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Atención de la Violencia Sexual en el Marco del

Sistema General de Seguridad Social en Salud


SGSSS
Se especula mucho sobre la atención de la violencia sexual y su cobertura en el
actual sistema de salud en Colombia, al punto de generar mitos de su supuesta
exclusión de los planes de beneficios y de la orfandad del evento: nada más falso
que esta afirmación.

Las normas que rigen la salud en Colombia han previsto la cobertura dentro del
SGSSS, de casi todos los eventos de salud de la población colombiana,
expresándola no en términos de enfermedades o diagnósticos, sino de actividades,
procedimientos, intervenciones, medicamentos, insumos, materiales, equipos,
etcétera, incluidos en los llamados planes de beneficios o Planes Obligatorios de
Salud, los cuales se despliegan obedeciendo la aplicación de unas reglas de juego,
que exigen su cumplimiento cabal, honesto y de buena fe por los responsables tanto
de garantizarlos, como de complementarlos, para permitir una atención fluida, justa,
oportuna, con excelentes atributos de calidad.

En el presente capítulo demostraremos que la atención en salud del evento violencia


sexual sí está cubierta y que esa cobertura de logra de manera complementaria entre
los actores del sistema, para lo cual estudiaremos algunas generalidades de este
último, algunas particularidades de la cobertura de servicios de salud y, finalmente,
la del evento que nos ocupa.

Generalidades del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) El

SGSSS.

Definición

Es el conjunto de instituciones, procedimientos y normas que lo regulan, así como


las interrelaciones e interacciones establecidas entre esos, sus elementos, a través
del cual se busca garantizar el servicio público esencial de salud a toda la población
Colombiana. “El carácter esencial de un servicio público se predica, cuando las
actividades que lo conforman contribuyen de modo directo y concreto a la protección
de bienes o a la satisfacción de intereses o a la realización de valores, ligados al
respeto, vigencia, ejercicio y efectividad de los derechos y libertades fundamentales.
Ello es así en razón de la preeminencia que se reconoce a los derechos
fundamentales de la persona y de las garantías dispuestas para su amparo, con el
fin de asegurar su respeto y efectividad

Integrantes, jerarquía, competencias principales

La composición jerárquica y de competencias del SGSSS es esencialmente la siguiente:

Organismos de Dirección, Vigilancia y Control (IVC):

a. Ministerio de la Protección Social (MPS) – Dirección del SGSSS y vigilancia de


riesgos laborales para la salud.

b. Supersalud: Se encarga de la inspección, vigilancia y control, además de


generar sanciones a las instituciones.

Organismos de administración y financiación:

e. Empresas Promotoras de Salud

f. Direcciones Seccionales, Distritales y Locales de salud y la ADRES

Prestadores de servicios de salud:

h. Públicos (Empresas Sociales del Estado – ESE)

i. Privados (Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud – IPS) j. Mixtos

Prestadores de salud adscritos al MPS:

k. Instituto Nacional de Cancerología (INC)

l. Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta

m. Sanatorio de Agua de Dios


n. Sanatorio de Contratación

Aportantes: empleadores, trabajadores y sus organizaciones y trabajadores independientes


cotizantes al régimen contributivo y los pensionados.

Beneficiarios del SGSSS


Organizaciones comunitarias (Comités de Participación Comunitaria – COPACO)

Los regímenes de afiliación del SGSSS

Las personas se afilian al Sistema General de Seguridad Social, a través de dos


mecanismos: el pago voluntario u obligatorio, con su dinero, de una cuota mensual,
que depende de sus ingresos y de sus condiciones de trabajo; y, el pago que por
ellas hace el Estado en forma de ayudas o subsidios, cuando pertenecen a población
clasificada en los niveles 1, 2 y 3 del SISBEN, un sistema diseñado para seleccionar
a las personas que más pudieran necesitar las ayudas del Estado y sobre las cuales
se focalizarían muchos de sus recursos. El tiempo de afiliación a cualquiera de los
dos regímenes suma al de permanencia en el SGSSS, pues ambos le pertenecen.

