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Sin embargo, tal y como explico en mi ebook «Cómo superar una ruptura
con el pensamiento», la realidad es que esta reciprocidad no siempre
se da, y el abuso, la desarmonía, la agresividad y el chantaje emocional
emergen en relaciones que más que sumar, te restan.
En este tipo de vínculo, uno de los dos, o los dos, sufrís por imposiciones,
manipulaciones, coacciones, faltas de respeto, reproches continuados,
posesividad, desvalorización de la opinión o sentimientos, etc.
Hasta aquí, te diré que muestras una actitud abierta al diálogo; el problema
llega cuando de la apertura pasas a la sumisión, y adoptas una postura
pasiva ante las tomas de decisión, dejando que sea siempre el otro
(amigo, familiar o pareja) quien imponga su criterio como verdad absoluta
o dogma.
¿Por qué tendrías que dejar que otro decida por ti?
En una relación sana puede haber discrepancias, y uno de los dos, o los
dos, podréis hacer algo que enfade al otro, pero el cómo se exprese esa
ira, en qué momento y con qué intensidad es responsabilidad únicamente
de quien la manifiesta.
Por otro lado, intentar que el otro se ajuste a tus esquemas y necesidades
para completar esa parte de ti que no has logrado sanar o satisfacer por ti
mismo, es igual de tóxico y contraproducente.
en nuestro camino.
La cuestión es ¿qué hacemos con esas piedras del camino que nos
recuerdan la caída, el golpe y la herida? ¿Avanzamos y obtenemos
alguna información o aprendizaje de ellas, o las revivimos, una y otra
vez, de forma obsesiva en nuestro presente?
En el caso de que, viendo la lista anterior, creas que tu pareja es una persona tóxica, los
pasos a seguir deberían ser los siguientes:
Re-empoderarte
Es probable que la relación que has tenido te haya ido robando poco a poco las fuerzas y
la dignidad, hasta el punto de sentir que lo necesitas para cualquier cosa. Es importante
que vayas re-empoderándote poco a poco para poder plantarle cara. La mejor forma de
hacerlo es junto al punto número 2.
Una vez te sientas con fuerzas, puedes sentarte a hablar tranquilamente con tu pareja. En
algunas ocasiones, una charla de este tipo redirige la relación hacia un mejor puerto. No
lo dejes pasar para evitar enfrentamientos, pues de lo contrario sólo tú serás el
perjudicado. Eso sí, habla con respeto y la mayor tranquilidad posible, empezar una
conversación de este tipo con ataques y recriminaciones no te facilitará las cosas en
absoluto. La asertividad es la clave.
Cortar la relación
Como puedes ver, las relaciones tóxicas son algo que hay que evitar a toda costa,
porque, de lo contrario, pueden acabar amargándonos la existencia. Esperamos que este
artículo te haya ayudado y que, de ahora en adelante, seas capaz de identificar las
relaciones de ese tipo.