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 Hipertensión gestacional: Es la presión arterial alta que desarrolla mientras está embarazada.

Comienza después de las 20 semanas de embarazo. Por lo general, no tiene otros síntomas. En
muchos casos, no le hace daño a usted ni a su bebé, y desaparece durante las 12 semanas después
del parto. Sin embargo, aumenta el riesgo de hipertensión en el futuro. A veces puede ser grave, lo
que puede provocar bajo peso al nacer o nacimiento prematuro. Algunas mujeres con hipertensión
gestacional terminan desarrollando preeclampsia
 Hipertensión crónica: Es la presión arterial alta que comienza antes de la semana 20 del
embarazo o antes de quedar embarazada. Algunas mujeres pueden haberla tenido antes de quedar
embarazadas, pero no lo supieron hasta que chequearse la presión arterial en su visita prenatal. A
veces, la hipertensión crónica también puede terminar en preeclampsia
 Preeclampsia: Es un aumento repentino de la presión arterial después de la semana 20 de
embarazo. En general, ocurre en el último trimestre. En casos raros, los síntomas pueden no
comenzar hasta después del parto. Esto se llama preeclampsia posparto. La preeclampsia también
puede provocar daños a algunos de sus órganos, como el hígado o el riñón. Los signos de estos
daños pueden incluir proteína en la orina y presión arterial muy alta. La preeclampsia puede ser
grave e incluso poner en riesgo la vida tanto de usted como la de su bebé

Progesterona
Es un examen que mide la cantidad de progesterona en la sangre. La progesterona es una
hormona producida principalmente en los ovarios.

La progesterona juega un papel clave en el embarazo. Esta se produce después de la


ovulación, en la segunda mitad del ciclo menstrual. Ayuda a alistar el útero de una mujer para
la implantación de un óvulo fecundado. También prepara al útero para el embarazo inhibiendo
las contracciones uterinas y las mamas para la producción de leche.

 En la mujer (preovulación): menos de 1 nanogramo por mililitro (ng/mL) o 3.18 nanomoles por
litro (nmol/L)

 En la mujer (mitad del ciclo): 5 a 20 ng/mL or 15.90 a 63.60 nmol/L

 En el hombre: menos de 1 ng/mL o 3.18 nmol/L

 Posmenopausia: menos de 1 ng/mL o 3.18 nmol/L

 Primer trimestre del embarazo: 11.2 a 90.0 ng/mL o 35.62 a 286.20 nmol/L

 Segundo trimestre del embarazo: 25.6 a 89.4 ng/mL o 81.41 a 284.29 nmol/L

 Tercer trimestre del embarazo: 48 a 150 a 300 o más ng/mL o 152.64 a 477 a 954 o más nmol/L

La prueba de progesterona se usa para:

 Averiguar la causa de la infertilidad (incapacidad de tener hijos) de una mujer


 Averiguar si está ovulando y cuándo
 Averiguar el riesgo de un aborto espontáneo
 Vigilar embarazos de alto riesgo
 Diagnosticar un embarazo ectópico (un embarazo que se implanta fuera del útero). El feto no
puede sobrevivir un embarazo ectópico. Es peligroso y puede poner en peligro la vida de una
mujer

Si sus niveles de progesterona están más altos de lo normal, eso puede indicar que usted:

 Está embarazada
 Tiene un quiste en los ovarios
 Tiene un embarazo molar, un crecimiento en el abdomen que causa síntomas de embarazo
 Tiene una enfermedad de las glándulas suprarrenales
 Tiene cáncer de ovario
Sus niveles de progesterona podrían estar más altos todavía si está embarazada de dos o
más bebés.