Los regímenes de excepción

Son instituciones como fuerzas militares y de policía, Ecopetrol, magisterio, entre


otros, que se rigen por reglamentos y normatividad que no es aplicable para el resto
de la población, ni ingresan al SGSSS establecido por la Ley 100. Sin embargo,
estos regímenes deben garantizar la atención integral a su población afiliada, ya sea
en condiciones de urgencia, ambulatorias u hospitalarias, para todas las
contingencias de salud.

Los planes de beneficios en el SGSSS

Los afiliados al SGSSS reciben beneficios en salud, contenidos en los distintos planes
obligatorios, según el régimen que corresponda.

Los afiliados al Régimen al sistema tienen derecho al PBS “plan de beneficios en


salud”, esto aplica para la población perteneciente al régimen contributivo y al
régimen subsidiado.
La población vinculada es aquella que no se encuentra dentro del sistema de salud, es
decir aquellos que no tienen ni han tenido algún tipo de afiliación al sistema.

Como concepto general, los planes obligatorios de salud (PBS) son un conjunto de
actividades, procedimientos, intervenciones (API), medicamentos, insumos y demás
recursos necesarios para su exitosa prestación. Es decir, que los POS son todos los
servicios de salud, que están las EPS obligadas a garantizar a sus afiliados, para
satisfacer sus necesidades de salud. Aquí se incluyen los necesarios tanto para no
enfermarse, como para el manejo de las personas enfermas y su recuperación. Aquí
se incluyen también las incapacidades y las licencias de maternidad que se dan en
el régimen contributivo, por ejemplo.

Cada PBS define también las condiciones de prestación de los servicios en él


contenidos. Existen en el sistema otros beneficios en salud, que se proveen a través
de otros planes tanto individuales como colectivos, siendo algunos de ellos:

- Los del Plan de intervenciones colectivas (PIC), prestados directamente por


el estado o por particulares mediante contrato con el Estado.
- Los de los Planes complementarios de atención en salud, contratados y
financiados mediante la modalidad de prepago.
- Los contemplados en la atención de accidentes de trabajo y enfermedad
laboral, garantizada por las entidades administradoras de riesgos laborales
(ARL).
- Los brindados en la atención de accidentes de tránsito con cargo al Seguro
Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT)

Lo no incluido en el Plan de Beneficios en Salud (NO PBS)

Definimos como tal, todas las actividades, procedimientos e intervenciones no


cubiertas en el PBS marco, así como los recursos necesarios para su exitosa
realización.

Lo que está por fuera del PBS se define previa aplicación de los principios y criterios
establecidos por la norma vigente en salud.
Lo que no está en el PBS debe ser cubierto con cargo a otros recursos del sistema,
tales como los de la ADRES, para el régimen contributivo, o los de los Fondos
Territoriales de Salud (FTS), para el subsidiado.

La representación gráfica de los planes de beneficios se entendería como un área


limitada, contenida en un universo en permanente expansión, de actividades,
procedimientos, intervenciones, medicamentos e insumos, suministros, dispositivos
y demás recursos necesarios para su exitosa realización y aplicación, que son
demandados para la satisfacción de las cada vez más dinámicas necesidades en
salud de la población.

Los niveles de complejidad

Los servicios de salud, dependiendo del nivel técnico y tecnológico que demande su
realización y del equipo humano que la tenga a su cargo, se dividen en baja, mediana
y alta complejidad. El primero de ellos demanda una capacidad técnica y tecnológica
no altamente especializada para la realización de sus actividades, procedimientos e
intervenciones y se encuentra a cargo del médico general, personal auxiliar o
paramédico u otros profesionales de la salud no especializados; el segundo
demanda una capacidad técnica y tecnológica más especializada y se encuentra a
cargo del médico general o profesional paramédico, con interconsulta, remisión o
asesoría de personal o recursos especializados; el tercero, demanda una capacidad
técnica y tecnológica muy especializada y se encuentra a cargo del médico
especialista con la participación del médico general o profesional paramédico.

El Anexo 2 del Acuerdo 008/09, que contiene las actividades, procedimientos e


intervenciones de los Planes Obligatorios de Salud de los regímenes contributivo y
subsidiado, clasifica sus contenidos por los niveles de complejidad 1, 2 y 3,
correspondientes a baja, mediana y alta complejidad, respectivamente.

