
entendimiento es resultado de las significaciones logradas a partir de la cooperación
que se genera mediante una acción comunicativa.

El mundo de la vida: “En este lugar he de contentarme con introducir el concepto de mundo
de la vida sólo como correlato de los procesos de entendimiento. Al actuar comunicativamente
los sujetos se entienden siempre en el horizonte de un mundo de la vida. Su mundo de la vida
está formado de convicciones de fondo, más o menos difusas, pero siempre aproblemáticas. El
mundo de la vida, en tanto que trasfondo, es la fuente de donde se obtienen las definiciones
de la situación que los implicados presuponen como aproblemáticas. En sus operaciones
interpretativas los miembros de una comunidad de comunicación deslindan el mundo objetivo
y el mundo social que intersubjetivamente comparten, frente a los mundos subjetivos de cada
uno y frente a otros colectivos. Los conceptos de mundo y las correspondientes pretensiones
de validez constituyen el armazón formal de que los agentes se sirven en su acción
comunicativa para afrontar en su mundo de la vida las situaciones que en cada caso se han
tornado problemáticas, es decir, aquellas sobre las que se hace menester llegar a un acuerdo.”
(Habermas. 1999. 104-106pdf-)

El mundo de la vida es el mundo donde el entendimiento, resultado de la acción


comunicativa, se desarrolla permitiendo a los individuos vivir de la manera en que lo
hacen comúnmente. Con esto me refiero a que el mundo usual, diario en el que
“estamos” es el mundo de la vida, un mundo complejo y compuesto que solo tiene
sentido a través del entendimiento, la interpretación y la significación.

2. Los tres mundos de Karl Popper:

Dentro de lo que concierne a la filosofía de la mente, los tres mundos de este autor se
plantean como un método o una interpretación que subsane la discordia entre mente
y cerebro. Con esta teoría, que no es de corte sociológica como la anterior, busca
diferenciar de manera adecuada los estadios en los que el mundo se nos muestra, lo
experimentamos y lo entendemos.

“En esta sección, hablando de estados físicos y de estados mentales. Con todo
considero que los problemas que nos ocupan se pueden clasificar considerablemente si
introducimos una visión tripartita. Primero, está el mundo físico –el universo de las entidades
físicas- al que hacía alusión al comienzo de esta sección: es a lo que denominare “mundo 1”.
En segundo lugar, está el mundo de los estados mentales, incluyendo entre ellos los estados
de conciencia, las disposiciones mentales y los estados inconscientes: es lo que denominaré
“mundo 2”. Pero hay también un tercer mundo, el mundo de los contenidos del pensamiento
y, ciertamente, de los productos de la mente humana: a esto denominaré “mundo 3”.”
(Popper. 1993. 43)

La clara exposición sobre los tres mundos deja entrever una diferenciación entre
conciencia y productos de la mente, por lo que un pensamiento en este sentido, no
pertenecería al mundo tres, sino al segundo, aunque se pueda querer entender la
naturaleza del pensamiento como un producto de la mente, son los resultados de
estos pensamientos los que pertenecerían al mundo tres.

El mundo primero, físico, es el material ajeno a la conciencia y al entendimiento del


mismo. La conciencia o la inconciencia de este primer mundo, su experimentación y
observación son los que pertenecen al segundo mundo. Estos dos mundos interactúan
entre sí pero de manera casi pasiva, se puede decir que interactúan a partir del mundo
dos.
El mundo tres por su parte tiene un carácter parcialmente autónomo, esto se debe a
que los resultados que tiene el mundo tres sobre el mundo uno no son de relación
necesaria ni directa. La mente puede crear cosas que sean muy diferentes a las del
mundo uno, pero que a su vez lo modifiquen.

“Por mundo 3 entiendo el mundo de los productos de la mente humana, como las historias, los
mitos explicativos, las herramientas, las teorías científicas (sean falsas o verdaderas), los
problemas científicos, las instituciones sociales y las obras de arte. Los objetos del mundo 3
son obra nuestra, aunque no siempre sean el resultado de una producción planificada por
parte de hombres individuales.” (Popper. 1993. Página 44)

Considero aquí que cuando se refiere a instituciones sociales, en analogía al arte,


Popper está considerando la creación real, en un sentido tangible, de las mismas, no a
la relación social en sí misma. Sostengo esta postura porque a continuación adjunta a
su explicación que se refiere a las posibilidades individuales que ofrece el mundo tres.

