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pablorada.ch@gmail.com
Introducción.-
Por más que se pueda reconocer que entre estos dos filósofos existe el tema de la
racionalidad como factor común, usualmente se los considera como oponentes. Como
en el texto principal que servirá al análisis en este trabajo “Teoría de la acción
comunicativa” se puede observar una crítica a Popper, de igual manera en el breve
texto “Contra las grandes palabras” se puede ver la crítica de Popper a Habermas.
Estos precedentes alimentan la importancia que reviste este trabajo, ya que de
primera mano (en base a los textos) se puede hacer una comparación sobre dos
puntos particulares y en relación, donde uno de ellos no solo pretende hacer una
crítica al otro, sino que pretende superar dicha teoría proponiendo otra que se basa en
la primera.
Planteo así, que la teoría del mundo de la vida de Habermas se presenta como una
superación de la teoría de los tres mundos de Popper. Con fines distintos a los de
Habermas, Popper presenta sus tres mundos dentro del marco de la diferencia entre
cerebro y mente, los presenta como un instrumento para poder entender y dar
solución a este problema de la filosofía de la mente. En cambio, el mundo e la vida de
Habermas pretende dar un marco de referencia real donde se lleva a cabo la acción
comunicativa.
1. El mundo de la vida y lo relativo a este en Habermas:
“El mundo objetivo es supuesto en común, como totalidad de los hechos, significando aquí
«hecho» que el enunciado sobre la existencia del correspondiente estado de cosas puede
considerarse verdadero. Y todos presuponen también en común un mundo social como
totalidad de las relaciones interpersonales que son reconocidas por los integrantes como
legítimas. Por el contrario, el mundo subjetivo representa la totalidad de las vivencias a las que
en cada caso sólo un individuo tiene un acceso privilegiado. No obstante lo cual, la expresión
«mundo subjetivo» está justificada en la medida en que en este caso se trata de un concepto
abstracto que en forma de una presuposición compartida por todos los implicados deslinda
frente al mundo objetivo y al mundo social un ámbito de elementos no compartidos, un
ámbito de no-comunidad. El concepto de mundo subjetivo tiene un status parejo al de sus
conceptos complementarios. Lo cual queda también de manifiesto en que este concepto
puede ser analizado introduciendo otra actitud básica y su correspondiente pretensión de
validez.” (Habermas. 1999. 81-83pdf-)
Este primer esbozo de los tres mundos, nos presenta que la interrelación entre
mundos se encuentra en un plano abierto, con esto quiero decir que interactúan entre
sí. El mundo social parte del supuesto de un reconocimiento intersubjetivo, para lo que
el mundo subjetivo y la relación con el mundo objetivo debe desarrollarse sobre la
base de un entendimiento. A pesar de esta interacción, los tres mundos quedan
claramente identificados, sin permitir ser confundidos entre sí. Aún con esta
demarcación, el mundo subjetivo parece presentar un problema o por lo menos una
mayor complejidad, por lo que se desarrollará cada mundo para que cada concepto
quede clarificado.
Sobre el mundo social: “En los procesos de entendimiento partimos hoy de
aquellas presuposiciones formales de comunidad o intersubjetividad que nos son menester
para referirnos a algo en el mundo objetivo, idéntico para todos los observadores, o a algo en
nuestro mundo social, que es un mundo intersubjetivamente compartido. …y la rectitud que
una acción pretende tener en relación con un contexto normativo vigente significa que la
relación interpersonal contraída merece reconocimiento como ingrediente legítimo del mundo
social.” (Habermas. 1999. 79-81pdf-)
Sobre el mundo objetivo: “El desarrollo cognitivo en sentido estricto se refiere a las
estructuras de pensamiento y de acción que el niño adquiere constructivamente en activo
enfrentamiento con la realidad externa, es decir, con los procesos que tienen lugar en el
mundo objetivo.” (Habermas. 1999. 102-104pdf-)
Este ejemplo sirve para ilustrar lo que el autor entiende por mundo objetivo. Este
mundo no solamente es el que se encuentra efectivamente fuera del individuo, sino
que es un mundo donde lo real sufre cambios, no es estático. Se asemeja al mundo
físico del que hablan otros filósofos cuando se refieren a mundo objetivo, pero para
poder ser experimentado, es necesario para Habermas, que sea objeto de
entendimiento.