Principios y criterios para la definición y cobertura de contenidos

Los contenidos de los planes de beneficios de los regímenes contributivo y


subsidiado se definen para cada régimen, a través de la aplicación de principio
rectores y criterios de interpretación.
Entre los principios rectores debemos destacar el de Integralidad y el de
complementariedad, en virtud de los cuales “…los medicamentos esenciales,
suministros y tecnología en salud, en los diferentes niveles de complejidad y en los
diferentes ámbitos de atención, necesarios para ejecutar una actividad,
procedimiento o intervención de promoción de la salud, prevención, diagnóstico,
tratamiento o rehabilitación de la enfermedad…”, de las contenidas en el PBS,
“…hacen parte y en consecuencia constituyen la integralidad del PBS según el
caso.”(Sic); y, “…las acciones contenidas en el Plan Obligatorio de Salud deben
proveerse de manera que complemente las acciones individuales o colectivas de
otros beneficios como: los del sistema de riesgos profesionales, con los eventos
Amparados por el SOAT, con Planes complementarios, con el Plan de
Intervenciones en Salud Pública y en general los contenidos de cobertura de riesgos
a cargo de otros planes de beneficios.” (Sic), debiendo ser considerados también
aquí los servicios de salud no cubiertos por los recursos de los respetivos regímenes,
mas sí por otros: los del ADRES y los Fondos Territoriales de Salud.

Los criterios de interpretación podríamos clasificarlos en implícitos y explícitos.

Son criterios explícitos:

- grupos de edad (para el suministro de lentes, por ejemplo)


- fases de la enfermedad (para salud mental, por ejemplo)
- tipo de atención (urgente, ambulatoria, hospitalaria, etc.)
- especialidades médico-quirúrgicas
- finalidad de la atención (diagnóstica, tratamiento o rehabilitación y no cosmética)
- costo-efectividad en el manejo (enfermedades catastróficas)
- costos de algunos insumos (stent coronario, malla)
- la condición del paciente (recuperable, para Unida de Cuidados Intensivo – UCI)
- la denominación del tipo de tecnología (tomográfica, endoscópica, ecográfica, etc.)
- zonas corporales (tórax, abdomen, cabeza, etc.)
- grupos de actividades, procedimientos e intervenciones (laboratorio clínico, por ejemplo)
- niveles de complejidad
- existencia de servicios tecnológicamente “equivalentes” en los planes de beneficios
- el que las actividades, procedimientos e intervenciones (API) simultáneamente estén
contenidas en las normas técnicas para el desarrollo de las actividades de protección
específica, detección temprana y atención de enfermedades de interés en Salud Pública,
entre otros más.

Son criterios implícitos:

- la denominación genérica de muchas actividades, procedimientos e intervenciones


- la homologación por igualdad o equivalencia técnica
- el criterio de finalidad, que implica el que los servicios de salud no puedan tener otro fin
que el de contribuir de manera efectiva al mantenimiento o recuperación de la salud, a
través de la prevención y el tratamiento de la enfermedad o la rehabilitación de la
discapacidad. Este criterio respalda toda la cobertura en los planes de beneficios,
particularmente en situaciones que pudieran generar controversia, como aquellas
relacionadas con la atención por cirugía plástica con fines funcionales: reconstrucción
mamaria post mastectomía, reducción mamaría por dorsopatías y otras alteraciones,
corrección de labio y paladar hendido, por ejemplo.
- criterio de racionabilidad, es decir, aquel que permite juzgar de las cosas con razón,
consistente en la susceptibilidad de priorización de las necesidades, de acuerdo con el
impacto que pueda tener su insatisfacción sobre el mantenimiento de la vida y la salud.
- proporcionalidad y pertinencia, que indica que las respuestas a las necesidades de salud
deben ser de una magnitud y unas características conformes a la naturaleza y la
magnitud de la necesidad que se quiere atender.
- necesidad, entendida como el grado en que la prestación se hace imprescindible para
recuperar la salud o disminuir o eliminar cualquier probabilidad de daño para la vida del
o de la paciente.
- compensación, cuando, en estricta justicia, compensamos a los que administran los
dineros dispuestos para la financiación de los procedimientos, que por avances
tecnológicos, su peso específico sobre los recursos en administración supera el de sus
antecesores.