Si sus niveles de progesterona están más bajos de lo normal, eso puede indicar que usted:

 Tiene un embarazo ectópico


 Tuvo un aborto espontáneo
 No están ovulando normalmente; esto puede causar problemas de fertilidad
Funciones de la placenta

El cometido más importante de la placenta es “permitir el desarrollo del


feto a lo largo de la gestación”, tal y como concreta la doctora Edurne
Mazarico, ginecóloga del Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona. Para
ello tiene varias funciones:
 Suministrar oxígeno al bebé: “Es el pulmón del feto”. El bebé
dentro el útero se encuentra sumergido en líquido amniótico, por lo
que es imposible que sus pulmones puedan tomar aire y respirar.
El oxígeno que necesita para vivir le llega a través del cordón
umbilical procedente de la placenta.
 Suministrar nutrientes: gracias a unos trasportadores específicos,
facilita el paso de nutrientes de la madre al feto para asegurar sus
necesidades fisiológicas: vitaminas, minerales,
glucosa, aminoácidos, ácidos grasos…
 Función excretora: la placenta suministra el oxígeno, pero también
se encarga de recoger el dióxido de carbono que el feto genera.
“También permite que se eliminen otras sustancias de deshecho
que produce el feto a lo largo de todo el embarazo como la urea”,
afirma la doctora Mazarico.
 La placenta protege al bebé de gérmenes, pero no es impermeable
y sustancias como la nicotina, el alcohol y otras drogas atraviesan
esta barrera y llegan al sistema circulatorio fetal
Esa protección es más elevada al principio de la gestación, porque
como nos dice el doctor Bartha “en los primeros estadios del
embarazo es más complicado que esas sustancias atraviesen la
placenta, pero si lo hacen el riesgo es mayor. Al final del embarazo,
es lo contrario, es más fácil, pero el feto se defiende mejor y el
riesgo de afectación es menor”, añade.
 Protege al bebé actuando como una barrera: unas proteínas se
encargan de proteger al feto de sustancias tóxicas presentes en la
sangre materna. “Existen sustancias, como medicamentos y
tóxicos ambientales, y algunos virus, bacterias o parásitos, que
pueden atravesarla. No todos tienen capacidad de producir
problemas en el feto; además, en algunas ocasiones son
problemas autolimitados, ya que también el feto tiene capacidad de
defenderse, dentro de su inmadurez”,
 unciones inmunológicas: la placenta se encarga de transferir
inmunoglobulinas IgC de la madre para reforzar el inmaduro
sistema inmunitario del bebé cuando nazca. “Esos anticuerpos de
la madre le sirven de protección”, señala la doctora Mazarico.
Incluso, le defenderán de algunos virus y bacterias meses después
del nacimiento.
 Función endocrina: la placenta actúa como un órgano endocrino
produciendo hormonas. Entre ellas:
o Lactógeno placentario: regula el metabolismo en la madre
para asegurar el transporte de nutrientes y energía al bebé, y
que le lleguen las proteínas y la glucosa.

o Estrógenos y progesteronas: “estas hormonas esteroideas,


que el ovario de la mujer no embarazada produce
normalmente, tienen un papel muy importante en el
mantenimiento de la gestación”, señala el doctor Bartha.

o Gonadotropina coriónica humana (HCG): al comienzo del


embarazo y para mantenerlo, la placenta libera grandes
cantidades de esta hormona, que es la que detectan los test
de embarazo, y también se cree que es la culpable de las
náuseas al comienzo de la gestación.

o Relaxina: esta hormona se encarga de relajar los músculos y


articulaciones maternos, para que el cuerpo de la madre se
adapte al volumen del útero, y permitir la movilidad de los
huesos de la pelvis y la dilatación del cuello en el parto.

No protege frente a todo


Pero la placenta no es del todo impermeable, por lo que no es capaz de
proteger totalmente al futuro bebé frente a:

 La nicotina, drogas y el alcohol son capaces de atravesar la barrera


placentaria y llegar a la sangre fetal.
 Algunos virus como el citomegalovirus, el virus del VIH o el del
herpes parvovirus, y algunas bacterias, como
el toxoplasma pueden llegar a la circulación fetal.

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