Sobre el mundo subjetivo: “El concepto de mundo subjetivo nos permite
distinguir del mundo externo no solamente nuestro propio mundo interno, sino también los
mundos subjetivos de los otros.” (Habermas. 1999. 103-105pdf-)
Los mundos social y objetivo, se expresan como una exterioridad, se puede decir que
como un hecho, pero en cambio el mundo subjetivo no lo hace de igual manera. Se
puede decir que el mundo subjetivo se manifiesta ante otros sujetos y estos lo
reconocen como una interioridad individual. El mundo subjetivo puede entenderse
como las experiencias vividas por cada uno ante los otros dos mundos.
El mundo de la vida, compuesto por estos tres mundos de manera activa, posee otro
elemento fundamental para ser comprendido correctamente. Este elemento que se
puede resumir como el logro o resultado de la intersubjetividad, es el entendimiento.
El mundo de la vida: “En este lugar he de contentarme con introducir el concepto de mundo
de la vida sólo como correlato de los procesos de entendimiento. Al actuar comunicativamente
los sujetos se entienden siempre en el horizonte de un mundo de la vida. Su mundo de la vida
está formado de convicciones de fondo, más o menos difusas, pero siempre aproblemáticas. El
mundo de la vida, en tanto que trasfondo, es la fuente de donde se obtienen las definiciones
de la situación que los implicados presuponen como aproblemáticas. En sus operaciones
interpretativas los miembros de una comunidad de comunicación deslindan el mundo objetivo
y el mundo social que intersubjetivamente comparten, frente a los mundos subjetivos de cada
uno y frente a otros colectivos. Los conceptos de mundo y las correspondientes pretensiones
de validez constituyen el armazón formal de que los agentes se sirven en su acción
comunicativa para afrontar en su mundo de la vida las situaciones que en cada caso se han
tornado problemáticas, es decir, aquellas sobre las que se hace menester llegar a un acuerdo.”
(Habermas. 1999. 104-106pdf-)
Dentro de lo que concierne a la filosofía de la mente, los tres mundos de este autor se
plantean como un método o una interpretación que subsane la discordia entre mente
y cerebro. Con esta teoría, que no es de corte sociológica como la anterior, busca
diferenciar de manera adecuada los estadios en los que el mundo se nos muestra, lo
experimentamos y lo entendemos.
“En esta sección, hablando de estados físicos y de estados mentales. Con todo
considero que los problemas que nos ocupan se pueden clasificar considerablemente si
introducimos una visión tripartita. Primero, está el mundo físico –el universo de las entidades
físicas- al que hacía alusión al comienzo de esta sección: es a lo que denominare “mundo 1”.
En segundo lugar, está el mundo de los estados mentales, incluyendo entre ellos los estados
de conciencia, las disposiciones mentales y los estados inconscientes: es lo que denominaré
“mundo 2”. Pero hay también un tercer mundo, el mundo de los contenidos del pensamiento
y, ciertamente, de los productos de la mente humana: a esto denominaré “mundo 3”.”
(Popper. 1993. 43)
La clara exposición sobre los tres mundos deja entrever una diferenciación entre
conciencia y productos de la mente, por lo que un pensamiento en este sentido, no
pertenecería al mundo tres, sino al segundo, aunque se pueda querer entender la
naturaleza del pensamiento como un producto de la mente, son los resultados de
estos pensamientos los que pertenecerían al mundo tres.
“Por mundo 3 entiendo el mundo de los productos de la mente humana, como las historias, los
mitos explicativos, las herramientas, las teorías científicas (sean falsas o verdaderas), los
problemas científicos, las instituciones sociales y las obras de arte. Los objetos del mundo 3
son obra nuestra, aunque no siempre sean el resultado de una producción planificada por
parte de hombres individuales.” (Popper. 1993. Página 44)
Conclusiones comparativas.-
Las intenciones de modificación de la teoría de los tres mundos para que sirva a la
teoría de la acción comunicativa, luego de la crítica esbozada, puede interpretarse
como un intento o pretensión de superación de la teoría a modificar. Afirmo esta
posición porque la crítica de Habermas apunta a demostrar lo “ligera” y precaria de la
teoría de los tres mundos, de una manera evidente.
Quiero concluir este trabajo resaltando la importancia teórica que representa este
aporte de Habermas, al intentar generar un concepto apropiado y parejo sobre la
interacción o interrelación de estos tres mundos en los que nos constituimos, desde el
punto de vista de la acción social. El concepto mismo de acción social contiene una
riqueza amplia para el entendimiento y la teorización de las relaciones cognitivas que
generan significaciones.
BIBLIOGRAFÍA.-