Marco normativo aplicado a la cobertura de la atención


en violencia sexual
La atención inicial de urgencias en la atención de la
violencia sexual y su cobertura de acuerdo con las normas
del SGSSS
Hemos definido entonces los conceptos urgencia y atención inicial de urgencias y
entendido bajo estas definiciones la violencia sexual como una urgencia,
independiente del plazo y de las condiciones de su ocurrencia, y su atención inicial,
que busca tres fines específicos: estabilizar los signos vitales, hacer un diagnóstico
de impresión y definir el destino inmediato del paciente, como atención inicial de
urgencias, que para efectos prácticos de cobertura en el SGSSS significa la total
responsabilidad del asegurador del paciente por la atención que su condición de
salud demande.
Dicho de otra manera, la atención inicial de la urgencia en la atención de la violencia
sexual es de obligatoria cobertura por el asegurador y de obligatoria prestación; La
violencia sexual es siempre una urgencia, independientemente del plazo y de las
condiciones de su ocurrencia.

La atención inicial de la violencia sexual es siempre atención inicial de urgencias, sin


más límites en su contenido, que los impuestos por las necesidades de la víctima.

La atención inicial de urgencia en la atención de la violencia sexual es de obligatoria


prestación, de acuerdo con su nivel de complejidad, por el prestador que recibe el
caso, quien, incluso si la necesidad del o de la paciente rebasara su capacidad
resolutiva, no podría argumentarla para negarse a atender, debiendo prestar
aquellos servicios que sean de su competencia y referir a la persona al nivel que
pueda darle respuesta a sus necesidades.

Aplicación de otras normas a la cobertura de la atención


de la violencia sexual.
La Ley 360/97, “Por medio de la cual se modifican algunas normas del título XI del
Libro II del Decreto-ley 100 de 1980 (Código Penal), relativo a los delitos contra la
libertad y pudor sexuales, y se adiciona el artículo 417 del Decreto 2700 de 1991
(Código Procedimiento Penal) y se dictan otras disposiciones.”, en su ARTÍCULO
15. DE RECHOS DE LAS VÍCTIMAS DE LOS DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
SEXUAL Y LA DIGNIDAD HUMANA., ordena:

“(…) Toda persona víctima de los delitos contra la libertad sexual y la dignidad humana tiene
derecho a:

(…) Tener acceso gratuito a los siguientes servicios:

1. Examen y tratamiento para la prevención de enfermedades venéreas incluido el VIH/SIDA.

2. Examen y tratamiento para trauma físico y emocional. (…)”

Sin embargo, esta Ley no señaló claramente a los responsables de la gratuidad en


la cobertura, pudiendo entenderse, que para el caso de los afiliados serían los
aseguradores quienes cubrirían los valores que se generaran por pagos compartidos
(cuotas moderadoras, copagos) y los Entes Territoriales, por cuotas de recuperación.

La Ley 1146 de 2007, “Por medio de la cual se expiden normas para la prevención
de la violencia sexual y atención integral de los niños, niñas y adolescentes abusados
sexualmente.”, en su Artículo 9, Atención integral en salud, del Capitulo III, Atención
integral del niño, niña y adolescente víctima de abuso sexual., dispuso:

“(…)

En caso de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes, el Sistema General en Salud


tanto público como privado, así como los hospitales y centros de salud de carácter
público, están en la obligación de prestar atención médica de urgencia e integral en
salud a través de profesionales y servicios especializados. La no definición del
estado de aseguramiento de un niño, niña o adolescente víctima de abuso sexual no
será impedimento para su atención en salud, que en todo caso incluirá como mínimo
lo siguiente:

1. Los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual, serán atendidos en las
Instituciones Prestadoras de Salud tales como EPS, IPS, ARS previamente mencionadas,
de manera inmediata y en cumplimento del principio de prevalencia de sus derechos,
clasificando y atendiendo estos casos como de urgencia médica.
2. Examen y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual adquiridas con ocasión del
abuso.

3. Provisión de antirretrovirales en caso de violación y/o riesgo de VIH/Sida.

4. Durante la atención de la urgencia se realizará una evaluación física y sicológica del niño,
niña o adolescente víctima del abuso, teniendo cuidado de preservar la integridad de las
evidencias.

