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Entonces, si hay esa supuesta redefinición del concepto de política, es decir, esa
completa indiferencia para con la sociedad, lo único que logramos es la “auto-negación
del hombre”. ¿Porqué auto-negación? Por el simple hecho de que si el hombre es un ser
político, esencialmente político, donde su esencialidad viene expresada mediante el
lenguaje (el cual dirá Frege: expresa un pensamiento y por el cual accedemos al mundo)
y donde se nota que el hombre interviene (o debería) con éstas características
constitutivas en la realidad, en el mundo. ¿Qué sucede cuando el hombre no hace nada
de esto?
Es preciso remarcar que el ser político, el pensamiento, el lenguaje y todo lo que
expresa al hombre como ser social viene desarrollado por su dialogicidad, por su inter-
acción e inter-relación con otros hombres.
Por esto pregunto ¿Qué sucede cuando nos encerramos en ese yoismo
cartesiano? Simplemente la auto-negación de nuestro ser hombres.
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aunque luego sea juzgado por hacerlo, siendo lo subjetivo la última instancia definitiva.
Estamos de acuerdo, mas sin embargo no podemos negar la condición social, la
conciencia social, la comunidad en que vivimos, donde una vez más volvemos al no tan
viejo Aristóteles quien nos propone que la comunidad debe responder a un bien común
y eso lo logramos mediante el ser político. Pero si no existiese la conciencia social, si la
aniquilamos con esa indiferencia hacia nuestro ser político, si nos conformamos con lo
que tenemos y no decimos nada al respecto, lo único que sucederá además de un
gobierno dictador y un pueblo sumiso, también sucederá la “auto-negación del
hombre”, que consiste en reprimir su ser político, su ser dialógico.
Si no actuamos como lo que somos, como seres políticos, eso que llaman
democracia se desvanece convirtiéndose ya no en demagogia, sino en una oligarquía,
donde el pueblo no interviene, y unos pocos, en beneficio de ellos, se elijen y coartan
toda posible libertad, inclusive la más preciada, la de expresión. Lo cual se ha dado
durante mucho tiempo en éste país, pero sólo porque la gente así lo quiso y así lo quiere.
Nosotros somos los artífices de nuestro destino, y sólo nosotros podemos modificarlo.
Nuevamente el hombre expresa su ser hombre, su esencialidad y su conformidad
con su comunidad política.
Dirán muchos: “Tenemos lo que no elegimos”, pero pregunto ¿tenemos lo que
no elegimos o tenemos lo que elegimos? No yendo muy lejos, la unidad académica de
filosofía tiene “lo que eligió”, y siendo un poco ambiciosos pregunto y propongo ¿por
qué el país no puede tener lo mismo, porqué no podemos elegir el futuro de nuestro
país? Digo para bien o para mal, pero que siempre sea nuestra “elección”.