Conclusiones comparativas.-

En el texto de Teoría de la acción comunicativa, Habermas proponer cambiar el


contexto epistemológico del tercer mundo de Popper para utilizarlo en favor de la
acción comunicativa, para generar una crítica de este modelo. Antes de proseguir, se
debe mencionar que los dos primeros mundos de cada autor parecen concordar y por
lo tanto la crítica se basa sobre este tercer mundo.

La crítica de Habermas parte comparar su mundo social con el tercer mundo de


Popper, esta comparación es aceptable porque dentro de las implicaciones que posee
el tercer mundo están las instituciones sociales y los desarrollos sociales como el arte
que sólo pueden generarse en un contexto social. El planteamiento epistemológico del
tercer mundo parece indicar que todo producto de la mente humana debe seguir un
desarrollo racional ya que son producto de un proceso mental, que está definido sin la
intromisión de lo que llamamos conciencia, elemento que pertenece al mundo dos.

A continuación Habermas prosigue su crítica argumentando que el tercer mundo es


poco plausible porque no serviría para caracterizar las relaciones sociales, porque estas
no se desenvuelven a la luz de desarrollos mentales como teorías. Esta segunda crítica
pretende que el concepto de tercer mundo sirva para poder explicar las relaciones
sociales, aunque no fue concebida con ese propósito. Según mi punto de vista, lo que
pretende mostrar con el tercer mundo, solo pertenece al campo de los esfuerzos
consientes que logran una repercusión en el mundo uno, de ninguna forma busca
explicar la interacción social.

Siguiendo en la línea de la anterior crítica, Habermas argumenta que las sociedades se


desarrollan de una manera cultural y es en la cultura donde resuelven sus
problemáticas y no mediante el desarrollo de teorías. Al igual que en el anterior
párrafo, el error se concentra en la mala interpretación de las pretensiones de o
alcances que persigue la teoría de los tres mundos.

Sobre estas críticas, ampliamente desarrolladas por Habermas, éste prosigue


planteando lo siguiente: ”Es por eso por lo que Popper entiende los contenidos
semánticos de los productos simbólicos como entidades de un tercer mundo. Basa esta
concepción en un concepto ontológico de mundo introducido como universo de entidades.
Pero antes de poder hacer uso del concepto de mundo para una teoría de la acción es preciso
modificarlo en los tres sentidos mencionados.” (Habermas. 1999. 119-121pdf-)

Las intenciones de modificación de la teoría de los tres mundos para que sirva a la
teoría de la acción comunicativa, luego de la crítica esbozada, puede interpretarse
como un intento o pretensión de superación de la teoría a modificar. Afirmo esta
posición porque la crítica de Habermas apunta a demostrar lo “ligera” y precaria de la
teoría de los tres mundos, de una manera evidente.
Quiero concluir este trabajo resaltando la importancia teórica que representa este
aporte de Habermas, al intentar generar un concepto apropiado y parejo sobre la
interacción o interrelación de estos tres mundos en los que nos constituimos, desde el
punto de vista de la acción social. El concepto mismo de acción social contiene una
riqueza amplia para el entendimiento y la teorización de las relaciones cognitivas que
generan significaciones.

En lo que se refiere al objetivo de este trabajo, concluyo que el pretendido intento de


superación de la teoría del tercer mundo de Popper por parte de Habermas, no es
totalmente consistente. Desde el punto de vista que cumple con este objetivo, el
servirse de esta explicación para poderla implementar a su teoría de la acción social,
enriqueciendo su propia exposición, es aceptable y favorable por los resultados a los
que llega. Desde otro punto de vista, considero que la crítica en la que se basa para
proponer modificar la teoría de los tres mundos, está mal planteada. Considero que
este problema se basas en una mala interpretación de lo que Popper quería significar
cuando la elaboró.

BIBLIOGRAFÍA.-

- Habermas, Jürgen. Teoría de la acción comunicativa, tomo I. 1999. Buenos


Aires: Taurus. Versión digital.

- Popper. Karl. 2006. Popper: Escritos Selectos. México: Fondo de Cultura


Económica.

- Popper. Karl; Eccles. Jhon. 1993. El Yo y su Cerebro. Barcelona: Labor.

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