5. A que se recoja de manera oportuna y adecuada las evidencias, siguiendo las normas de
la Cadena de Custodia.

6. Se dará aviso inmediato a la policía judicial y al ICBF.

7. Se practicarán de inmediato las pruebas forenses, patológicas y sicológicas necesarias


para adelantar el proceso penal correspondiente.
PARÁGRAFO. Las EPS, IPS u otros prestadores del servicio que no cumplan de
manera inmediata con lo ordenado en el presente artículo, serán objeto de sanción
por parte de la Superintendencia de Salud, quien para el efecto deberá dentro de los
treinta (30) días siguientes a la promulgación de la presente ley, determinar la escala
de sanciones y procedimientos que estarán enmarcados dentro de los principios de
celeridad y eficacia, a fin de que se cumplan efectivamente los preceptos aquí
consagrados.

(…)”

La Ley 1257/08, "Por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y


sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres, se reforman los
códigos penal, de procedimiento penal, la ley 294 de 1996 y se dictan otras
disposiciones", en su Artículo 19 del Capítulo IV estableció:

"(...)

Capítulo VI, Medidas de atención:

Artículo 19.

(...)
a. Garantizar la habitación y alimentación de la víctima a través del Sistema
General de Seguridad Social en Salud. Las Empresas Promotoras de Salud y las
Administradores de

Modelo de Atención Integral en Salud para casos de Violencia Sexual Promoción y


Prevención – Enero 24 de 2011

Régimen Subsidiado, prestarán servicios de habitación y alimentación en las


instituciones prestadoras de servicios de salud, o contratarán servicios de hotelería
para tales fines; en todos los casos se incluirá el servicio de transporte de las
víctimas, de sus hijos e hijas.

Adicionalmente, contarán con sistemas de referencia y contrarreferencia para la


atención de las víctimas, siempre garantizando la guarda de su vida, dignidad, e
integridad.

b. Cuando la víctima decida no permanecer en los servicios hoteleros


disponibles, o estos no hayan sido contratados, se asignará un subsidio monetario
mensual para la habitación y alimentación de la víctima, sus hijos es hija, siempre y
cuando se verifique que el mismo será utilizado para sufragar estos gastos en un
lugar diferente a que habite el agresor. Así mismo este subsidio estará condicionado
a la asistencia a citas médicas, sicológicas o siquiátricas que requiera la víctima.

En el régimen contributivo éste subsidio será equivalente al monto de la cotización


que haga la víctima al Sistema General de Seguridad Social en Salud, y para el
régimen subsidiado será equivalente a un salario mínimo mensual vigente.

c. Las Empresas Promotoras de Salud y las Administradoras de Régimen


Subsidiado serán las encargadas de la prestación de servicios de asistencia médica,
sicológica y siquiátrica a las mujeres víctimas de violencia, a sus hijos e hijas.

Parágrafo 1°. La aplicación de las medidas definidas en los literales a. y b. será hasta
por seis meses, prorrogables hasta por seis meses más siempre y cuando la
situación lo amerite.

Parágrafo 2°. La aplicación de éstas medidas se hará con cargo al Sistema General de
Seguridad Social en Salud.
(...)"

Sin embargo, en su Artículo 13 del Capítulo IV, estableció:

"(...)

CAPÍTULO IV

Medidas de sensibilización y protección

Artículo 13. Medidas en el ámbito de la salud. El Ministerio de la Protección Social, además


de las señaladas en otras leyes, tendrá las siguientes funciones:

(...)

2. Reglamentará el Plan Obligatorio de Salud para que incluya las actividades de


atención a las víctimas que corresponda en aplicación de la presente ley, y en
particular aquellas definidas en los literales a., b. y c. del artículo 19 de la misma.

(...)"

Contrario a la Ley 1257/2008, las Leyes 360/97 y 1146/2007 no dispusieron la


reglamentación de lo ordenado por ellas para su aplicación, entendiéndose
entonces, que tienen efecto inmediato desde su vigencia.
En el Comunicado número 48 del 29 de septiembre del 2010, la Honorable Corte Constitucional, en
su Sentencia de Constitucionalidad C-776/10, del Magistrado
Ponente Jorge Iván Palacio Palacio, “…declaró EXEQUIBLES los artículos 13
(parcial) y 19 (parcial) de la Ley 1257 de 2008, “Por la cual se dictan normas de
sensibilización y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres,
se reforman los Códigos Penal, de Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996 y se
dictan otras disposiciones”,…” sólo por los cargos examinados en esa providencia.

La Resolución 1776/2008, de la Superintendencia Nacional de Salud, “Por medio de


la cual se determina la escala de sanciones y procedimientos por incumplimiento a
los preceptos señalados en el artículo 9° de la Ley 1146 de 2007.”, estableció multas
que van de uno (01) a entre mil doscientos y dos mil (1200 y 2000) SMLMV, por una
vez o en forma sucesiva, a aseguradores o prestadores que incurran en las siguientes
faltas contra los niños, niñas o adolescentes víctimas de violencia sexual, llegando
incluso a la revocatoria o suspensión del certificado de autorización a las EPS, en
caso de reiterarse la falta:

1. no darles el manejo de una urgencia;

2. prestarles de manera inadecuada la evaluación física y psicológica y sin la debida


preservación de la integridad de las evidencias;

3. no practicarles de inmediato las pruebas forenses, patológicas y psicológicas necesarias


para adelantar el proceso penal correspondiente o incumplir con la cadena de custodia;

4. no proveerles oportunamente antirretrovirales en caso de exposición con riesgo de


infección por el VIH;

5. no realizarles exámenes diagnósticos y tratamientos de enfermedades de transmisión


sexual (ETS) adquiridas durante el evento;

6. no dar aviso inmediato sobre el caso, a la policía judicial y al ICBF.

Se debe aclarar, que la profilaxis de ETS, no obstante no estar explícita en la norma


en comento, hace parte del manejo integral ordenado por la Ley 1146/07, de los
niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas de violencia sexual, que
encontrándose por ello en condiciones de alteración de su “…integridad física,
funcional y/o mental (…), con cualquier grado de severidad,(…) que comprometen
su vida o funcionalidad (…) requieren acciones oportunas de los servicios de salud,
a fin de conservar la vida y prevenir consecuencias críticas permanentes o futuras.”

De esta manera tenemos:

1. La Ley 360/97 estableció la gratuidad para las víctimas de violencia sexual en general,
para los siguientes servicios:

• Servicio de orientación y consejería gratuito para ella y su familia atendido por


personal calificado.
• Examen y tratamiento para la prevención de enfermedades venéreas incluido el
VIH/SIDA.
• Examen y tratamiento para trauma físico y emocional. Recopilación de evidencia
médica legal.

Vale destacar la amplitud de los mismos en su denominación.

2. La Ley 1146/2007 particularizó los servicios a cubrir para niños, niñas y adolescentes y
sus características:

• Atención inmediata.
• Aplicación del principio de prevalencia de sus derechos.
• Clasificación y atención de los casos de violencia sexual como de urgencia médica.
• Examen y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual adquiridas con
ocasión del abuso.
• Provisión de antirretrovirales en caso de violación y/o riesgo de VIH/Sida.
• Evaluación física y sicológica, durante la atención de la urgencia, del niño, niña o
adolescente víctima del abuso, teniendo cuidado de preservar la integridad de las
evidencias.
• Recolección oportuna y adecuada de evidencias, siguiendo las normas de la Cadena
de Custodia.
• Práctica inmediata de pruebas forenses, patológicas y sicológicas necesarias para
adelantar el proceso penal correspondiente.

3. La Ley 1257/2008 fue muy tímida, dejando sujeto a reglamentación lo establecido por
ella, reglamentación que aun no se ha realizado.

Así las cosas, se entiende que los servicios descritos por las dos primeras leyes corren a
cargo de los aseguradores, para los afiliados, y de los Entes Territoriales, en el caso de los
no afiliados, y que serían los primeros quienes cubrirían los valores que se generaran por
pagos compartidos (cuotas moderadoras, copagos) y los segundos, por cuotas de
recuperación.

Todo lo anterior significa, que la atención de la violencia sexual se sigue rigiendo por
lo establecido en las normas que regulan los POS, de acuerdo con las competencias
y obligaciones definidas para los diferentes actores del sistema, con los ajustes
introducidos por las normas arriba mencionadas.
La cobertura de esos servicios de salud debe considerar entonces los criterios
explícitos e implícitos contenidos en las normas vigentes, algunos de los cuales
fueron arriba listados.

Ministerio de la protección social, Modelo de Atención a Víctimas De Violencia Sexual.


2011.

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